César Uribe aproximaciones a su vida y obra

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CĂŠsar Uribe Piedrahita Aproximaciones a su vida y obra literaria

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César Uribe Piedrahita Aproximaciones a su vida y obra literaria

Claudia Patricia Acevedo Gaviria Edwin Carvajal Córdoba Augusto Escobar Mesa Juan Fernando Taborda Sánchez Andrés Vergara Aguirre


César Uribe Piedrahita, aproximaciones a su vida y obra literaria / Claudia Patricia Acevedo Gaviria ... [et al.] ; ilustrador Kike Lalinde. -- Medellín : Sílaba Editores, Universidad de Antioquia. Facultad de Comunicaciones, 2014. 230 p. : il. ; 24 cm. ISBN 978-958-8794-29-7 1. Uribe Piedrahita, César, 1897-1951 2. Uribe Piedrahita, César, 1897-1951 Trabajos literarios 3. Uribe Piedrahita, César, 1897-1951 - Crítica e interpretación 4. Literatos colombianos - Biografías I. Acevedo Gaviria, Claudia Patricia II. Lalinde, Kike, il. 928.861 cd 21 ed. A1436515 CEP-Banco de la República-Biblioteca Luis Ángel Arango ISBN: 978-958-8794-29-7 César Uribe Piedrahita Aproximaciones a su vida y obra literaria © Claudia Patricia Acevedo Gaviria, Edwin Carvajal Córdoba, Augusto Escobar Mesa, Juan Fernando Taborda Sánchez, Andrés Vergara Aguirre © Universidad de Antioquia, Facultad de Comunicaciones © Sílaba Editores

Este libro es producto derivado de la investigación “Edición crítica de la obra literaria del escritor colombiano César Uribe Piedrahita”, financiado por el Comité para el Desarrollo de la Investigación –CODI– de la Universidad de Antioquia y contó con el apoyo del Programa de Estrategia para la Sostenibilidad del Grupo de Investigación GEL, 2013-2014. Los autores son miembros activos del Grupo de Estudios Literario GEL, Departamento de Lingüística y Literatura, Facultad de Comunicaciones, Universidad de Antioquia UDEA, Calle 70 No. 52-21, Medellín, Colombia. Primera edición: Sílaba Editores, Medellín, Colombia, 2014 Editoras: Alejandra Toro y Lucía Donadío Ilustración carátula: César Uribe Piedrahita. Kike Lalinde Ilustraciones interiores: Portadas e imágenes de varias ediciones de los libros César Uribe Piedrahita Diseño de carátula: Artes y Letras Diagramación páginas interiores: Magnolia Valencia Distribución y ventas: Sílaba Editores www.silaba.com.co / silabaeditores@gmail.com Carrera 25A No. 38D sur-04. Medellín, Colombia Impreso y hecho en Colombia por: Artes y Letras S.A.S. / Printed and made in Colombia Reservados todos los derechos. Prohibida, sin la autorización escrita de los titulares del Copyright, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción total o parcial de esta obra, por cualquier medio o procedimiento.


A los lectores y estudiosos de C茅sar Uribe Piedrahita, para que re-descubran a un gran escritor de la tradici贸n literaria latinoamericana.


Contenido

Prólogo

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Vida y obra de César Uribe Piedrahita: el científico y médico humanista Augusto Escobar Mesa

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Estudio filológico de las ediciones de Mancha de aceite de César Uribe Piedrahita Edwin Carvajal Córdoba

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Las ilustraciones en las novelas de César Uribe Piedrahita: dilemas para una crítica textual Juan Fernando Taborda Sánchez

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César Uribe Piedrahita: la armonía imposible del héroe fronterizo y el imaginario femenino en Toá y en Mancha de aceite Claudia Patricia Acevedo Gaviria

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Mancha de aceite, una novela documental. Técnicas narrativas para documentar las denuncias en la obra de Uribe Piedrahita Andrés Vergara Aguirre

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Investigación bibliográfica de y sobre César Uribe Piedrahita Augusto Escobar Mesa

