FORESTERIA COMUNITARIA Y CAMBIO CLIMATICO
FORESTERÍA COMUNITARIA La Forestería Comunitaria es una vía para propiciar el desarrollo de las comunidades rurales, donde a partir del uso responsable y sostenible del bosque éstas generan beneficios económicos, ecológicos y sociales que contribuyen a mejorar su calidad de vida. Los dos grandes objetivos de la forestaría comunitaria son: El manejo sostenible del bosque en los territorios asignados y mejoramiento de las condiciones de vida de las comunidades rurales. LA FORESTERIA COMUNITARIA EN HONDURAS La ley forestal hondureña contempla que el Instituto de Conservacion y Desarrollo Forestal (ICF) debe fomentar la Forestería Comunitaria para lograr el “óptimo aprovechamiento de los recursos naturales, reducir la pobreza y elevar el nivel de vida de la población” (Art. 127). Las comunidades organizadas y acreditadas ante el ICF tienen el derecho preferencial para suscribir contratos de manejo forestal sobre los bosques nacionales, asignándoseles áreas forestales para que las manejen y estableciéndose los derechos y obligaciones (Art. 129).
El Programa “Adaptación al Cambio Climático en el Sector Forestal (CLIFOR)” financiado por la Unión Europea (UE), el Ministerio de Cooperación Económica y Desarrollo (BMZ) República Federal de Alemania y el Estado de Honduras, apoya al ICF a desarrollar procesos de Forestería Comunitaria para mejorar la situación de la población local en los aspectos social, económico y ambiental en bosques de tenencia nacional, ejidal y comunitaria, en las regiones forestales de Olancho, Yoro, El Paraíso, Francisco Morazán, Biosfera del Rio Platano y La Mosquita.
El fundamento de la Forestería Comunitaria contempla tres ejes estratégicos: 1. Manejo Integral del Bosque: El manejo del bosque debe garantizar su conservación y un aprovechamiento de todo su potencial, considerando que no solo es un productor de madera, sino que es fuente de diversos bienes y servicios de los cuales se obtienen beneficios económicos (madera, leña, subproductos maderables y no maderables), ecológicos (agua, suelo, clima, fauna) y sociales (belleza escénica, ámbito de vida, condiciones de salud, educación, integración comunitaria). 2. Desarrollo Humano Integral: Considerando que el fin último de la Forestería Comunitaria es mejorar las condiciones de vida de la población, se busca el fortalecimiento de las capacidades humanas para conducir sus procesos de desarrollo en forma autónoma. Esto permite valorar la organización comunitaria y estimular la participación efectiva y equitativa de hombres y mujeres. 3. Manejo Integral de Fincas: Asociado al manejo responsable del bosque, se impulsa el mejoramiento y la diversificación de la unidad de producción agrícola y agroforestal a fin de aumentar la disponibilidad de alimentos y generar excedentes para incrementar el ingreso familiar, mediante un cambien la cultura de la agricultura de subsistencia.
El proceso de forestaría comunitaria pasa por al menos las etapas siguientes: Organización Comunitaria (Social y Productiva) Inscripción en el Sistema Social Forestal del ICF (mediante un expediente que incluye la personería jurídica) Asignación de área forestal mediante la suscripción de un Contrato de Manejo Forestal Comunitario Preparación y Aprobación de Plan de Manejo Operativo Forestal Ejecución del Plan de Manejo Forestal y del Plan Operativ Mejoramiento de la Agricultura y establecimiento de Sistemas Agroforestales / Silvo pastoriles Producción y comercialización de productos y subproductos forestales (maderables y no maderables) y productos agrícolas Implementación de proyectos productivos y comunitarios Las organizaciones agroforestales realizan las siguientes actividades: Protección forestal, viveros forestales, reforestación, prevención y combate de incendios, aprovechamiento de madera en rollo, aserrío, ebanistería, extracción de resina (pino y liquidámbar), producción de carbón, leña, astillas de ocote, artesanías, mejoramiento de la producción agrícola, etc., contribuyendo a la generación de empleo e ingresos en las comunidades asentadas en áreas de vocación forestal.
