Julio 2010, Nยบ1
Des-borde Magazine
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Des-borde es libre. Aprobamos su obsequio, préstamo, fotocopia, alquiler, venta, ocupar, copiar, imitar, intervenir, hacerla spam o cualquier otro tipo de expresión que se le ocurra, Eso sí, debe siempre indicar la autoría intelectual de nuestra revista, pues así no nos bajará el autoestima ni herirá la sensibilidad de los artistas que colaboran sin fines de lucro en Desborde Magazine
Equipo Des–borde Dirección - Edición Jaime Araya M.
Fotografía: David Villarroel
Ilustraciones: Américo Retamal Federico Krampack Gustavo Urquieta
Colaboraciones Microcuentos: Acromastopsico Alondra Limón Anónimo Camila Sion Federico Krampack Gabriela Aguilera Gilda Ríos Harry Karen Debia Kinkan Kurtteim Guafftum Martín Etmujik Meli Arancibia Pamela Flores Paz Huerta Sid de las Copas Vla V. Parada
Editorial Estamos enfrentándonos a un ritmo de vida acelerado y cada vez con menos ganas de leer, eso es un problema que nos afecta a todos. Nuestra función como escribientes y sujetos que nos situamos en la ciudad y en un tiempo determinado es canalizar nuestras vivencias a través de la escritura, como una manera de liberación, de expresión, oficio u hobbie. Acá no hay prejuicios, lo importante es adecuarnos a los nuevos ritmos de la urbe y sobretodo funcionar como una literatura capaz de mutar e ir al ritmo de la gente que transita. Una lectura rápida y breve (pero no menos difícil) es la que debemos intentar para ir capturando a más lectores. Lo cotidiano puede literaturizarse desde otras aristas, he ahí la importancia de la subjetividad, para así construir un imaginario en común y poder rescatar y disfrutar ya no solo del fondo, sino de la forma de la literatura. 1
"El texto que usted escribe debe probarme que me desea. Esa prueba existe: es la escritura. La escritura es esto: la ciencia de los goces del lenguaje, su kamasutra (de esta ciencia no hay más que un tratado: la escritura misma)." Roland Barthes, El placer del texto. Título original: Le plaisir du texte. Éditions du Seuil, París, 1973. Primera edición en español, junio de 1974.
Señoras que lo dan todo bailando Bad Romance Y la señora que se jura "lolein" se puso a escuchar bad romance y mientras preparaba el almuerzo a sus nietos, se aprendió la coreografía en secreto. Luego, se encerró en la pieza de la Kimberly, su nieta regalona, le sacó el maquillaje, se puso una ropa ajustada y les bailó arriba de la mesa contándoles que había engañado a su esposo por años por ser malo en la cama. Bailó y bailó hasta que se quebró la columna, esto es culpa del mal amor. -Abuelaaaaa! ¿qué te tomaste?- dijeron alucinados todos. - Nada, solo una agüita de perra mijito! Kurtteim Guafftum
A mi país Dormíamos, bailábamos, vivíamos / de pronto, / cambió / Corrimos desesperados, como una piedra helados / nuestros cuerpos se quedaron, / rogamos al cielo que esto acabara. / Angustiados, valientes y miedosos, / todos sufrimos / todos lo sentimos / y todos nos levantamos. / De pronto… / lo que pensabas indestructible / se desmorona, / llevándose tu moral y tus lágrimas / haciéndote sentir indefenso. / Caminamos cientos de veces / sin mirar, sin detenernos/ y cuando se cae, / simplemente nos encarnamos, / miramos asombrados, / nuestras manos refugian nuestro rostro/ impidiendo ver tanto dolor. / Nos despertaron, nos zamarrearon / nos hicieron pensar en el fin / pedimos perdón, / eternas declaraciones de amor / Despertamos, ya vivos, / nos toca reconstruir…
Paz Huerta
Segunda Voz A mí por lo menos / Me gusta verte sentado / Haciendo dibujos / Sobre piedras de cuya esencia / No te serán reveladas / Prefiero que recaigas en tu delirio / De rey en lo pobre / Y que apuntes con tu dedo / De arcángel moribundo / Aquella mirada ciega en lo hondo de la pared / Que apuntes con exactitud / Esa sombra aferrada en la historia / Me gustaría que tu voz / Fuera esa verdad callejera / Reconocida / Hasta por los perros llenos de hambre / A los que ningún alma / Se sienta con ellos / A enseñarles palabras tiernas / Pero tu lengua / se resiste a morir / desértico en la carne.
Sid de las Copas
Es simple Duele recordar / Duele el hecho de mentir / Duele el hecho de revelar la verdad / Duele el hecho de sentir que nada es real / Duele el hecho de que tu me hagas esto.
