Libro V Premio de Arquitectura Ascensores Enor

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V Premio de Arquitectura Ascensores Enor

Gran Premio Enor Arquitectura Joven Galicia Castilla-León Madrid Portugal

2011



Presentación

Alcanzamos la quinta edición del Premio Ascensores Enor con la satisfacción de ver cómo se consolida su reconocimiento y su prestigio y capta la atención de un número importante de arquitectos que deciden aceptar el reto de la convocatoria y participan en el certamen. Buena parte de este éxito en la capacidad de convocatoria es mérito de los miembros de los jurados de cada una de las ediciones que ha habido hasta el momento. Su independencia, su rigor y su sentido de la responsabilidad, son los principales avales de nuestro premio. Nuestro agradecimiento tiene que ir, en primer lugar a todos los participantes, ya que son ellos quienes hacen posible cada edición de este premio y de este libro. Unas gracias que debemos hacer extensivas a todos cuantos han colaborado en el desarrollo de esta quinta edición del Premio Ascensores Enor y, muy especialmente, a los siete miembros del jurado: Ángela García de Paredes, João Luis Carrilho da Graça, Fernando Díaz-Pinés Mateo, Víctor López Cotelo, Moisés Puente, Carlos Quintáns Eiras y César Portela Jardón, conscientes de que su trabajo nunca es fácil y entraña una enorme responsabilidad. Cuando el Grupo Ascensores Enor puso en marcha su Premio de Arquitectura tenía claro que los principales objetivos de esta iniciativa eran premiar y difundir la mejor arquitectura que en cada edición se había realizado en la Península Ibérica. Tan importante lo primero como lo segundo. Y de esa labor de divulgación, se ocupa especialmente este libro. El libro que tienen entre manos reúne en sus páginas todo un catálogo de obras que representan la arquitectura de su tiempo Una arquitectura plural, heterogénea, de amplio registro en cuanto a soluciones defendidas por sus autores. Una arquitectura construida en años de transición entre una época de gran esplendor económico, el final de un ciclo expansivo, y uno de los momentos de más aguda crisis. No se trata tan solo de una crisis económica, es una crisis en todos los órdenes: social, cultural, político… La arquitectura, que nació como la respuesta a necesidades de cobijo, de espacios de encuentro, de trabajo, de lugares donde desarrollarse las actividades

humanas, es también una forma de expresión e incluso una reacción frente a los fenómenos sociales, económicos o naturales. De ahí la relevancia de esta quinta edición y de este libro: en él encontramos las primeras respuestas de la arquitectura frente a una crisis que a la larga va a implicar cambios substantivos en la sociedad. Y son respuestas cargadas de imaginación, de atrevimiento y, sobre todo, son respuestas cargadas de esperanza porque nos refrescan la memoria y nos señalan que se puede hacer una gran arquitectura, una arquitectura que marque un hito en la historia, en tiempos de escasez. João Luis Carrilho da Graça nos recuerda que ya sucedió en el renacimiento portugués con el estilo Chão, y Ángela Díaz de Paredes nos pone un ejemplo más reciente en España: los poblados dirigidos que se desarrollaron en la mitad del siglo pasado. Tenemos la firme convicción, quienes formamos parte del equipo humano de Ascensores Enor, de que al igual que en la arquitectura, la industria y el resto de las actividades humanas deben saber afrontar con nuevas perspectivas y con ideas renovadas el tiempo que nos ha tocado vivir. El Premio de Arquitectura, nos brinda la oportunidad de ser testigos de la evolución de una actividad que ha sabido convertir la manera de resolver las necesidades humanas en arte y refleja mejor que ninguna la evolución de nuestra historia como civilización. Ángel Santorio Presidente del Consejo de Administración del Grupo de Ascensores Enor



Índice

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La V edición de los Premios Ascensores Enor 2011 Por un nuevo espacio crítico Moisés Puente

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Gran Premio Enor Premio Enor Arquitectura Joven Premio Enor Galicia Premio Enor Castilla-León Premio Enor Madrid Premio Enor Portugal

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Proyectos finalistas

165 233 253 321 341 409 429

Entrevista César Portela Jardón Entrevista Víctor López Cotelo Entrevista Carlos Quintáns Eiras Entrevista Ángela García de Paredes Entrevista João Luis Carrilho da Graça Entrevista Moisés Puente Entrevista Fernando Díaz-Pinés Mateo

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Proyectos seleccionados

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Acta del jurado



Por un nuevo espacio crítico

Moisés Puente

“Las raíces del espectáculo se hunden en la más antigua de las especializaciones sociales, la especialización del poder” Guy Debord La sociedad del espectáculo Hablar hoy de crisis de la profesión no es ningún argumento oportunista. Sin volver a insistir en la omnipresente crisis económica —y, por extensión, en la crisis del sector de la arquitectura y de la construcción—, sería conveniente analizar aquello que en realidad estaba ocultando la burbuja inmobiliaria y la bonanza económica y que la tan manida crisis ha quedado completamente al descubierto. Con anterioridad, la abundancia de trabajo en los estudios de arquitectura quizá había llevado a prácticas poco reflexivas y precipitadas que, en numerosos casos, abogaban por el thinking as doing como única vía de acción posible. Mientras los despachos de arquitectura tenían cantidades ingentes de trabajo, poco espacio quedaba para una reflexión seria sobre el cambio de los paradigmas que se estaban produciendo en el seno de la profesión. El antiguo modelo de arquitecto —aquel que durante tanto tiempo se venía enseñado en las escuelas de arquitectura ibéricas—, un arquitecto artesano, con un despacho propio modesto y dedicado enteramente al cuidado de los proyectos, parece hoy difícil, por no decir casi imposible, de sostener. Sin posibilidad de transitar los viejos caminos profesionales en un país con sobreabundancia de titulados y, por ende, de arquitectos, aquellos jóvenes nacidos en la generación del baby boom se han encontrado con un mundo profesional cada vez más precario, un mundo de honorarios a la baja, de desprestigio profesional, donde sobreviven gracias a trabajos pésimamente pagados para otros, pluriempleados como profesores con contratos basura en las escuelas de arquitectura (públicas o privadas) o, en el mejor de los casos, con un despacho modesto donde compaginan las labores de arquitecto con diversas ocupaciones, todo ello inmerso en un mar de insufribles requerimientos burocráticos de última generación. Tras bonanza económica, en este nuevo estado de las cosas el arquitecto descubre perplejo que parece ya no ser útil a la sociedad, o que dicha utilidad tiene que pasar necesariamente por una drástica reformulación de sus propias bases profesionales.

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¿Una nueva crítica? A lo largo de la historia del movimiento moderno, el papel de la crítica ha resultado esencial para entender ciertas actitudes o trayectorias de ciertos arquitectos. Le Corbusier le debe mucho a Sigfried Giedion, tanto como Luigi Moretti a Robert Venturi, James Stirling a Colin Rowe o Aldo Rossi a Manfredo Tafuri. Quedan lejos aquellos tiempos en los que la crítica podía aupar o arruinar una carrera, validar o condenar ciertas direcciones, e incluso dictar el futuro desarrollo de ciertas trayectorias o inspirar nuevos caminos a seguir. Hoy los críticos sólo parecen capaces de explicar, comentar y debatir en torno a la arquitectura, pero se ven incapaces de incidir directamente sobre su sustancia. Las más interesantes arquitecturas han venido acompañadas de momentos de lucidez crítica, y en muchas ocasiones han sido los propios críticos quienes han amparado ciertas prácticas, quizá difíciles de entender en su momento, presentándolas de una forma coherente y comprensiva. Sin embargo, desde hace ya unos años la crítica sufre una importante atrofia que, como el protagonista de la película El increíble hombre menguante, acaba reduciéndose tanto —en calidad y en extensión— que casi se ha tornado invisible. La crítica ha pasado de la elaboración de los grandes tratados y de las obras magnas de la modernidad a los estudios críticos de la posmodernidad, de ahí a los artículos ingeniosos de las últimas décadas para acabar, en una reducción al absurdo del propio formato de texto, en breves crónicas, posts de blog y comentarios, e incluso a los escasos caracteres que permite Twitter y los aún más exiguos ‘me gusta’ de Facebook. La opinión ha acabado sustituyendo la crítica, edulcorándola y arrebatándole su antigua aura. Hace años que la crítica ha desaparecido de las revistas especializadas, que se ocupan más en publicar textos autocomplacientes de promoción de los estudios que una verdadera crítica sobre las prácticas contemporáneas. Por otro lado, han sido los propios arquitectos quienes han ido construyendo su propia narrativa, quienes han hecho de críticos de su propia obra —como sería, en el mejor de los casos, el brillante ejemplo de Rem Koolhaas— y poco espacio se deja, pues, al fomento de una crítica incisiva, inteligente y alentadora, que aunque probablemente ya no tenga ninguna intención ni capacidad de cambiar el mundo, al menos sí de explicarlo. Asistimos a la aparición de unas nuevas figuras invasivas e insistentes —periodistas, bloggers, comisarios, cargos ejecutivos de la nueva academia negocio, etc.— que, con una inaudita excitación y premura, aprovechan la tan cacareada democratización de los medios para inundarnos con opiniones y noticias

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1. Koolhaas, Rem, “Junkspace”, October, núm. 100, Cambridge (Mass.), junio de 2002 (versión castellana: Espacio basura, Editorial Gustavo Gili, Barcelona, 2007).

carentes de contenido que, multiplicadas hasta el infinito por la red universal, cuentan lo mismo una y otra vez. Se sustituye el estudio académico razonado por el comentario ocurrente, todo ello dentro de las nuevas posibilidades que permiten los nuevos opinódromos que, sin apenas filtros, proliferan por la red. Si de la crítica hemos pasado a la opinión, esta desaparece para convertirse, como mucho, en una laxa labor de edición de contenidos. Estos nuevos personajes que intentan posicionarse como “críticos”, estos nuevos narcisos de los medios, utilizan todas las herramientas al alcance en la red para hacer uso de ellas como plataforma de promoción personal que cae en bucles autorreferenciales y de autocomplacencia que reducen la información al más completo absurdo. Se prima la cantidad de información sobre la calidad, desaparece la memoria, que queda oculta bajo una sutil y premeditada labor amnésica (tan necesaria como interesada) que corre un tupido velo sobre lo inmediatamente ocurrido para pasar al siguiente personaje o acontecimiento, de ahí a otro, a otro, etc., para alimentar la sed de novedad y de información deglutida que se replica en cadenas infinitas. En un ambiente de confusión informativa, esta fuga hacia delante viene acentuada por una falta de crítica, que en ocasiones deriva en falta de autocrítica. La nueva “crítica basura” —por utilizar un símil del título del famoso ensayo de Rem Koolhaas—¹ vive ensimismada en la autopromoción personal y la visibilidad en los medios, y cada vez se aparta más de la verdadera sustancia, no sólo de la crítica en sí, sino de la propia arquitectura. Gran aliada de la oportunidad y de lo políticamente correcto —concepto que ya ha alcanzado la mayoría de edad—, la “crítica basura” vive deslumbrada por el presente, por la ráfaga informativa que apenas deja huella. Amnésica, parece incapaz de establecer relaciones con lo ya dicho, es incapaz de construir trayectorias y líneas de pensamiento que no vayan más de la mera noticia, opinión o descubrimiento de lo siempre más nuevo. La crítica parece destinada a convertirse en algo que se encuentra a caballo entre los campos de la teoría y de la promoción. Una nueva cultura visual Si, como hemos visto, la crítica arquitectónica no pasa por sus mejores momentos, todo parece indicar que nos encontramos ante un nuevo paradigma cultural. De una cultura arquitectónica casi exclusivamente letrada y técnica, en poco tiempo hemos pasado a una cultura eminentemente visual. En un mundo de sobreabundancia de imágenes, estas han dejado de ser meras representaciones

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de cosas para cargarse plenamente de significado; las imágenes han pasado a ser mucho más potentes e influyentes que las palabras y, al contrario de lo que se defendía en la década de 1990, la arquitectura deja de leerse como texto para proponerse como imagen. Y es ahí donde las nuevas generaciones, con su gran capacidad, cultura y agudeza visual, pueden aportar algo a la arquitectura y a la propia crítica, pero en esta ocasión una nueva crítica que nace de lo que se percibe desde la propia imagen y que, a su vez, va más allá de ella. Al igual que el resto de disciplinas contemporáneas creativas, la arquitectura parece haber abandonado el discurso letrado para abordar otros discursos icónicos, visuales, ambientales o atmosféricos que, amalgamados, traspasan las disciplinas artísticas tradicionales. Las nuevas generaciones de creadores y arquitectos, poseedoras de una cultura visual inaudita hasta hace bien poco tiempo, pueden hacer nacer una nueva forma de entender la arquitectura que, sin demarcarse de la disciplina, no dependa tanto del texto, como había hecho hasta hace bien poco, para construir a partir de la imagen. En esta nueva forma de entender la cultura, donde al bagaje histórico se le añaden otros saberes en una nueva búsqueda de ambientes y atmósferas que hacen uso de unos nuevos materiales para la arquitectura, las imágenes procedentes de la historia de la arquitectura pasan a formar parte del banco de materiales posibles desde el que poder establecer una crítica operativa. La historia ya no contiene el mismo significado que podía tener para, por ejemplo, Adolf Loos, Aldo Rossi o Rafael Moneo, y pasa a citarse, con técnicas de collage pop o construcciones atmosféricas —de filiación más artística— como una mera referencia dentro de un discurso visual autónomo. Y es esta nueva cultura visual la que mejor se adapta y propaga por los nuevos medios. Sin necesidad de recurrir necesariamente a sus contextos locales, las imágenes atraviesan el mundo y se entremezclan en infinidad de contextos culturales globales. Y puesto que la imagen no precisa de mediación alguna para su entendimiento, aquello que se produce en lugares muy distantes geográficamente puede utilizarse de inmediato, sin necesidad de traducción, en otros contextos. Aquello que anteriormente la tradición letrada llamaba “acercamiento superficial”, entendiendo por superficial la imagen visual o icónica, ha pasado a constituirse en una nueva ley de bases más difusas que articula las nuevas maneras de hacer la arquitectura. Es la imagen, y no la palabra, la que se propaga por el mundo globalizado y la que construye un nuevo paradigma cultural.

