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TRANSPORTE PÚBLICO, UNA DEUDA PENDIENTE

La precaria situación del transporte público en la ciudad de Mérida se hizo más evidente a partir de la pandemia del coronavirus, ya que una de las medidas impuesta por las autoridades fue reducir la movilidad ciudadana obligó a los permisionarios a reducir el número de unidades con las consecuentes afectaciones a miles de usuarios.

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La contingencia sanitaria puso al descubierto que el transporte público en Mérida tiene un alto costo social y económico, pues debido a la reducción en el número de unidades miles de usuarios tienen que emplear hasta dos horas en el traslado de sus casas a sus centros laborales y a lo que destinan una significativa parte del presupuesto familiar.

Toda esta situación tuvo punto álgido a principios de este año, pues debido a la falta de mantenimiento derivó en dos unidades calcinadas, que por suerte solo reportaron daños materiales.

El primero de estos percances se registró a principios de enero cuando un autobús de la empresa Minis 2000 fue presa de las llamas en el fraccionamiento Francisco de Montejo en el norte de la ciudad.

A finales de este mes, otro autobús del servicio público de transporte se incendió está en la Av. Itzaes por 71 y 73 y también por suerte no hubo lesionados, solo daños materiales. En este siniestro estuvo involucrado un camión de la ruta de Mérida-Umán.

50 AÑOS DE REZAGO

Estudios de la Universidad Autónoma de Yucatán sobre el transporte público y vialidades en el primer cuadro de la ciudad de Mérida, revelan que este se ha deteriorado de manera gradual en los últimos 50 años.

Estos datos indican que en promedio un autobús del servicio público supera con mucho la vida útil autorizada en el reglamento de transporte y un mínimo de éstos recibe mantenimiento constante.

La falta de mantenimiento provocó dos unidades calcinadas.

El Observatorio de Movilidad Sostenible de Mérida (OMSM) señala alrededor de 680 mil habitantes de Mérida dependen del sistema de transporte urbano y en promedio gastan 900 pesos mensuales per cápita por utilizar el servicio.

Cabe señalar que estos datos no incluyen a las cerca de 140 mil personas que se desplazan desde comisarías de Mérida y municipios conurbados, como Tixkokob, Seyé, Muxupip y Hunucmá.

La precaria situación del transporte público en la ciudad de Mérida se hizo más evidente a partir de la pandemia

SERVICIO DEFICIENTE

Con el inicio de las restricciones a la movilidad por el Covid-1, el Gobierno del Estado alejó del primer cuadro de la ciudad los paraderos durante más de un año. Actualmente, éstos se encuentran más cerca del centro, pero las unidades ya no transitan por el primer cuadro de la ciudad.

Sin embargo, datos de la Policía Municipal de Mérida indica que los problemas de vialidad continúan en el Centro Histórico, pues todos los días circulan unas mil 700 unidades del transporte público, y sólo algunas rutas disponen de terminales o utilizan casonas habilitadas como estacionamientos. A lo anterior se suma que, en 2019, no obstante, las precarias condiciones de las unidades de transporte urbano, los usuarios rechazaron un incremento en las tarifas, ya que consideran que el servicio es deficiente y la mayoría de las unidades presentan un grave deterioro, situación de la que responsabilizan a los permisionarios que se niegan a invertir en nuevas unidades.

Ante esta situación y por las unidades calcinadas, a finales de enero el Instituto de Movilidad y Desarrollo Urbano Territorial (IMDUT) de Yucatán retiró 15 unidades del servicio de transporte público de Mérida, por incumplir los estándares de calidad para prestar el servicio a la ciudadanía, ya que circulaban en pésimas condiciones, que representa un riesgo para sus usuarios.

Estas unidades pertenecen a las empresas Transportes Modernos S. A. de C. V., Minis 2000, Líneas Urbe, Unión de Camioneros de Yucatán y Camioneros Aliados, las cuales además presentaron falta de luces delanteras, defensas, fascias y guardalodos deteriorados o inexistentes, panorámicos rotos o astillados, así como pisos, puertas, ventanas y asientos.

VIDA ÚTIL AGOTADA

En cuanto a las condiciones de las unidades del transporte público, el Observatorio de Movilidad Sostenible de Mérida señala que las unidades han empeorado desde 2018, además que los permisionarios no notifican a la autoridad el proceso y periodicidad en el mantenimiento y de las citadas unidades.

Casi todas las unidades carecen de equipamiento para brindar servicio a las personas con discapacidad motriz, por lo cual muchos operadores se niegan a darles parada, así como lo hacen con estudiantes y adultos mayores.

Especialistas de la UADY indican que la antigüedad promedio de los autobuses que circulan en la ciudad es mayor de 20 años, en tanto que el reglamento establece que su vida útil debe de ser de 10 años, al igual que los colectivos conducidos por taxistas.

UN MEGA ESTACIONAMIENTO

El Instituto de Movilidad y Desarrollo Urbano Territorial en Mérida señala que en la capital operan unas 206 rutas de camiones, de las cuales 199 tienen su paradero en el Centro Histórico y las otras siete son circuitos en el interior de la ciudad.

Unas 2 mil 774 unidades cubren las rutas y 90 por ciento de éstas se estaciona en el Centro Histórico, las cuales son abordadas por usuarios que viajan a colonias y fraccionamientos.

La movilidad incluye a los municipios conurbados de Mérida, donde 13 por ciento de estos viajes se realizan al municipio de Kanasín, el 9 por ciento a Umán y un 7 por ciento a Conkal.

El Gobierno del Estado puso en operación el sistema de transporte "Va y Ven", el cual abarca todo el Anillo Periférico

Antes de la pandemia, casi todas las rutas de transporte urbano convergían en el primer cuadro del Centro Histórico de Mérida, lo que convertía a las calles en un mega estacionamiento de unidades del transporte urbano.

UN PRIMER INTENTO

La situación del transporte en Mérida es un asunto que las autoridades buscan resolver, por ello, en un primer intento y aunque no exento de críticas, el Gobierno del Estado puso en operación el sistema de transporte "Va y Ven", el cual abarca todo el Anillo Periférico.

Este sistema conecta a más de 120 colonias y 104 rutas de transporte que cruzan por el Periférico, y que beneficia a más de 144 mil habitantes.

Estas unidades cuentan un sistema de purificación de aire acondicionado similar al que se tiene en los aviones, el cual permite que cada 30 minutos se renueve el aire de adentro y se filtre hasta en un 99 por ciento de virus y bacterias, tecnología necesaria para cuidar la salud ante la pandemia.

CONCLUSIÓN

Autoridades y especialistas coinciden en que el transporte público en Mérida necesita un rediseño integral y no sólo habilitar más rutas y mejorarlas, sino que deben tener un enfoque de derechos humanos e igualdad en el servicio.

El largo tiempo de la pandemia y meses de confinamiento, las necesidades laborales y económicas que todavía afectan a muchos yucatecos demandan un mejor sistema de transporte, sobre todo ahora con la reactivación económica donde un gran porcentaje de personas no puede trabajar de manera remota.

El transporte público es el eje central de la movilidad urbana en Mérida, pues 47 por ciento de sus habitantes se mueven a través de él, por lo que un mejor servicio sigue siendo una deuda pendiente.

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