Meli Arancibia
Apertura Por una extraña razón no podía abrir mis ojos, mis manos estaban apretadas y mi cabeza daba vueltas en un espacio reducido. Oía voces que jamás volveré a escuchar. De pronto escuché un rugido interior y una fuerza inmensa me empujó por un canal oscuro hasta que vi una luz al final. Unos dedos pegajosos apretaron mi nuca y no pude contener el llanto, abrí los ojos por fin y me ahogué con la primera bocanada de aire que llenaba mis pulmones. Miré a mi bella madre y cesé el llanto: estaba vivo.
Harry
20 El suicidio ya no es alternativa, han pasado las horas y hay recambio en la ciudad. Karen Devia
Bailando la toqué y ella se dejó Sultán se tiró encima de la Nancy, ella por más que intentó ser digna y ponerse de pié, le gustaba sentir al can sobre ella, meneándose como lo hacen los cabros en la disco, un buen perreo intenso. Bailando la toqué y ella se dejó... Y aprovecho y.... ¡Pam pam pam! La toco y ¡Pam pam pam!
Martín Etmujik
Exilio Estaba en el auto, en medio de la calle, con un par de maletas en las que cargaba algunas de sus pertenencias. Contempló la casa de la que acababa de salir. Sólo entonces se dio cuenta de que era un desterrado y que no habría operación retorno para él. (de Fragmentos de espejos) Gabriela Aguilera
Mis deseos para ti
Sin tu luna vivo en la oscuridad de la soledad que me hace cada día más y más pequeña. Anhelo aquellos abrazos, aquellos besos, aquella espalda, aquella nada que existía entre los dos. Me pregunto si algún día volveré a creerme la estrella rockstar, aquella que se retorcía a tu lado llena de placer incompleto en absoluta hipocresía. Sentada en la vereda de mi vida no encuentro más que los vacíos completos de tus manos sin expresión. Seremos ahora cómplices de la verdad escondida tras tus letras y mis versos. Somos desde hoy, tristes amantes del amor irrealizable y sombrío.
Gilda Ríos
Calostro Cargan en sus pechos niños dormidos, el llanto repentino angustia sus pupilas, marchan marcando el paso firme, como si alguien les siguiera, como si alguien las enjuiciara, llevan al pequeño colgando entre sus brazos. Observadores del cosmos, alucinados por las luces y los colores, dentro de sus frágiles cabezas los cerebros laten, crecen, convulsionan con la rapidez de los estímulos, la sangre bombea hasta rabiar, rojos, con las venas al descubierto gritan entre la sordera del silencio, claman y piden placer. Beben del pecho descubierto de la virgen castigada, lamen compulsivos, instintivos. Succionan del seno seco y herido, del seno público; extraen sangre y dolor, sus encías aprietan con fuerza el pezón enrojecido. El hambre es solo un pretexto, el hambre real nunca la saciaran, el ser humano se ha criado de carne, se ha saciado de deseo. Alondra Limón
Amanecer Mediterráneo Nos sentamos en la orilla de la playa a ver el amanecer. Me abracé a ti con una sonrisa mientras veíamos el sol emerger desde el horizonte mediterráneo que tanto añoramos alguna vez. Las olas, el mar, tú y yo en ese silencioso despertar dominical. Entonces me miraste con tu sonrisa pícara y no pude evitar darte un beso. Kinkan
Eterno En el aire preconciente de mi mente, tus gestos y caricias vagan constantemente. / Sostienen y alimentan mis anhelos, con imágenes que espero se traguen al mundo por entero. / Y cualquier palabra que antes pronunciaras, hago eterna en la sonata de mi llanto. Mientras releo tus pensamientos, para, en el lenguaje, mantenerte despierto. / Ni futuro ni presente me has dejado. Sólo pasado. Nada ha pasado. Porque ya no puedo verte y tocarte, ni esperarte. / Ya nunca tu rostro será el que sonría, o tus manos las que acaricien. Y aunque mis días aún sean incontables, la muerte me debe una visita. V. Parada
AmĂŠrico Gustavo Retamal A
Curicó, Chile. Número xx.xxx.xxx-3. Nació día 6. Sin estudios, sin ingresos. Prefiere el segundo nombre. La mayoría del tiempo dibujando en las esquinitas, escuchando música, portando una cámara en las manos o haciendo cualquier otra cosa improductible. Le gusta la canela. Le gusta el pasto. No le gustan los números. Tiene el lado derecho malo (el ojo incluido). Dicen algunos deberían cambiarse las formas y recurrir a estructuras más arquetípicas, pero la verdad es que todo tiene su génesis en lo diario, lo cotidiano de caminar y lo que se ve con lentes de celofán al pasar. Para ver más: http://vomitante.blogspot.com
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La elocuencia de las manos apoyadas en las rodillas o en una espalda me intriga, me atrae profundamente una mirada sobre la bufanda. Más rápido que una montaña rusa quiero INVADIR ESPACIOS, COCINAS, ARMARIOS, TINAS, CAJAS DE ZAPATOS, Y LLENAR, llenarlo todo, todo, V todito con humo y tickets de buses y otros de recitales: lo sideral contenido como peso neto en la mochila (until I found myself floating in the sky) y el mix cuático que nace de mezclar la voz de Morrisey y la de la persona con la que hablas por teléfono en las orejas: inefable y levitante. Acrosmatopsico