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2. De la Sota, Alejandro, “Nuevos materiales, nuevas arquitecturas”, Tectónica, núm. 1, Madrid, noviembre de 1995.

3. Véase, entre otros ensayos del mismo autor: Ábalos, Iñaki, “La belleza termodinámica”, en 2G. Revista Internacional de Arquitectura, núm. 56 (Ábalos+Sentkiewicz), Barcelona, 2010.

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Unas nuevas técnicas Y si la cultura letrada parece haber caído en decadencia, lo que sigue despertando el interés de los arquitectos es la cultura técnica. Si durante las últimas décadas hemos asistido a numerosos debates acerca del lenguaje arquitectónico, que de algún modo despreciaban el saber constructivo por algo simplemente factible gracias al avance de los nuevos medios de producción informatizada, o entendiendo la construcción como una mera traducción de unas nuevas técnicas de diseño por ordenador, parece que el arquitecto vuelve a sentir la necesidad de verse acompañado de nuevas técnicas, de nuevos materiales. Es en este punto donde la figura de Alejandro de la Sota no deja de asombrarnos por su extremada lucidez premonitoria. En su última etapa de producción, cuando ya había producido sus obras clásicas —como el gimnasio del colegio Maravillas o el Gobierno Civil de Tarragona—, De la Sota abogó por un cambio de la arquitectura que no surgía a partir de la cultura ni de la tradición, sino justamente surgía a partir de unos nuevos materiales: “Únicamente los nuevos materiales nos permiten hacer nuevas arquitecturas”.² Pero si bien acertamos a comprobar que la producción arquitectónica contemporánea sigue necesitando de esos nuevos materiales, o de viejos materiales que pervierten su uso tradicional conformando nuevas realidades, para hacer nuevas arquitecturas, aquellos “nuevos materiales” de los que hablaba De la Sota ya no sirven ahora. Los nuevos materiales no son solo aquellos productos perfeccionados que día a día nos brinda la industria, sino que su abanico se amplía para incluir otros no necesariamente matéricos —la recuperación del color, de la luz, del valor de la textura, de las cualidades fenomenológicas de los materiales y de los espacios, de las nuevas técnicas de control ambiental— que ayuden en la construcción de ambientes y atmósferas para conseguir ese necesario “aire cargado de arquitectura” por el que abogaba De la Sota. En diversos textos recientes, Iñaki Ábalos se postula en favor de una nueva “belleza termodinámica” que rechaza la sostenibilidad como un cliché cargado de connotaciones éticas o morales, para circunscribirse a los aspectos meramente técnicos y estéticos de los nuevos paradigmas sostenibles.³ Si durante los últimos años los poderes han enarbolado la “sostenibilidad” como arma de lo necesario y de lo políticamente correcto, parecen necesarias unas nuevas técnicas que recuperen no sólo el sentido común de lo climáticamente viable, sino nuevos procedimientos que eleven dichas técnicas a la categoría de lo bello. Esta nueva reformulación de los ambientes dentro de los nuevos requerimientos


medioambientales puede impulsar una nueva arquitectura que parta de nuevas técnicas, no necesariamente materiales, y de una reformulación de las premisas con las que trabajar. Unos nuevos premios Dentro de actual contexto, los premios de arquitectura pueden servir de instrumento válido para romper las tan abundantes cadenas de promoción y juicio personal y constituirse en un herramienta, si no de crítica, sí de juicio colectivo acerca de aquello que se piensa y se construye. El objetivo de todo premio debería ser no solo valorar conjuntamente la excelencia de la producción construida, sino también alentar nuevos trabajos (aún más necesarios en los actuales momentos de crisis de la profesión) y servir también de aliento y promoción de las nuevas generaciones de arquitectos. Si bien su mensaje debería ser claro y optimista, que celebre el trabajo bien hecho, el esfuerzo y el riesgo en el hacer, y su necesario trabajo de discriminación debe estar atento tanto a las obras individuales como a las trayectorias de los estudios, no puede caerse nunca en el error de confiar el pulso de la arquitectura de un país en los resultados de un premio. En los últimos años hemos asistido a la proliferación de premios de arquitectura nacionales, desde aquellos con solera, los institucionales y los promovidos por la industria de la construcción, hasta los infinitos premios de cada una de las demarcaciones de los colegios de arquitectos, y no en todos ellos la necesaria promoción de la arquitectura local viene acompañada de una labor crítica sobre aquello que se premia. Los jurados de los diferentes premios cambian radicalmente de convocatoria a convocatoria, dependiendo siempre de los criterios de los comisarios de los premios o de los miembros irregulares del jurado. De este modo, se han ido consolidando premios con resonancia y solera que confían su trayectoria casi exclusivamente al prestigio de su marca, en los que en muchas ocasiones se premia lo más novedoso o lo más oportuno sin tener en cuenta los marcos generales del premio ni la construcción de un discurso a lo largo del tiempo. Por otro lado, existen otros premios cuya intención es ir consolidando una trayectoria sólida y coherente convocatoria a convocatoria. En sus ya cinco convocatorias, el Premio Enor se ha consolidado como uno de los más importantes de la península Ibérica. Las claves de su éxito se deben en gran parte al compromiso a la promoción de la arquitectura local por parte de la empresa de ascensores Enor y a su acertada decisión de confiar la

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organización del premio a un único comisario, Carlos Quintáns, que, convocatoria a convocatoria, ha ido estableciendo unas pautas, tan inteligentes como flexibles, para la elaboración de las bases y la elección de los jurados. Y es desde esta acción crítica, que hace que un criterio personal se funda con el criterio colectivo de los miembros del jurado minuciosamente escogido, desde donde los diferentes resultados de los premios han ido conformando una constelación de afinidades críticas que, lejos de cualquier fascinación neoísta, han sido capaz de conjugar la necesaria promoción de la arquitectura local con la atención prestada tanto a las nuevas propuestas tanto en materia de la nueva cultura visual como a las capacidades de las nuevas técnicas, todo ello sin caer en el oportunismo o conformismo. Y personalmente creo que todo este trabajo llevado a cabo en las diferentes convocatorias de los Premios Enor tiene como fin construir un nuevo espacio crítico desde donde, con el tiempo, construir una nueva mirada coherente y unificada sobre la arquitectura contemporánea ibérica.

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Gran Premio Enor



Museo del Agua

Juan Domingo Santos

Localización Lanjarón Granada Colaboradores Julien Fajardo Isabel Díaz Carmen Moreno Margarita Martínez Juan Diego Guarderas Patricio Bautista Fotografías Fernando Alda Estudio JDS

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El municipio de Lanjarón se encuentra situado en la ladera Sur de Sierra Nevada. Es conocido por su artesanía, por la producción de miel y la calidad de sus aguas medicinales, contando con uno de los balnearios más reconocidos de España. El proyecto del Museo se inició con la búsqueda de un lugar donde se favoreciera la presencia del agua en unas condiciones naturales. El espacio elegido se encuentra situado en el acceso al Parque Natural de Sierra Nevada, junto al río Lanjarón y una acequia de riego que bordea unas antiguas construcciones utilizadas como matadero municipal. La intención al ubicar en este espacio el Museo ha sido preservar el entorno natural de la especulación urbanística mediante la creación de un itinerario que relaciona la nueva actividad con las infraestructuras de agua y algunas arquitecturas próximas como molinos y un antiguo lavadero público. Dados los escasos medios disponibles la intervención ha consistido en el reciclaje y reutilización de algunos elementos del entorno. Las naves del matadero, por ejemplo, se han adaptado a Museo, y se han incorporado a las nuevas instalaciones los trazados de agua de la acequia y el río a través de un sencillo sistema de láminas de agua conectadas entre sí. Delante del conjunto se ha dispuesto una plaza de naranjos ligeramente elevada del suelo, con prefabricados de hormigón apilados y troncos de eucalipto de diferentes tamaños que se inundan temporalmente con el agua de la acequia, lo que configura un espacio con aspecto diferente a lo largo del día. La sombra y el olor a azahar de los naranjos, el sonido del agua al caer sobre los troncos del estanque y los reflejos del agua con la plaza inundada, crean una atmósfera refrescante antes de acceder al Museo. El ingreso se produce ocupando el patio del antiguo matadero con una nueva construcción en madera. Este pabellón alberga un espacio representativo dedicado al agua y se convierte en un hito de referencia en el paisaje. La construcción evoca la cubrición del Manantial de la Capuchina, una construcción del siglo XVIII realizada en madera que albergaba en su interior el primer nacimiento de

agua en Lanjarón. El nuevo pabellón está concebido como un espacio para los sentidos, suspendido en el aire y con dos aperturas que permiten al visitante acceder al interior y participar de los efectos de luz y penumbra. Una lámina de agua extendida sobre el suelo refuerza aún más estas sensaciones, similares a las de los baños islámicos. La intervención en las antiguas naves ha sido mínima y ha consistido en la demolición de las divisiones interiores, dejando a la vista las estructuras de paredes y cubiertas. Durante los trabajos se pudo descubrir que originalmente la estructura pertenecía a un conjunto anterior de molinos de agua, por lo que la recuperación ha adquirido una dimensión arqueológica. Los espacios expositivos se han dispuesto mediante una ocupación selectiva del interior de las antiguas construcciones, dejando los corrales y otras dependencias inutilizados hasta futuras necesidades. Con el fin de contrastar los muros de piedra y ladrillo del antiguo molino, se han dispuesto de manera localizada paneles trasdosados en color blanco que enmarcan los lugares de la nueva intervención. Las dos naves principales se destinan a salas de audiovisuales y una tercera para exposición temática de contenidos. En la nave más antigua un vidrio con proyecciones sobre su superficie emerge del suelo inundado con agua de la acequia, creando un juego de reflejos sobre los antiguos muros del molino.


Planta de situación Vistas de la maqueta

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Esquema de trazados de agua El agua procedente de Sierra Nevada se canaliza en este entorno a través del río Lanjarón y una acequia de riego que alimenta un lavadero público próximo y las plataformas agrícolas del valle. El Museo se estructura en torno a estos trazados históricos a los que se vinculan tres nuevas láminas de agua conectadas entre sí y abastecidas por la acequia de riego. El llenado de estos estanques se produce a través de dos derivaciones realizadas sobre el canal que vierte sus aguas en un pabellón de madera y en una plaza arbolada con naranjos. En el interior, una de las naves recuperadas para museo se inunda con agua sobrante del pabellón de madera. El circuito natural del agua se cierra en la plaza de naranjos donde se reconduce hasta el río Lanjarón para continuar su camino hacia el mar.

A Lavadero público B Acequia de riego C Antiguo molino de agua D Aguas de Sierra Nevada E Caño de agua F Lámina de agua interior G Lámina de agua pabellón de madera I Plaza de agua y sombra J Río Lanjarón

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Planta A Acequia B Caño de agua C Plaza de agua y sombra D Sala de audiovisuales E Sala de exposición F Recepción G Pabellón de madera H Naves sin ocupar I Acceso al Parque Natural Sierra Nevada J Parque de Juegos K Mirador L Río Lanjarón

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Plaza de agua y sombra El espacio situado delante del museo está formado por 17 naranjos de sombra y un suelo de troncos de madera de eucalipto inundado temporalmente por el agua de una acequia procedente de Sierra Nevada. Los troncos de madera empleados proceden de los árboles del parque caídos tras un vendaval de aire, cortados y reciclados con tamaños diferentes se han agrupado para formar un pavimento de 20 centímetros de altura que permite el paso del agua entre ellos. Esta superficie de madera, de la que emergen ordenadamente los naranjos, cambia de aspecto según el caudal de la acequia. En momentos de escaso caudal se convierte en un lugar accesible para el juego de niños bajo los árboles, mientras que con caudal abundante la plaza se inunda hasta convertirse en un espejo que refleja cuanto sucede alrededor. La lámina de agua extendida sobre los troncos de madera da un aspecto irreal a las antiguas naves que parecen flotar como ruinas rescatadas del agua que emergen del subsuelo. Los cambios físicos de este espacio motivados por las crecidas o bajadas del caudal de agua de la acequia, producen también otros efectos, como refrescar el ambiente o proporcionar una sensación de calor al quedar los troncos al descubierto.

