HISTORIA DE MÉXICO
Omar Corona Cruz
PINACOTECA NACIONAL El inmueble donde se localiza es el antiguo Convento de San Diego, su construcci贸n data del a帽o 1591. En 1861 los frailes dieguinos establecieron en el convento.
se
En 1964 se establece la Pinacoteca Virreinal de San Diego y es inaugurada por el Presidente Adolfo L贸pez Mateos. En el 2000 se crea el Laboratorio Arte
Alameda El Laboratorio Arte Alameda se encuentra ubicado en el antiguo Convento de San Diego, cuya construcci贸n se inici贸 en 1591 por encargo de Mateo
de Maule贸n y su esposa Juana Arellano. Los frailes dieguinos se establecieron en este inmueble en 1861. En tiempos de la Reforma,
se ordenó la suspensión de los conventos y la exclaustración de los frailes. El edificio heredado sucesivamente y al pasar del tiempo se fraccionó creándose lo que en nuestros días son las calles de Colón, Balderas y Dr. Mora. En 1964, el presidente Adolfo López Mateos inauguró la Pinacoteca Virreinal de San Diego que albergaba una colección de obras
coloniales provenientes de la Academia de San Carlos, y que actualmente forma parte del acervo del Museo Nacional de Arte. En el año 2000, se redefine la vocación de este espacio, y se transforma en el Laboratorio Arte Alameda, dedicado a exposiciones y actividades de arte contemporáneo, con un enfoque especial en las expresiones producidas con soportes electrónicos y tecnológicos. Hoy en día el edificio que acoge al Laboratorio Arte Alameda, consta de seis salas o espacios claramente definidos: el atrio, la nave principal, la capilla de Dolores, el claustro bajo y el coro que conservan en gran medida su arquitectura original; además posee una sala anexa de construcción reciente
YO, LA PEOR DE TODAS
Yo, la peor de todas nos narra la vida de una mujer sobresaliente, Sor Juana Inés de la Cruz. Sor Juana es proyectada como una mujer intelectual que sigue sus ideales, que rechaza superficial, lo efímero, y que prefiere “poner (bellezas y) riquezas en su entendimiento / y no (su) entendimiento en las (bellezas y)
riquezas”. Esto se refleja con el hecho que Sor Juana que rechazo el matrimonio, la carne, y lo mundano, para llevar una vida intelectual, que de otra forma no habría podido conseguir. En un mundo totalmente masculino, el convento se convirtió en su único refugio, es su espacio donde podía cultivar su intelecto, su poesía y su amor por las ciencias. Sor Juana en el convento tenía la facilidad de estudiar, de escribir, y de vivir la vida intelectual que ella quería. En los muros del convento contaba con la protección de la Virreina María Luisa y su esposo el virrey, por lo cual la autoridad eclesiástica toleraba que
Sor Juana escribiera y estudiara. La película sugiere una amistad muy íntima entre Sor Juana y la virreina, en un dialogo entre las dos, la virreina le comenta a Sor Juana, “Eres más poeta que monja, mas monja que mujer.” Esta amistad inspiro a Sor Juana varios bellos poemas de amor, que la virreina disfrutaba leer. En la película predominan dos temas, el machismo de la época y la corrupción en las personas que tenían el poder. Al igual que aquellos que buscaban labrarse
fortuna en los palacios
Sor Juana escribi贸 la Respuesta a Sor Filotea de la Cruz en la cual se defiende de las acusaciones que le hacen. Y tambi茅n defiende a las mujeres y dice que son igual o mucho mejor que los hombres al
señalar: “Si Aristóteles hubiera guisado, mucho más hubiera escrito.” Al final, ya cuando muchos de sus seres queridos habían muerto, y sus pertenecías más queridas le habían sido arrebatadas, Sor Juana hace una autocrítica en la cual se ve acabada física y espiritualmente en esta declara ser la peor de todas, sin embargo, en lo efímero que es la vida, con el paso del tiempo se convirtió en la mejor de todas, nos dejó lo que ella más apreciaba, su intelecto, sus poesías, sus ideas innovadoras y estas si son para siempre.