la yuxtaposición palabrística en directa proporción a los latidos del músculo bajo el cuello, un párrafo de ventana y apoyada en el umbral una de ojos acrayonados, ademán pseudo seductor, gesto tenue, voz armónica: las mariposas vuelan en mí como los puntos que aparecen por mirar largo rato el sol, en mis manos, en mis pestañas. Alguien se asoma sobre las sábanas y la descalza se acerca un poco más. YO QUIERO QUE ME LLEVES Y ME SAQUES DE ESTA PIEZA DE PECES Y TRENES DE JUGUETE, decirme algo que me cambie el día, días reíbles ensueña de ojos acrayonados. Acromatopsico
Continuamos Con‌
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Sopa María tomaba sopa pensando en José. ¿Estaría José tomando sopa y pensando en María? La sopa sabía a leche y a miel, con amargo sabor a sopita de pollo. María se levanta de la mesa y corre a la habitación. Estaba José cuchara en mano aprontándose a bajar. María le dice: ¡No bajes a tomar sopa! Está sin sal. José la mira y le dice: ¿Ya no me amas verdad? No quieres que compartamos la rica sopa que nos une desde ayer. María solo calla y saca un tenedor del bolsillo: Es mejor que aprendas a comer tallarines con salsa. Gilda Ríos
Yo también he tenido sueños eróticos con un velociraptor Corría por el parque, entre los matorrales, oculto me observabas. Esperaste a que me detuviera y me tirara sobre el pasto. Era otoño, eso lo recuerdo a la perfección. Te acercaste en silencio, tus filosos dientes comenzaron a hacer presión sobre mi cuello transpirado, el pavor me congeló la piel, tu cuerpo sobre el mío me excitaba, pedía sentir tu lengua, fingir ser una presa. Me excita ser tu víctima. Mátame y dame tu sexo, mátame, que quiero derretirme en tu estómago e imaginar tu lengua con mi sangre, tus dientes con mis sesos y que tu aliento huela a mí y a hojas secas. Kurtteim Guafftum
Única, grande, nuestra… Barbie Perra Antes las señoras llamaban a Pablito Aguilera, veían el matinal de Shile para que Zulma u otra señora esotérica les diera un consejillo, luego las más lolein se atrevían a llamar al Rumpy contándole tanta historia reprimida, pero nadie podrá superar a la Barbie Perra, pues ella te da el consejo exacto con solo tener su aplicación en face. Es ella la que te lee la mente y saca la puta que llevas dentro, ella es la Barbie guachaca, pero la más honesta de todas las maniquíes. Martín Etmujik
Se acumulan las gotas en las separaciones de las baldosas y se rebalsan otras pocas desde tus ojos de risa y de pena, de sentir como se acumulan también las pelusas y los dulces en los bolsillos de los abrigos de temporada, de cómo las cabezas de los chicos y chicas de la escuela se plagan de liendres, de como la despensa se vacía y la casa la sientes más grande, de cómo la cama está deshecha (está armada pero está deshecha), de como el baño está disponible y tu CD preferido sigue sonando desde la pieza de al lado. Acromastopsico
Todos los caminos llevan a Albacete Días de sol intensos en los cuales camino por calles extrañas, circulares que te llevan a cualquier lado. Todos los caminos llevan a Albacete. En medio de la plaza la pileta lanza el agua hacia el cielo cuando, de pronto, un trueno rompe el silencio. Sí, ya casi ha llegado el verano cuando la tormenta humedece la silenciosa soledad de esta ciudad de los llanos. Entonces me encierro en el calor de los recuerdos de un invierno soleado; creo que la lluvia no será impedimento para que hoy me vaya de fiesta. Kinkan
Familiar, I Todo esto me resulta familiar. / Grande. / Obsceno. / Como la hora del lobo. / Como la risa familiar que me daba cuando llorabas. / O las lágrimas que me sacabas mientras goteaba. / Yo me creía físico cuántico, Presidente o Goethe. / Pero me faltan rulos, martillo y piojos para llegar a eso. / Y aparte, un buen frigorífico. Ancho. / De tamaño familiar. / Para guardar y escarchar corazones. / Por eso me resultas familiar. / Porque tú no tienes uno. / Ni tampoco por quién latir. / Los corazones son muy pesados y acuosos, / para alguien tan seco como tú. Federico Krampack
De Luna Alza la mirada. ¡Responde, responde! / Mírate ¿no ves nada? / El agua corre por tu cara, / por tu pelo, por tu espalda / El Agua corre y no ves nada. / Pero sientes ese frío que empapa tu mirada / ¿Luna de Abril, por qué lloras?/ La sal me toma por tu hija, / No me deja, no la espanto / ¿Cómo irme en este llanto? / Pero irme no me toca / Y quedarme es otra cosa / Quedarme en la luna / Bajo espera y sobre ella / Ella soy. De luz plateada / Ni de fuego ni de agua / Hasta los pies empapada / Agua la luz de mi ventana / No hay cobijas que cubran las brechas del tiempo / Alza la mirada o vuélvela hacia dentro. V. Parada
