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Elecciones legislativas 2021: las condiciones y posturas en el hoy candente

Raúl Arlotti Profesor de la carrera de Ciencia Política, Gobierno y Administración y miembro del Centro de Estudios Internacionales de la Universidad de Belgrano (CESIUB).

El panorama sobre el que caminamos a las elecciones de medio término es sobradamente conocido: una pandemia de resolución incierta, aguda crisis económica, desinversión, significativo aumento de los niveles de pobreza e indigencia, desocupación, inflación e inseguridad. Inmersos en tal paisaje algunos gobernadores han expresado que están de acuerdo con suspender, por única vez, las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO). Los argumentos que se hacen escuchar para la no realización son fundamentalmente dos. Uno es aquel que refiere a evitar aglomeraciones para que no se multipliquen los contagios por coronavirus. Frente a esto se han pensado otras soluciones antes de la suspensión, entre ellas que se lleven a cabo durante más de un día y con protocolos rigurosos. El otro contagios por coronavirus. Frente a esto se han pensado otras soluciones antes de la suspensión, entre ellas que se lleven a cabo durante más de un día y con protocolos rigurosos. El otro argumento descansa en los costos que demandarían.

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si se extiende el descontento social frente a las dificultades que muestra el gobierno en el manejo de la actualidad de pandemia y crisis, la oposición podría encontrar un espacio para acrecentar su presencia y potenciar sus posibilidades con vistas a las elecciones de 2023.

Hace pocos días, el gobernador de Catamarca, uno de los que se oponen, dijo: “Son una encuesta muy cara”. Lo cierto es que la primaria costaría, esta vez, aproximadamente 535 pesos por votante, la mitad del presupuesto que el Poder Ejecutivo envió al Congreso para las dos elecciones del año: 17.171.091.891 pesos. Más allá de las discusiones alrededor de sí o no a las PASO, sea por la pandemia o el costo, el calendario electoral señala el 8 de agosto como fecha para las primarias y el 24 de octubre para las legislativas. Se reinstala una discusión sobre las primarias, pero más allá de las posturas, PASO sí o PASO no, lo cierto es que la última palabra la tiene el Congreso, sobre quien recae la responsabilidad de efectuar modificaciones en el funcionamiento electoral.

En el 2021 se renuevan 127 escaños en la Cámara de Diputados y 24 senadores de acuerdo a lo que establece la Constitución Nacional. Territorialmente, los números de la renovación de los diputados es la siguiente: 35 por la provincia de Buenos Aires; 13 por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires; 9 por Córdoba y en igual número por Santa Fe; Entre Ríos y Mendoza, 5 cada una; Chaco y Tucumán, 4; por su parte, Corrientes, Misiones, San Luis, San Juan, Santiago del Estero, Catamarca, Salta, Jujuy, La Pampa, Neuquén y Santa Cruz eligen 3 cada una, mientras que Formosa, La Rioja, Río Negro, Chubut y Tierra del Fuego deben elegir a 2 diputados cada una. En cuanto a las provincias que deben votar para cumplir con la renovación de un tercio de la Cámara de Senadores, son las siguientes: Catamarca, Chubut, Córdoba, Corrientes, La Pampa, Mendoza, Santa Fe y Tucumán.

En la Cámara Baja, el Frente de Todos, que es la primera minoría con 119 bancas, somete a elección a 51 de los componentes de su bloque. La segunda minoría, Juntos por el Cambio y sus aliados renuevan 60 de sus 116 bancas, de las cuales 26 pertenecen al PRO, 7 a la UCR, 7 a la Coalición Cívica y 1 al Frente Cívico y Social de Catamarca. El Interbloque Unidad Federal para el Desarrollo, que tiene ocho escaños, pone en juego 6 de ellos. El Frente de Izquierda lleva a la disputa sus dos bancas, y el Movimiento Popular Neuquino, hoy aliado al Frente de Todos, renueva la suya.

La gran batalla, una vez más, se librará en la Provincia de Buenos “ Aires, territorio donde es muy fuerte la Vicepresidenta de la Nación ”

En la Cámara de Senadores, el Frente de Todos y sus aliados, que hoy cuentan con 43 bancas, pone en juego 15 de ellas. Mientras, Juntos por el Cambio y sus aliados exponen 9 de sus 29 asientos. Un dato a tomar en cuenta es que en esta Cámara el Frente de Todos tiene un marcado predominio, con una diferencia de 13 senadores a su favor, que le permite alcanzar quórum propio.

Un dato a tener en cuenta

La ONG Transparencia Electoral elaboró un mapa de la competitividad electoral subnacional en nuestro país, en base a un índice de rotación de las fuerzas políticas. El resultado lleva a calificar a las provincias según cuatro grandes categorías de competitividad; a saber: muy alta, alta, moderada y baja. Aplicando tal índice a las provincias que elegirán senadores en 2021, resulta que Catamarca y La Pampa tienen una competitividad baja; en Chubut, Córdoba, Corrientes y Santa Fe se considera moderada, mientras que Mendoza figura con una alta competitividad. Si se toma en cuenta esta metodología para realizar una lectura, este indicador muestra como probable que en las elecciones de senadores no se producirían grandes cambios y que la mayoría en esa cámara seguiría siendo similar a la actual.

Para estas elecciones de medio término, el oficialismo aspira a lograr la mayoría en la Cámara de Diputados y mantener el marcado predominio que hoy tiene en el Senado. Por su parte, la oposición, concentrada en Juntos por el Cambio, buscará impedir que el Frente de Todos y sus aliados en la Cámara Baja alcancen o superen el mágico número 129, que les daría el poder que significa contar con los miembros necesarios para asegurar la convocatoria a sesiones con sus propios diputados. En el Senado, su lucha se orientará a no perder representantes, y más aún, poner todo el esfuerzo para sumar alguna banca, pues perder espacio desdibujaría su presencia como fuerza política competitiva para las elecciones pesidenciales del 2023.

Salvo contadas excepciones -aunque algunas resonantes-, las elecciones de medio término convalidan a los oficialismos, dado que el peso político de los gobernadores les permite alcanza a sus fuerzas políticas alzarse con las victorias. Esto sucede, buena medida, porque los oficialismos provinciales cuentan con los recursos y suelen beneficiarse con el apoyo, tanto material como simboloco, del gobierno nacional. Desde esta mirada, para el 2021, oficialismo cuenta con ventaja; y la gran batalla, una vez más, se librará enla Provincia de Buenos Aires, territorio donde es muy fuerte la Vicepresidenta de la Nación.

Si bien las elecciones de medio término no suelen producir “eventos históricos”, es decir acontecimientos con capacidad de alterar significativamente las estructuras políticas, las de 2021 bien podrían serlo, puesto que, por un lado, si el oficialismo logra dejar de ser la primera minoría y alcanza la mayoría en la Cámara de Diputados, seguramente, una parte importante de ese oficialismo se lanzaría al objetivo de producir los cambios que, desde su perspectiva ideológica, no han logrado hasta ahora. Por el otro lado, si se extiende el descontento social frente a las dificultades que muestra el gobierno en el manejo de la actualidad de pandemia y crisis, la oposición podría encontrar un espacio para acrecentar su presencia y potenciar sus posibilidades con vistas a las elecciones de 2023.

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