Reflexión
Normalmente tendemos atribuir aspectos positivos aquellas plantas de apariencia agradable; así ocurre por ejemplo con las flores, por sus vivos colores, su aspecto delicado y su simbología. A todos nos vienen inmediatamente a la mente los campos de amapolas, girasoles, orquídeas, o los prados primaverales. Ello nos incita de forma inconsciente a tomarlas como objetivo de nuestras fotografías por su evidente atractivo cromático.
Texto y fotos Manuel Fernández
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