Olor a ajo Caminaba por calle Condell con hambre de doce horas sin tragar ni siquiera una miga de pan. Recordó el local del pasaje con escalera mecánica en pleno centro de la ciudad, sucumbió ante la idea de engullir un Shawarma mediano con abundante salsa en cinco minutos. Salió del local con aires de diva, fumándose un cigarrillo mentolado para disimular algún toque indeseado hasta llegar a la estación más cercana. Ya en el metro su acompañante la miraba con extrañeza, se le acercó de forma escandalosa moviendo su nariz de un lado a otro, comenzó a olerse las axilas, a tocárselas, sin disimular el descubrimiento del “extraño”olor. El rostro rojo pero no de vergüenza, el rostro rojo y un ataque de risa inminente, el olor de feriante le pertenecía, emergía de su antebrazo por culpa del suculento olor a ajo. Alondra Limón
1 “Uste’ no se preocupe, que todo es para mejor”. Fueron las primeras palabras que oí de mi abuela tras la muerte del gato; y fue la premisa de las muertes futuras. No había por qué afligirse si Culpa se había ido, no había que extrañarla, había que dejar que las huellas madurasen, había que dejar que las flores del jardín se secaran y volvieran a florecer. Pero sin Culpa la cocina olía distinta, el pelar las papas, poner la tetera, cebar el mate, barrer la casa, sin Culpa todo era distinto, todo parecía estar bien. Karen Devia
Tus confusiones Y qué pasa en el momento / En el cual te beso la boca / Y olvidas mi nombre otra vez / Llamándome María / Mientras me llamo Camila. / Qué sucede si de nuevo / Me confundes con tu madre, / Vieja de mierda… / Siempre lo haces. Camila Sion
Rapsodia Erótica - No, no digas nada… Y no dijo nada. Ninguno dijo nada. Sus corazones latían al unísono. Como el ritmo de la canción más larga que jamás hubiesen escuchado. Negra, corchea, semicorchea. Rápido, cada vez más rápido. / Y así nació una melodía escrita por el rozar de sus cuerpos. Con un suspiro, una caricia, un beso. Las notas comenzaron a aparecer solas, un Do muy despacio, lento, oscuro. Un Sol lleno de anhelos y un Si. Un Si alto, fuerte… / Sí… Sí… Sí… Cada vez más alto, más fuerte. Y poco a poco, la canción fue haciéndose más lenta. Hasta terminar en silencio. Un largo silencio. Pamela Flores
Tránsitos Aseguró ser un buen conductor. Lo desafié esa noche a recorrer mis caminos con su lengua y lo hizo, deteniéndose el tiempo justo en cada una de las paradas obligatorias inscritas en los lunares rojos que tapizan mi piel. Respetuoso de las leyes, no pasó por alto a ninguno de ellos. No sabía que viajaba siguiendo las señales de un mapa que lo conducían a estrellarse de cabeza entre mis piernas. Gabriela Aguilera
Y no era cristal Arrugaste el ceño / Por mis visiones breves, / Bebiste un y otro sorbo / De esa botella / Que posaba en tu mano. / Gritaste como un loco / Al yo traicionar a tu lógica, / Mientras tú me decías / Que el papel en el que escribo / No era cristal. Camila Sion
DESBOR DE
Gustavo Urquieta
Entrevista
Aproximaciones a la minificci贸n
1. ¿Cómo fueron tus primeras aproximaciones a la minificción? Mis primeras aproximaciones al género se dieron con la vida, pues siempre estuve ligada a la narrativa breve. Mi aproximación más teórica fue en el año 2004, fecha en que se llevó a cabo el III Congreso Internacional de Minificción con sede en Valparaíso. (El primero fue en México en 1998, el segundo el año 2002 en Salamanca, España; el tercero en Valparaíso Chile en 2004; el cuarto en Neûchatel, Suiza, el quinto en Neuquén, Argentina; y el VI se realizará en Bogotá Colombia) En esta fecha conocí a la profesora e investigadora española Irene Andrès - Suarez ella incentivó mi investigación, y desde Suiza, luego, fue una gran ayuda cuando realicé mi tesis de grado.
2. ¿Qué es más acertado decir: microrrelato, microcuento, minificción? Minificción, pues engloba a todos los bracitos que tiene este género híbrido y cambiante.
3. ¿Cuáles son los límites de la minificción? La minificción tiene la particularidad de transgredir los límites y mezclarse con otros géneros (hibridación de géneros). Es por eso que existe los microensayos, el miniteatro y un etc. bien laargo. 4. ¿Existe alguna fórmula o "tips" para lograr una buena construcción narrativa? Podrían servir algunas de las características principales, la brevedad extrema, la hibridez genérica, la intertextualidad, la ironía, y la situación in media res.
