Miranda y Eduardo
autora: Alicia Gómez Medero.
Miranda y Eduardo Había una vez , hace mucho tiempo, un rey y una reina que tuvieron una niña que se llamaba Miranda. Es muy linda, de ojos azules , cabello rubio y de carácter muy simpático; vivía en Reynopolis . En Minopolis había un rey y una reina, que tuvieron un niño que llamado Eduardo, que tiene los ojos verdes, cabello castaño y de carácter muy simpático. Los padres de Miranda y Eduardo eran muy amigos. Ellos dos se conocieron gracias a sus padres y,cuando se vieron, se hicieron
muy amigos. Cuándo se hicieron mayores, se hicieron novios. Un día Eduardo le propuso matrimonio a Miranda. Y Miranda dijo : -¿ casarme contigo ? habló mientras estaba muy contenta – pues claro que sí me quiero casar contigo. Cuando le dijeron a sus padres que se iban a casar , los padres saltaron de alegría.
Llegó el día de la boda. Se casaron y lo celebraron en un castillo que sus padres se lo había regalado de regalo de boda. Cuando llegó la noche se fueron a dar una vuelta por un bosque. Mientras iban caminando se encontraron a un animal, ese animal era un perrito. Miranda lo cogió y dijo : -¡oh! te as perdido, vente con nosotros. Siguieron su camino pero se dio cuenta de que se perdieron y, por suerte, el perrito
podía hablar. Y le dijo el perrito: -vamos por aquí en el camino. Miranda se quedo asustada y dijo : – ¿tú puedes hablar ?. Dijo el perrito: – pues claro que sé hablar, soy un perro sabio. Dijo Miranda :
-ha vale – dijo sorprendida – seguro que es por aquí. -dijo el perrito : – pues claro que sí. Y dijo Eduardo : – venga Miranda, vamos a seguir por donde dice. Fueron por allí y encontraron el castillo. Miranda dijo : -mira, es verdad, es por aquí – dijo
sorprendida – como nos has ayudado, te quedarás con nosotros en el castillo. Dijo el perrito: -muchas gracias Miranda. Y así el perrito se hizo su amigo.
fin
PERDIDOS EN EL BOSQUE
Érase una vez dos amigos que iban caminando por un campo, de repente se encuentran con un camino con flores lujosas y bonitas. Entonces decidieron pasar, siguieron hacia delante y de repente no sabía por donde estaba la salida, se volvieron locos buscándola, y dijo el niño “¡Escucha, que miedo, un ruido!” Respondió la niña, “Sí lo he escuchado, eso debe ser algo de algún árbol que habrá caído”. Entonces siguieron buscando la salida, la noche empezó, estaban muy cansados y no tenían sitio para dormir, buscaron algo cómodo. Los niños se posaron bajo un árbol a
dormir, empezó el amanecer y se despertaron escuchando sonidos de animales: “pío-pío, cocoroco , jijiji” etc... Los niños se despertaron, fueron buscando esos animalillos, pero todos se fueron corriendo, sólo encontraron un caballo. Este se paró y le quería decir algo. Pero ellos se preguntaban unos a los otros, que no sabían que le estaba diciendo. El caballo se agachaba hacia abajo. Entonces, los niños dijeron: “creo que quiere que nos subamos”. Los niños se subieron y el caballo los llevó a otra parte del bosque, pero los niños se dejaron dormir por el camino. Cuando llegaron se bajaron, el caballo se fue, los niños sintieron que tenían hambre, empezaron a buscar y encontraron un manzano lleno de manzanas, como locos salieron corriendo y empezaron a cogerlas, la niña exclamó de repente “¡oh! ¡Una manzana de plata!” Y el niño dijo que la cogiera. Al cogerla, los niños se dieron cuenta que el rabo se movía, entonces se lo quitaron, y dentro de la manzana había un botón que decía, “haced lo que os diga”. Entonces los niños le obedecieron, les dijo: “tenéis que ir todo recto, después girar a la derecha, seguid todo recto hasta llegar a la curva, pasad por el laberinto que está a la derecha, luego girar a la izquierda, recto, derecha y veréis a lo lejos una ciudad”. Los niños siguieron todos esos pasos, hasta que vieron la ciudad, y esa ciudad era Buenos Aires, donde ellos vivían. Los niños saltaron locos
de alegría “¡que ya estamos en Buenos Aires!” Saltaron felices y comieron perdices.. Cristina González Franco
EL
TESORO
DEL
PIRATA Todas las noches mi padre
me
lee
un
cuento. La noche del viernes mi padre no quería leerme ningún cuento; quería ver en la tele una telecomedia de mucho éxito en Estados Unidos. Y mi padre se puso a ver la tele. Pero casualidad, la luz se fue, bien lejos. Y la televisión calló . Mi padre acudió a mi habitación, tropezando. Yo no dormía, pensaba. Mi padre me preguntó si estaba dormido. Yo le respondí que sí, que estaba
dormido, pero que me
gustaría que cogiese una vela y, a su luz, me leyese un cuento. Así lo hizo. Antes, le dije a mi padre dónde podría encontrar la vela y su palmatoria. Mi padre sólo sabe dónde está su maquinilla de afeitar y el tarro de las guindillas. Las hace mi abuela, las guindillas, claro, en el pueblo. Salió de la habitación, tropezando. Volvió con la vela encendida,
quejándose por un golpe que se dio en la rodilla y con La isla del tesoro. Era una adaptación corta para niños de mi edad. Mi padre me leyó el cuento, a la luz de la vela. Todas las sombras eran alargadas como zanahorias. Volvió la luz cuando mi padre me dijo: “-Y ahora a dormir” Aquella noche soñé con loros de vivos colores, con piratas con pata de palo, con un gran tesoro escondido bajo tierra, en algún lugar de nuestro jardín. Así que me levanté más pirata que nunca. Pensé desayunar una copa de aguardiente, pero me tomé un vaso de leche. Bajé al jardín. Era temprano. Mis padres todavía dormían. Abrí el cobertizo en el que mi padre guarda las herramientas de jardinería. Me até un pañuelo a la cabeza y,como poseído por un espíritu pirata, me dispuse a cavar en el jardín esperando encontrar el cofre del tesoro. Cavé más de treinta agujeros (creo que habrá que plantar otra vez el césped) y lo único que encontré fue un hueso, que seguro escondió Chispa, nuestro perro. Estaba pensando en pasar al jardín del vecino cuando apareció mi padre, con su batín, con sus ojeras.
