JosĂŠEmi l i oPacheco
LasBat al l as
enel Desi ert o
JosĂŠ Emilio Pacheco
Las Batallas en el Desierto
Ediciones Era
A la memorria de JosĂŠ Estrada, Alberto Isaac, Juan Manuel Torres, y Eduardo MejĂa. The past is a foreign country. They do things differently there. L. P. Hartley: The Go-Between
Las Batallas en el Desierto Primera edición: 1981 19a reimpresión: 1998 2a edición (revisada): 1999 7a reimpresión: 2004 ISBN: 968-411-473-7 DR C 1981, Ediciones Era, S.A. de C. V. Calle del Trabajo 31,14269 México, D.F Impreso y hecho en México Printed and made in México Este libro no puede ser fotocopiado, ni reproducido total o parcialmente por medio de ningún medio o método sin la autorización por escrito del autor. This book may not be reproduced in whole or in part, in any form, without written permission from the publishers. www.edicionesera.com
Índice I. El mundo antiguo...........................................6 II. Los desastre de la guerra..............................27 III. Alí Babá y los cuarenta ladrones..................37 IV. Lugar de enmedio.........................................45 V. Por hondo que sea el mar profundo..............63 VI. Obsesión.......................................................75 VII. Hoy como nunca...........................................85 VIII. Príncipe de este mundo................................99 IX. Inglés obligatorio........................................107 X. La lluvia de fuego.......................................115 XI. Espectros.....................................................125 XII. Colonia Roma.............................................150
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I. El mundo antiguo
Me acuerdo, no me acuerdo: ¿qué año era aquél?; Ya había supermercados pero no televisión, radio tan sólo: Las aventuras de Carlos Lacroix, Tarzán, El Llanero Solitario, La Legión de los Madrugadores, Los Niños Catedráticos, Leyendas de las calles de México, Panseco, El Doctor I.Q., La Doctora Corazón desde su Clínica de Almas. Paco Malgesto narraba las corridas de toros, Carlos Albert era el cronista de futbol, el Mago Septién trasmitía el beisbol. Circulaban los primeros coches producidos después de la guerra: Packard, Cadillac, Buick, Chrysler, Mercury, Hudson, Pontiac, Dodge, Plymouth, De Soto. Íbamos a ver películas de Errol Flynn y Tyrone Power, a matinés con una de episodios completa: La invasión de Mongo era mi predilecta. Estaban de moda Sin ti, La rondalla, La burrita, La múcura, Amorcito Corazón. Volvía a sonar en todas partes un antiguo bolero puertorriqueño: Por alto esté el cielo en el mundo, por hondo que sea el mar profundo, no habrá una barrera en el mundo que mi amor profundo no rompa por ti. Fue el año de la poliomielitis: escuelas llenas de niños con aparatos ortopédicos; de la fiebre aftosa: en todo el país fusilaban por decenas de miles reses enfermas; de las inundaciones: el centro de la ciudad se convertía otra vez en laguna, la gente iba por las calles en lancha. Dicen que con la próxima tormenta estallará el Canal del Desagüe y anegará la capital.
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Qué importa, contestaba mi hermano, si bajo el régimen de Miguel Alemán ya vivimos hundidos en la mierda. La cara del Señorpresidente en dondequiera: dibujos inmensos, retratos idealizados, fotos ubicuas, alegorías del progreso con Miguel Alemán como Dios Padre, caricaturas laudatorias, monumentos. Adulación pública, insaciable maledicencia privada. Escribíamos mil veces en el cuaderno de castigos: Debo ser obediente, debo ser obediente, debo ser obediente con mis padres y con mis maestros. Nos enseñaban historia patria, lengua nacional, geografía del DF: los ríos (aún quedaban ríos), las montañas (se veían las montañas). Era el mundo antiguo. Los mayores se quejaban de la inflación, los cambios, el tránsito, la inmoralidad, el ruido, la delincuencia, el exceso de gente, la mendicidad, los extranjeros, la corrupción, el enriquecimiento sin límite de unos cuantos y la miseria de casi todos. Decían los periódicos: El mundo atraviesa por un momento angustioso. El espectro de la guerra final se proyecta en el horizonte. El símbolo sombrío de nuestro tiempo es el hongo atómico. Sin embargo había esperanza. Nuestros libros de texto afirmaban: Visto en el mapa México tiene forma de cornucopia o cuerno de la abundancia. Para el impensable año dos mil se auguraba -sin especificar cómo íbamos a lograrlo- un porvenir de plenitud y bienestar universales. Ciudades limpias, sin injusticia, sin pobres, sin violencia, sin congestiones, sin basura. Para cada familia una casa ultramoderna y aerodinámica (palabras de la época). A nadie le faltaría nada. Las máquinas harían todo el trabajo. Calles repletas de árboles y fuentes, cruzadas por vehículos sin humo ni estruendo ni posibilidad de colisiones. El paraíso en la tierra. La utopía al fin conquistada.
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Mientras tanto nos modernizábamos, incorporábamos a nuestra habla términos que primero habían sonado como pochismos en las películas de Tin Tan y luego insensiblemente se mexicanizaban: tenquíu, oquéi, uasamara, sherap, sorry, uan móment pliis. Empezábamos a comer hamburguesas, pays, donas, jotdogs, malteadas, áiscrim, margarina, mantequilla de cacahuate. La cocacola sepultaba las aguas frescas de jamaica, chía, limón. Los pobres seguían tomando tepache. Nuestros padres se habituaban al jaibol que en principio les supo a medicina. En mi casa está prohibido el tequila, le escuché decir a mi tío Julián. Yo nada más sirvo whisky a mis invitados: hay que blanquear el gusto de los mexicanos.
Las Batallas en el Desierto, de José Emilio Pacheco se terminó de imprimir en marzo de 1999 en Impresiones Editoriales F. T, S. A. de C. V. Calle 15 Z. 42 Lt. 17 Col. José López Portillo México, D.F.
LasBat al l asenelDesi ert o Re gi daporunc ue s t i ona mi e nt odeor de ne s t é t i c o,é t i c oe i de ol ógi c o,e sune j e mpl odema e s t r i ana r r a t i va .De s t a c a nl a c onc i s i onyl as obr i e da d, c onunl e ngua j ec a dave zma si nt e ns oye s c é pt i c o. Unac i uda dyunni ñoc r e c e n,s et r a ns f or ma nys ede f or ma n j unt os ,a r r a s t r a doss i npos i bi l i da dder e s i s t e nc i ai nme di a t a porl af ue r z adeunpr oc e s ohi s t ór i c oa pa r e nt e me nt ec i e goy s i ns e nt i do: vi da si ndi vi dua l e sye xi s t e nc i ac ol e c t i vadomi na da sporl af r us t r a c i ónyl ai mpot e nc i aquee l e s c r i t orde s c ubr e e ns upr opi ac i uda ddeMé xi c o.