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Urbano. Paisajes para la restauración socioecológica del Complejo Hospitalario San Juan de Dios.

Proyecto ganador de una Mención de Honor en el concurso privado abierto de Arquitectura para el Diseño de Proyectos emblemáticos de Espacio público y jardines interiores del Complejo Hospitalario San Juan de Dios, convocado por la Empresa de Renovación y Desarrollo Urbano de Bogotá D.C, en conjunto con la Sociedad Colombiana de Arquitectos Bogotá DC.

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El objetivo de hacer una restauración de los jardines patrimoniales desde sus valores de paisaje conlleva tanto al ámbito teórico sobre el jardín primigeneo, al jardín paraíso, a la búsqueda incesante por volver a él y de reconectar con la naturaleza. Pero al mismo tiempo, plantea un reto a escala territorial, pues el estado en el que se encuentra hoy pone en manifiesto la evolución que han tenido los jardines dentro de los límites de la propiedad y como éstos no se escapan a los fenómenos bióticos y antrópicos que suceden en su entorno inmediato, especialmente a la presión urbana sobre los espacios libres y al crecimiento de la ciudad en las últimas décadas.

Por ello, regular la visión y ajustarla escalarmente permite una lectura en un marco territorial más amplio, entendiendo que lo último que se debe hacer es restringir la propuesta a los límites del cerramiento, es decir, que la propuesta deberá ajustarse también a la estructura ecológica en la que se encuentra inmerso el CHSJD.

Al ubicarse dentro de un ecosistema de cerros húmedos, y a los pies del páramo Cruz verde, el ideal ecológico y ambiental sería tener corredores que permitiesen el paso de flora y fauna entre unidades de paisaje. Sin embargo, las perturbaciones antrópicas sobre el territorio han reducido significativamente el área que permite este intercambio y aporta servicios ecosistémicos al sector, determinando a los cuerpos de agua (ríos y quebradas) como los únicos elementos que soportan la conectividad biótica de la ciudad.

Por esta razón, la apuesta es la de resignificar al CHSJD como un nodo que forma parte de una matriz ecológica de “piedras pasaderas” o “stepping stones” compuesta por espacios intersticiales entre ecosistemas y unidades de paisaje, los cuales se caracterizan por su valor y potencial ecológico para la reconexión biótica, ambiental y paisajística entre los Cerros Orientales y Bogotá.

Acupuntura Urbana Bogotá

Proyecto ganador del primer premio (grupo B) en el “Concurso público de Arquitectura para el Diseño de Acciones de Acupuntura Urbana”, convocado por la Secretaría Distrital del Hábitat del Municipio de Bogotá en conjunto con la Sociedad Colombiana de Arquitectos.

El territorio puede interpretarse como un espacio multidimensional compuesto por planos tangibles (objetos, usos, distancias) e intangibles (imaginarios, percepciones, tiempos).

Por ello, este planteamiento parte desde un diagnóstico propositivo que resalta las potencialidades materiales, inmateriales, comunes e individuales de las áreas de intervención, para luego reinterpretarlas en un catálogo de operaciones estratégicas y acciones de mejora que se adaptan transversalmente a las necesidades y especificidades biofísicas de cada lugar.

Por su lenguaje, este catálogo actúa como un instrumento de regeneración urbana-paisajística que facilita el involucramiento inmediato de la comunidad, pues da paso a una programación colectiva capaz de definir, con vecinos y vecinas, las prioridades, usos, interacciones, actores y compromisos previos a la ejecución de cada proyecto, garantizando su continuidad y sostenibilidad a corto, mediano y largo plazo.

A partir de esta hoja de ruta colectiva (modelo de gestión), se plantea la etapa de implementación de intervenciones, que contempla la participación activa de la comunidad por medio de talleres de co-diseño y co-construcción que reivindican los aportes comunitarios en los procesos de regeneración territorial como acciones tangibles de corresponsabilidad, apropiación y empoderamiento ciudadano.