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Los autores

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Prólogo

César Uribe Piedrahita (1896-1951) vivió alentado por un afán ilimitado de conocimientos y una predisposición para desentrañar los secretos de la naturaleza y explorar las honduras de la condición humana. Conjugó de manera ejemplar los dominios en apariencia irreconciliables del arte y la ciencia; del reino de la imaginación y la sensibilidad, y del reino de la razón, la observación, la descripción precisa del mundo y su transformación. Fue médico, parasitólogo, etnógrafo, pintor, escritor, viajero empedernido por los más recónditos parajes de la geografía nacional y mundial, con una sed de absoluto tal que parecía poseído de un espíritu fáustico, pero a diferencia del mítico personaje literario, Uribe Piedrahita no se dejó tentar por los oscuros intereses mefistofélicos que desde su tiempo amenazaban a un hombre de sus condiciones: la investigación científica al servicio del capital, las veleidades en el arte y la literatura. Las distintas caras del creciente proceso de deshumanización del mundo. Su vocación de servicio a los demás, el anhelo de una justicia social, el respeto sagrado de la naturaleza, guiaron cada uno de sus actos. Mientras vivió, el científico predominó sobre el escritor. Lo asustaba la orfandad de la investigación científica en Colombia, por eso se dedicó a ella con todo su empeño y renunció a una carrera literaria. Sin embargo Toá. Narraciones de caucherías (1933), Mancha de aceite (1935) y los capítulos que han quedado de la inconclusa Caribe forman parte del conjunto de novelas más interesantes de la primera mitad del siglo XX en Colombia y son precursoras de una modernidad literaria en nuestro país, tanto en su forma como en su contenido. El tema de la primera es la explotación del caucho y el expolio de las comunidades indígenas por la Casa Arana en la Amazonía colombiana a principios del siglo pasado; el de la segunda, la explotación del petróleo por las compañías extranjeras en territorio venezolano. Ambas tienen una inspiración universal, en ellas sus protagonistas se confrontan consigo mismos y con su medio. Ambas se comprometen en la defensa del hombre contra las fuerzas que pretenden aniquilar su humanidad y que provienen del hombre mismo. Los capítulos de Caribe son tan novedosos 11


desde un punto de vista formal que se insertan en la tradición que va de Cervantes a Joyce y prefigura la novelística latinoamericana de la segunda mitad del siglo XX. La memoria de la humanidad es tan frágil como la vida, por eso cada generación de lectores tiene la obligación de preservar su tradición literaria y dotarla de nuevos significados. Una obra que solo pertenece al presente muere junto con él, nos recuerda Bajtin. Bajo esta premisa, la intención de este libro es ofrecer al lector una serie de estudios sobre la vida y la obra de César Uribe Piedrahita, para contribuir a su conocimiento y mantener su vigencia. Los textos que integran el libro son resultado de un proyecto de investigación de carácter filológico: la edición crítica de las obras literarias de Uribe Piedrahita, realizada por un grupo de investigadores de la Universidad de Antioquia. Su propósito fue elaborar una edición cuidadosa de las novelas de Uribe, depurada de los elementos extraños a la intención original del autor, basándose en la metodología de la crítica textual, y asimismo acompañar esta edición de toda la información necesaria para reconstruir el proceso de génesis de las novelas y el contexto histórico y biográfico en el cual surgieron, y brindar una serie de análisis e interpretaciones necesarios para una mejor comprensión y difusión de sus obras. En este sentido, y como parte importante de los resultados de la investigación aludida, los seis estudios presentados abarcan diferentes aspectos de la vida y la creación literaria y artística del escritor antioqueño. En el capítulo “Vida y obra de César Uribe Piedrahita: el científico y médico humanista”, Augusto Escobar Mesa ofrece una aproximación biográfica, enfocado en la experiencia individual, la formación personal, el entorno familiar, cultural, histórico, ideológico, estético de Uribe. Resalta la faceta humanista de dedicación exclusiva a los demás para remediar los males que asolaban a las comunidades indígenas y a las mayorías marginadas del país, condenadas a la miseria y el olvido. Esta aproximación biográfica busca asimismo brindar el máximo de información posible, recabada y confrontada a través de las diversas evidencias recogidas, y se presenta de manera cronológica para una mayor utilidad y mejor comprensión del lector, y contextualiza el momento y los eventos más significativos que hubieran podido incidir en las decisiones, acciones de Uribe, y en su visión particular de la realidad del momento y del futuro. Es preciso aclarar que este capítulo biográfico está dedicado a la faceta científico humanista 12