EL VESTIDO EN EL VIRREINATO Las mujeres usaban largos vestidos de seda o brocado, con armaz贸n (guardainfante o miri帽aque) con grandes escotes, cintura estrecha, faldas con volados y cintas de encaje, de un solo
color, adornados con hilos de oro o plata. Peinetones, velos, mantillas, abanicos.
Las de clase baja, vestidos largos, amplios, de colores oscuros de algodĂłn. Los hombres, pantalones ajustados, chaquetas cortas o militares, con adornos segĂşn su rango, camisas con puĂąo s de encaje o puntillera
Los campesinos, bombachos y camisas sueltas de algod贸n.
EL HUIPIL En México se usa en cada rincón del país, como en Puebla, Querétaro, y lugares de la Huasteca. En la Península de Yucatán, particularmente en el estado de Yucatán, al traje típico para la mujer se le llama huipil. En su forma más
elaborada, forma el huipil parte de un terno (vestido que consta de tres partes): jubón, fustán y el propio hipil. El huipil o hipil es generalmente un vestido blanco, de la misma dimensión desde arriba hasta abajo, cosido lateralmente, con dos aberturas para los brazos y una más en forma rectangular para la cabeza. El cuello y mangas así como en la parte inferior el vestido está
decorado con motivos de gran colorido, generalmente bordados. Debajo del hipil, en el caso de YucatĂĄn, se usa una enagua larga y amplia llamada fustĂĄn, que generalmente tambiĂŠn lleva bordada la parte inferior.
IMPRENTA EN MEXICO La primera imprenta en América fue establecida en 1539, en la capital de la Nueva España, a pocos años de la conquista de Tenochtitlan. Dichas gestiones para su establecimiento fueron realizadas por el obispo fray Juan de Zumárraga y el virrey don Antonio de Mendoza.
En el desarrollo y evolución de la imprenta la Iglesia jugó un papel muy importante y a la vez contradictorio pues mientras a través de la Inquisición se prohibía la circulación de determinadas obras, obispos y misioneros promovían la introducción de la imprenta en el Nuevo Mundo y la edición de libros para evangelizar a los indios, como biblias, misales y otros textos religiosos.
Otras razones poderosas para introducir la imprenta en el México fueron la necesidad de imprimir trabajos burocráticos de la colonia española así como impresos educacionales. Estos acontecimientos ayudan, a entender y explicar el fenómeno de la imposición de los valores hispánicos sobre la población indígena y la transculturación europea, lo cual aclara el proceso formativo de la cultura en México. Juan Pablos de Bresca, Italia, fue quien estableció la primera imprenta en México, con su oficial, Gil Barbero, y un ayudante en la llamada "Casa de las Campanas", en la esquina de las actuales
calles de Moneda y Lic. Verdad, como representante de Juan Cromberger, impresor alemán radicado en Sevilla. Cromberger había obtenido el privilegio y la merced de Carlos V de ser el único autorizado para imprimir y vender libros en estas tierras. El 12 de junio de 1539 Juan Pablos firmó un contrato con Juan Cromberger para trabajar la imprenta, el cual establecía, entre otras cosas, que
las ediciones salidas de las prensas de la Nueva España ostentarían la leyenda "en casa de Juan Cromberger" durante diez años, lo que explica la ausencia del nombre de Juan Pablos en su primeras ediciones y, sólo hasta 1546, ya muerto Cromberger (1540), tras varias gestiones, estampa su nombre en los libros que edita. Concluido su contrato con Cromberger, Juan Pablos solicitó y obtuvo del Virrey de Mendoza el privilegio exclusivo para imprimir en la Nueva España. Históricamente corresponde a Juan Pablos el honor de ser el primer impresor de México y de América.