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Las bombas listas para estallar

Richard Leslie RAMSAY

Editor | Director Revista Desafío Exportar

Comienza el mes de septiembre y debemos ponernos la ropa de amianto para soportar el calor de las luchas políticas por conseguir los votos necesarios para que uno sea ungido presidente de la Nación.

Los cantos de sirena atronarán prometiéndonos el Paraíso negado. Negado por los mismos incendiarios que ahora nos van a prometer las mieles de la felicidad si los votamos.

El tema se va a dirimir entre dos candidatos que con matices piensan bastante parecido, Excluimos a Sergio Massa, ya que no sabemos cuál Massa es el que se va a presentar; el de la mañana, la tarde o de la noche. Sus opiniones varían según va girando el sol.

El Massa que combatirá a La Cámpora, el que sostiene que Cristina Fernández viuda de Kirchner debiera estar presa por corrupta y ladrona, o el Massa que se arrodilla ante Cristina y acepta todas sus órdenes. ¿Mutó antes o mutó ahora?

Es el presidente de la Nación Alberto Fernández, virtual desde hace un año, ha conseguido unanimidad de criterio y bronca; defraudó a quien lo contrató para ser presidente, a sus creyentes votantes, a sus amigos, y hasta la oposición que, si bien no le ponían una sola ficha, esperaban un mejor desempeño. Los únicos que siguen creyendo en él son sus mascotas Dylan y Prócer. Su situación es análoga a una vaca en un poste; nadie entiende porqué está allí y para qué.

Pronuncia encendidos discursos que tienen menos repercusión de lo que tendría el de un presidente de la sociedad de fomento de Villa Fiorito.

Permanece ajeno a los problemas que sigue soportando la gente y sus discursos son seguidos por un par de cientos de personas juntada a la fuerza, a quien les promete el ministerio de la Felicidad, mientras está abriendo la puerta de calle para irse.

Mientras el presidente se entretiene paseando con Fabiola, Cristina Fernández sigue llenando de bombas cazabobos para que le exploten al gobierno entrante sea quien sea el que resulte electo.

Están llenando de militantes los organismos públicos a pesar de la opinión del FMI respecto de reducir el gasto público. Miles de amigos y militantes abordan a los distintos organismos del Estado, creados artificialmente, para cumplir con compromisos por un lado y engordar el Estado de inútiles que ingresan sin ningún tipo de capacitación ni para cumplir ninguna función útil. El ministro Massa sigue otorgando dinero fácil que incrementa enormemente el gasto y la inflación, que ya orilla la hiper. ¿Incapacidad o sumisión a Cristina Fernández para mantener el “populismo” pernicioso en el que estamos inmersos?

La solución está en volver al orden para crear un ambiente de confianza que atraiga a inversores nacionales y extranjeros, algo imposible con este gobierno o con Massa “el inflacionario” sucediendo a éste, ya que el sello “peronismo” auyentaría hasta los mismos peronistas.

El futuro es incierto y parafraseando a Winston Churchill ante la inminente guerra le pidió al pueblo inglés “Sangre, sudor y lágrimas” para afrontar la situación que venía.

Hagamos nuestro esas palabras que aunque no nos enfrentamos a una guerra hay que estar preparados a una alteración diaria del orden. Se va a necesitar mucha fuerza y decisión política para neutralizarlos.

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