de Uribe; por razones de espacio no es posible publicar la aproximación biográfica centrada en su labor literaria, realizada por el profesor Escobar Mesa, que complementa su estudio sobre la vida y obra del autor. En el segundo capítulo, “Estudio filológico de las ediciones de Mancha de aceite de César Uribe Piedrahita”, Edwin Carvajal presenta un análisis riguroso de las seis ediciones de la novela Mancha de aceite (1935), análisis que se basa en teorías de la crítica textual, de corte filológico, para la fijación cuidadosa de la obra en edición crítica, es decir, fiel al estilo literario del escritor, con sus bondades y dificultades, pero sin alterar la propuesta estética creada por César Uribe Piedrahita. Para lograr el objetivo último de la fijación textual de la novela objeto de estudio, este capítulo describe y documenta los distintos momentos del quehacer filológico, tales como la búsqueda, la clasificación, la sistematización de los documentos que referencian la obra, así como el estudio de todos los materiales textuales existentes de Mancha de aceite. El capítulo finaliza con una muestra representativa del cotejo realizado a las distintas ediciones de la novela, para evidenciar las inconsistencias acumuladas en los distintos procesos editoriales de la obra, y con la fijación definitiva del texto, con el objetivo fundamental de crear la mejor edición crítica de la misma, que atienda en todo momento a la última intención o propuesta estética del escritor. En el tercer capítulo, “Las ilustraciones en las novelas de César Uribe Piedrahita: dilemas para una crítica textual”, Juan Fernando Taborda Sánchez hace un análisis de las imágenes y recursos gráficos de las primeras ediciones de las novelas de Uribe y del proyecto novelístico inconcluso Caribe. Resalta la trascendencia y riqueza semántica de estas ilustraciones, como parte unas veces esencial y, otras, complementaria del mundo narrativo propuesto. Afirma la necesidad de conservar estas imágenes y respetar su disposición textual en las futuras ediciones de su obra, por ser parte de la estética de Uribe Piedrahita y de su concepción de la literatura. En el cuarto capítulo, “César Uribe Piedrahita: la armonía imposible del héroe fronterizo e imaginario femenino en Toá y Mancha de aceite”, Claudia Acevedo presenta un análisis e interpretación crítica de las novelas a partir de los conceptos de “armonía imposible y “héroe fronterizo” –elaborados por la teoría literaria latinoamericana– en relación con las dos figuras masculinas protagónicas y con el imaginario de lo femenino que se desprende de las novelas del escritor antioqueño. Con esta base conceptual 13


realiza un acercamiento a los personajes que en Toá y Mancha de aceite encarnan el conflicto entre civilización y barbarie desde una óptica modernista y de narrativa experimental, pues es a través de su mirada y del discurso sobre el indígena que manifiestan los médicos De Orrantia y Echegorri –protagonistas de las novelas– como se podrá visualizar lo “armónico” y lo “fronterizo” desde las dos caras de la moneda; esto es, en primer lugar, la concepción occidental del blanco-mestizo en relación con las tribus indígenas que trasiegan por la historia, y, a su vez, la manera como ellos mismos, al ser agentes mediadores de lo civilizado-ilustrado y lo primitivo-bárbaro, se enfrentan a la tragedia de asumir su papel en los conflictos descritos en el escenario de la selva y el golfo de Maracaibo. Tanto Antonio De Orrantia (Toá) como Gustavo Echegorri (Mancha de aceite) encarnan la figura del héroe trágico y fronterizo que se debate en la “armonía imposible”. En ese discurrir “existencial” que acompaña a ambos personajes, se encontrará también por oposición y a veces por complemento, no solo la imagen de los aborígenes sino el de mujeres que como Toá y Peggy sirven de bisagras para ilustrar una particular concepción de lo femenino y de las condiciones histórico-culturales en las que se desenvuelven estos personajes. Ellas también viven una “armonía imposible” que no les es permitida nombrar ya que las voces que las enuncian pertenecen al orden de lo hegemónico masculino. En el quinto capítulo, “Mancha de aceite, una novela documental”, Andrés Vergara proporciona una lectura de las estrategias discursivas utilizadas por César Uribe Piedrahita para convertir su novela Mancha de aceite en una obra polifónica en la que subyacen una serie de documentos que se convierten en la principal evidencia para las denuncias que aparecen en el relato. Aquí se muestra que, más que una obra testimonial, Mancha de aceite fue un proyecto bien logrado de hacer un relato sobre la zona petrolífera de la frontera colombo-venezolana en el que se sintetizaran una serie de denuncias sobre hechos con los que el autor estaba en desacuerdo; y un propósito en la representación de aquellas denuncias fue dejarlas ampliamente documentadas, con el rigor propio de su carácter de científico, y con la maestría del escritor. En el último capítulo, “Investigación bibliográfica de y sobre César Uribe Piedrahita”, Augusto Escobar Mesa presenta un exhaustivo inventario bibliográfico de la producción científica y literaria de Uribe y sobre lo que acerca de ella y la vida de Uribe se ha escrito. Este capítulo es una valiosa 14