5. ¿Qué autores tienes como máximos exponentes del género? Uff... Los antecedentes Julio Cortázar, Jorge Luis Borges, Augusto Monterroso (Guatemalteco nacionalizado mexicano), Julia Otxoa, Marco Denevi; de los contemporáneos los chilenos Pía Barros, Diego Muñoz Valenzuela, Lilian Elphick, Susana Sánchez, Juan Armando Epple (escritor, investigador y académico); Argentinos David Lagmanovich, Raúl Brasca, Luisa Valenzuela, Sandra Bianchi, Alejandro Bentivoglio, Juan Romagnoli, Leandro Hidalgo, Fabián Vique; los Mexicanos Laura Elisa Vizcaíno, entre otros.
6. Tus investigaciones a grandes rasgos de qué tratan, ¿qué horizontes exploras? Siempre en el límite, mis trabajos hablan de la hibridación genérica, del micro teatro. Desde minificciones escritas con estructura teatral, hasta micro piezas teatrales escritas con el fin de ser representadas. Trabajo en una breve antología sobre los micros teatrales.
7. La brevedad del micro es su arma más letal, ¿crees que responde a las necesidades de los sujetos contemporáneos? Tal como lo plantea el mexicano Lauro Zavala, la cultura contemporánea es una cultura de la fragmentación, donde cada fragmento exige su propio contexto de validación. Además que este nuevo género cumpla la función de antivirus contra la falta de amor por la lectura.
8. ¿Qué tipo de lector necesita un micro? Lectores informados claramente, para poder decodificar y rellenar los vacíos que el autor deja a propósito.
Entrevista realizada por: Jaime Araya FotografĂas: David Villarroel Lugar: Metro ValparaĂso
Nací un 30 de diciembre en el puerto de Valparaíso, de allí la inquietud por las imágenes; luego partí a Barcelona, otro puerto donde estudié fotografía profesional, regresé a Chile y con los conocimientos de kilómetros y millones de conversaciones me puse a sacar fotos de la realidad y la fantasía. Transito entre la moda, la calle y su espectáculo a diario, mis ideas y melomanía. Con los personajes propios de viajero y las ilusiones de un artista, mi nombre es David Villarroel y soy THE FOTOGRAPHER.
Cuando la fotografía logra traspasar la realidad y se vuelve un elemento que logra transmitirnos emociones, sensaciones, vivencias, recuerdos, cumplen una función casi mágica y de ritual entre nosotros. Vivimos de la memoria, en base a ella construimos imaginarios, construimos nuestras vidas, nuestra historia, nuestros relatos, nuestra visión del mundo, nuestra propia ficción. ¿Y si vemos la fotografía como una manera de hacernos eternos, de situarnos en el tiempo y espacio del mismo modo que lo hacemos con literatura? Hay pocos seres que nacen con la capacidad de poder capturar un tiempo-espacio con tanta precisión, la fotografía es mucho más que químicos y técnica, es una mezcla de lucidez y ojo vivo capaz de encontrar en cada detalle de la cotidianidad el ángulo perfecto, subjetivo, cargado de sentimiento. Es quizá como Barthes nos define la cámara lúcida y cómo la siente él:
“yo no veía más que el referente, el objeto deseado, el cuerpo querido; pero una voz importuna (la voz de la ciencia) me decía entonces con tono severo: Vuelve a la fotografía”.
Es entonces, esta manera de entender a la fotografía y sobretodo al fotógrafo, como un conjunto y una fusión equilibrada. La cámara se convierte en los ojos de un artista visual, de un registrador del tiempo y del espacio, de un constructor de ficciones. Cuesta encontrar gente con semejante facultad, a ratos parece que se tratara de algo imposible, pero cuando descubres que hay ciertos trabajos sorprendentes y llenos de propuestas quedas maravillado. Es el caso de la cámara lúcida de David
Villarroel, fotógrafo no solo de estudio, sino que de vocación. Puede ser capaz de capturar situaciones cotidianas así como también puede llegar a realizar verdaderas fantasías. El desborde en su mirada y punto artístico le otorga un equilibrio orgánico y osado, sus trabajos son sinceros y muy bien realizados, con cierto espíritu que se percibe. La facultad de presentarnos un trabajo honesto y muy bien elaborado es lo que se agradece, pues de esta manera podemos acceder a la fotografía ya no solo con una función de deleite, sino que de una búsqueda de expresión, de la esencia que tuvo el fotógrafo al atrapar un instante y un espacio para poder compartirlo con nosotros.
Te invitamos a ver alguna de sus obras, que son una colección de fotografías que reflejan la fantasía del desborde.