Esta metodología busca resolver los desafíos y enfoques planteados en el concurso reafirmando las vocaciones urbanas y paisajísticas de cada uno de los espacios, anhelando enaltecer su valor e importancia a escala local y nacional a través de estrategias de renovación, diseño urbano, participación, acción e innovación social, con el objetivo general de lograr una regeneración integral que sea pertinente con las visiones, planes y sistemas urbano-territoriales preexistentes, sensible con las urgencias ambientales y socioeconómicas de la ciudad, y coherente con las singularidades que dotan de identidad y carácter a los barrios en los que se emplazan.

Visión Azogues 2032

Ciudad equilibrada, resiliente, productiva y humana

Proyecto ganador en el concurso “Visión Azogues 2032”, organizado por la Municipalidad de Azogues a inicios del mes de Noviembre del 2020.

La propuesta tiene como objetivo equilibrar el territorio y las dinámicas urbano-rurales a lo largo del río Burgay, proyectando la ciudad desde tres conceptos de desarrollo: Habitabilidad, Conectividad y Productividad.

Se interpreta al eje fluvial como un organismo multicelular en el que cada célula cumple una función estructurante para la correcta operatividad de la ciudad. En conjunto, éstas células, apoyadas en estrategias y acciones de mejora, constituirán un modelo de desarrollo armónico e integral entre centralidades, el medio biofísico y los imaginarios colectivos que construyen la complejidad urbana.

Como preámbulo del ejercicio propositivo se destacaron algunas variables estructurantes del territorio a lo largo del eje fluvial del Burgay; su contenido prioriza recursos paisajísticos, naturales, sociales y económicos, pero sobre todo las necesidades reales de las comunidades de personas, flora y fauna.

La propuesta incluye una nueva clasificación de suelo a consolidar (centro histórico), renovar (zonas de crecimiento) y proteger (macizos naturales y recursos no renovables) potencializando responsablemente sus múltiples capitales y valores añadidos, promoviendo la adaptación al cambio climático y apoyando la productividad y competitividad. Aporta la definición de sistemas de infraestructura verde y azul, biotopos, equipamientos nuevos y recuperación de prexistencias, ecobarrios bajo la figura de cooperativas de vivienda y un modelo morfológico propio que fomenta la corresponsabilidad, la inclusión y articulación de los componentes de género, cultura e identidad y memoria histórica, movilidad prioritaria para el ciudadano y el disfrute del territorio mediante circuitos culturales y corredores verdes urbanos.

Coordenada 0.

Un punto de partida para reactivar la vida urbana.

Proyecto ganador en la convocatoria Ideatón Volver a la Calle organizado por el BID y Ciudades Comunes a mediados del mes de Julio del 2020.

La realidad actual de crisis sanitaria producto de la pandemia por el COVID 19 ha revelado muchos de los conflictos que Latinoamérica arrastraba previamente por sus niveles de inequidad e injusticia ambiental, social, económica y espacial. Ésta problemática, extremada por las condiciones actuales, presenta varios desafíos que podrían ser enfrentados de manera colectiva, y sobretodo, desde una postura empática frente a las “nuevas normalidades” que se presentan como el futuro de la covivencia en el espacio público y a las comunidades que cohabitamos en él.

Con esto en mente, la propuesta parte de un posicionamiento político (entendiendo a lo político desde su etimología apartidista) en la comprensión de la calle y el espacio público en tres facetas, reinterpretando de alguna manera la teoría de Joan Subirats sobre las cualidades y condicionantes del espacio público: vida (salud, medioambiente y biodiversidad), producción (intercambio comercial) y bienestar social (recreación, expresión y encuentro). En este sentido, la propuesta se presenta como un Sistema Adaptativo Múltiple emplazado en la ciudad como un contenedor que incentiva actividades, eventos y circunstancias diversas para la activación de la vida pública, incluyendo una serie de accesorios que expanden su influencia a diferentes escalas (calle, barrio, ciudad) con la intención de, por un lado, aproximar a la ciudadanía con el proyecto, y por otro lado, afianzar las posibilidades de activar la calle y el espacio público en cualquier escenario, sea este de pandemia, transición o “nueva normalidad”.

