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TRANSPORTE PÚBLICO, UNA DEUDA PENDIENTE
L
a precaria situación del transporte público en la ciudad de Mérida se hizo más evidente a partir de la pandemia del coronavirus, ya que una de las medidas impuesta por las autoridades fue reducir la movilidad ciudadana obligó a los permisionarios a reducir el número de unidades con las consecuentes afectaciones a miles de usuarios. La contingencia sanitaria puso al descubierto que el transporte público en Mérida tiene un alto costo social y económico, pues debido a la reducción en el número de unidades miles de usuarios tienen que emplear hasta dos horas en el traslado de sus casas a sus centros laborales y a lo que destinan una significativa parte del presupuesto familiar.
y también por suerte no hubo lesionados, solo daños materiales. En este siniestro estuvo involucrado un camión de la ruta de Mérida-Umán.
50 AÑOS DE REZAGO
Estudios de la Universidad Autónoma de Yucatán sobre el transporte público y vialidades en el primer cuadro de la ciudad de Mérida, revelan que este se ha deteriorado de manera gradual en los últimos 50 años. Estos datos indican que en promedio un autobús del servicio público supera con mucho la vida útil autorizada en el reglamento de transporte y un mínimo de éstos recibe mantenimiento constante.
Toda esta situación tuvo punto álgido a principios de este año, pues debido a la falta de mantenimiento derivó en dos unidades calcinadas, que por suerte solo reportaron daños materiales. El primero de estos percances se registró a principios de enero cuando un autobús de la empresa Minis 2000 fue presa de las llamas en el fraccionamiento Francisco de Montejo en el norte de la ciudad. A finales de este mes, otro autobús del servicio público de transporte se incendió está en la Av. Itzaes por 71 y 73
La falta de mantenimiento provocó dos unidades calcinadas.
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