El Programa CLIFOR se implementa desde el año 2014 y se tiene previsto que concluirá el año 2018 considerando la meta de incorporar a la forestaría comunitaria 550,000 hectáreas de bosque mediante al menos 30 nuevos contratos de manejo forestal comunitario; es decir, beneficiando a 30 organizaciones comunitarias. Hasta diciembre del 2016 se suscribieron 25 contratos con 93,231 hectáreas en bosque nacional, 11 contratos con 35,081 hectáreas en bosque ejidal y 4 contratos con 141,572 hectáreas en bosque comunitario, para un total de 40 contratos con 269,884 hectáreas en las 6 regiones forestales del área de intervención del Programa; estos contratos fueron suscritos entre el ICF (bosque nacional), Municipalidades (bosque ejidal) y Consejos Territoriales Indígenas (bosque comunitario) con las Organizaciones Agroforestales (cooperativas y asociaciones de productores), beneficiando a 9,620 familias. Otros 12 procesos de forestaría comunitaria están en un estado de avance importante que también pasaran por la suscripción de contratos de manejo forestal comunitario. 24 áreas asignadas (con contrato de manejo) cuentan con planes de manejo que han sido elaborados con el apoyo del programa CliFor y en otras 16 áreas están elaborándose. Además, con el apoyo del programa 25 organizaciones agroforestales han sido beneficiadas con iniciativas productivas mediante el mecanismo de subsidio local orientadas al mejoramiento de la agricultura, sistemas agroforestales, sistemas silvo-pastoriles y otros rubros con visión empresarial y enfoque de género. El fortalecimiento de las capacidades de las organizaciones y la implementación de procesos productivos también están siendo apoyados a través de subvenciones con fondos del programa
CAMBIO CLIMÁTICO El cambio climático es una realidad en Honduras, manifestándose ya en el aumento de la temperatura media anual y la concentración de la precipitación en menos tiempo. En el contexto de la forestería comunitaria la adaptación al cambio climático es relevante por dos razones:
1. “Adaptación para el bosque y sus comunidades”: El cambio climático afecta al bosque y los medios de vida de sus comunidades, ocasionando p.ej. la intensificación de sequías, inundaciones, plagas e incendios forestales. A través de la adaptación se busca reducir los impactos negativos resultantes del cambio climático (y aprovechar nuevas oportunidades).
2. “Bosque para la adaptación”: El manejo sostenible del bosque no solo sirve el ecosistema, sino contribuye a la adaptación al cambio climático de las comunidades y sus medios de vida, p.ej. favoreciendo la conservación de suelos y agua. De hecho a través de sus servicios eco-sistémicos el bosque puede apoyar la adaptación de otros sectores, incluyendo el sector agropecuario.
La Estrategia Nacional de Cambio Climático de Honduras prioriza “Bosques y biodiversidad” como uno de siete áreas de incidencia para la adaptación al cambio climático. Entre sus lineamientos estratégicos menciona la reforestación, la prevención de plagas e incendios así como el manejo forestal sostenible a través de las comunidades. Además presenta varios lineamientos relacionados con el sector agropecuario y el sector agua. El programa CLIFOR reconoce esta interrelación de la adaptación al cambio climático y la forestería comunitaria bajo su marco lógico: “La vulnerabilidad frente al cambio climático y la presión en los recursos forestales está reducida gracias a la implementación de la forestería comunitaria, de los sistemas agro-forestales (SAF) y silvopastoriles (SSP) en las zonas de intervención.” Los actores claves de liderar la adaptación al cambio climático en la forestería comunitaria son los actores locales, generalmente representados por sus organizaciones comunitarias y municipales. El programa CLIFOR busca de promover la toma de decisiones colectivas e informadas, fortaleciendo a estos actores locales como protagonistas de su desarrollo. Los actores claves de facilitar los procesos de adaptación al cambio climático en la forestería comunitaria son los técnicos regionales del ICF y otras organizaciones a nivel regional. CLIFOR fortalece sus capacidades en el uso de metodologías participativas para la planificación e implementación de medidas de adaptación. Los actores claves de desarrollar el marco normativo y apoyar su implementación son los representantes de ICF, SERNA, SAG y COPECO a nivel nacional. Por lo tanto CLIFOR fomenta la comunicación entre los diferentes niveles que es indispensable para asegurar una adaptación coordinada y efectiva.
Todas las fotografias son parte de la galeria de imagenes del proyecto CliFor