HISTORIA DE APRENDIZAJE PROYECTO MEJORAMIENTO DE CUENCAS COSTERAS Y MEDIOS DE VIDA La diversificación de la producción como una apuesta para mejorar los medios de vida, el medio ambiente y la conservación de la biodiversidad en la zona baja de la cuenca Goascorán Will Cárcamo es un productor de Alianza, Valle quién tiene su producción a 2 km de los manglares de la Bahía de Chismuyo en Honduras , y a unos 400 metros de varias quebradas. Y aunque toda su vida ha conocido el manglar, es hasta ahora con la intervención del proyecto Mejoramiento de Cuencas Costeras y Medios de Vida que reconoce la importancia de los manglares y el daño que una producción sin conciencia ambiental puede producir en ellos y las personas que dependen directamente de él.
“La experiencia en el proyecto ha sido buena, porque ha hecho cambiar de mentalidad en los temas de cómo involucrarnos para ayudar a mantener los recursos naturales. Ahora sé cómo se puede contribuir para no dañar los animales, los árboles y el agua que conduce al río”.
DE LA CUENCAfinancieros A LA COSTA Las Cajas Rurales son sistemas que se basan en la organización comunitaria y que fomentan el ahorro y crédito comunitario para la mejora de los medios de vida de las familias, que promueve la organización co-implementadora Funder en la zona, y es mediante el proyecto Mejoramiento de Cuencas Costeras y Medios de Vida que por primera vez le apuesta a integrar el componente ambiental, incluyendo un componente de responsabilidad ambiental dentro de sus estatutos, con actividades ambientales que ayuden a conservar la biodiversidad y que definen sus propios miembros. El proyecto en este momento cuenta con 592 socios (342 hombres y 250 mujeres, integrando 85 jóvenes) en las diferentes Cajas Rurales y agro negocios en El Salvador y Honduras.
Mediante una serie de capacitaciones en administración y gestión para las Cajas Rurales, y buenas prácticas agrícolas como el manejo adecuado de envases plásticos vacíos, la diversificación de productos agrícolas, descartando el uso de productos químicos de etiqueta roja, recolectando material reciclable y aprovechándolo, y sobre todo generando empleo para los jóvenes que han estado vinculados a la tala del manglar e insertándolos en las actividades agrícolas que se generan con los agro negocios. “ La mejora con el medio ambiente han sido las prácticas de recolección de basura y botes vacíos de químicos, esto nos está ayudando a colaborar un poco en no contaminar el agua que conduce al Rio Goascorán. Ahora que conozco los daños que se le hacen al manglar, estoy colaborando en no comprar madera a los jóvenes que se han dedicado a esa actividad, y a varios de ellos los he dado empleo tanto en el cultivo de calabaza y plátano al principio costaba encontrar empleados para realizar actividades de producción, pero ahora que el proyecto está en nuestras comunidades se está haciendo”.
““Mi experiencia ha sido buena porque a nosotros los jóvenes nos están dando la oportunidad de capacitarnos y participar, en varias actividades como en el caso del manejo de basura y recipientes que han sido utilizados para aplicar productos químicos. Con el proyecto hemos recibido capacitaciones de buenas prácticas agrícolas donde aprendimos a realizar actividades sin causar problemas a la naturaleza. Ahora que se ha creado más empleo en la zona he decidido quedarme y no embarcarme, y nos hemos incorporado varios jóvenes a trabajos sanos como es la agricultura y ganadería”. Kevin Cárcamo, hijo de don Will.
Sin duda el reto del proyecto ha sido empezar a posicionar el tema de la conservación de la biodiversidad y enseñar su importancia para las poblaciones, sobre todo aquellas que no dependen directamente del manglar. El departamento de Valle en Honduras es uno de los más pobres del país, dónde el tema principal para quienes viven ahí es tener actividades económicas que los ayuden a sobrevivir, la tasa de migración es alta, así como la vulnerabilidad. La tala de leña de manglar para consumo doméstico y venta es una realidad, así como la sobrepesca que no permite la reproducción adecuada de los peces, resultando en una explotación inadecuada de los peces en el manglar. Es por eso que se han integrado espacios de sensibilización y capacitación a los miembros para que puedan entender que es posible disminuir la presión que se genera a los ecosistemas realizando buenas prácticas agrícolas e implementando acciones que fomente la conservación de los mismos. Iniciativas como las de los agros negocios y la diversificación de plantaciones se vuelven una oportunidad para llamar la atención y ofrecer a los pobladores una opción para mejorar sus medios de vida y poder unirlo estrechamente a la conservación de los ecosistemas.
Para el mismo Funder, esta experiencia se está convirtiendo en un aprendizaje, retándolos a ir incluyendo y desarrollando más estrategias en sus capacitaciones y seguimiento, que siga fortaleciendo el vínculo entre los medios de vida y la biodiversidad. Prueba de esto es que ya están diseñando una actividad con las comunidades de recolección de todos los envases de agroquímicos que se utilizan en actividades agrícolas cerca de los manglares en Honduras, y donándolos al programa Campo Limpio de la empresa Crop Life para su reciclaje. El reto sigue siendo crear mecanismos que aporten a estrechar el vínculo entre la producción, los medios de vida y la conservación del manglar que sean sostenibles más allá de la intervención del proyecto.
“Cuidar el Manglar es muy importante y es bueno conocer los lo que nos da y nos obliga a protegerlo”. Will Carcamo
Fotografías: FUNDER Carlos Palma y Wanda Villeda / UICN