Fases de llenado

Fase 0 Sin agua Espacio accesible Plaza de troncos de eucalipto

Fase 1 Primer llenado Plaza parcialmente accesible

Fase 2 Inundación Plaza inundada

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Sección 1 Sección 2 Sección 3

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Pabellón de madera Alzados Plantas

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Manantial de la Capuchina Vistas de la maqueta


Pabellón de madera Secciones Cubierta desde dentro Proceso de construcción

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Axonometrías esquinas pabellón


Sección constructiva

Plantas de detalle a diferentes alturas Maqueta constructiva

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Premio Enor Arquitectura Joven



Gimnasio 704

HARQUITECTES David Lorente Josep Ricart Xavier Ros Roger Tudó

Localización Barberá del Vallés Barcelona Colaborador Blai Cabrero Fotografías Adrià Goula

El Ayuntamiento de Barberá del Vallés nos encargó el diseño de un gimnasio con vestidores y una pista polideportiva exterior para el centro de educación infantil “El Bosc” situado en un polígono industrial de la ciudad. Partimos de los siguientes propósitos: Situar el gimnasio aislado del edificio de aularios existente para evitar molestias al funcionamiento de la escuela durante la construcción; hacer una construcción con sistemas prefabricados para reducir el tiempo de ejecución; utilizar sistemas prefabricados o industrializados ligeros para reducir el peso del edificio en un solar donde las condiciones de resistencia del terreno eran muy dudosas (la escuela se sitúa sobre una antigua riera recubierta con materiales de resistencia y cohesión); utilizar materiales de baja energía incorporada; y, por último, incorporar al diseño sistemas climáticos pasivos para reducir el consumo energético a lo largo de la vida útil del edificio. El programa del encargo queda definido por modelo de “gimnasio-sala polivalente” para escuelas primarias del Departamento de Enseñanza de la Generalitat de Cataluña. El edificio es lo más estrecho y largo posible, dentro de los márgenes que ofrece la normativa, con el fin de hacer caber el conjunto gimnasio-pista dentro de la explanada que ocupa la pista polideportiva existente. Este emplazamiento ahorra cualquier adaptación topográfica para la nueva construcción. El nuevo volumen es contiguo, a la rampa de acceso principal a la escuela, evitando que el edificio proyecte su sombra a la pista polideportiva exterior. La cubierta se resuelve con una pendiente paralela a la rampa para resolver la impermeabilidad del edificio por geometría, una solución más coherente a una construcción basada en sistemas ligeros. Las comunicaciones entre las diversas partes del programa se resuelven a través de un porche orientado al Sur. La búsqueda de un sistema estructural industrializado, ligero y con un material de baja energía incorporada nos dirigió al uso de la madera como

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material básico de la estructura y el cerramiento interior del edificio. La capacidad del panel micro laminado LVL, ha permitido diseñar una estructura de una lógica similar al “Ballon-frame”, donde el mismo material (Kerto) se utiliza como elemento lineal ligero para constituir los pórticos (separados cada 1,20 m y con 10 m de luz) y al mismo tiempo se usa en su formato de panel para revestir las caras interiores, verticales y de cubierta, para conseguir estabilizar la estructura frente a los empujes horizontales. Los sistemas de corte de control numérico nos permitieron un alto grado de precisión y prefabricación, tanto de los elementos del pórtico como del revestimiento estabilizador. El revestimiento interior con panel de madera micro laminada LVL, asume tres funciones: arriostrar la estructura, garantizar el nivel de protección al fuego de los pórticos y comportarse como aislamiento térmico. La piel exterior del edificio se resuelve con paneles de policarbonato multicelular tipo 343 de “gallina” sobre rastreles de omegas galvanizados colados directamente a los pórticos. Esta solución es prácticamente continua a todas las fachadas excepto en el ámbito del porche de circulación. Esta piel transparente protege la madera a la vez que permite visualizarla. En la orientación Sur la piel de policarbonato transparente une, a su impermeabilidad, la capacidad de generar un efecto invernadero que permitirá calentar la sala en invierno haciendo circular, de forma controlada, el aire sobrecalentado de la cámara de fachada. Una plantación de viña virgen de hoja caduca, unida al cerramiento de la cámara respecto la sala, permitirá controlar el efecto invernadero en verano. En la fachada Norte el policarbonato actúa como lucernario para iluminar con luz natural regular los diferentes espacios del edificio. Las exigencias del Ayuntamiento, frente los posibles actos de vandalismo, así como la necesidad de hacer crecer una planta trepadora en la fachada Sur y Este, se han resuelto con la incorporación de una reja de simple torsión que envuelve el revestimiento de policarbonato.


Plano de situación Planta

El edificio se percibe de formas diversas por el usuario, desde la rampa de acceso aparece casi como un muro, o una silueta nada más; de noche, insinúa su auténtica condición de edificio. Cuando giramos la esquina, y tenemos una perspectiva más generosa, vemos el volumen real, la manera de acceder y la complejidad de materiales que lo forman de manera sucesiva.

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Alzados Sección longitudinal

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Cubierta ventilada

A

Luz Norte

B C D E

Muro Trombe sin inercia El efecto de la fachada Sur en invierno permite aumentar 2/3º la temperatura interior en los días de sol reduciendo el consumo de gas del sistema de climatización

A Panel microlaminado LVL –Traba estructural –Protección al fuego de los pórticos –Aislante térmico –Revestimiento interior B Aislamiento de caucho 3cm –Aislante térmico C Cámara de aire –Recircular aire del espacio interior –Calentar el aire para el efecto invernadero en invierno D Policarbonato de 4cm (4 celdillas) –Efecto invernadero –Aislante térmico –Impermeabilización de la fachada E Valla y vegetación –Seguridad –Control de radiación solar –Vegetación trepadora de viña virgen de hoja caduca

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Axonometría constructiva

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Detalles constructivos

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Leyenda 01 Tubo galvanizado Ø 48 mm soporte rejado, cada 2,40 m 02 Tela metálica simple torsión acabado galvanizado, 50 mm paso de malla y Ø 2,7 mm 03 Tornapuntas rigidizador del montante de la reja formado con barilla de acero galvanizado fijado mecánicamente en fachada y montantes con tornilleria inoxidable 04 Perfil U 60x60 mm e=5 mm de acero galvanizado fijado mecanicamente mediante tornilleria inox a estructura de madera 05 Marco de aluminio anodizado 55x80 mm 06 Placa de policarbonato reforzada de 40x500 mm 07 Viga de madera laminada de 6x43 cm para montaje y riostra de los pórticos, fijada mecánicamente con conector de tornillo 08 Correas: perfiles tipo omega 60x80 mm e=3 mm, fijadas mecanicamente a cara de pilares 09 Membrana impermeable formada con lámina de pvc 1,2 mm 10 Cumbrera perimetral formada con plancha de zinc preformada, e=0,6 mm, fijación mecánica sobre soporte de madera con tablón de pino de 40x150 mm 11 Plancha grecada de acero galvanizado prelacada, e=0,6 mm colocada con fijación mecánica 12 Rastrelado de madera de pino con rastreles de 25x50 colocados cada 60 cm con fijación mecánica 13 Rastrelado de madera de pino con rastreles 25x50 colocados cada 60 cm para formación de cámara ventilada y fijación de la lámina impermeable transpirable 14 Lámina impermeable transpirable colocada, no adherida 15 Solera de tablón hidrofugado g=22 mm de aglomerado de madera colocado con fijaciones mecánicas

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16 Aplacado con tablón de madera microlaminada LVL 120x360 cm y g=30 mm colocada sobre la estructura con fijaciones mecánicas con tratamiento insecticida y fungicida 17 Aislamiento de filtro de lana de roca g=80 mm, no adherido 18 Pilar de madera laminada tipo KLH de 45x400 mm con tratamiento insecticida fungicida. Colocada con fijaciones mecánicas sobre soporte de acero 19 Viga de madera laminada tipo KLH de 75x400 mm con tratamiento insecticida y fungicida, colocada con fijaciones mecánicas contra los pilares 20 Marco inferior de aluminio 55x65 mm con juntas de estanqueidad para el remate inferior de placas de policarbonato 21 Premarco inferior: perfiles de acero simple galvanizado laminado tipo rectangular 40x20 mm e=1,5 mm, fijadas a bancada de obra 22 Relleno de hormigón de 225 kg/m³ colocado manualmente, y armado con 4 Ø 8mm de barras corrugadas 23 Bancada formada por zuncho de pieza U de 40x20x20 cm de cemento 24 Membrana impermeable formada por lámina 1,2 mm de PVC con armadura de fibra de vidrio fijada al soporte 25 Bancada formada por tocho caldo de 29x14x10 cm colocado con cemento mixto 26 Anclaje formado con taco de acero de expansión Ø 12 mm con tornillo, volandera y hembra, para fijación de base de anclaje de los pilares de madera 27 Bancada del cimientos 40x50 cm formada con hormigón HA-25/B/20/IIa armado con barras corrugadas, encofrado a dos caras

28 Anclaje de apoyo para pilar de madera de acero inox formado en perfiles laminados tipo L e=10 mm colocado sobre relleno nivelador con cemento sin retracción 29 Aislamiento térmico formado por placa de corcho aglomerada de 40 mm de grueso 30 Trasdosado interior formado con aplacado de placa de tiza laminada antihumedad. Revestido con baldosa cerámica esmaltada brillante de 20x20 cm 31 Pavimento deportivo impermeable para vestidores de 2 mm 32 Base de pavimento. Recrecido de cemento e=4 cm 33 Solera de hormigón HA-25/P/20/I de 15 cm de espesor 34 Revestimiento vertical con plancha de acero acabado galvanizado y prelacado con placa semirigida de lana de vidrio g=50 mm 35 Rebosadero de plancha de acero galvanitzado e=1,5 mm 36 Rebozado a buena vista de cemento mixto 37 Solera armada de hormigón HA-25/P/20/I de 20 cm armada con malla electrosoldada de barras corrugadas de acero, acabado deslizado con polvo de cuarzo 38 Lámina de polietileno de 150 um colocada no adherida 39 Placa de policarbonato reforzado de 40x333 mm 40 Reja practicable de acero lacado 425x125 con construcción de base. Para ventilación interior de fachada 41 Junta perimetral 30 m formada con plancha EPS 42 Bancada formada por zuncho de pieza U de 40x20x15 cm de mortero de cemento 43 Bancada formada por pared cerramiento de bloque agujereado de 40x20x30 cm 44 Soporte de alféizar formado con entramado de madera de pino con latas de 25x50 mm


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Premio Enor Galicia



PAAR Parque Arqueológico del Arte Rupestre de Campo Lameiro

rvr arquitectos Alberto Redondo José Valladares Marcial Rodríguez

Localización Pontevedra Colaborador Marcos Ferreño Fotografías Tono Mejuto

En el valle medio del río Lérez, en los ayuntamientos de Campo Lameiro y Cotobade se encuentra una de las concentraciones de arte rupestre al aire libre más importante de Europa. El proyecto comprende el acondicionamiento de las 21,8 Ha de superficie del Parque Arqueológico, en el que se encuentran algunos de los grupos de petroglifos de mayor interés de la zona, y la construcción de un centro de interpretación y documentación, que será el centro de referencia para la difusión y el estudio del arte rupestre gallego. El Centro de Interpretación. El Centro de Interpretación se alberga en un edificio longitudinal situado entre la carretera de acceso y el parque. Un gran hueco atraviesa transversalmente el edificio conectando el camino que parte del aparcamiento con el que vertebra las circulaciones a través del parque. Este hueco es también el zaguán de entrada a los principales espacios públicos del centro: vestíbulo, espacios de exposición y tiendacafetería. Los espacios de administración e investigación están situados en la planta superior, a ellos se accede desde la parte posterior, la fachada Norte, de modo que su actividad no se vea afectada por el ir y venir de visitantes. La implantación en el lugar. Campo Lameiro es montañoso, de asentamientos dispersos separados por grandes masas forestales. El Parque Arqueológico está situado en una zona elevada orientada en dirección Norte Sur, rodeada por valles profundos al Norte y al Oeste y por un valle más ancho, ocupado por tierras de cultivo al Este y al Sur. El Centro de Interpretación está situado en la zona más baja de la ladera sobre la que se extiende el Parque Arqueológico, en el lugar ocupado por un antiguo campo de fútbol. La eliminación de la explanación existente permitió recuperar en parte la topografía original en el entorno del edificio, y realizar diversas modificaciones como la formación de un terraplenado en la zona Sur para ocultar el aparcamiento y la creación de diversos patios en la zona Norte que albergan aulas al aire

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libre, zonas de carga y descarga y espacios de instalaciones. Gran parte del edificio se encuentra por debajo del nivel del terreno, de este modo reduce su volumen exterior, a la vez que establece un vínculo con los afloramientos rocosos sobre los que están gravados los petroglifos. Las salas de exposición. Una de las ideas iniciales del proyecto fue que los espacios de exposición fueran como grandes oquedades en el terreno, como grandes cuevas a las que se accediera descendiendo desde el exterior. Que estos espacios, aunque situados en medio de un entorno natural, negaran la relación visual con él, de modo que fueran otros modos de percepción espacial, quizá más primitivos, los que guiaran los primeros pasos del visitante a través del edificio. Sin embargo considerábamos importante que las salas recibieran luz natural, que a pesar de cerrarse al exterior existiera un vínculo que introdujera los cambios atmosféricos o los sonidos exteriores en su interior. Las salas reciben una tenue luz de los lucernarios que atraviesan la planta superior hasta la cubierta. Las dimensiones de cada lucernario se ajustaron en función de su orientación y de su altura para evitar que la luz penetre directamente en las salas. Los lucernarios están presentes en todo el edificio, la variación de su ancho gradúa la entrada de luz estableciendo un ritmo, de los espacios más iluminados: cafetería, zaguán exterior, a los más oscuros: vestíbulo, salas. El carácter público de los espacios de la planta baja se pone de manifiesto a través de los materiales empleados: el acabado terso de los muros de hormigón, los pavimentos de hormigón gris oscuro del vestíbulo y de la cafetería, y la madera de roble en las salas. Los espacios de administración e investigación. En contraste con la planta baja, la atmósfera de los espacios de trabajo de la planta superior es luminosa, amplios espacios de paredes blancas con pisos de tarima de roble que se abren mediante grandes ventanales a las vistas del Parque y de los montes cercanos. El vestíbulo y los pasillos se iluminan a


Planta primera Planta baja

través de algunos de los lucernarios, que en esta planta permiten el paso de abundante luz. La envolvente de granito. Las fachadas están recubiertas de losas de granito gris solapadas tanto en el sentido horizontal como en el vertical. Las losas se sujetan a los muros estructurales de hormigón mediante anclajes puntuales de acero inoxidable. La textura de las fachadas contrasta con la superficie tersa de los vidrios fijados sobre marcos ocultos. La cubierta está formada por losas de granito que, con una disposición escalonada, se apoyan sobre perfiles tubulares de acero galvanizado colocados sobre plots. La disposición de los vidrios que cubren los lucernarios es similar a la de las ventanas, lo que contribuye a acentuar la continuidad entre fachadas y cubierta. Tanto las paredes como el techo del zaguán de entrada están también recubiertos con losas de granito que, en este caso, se disponen en planos continuos. Las placas del techo se cuelgan mediante varillas de acero inoxidable de una subestructura de perfiles tubulares de aluminio, fijada a las vigas del forjado. La integración de las instalaciones. Se ha realizado un importante esfuerzo para integrar las instalaciones en la concepción del edificio, aceptando sus condicionantes como elementos enriquecedores de la propuesta arquitectónica. Las instalaciones generales se concentran en el edificio de servicio situado al Norte del edificio principal, los dos se conectan mediante una galería visitable por la que discurren todos los conductos. Las salas de climatizadores se sitúan en los dos extremos de la planta superior. Los climatizadores toman aire exterior por la fachada Norte y expulsan el aire viciado por la fachada Sur, estas entradas y salidas de aire se manifiestan en una alteración de las escamas de piedra, que se abren para formar una especie de branquias. El Parque Arqueológico. La tala de los eucaliptos y el desbroce del matorral que invadía el terreno del parque supuso un cambio 70

Área de interpretación A Recepción exterior B Recepción interior C Tienda D Cafetería E Terraza exterior F Corazón de red G Sala exposiciones temporales H Sala exposiciones permanentes I Almacenes exposiciones J Sala usos múltiples K Aulas L Patio de juegos exterior

radical en la percepción del paisaje, los afloramientos rocosos, las brañas y los robles, antes perdidos entre la espesa vegetación, se hicieron claramente visibles, haciendo patente la relación entre los grupos de gravados rupestres y la de estos con el paisaje. La construcción de una red de caminos y senderos hizo posible la integración de los grupos de petroglifos en un conjunto de recorridos coherente, que permiten al visitante ir descubriendo los gravados a medida que recorre el parque. Como complemento a la red de caminos se crearon una serie de áreas de descanso distribuidas a lo largo de los recorridos. Para facilitar la identificación de las rocas con gravados y favorecer su observación, se construyeron plataformas de madera en los principales grupos. Las plataformas sitúan al visitante en el punto óptimo para la contemplación de cada petroglifo y establecen un límite virtual para que los visitantes no caminen sobre los gravados. La construcción de cada plataforma parte de la contraposición de un sistema constructivo común con la variedad de configuraciones de las formaciones rocosas, la topografía del terreno y la posición de los gravados rupestres.