Fotografía: David Villarroel Estilismo: Matías Cárcamo Modelo: Javiera Marambio
Federico Krampack Federico Krampack, o como su hom贸nimo, Felipe Y茅venes (Concepci贸n, 1983) es comunicador audiovisual y ejerce la escritura y de DJ para sobrevivir en el mundo
Micro-ficciones
SPAM Por más que intentara reenviar el archivo adjunto al mail al tipo que me acosa por Internet, comprendí que me rebotaba porque al enviárselo aparecía en mi bandeja de entrada. Qué extraño – pensé, me responde de inmediato tras mis intentos fallidos que el sicópata soy yo, el que no existe aún. Kurtteim Guafftum
Calabozo Había una vez una princesa encerrada en un horrible calabozo de espuma, que soñaba con algún día ser liberada por un bello príncipe de chocolate. Los días pasaban y nada ocurría. Las aves gemían, los cocodrilos bailaban y todo a su alrededor parecía extraño. Hasta que un día inesperadamente alguien tocó a la puerta del calabozo, era un príncipe pero de no de chocolate, sino de caramelo. Desilusionada la bella princesa le explicó que lo que ella necesitaba no lo tenía él. Frustrado el príncipe volvió a su palacio pensando lo engreída que era aquella princesa de espesa leche blanca. Gilda Ríos
S /T Y de pronto apareció un ángel anunciándome que tenía que transmutar en otra especie, la humanidad está obsoleta - dijo con tono despectivo. Si tuviera que elegir en qué convertirme para salvar la especie pensaría en dos alternativas: ser una señora o un velociraptor. Kurttem Guafftum
La vio pasar Iba caminando cerca de la Gran Vía cuando una gota le cayó sobre la cabeza. Miró al cielo y vio las nubes que oscurecían la atmósfera madrileña; sintió un poco de temor al ver que no estaba preparado para la lluvia. Aunque, después de todo, caminar bajo la lluvia no era un gran problema. La vio pasar y sonrió. Era una mujer pequeña, delgada y de cabello negro. Sus ojos eran los más bellos que había visto en su vida. Se le acercó con una sonrisa y lo besó. Su mirada la daba la bienvenida a Madrid. Kinkan
Hombre de hojalata Federico era un muchacho demasiado resentido. Un día, se enfermó delicadamente y mandó a todos a la mierda, incluso a Dios. Estuvo a punto de morir. Era del corazón. Quizás era mucho ballet de violencia. Pero una noche que habló con Dios, todo se resplandeció. Lo desafió a vivir de nuevo. Federico pensó que se comportaba como el Hombre de Hojalata. Pero no porque le faltase corazón. Sentía que tenía tanto, que quería deshacerse de él para dejar de sufrir por culpa de la raza humana. El camino amarillo nunca ha estado tan desteñido como en estos tiempos. Federico Krampack
Infancia -Mamita ¿Y si todo esto es sólo un sueño?-. -Si fuera así, al despertar, sentirías el alma trizada-. -¿Como si todos los recuerdos se me cayeran por un agujerito del corazón? Y tu ¿cómo sobreviviste?-. -Sólo crecí. Aunque ahora siento algo que de niña no-. -¿Qué es mama, qué es?-. -Congoja-. -¿Cómo es eso? ¿Lo aprendiste en el colegio? -Se acumula poco a poco cada día, con cada instante que pasa y queda atrás. -¿Yo no quiero congojarme nunca? -Eso no se decide, sólo sucede, es algo que tendrás… Como el trabajo. -Mejor mañana pienso qué hacer, mami, ahora... dormiré. V.Parada
La envidia por el camarón queso A diario caminaba por la misma calle, por la misma vereda, las palomas ya le reconocían y esperaban con hambruna las migajas del alfajor que portaba sobre mano. Todos los días, esperaba un trolley recordando viejas historias, las palomas contemplativas eran sus amigas, jamás pensó que se cagarían sobre él. De hecho jamás lo harían, hasta que un día, el día en que iba a buscar su montepío e invitaría a la Gladys a comerse una empanada de marisco al puerto, un pelícano se levantó y con malicia les chorrea hasta el fluido caliente y espeso de lo no cotidiano. Martín Etmujik
16 Y vino la enfermedad. Y vinieron otros muertos. Y los muertos corrían libres por la casa, en un continuo gemido que se negaba a oír, y es que le ardía la sombra tanto como las imágenes, la respiración y las rosas ya quebradas. Y no era ni malo ni bueno ver las gotas caer desde los ojos al murmullo, sólo era una más de las catástrofes. Y me decías, y te decías “son sólo las ánimas benditas del purgatorio”. Karen Devia
Temblar Tu mirada estremece aquel cuerpo, casi inerte, que yace en ese lecho. Lecho frío y pajoso, apenas tapado por un trapo sucio y hediondo. Esos ojos que estremecen a cualquiera, que despiertan a cualquiera. Bajas la hoja sobre su cuello, ahora si está inerte aquel cuerpo. Vla, el caballero Post-romanticista
Soledad Marisela tropezó con un tacón que había dejado olvidado frente a la puerta. Lo guardó entre las lentejuelas que se esparcían en el suelo, tomó los diez mil pesos de aquella noche y los escondió en unos calzones viejos y llenos de agujeros. Otro trabajo bien hecho.- Se dijo a si misma y una lágrima calló hasta su pecho. Pamela Flores
Divorcio Unilateral Creyó que si se divorciaba podría rehacer su vida y por fin, ser feliz. No contaba con que, así como el matrimonio es una cosa de dos, el divorcio también precisa de dos voluntades. Y él deseaba seguir casado. Lo entendió cuando terminaba de leer la tan esperada sentencia de divorcio que había llegado por correo y escuchó sus pasos decididos arrastrando a la muerte por el sendero de piedrecillas del jardín. (de Fragmentos de espejos) Gabriela Aguilera
