HISTORIA DE ÉXITO PROYECTO MEJORAMIENTO DE CUENCAS COSTERAS Y MEDIOS DE VIDA
Amigos del Manglar: Buena gobernanza para la conservación y el manejo conjunto de las áreas protegidas Con la siembra de candelilla y creación de viveros de mangle rojo, mujeres, hombres y jóvenes de Nacaome y Alianza se unen para reforestar y restaurar la Bahía de Chismuyo en Honduras.
“Yo me uní a la campaña de reforestación por el estado en el que se encuentra el manglar; está totalmente deforestado por personas que cortan madera y la utilizan como negocio; y dueños de playa que están ampliando y lo están talando. Nosotros somos pescadores y de ahí depende nuestra familia, del manglar, de ahí traemos nuestro alimento diario. El manglar nos proporciona oxígeno y alimento, y alberga todo tipo de especies: aves, mapaches, curiles y los pescados. El manglar siempre ha estado, siempre ha existido, si el manglar está bien las personas estamos bien. Si nos unimos las 3 comunidades podemos restaurarlo, podemos luchar para poder volver el manglar totalmente restaurado. Es muy hermoso ver entusiasmo, la alegría de las personas en el momento de sembrar, tomar conciencia del daño que está sufriendo el manglar, y hacer algo. Así como nosotros necesitamos del manglar, el manglar necesita de nosotros, es de donde nosotros sobrevivimos”. José Mendoza Matamoros, presidente Consejo Consultivo Comunitario (COCOCO) de Playa Grande, La Brea y Agua fría y coordinador de la campaña de reforestación.
DE LA CUENCA A LA COSTA
Un grupo de 101 personas de 4 comunidades de la Bahía de Chismuyo (La Brea, Playa Grande, Estero y Llano Largo) reconociendo la importancia del manglar como un ecosistema único, complejo, que es fuente de vida, protección y sustento para sus comunidades, se unen a la iniciativa “Amigos del Manglar”, para poner sus esfuerzos al servicio de la conservación del manglar y del manejo conjunto de las áreas protegidas.
Su meta: Aprovechar el periodo de maduración de la candelilla (semilla de manglar rojo, Rhizophora mangle), recolectarla y embarcarse a una campaña de reforestación que involucra a mujeres, hombres y jóvenes de las comunidades para garantizar la conservación del manglar. Rhizophora mangle fue la especie seleccionada ya que es la más depredada, por su gran valor para usos de construcción y leña. El proceso de capacitación a las comunidades es liderado por el Comité para la Defensa y Desarrollo de la Flora y Fauna del Golfo de Fonseca (CODDEFFAGOLF) con el apoyo del Instituto de Conservación Forestal de Honduras (ICF) enmarcado en las acciones del proyecto Mejoramiento de Cuencas Costeras y Medios de Vida. El primer paso es aprovechar los espacios de gobernanza existentes para fortalecer las capacidades de las comunidades, incentivando su liderazgo y apostando por la gestión comunitaria en pro de la conservación de los recursos y el manejo conjunto de las áreas protegidas es por eso que se han reforzado tres (3) Consejos Consultivos Comunitarios Forestales (COCOCOS): Fotografías: Wanda Villeda / UICN
"El Conchal" que cuenta con 23 líderes de las comunidades de Calicanto, Muruhuaca, La Ceiba, Llano Largo, El Conchal Playa Grande y Valle Nuevo; "El Estero", con 26 líderes de la comunidades de San Pedro Calero, El Estero, El Cubulero y Aceituno; y "Chismuyo" con 28 líderes de las comunidades de Playa Grande, Agua Fría and La Brea. Los miembros de estas estructuras reciben capacitaciones y empiezan a planificar acciones que los ayude a consolidarse como comunidad y además les permita ayudar a recuperar el manglar, de ahí nace la acción “Amigos del Manglar”. Acciones de capacitación y preparación se llevan a cabo para estar listos en la temporada de Agosto y Septiembre, que es cuando la candelilla alcanza su punto máximo y ya madura, puede ser recolectada para empezar las jornadas de reforestación. Los y las participantes reciben capacitación en técnicas de reforestación, definen los espacios de acción haciendo uso de datos georeferenciados que proporciona el Instituto de Conservación Forestal y se empiezan a preparar para esta jornada, que dura aproximadamente un mes. Grupos de recolectores y recolectoras de candelilla, y de reforestadores son conformados, así como de coordinadores de grupos, quienes van definiendo rutas, y horarios de trabajo.
“Primero solo éramos 19 personas, nosotros ya hacíamos lo de la candelilla, pero con la capacitación de Coddeffagolf empezamos a aprender a hacerlo bien y aprender más a cómo hacer el seguimiento y como cuidar esas cincuenta hectáreas que tenemos reforestadas en este sector. Soy miembro del Consejo Consultivo, conocemos el manglar, sabemos que tenemos canechos, pescados, y que con estas actividades el medio ambiente está más protegido, el aire que nosotros recibimos es más puro, más limpio y por eso nosotros nos organizamos como Cococo para hacer la reforestación. Si el mangle esta deforestado ¿cómo podemos llevarle alimento a nuestras familias? Nosotros dependemos de allí, esa es nuestras fuente de trabajo como comunidades”. María Santiago Martínez, coordinadora de la campaña de reforestación en la comunidad de Playa Grande. Existe un vínculo estrecho entre los medios de vida y el manglar en la Bahía de Chismuyo. Los pescadores lo conocen muy bien ya que ellos dependen directamente de la salud del manglar para sobrevivir y obtener bienes y servicios derivados del mismo.
“Trabajamos bien felices, contentos, con personas que nunca habíamos hablado en nuestra comunidad ahora ellos comparten con nosotros y nos dicen: cuando vamos a ir otra vez, estamos esperando, vamos a regalar más días para reforestar, ya que es un beneficio para todos los que lo necesitamos”. María Santiago Martínez, coordinadora de la actividad de restauración en la comunidad de Playa Grande. Durante la campaña de reforestación, se plantaron 283, 140 candelillas, y se establecieron 3 viveros con 8,200 candelillas, que se esperan sembrar el próximo año. Según datos proporcionados por el Instituto de Conservación Forestal se plantaron 44.2 hectáreas durante la actividad en el manglar que comprenden las comunidades de La Brea, Playa Grande, el Estero, y Llano Largo. La participación activa de 101 personas, 42 hombres, 23 mujeres y 33 jóvenes durante la actividad, así como el fortalecimiento de las estructuras de gobernanza y las actividades de educación ambiental, se convierte en la primera integración de las instancias de gobernanza que abonan a la restauración del manglar para el proyecto, afianzando el vínculo entre las personas y comunidades para conservar el manglar y las áreas protegidas.
“Yo me uní a esta campaña de reforestación porque para nuestras comunidades es importante reforestar las áreas que están más dañadas y nos sirve como ejemplo para seguirle enseñando a nuestra niñez la importancia de cuidar la Bahía de Chismuyo. Amo mi zona, es importante cultivar y mantener nuestra área bella. Con esta acción ganamos todos: cuidamos el manglar, se obtiene un trabajo para las personas de la zona ayudándoles con ingresos, y se les enseña a las comunidades la importancia de la reforestación y del cuidado de la Bahía de Chismuyo. Cómo miembro del consejo consultivo es una de las experiencias más bonitas que pudimos obtener, porque la verdad se pudo ver a las comunidades trabajar en si por el mismo fin” Dalila Rubí, Guardarecursos, Bahía de Chismuyo.