C

Área de administración M Despachos N Sala de guías O Sala de juntas Área de documentación P Biblioteca Q Archivo R Despacho S Laboratorio Área de mantenimiento e instalaciones T Salas para instalaciones U Vestuarios

Situación A Centro de interpretación B Parque Arqueológico del arte rupestre C Campo Lameiro D Aldea de Paredes

A

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T U

K J L M

T

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K

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F G

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B

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H

H

I


Alzado Sur Alzado Norte Alzado Este

Sección A Sección B B A

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Sección constructiva tipo Cubierta Granito gris grissal flameado de 4 cm de espesor, sobre estructura auxiliar de acero galvanizado y soportes regulables de polipropileno Capa separadora mediante geotextil 110 gr/m² Aislamiento de poliestireno extrusionado de 4 cm de espesor Capa separadora mediante geotextil 150 gr/m² Impermeabilización con 2 láminas de betún modificado APP armadas con poliester sobre hormigón ligero de pendientes tratado previamente con imprimación de tipo asfáltico Forjado mixto chapa de acero+hormigón e:156 mm sobre estructura de cubierta formada por cerchas de perfiles laminados, luz media 15,4 metros, separación media 3 metros Carpintería exterior Formada por marco perimetral de acero galvanizado en caliente y pintado en negro de espesor 6 mm, al que se sujeta mediante tornillería de acero inoxidable un vidrio aislante de (6+6)+12+(5+5) fijado en taller mediante silicona de alta resistencia a un perfil perimetral de acero inoxidable AISI 316 formado por L40.40.3 y pletina 20.2 Acabado interior del cajón mediante tableros de MDF hidrófugos rechapados en madera de cedro del Canadá Aireadores mediante portezuelas realizadas en madera maciza de cedro del Canadá Control solar interior mediante cortinas enrrollables Fachada Granito gris grissal flameado de 80x50x4 cm de dimensión tipo, colocado con solape en las dos direcciones Anclajes portantes regulables de acero inoxidable, capaces de soportar una carga en punta de 40 Kp Aislamiento de poliestireno extrusionado de 4 cm de espesor Muro de hormigón armado de 35 a 40 cm de espesor encofrado a dos caras con tableros fenólicos, cara inferior vista, color gris

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Emplazamiento Petroglifos L

A Área de descanso B Forneiriña I C Forneiriña II D Forneiriña III E Laxe dos Cabalos F Outeiro da Pena Furada G Fonte da Pena Furada H Os Carballos I Outeiro dos Cogoludos I J Outeiro dos Cogoludos II K Outeiro das ventaniñas L Chan da Isca

A

K J

I H A

G D

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A C

B E

A

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F


Outeiro dos Cogoludos I

Laxe dos Carballos

Fonte da Pena Furada

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Premio Enor Castilla-León



Aulario de la Facultad de Biología y Ciencias Ambientales

Belén Martín-Granizo Daniel Díaz

Localización León Colaboradora María Daroz Fotografías Daniel Díaz

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El edificio de aulario es un anexo de la Facultad de Ciencias Biológicas y Medioambientales que se ubica en una parcela próxima. Su programa se limita a albergar aulas y laboratorios, con un marcado carácter funcional al permanecer el resto de usos en el edificio principal. El proyecto responde desde el inicio a un objetivo de estricta inversión económica, exigido desde las bases mismas del Concurso por su financiación con el remanente de Fondos Europeos FEDER, de importe acotado y muy reducido. Atendiendo a tal expectativa, nuestra propuesta de Concurso consistía en una arquitectura derivada de un edificio ya realizado por nosotros —el más barato que habíamos conseguido construir—, como garantía de contención económica y de certidumbre para la propiedad. La propuesta responde a un esquema funcional de alas distribuidas en peine y con sus estancias principales abiertas al Sur. El proyecto desarrolla el edificio solicitado pero también estudia su futura ampliación, con el objetivo de no mermar la edificabilidad potencial remanente de la parcela. En esta primera fase el edificio se organiza en solo dos cuerpos (alas): de laboratorios y de aulas, lo que responde tanto a la deseable especialización de usos para facilitar la resolución de sus distintos requerimientos técnicos como a la mejor orientación del usuario en el edificio. La formalización de la planta responde a un sencillo juego geométrico que, a través de líneas oblicuas, desfigura sutilmente un planteamiento básicamente repetitivo y regular. Esta decisión permite disponer las dos alas de manera oblicua entre si y así evitar la visión frontal de un cuerpo sobre el otro, lo que brinda vistas al paisaje también para el cuerpo situado detrás. En vertical ambas alas son de tres niveles, aunque el situado más al Norte se eleva un nivel adicional para aumentar tanto la captación solar como la apertura de vistas, apoyándose para ello en un cuerpo apaisado de planta baja tendido sobre el suelo. Este gesto de elevación dibuja una gran plano horizontal, un soportal, que se aprovecha para recibir y señalar el acceso al edificio.

Los cuerpos de las alas se conciben como piezas tersas y exactas de metal, las cuales se asientan sobre un basamento de hormigón que resuelve el contacto con el terreno y que sobre eleva ligeramente la planta baja para jerarquizar la relación espacial público-privado. El cuerpo “de base” se formaliza por el contrario como un volumen eminentemente acristalado, en contraposición a la materialidad de las alas y resaltando el gesto de elevación de una de ellas. En este elemento basamental se ubican los usos singulares y comunes del edificio, en particular la sala de estudio, que, de este modo, se segrega nítidamente del programa docente que se desarrolla en las plantas superiores para dotarlo de la tranquilidad que la actividad educativa aconseja. En la cubierta de este cuerpo base se recortan varios patios interiores, que se ajardinan como retazos de naturaleza planificada para configurar el paisaje íntimo de las estancias de la planta baja. En la expresión formal del edificio destacan los huecos, que se recortan dramáticamente en la neutra fachada con gestos unitarios y rotundos pero que, al tiempo, dibujan una sombra compleja, zigzagueante, resultado de la proyección de los dinteles sobre la carpintería dispuesta en diente de sierra y que alterna paños acristalados con otros opacos. Frente al protagonismo de los huecos de las estancias principales y orientadas al Sur, los de los pasillos —siempre abiertos en fachadas Norte— dibujan recortes esquemáticos y continuos que acompañan discretamente los recorridos interiores y expresan su condición secundaria. Para acentuar la nitidez del hueco, todas las funciones se resuelven en los paños ciegos transversales, que se configuran como elemento de ventilación y como puerta ocasional para realizar las labores de limpieza, e integran las rejillas de ventilación de los laboratorios. El juego de opacidad variable del sistema de huecos también brinda un medio eficaz para el control de vistas, cuya aplicación resulta especialmente adecuada en la planta baja, permitiendo mantener la total apertura de las aulas al exterior al tiempo que


Planta de situación

la preserva de miradas indiscretas generadas en torno al acceso al edificio. Desde el punto de vista constructivo el edificio es simple y económico. Estructura de hormigón optimizada, de luces cortas y vanos compensados, y con forjados unidireccionales repetitivos. Los cerramientos de fabrica de ladrillo de dos hojas y aislamiento conforman los cerramientos exteriores, y de una hoja gruesa las compartimentaciones interiores. Sobre esta construcción esquemática, el edificio se reviste con una solvente y económica piel continua de chapa ondulada de acero galvanizado, de piezas enterizas, que se extiende en fachada y cubierta con una configuración transventilada. Y por coherencia material, la carpintería exterior se resuelve también y en su totalidad con acero galvanizado, resueltas las guarniciones y las carpinterías con piezas enterizas de chapa plegada, perfiles conformados o chapones directos. El interior es sobrio: solado de terrazo y revestimientos interiores de ladrillo visto en las zonas comunes y aulas; salvo en los laboratorios, a los que se dota de un revestimiento de tableros baquelizados conformando una cámara registrable para permitir el tendido oculto de las instalaciones que alimentarán las poyatas de trabajo. Esta decisión responde tanto a criterios de limpieza y asepsia como a permitir el acceso total a las redes de instalaciones técnicas para facilitar reformas y ampliaciones, como es de prever en un programa de laboratorio. El pasillo se configura por su parte como un plenum de distribución de instalaciones, también registrable. Señalar finalmente que la urbanización básicamente consiste en una alfombra del mismo hormigón del basamento del edificio que se tiende entre áreas ajardinadas; cuya planta dibuja las trazas de la ampliación futura del edificio que habíamos estudiado, marcando así —en el inconsciente colectivo— la geometría que creemos que podría tener.

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Planta baja A Acceso B Vestíbulo C Conserjería D Delegación/Laborables E Aseos F Vestuarios G Sala de estudios H Aulas I Laboratorios J Instalaciones

A

B

H

F

C

E D H J

I

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G


Planta primera A Aulas B Laboratorios C Aseos D Almacén E Emergencia

E

A

C

D B

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Secciones transversales Alzado

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Sección constructiva Fachada tipo 1 Chapa minionda de acero sobre estructura horizontal galvanizada, cámara de aire ventilada, fábrica de ladrillo de medio pie sobre estructura de doble cargadero de perfil angular suspendido de forjado con perfiles IPN80, cámara de aire ventilada y hoja interior de aislante rígido de poliuretano de 40 mm sobre tablero hidrófugo de 30 mm fijado sobre perfiles angulares de chapa. Fachada tipo 2 Chapa minionda de acero, cámara de aire ventilada, aislante rígido de poliuretano de 40 mm, tabicón de ladrillo hueco doble cerámico, enlucido de yeso pintado, todo suspendido del forjado mediante cargadero continuo y montantes de acero laminado.

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Cubierta tipo 2 (plana) Dos planchas aislante rígido de poliestireno extrusionado, lámina impermeabilizante de PVC sobre capa de mortero de formación de pendientes sobre losa de hormigón armado o acero. Falso techo de chapa de acero de 3 mm sobre estructura de tubo de acero galvanizado con aislamiento de poliestireno extrusionado. Revestimiento de cubierta plana Revestimiento transitable formado por chapones de acero e: 3 mm asentados sobre bastidor de tubos de acero galvanizado, con crucetas de acero de posicionado de placas, flotante sobre el aislamiento y fijado en el perímetro de la cubierta.

Cubierta tipo 1 (inclinada) Chapa minionda de acero galvanizado, lámina aislante acústica y chapa nervada grecada atornillada a la estructura de cubierta. Forjado tipo cubierta Aislamiento tipo arlita de 15 cm de espesor, forjado unidireccional, cámara para el paso de instalaciones, falso techo de placas de cartón-yeso acabado en pintura plástica mate o al temple, sobre estructura de acero galvanizado.v


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Premio Enor Madrid



Edificio de laboratorios y almacenes químicos

Héctor Fernández Elorza

Localización Alcalá de Henares Madrid Colaboradores Raúl García Enrique Fernández Carlos García Mª Concepción Pérez Manuel Sanz Fotografías Roland Halbe

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A la hora de plantear una propuesta a las necesidades de la Universidad de Alcalá nos encontramos con un proyecto incómodo. Por un lado, el proyecto surgió de la necesidad de agrupar los laboratorios de manipulación y almacenes de peligrosos productos químicos fuera de las facultades del Campus de la Universidad de Alcalá; por otro lado, el edificio no podía perder su ubicación central respecto a esas áreas de docencia. O dicho con otras palabras, ¿cómo calibrar las decisiones arquitectónicas de un edificio que, por su peligrosidad, las facultades se peleaban entre si por alejarlo lo más posible, sin poder perder, por otro lado, en virtud de su buen funcionamiento, su condición de proximidad a dichos usuarios? Por esa razón, además de las necesidades del programa, su uso y el contexto donde se ubica, este edificio nació forzado a esconder su interior luchando contra el carácter de sus fachadas. Frente a la condición dispersa del entorno, el edificio responde con el carácter compacto de un volumen sin fisuras, sin ventanas, que esconde lo que no se quiere ver. Un volumen hermético abierto al cielo que resuelve por medio de profundos patios la luz que la fachada le ha negado. Patios que separan por su peligrosidad los cuatro grupos de laboratorios y almacenes, así como las salas de control y servicios, ventilando, en lo posible, sus espacios comunes; patios profundos que evitan el cielo para recoger su luz, ralentizándola, para distribuirla en el interior del edificio de una manera uniforme. Frente al carácter uniforme, inerte y equivocado de los acabados en ladrillo de los edificios que rodean el proyecto, la propuesta responde a través del carácter latente de sus paramentos. Grandes palastros de acero galvanizado de dimensiones de fabricación máximas y 5 milímetros de espesor que reverberan, frente a la pasividad de sus vecinos, con los matices de la luz exterior y los colores del cielo. Frente a la ambigüedad de escalas de los edificios del contexto, la propuesta plantea la manipulación del proyecto, de sus puertas, en términos de escala. A través de éstas no solo se entra y se sale del edificio, sino también, se abre y se cierra espacialmente

todo el proyecto. O dicho de otra manera: el cajón de puertas cerradas abierto por medio de patios a la luz exterior, a su dimensión vertical, frente a las bocanadas de dimensión horizontal, al recoger en su interior el horizonte en el preciso instante de la apertura de una de sus puertas.


