12 de marzo del 2017 más Periódico
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CÓMIC BÉLICO
Una madre coraje
en Chechenia
El general checheno Basáyev liberará todos los rehenes rusos si sus madres van a buscarlos. Armada de arrojo y acompañada de su perrita, Katerina se enfrenta a la nieve y el odio para salvar al joven Volodia. Es ‘Amarga Rusia’, un tebeo excepcional POR DANIEL GARCÍA-NIETO
E
l Imperio Ruso, la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y la Federación rusa han tenido en común ser las patrias del orgulloso pueblo eslavo, sus espléndidos novelistas, el vodka y el permanente conflicto con Chechenia. Las tensiones entre Rusia (fuera esta zarista, bolchevique o democrática) y Chechenia arrancan en el siglo XVIII y hunden sus raíces en elementos étnicos y religiosos. El conflicto vivió sus peores momentos en los años 90 del siglo XX. Tras la caída del muro de Berlín y de la URSS, los separatistas chechenos declararon su independencia en 1991. Dos guerras consecutivas (1994-1996 y 19992009) dejaron una impronta terrible de muerte y odio. Amarga Rusia, un cómic que habla de Chechenia pero no solo de sus guerras, vio la luz en el 2014, en las rotativas de Bamboo Editions, casa francesa dedicada desde 1997 al tebeo infantil, en dos álbumes: Las amazonas de Basáyev y Las palomas de Grozni. Norma Editorial publica ahora esta historieta de aventura bélica en un único volumen de 96 páginas, en un generoso formato. Los responsables de esta obra mayúscula son Aurélien Ducoudray (guion) y Anlor (dibujo). Ducoudray es el artista de Bob Morane Renacimiento, la última saga de un aventurero nacido en las novelas en el 1953 y adaptado profusamente al cómic desde los 60 que se ha enfrentado a calamares gigantes, civilizaciones escondidas y dinosaurios del Antártico. Puro pulp. Anlor, cuyo alias es la transcripción fonética de su nombre, Ann-Laure Tran Bizot, estudió artes decorativas en París, ha creado cortometrajes de animación como Qui veut du Pâté de Foie?. En
NORMA EDITORIAL
mor las páginas de esta historieta de guerra encarnizada y que protagoniza los momentos más tiernos, emotivos y divertidos. Katerina es pequeña, débil, insignificante ante la colosalidad del paisaje helado y el gigantismo de la guerra despiadada. Pero el personaje crece junto a la historia, como los buenos personajes y las buenas historias. No es la primera vez que este conflicto se trata en viñetas. El dibujante sardo de ascendencia rusa Igort (Cagliari, 1958) realizó la inmensa obra Cuadernos rusos en homenaje a la periodista Anna Politkovskaya (publicado en España por Salamandra Graphic). La reportera, asesinada a tiros en un ascensor, acusó en reiteradas ocasiones al servicio secreto ruso de reprimir las libertades civiles en Chechenia. El quebequés Guy Delisle, que ya retrató la distopía socialista de Corea del Norte en Pyongyang o el lío palestino en Crónicas de Jerusalén, abordó en Escapar (Astiberri, como los anteriores) la guerra en Chechenia, recordando el secuestro del cooperante francés Christophe André, encadenado durante 111 días. Amarga Rusia es una historia
‘Amarga Rusia’ pone frente a los ojos del lector el absurdo de una guerra larga, absurda y cruel
el 2011 firmó su primer tebeo: Los inocentes culpables (Harriet Ediciones). Sorprende la pericia técnica de una artista que debutó hace tan escasas fechas. Ni la narrativa ni los fondos ni la composición le son extrañas a esta joven artista. Su dibujo es entre realista y antinaturalista, estilo propio de obras donde drama y humor aportan su grano de arena. Los protagonistas de esta aventura bélica son Katerina, madre de Volodia, un joven soldado ruso que ha sido hecho prisionero por el coronel insurgente Basáyev durante su servicio militar en Chechenia. Katerina se entera de que Basáyev entregará los prisioneros rusos a aquellas madres que se planten en Grozni para reclamarlos. Y eso es precisamente lo que hace, con la única compañía de su perrita Milyi, un personaje que llena de ternura y hu-
El pincel de Anlor aporta dinamismo y luz al guion contundente y épico no falto de destellos de humor de Ducoudray. A la izquierda, la portada de la obra.
de amor maternal y odio entre vecinos. «Nacimos de noche, en la hora en la que la loba alumbraba a sus cachorros; de mañana, cuando los leones rugían, se nos dio nombre: en nidos de águilas nuestras madres nos amamantaron…», brama el general Basáyev. Estos versos pertenecen al himno de la república de Chechenia, pero bien podrían formar parte de un cántico de la Era Hibórea en un cómic de Conan el Bárbaro. Amarga Rusia pone frente a nuestros ojos el absurdo de una guerra larga y cruel. Es un juego de espejos en el que ambos lados aparecen deformados.
Destellos de humor A pesar del título, no se trata de una obra agria, sino llena de destellos de humor y personajes propios de la picaresca, que se buscan la vida entra las ruinas y cuentan chistes como este: «Un checheno, un daguestaní y un ingusetio van en un coche. ¿Quién conduce? ¡La policía rusa!». Esta edición es una gran oportunidad de hacerse con los dos volúmenes, con la única pega de que Norma no haya publicado el cuadernillo con dibujos extra que la obra original aportaba. H