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Cuando la Política de Estado es evitar firmar y/o ratificar acuerdos internacionales para proteger nuestra pesca ¿Quién se queda con el vuelto?
Roberto V. MATURANA
Oficial de Marina Mercante Investigador.
En junio 2023, la Jefatura de Gabinete ante el Congreso Nacional, en un Informe, expuso las ficciones del Estado Argentino en la supuesta lucha contra la depredación pesquera, negociada con China, España y Corea del Sur.
Nuestros funcionarios en ese Informe reconocen que con esos estados, que pescan ilegalmente, mantienen conversaciones para simular que cooperan en la conservación de los recursos: con China, afirman que dialogan fluidamente, porque han formado un Subcomité de Pesca Argentina-China que funciona desde el 2010 y formarán una Subcomisión para Asuntos Oceánicos, Antárticos y de Conservación; con España, han firmado un Plan Estratégico y una Declaración; y con Corea están explorando un diálogo. Acciones, ninguna.
Saben que subsidian la pesca ilegal, pero en el Informe se escudan con que Argentina en el 2022 ha firmado el Acuerdo de las subvenciones a la Pesca de la Organización Internacional del Comercio (OMC). Este Acuerdo prohíbe se subvenciones a la pesca depredatoria para sostener el desarrollo de la economía azul en el que han participado activamente. Lo que no informan es que no han depositado aun aun el instrumento de aceptación que sí han depositado otros países. Los países que sí lo han depositado resultan:
No es el único acuerdo que Argentina firma y no ratifica. En 1995 los funcionarios de turno firmaron el Acuerdo de las poblaciones de peces para la conservación a largo plazo del aprovechamiento sostenible de la Organización de las Naciones Unidas. Tampoco Argentina ratificó el Acuerdo de medidas del Estado rector del puerto (AMERP) de la Organización de la Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) vigente desde el 2016, por lo que carece de facultades de control a buques pesqueros extranjeros. Este acuerdo está vinculado al Convenio de Trabajo en la pesca Nº 188 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), también firmado por la Argentina que establece estándares básicos y condiciones de trabajo decentes en la pesca comercial.
Está en riesgo el patrimonio alimentario pesquero nacional que se negocia en silencio
Esos instrumentos tan importantes para el ordenamiento de capturas sus controles biológicos, y el trabajo al menos decente a bordo de buques pesqueros, crean un andamiaje de legislación internacional clave para Argentina como país ribereño. Nos darían herramientas para combatir la pesca depredatoria y el trabajo esclavo, que no podemos aplicar. Sin ratificación, si un barco depreda y/o esclaviza a la tripulación, Argentina nada puede hacer.
Se explica por qué China, España y Corea además de piratas, no reconocen nuestra soberanía en el Atlántico Sur. Pescan en la milla 201, pescan en Malvinas con permisos de pesca ingleses y en el resto del Mar Argentino, con permisos de pesca argentinos que no se les quitan, a pesar que la Ley Federal de Pesca lo ordena. Sus capturas que superan los 3000 millones de usd al año y con nuestros recursos generan dumping en los mercados del mundo. Pescan el tan preciado calamar Illex indispensable para la dieta asiática como la codiciada merluza negra, hokki, meros, pez luna etc. En el Congreso tenemos dos comisiones responsables de la pesca depredatoria que recibieron el Informe mutis. En silencio se mantiene la posibilidad del feed.
Están conformadas por ¡50 legisladores! MARIANA ZUVIC es la presidente de la Comisión de Intereses Marítimos, Fluviales, Pesqueros y Portuarios y ALFREDO ANGELICI es el vicepresidente de la Comisión Unicameral de Agricultura, Ganadería y Pesca. A ninguno se le ocurrió ni una medida concreta para evitar dilapidar recursos que podrían terminar con el hambre en nuestro país. ¿Qué hacen? Presentan por ejemplo un proyecto de ley para “declarar de interés de la Honorable Cámara la 20º celebración del día nacional de los intereses argentinos en el mar”, pero sin denunciar ante la FAO que tiramos al mar millones de pescados que podrían comerse. O un proyecto para la “gestión ambiental de residuos de artes de pesca” sin denunciar a los armadores amigos tiran todo al mar, y siendo que está prohibido tirar cualquier basura y contaminante porque rigen los con -