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Planta de situación Maqueta Axonometría

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Planta Sección longitudinal laboratorios A Patio B Acceso principal C Salida D Acceso secundario E Pasillo principal F Pasillo secundario G Laboratorios H Almacenes I Control J Archivo K Aseo L Vestuario

A

F

H

G

E C

B L

K D

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A

J

I


Alzado Oeste Alzado Norte Alzado Sur

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Secciones longitudinales pasillo A Hacia Norte B Hacia Sur

A

B

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Secciones transversales A Control B Control y laboratorios C Laboratorios D Patio

A

B

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Premio Enor Portugal



Bar en el Jardín 9 de Abril

ASPA José Maria Cumbre Nuno Sousa Caetano

Localización Lisboa Colaboradora Carolina Castro Fotografías Fernando Guerra

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Disfrutando de un mirador con vistas panorámicas al Tajo y encuadrado en un conjunto de edificios de gran interés arquitectónico, el Jardín 9 de Abril, conocido también como Albertas (cerca del Convento de las Albertas, de las monjas Carmelitas) o como Jardín de la Roca de Óbidos, aparece como un promontorio en un espacio verde rodeado de tradición, abierto al río y a los barcos, con un imponente margen Sur que oculta Almada. En el límite Norte de la azotea de un edificio preexistente, justo donde se une con el jardín, el bar/terraza ocupa una única planta. Su construcción de carácter efímero, su imagen de ligereza, transparencia, permeabilidad y reflejos promueven y preservan las vistas existentes, impidiendo que esta nueva estructura aparezca como una barrera al jardín.


Planta de situación Sección transversal jardín

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Vistas maqueta Alzado Sur


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Axonometría

Cubierta

Área funcional B Aseos para usuarios, empleados y discapacitados Bar

Área funcional A Cocina, almacén, cuarto de basuras y zona técnica

Cortina de vidrio Apertura total entre áreas funcionales (Terraza/Jardín) Acceso

Terraza interior

Terraza exterior

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Planta Sección longitudinal A Zona técnica B Trastero / Basura C Vestíbulo almacén D Almacén E Vajilla sucia F Vajilla limpia G Zona de bar H Zona de mesas I Aseo empleados J Aseo mujeres K Vestíbulo aseos L Aseo hombres M Aseo discapacitados N Circulaciones O Terraza exterior

N

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B

1

1

2

2

3

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6

6

A

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E

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O

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J 7

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7


Sección constructiva transversal

C

B

A

03.40 03.00

00.00 –00.25 4.63

0.45

1.15

1.65

1.47

1.65 3.56

1.15

0.45 1.47

6.50

Cubierta

Pavimentos

Paredes Interiores

Sistema 01 Lámina impermeabilizante Capa separadora Aislamiento térmico de lana de roca de alta densidad de 80 mm de grosor Barrera de vapor Soporte de cubierta perfil 4.225.54S de 0,70 mm de grosor

Sistema 02 (pavimento interior) Pavimento de cemento Rocland Barrera de vapor Paneles de OSB (hidrófugo) de 18 mm de grosor Lana de roca Estructura de asentamiento del pavimento con rastreles de madera con sección de 14x6,5 cm

Sistema 04 Doble placa de yeso acartonado de 2x12,5 mm Sistema de montantes con aislamiento térmico Espaciado de 50 mm Sistema de montantes con aislamiento térmico Doble placa de yeso acartonado de 2x12,5 mm

Techos Sistema 03 Placa de yeso acartonado hidrófugo de 12,5 mm Montante con sistema de suspensión fijado a perfiles Omega Lana de roca de 40 mm de grosor Sistema 02 Placa acústica de yeso acartonado hidrófugo perforación 6/18R con vena de vidrio blanco de 12,5 mm Montante con sistema de suspensión fijado a perfiles Omega Lana de roca de 40 mm de grosor Sistema 01 Placa de yeso acartonado hidrófugo de 12,5 mm Montante Lana de roca de 40 mm de grosor

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Sistema 01 (pavimento exterior) Pavimento cemento Rocland Hormigón de grano fino con mallazo Capa geotextil Lámina impermeabilizante 1 Lámina impermeabilizante 2 Tela asfáltica Mortero de regularización Formación de pendientes Soporte existente

Sistema 02 Doble placa de yeso acartonado de 2x12,5 mm Sistema de montantes con aislamiento térmico Espaciado de 104 mm con refuerzo entre montantes Sistema de montantes con aislamiento térmico Doble placa de yeso acartonado de 2x12,5 mm Sistema 01 Doble placa de yeso acartonado de 2x12,5 mm Sistema de montantes con aislamiento térmico Doble placa de yeso acartonado de 2x12,5 mm


Detalles constructivos

14

13

19

10

21 07

01 03 04 05 06 29 36 30 31

50 51

11

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22 10 23

25 26 27 11

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25 26 27 11 45

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02

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15 18 41 08 12

40 17 43

39 34 35 36

42

36 38

28

36 38

07 09 10 11

Leyenda 01 Lámina impermeabilizante (R) F 35276 02 Chapa metalizada de 3 mm de grosor de remate de cubierta pintada de color blanco 03 Capa separadora 04 Aislamiento térmico de lana de roca de alta densidad de Coberplan de 80 mm de grosor 05 Barrera de vapor 06 Soporte de cubierta, perfil 4.225.54S de 0,70 mm de grosor 07 Vidrio laminado 8.8/4, vidrio exterior templado y vidrio interior termoendurecido 08 Molduras fijas de hierro con barras lisas de 100 mm (perfil interior y perfil superior) de color blanco RAL 9010 09 Placa de yeso acartonado hidrófugo con 12,5 mm pintado de color blanco 10 Montante con sistema de suspensión fijado a perfiles Omega 11 Lana de roca de 40 mm de grosor 12 Iluminación en moldura perimetral con tira de led RGB 13 Apoyo de hierro metalizado para la fijación del toldo 14 Toldo con motor individual y con sensor de viento 15 Cuña para asentamiento del soporte de la cubierta 16 Perfil IPE 180 17 Perfil UNP 180 18 Tubo metalizado de corte cuadrangular RHS 60 de 50 mm de grosor 19 Vidrio espejado de 5 mm de grosor 20 Rinconera metálica en L con aleros desiguales (294,5x33x2 mm). Molduras 21 Doble placa de yeso acartonado de 12,5 mm

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22 Rinconera metálica en L con aleros desiguales (120x33x2 mm). Rodapié 23 Tubo metálico de corte cuadrangular 50x2 mm de grosor para fijación de rodapiés 24 Tubo metálico de corte cuadrangular 50x25x2 mm de grosor para fijación de molduras 25 Pavimento de cemento Rocland 26 Barrera de vapor 27 Paneles de OSB (hidrófugo) de 18 mm de grosor 28 Estructura de asentamiento del pavimento con rastreles de madera con corte de 14x6,5 cm 29 Pavimento de cemento Rocland 30 Capa geptextil 31 Aislamiento térmico 32 Capa geotextil 33 Lámina impermeabilizante 34 Lámina impermeabilizante 35 Tela asfáltica 36 Mortero de regularización armado con mallazo 37 Formación de pendientes 38 Soporte existente 39 Perfil metálico de remate en chapa quinada metalizada pintada en color blanco 40 Chapa metálica de 3 mm de grosor pintada en color blanco 41 Rinconera metálica en L con aleros desiguales (35x30x3 mm) 42 Zapata de hormigón 43 Tubo metálico de corte cuadrangular 40x4 mm de grosor

44 Chapa metálica de cierre de paredes exteriores de 2 mm de grosor 45 Alero con perfil de aluminio 46 Verja quinada con alas de 50 mm en chapa metálica 450x150x2 mm 47 Iluminación fluorescente 48 Barra horizontal de tubo metálico de corte rectangular 80x40x3 mm 49 Chapa metálica quinada de 2 mm de grosor 50 Chapa metálica quinada de 3 mm de grosor para soporte de las columnas exteriores 51 Columnas para exterior de color blanco


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Proyectos finalistas

Pág. 149 157 169 177 185 193 201 209 217 225 237 245 257 265 273 281 289 297 305 313 325 333 345 353 361 369 377 385 393 401 413 421 433 441 449 457 465 473 481

Recuperación del Palacio de San Telmo Hotel y restaurante Atrio Valle urbano. Piscina municipal Reforma y ampliación de la Escuela S. Gregori MACA. Museo de Arte Contemporáneo CAP Progrés-Raval Parque Empresarial del Arte Sacro VIVAZZ. 131 viviendas protegidas Escuela Porche Casa Collage 80 Viviendas Protección Oficial Pasarela peatonal y urbanización Centro Cultural Cap Vermell Piscina cubierta Teatro municipal Centro de remo y piragüismo Centro de día y actividades comunitarias Centro de salud Hotel Moure Casa A5 Hotel Pazo de Altamira Reintegración urbana de la ribera del Traba Sede del COAG y plaza del Pueblo Gallego Casa de la Magia Centro cívico municipal Sede del COAL y fundación cultural Museo del Agua Espacio para una sociedad gastronómica Centro cultural: biblioteca y teatro 22 viviendas sociales en alquiler para jóvenes Nave 8B. Matadero Oficinas inmobiliaria Chamartín Auditorio y escuela de música 132 viviendas promoción pública Casa das Caldeiras Pabellón de acogida 12 viviendas unifamiliares en hilera 24 viviendas unifamiliares en hilera Casa en Melides

Guillermo Vázquez Consuegra Mansilla+Tuñón arquitectos Diego Jiménez y Juana Sánchez Coll-Lecrec arquitectos Sancho-Madridejos Architecture Office BASS Jordi Badía Suárez Santas arquitectos Zig Zag arquitectura bosch.capdeferro bosch.capdeferro Toni Gironés Carlos Pereda, Oscar Pérez e Ignacio Olite Barceló-Balanzó arquitectes EDDEA arquitectos Enrique Krahe Jose Mª Sánchez Flexo arquitectura Ábalo Alonso arquitectos Ábalo Alonso arquitectos Carlos Seoane Creus e Carrasco arquitectos Salgado e Liñares arquitectos enxeñeiros Irisarri+Piñera arquitectos Trespes arquitectos Martínez, Escudero y Nieto Carmen Martínez y Rodrigo Pemjean MID estudio Carlos Pereda y Óscar Pérez Gabriel Gallegos Alberola, Díaz-Mauriño y Martorell Arturo Franco Díaz Burgos & Garrido e Isasi & Pieltáin arquitectos Milla, Mira y Navarro arquitectos Estudio Entresitio João Mendes Ribeiro y Cristina Guedes Nuno Valentim y Frederico Eça Nuno da Graça Moura Nuno da Graça Moura Pedro Reis



Recuperación del Palacio de San Telmo

Guillermo Vázquez Consuegra

Localización Sevilla Colaboradores Marcos Vázquez Ismael Moya Ignacio González Joaquín Amaya Stefan Häring Genoveva Ruiz Sara Costa Miguel Chaves Maria Picone Valentina Patrono Fco. Javier Álvarez Mónica Sanz-Orozco Raquel Ruiz Pedro Hébil Laura Arroyo Laura Moruno Elena Laredo Paco Pérez Fotografías Duccio Malagamba

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Una nueva totalidad arquitectónica. El Palacio de San Telmo, extramuros de la ciudad histórica e integrado en el paisaje del río Guadalquivir, constituye uno de los edificios civiles más sobresalientes de la arquitectura barroca española y sin duda uno de los más significativos de la arquitectura sevillana. Construido entre 1682 y 1796 para Colegio-Seminario de la Universidad de Mereantes fue transformado en la segunda mitad del siglo XIX en residencia de los duques de Montpensier. Cedido a la Iglesia para su utilización como Seminario Metropolitano, ha venido funcionando hasta los años finales del siglo XX. Este periodo ha sido considerado el más lesivo para la herencia de San Telmo, ya que supuso no solo su demolición interior sino la transformación de su configuración formal y tipológica. Una larga historia de construcción, en la que operaciones de reformas, adaptaciones, demoliciones, etc. han dado paso finalmente a su recuperación integral, merced a la adquisición del edificio por la Junta de Andalucía para sede de su Presidencia. La propuesta, desarrollada entre el año 2000 y 2004, plantea una intervención que, por primera vez en su historia, afecta a la totalidad del edificio. Se tratará, por tanto, de un proceso complejo en el que se suman y superponen acciones de restauración, rehabilitación, reconstrucción y nueva edificación. De ahí la conveniencia de definir como recuperación al conjunto de operaciones proyectadas en el edificio. Un conjunto de intervenciones que pretenderán otorgar coherencia interna a todo el conjunto edificado, introduciendo una arquitectura nueva que, ahora sí, buscase sus fundamentos en la experiencia de lo existente, en la consideración de la memoria histórica del edificio. Nuestra propuesta asume, por tanto, la demolición interior de todo el edificio, a excepción de la crujía principal, patio central y capilla, manteniendo solo los muros perimetrales. Esta operación de demolición, tanto de forjados como de divisiones verticales, de techos y pavimentos, se hace aún más explícita en el área Sur, donde la demolición alcanza igualmente a la crujía intermedia entre los dos patios,

generándose tras la demolición un enorme vacío que se extenderá desde el patio central al salón de recepciones. Esta intervención propone recuperar, en la disposición no simétrica de sus patios, la memoria histórica del edificio, al establecer relaciones de analogía con el núcleo fundacional del viejo edificio, aquel que se construyese en los últimos años del siglo XVII, en el que un conjunto de diminutos y erráticos patios conferían una escala más doméstica al ala Sur, en relación a sus espacios más solemnes, que se alinearían más tarde a lo largo de su eje transversal. En nuestro proyecto la distribución topológica, así como la geometría de los nuevos patios, se genera a partir de la recuperación integral de dos de ellos, que pertenecieron al primer San Telmo: el patio de San Jerónimo, destruido, que se construye ahora mediante una reconstrucción no historicista, a partir de los numerosos restos existentes, y el antiguo patio anexo a la Capilla, maltratado y mutilado, que recupera sus dimensiones primitivas. La ubicación de ambos patios junto a la huella de la traza del antiguo refectorio fijan los límites de los dos nuevos patios propuestos, de altura y dimensiones diversas aunque con un tratamiento similar en sus fachadas interiores. La nueva configuración espacial modificará la relación vacío/construido existente, proponiendo relaciones de mayor intensidad entre los patios y de éstos con el Patio de Honor, reducido a un recinto cerrado en las últimas intervenciones. El conjunto que ahora se propone construirá un tejido compacto y entrelazado de edificaciones y patios, de gran riqueza y variedad espacial, alternando la escala monumental con la doméstica, en el que las luces, las transparencias y las largas perspectivas asumirán un decidido protagonismo en la definición de los nuevos espacios. Espacios más complejos y entretejidos, más próximos a aquellos otros espacios barrocos primitivos que a los mudos e inertes recintos eclesiásticos.


