CINE Y OPINIÓN

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LLEGÓ EL SNYDER CUT

En 2017 se estrenó una de las películas más interesantes en los últimos tiempos, Justice League, dirigida en conjunto por Zack Snyder y Joss Whedon.

Interesante, no por su historia, técnica o ideas; interesante, no por sus actuaciones, director o música. La defino como un filme interesante por todo lo que conlleva su producción.

Hollywood no es ajeno a los filmes pro‐blemáticos. Casi todas las películas atraviesan problemas en alguna de sus etapas. Pese a ello, Justice League resalta. Quise dedicarle esta edición a resumir su historia, para aquellos que no han seguido su accidentado camino.

Zack Snyder fue seleccionado como director en 2016, tras realizar las dos predecesoras a JL, Man of Steel (2013) y Batman v Superman (2016). La emoción era mucha, hasta que BvS fue estrenada como un producto polémico di‐vidiendo a las audiencias (desde fanáticos acérrimos de la película, hasta férreos críticos que la hicieron pedazos). Aun así se mantuvo a Snyder como director de JL, hasta que la tra‐gedia azotó nuevamente: La hija de Snyder fallece mientras este dirigía. El director, en medio de estas críticas y por la tragedia familiar, deja su obra inconclusa. Warner Media, dueña de la marca, contrata a Joss Whedon, director de Avengers (2012) para darle una perspectiva más relajada a la pelícu‐la que Snyder dejó. Se estrena Justice League con severos cambios, desde colores de fondo hasta el score y escenas con modificaciones en el guión. Es recibida con un ánimo medio‐cre y si bien no fracasa en taquilla, tampoco gana cantidades envidiables. Warner no obtu‐vo lo que esperaba, Whedon se aisló de los medios y la visión de Snyder jamás concluyó... hasta hace unas semanas.

En redes sociales comenzaría un movimiento, poco después, bajo el hashtag #SnyderCut, o la versión de Snyder en español. Fanáticos del director y de la narrativa que llevaba con sus obras exigieron, por años, el estreno de esa ru‐morada cinta que, aseguraban, existía resguar‐dada en las bóvedas de Warner.

El año pasado la casa productora decide co‐menzar un servicio de streaming para compe‐tir contra Netflix o Disney+, y con esta plataforma llamada HBO Max, anuncia el es‐treno del Snyder Cut directo a transmisión digi‐tal. Finalmente, a mediados de marzo de 2021, la película tres años exigida se estrena, con 4 horas de duración, 80 millones de dólares más de presupuesto, escenas no vistas y una reconstrucción narrativa. ¿Cómo resultó? Basta decir que las críticas son positivas en prácticamente todos los si‐tios especializados y pese a la duración ha te‐nido éxito masivo, volviéndose tendencia en redes y un fenómeno social de marzo. Falta averiguar si esta tendencia continúa posterior al fervor inicial de estreno, pero no parece que se verá afectada.

Es relevante, porque al final el Snyder Cut es un experimento. Con su éxito se abren las puertas a otras producciones para ser corregi‐das. Los fracasos millonarios pueden olvidar‐se. Si una película no triunfa en taquilla, bastaría invertir un poco más, pasada la ola de crí‐ticas negativas y reestrenarla sin esos detalles que no gustaron. Solo basta ver los números. Justice League costó 400 millones de dólares en ser producida. Recaudó (originalmente) casi 800 millones. Con este Snyder Cut se invirtieron 80 millones más, y el ingreso será (cuando menos) similar a la corrida original. Un gran éxito, por inversión (relativamente) pequeña. Dependerá de nosotros, como usua‐rios y cinéfilos, apoyar o dejar a un lado este tipo de proyectos.

Sin más que agregar, soy Cristóbal Ruiz Gay‐tán… Disfruten la función.