Jueves 5
Febrero • 2015 • año XXXVI • Núm. 9715
/ Foto / Tere Murillo
Gali da su palabra: NO HABRÁ FOTOMULTAS
Página 18
5 Pesos Página 24
Retrato de un feminicidio
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· Fotos / Especial
Páginas 13 a 16
La discusión Tras reprobar el curso de francés en la escuela particular a la que acudía los domingos, Olga Nayeli Sosa Romero discute por ello con su esposo Moisés Torres. Ella se defiende y echa en cara el poco apoyo que recibe. A la mañana siguiente se para temprano y va al cuarto que ocupa como clóset para maquillarse. El esposo la alcanza y vuelven a discutir. El pleito sube de tono y de los gritos pasan a los jaloneos. En su versión, tras empujarla, Olga cae y se pega en la cabeza con el filo de un buró y comienza a sangrar. Según la PGJ, Moisés la golpeó con un marro que luego utilizó para descuartizarla.
La coartada A las 23 horas, echa a andar su coartada. Primero con sus padres, quienes cuidaban de su hija. Les dice que su esposa no había llegado desde que salió en la mañana hacia la Facultad de Lenguas de la BUAP. Muestra desesperación y empieza a contactar a los familiares. Sólo le contesta la mamá de Olga, Argelia. Tras fracasar en su primer intento por interponer la denuncia pasa por su suegra y uno de sus cuñados y logran presentarla en La Popular. Esparce el rumor de que ella pudo haberse fugado con un amante.
El descuartizamiento A las 12, en su casa, Moisés entra al cuarto donde yace el cuerpo de su esposa. La mira, se pone unos guantes y comienza con la operación que ya había decidido realizar. Con un cuchillo de cocina empieza a cortarla. Primero las extremidades superiores. Separa cada parte, los hombros del torso, los brazos de antebrazos y ambas manos de la articulación de las muñecas. También corta ambas piernas desprendiéndolas desde el fémur, separa de las rodillas, luego desprende los pies de la tibia y el peroné. Termina en los pies. Los restos van a parar a bolsas negras de basura.
El médico asesino Moisés Torres López, de 37 años de edad, es médico cirujano con especialidad en medicina interna. Sus vecinos lo describen como un hombre de pocas palabras. Antes de ser detenido trabajaba en una clínica particular en San Martín Texmelucan. Habla el idioma inglés en un 80 por ciento. Casi siempre andaba con ropa de vestir. Es de tez clara, cabello obscuro de corte militar y de barba “de candado”. Aunque ya no vivía con ellos, sus padres aún lo mantenían y le iban a costear su viaje a Canadá.
La calcinación Moisés lava el cuarto donde mató y descuartizó a su esposa. Baja a la cochera y sale rumbo a Atlixco por la carretera federal, se desvía para a Huaquechula y en un paraje decide descender de su vehículo, bajar las bolsas negras con los restos de Olga Nayeli, su pico, pala, dos cubetas y gasolina. Una vez decidido dónde dejar el cuerpo desmembrado, abre un agujero, en dos cubetas de metal echa gasolina y todo lo que ocupo en el crimen para prenderles fuego. Vacía en la fosa las partes del cuerpo y espera 40 minutos. Verifica que todo haya quedado en cenizas, les echa cal y tierra al hoyo para taparlo.
Lo que declaró Moisés consideraba “hermosa, atractiva y bonita” a su esposa. Estaba completamente seguro de que Olga le era fiel. Su proyecto de vida era irse con ella y su hija de 3 años a vivir a Canadá y, ya instalados en aquel país, tener otro bebé. Moisés finalmente fue detenido el 18 de junio, nueve días después de matarla, desmembrarla y calcinarla.