Jardines dentro del jardín. Lo que ha llegado hasta nosotros del primitivo jardín de los Montpensier es un descuidado conjunto de árboles, algunos de ellos enfermos, que se alinean contra los muros del cerramiento, acotando en su interior un enorme espacio desertizado. Solo algunos viejos olmos que conformaban los caminos que partían del Palacio, junto a pocas palmeras, almeces y zapotes son los únicos supervivientes del primitivo recinto. Nuestra propuesta, redactada con la colaboración de la paisajista Teresa Galí, atiende con sensibilidad a todas estas consideraciones y propone un nuevo jardín que acepta, asume y hace suya toda la historia precedente. Sobre el cerramiento del jardín al Paseo de las Delicias, aprovechando la ausencia de arbolado, se han ubicado los espacios necesarios de control, acceso y maquinarias, así como un reducido aparcamiento subterráneo, que el jardín cubrirá en su superficie hasta hacerlo desaparecer. Una pérgola de gran magnitud, cubierta de buganvillas rojas cubrirá todo el conjunto, construyendo la nueva puerta de acceso al Palacio desde los jardines. La presencia del gran vacío central nos sugiere la idea de concebir la intervención como jardines dentro de un mismo jardín. El conjunto de operaciones se estructura proponiendo distintos recintos, lugares de estancia, organizados desde un elemento arquitectónico central formado por las albercas y estos recintos, ligeramente rehundidos que evocan la tradición hispano-musulmana. Estos patios son la antesala de los distintos jardines que aparecen en el jardín. Los árboles existentes van a determinar el trazado, la geometría y la implantación de los parterres de vegetación arbustiva. La proyección del diámetro de sus copas sobre el terreno dibujarán un sistema de curvas y contracurvas que caracterizarán la geometría de los nuevos parterres. Otros elementos del jardín: luces, bancos, etc se subordinarán a esta ondulante geometría. Grandes masas de vegetación, arbustos, hierbas, etc se entrelazan creando un ambiente de jardín paradisiaco, semi asilvestrado, donde frutos, flores, colores, olores y texturas asumen el mayor protagonismo. 150

Los nuevos jardines de San Telmo asumen y recuperan en un solo lugar toda la historia que en ellos ha transcurrido, iniciando así su camino hacia el siglo XXI.

Antonio Rodríguez Años 1682–1706 Real Colegio Seminario de San Telmo. Sobre la base de la propuesta de Antonio Camargo dibujada por Francisco Pizarro en 1781

Leonardo, Matías y Ambrosio de Figueroa Años 1721–1739 Real Colegio Seminario de San Telmo

Antonio Camargo, Antonio de Figueroa y Lucas Cintora Años 1775–1847 Real Colegio Seminario de San Telmo

Balbino Marrón Años 1849–1854 Palacio de los Duques de Montpersier

Balbino Marrón Años 1855–1896 Palacio de los Duques de Montpersier

Juan Talavera de la Vega Año 1900 Seminario Eclesiástico

José María de Basterra Año 1926 Seminario Eclesiástico

José Galnares Sagastizábal Años 1962 Seminario Eclesiástico (planta baja)

Guillermo Vázquez Consuegra Años 1989–1992 Presidencia de la Junta de Andalucía. 1ª Fase Años 2004–2010 2ª Fase


Planta jardín Planta sótano

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Planta baja Entreplanta

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Elementos existentes que se sustituyen Elementos de nueva construcción Elementos existentes que se mantienen


Planta primera

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Sección transversal Sección longitudinal Sección longitudinal estado previo


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Hotel y restaurante Atrio

Luis Mansilla Emilio Tuñón

Localización Cáceres Colaboradores Carlos Martínez Andrés Regueiro Marceline Ruckstuhl Carlos Brage David Orkand Arabella Masson Elke Gmyrek Ignacio Peydro Teresa Cruz Anna Partenheimer Ainoa Prats Joao Leitao Bárbara Silva Carlos Cerezo Fotografías Luis Asin

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Atrio: la domesticidad del cangrejo ermitaño. El nuevo Relais-Châteaux Atrio en la Plaza de San Mateo de Cáceres trata de pensar la ciudad desde los presupuestos que la hicieron posible, y trata de imaginar cómo ello puede ser llevado a cabo en nuestra época, haciendo convivir arquitectura contemporánea con un entorno histórico, desde el respeto y la dignidad. Dentro del recinto histórico de la ciudad de Cáceres, el conjunto sobre el que se ha construido la nueva edificación estaba integrado por dos construcciones existentes de muy diverso carácter. La primera construcción era un edificio auxiliar de tres plantas que se disponía a lo largo de la calle de los Condes, mientras que el segundo edificio, con dos plantas y altana, se trataba de una vivienda construida a principios de los años ochenta en la Plaza de San Mateo. Sobre estas dos estructuras, bastante degradadas por la falta de uso durante años, la nueva construcción se acomoda como un doméstico cangrejo ermitaño dentro de una concha sin vida, de tal modo que el nuevo uso revitaliza y rehabilita las construcciones sin vida, estableciendo una simbiosis orgánica que adquiere un nuevo significado de contemporaneidad. La nueva edificación alberga dos actividades complementarias: la nueva sede del restaurante Atrio, y un pequeño hotel Relais-Châteaux con catorce habitaciones. En la planta baja se sitúa la recepción del hotel, el restaurante y su correspondiente cocina. En las dos alturas superiores se despliega el conjunto de las habitaciones. La circulación, en estas plantas, gira alrededor de un pequeño atrio que da una escala del conjunto y vincula la planta a aquellas tradicionales casas y palacios que se suceden en la ciudad histórica. Sobre la primera planta se ubica una discreta zona lúdica interior, abierta al jardín, con dos pequeñas albercas ubicadas en la parte posterior. A la Plaza de San Mateo se abre una pequeña terraza desde donde se puede disfrutar de las vistas lejanas del casco histórico de Cáceres y sus campos. Entre estas dos áreas diferenciadas se construye una pérgola, un elemento cuyo

objetivo es dulcificar el entorno de la Plaza de San Mateo, al introducir la presencia verde de las plantas trepadoras. El nuevo organismo funcional se acopla a las irregularidades del perímetro de las edificaciones existentes, y se manifiesta al exterior, en el ajardinado patio interior, mediante el tejido de un tapiz de esbeltos pilares de hormigón blanco plementados con carpinterias de madera y baquelita negra. En el interior, las maderas de roble pintadas de blanco, sobre las que los muebles y el arte se recuestan plácidamente, tratan de unificar los diferentes ámbitos de la nueva construcción, y el granito negro, dispuesto como si de una tarima de madera se tratase, construye el plano neutro de actividad del hotel y del restaurante. Los diferentes espacios se construyen como espacios de intimidad que, amueblados desde una radical domesticidad, abren sus ojos con discreción sobre los espacios públicos, la calle, el atrio, el jardín, haciendo que lo necesario se sienta como próximo, y lo próximo como necesario. Estrategias de participación y convivencia. Para nosotros, lo importante, a la hora de intervenir sobre un contexto histórico, no es entrar en la ya conocida discusión sobre qué futuro queremos para nuestro pasado, o qué pasado queremos para nuestro futuro... Lo verdaderamente importante para nosotros, desde el punto de vista de nuestra investigación disciplinar, es aceptar, de forma aristotélica, el hecho de que en realidad no existe ni el pasado ni el futuro, sino sólo nuestro presente, el presente de nuestro pasado y el presente de nuestro futuro, desde una forma de entender la arquitectura contemporánea como oscilación permanente entre estrategias de participación y estrategias de convivencia ambiental. El hotel Relais-Châteaux y restaurante Atrio en Cáceres debe entenderse como el resultado de un complejo proceso de estrategias de participación entre arquitectos, propietarios y la ciudad, pues, tras una primera propuesta fallida realizada con independencia de la ciudadanía, el segundo proyecto


Vista axonométrica desplegada

fue realizado a partir de un fluido, y enriquecedor, diálogo con los ciudadanos, las fuerzas vivas y las instituciones de la ciudad de Cáceres, con el sincero objetivo de participar en la revitalización de un lugar concreto del casco histórico, salvaguardando la cualidad ambiental de este entorno protegido. Sin duda, la complejidad es la más clara cualidad del casco histórico de Cáceres, y es, por ello, que las intervenciones contemporáneas en este delicado contexto plantean dilemas difíciles de evaluar, puesto que obligan a valorar situaciones y vínculos que no pueden ser comparados, reclamando, por lo tanto, estrategias de convivencia que hagan compatible arquitecturas y sensibilidades diferenciadas. Es decir, se trata de preservar el carácter ambiental del entorno, mediante la aplicación de un conjunto de mecanismos contemporáneos de rehabilitación y conservación que, aunque se sustenten en el mantenimiento de vínculos físicos, funcionales, y ambientales con el paisaje urbano histórico, no impongan formas prefijadas que conlleven la negación de la historia y la contemporaneidad. De este modo, el Relais-Châteaux Atrio supone una intervención de arquitectura contemporánea que, siendo respetuosa con el carácter ambiental del casco histórico, materializa una oportunidad para la ciudad, al revitalizar un lugar concreto del recinto histórico. En ese sentido, es necesario hacer presente que la vida de la ciudad histórica no se puede dar por finalizada, sino que, al contrario, es necesario continuar enriqueciéndola con nuestro patrimonio presente, propio de nuestros días pero atento y respetuoso con aquello que lo rodea. La reinterpretación tipológica y constructiva, la conservación de parámetros urbanísticos, el mantenimiento de texturas y materiales, la conservación de los mecanismos abstractos de apertura de huecos, el reciclado de materiales constructivos, la valoración de lo necesario y lo próximo, etc. son algunas de las estrategias de convivencia ambiental desarrolladas en esta construcción, cuyo objetivo principal, como investigación disciplinar, es establecer vínculos entre nuestro presente, el presente de nuestro pasado y el presente de nuestro futuro. 158

Vista general del conjunto

Vista parcial del sistema estructural

Conservación y rehabilitación de fachadas


Planta Segunda J Pasillo habitaciones K Escalera principal L Escalera de servicio M Terraza N Solarium O Albercas P Vestuario Habitaciones 201–205

L

J K O N

O

P

M

Planta Primera G Pasillo habitaciones H Escalera principal I Escalera de servicio Habitaciones 101–109

I

G H

Planta Baja A Recepción Hotel B Bar C Atrio D Restaurante E Cocina F Patio

E

F

D

A

C

B

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Sistema constructivo A Albardilla de remate de piedra artificial blanca e=7 cm tomada con mortero de cemento B Peto de hormigón blanco in situ e=15 cm con remate de canto 30 cm y goterón C Revestimiento exterior de paneles de baquelita atornillados e=8 mm D Subestructura de perfiles tipo omega de acero galvanizado e=4 cm para anclaje baquelita con aislamiento térmico e=4 cm E Subestructura de perfiles tipo omega de acero galvanizado para el anclaje de placas de cartón yeso con aislamiento térmico e=7 cm F Revestimiento interior formado por dos capas de cartón yeso (15+15) G Vidrio laminado (6+6)+12+(6+6) H Carpintería de roble macizo e=15 cm sobre premarco de madera 4x4 cm atornillado a pieza de remate de pavimento I Pilares de hormigón blanco in situ en fachada 15x45 cm J Suelo de la cubierta de la alberca: Acabado de gresite negro de e=3 cm Doble lámina impermeabilizante de betún elastómero Vertido de hormigón gunitado Doble lámina anti-impacto (5+5 mm) Losa de hormigón armado e=10 cm Doble lámina anti-impacto (5+5 mm) K Aislamiento térmico de vidrio celular e=5 cm sobre losa de hormigón armado blanco de e=40 cm L Falso techo formado por dos capas de cartón yeso, y lana de roca e=3 cm con velo de protección anclado a subestructura de omegas de acero galvanizado e=5 cm. Suspendido de anclaje metálico con muellegoma M Sistema de impulsión de aire para climatización N Aislamiento acústico e=5 cm sobre doble lámina antiimpacto 5+5 cm y losa de hormigón armado blanco de e=40 cm O Falso techo acústico formado por dos capas de cartón yeso (15+15) y cámara de 10 cm anclado a subestructura de omegas de acero galvanizado e=5 cm. Suspendido de anclaje metálico P Paneles de absorción acústica de entrevigado apoyados en piezas de artesonado, con carril para luminaria suspendida Q Artesonado de madera de roble lacado en negro a poro abierto 5 capas , suspendido mediante subestructura auxiliar del forjado con muellegoma R Granito negro zimbawe e=2 cm acabado mate con tratamiento antideslizante sobre mortero de cemento e=10 cm S Suelo radiante T Poliestireno expandido e=3 cm U Doble lámina antiimpacto 5+5 cm V Muro de hormigón armado blanco de 45 cm de espesor. 160

A

B J C D

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G N H O

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R

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S T U

V


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César Portela Jardón Presidente del Jurado

César Portela (Pontevedra, 1937) está considerado uno de los grandes referentes de la arquitectura gallega contemporánea. Estudió la carrera en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona y se doctoró en la de Madrid. Autor de una numerosísima obra que ha ido evolucionando desde sus comienzos, a finales de la década de 1960, pero siempre manteniendo características propias que le dan identidad a sus trabajos, entre las cuales destaca la vinculación de la obra realizada con el entorno en el que se ubica, no solo en lo que concierne al espacio, al medio, sino también a su historia y sus geografía humana y social. Entre sus trabajos hay un amplio abanico que va desde la vivienda unifamiliar a grandes equipamientos colectivos como museos, auditorios, centros culturales o estaciones ferroviarias. Su reconocimiento internacional está respaldado por numerosos premios, entre los que destacan el Premio Nacional de Arquitectura por la Estación de Autobuses de Córdoba (1999), el Premio Nacional de Urbanismo por el Plan Especial del entorno del Pazo de Oca, la medalla de oro del Consejo de Europa por la rehabilitación de la Carballeira de Santa Miña o el Philippe Rotthier en 2005 por el Museo del Mar de Galicia. Su actividad docente le ha llevado a ser profesor invitado en numerosas universidades europeas y americanas, a organizar seminarios y talleres y a ser catedrático de proyectos arquitectónicos en la ETSA de A Coruña.