herramienta de consulta fidedigna para los lectores e investigadores interesados en la vida y obra del escritor antioqueño. En síntesis, los estudios presentados pretenden renovar el interés sobre la obra de Uribe Piedrahita como parte del patrimonio literario colombiano, y, por su carácter académico, buscan servir de estímulo a los futuros investigadores de la literatura colombiana. Los autores

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Vida y obra de César Uribe Piedrahita: el científico y médico humanista Augusto Escobar Mesa

¿No ves que cada rayo de luz alumbra oscuridades no percibidas antes?... ¿No ves cuántas ignorancias nos descubren…? Y el poeta que sea oscuro realmente, el que tenga en su alma muchas cavernas y negras densidades, muchos arcanos, que alumbre bien para que le vean, para que produzcan el vértigo. Mostrar abismos propios o ajenos: he aquí el poder de los genios. Tomás Carrasquilla (1906) Todo grita vida intensa, vida de sol, de luz, vida primitiva, elemental y completa. César Uribe Piedrahita La selva no era nada. La catástrofe no se debía a la Naturaleza. Se debía a los hombres que importaron las enfermedades y trajeron el suplicio y la muerte a los habitantes de los bosques húmedos. César Uribe Piedrahita

1. Voluntad de poder al servicio del hombre Cuando se habla de una biografía nos referimos a la escritura, al tejido de una vida que se va fijando en la memoria y en las páginas de la historia humana. Es un trasegar por una suma de actos que se vuelven historia y escritura; que se forjan paso a paso mediados por ene circunstancias, previstas o inesperadas, afortunadas o adversas, simples o complejas. Biografiar una vida es un largo ejercicio de muchas lecturas y relecturas, siempre selectivas, hasta encontrar los eslabones indispensables de la cadena que constituyen esa existencia: la experiencia individual, la formación personal, el entorno familiar, generacional, cultural, histórico, ideológico, estético; las lecturas compartidas. Es un indagar por una vida fundada en un ir y venir a través de sí mismo y los otros, de la historia y la cultura de su tiempo. 17


A cada paso que se avanza en la comprensión del personaje biografiado se tienen en cuenta los eventos del presente en función de un pasado que ha dejado o no una lección y, sobre todo, del futuro que se avizora o intuye. La biografía de un personaje, como en el caso de Uribe Piedrahita, supone una doble retórica: convicción por lo verdadero realizado a lo largo de una vida intensa, auténticamente vivida, y seducción y adhesión (Viala, 1997, p. 82; Buisine y Dodille, 1991) a esa vida llena de aciertos y fracasos, de pausas obligadas, de incertidumbres y contradicciones, de retos superados, de esperadas utopías. La singularidad de la vida y obra de Uribe nos ha llevado a rebujar todo lo que ha sido posible sabiendo de la fragilidad de la memoria y de su selectividad. La casi total ausencia de información escrita u oral del autor como persona fragiliza en parte esa historia, pero hemos intentado neutralizar esto con el material científico, profesional, literario, ensayístico del autor que no fue preso de las llamas el 9 de abril de 1948 cuando todo su patrimonio personal, cultural, científico desapareció para siempre en tiempos aciagos de la violencia partidista colombiana. En los propios escritos de Uribe sobre temas diversos, este esquiva hablar de sí mismo, pero a pesar suyo va dejando caer pequeñas filigranas de esa vida intensamente vivida, y ahí hemos estado presentes para identificar esas improntas. Además de esto y para ser congruentes en el entreteje de esta biografía hemos cruzado el testimonio de conocidos y amigos para eliminar en lo posible cualquier inconsistencia. La vida y obra de Uribe seduce por los tantos retos asumidos y logrados, por los desafíos que se impuso, por la visión universalista que buscaba alcanzar, por la generosidad con que se dio a las ciencias, a la literatura, a las artes pero ante todo por su visión humanista y solidaridad con su prójimo. No en vano su vida fue de dedicación exclusiva buscando respuestas para remediar tantos males que asolaban a las comunidades indígenas y a las mayorías marginadas del país condenadas a la miseria y al olvido. No escatima esfuerzo alguno para comprender las lenguas de otros y sus culturas, y por hacer partícipes a los demás de esos redescubrimientos. Busca siempre que los colombianos del momento se reencuentren con sus raíces auténticas y valoren ese pasado. Defiende con ahínco a aquellos artistas, científicos, intelectuales, que pensaban distinto porque anunciaban el cambio, porque abogaban por causas que nos hacían contemporáneos de todos los hombres, porque querían abrir nuevos caminos a un país encerrado sobre sí mismo y estancado por una mentalidad eclesial y 18


