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Hugo “Hooligan”
“Nada es cuando uno quiere, sino cuando debe de ser y solo debemos estar listos para cuando las cosas lleguen” - Hugo Flores.
Conocido como “Hooligan” por todos, un apodo que obtuvo gracias a un compañero de las peleas amateur, que al enterarse que él desde pequeño pelea‐ba en la calle, decidió nombrarlo así. Un hombre incansable que puede hacer lo que de‐see, perseverante, humilde para poder creer en sí mismo, saber quién es y lo que es capaz de lograr, es como se describe Hugo Flores. Jo‐ven peleador nayarita de artes marciales mix‐tas, originario de Tepic, que con 28 años cumplidos está representando a México en el extranjero desde hace dos años. Desde pequeño, fue un niño explosivo y con un carácter fuerte, que provocaba que siempre estuviera entre pe‐leas en la primaria, pero con el tiempo cayó en cuenta que se debía a los problemas que había entre sus padres. Cuando lamentablemente su padre fallece, hubo un parteaguas en la vida de Hugo, que lo hizo pensar “Es hora de buscar calmarme, to‐mar todo con tranquilidad, de dejar de pelear en la calle y en la escuela”, así que fue a una clase de AMM (Artes Marciales Mixtas), le gusto, aprendió y quería seguir yen‐do, pero obviamente había una mensualidad por pagar y en ese momento no tenía para ello.
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En lugar de desistir de su idea, busco la forma de conseguir el dinero, así que por las tardes en lugar de salir a las calles a convivir con ma‐las amistades, decidió buscar un trabajo que le diera un sueldo. Comenzó lavando carros y ayudando a mamá en su negocio, una tos‐taderia donde Hugo era el repartidor y su madre a cambio le daba cien pesos diarios. También fue cocinero en un restaurante, trabajó en una empresa de luz y sonido, además de ser mesero en eventos, todo para poder conseguir lo necesario para poder seguir entrenando.
Con el tiempo y la experiencia, pudo cambiar la mensualidad, por él dar clases en el gimna‐sio, pero luego de un rato de estar trabajando de ese modo, pensó que no estaba evolucio‐nando en Tepic, así que decidió cambiar su lu‐gar de residencia a Guadalajara, Jalisco, pero las cosas no fueron sencillas, ya que Hugo se fue como comúnmente se dice “con una mano atrás y otra adelante”, es decir: sin nada.
Al no tener la solvencia económica, llegó a dormir en el gimnasio en el que trabajaba, en el área de entrenamiento, solamente con una almohada y una cobija; ahí se bañaba en las regaderas y ese era su hogar en el momento, haciendo que le diera valor al haber tenido una cama para descansar y agua caliente para bañarse en casa.

En ese momento valoro el gran esfuerzo que siempre hicieron sus padres para darle un te‐cho, una cama para dormir, ropa decente, co‐mida caliente en la mesa y todo lo que estuvo a su alcance para que él creciera sin carencias, pero al salir de casa e irse a vivir a Guadalaja‐ra, él tenía que buscar por su cuenta y ahí fue donde supo lo que costaba la vida, pagar un recibo de luz, el agua, etc.
Poco a poco con todo su esfuerzo le iba mejor en Gdl. Siguió entrenando, comenzó a pelear y la situación económica iba mejorando, tanto que dejó de vivir en el gimnasio y rentó una ha‐
bitación donde tenía agua caliente y una cama. Pero las cosas no siempre fueron bien, ya que después de dos años de vivir ahí a veces no tenía para pagar la habitación así que volvía a vivir en el gimnasio. Luego volvía a ahorrar dinero y buscaba un lugar donde vivir, así que en total vivió en nueve lugares dis‐tintos a lo largo de tres años.
Tras varios años en Gdl., Hugo pudo rentar un departamento, que compartía con una joven, pero tan solo un año le duró el gusto de vivir ahí, ya que la compañera que tenía se fue del departamento, él se quedó con poco dinero y no podía pagarlo solo, así que regresó a vivir a la primera habitación que rento. Estuvo ahí por seis meses y pensó que tal vez era el momen‐to de cambiar de ciudad y al poco tiempo reci‐bió la invitación para moverse a Chicago.