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Para el presidente del jurado la V edición del Premio Ascensores Enor “refleja perfectamente la arquitectura que se está realizando hoy día tanto en nuestro entorno ibérico como fuera”. La racionalidad se ha convertido en una de las características más destacables. “Si la racionalidad es una cualidad necesaria para cualquier actividad humana, para la arquitectura lo es mucho más”, subraya Portela, quien recordó que el comienzo del siglo XX fue el gran momento del racionalismo arquitectónico. “La humanidad tiene cierta tendencia a ser cíclica en todo. En ciertos aspectos es negativo, pues se repiten los ciclos de las guerras y las crisis, como si no hubiésemos aprendido nada de la experiencia anterior, pero en otros es positivo y creo que esta llamada de la racionalidad va a poner fin a muchos despropósitos que se han hecho en el terreno arquitectónico en los últimos tiempos, por suerte. Y no porque no haya quienes quieran intentarlo, sino porque no hay recursos y habrá que ajustar más los medios y los proyectos a esos medios y a esos recursos limitados”. “Si algo demuestra este premio es que se puede hacer una gran obra sin que sea una obra grande”

El presidente del jurado de la V edición del Premio Ascensores Enor reivindica la necesidad de buscar el espectáculo no en la grandiosidad sino en la proporción de las formas y en la composición del espacio. “La crisis nos devuelve a la racionalidad y eso es bueno para la arquitectura”.

Tremendamente crítico con las obras faraónicas, se confiesa movido por otros intereses desde siempre. “Se puede conseguir una obra espectacular sin caer en el faraonismo. Se puede buscar lo espectacular en la proporción de las formas, en la composición de los espacios, en la calidad de los materiales”. Defensor a ultranza del vínculo entre la obra arquitectónica y su territorio, César Portela recuerda que “la obra es la obra y sus circunstancias y cuando no se tiene mucho dinero es mejor aprovechar ese territorio. En arquitectura es fundamental aplicar esa técnica de las artes marciales que permite a una persona con menos fuerza derribar a la otra aprovechándose de la fuerza de su adversario. Así, una casa modesta, con abrir un hueco que se convierte en una ventana a la ría o a una montaña, a veces vale más que un gran palacio rodeado de muros”. En su análisis de los proyectos presentados a la V edición subrayó esa cualidad como una de las virtudes determinantes en su valoración. “Si hay algo que pone de manifiesto esta edición es que una gran obra no tiene por qué ser una obra grande. Hay obras pequeñas en tamaño que son grandes obras por su proporcionalidad por las soluciones adoptadas, por su manera de ejecutar”. No ocultó las dificultades que persiguen al arquitecto a la hora de realizar su trabajo desde el comienzo hasta que la obra está concluida y entregada al cliente. “Hacer una obra bien hecha es muy difícil. Es como una carrera de obstáculos. En primer lugar tienes que recibir un encargo coherente, es decir, que no te pidan la Luna. En segundo lugar, tiene que salirte bien el proyecto. En tercero, que quien lo va a construir lo construya bien y en cuarto lugar, que durante el tiempo que transcurre desde el comienzo no te aburras y arrojes la toalla, porque a veces pasan muchos años entre el encargo del proyecto y su materialización. Por eso creo que cuando pese a todos estos inconvenientes, la cosa sale regular ya está bien. Si además consigues que salga bien, eso es un éxito. Para mí es muy importante, a la hora de enjuiciar los trabajos que se presentan a un concurso, evaluar todas sus circunstancias.”

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Aunque como presidente del jurado su visión abarcó la totalidad de los proyectos presentados, no ocultó su interés por el apartado del premio al mejor proyecto gallego. “Hay muy buenos arquitectos trabajando en Galicia y eso se ve también en esta edición del premio, como también se ven las dificultades que existen para que esos arquitectos puedan hacer su trabajo”.

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Valle Urbano. Piscina municipal

Juana Sánchez Diego Jiménez

Localización Granada Colaboradora Ángela Sáez Fotografías Jesús Granada

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Para construir la piscina municipal, el Ayuntamiento de Lobres pensó en el solar de las antiguas escuelas, de las que aún queda un pabellón recientemente rehabilitado como gimnasio. Una manzana, con más de tres metros de desnivel entre sus linderos, dentro del entramado de construcciones de pequeña escala, de no más de dos plantas de altura, huertas de frutales y acequias que rodean a este pequeño núcleo del valle del Guadalfeo, muy próximo al mar granadino. Un nuevo equipamiento que se sitúa dentro del núcleo consolidado, con un uso lúdico, que la memoria colectiva asocia a un espacio abierto con cualidades de naturaleza. Este ideal de jardín, de vergel, nos hizo pensar en el proyecto para la piscina como un trozo de paisaje traído a este lugar, de forma que conciliara lo urbano y la actividad pública del baño, con adecuada privacidad y autonomía, en una atmósfera de naturaleza lúdica favorecida por las cualidades ambientales de las que se disfruta en esta costa tropical. Ese fragmento de paisaje es un valle artificial que se asienta a cota intermedia, aprovechando el desnivel, para no excavar en exceso debido a la dureza del suelo, y encuentra su mejor posición con relación al paisaje que lo rodea. Esta superficie, en donde se sitúan los vasos de nado y recreativo, se prolonga en planos inclinados que definen las laderas; su línea de cornisa variable tiene que ver con la delimitación del recinto de baño, la apertura de las vistas hacia el Sur a través de las cubiertas con el mar de fondo, o el perfil de las lomas hacia el Norte con el monte. Su altura permite la futura cubrición con una estructura ligera de cable tensado y material textil; esta cubierta eventual, se asemeja a la de los cultivos bajo plásticos de la zona, permite prolongar su uso después de la temporada estival; que junto a la conexión prevista con el gimnasio existente, amplía la oferta lúdica de espacios públicos durante todo el año. El valle queda definido por estas nuevas lomas que hacia el exterior, de la misma manera que en la tradición constructiva de las viviendas agrícolas, se recortan en muros blancos, rugosos y encalados. En el interior de este paisaje, intramuros, bajo los

planos inclinados, quedan alojados los vestuarios, zonas de servicio y el kiosco. A través de un gran portón, una rampa que se cuela desde la calle, te desliza en penumbra hasta la luminosidad del valle, un paseo que deja atrás el pueblo y vuelve a descubrirlo en un lugar extraño y lúdico. Un camino que continua adentrándose hacia lo íntimo, hasta los vestuarios; aquí el juego del agua se transforma en un ambiente húmedo, dónde la luz es capturada por las burbujas, que se abren paso en las laderas, y conducida hacia el suelo a través de los lucernarios, oscureciendo aún más el techo cavernoso de hormigón, reluciendo en las gotas de vapor que emanan de las duchas; una atmósfera cálida y sosegada. El proyecto es un artificio de paisaje en dónde la capa final, el acabado, incide de manera muy directa en su percepción, al reforzar la ambigüedad suscitada entre lo natural y lo artificial. Un vestido de césped artificial bordado con vegetación se ciñe a este maniquí geológico que se recorta al llegar al agua. Un material reciclable y de fácil mantenimiento que hace sostenible una pradera en estas latitudes; la homogeneidad del verde manufacturado, se rompe con la vegetación tropical, trepadoras de madreselva que inundan el valle con su olor, macizos de collar de la reina con sus flores carnosas de color naranja encendido y tulipaneros del Gabón que desafían el invierno con el rojo escarlata de sus flores, acercándonos al mundo de lo fantástico. Por eso, el sombreo de la zona próxima al bar no es un toldo; es una nube de lonas blancas que descuelgan de ondulados perfiles, que se agitan con el viento como la ropa tendida de los vecinos estampando su sinuosa sombra sobre la pradera. Un murmullo de este pequeño paraíso se deja ver desde la calle en el recorte del césped que remata en la arista de los muros, o las trepadoras que se descuelgan e invaden las tapias de tirolesa blanca.


Plano de situación

Alzado Sección transversal Secciones longitudinales

Planta 0 Planta 1 A Acceso B Control C Piscina nado D Piscina lúdica E Solarium F Bar G Vestuarios H Aseos I Almacén J Botiquín K Gimnasio existente L Sala de instalaciones M Terraza bar

G

H

C I

L D

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K


A B

J H

E

F

E

G

C I E

D

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K


Detalle A Geotextil antirraices, fijado a soporte B Impermeabilización jardinera lámina asfáltica autoprotegida C Pantalla de hormigón según estructura D Mortero hidrófugo de regulación E Mortero a la riloresa cranulomería según D.F. pintado en blanco con cal F Tubo de riego por goteo G Lámina de oscurecimiento verde H Losa de hormigón armado de 10 cm de espesor I Suelo profabricado de hormigón J Mortero de agarre y regularización K Zahorra compactada L Grava M Geotextil N Lámina drenante O Impermeabilización asfáltica P Losa de cimentación Q Tubo drenante R Hormigón de limpieza

A B

F

C D E

G

H

I J K

L M N O P Q R

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Lámina de cesped artificial, espesor 4 cm Pletina de aluminio en formación de goterón Lámina asfáltica Pantalla de hormigón

Lámina de cesped artificial, espesor 4 cm adherido al soporte con cola especial y elementos metálicos Capa de mortero rico, espesor 5 cm, acabado fratasado Línea de acabado de muros verticales Aislamiento rígido, fijaciones PVC Geotextil 180 gr/m Impermeabilización lámina asfáltica autoprotegida Losa según estructura

Lámina impermeabilizante L conformada 17x8 cm fijada a muro cada metro Gorterón chapa plegada de aluminio Rejilla perimetral de hormigón con tapa registrable

Pantalla de hormigón según estructura Mortero hidrófugo de regulación Mortero a la rirolesa pintado en blanco con cal

Solera de hormigón 15 cm, fratasado, armado con mallazo diámetro 8 mm 20x20 acabado fratasado y pulido con disco e imprimación superficial de color tipo industrial Lámina geotextil Bolos de relleno Losa de cimentación

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Zahorra compactada Solera de hormigón 15 cm, fratasado, armado con mallazo diámetro 8 mm 20x20, con pendiente, según saneamiento Césped artificial 4cm de espesor


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Reforma y ampliacion de la Escuela S. Gregori

Jaime Coll Judith Leclerc

Localización Barcelona Fotografías José Hevia

La Escuela Sant Gregori en Barcelona fue construida en el año 1972 en la falda de Collserola. El proyecto original se dispuso sobre terrazas del terreno, escalonando los forjados. Es atractiva la integración de su sección así como la fluidez de su interior pero actualmente tiene graves dificultades de accesibilidad y evacuación, carece de instalaciones adecuadas a los estándares actuales y además es una escuela que carece del ciclo infantil (3 a 6 años). Por tanto el encargo se centró en la reforma, mejora y ampliación de las instalaciones del actual centro docente, y en trasladar las aulas infantiles actualmente en la calle Arimón. La ampliación prevé la construcción de un aparcamiento subterráneo, 6 aulas del ciclo de infantil (3 a 6 años), 6 aulas suplementarias de primaria y una escuela de música que dotará al centro de una nueva sala polivalente (gimnasia-espectáculos) con aforo de 300 personas. Los requisitos urbanísticos de partida eran: –Edificación retranqueada (no crear fachada a la calle Carles Riba). –Intervención unitaria, no fragmentada. –Ocupar lo mínimo el espacio natural del resto de la parcela. –No extenderse a las cotas altas del solar. Además añadimos que la intervención debería ser en apariencia mínima, más una operación de ocupar huecos, vaciar y volver llenar, sustituir aterrazamientos en mal estado, crear espacios polivalentes, utilizar las cubiertas como espacios de juego que permiten separar los niños por edades. La escuela tenía un espacio natural de recepción exterior con 3 pinos que nos propusimos conservar y potenciar. Alrededor de este patio y sustituyendo la primera terraza sobre la que se sitúa la escuela, hemos construído una nueva administración semienterrada (control, recepción y acogida) que permite conectar con ascensor el edificio antiguo desde el nivel de calle. Al Este, una sala polivalente (deportes y espectaculo) con una cubierta que es una pista de basket. Esta disposición se cierra al Oeste con una grada-escalinata que crea un ágora, un

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espacio público exterior cubierto por los tres pinos, que conecta con el escenario de la sala polivalente gracias a una gran puerta corredera. Por tanto, los espacios se encadenan y el escenario puede pivotar y servir al interior o al ágora exterior. El resultado es un nuevo espacio de acogida donde los padres o los niños podrán esperar, jugar, realizar espectáculos. Espacio que no está acotado por muros sino que continua hacia el interior del edificio dándole una mayor profundidad, especialmente por la tarde con la administración iluminada. El resto de volúmenes se colocan al Oeste, restituyendo el perfil de la montaña excavada, retranqueándose y escalonándose, creando terrazas de juego y conectándose a la escuela antigua para facilitar su evacuación. Aulas infantiles en planta baja, primaria en planta primera y escuela de música en plantas 2 y 3, un volumen dislocado de dos plantas que se deposita sobre las aulas de infantil y primaria, recubierto de zinc antracita. A nivel de planta primera, las nuevas cubiertas están acabadas con Composan de color verde, conectando longitudinalmente con gran fluidez todos los espacios. El edificio ha obtenido calificación energética “A”. Toda la cara expuesta a Sur está protegida por vuelos o por celosía de madera de pino que protege las aulas del sol directo. De la misma manera, la pista de basket sobre la sala polivalente está rodeada de malla galvanizada Rivisa por la que subirán plantas trepadoras.