conservadora. Uribe cumple a cabalidad la definición que le dio un poeta de su tiempo, “Caballero del Renacimiento”, por la diversidad de oficios y competencias que desarrolló y puso al servicio incondicional del país. Y es cierto porque en cada empresa, de las muchas que libra, da lo mejor de sí mismo y aun hoy podemos ver sus efectos, como bien lo afirma otro reconocido científico: “en Colombia es difícil encontrar a alguien que combinara con tal éxito el estudio antropológico de los indígenas, de la medicina naturista y de la de tipo tradicional, de los animales y plantas, con los estudios científicos –de laboratorio, de análisis químico, de experimentación rigurosa– de manera igualmente sistemática antes de él”.1 En síntesis, fue piedra angular de su tiempo. Por eso nos adherimos a su causa porque nos cautiva esa voz auténtica, espíritu audaz, emprendedor y librepensador. Este viaje biográfico, como todo viaje, lo hacemos intentando brindar el máximo de información posible, recabada y confrontada a través de las diversas evidencias recogidas, y lo hacemos de manera cronológica para utilidad y mejor comprensión del lector, aunque en cada actividad –científica, literaria, artística, etc.– buscaremos contextualizar el momento y los eventos más significativos que hubieran podido incidir en sus decisiones, acciones, en su visión particular de la realidad del momento y del futuro. 2. Nacimiento de un “estafilococo dorado” Un 19 de noviembre de 1896 nace en Medellín, capital del departamento de Antioquia, César Uribe Piedrahita, en el hogar de Emilio Uribe Gaviria y Margarita Piedrahita Villa, cuando esa capital era apenas un villorrio grande, remanso de paz y no superaba los cincuenta mil habitantes. Es el cuarto hijo entre siete hombres y una mujer. A finales de 1905 cuando solo contaba con nueve años pierde a su padre víctima de paludismo (Rodríguez, 1997, p. 7). Desde 1908 hasta 1912 realiza sus estudios colegiales en el Colegio San José de Medellín dirigido por los hermanos cristianos de la comunidad de La Salle. En 1913 inicia sus estudios en la Universidad de Antioquia en la Escuela de Medicina2 y ese mismo año muere su madre. 1. Opinión de Carlos Eduardo Vasco, presidente de la “Misión de Ciencia, Educación y Desarrollo” o “Comisión de Sabios” y sobrino de Uribe (cit. por Rodríguez, 1997, p. 13). 2. La Facultad de Medicina fue fundada por decreto en 1871 por el presidente del Estado Soberano de Antioquia, doctor Pedro Justo Berrío. Comienza a funcionar en 1872 con diez profesores y diecisiete estudiantes.