Mirar Eso que fue tu pelo / rodando por las mesas / queriendo limpiar los recuerdos / de una noche / con sus amuletos / prisión de tanto labio / y esa mirada de duda / que se posa entre tus cejas / como queriendo arrastrarlo todo / hasta el fondo de la garganta vestirlo con un solo indicio de paz / queriendo que atrevidamente / sea un retrato de Basquiat / figurillas de fósforo / queriendo que lo nuestro / no sea simple boca ardua o animal a tientas / en las manos y en los pies / Que sea honesta / como la luna bajo la torre Eiffel / si alguna vez / se llega a tener esa mirada. Sid de las Copas
La Garbo ríe Dicen que los cincuenta años son el crepúsculo de la vida. Cada mañana, don Luis iba al mercado a comprar. O aprovechaba de arrendar sus clásicos con la Greta Garbo en el sucucho de cine que quedaba cerca. Un día, conoció a un harapiento muchacho, que vendía zanahorias y deshojaba alcachofas, y lo ayudó a acarrear sus víveres. Ahora don Luis ve sus viejas comedias, acompañado. Le llevan pan con mermelada a media tarde. Y, además, un par de abrazos que no recibía en décadas. Dicen que don Luis, por estos días, se ríe igual que la Garbo.
Federico Krampack
Por qué amar a Alondra Limón No basta con escuchar toda la discografía de Javier Barría para armarse una idea de por qué amar a Alondra, ella es la mujer más increíble del universo, viene de Plutón. Le gustan los té con esencias, adora Valparaíso, le gustaría tener una casita en algún cerro, adora las plantas, huele dulce y cítrico a la vez, es sencilla, honesta, humilde, amable, tierna, fogosa, le gusta el vino con frutas, escribe y tiene su opinión, no tiene política ni religión, sabe escuchar y graba mis ronquidos cuando me duermo. Le cuesta decir “Fila-del-fia” pero lo intenta aunque lo pronuncie: “Fidadelfia”, huele a limón, es como un pájaro, ama la lluvia y sobretodo ama Sigur ros y me ama a mí. Anónimo
Un consejo Des-borde:
¿Te había dicho que tendré una casa en las afueras de la ciudad?
Será construida sobre un cerro empinado frente al mar. Será blanca, de Cal y Canto, con ventana y puertas pintadas de azul cobalto, como esas de Santorini. Tendré un hermoso jardín para embellecer esas tardes de verano. Plantaré un Olivo, también un ciprés y muchas violetas mezcladas con lavanda inglesa, lo cual mi jardín será el más bello del barrio, impregnado de aromas y color. Será un lugar ideal para sentarme por las tardes a beber y a pintar en acuarela, a pensar de la vida y del amor, a pensar en ti. Pero el corazón de mi hogar será mi habitación. Aquí tendré guardado mis recuerdos como los juguetes de infancia, las fotografías familiares y esas viejas cartas de los amores de juventud, además de los múltiples libros y enciclopedias geológicas. Tendré una cama con sábanas blancas, no será muy grande para no sentirme solo en esas noches oscuras, aunque siempre con la esperanza de compartirla contigo cuando estés de paso por la ciudad. También tendré un sillón en mi alcoba, ideal para sentarme a pensar sobre la vida y del amor, al lado de una ventana muy grande para observar detenidamente el jardín, el mar, cómo pasan las nubes de verano y ver las infinitas tonalidades del atardecer. Un rinconcito de mi pieza ideal para beber algo y pintar en acuarela por las tardes de verano. En los fines de semana por la noche, realizaré fiestas con mis más cercanos. Vendrá Gonzalo, Felipe, las Camilas y quizás algún buen amigo que conozca el día de mañana, todos ellos acompañados de sus respectivas parejas. Comeremos algo rico que haya preparado en la tarde, beberemos vino y nos reiremos toda la noche de mil y una tonteras, exactamente como siempre lo hemos hecho. Un día me levantaré cansado, me daré una ducha caliente (como esas largas que solíamos tomar juntos) luego me pondré ropa cómoda. Sin nada que hacer me sentaré en aquel sillón de mi habitación y comenzaré a leer algún libro. Poco tiempo en que haya alcanzado la concentración en la lectura, escucharé el toque de la puerta. Iré con malas ganas a abrir sin saber de antemano que serás tú el que me desconcentrará de aquella lectura. Te sonreiré disimulando la inmensa alegría de verte, ya que por mucho tiempo (años) que no te veía. Te abrazaré fuerte y te invitaré de manera exaltada pero hospitalaria a pasar a mi hogar. Me contarás que estás de paso por la ciudad y que te acordaste de mí y es por eso que me traes un vino para que lo sirvamos en el almuerzo. Mientras comemos algo improvisado, me contarás que estás casado y que tienes dos hermosos hijos. Que aún vives en la misma ciudad que ambos nos conocimos hace mucho tiempo atrás. Me contarás que me has extrañado mucho y que siempre te acuerdas de mí, sobre todo cuando escuchas esas viejas canciones de Cerati que nos dedicábamos con tanta pasión. Por mi parte, te preguntaré por qué paso tanto tiempo sin vernos, sin saber de ti. Te diré que aún sigo soltero, que vivo solo en esta casa, Te cuento también que te he extrañado mucho y te digo (sin saber por qué) que aún te sigo queriendo como cuando éramos jóvenes. Me tomarás de la mano y me besarás en mis olvidados labios. Yo acariciaré tu rostro y volveré a besarte...
