Thomas Bernhard: una estética del fragmento – Publicado en: Cultura y Espectáculos de El Día, Montevideo, 1992
“Sólo por amor a mi abuelo no me suicidé en la niñez”, escribió Thomas Bernhard, el austríaco que nació equívocamente en Holanda (1931) a donde su madre fue a esconder su soltería en un convento para “muchachas caídas”.
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En Maestros antiguos, novela editada póstumamente por Alianza, Reger, un musicólogo que los austríacos desconocen porque escribe sus críticas para The Times de Londres, concurre un día por medio a excepción de los domingos, a un museo vienés, donde, sentado en un banco contempla durante horas el cuadro de Tintoretto, El hombre de la barba blanca, no porque le parezca un gran cuadro ni siquiera el mejor del autor, ni aun porque respete a Tintoretto o a todos los maestros antiguos. El protagonista simplemente “para” en el museo, tan naturalmente como otras personas “paran” en un bar.