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Pasa a vivir entonces con sus familiares. En su segundo año de estudios de medicina, caso excepcional, reemplaza temporalmente a su profesor de bacteriología, el doctor Alonso Restrepo que había pedido una licencia.3 Una vez terminados sus estudios, Uribe no quiere hacer lo mismo que la mayoría de los colegas, es decir, una tesis erudita sentado en una biblioteca. Es un joven inquieto, ávido de nuevas experiencias. Quiere realizar un trabajo de campo para mostrar que muchas enfermedades del medio provienen de las malas condiciones de salubridad, de falta de educación, de carencia de infraestructura básica y ausencia del Estado para resolver estos problemas básicos de la mayoría de la población. Esta postura crítica y a la vez solidaria de ser parte de la solución estará presente en él a partir de entonces hasta su muerte. Sin haber terminado sus estudios de medicina le resulta oportuna la ocasión de realizar una investigación en el noroccidente de Antioquia con una compañía de ingenieros que lo invita a trabajar, de noviembre de 1918 a abril de 1919, como médico en el proyecto de diseño para la construcción del ferrocarril de Urabá.4 No puede imaginarse que va a encontrarse no solo con uno sino con varios temas de investigación y ese será el inicio de su futura carrera de científico e investigador. El doctor Gabriel Toro, presidente del jurado, expresa en su informe que la tesis de Uribe es un 3. En el acta de grado del 6 de marzo de 1920, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia, figura una nota que dice: “el 11 de octubre de 1915 pasó a desempeñar bien y fielmente, según su leal saber y entender, las funciones de Preparador de Bacteriología durante una licencia concedida al Doctor Alonso Restrepo” (Cit. por Álvarez, 1997, p. 95) 4. Cuando Antioquia pierde el departamento de Caldas en 1905, el gobierno le entrega en compensación el golfo de Urabá para poder tener una salida comercial al mar. A pesar de los varios intentos, deben esperar cincuenta años para alcanzar ese objetivo en 1956, una vez terminada la carretera. Urabá era una región considerada rica en productos naturales, minerales y debería ser el objeto de una nueva colonización, similar a la que habían realizado los antioqueños en el Occidente del país en la segunda mitad del siglo XIX. Pero eran muchos los obstáculos que se debían sortear para conquistar la región: bosques profusos, ríos peligrosos, enfermedades tropicales, tribus nativas, clima endémico, etc. Fueron varias las propuestas de ingenieros para la construcción del ferrocarril del Darién y después de Urabá. Finalmente el gobierno firmó un contrato con una empresa colombiana y con el estadounidense Henry D. Granger, que había llegado a Colombia en 1890 para trabajar en una explotación de oro en las minas del alto Andágueda, pero ese proyecto de ferrocarril, así como los que le siguieron, nunca llegaron a realizarse ni siquiera en el presente (Steiner, 1993).

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trabajo valioso y original tanto desde el punto de la geografía física como médica de la región de Urabá al estudiar, primero, los tipos de parásitos de la zona y los animales que son vulnerables a ellos. Segundo, las enfermedades predominantes como las “bubas”. Tercero, el uso del veneno “Niaara” que usaban los indios catíos para envenenar sus flechas en la caza y, cuarto, el estudio químico del mismo.5 Considera esa investigación de “una importancia capital” por lo que puede representar para el desarrollo posterior de la región. Además, sostiene que la tesis es “el primer capítulo de la geografía médica del Departamento de Antioquia, todavía no escrito, digno de figurar con brillo al lado de la Geografía médica de Colombia (1915) de Luis Cuervo Márquez y de la Geografía médica del departamento de Caldas (1916) de Emilio Robledo, las dos únicas obras de esta índole aparecidas entre nosotros” (Toro, 1920, p. 8). 3. Harvard: un reto logrado Uribe se gradúa con honores el 16 de marzo de 19206 con la tesis titulada Apuntes para la geografía médica del ferrocarril de Urabá. Obtuvo en casi todas sus materias la máxima nota, igual en el examen de defensa delante de los jurados, los doctores Miguel María Calle, Rector; Braulio Mejía, Director de la Escuela de Medicina; Gabriel Toro Villa, Presidente de tesis, y Gil J. Gil, Examinador. Este jurado sugiere su publicación, que efectivamente se realiza.7 Este trabajo incita a Uribe a ir más allá como será siempre su voluntad. Establece contactos con profesores de universi5.

La parte química la hace en colaboración con el doctor Enrique Ehrensperger. Descubren ambos que la acción química del alcaloide es diferente a cualquier otro conocido hasta el presente. Las obras de Cuervo y Robledo serán emblemáticas y fundacionales (Cf. Cuervo, 1915; Robledo, 1916).

6.

Es la segunda tesis aprobada ese año y la número 75 desde la fundación de la Escuela de Medicina de la Universidad de Antioquia en 1871 (Robledo, 1924). Esta Universidad, ubicada en Medellín, es la segunda en importancia de las universidades públicas de Colombia y una de las más antiguas, 1803. Figura entre las más importantes del país por el trabajo investigativo y tiene el mejor campus universitario desde el punto de vista de la armonía de su infraestructura y la diversidad de flora y fauna al interior de la misma.

7.

Hubo que esperar setenta y seis años para ver una segunda edición con otros documentos de él en homenaje a su vida y obra. Se trata del libro: Apuntes para la geografía médica del ferrocarril de Urabá 2ª. ed. Medellín: Universidad de Antioquia, 1996.

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