En los cuatro años que estuvo viviendo en Guadalajara, tuvo altas y bajas, que muchas veces provocaron que estuviera decepcionado y debido a la falta de dinero, tuviera que regre‐sar a vivir a Tepic, pero cada que regresaba, en su cabeza escuchaba un “He fallado, no pude hacerlo, creí que lo iba a lograr, pero no lo hice y tuve que volver”, pero con el tiempo y con la cabeza fría se dío cuenta que las cosas no siempre salen a la primera, que se puede volver a intentar con más fuerza y dinero nuevo.
Regresó a Tepic en dos ocasiones, retomando los trabajos que en el pasado había tenido, para reunir lo necesario para salir de nuevo de la ciu‐dad. En la empresa de luz y sonido era donde obtenía mayores ingresos en menor tiempo.
Cuando tomó la firme decisión de dedicarse a pelear de manera profesional, pensó que debía dedicarse totalmente a ello y no desistir por ninguna circunstancia, actitud que hasta la fe‐cha no ha perdido por qué no piensa dedicarse a otra cosa distinta a lo que hace hoy, pero si de‐sea abrir otros negocios enfocados a las AMM.
Hoy tiene su primera marca de ropa llamada Flowres, que desde hace varios años tenía la idea de sacar al mercado, pero al no saber como iniciar se apoyó en algunos amigos que ya tenían experiencia en el ámbito y le dieron algunos contactos claves. Cada elemento en su logotipo tiene un significado; la ola repre‐senta el fluir, la flor, el hacerlo de manera her‐mosa y pacífica. El sol hacerlo bajo un ambiente de presión constante y las letras ja‐ponesas significan “fluye como agua”. Su idea es sacar prendas con diseños basados en sus experiencias.
Durante la pandemia a Hugo le fue muy bien, ya que con los gimnasios cerrados, todos que‐rían clases particulares, además que acababa de comprar el auto que tanto había soñado y aunque no era uno del año, era un gran carro. Tenía todo para estar contento, una habitación propia, un carro nuevo, su trabajo en las clases particulares, un buen sueldo, una novia con la que se sentía muy agusto y vivían juntos, todo estaba bien, menos lo que lo llevaría a su me‐ta: el entrenamiento.

Casi no entrenaba y su enfoque no estaba donde debía, así que un día se preguntó “A ver Hugo, ¿Para que te viniste a Guadalajara? ¿Para comprarte un mejor carro? ¿Para comprarte tu motocicleta?”, entonces se dio cuenta que no había sido para eso, sino para buscar vivir su sueño, que si no era ahí, sería en otro lado. así que con el dinero que había ahorrado para comprar su moto, se fue a vivir a Chicago, de‐jando todo lo que tenía seguro en México, incluyendo a su familia, su novia y sus amigos.
Sin desearlo, pero sin pensarlo, si tuviera que volver a vivir todo lo que ha pasado en su vida, lo haría para poder llegar hasta donde hoy está, ya que sabe cómo comenzar desde cero. Hace dos años cuando se fue a vivir a Chica‐

go, comenzó sin nada de nuevo y aunque no dormía en el gimnasio, si lo hacía en un de‐partamento pequeño, ideal para tres personas, en el cual realmente vivían siete.
A Hugo le tocaba dormir en un sillón que se encontraba en la sala donde había también una televisión y un Xbox, siendo el lugar de juegos de sus compañeros de departamen‐to, en ocasiones hasta altas horas de la no‐che, siendo un lugar no apto para su descan‐so, incómodo y con pocas horas de sueño, pero él sabía que luchaba por una meta.
Sin lugar a dudas, este ha sido el reto más grande para él, empezar de cero una y otra vez. En Gdl. logró tener una habitación, luego rentar una de mayor tamaño, tener su propio apartamento, etc., por Chicago dejó todo lo seguro en México para perseguir su sueño, pero hoy lo hace sentir bien que personas que lo conocen y algunas que no, lo contraten para dar seminarios de deporte en otros estados de la república y que su experiencia le sirva de inspiración a otros.