-”Pero ¿qué haces?”-gritó, llevándose las manos a la cabeza. “Buscar el tesoro” - le respondí levantándome el parche que me había puesto el ojo derecho -”Te doy a dar tesoro” – me amenazó, levantándome la mano. Y empezó a perseguirme. Parecía que el que llevaba el parche era él, pero en los dos ojos. Se cayó en todos los agujeros que yo había hecho. En todos los posibles tesoros. Mi madre tuvo que vendarle un tobillo y una muñeca. Qué paciencia tiene mi madre. ¡Ay! Estela Cazorla.
EL PRÍNCIPE Y LA ALDEANA Érase una vez , hace muchos muchos años, una ciudad que era muy pobre y por eso la llamaron Isla Crisis. Cerca de allí había un palacio donde vivía la familia real. En el castillo vivían un príncipe, y el rey y la reina. El príncipe se llamaba Nick, era alto, moreno,tenía los ojos marrones y verdes y le gustaba mucho montar a caballo. Los padres ya le habían dicho que se tendría que buscar una mujer, y eso a Nick no le gusto nada. Una mañana Nick fue al pueblo para ver cómo estaba todo. Cuando llegó, un amigo le dijo:
-Hola , ¡cuanto tempo sin verte. Me he enterado en el periódico de que buscas esposa y te quería decir que en la panadería ha llegado una chica muy linda ¡ven! Te la voy a presentar-. Cuando Nick la vió se enamoró de ella , era rubia como el oro y tenía los ojos azules como el cielo. Aquella chica se llamaba Cleo y tenía 19 años .Cuando Cleo vió a Nick también se enamoró de él. Entonces, cuando el amigo de Nick los dejó solos, ellos mismos se presentaros y Nick la invitó a su casa. Cuando Nick llegó a su casa se lo contó a sus padres, y sus padres estaban muy contentos porque su hijito ya iba a encontrar el amor. Cuando entró la recibieron con mucho cariño
y amabilidad. Paso el tiempo y Nick y Cleo seguían y seguían y seguían viéndose. Hasta que un día inesperado Nick le dijo a Cleo: -Cleo tengo que decirte algo,¿quieres ser mi novia? Entonces Cleo contestó: -Siiiiiiiii... Nick se lo contó a sus padres y no estaban felices, estaban muy felices. Pero muy muy cerca de allí vivía la malvada Noria,una bruja que se quería vengar de todas las personas que estuvieran felices. Noria se enteró de que el príncipe tenía novia, sin pensarlo dos veces tenía que que hacer un plan muy terrorífico. Noria era alta, siempre iba vestida de negro con su pájaro.
8 Meses después... Cuando pasó 8 meses era el día en que Nick y Cleo se iban a casar. Y el gran momento de ser marido y mujer:
Llegó la malvada Noria y dijo: -Hola a todos,no he venido a molestar solo he venido a decirles a la familia real que la hermosura con la que se esta casando vuestro hijo va a venir a mi cárcel hasta la muerte jajaja... Entonces con el poder mágico se llevó a Cleo. Pero Nick cogió la espada y se fue con Trueno a salvar a Cleo. Entonces cuando llegaron les aparecieron unos duendecillos muy raros y le dijeron: -No pasar,nosotros hacer caso reina. Nick y Trueno no les entendían e intentaron pasar , pero los duendecillos no le dejaron, y Nick no tuvo otra opción que atacarlos:
¡PUM,PAM,PIM! Y todos los duendecillos quedaron en el suelo tirados y Nick siguió su camino. Después de todo por fin llegaron al malvado castillo.
Entonces cuando entraron todo estaba oscuro y no se veía nada,pero de repente escucharon una chica llorando y fueron deprisa para ver si era Cleo. Cuando llegaron ¡ era Cleo !.Tenían que sacarla de allí pero necesitaba las llaves. Entonces Nick fue a buscar las llaves. Cuando encontró las llaves que estaban encima de un libro, un guardia de seguridad estaba vigilando.
Entonces se le ocurrió un plan. Trueno tenía que correr para llamar la atención del guardia y así Nick podría coger la llave. Cuando lo hicieron, el guardia salió corriendo detrás del caballo y a Nick le dio tiempo de coger la llave. Fue a donde estaba Cleo y la sacó. Ahora lo más importante era matar a la bruja. Y así lo hicieron. Llegaron a donde estaba la bruja, y dijo la bruja: -¡¿Cómo habéis escapado?! Nick sin contestar la tiró por el balcón y desde entonces la bruja malvada nunca más vivió.
Al fin y al cabo Nick y Cleo se pudieron casar y tuvieron 2 hijos.
Y COLORÍN, COLORADO ESTE CUENTO SE HA ACABADO.
FIN Eva Ramos