Una mirada que no ve

Page 1

UNA MIRADA QUE NO VE NADA Una ínfima parte de nosotros se desprende y cae al suelo como la piel de un leproso en vísperas de la muerte, la ilación de los hombres se corroe con gran velocidad; una vida plagada de un erotismo mercantil que mira con recelo el pasado del amor apasionado, delicado y novelero; un marketing cultural que nos deja siempre en aras del mejor postor; un utilitarismo laboral que corrompe hasta al cristiano mas devoto de los cristianos, el hedonismo dejo de ser una elección para ser un modo de vida, pareciera que el brillo de la vida se nos ha escapado de las manos se escurre a cantaros dejándonos ante un desierto urbano. Justo ahí aparece una alteridad supra-humana, otro yo que no se constituye a partir de nuestra diferencia, que no muestra ninguna singularidad que nosotros no queramos, sino el ímpetu deslumbrante del dinamismo. El ocio y el aburrimiento ya no existe, el tedio es cosa de aquellos que no están en línea, de esos “rezagados” que no están en la web; la vida ya no es la misma sin el CELULAR. El desasosiego a inundado nuestras vidas, el valor de la vida ha sido relegado por el valor del dinero; me resulta inconcebible que tenga más peso el juicio que emite el noticiero de la noche, que el juicio humano. El valor que tiene la mass-media es irrefutable. Pero la balanza vuelve a inclinarse hacia nuestro lado –o al menos eso creemos-, la revolución se encuentra en nuestras manos (literalmente), el poder aquello que laguna ves creímos tener y perdimos, vuelve a nosotros. El poder del dedo impera en el mundo, el celular es la nueva herramienta que nos vincula a todos en un mundo homogeneizado por la web. Las revoluciones ya no nacen en grupos concretados de dialogo y teoría, ya no se necesitan aulas de conocimiento y discusión, todo lo contrario, la insurgencia se banaliza y se construye a partir de un like. Parece ser la respuesta a la necesidad innata que tenemos de ser escuchados y tomados encueta, y se encuentra justo al alcance de un teléfono, ¿pero es esto, así de simple? Los movimientos sociales nunca fueron tan rápidos y efímeros como los miro hoy en día, leo y releo la historia y jamás un disgusto alcanzaría una consenso tan


rápido; pero internet nos permite desaprobar cualquier acto que nosotros queramos, podemos castigar cualquier indulgencia con un comentario o pero aun con un “visto”. Los problemas no hay que resolverlos en la actualidad, solo hay que hacer un nuevo problema en el cual se tengan que ocupar. Dios no es más un ejemplo de vida o una deidad que veneramos, es tan solo la imagen que posteamos los días en que se venera algo conmemorativo con respecto a “nuestras creencias”, o bien, solo cabe en un comentario que trate de fortalecer el mal paso de esa persona. ¡Este celular es parte de mí!, ¡Ya no puedo vivir sin él! Es una expresión que nos describe, y que ya no es una irreverencia o una exageración, sino la realidad de todos nosotros. Se ha convertido en una simplicidad que debe ser tratada con cuidado. El celular nos ha relegado a no decir nada, a hablar con aquellos que no tienen nada que decir; la palabra ya no tiene sentido, un montón de likes o followers es todo lo importa. La vida ya no es lo que hace diez años, y lo digo con el peso que estas palabras tienen. Nunca conocí a una persona suicidarse por problemas en las redes sociales, jamás las personas tuvieron valor por sus followers, sino por sus actos o su dinero o su poder; hoy los ritmos son diferentes cualquiera puede probar las mieles del éxito y el dinero si logra hacer viral algún momento de su vida. Aquí el celular no es más una herramienta, el celular es el que nos acerca al mundo, es lo que nos hace parte de él y que muchas veces le otorga sentido. Facebook no es más una plataforma virtual que nos vincula, sino el vinculo al cual hay que acercarse si uno quiere vincularse con el mundo. Ni hablar de los noticieros en web que buscar sobrevivir haciéndose un lugarcito en las visitas semanales en la red. Muchos dicen que no saben ha donde va a llegar esta nueva revolución, yo les digo que miren lo que hace ahora con nosotros, hace apenas unos días ocurrió un atenta en la zona turística de Paris-Francia y, ¿Qué paso con el mundo? ¿Qué paso con los análisis y reflexiones de los expertos? los noticiero y las redes sociales solo hacían alusión de las publicaciones en Twitter de políticos y actores


de Hollywood; solo se asomaban miles de banderas francesas de portada, en el inicio de Facebook. No quiero decir que la respuesta a esto deba ser la guerra, pero seguramente en unas semanas ya paso de moda. Pero recordemos que esto no ha sido así, -me pregunto- ¿Que tiene más peso hoy? Una reputación con la gente que te conoce y rodea, o una reputación en Fecebook; la respuesta es obvia hoy los viejos que miraban con repudio y recelo las redes sociales y que juraron que eso no era para ellos, hoy piden aprender a sumergirse en la red, tienen la necesidad de no convertirse en esas maquinas de escribir obsoletas que ellos ocuparon en su juventud, ellos quieren entrar en la vanguardia. No quiero dejar de ver las virtudes que pueden tener estas herramientas; no dejemos de lado los casos tan sonados en los cuales el celular a contribuido de buena manera. Múltiples personas han librado la vida ante un asalto secuestro, o el poder contar con evidencias cuando algún funcionario de manera prepotente hace cargo indebido de puesto público, nadie nos creería si vamos a levantar un acta o si vamos a contárselo a algún medio de comunicación, pero sí llevamos en nuestro celular un video que atestigüe tal acto, es fidedigno. Pero no solo dejamos de contemplar el mundo como antes lo hacíamos, también lo comenzamos a mirar desde una perspectiva más acida. Recuerdo una imagen en Facebok de un niño desfigurado –imagino por algún explosivo-, el comentario que estaba adjunto decía algo así: like si quieres que salve. Y lo extraño es que la gente daba like y justamente abajo ponía un amen. No es extraño el comportamiento dadivoso del mexicano, sino la brutalidad del comportamiento de la gente en esta red. ¿Que publicamos en estas redes? ¿Por qué hemos perdido la capacidad de asombro? ¿Por qué la muerte atroz y sanguinaria de alguien se resume en un like? ¿Qué pasa con nuestra sociedad? se pierden nuestros valores, o se banaliza el castigo cuando se hace caso omiso de estos. No quiero sonar pretencioso cuando


me dejo de incluir en algunos comentarios, pero repruebo tajantemente ciertas conductas en las cuales me resulta difícil ser empático. Algunos teóricos apuestan sobre el cambio económico, social, político, educativo etc. Pero yo no creo que los comportamientos se construyan a partir de las nuevas reformas, o de una restructuración institucional de algo que parece fallido; por el contrario, la vida de TODOS los que conozco y que me rodean se está construyendo a partir de la web, de internet, de su celular; las relaciones sociales se han rediseñado a tal forma que nuestros actores políticos no entienden. Tampoco tengo la respuesta que todos buscan de que se debe de hacer para mejorar, pero si tengo la respuesta de cómo y en donde se construye buena parte de las relaciones sociales. David Gerardo Díaz Victoria


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.