Para su implementación se propone una metodología de participación colectiva que abre la posibilidad para que las personas que habitan el lugar de emplazamiento planteen las actividades que podrían desarrollarse, los materiales constructivos y posibilidades de intervención ciudadadana sobre la estética del artefacto, con el objetivo de instaurarlo en el imaginario colectivo como un producto de co-construcción integral y empoderamiento ciudadano. Además, el diseño toma en cuenta a los vendedores ambulantes e “informales” como parte activa de la ciudad; no los niega, sino que intenta resignificar su presencia porque cualquiera es susceptible a ser “informal” o “emprendedor” en un escenario donde el desempleo comienza a presentarse como una urgencia sobre la cual tomar acciones para crear políticas públicas que gestionen ésta situación de “informalidad” que, desde siempre, ha condicionado la realidad en Latinoamérica y que ahora seguramente será mucho más intensa.

Diseño interior para las Salas de espera Hospital Monte Sinaí.

Proyecto relizado en asociación con Escencial Arquitectos., y seleccionado para su ejecución en concurso privado convocado por el Directorio del Hospital Monte Sinaí.

Crear una atmósfera de calma en torno a la espera, fue el fundamento conceptual sobre el cual se desarrolla la propuesta.

Los colores, la materialidad, la luz y la vegetación; todos estos principios se conjugan en una idea que da la bienvenida e insinúa un abrazo para los que esperan, como un símbolo de cuidado mútuo del Hospital, para con sus pacientes y los que habitan, así sea de paso, este espacio.

Concurso Corredor Metropolitano de Quito ı CMQ La ciudad como un tejido

Análisis propositivo y planteamiento de estrategias para la segunda etapa del concurso del Corredor Metropolitano de Quito.

Al igual que un tejido, Quito se compone de una serie de hilos, nudos y retazos que podrían llegar a constituir una metrópoli diversa, de carácter singular, con gran valor social, medioambiental, paisajístico y económico.

Por tal motivo, y fundamentado en el pasado mestizo y textil - moderno y ancestral - de la ciudad, se decide partir de la metáfora del tejido para realizar un análisis propositivo, entendiendo a Quito como un gran manto confeccionado por diferentes hilos:

Hilos azules: Del agua

Hilos verdes: De la biodiversidad

Hilos rojos: De la conectividad

Hilos violetas: De la productividad

Hilos Multicolor: De la memoria y la identidad

Para estructurar y consolidar este gran tejido, se propusieron estrategias que, por un lado, intentan resolver problemas específicos de la ciudad referidos a su infraestructura gris, verde y azul: inundabilidad, contaminación, despoblación del hipercentro, movilidad y accesibilidad, inseguridad, etc. Y por otro lado, rescatan aspectos propios de la ciudad, como su valor social, económico, paisajístico e histórico. Estas estrategias se implementan a través de acciones concretas: reciclar edificios deshabitados o subutilizados, regenerar vacíos urbanos creando nuevos espacios públicos que reflejen o interpreten el paisaje y la geografía nacional, nuevas secciones viales más humanizadas con franjas drenantes y pisos permeables que permitan la infiltración del agua lluvia a lo largo del corredor, balsas de laminación y captación de agua lluvia para evitar sobrecarga del alcantarillado e inundaciones, nuevas zonas de vegetación pública y privada para potenciar la biodiversidad en la ciudad, recuperación de quebradas e implementación de humedales para la fitoremediación de ríos y afluentes de agua, zonas para parques agrícolas para el aseguramiento de la soberanía alimentaria, desarrollo de aplicaciones de realidad aumentada para la activación de espacios históricos o con potencial narrativo sobre la identidad nacional, etc.

El objetivo general es construir una ciudad soberana, resiliente, saludable, que haga frente a la crisis climática, ambiental, social y económica. y con un futuro prometedor para las nuevas generaciones.

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