Síntesis la voz, su educación y uso correcto capítulo 2

Capítulo 2: Diseñado para la comunicación.

Daniel López García 1120109 ISC La lengua tal vez no sea una parte indispensable del cuerpo, pero tiene un gran poder. Muchas personas no entienden el poder, y la responsabilidad que conlleva el hecho de poder expresarnos. La lengua es tan poderosa que puede separar naciones, crear guerras, sanar corazones rotos, motivar o alegrar, dependiendo obviamente del uso que se le dé. Pero todo esto no se origina en la lengua, se origina en nuestras mentes. La lengua lo único que hace es expresar de una manera sonora, lo que realmente tenemos en nuestras mentes y corazones. Si Cristo reina en nuestro corazón, nuestras conversaciones estarán envueltas generalmente en cosas buenas, cosas puras, cosas santas. Si Cristo no reina en nuestros corazones, creo que es más que obvio el hecho de saber que nuestras conversaciones no glorificarán el nombre de Dios.

Gracias a nuestra lengua, podemos realizar acciones, como la obra más importante que nos dejó nuestro Señor Jesucristo cuando estuvo aquí en la tierra, ir a predicar el mensaje del evangelio a todo el mundo.

"Nada puede debilitar tanto una iglesia, como el uso erróneo del talento del habla." Esta frase tiene toda la razón. Existen varias maneras en las que podemos interpretar este texto. En la que quiero enfocarme en esta ocasión, es en las críticas destructivas, en las críticas innecesarias. Dios nos creó con cualidades distintas a cada persona, cada quien más hábil en una cosa, pero menos hábil en otra. En pocas palabras, nadie es perfecto. Entonces, si todos tenemos errores, y no somos tan hábiles en ciertas cosas, ¿por qué criticar a mi hermano en cierta actividad, cuando yo bien conozco que también tengo tantos defectos como persona? ¿por qué enfocarnos en los aspectos negativos y no en los positivos? ¿por qué criticar, en lugar de ayudar a la persona a mejorar?