LILYPAD, LA CIUDAD ECOLÓGICA PARA UN FUTURO ACUÁTICO
El arquitecto Vincent Callebaut se ha inspirado en la idea de las casas flotantes, salida de las mentes holandesas para contrarrestar el posible crecimiento de los niveles del mar, llevándola mucho más lejos para ciudades completas: las Lilypads. Su concepto de ciudad flotante, para un futuro apocalíptico tipo Waterworld pero ecológico, es capaz de albergar a 50.000 personas.
El complejo no emite ni una sola emisión contaminante gracias a que utiliza energía solar, eólica y, claro, maremotriz. Por si fuera poco, posee una “piel” de dióxido de titanio para contrarrestar el aumento de CO2. Una fantasía espectacular y, quizá, en unas decenas de años una fantasía necesaria. Más imágenes, después del salto.
Toda la estructura de esta vivienda ecológica flotante está cubierta de verde en las paredes y techos, la parte superior cubierta de hierba y la parte interna con un oasis de palmeras, y la porción inferior actúa como una cama de plancton natural del mar y plantas oceánicas.
Completamente reciclable, esta Ecopolis flotante alienta la sustentabilidad de la construcción en los Ecosistemas oceánicos produciendo oxígeno y electricidad, al reciclar el CO2 y los residuos, mediante la purificación y el reblandecimiento biológico de las aguas utilizadas y la integración de nichos ecológicos, los campos de la acuicultura y los corredores bióticos sobre y bajo su cuerpo para satisfacer sus propias necesidades alimentarias.
El objetivo de este anfibio mitad terrestres y la otra mitad acuática, es crear una convivencia armoniosa de los seres humanos con la naturaleza y para explorar nuevos modos de vivir en el mar mediante la construcción colectiva con fluidez en los espacios de proximidad, espacios con mayor inclusión social adecuados para la reunión de todos los habitantes.
Si bien la Lilypad todavía no se aprueba para ser construida, ya es una solución que alguien está planteando. Y mientras más soluciones tengamos para cuando llegue el momento, más herramientas tendremos para actuar frente a este fenómeno climático cuando llegue el momento (aunque ya llegó hace rato).
Esta laguna artificial está totalmente inmersa, hace las veces de lastre del conjunto de la ciudad para estabilizar la estructura. A su vez, permite a los habitantes a vivir en el corazón de las profundidades subacuáticas. El programa multifuncional se basa en tres puertos y tres montañas dedicados al trabajo, compras y entretenimiento. El conjunto está cubierto por un estrato verde en la cubierta de las viviendas; plantas en los jardines suspendidos, un esquema orgánico atravesado por una red de calles y callejones. El objetivo es crear una convivencia armoniosa de los seres humanos y la naturaleza, explorando nuevas formas de vida acuática entre las culturas.
Lilypad sería una ciudad que podría surcar los mares y océanos y se serviría de todos los avances tecnológicos verdes existentes para funcionar, entre ellos, incorpora energía solar, eólica y maremotriz, además de sistemas de iluminación mediante LEDs, reciclaje de desechos y otras maravillas. Además, no sólo no emite dióxido de carbono sino que está preparada para procesar el carbono existente en la atmósfera gracias a su cubierta exterior de dióxido de titanio.
Esta ciudad, aún imaginaria, está inspirada en la flor de nenúfar poseyendo una laguna artificial central de agua dulce que es lo que permite la biodiversidad. El proyecto es, sin duda, genial además está concebida como una ciudad que no emita ningún tipo de residuo, aprovechando combustibles como la biomasa para mover los motores de esta isla móvil. Callebaut resume el concepto como un prototipo de ciudad anfibia y autosuficiente, pero hay que esperar 98 años para que este proyecto se pueda llevar a cabo.