Para Hugo es un gusto que personas que van empezando o que ya tienen tiempo en el ámbi‐to le digan “Que bueno que tu ya estás viviendo tu sueño, todos soñamos con vivir lo que tú hoy estás viviendo”. Anteriormente no se daba cuenta en donde se encontraba, por qué él te‐nía su mirada siempre arriba, hasta que otros que lo seguían se lo comentaban.
Hoy se encuentra viviendo en otro país con los mejores del mundo, entrenado con un gran equipo, siendo dirigido por un excelente co‐ach, con contrincantes de gran nivel, peleando en una estupenda liga y tal vez hoy no ha llegado hasta donde desea llegar, pero donde se encuentra, ya es un sueño hecho realidad.
Todo lo que ha vivido le ha enseñado a ser más agradecido con lo que tiene, con lo que le pasa y con quien él es, provocando que mejo‐res cosas lleguen a su vida. No cambiaría
nada de lo que ha vivido, porque el Hugo de hoy es el resultado de todo lo que ha cami‐nado y no le hace falta no tener un vaso de agua, para valorar cada gota dentro de él.
Está sumamente agradecido con su madre que jamás lo ha desalentado y siempre le ha dicho “Hijo si esto es lo que quieres hacer, haz‐lo hasta lograr lo que deseas, pero hazlo bien, hasta donde tope, pero nunca lo hagas a medias”, ademas que es una mujer que siempre lo centra cuando ve que está perdiendo el rumbo, diciéndole “Recuerda que eso que es‐tás haciendo no te va acercar a tu meta, ni te hará llegar a donde quieres”, haciendo que Hugo retome el rumbo.
En dos años, él quisiera estar peleando en la UFC (Ultimate Fighting Championship) y no lo ve muy lejano, aunque sea difícil; él sabe que está haciendo las cosas bien para estar a la altura de los que están ahí; desea hacerse de un nombre y carrera en dicha empresa. También desea que en su retiro, ya sea en Tepic o en Guadalajara, poder abrir un gimna‐sio que sea gratuito para las personas que de‐sean entrenar y perseguir su sueño, pero no cuentan con el apoyo.
Un ejemplo de alguien que gracias al deporte pudo salir de la calle y alejarse de las malas amistades, es Hugo, que tal vez de no haber tomado la decisión de entrenar, estaría como alguno de sus conocidos, metido en drogas o quizás hasta muerto. Es por eso que desea de‐sarrollar ese proyecto para ayudar a los jóve‐nes, pero siempre buscando la forma de que lo valoren y lo tomen en serio.
Esta frase se la diría al pequeño Hugo si pu‐diera tenerlo a su lado, aconsejando que siempre disfrute de los procesos que vive y que piense bien que si todo fuera sencillo, cualquiera lo haría, además que nunca debe de perder la emoción por cumplir metas. Actualmente Hugo cuida mucho sus relacio‐nes, es por eso que selecciona muy bien quien está a su alrededor, debido a que en el pasado algunos conocidos le decían “Es muy complicado, tal vez es momento de dejarlo”, mientra que sus amigos que verdaderamente la tuvieron difícil lo alentaban y le decían “Eso no es nada, tu puedes lograrlo”, haciendo que recapacitara y pensará “Si él pasó por tanto y ha llegado hasta donde está, yo también pue‐do con lo que me está pasando”.
Tiene todo lo necesario para lograr lo que quiere, solo debe tener paciencia, seguir con su trabajo, estar enfocado y esperar que lo que ha sembrado, de frutos. Para Hugo la suerte es el resultado de la combinación del trabajo y la oportunidad, y no existe si alguna de las partes falta. Si llega la oportunidad y no estás listo, no funcionará y tampoco pasará si estás listo, no llega la oportunidad, te desesperas y desistes.
Hugo tiene un mantra de vida que siempre se re‐pite “Face your fears” (“Enfrenta tus miedos”) y lo aplica en todo. Cuando va a pelear le da miedo, porque sabe que los golpes son fuertes y que podrían pasar situaciones que no se desean, pero sabe que todo lo que él quiere, está detrás del miedo que va a enfrentar ese día. Hugo Hooligan Flores @hhooligan.mma @flow.res.brand