En esa noche volveremos hacer el amor. Esa noche volveremos a ser amantes, volveremos a entregarnos de corazón, de ansias de uno por el otro. En esa noche mi cama con sábanas blancas no se me hará grande como en la mayoría de las noches. Estaré a tu lado y olvidaré en ese instante todo mal en mí, a todos mis fantasmas nocturnos. Estaré nadando en tus ojos, embriagado de amor y pasión. Me preguntarás si el fin de amar es sentirse más vivo. A la mañana siguiente me levantaré silenciosamente a hacerte el desayuno. Me pondré tu camisa (ya que la mía no la encontraré) y me daré cuenta que aún tienes el mismo aroma. Tú seguirás durmiendo. Mientras el agua hierve, cortaré algunas Lavandas del jardín y con ellas adornaré tu desayuno: pan tostado con mantequilla y otro con mermelada, un jugo de naranja natural y té verde. Te despertaré con un beso sirviéndote el desayuno. Yo me sentaré en mi sillón, observándote mientras comes en mi cama. Observaré plácidamente tus ojos, tu cuerpo, tus ansias de comer y desearé que esa mañana nunca termine. Interrumpirás mi mirada diciéndome que tienes mucha hambre mientras te comes la última tostada sonriendo. Ese día haremos muchas cosas: nos ducharemos juntos. Saldremos a tomar el sol a mi jardín mientras nos besamos y acariciamos. Almorzaremos en la terraza antes de bajar a la playa a correr con los pies descalzos. Caminaremos tomados de la mano, tranquilos, sin ningún apuro por lo demás, mientras te canto esa canción de Cerati que tanto nos gusta. Esa será la tarde más feliz de ambos. "La tarde está increíble y quiero embellecerla más aún" En ese entonces me dirás que ya es tarde y que debes partir, que debes volver a tu hogar junto a tu esposa e hijos. Yo te diré que no deseo que te vayas, que no me dejes de nuevo solo, con el corazón roto como lo hiciste hace mucho tiempo atrás. Te tomaré la mano y te la besaré. Te diré que por las noches me siento solo, como un niño huérfano con pesadillas en la noche, sin nadie que lo cobije. Que mi alma se siente dividida al pensar que tú ya no estarás otra vez a mi lado. Que aún no me acostumbro a estar sin ti. Te diré con mis ojos humedecidos que eres y serás el hombre de mi vida y que nunca me conformaré con no tenerte a mi lado, pero aún así entenderé tu partida: tienes una familia a la que no puedes abandonar. Un día lunes te irás y yo me quedaré, como siempre, ahí sentado disimulando exitosamente, las profundas ganas de llorar. Te acercarás y me besarás por última vez en mi frente, antes de voltear y salir por la puerta triste. Te diré adiós desde mi ventana azul y tú me harás una seña con tu mano. Tan solo me bastará con ver tus ojos mojados que tampoco desean marcharse. Los minutos, los días, los meses pasarán y tú nunca más volverás a tocar mi puerta. La distancia y el tiempo nos dejaran otra vez sin caricias, sin besos, sin miradas, ni románticos silencios. Yo solo me conformaré con algún amor sin amor para saciar mi soledad, pero jamás con saciar los deseos de mi corazón. Nunca más podré sentirme vivo con un beso tuyo. Asumiré la derrota en el juego del amor y tendré que saber perder. La juventud, la alegría, el tiempo pasarán y mi cuerpo envejecerá sentado esperando, mirando en la ventana si un día de aquellos desearás volver a encender mi corazón, aunque sea por una sola y última vez en lo que me quede de vida.