Como Adorar A Dios

Page 1

Fundamentos de la fe cristiana, Tomo IV, Parte II

6. Como adorar a Dios "LOS CRISTIANOS CREEN QUE LA VERDADERA ADORACIÓN ES LA actividad más elevada y la más noble de la que el hombre, por gracia de Dios, es capaz ".1 Estas palabras, de John R. W. Stott, encuentran un eco en los corazones de quienes conocen a Dios y desean servirle. Sin embargo, mucho de lo que hoy es considerado adoración no es tal cosa. "¿Qué es adoración?", puede preguntarse alguien. "¿Quién puede adorar? ¿Dónde es posible adorar? ¿Cómo adora uno?", pueden preguntarse otros. Muchos que sinceramente desean adorar no saben cómo hacerlo. A. W. Tozer, un pastor y estudiante de la Biblia de la generación anterior, escribió sobre los problemas que observaba en sus iglesias: Gracias a nuestras espléndidas sociedades bíblicas y a otras agencias efectivas para la diseminación de la Palabra, hoy en día hay millones de personas que sostienen las "opiniones correctas", posiblemente como nunca las ha habido en toda la historia de la iglesia. Sin embargo, me pregunto si hubo antes un tiempo en que la adoración haya estado en niveles más bajos que los actuales. Para muchos sectores de la iglesia el arte de la adoración se ha perdido por completo, y en su lugar ha entrado algo extraño llamado el "programa". Esta palabra ha sido tomada prestada de las tablas y el teatro y con poca sabiduría ha sido aplicada al tipo de servicio público que hoy en día consideramos adoración.2 Alguien podría argumentar que el programa, no obstante, tiene cabida en la actividad de la iglesia y que las opiniones correctas sobre Dios son esenciales. Tozer estaría de acuerdo con el segundo punto (y, posiblemente, hasta con el primero). Pero habiendo dicho esto, no podemos eludir el problema. ¿La "adoración" que solemos ver en nuestras iglesias es lo que Dios realmente desea que fuese? ¿Es una adoración genuina? La única manera de responder a estas preguntas es estudiar lo que la Biblia nos dice al respecto. Los principios bíblicos sobre la adoración Comencemos sentando algunas de las enseñanzas bíblicas básicas sobre la adoración y luego continuaremos analizando su naturaleza esencial y sus formas. 1. Dios busca la adoración —es más, la ordenada. Vemos esto en las palabras de Jesús a la mujer samaritana. La mujer le había preguntado a Jesús una pregunta sobre el lugar apropiado para adorar, pero él dirigió sus pensamientos del lugar de la adoración a la naturaleza propiamente dicha de la adoración, diciendo que Dios desea la adoración. "Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren" (Jn. 4:23). De manera similar, cuando nuestro Señor fue tentado por Satanás con el regalo de todos los reinos de este mundo si se postraba para adorar a Satanás, Jesús le respondió citando a Deuteronomio 6:13. "Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás" (Mt. 4:10). En Apocalipsis 19:10 un ángel dice solo estas palabras: "Adora a Dios". 2. Sólo Dios debe ser adorado. Esta verdad está explícita en la respuesta de Cristo a Satanás. Constituye también la esencia del primer y segundo mandamiento del Decálogo: "No tendrás dioses ajenos delante de mí. No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás" (Ex. 20:35). El Dios que da estos mandamientos es el Dios trinitario que se ha revelado en Jesucristo, su Hijo. Por lo tanto, la única adoración verdadera y aceptable es la adoración dirigida a él. Si no está dirigida a él, no es verdadera adoración, no importa lo impresionante y decorada que esté la ceremonia. 3. La adoración a Dios es la señal de la fe salvadora. Pablo escribió sobre esto a los Filipenses: "Porque nosotros somos la circuncisión, los que en espíritu servimos a Dios y nos gloriamos en Cristo Jesús, no teniendo confianza en la carne" (Fil. 3:3). Este versículo habla sobre tres señales de la fe. La última de las cuales, "no teniendo confianza en la carne", es de particular importancia, porque se trata de si se está o no adhiriendo al verdadero evangelio. La segunda, el "gloriarse en Cristo Jesús" o el "gozo", constituye también una señal de la fe y de la iglesia, como también está señalado en el capítulo 17 de Juan (que estudiamos en el capítulo anterior) y en el capítulo 5 de Gálatas. ¿Pero quién podría pensar que la adoración constituye una señal de la fe salvadora? No muchos. Sin embargo, Pablo la Ministerios LOGOI www.logoi.org

1


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.