Axonometría de elementos de control climático

A B

A1 A2 B1 B2 C

E C1 C2 C3 D1 D2

C4

D3 D5 D D4

A Cerramiento de madera

B Malla + Vegetación

C Fachada de zinc

D Cerramiento exterior

1 Marco metálico formado por L 100.100 2 Listones de madera de escuadría 45x90 mm de madera de pino tratada al autoclave

1 Vegetación: plantas trepadoras (buganvilla) 2 Malla simple torsión de acero inoxidable galvanizado en caliente de diámetro 80 mm

1 Fachada ventilada de zinc color antracita 2 Marco formado por perfiles tubulares de acero inoxidable 100.40.4 para colocación de persianas 3 Persianas de zinc perforado sobre estructura de tubulares de acero tipo 40.4 4 Tubo de acero macizo colocado sobre guía. Se fija a la subestructura de los paneles mediante un perno de giro permitiendo el movimiento paralelo a la fachada

1 Chapa metálica de remate 2 Madera de pino de flandes diámetro 100 mm 3 Placa metálica de anclaje a muro de hormigón 4 Calle Carles Rivas 5 Patio y zona de juego

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E Cota 0. Gran plataforma de juego que unifica los diferentes programas de la escuela


Planta primera Planta baja Sección longitudinal

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F Despiece y módulo de la fachada de madera

F1 A D

A

E

B

F1

F

F G

F D C

F

F

G

G

F F

H G F

D

G F1 D F1

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H


Proceso de montaje celosia de madera fachada Sur Escuela Sant Gregori 1. Se pondrá un taco de hormigón sobre el pasadizo para tener más superficie de anclaje. En cambio se pueden sacar las pletinas matálicas del canto. 2. Se tomarán medidas para controlar los plomos entre forjados. Es importante que los desplomes no sean superiores a 40 mm. 3. Se montarán los perfiles metálicos “T” verticales anclados a los forjados (D), aplomando y alineando los perfiles. Por tanto, se identificará el punto más saliente y se alinearán el resto de perfiles con pequeños tubos o arandelas que compensen la desviación (no más de 4 cm). Los que lleguen a tierra quedarán 3 cm por encima e irán cogidos con redondos roscados que previamente se anclarán a la solera de hormigón. 4. Se montarán los marcos en “L” atornillando (E) los montantes “T”. Estudiar la posiblidad de montar la madera con los marcos en tierra antes de subirlos. 5. Si la parte central del marco tiene pandeo, poner una pequeña pletina (F) hasta el forjado. 6. Estudiar la posición de las varillas roscadas (G) para que no coincidan con los tornillos de los marcos (E). A Forjado B Marcos formados por perfiles de acero galvanizado L tipo 100.10 Para colocación de madera, atornillado directamente a forjado mediante puntos de fijación tipo 1 y 2 C Madera de pino flandes de 90x45 mm tratada al autoclave con sales hidrosolubles para tipo de riesgo 4 fijada mediante varillas roscadas al marco. D Tornillo autorroscante. Puntos de fijación a la estructura de los perfiles tipo L al canto del forjado. Los tornillos se colocarán en el punto medio de la losa de hormigón tal y como se indica en el dibujo. E Puntos de fijación de los marcos metálicos al canto de forjado. Pletina colocada en el punto medio del marco metálico. F Puntos de fijación de los marcos a la estructura de perfiles T, mediante tornillo pasador. Ver distancias de colocación en la axonometría. Los puntos de fijacion F1, se colocarán a la distacia precisa indicada, entre madera y madera, para poder atornillar. G Tirante: varillas roscadas ocultas cada 95 cm con vainas de de acero inox. H Puntos de fijación al terreno mediante tornillos.

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MACA. Museo de Arte Contemporáneo

Juan Carlos Sancho Sol Madridejos

Localización Alicante Colaboradores Ana Vinagre Esther Jiménez Marta Toral Andrey García Carlos Chacón Sebastián Severino Mafalda Ribeiro Friedrich Jan Rohde Ernesto Revilla Fotografías Juan Carlos Sacho

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Todo proceso arquitectónico supone, al menos para nosotros, plantear y recorrer un territorio en donde diferentes intenciones, estrategias y realidades se entremezclan dando lugar al total del proyecto que se materializa en la obra construida. Si al final del recorrido —y mirando hacia atrás— prestáramos atención a la trayectoria recorrida —la dèmarche— veríamos en este trazado todas las derivas, las variaciones y las tensiones que impone la realidad, y que han marcado definitivamente el proyecto. Quizás ese dibujo trazado en el tiempo, está presente en la obra construida, en su materialidad, en su lenguaje, en sus relaciones espaciales, o en su presencia como objeto. Algo de esto ocurre en el museo de Arte Contemporáneo de Alicante —MACA— en donde su presencia como edifico nos transmite toda esta información acumulada, todo ese zigzagueante trazado recorrido. Si tuviéramos que poner un nombre, o conjugar en una acción toda esta trayectoria, quizás lo más cercano o acertado, se centraría alrededor de —el tono del espacio—, que deriva en tres acciones diferentes pero superpuestas: ajustar, tensionar y tiempo, como ya planteábamos en el texto tono de libro —suite— en el año 2001. Todo ello en relación a un mundo de referencias personales y planteado en un territorio en donde nosotros venimos trabajando desde hace ya años. Dentro de este ámbito —el tono— se han ido superponiendo con el paso del tiempo —casi al modo jazzístico—, diferentes microtemas, variaciones e intereses, que han permitido construir un todo más complejo, aunque también más compacto. Ya que, al final, hablamos del espacio que recorremos y percibimos, pero también de los objetos, de su materialidad, de su reacción a la luz, al paisaje, y de su percepción en relación al movimiento y al tiempo. El modo más acertado, quizás, de leer el MACA se encuadraría dentro de este campo de relaciones, de este campo de juego que llamamos tono. Estas tres acciones —ajustar, tensionar y tiempo—, crean conexiones inestables pero potentes entre ellas, actuando en consonancia, dando como resultado las variaciones espaciales de este campo de

juego. La presencia y visibilidad del objeto y del espacio, con la percepción de la aparición-movimiento-desaparición del objeto en base a la luz, al movimiento y al material, son en definitiva, las constructoras del proyecto. El edificio está planteado para la colección de Eusebio Sempere, artista que se movió en el círculo del op-art con Vasarely como abanderado. Este punto de partida nos motivó para trabajar, dentro del territorio arquitectónico, en torno al mundo perceptivo-plástico, como ya lo habíamos hecho en otros proyectos y que, en este caso, cobraba una mayor pertinencia, el arte cinético de los años 50 jugó con las estrategias de la percepción a través del movimiento, de la luz, de la geometría y los materiales; con el color y con los efectos e ilusiones que surgen del manejo de las leyes ópticas y su interpretación visual. La constatación de este proceso de la percepción de lo visible y de sus alteraciones plásticas han sido planteadas y manipuladas por numerosos artistas a lo largo de la segunda mitad del siglo XX, y se han expresado en distintos formatos (pintura, escultura, fotografía o video). Ultimamente han sido revisitadas de manera muy sugerente y poética en los textos de Didi-Huberman, que transitan entre el pensamiento, la poética y la plástica. Dentro de estas reflexiones Didi-Huberman plantea y desarrolla una diferenciación visual en relación al objeto, que explica con claridad, y que está muy próximo al trabajo que hemos querido desarrollar en este proyecto. Didi-Huberman lo concentra en la frase: “El objeto tiene dos dimensionalidades contradictorias, una dimensión visible y una dimensión imposible”. Por un lado, Frank Stella en 1964 ya afirmaba sobre su conocida obra minimalista: “la pintura se basa en el hecho de que sólo se encuentra en ella lo que puede ser visto. Es realmente un objeto… lo que hay que ver es lo que se ve”, el aforismo “what you see is what you see” de Stella define de manera muy precisa su modelo de percepción, planteado en términos muy físicos, muy presenciales, eliminando toda temporalidad y alimentando la certeza visual, la presencia medible, la mirada inalterada, congelada. Esta posición, a priori muy sencilla, necesita de


Plano de situación Sección

un cierto nivel de sofisticación altamente complejo, que incluso llega a manipular niveles paradójicos de alteraciones cuasi-artificiales, para llegar a esa aparente “naturalidad”, ya que su obra no requiere ni brillos, ni sombras, ni tensiones, ni cambios de luz, ni una mota de polvo. En esta misma época D. Judd plantea la cuestión en prácticamente los mismos términos: “hay que fabricar un objeto que no se presente y no se represente más que por su propia volumetría de objeto, un objeto que no inventara ni el tiempo ni el espacio más allá de sí mismo”. Esta posición, ya clásica, se basa en la presencia de la dimensión visible del objeto en su esencia objetual más absoluta, en su propia volumetría, sin tiempo, ni espacio. En el edificio del MACA queremos que coexista esta doble vertiente: —la del objeto presencial junto con los micro-mundos perceptivos y sensoriales— que queda reflejada en episodios espaciales que se proyectan, se ajustan, se tensionan o se afinan. Estos espacios se pueden sintetizar o resumir en base a dos situaciones genéricas: –Espacios que se apoyan en situaciones rítmicas y secuenciales con la presencia homogénea de la luz y de las formas como objetos, espacios que se suelen mantener inertes, constantes pero en tensión, con pequeñas inflexiones de matices luminosos. Estos espacios se expresan esencialmente en las salas expositivas. –Espacios que se basan en micro-situaciones cambiantes en relación al movimiento —al color de la luz—, a la percepción, a los reflejos, a los juegos ópticos, —moiré—, al paisaje (al cielo y a la montaña en este caso), que se concentran principalmente en los espacios de la sala superior, en los tres patiosexpositivos (dorado, blanco y espejo) y en la fachada-cubierta vitrea del edificio. Así aquellas primeras intenciones del proyecto que escribíamos en el año 2001 en el artículo el tono del libro suite: “en el Museo del Arte Contemporáneo de Alicante, adoptamos una posición de génesis espacial en base a una proyección sincopada de 186

espacios horizontales y verticales que se alternan entre sí, encerrados en una caja pétrea que se adapta a las solicitudes del lugar”, se matizan, se potencian y adquieren una mayor complejidad en base a esta doble percepción de los espacios rítmicos concatenados —verticales y horizontales— que quedan fuertemente condicionados por su expresión como espacios homogéneos en inflexión, o como espacios impregnados por el color, o como espacios generados en base al movimiento, espacios, en fin, situados entre los niveles de percepción.


Alzado Este Planta sótano -1 Planta segunda

Alzado Oeste Planta acceso Planta tercera

Alzado Norte Alzado Sur Planta segunda

3

2

D

E

B

M

E

C

F

A

1

J I G

H

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K

L

A Vestíbulo B Tienda museo C Exposiciones temporales D Audiovisual E Colección arte siglo XX F Biblioteca G Unidades expositivas H Oficinas I Dirección J Acceso de personal K Zona expositiva L Patio M Sala de actos


Sección 1 Sección 2 Sección 3

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Desarrollo de fachada A Muro de hormigón armado B Estructura portante de fachada C Panel composite serigrafiado D Vidrio templado serigrafiado E Estructura continua de fijación de vidrio

A

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B

C

D

E


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CAP Progrés-Raval

BAAS Jordi Badia

Localización Badalona Barcelona Colaboradores Rafael Berengena Daniel Guerra Jordi Framis Fotografías Pegenaute

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En un entorno urbano degradado y difícil se propone una actuación radical de vaciado, eliminando una antigua fábrica de recipientes de vidrio. El vacío se transforma en una plaza con dos edificios enfrentados, un centro de salud (CAP Progrés Raval) y un futuro edificio municipal. La plaza será el nexo entre estos dos edificios y unas líneas en el pavimento expresarán esa relación de los dos rostros mirándose cara a cara. Una trama de círculos (parterres y bancos) recuerda por sus formas el antiguo uso de la fábrica y se superpone a la trama de líneas cerámicas que relaciona la plaza con la fachada del edificio. Los bancos, por la noche se convierten en grandes lámparas que dan luz al lugar. El edificio da fachada a la nueva plaza y al separarse de las construcciones colindantes genera un patio que permite ventilar las piezas más privadas y construir en planta baja un espacio de acceso al edificio. El volumen de consultas aparece como un prisma abstracto protegido con celosía cerámica que se apoya en un cuerpo de color negro. Un pilar singular y expresivo construye un porche y separa el acceso del resto de espacio público, aportando personalidad y carácter a la pieza. Una pequeña actuación de acupuntura urbana que transforma no sólo un tejido físico sino también humano (la plaza como espacio de encuentro de diferentes grupos sociales, el centro de salud como espacio de acogida) y que vuelve a demostrar la capacidad y potencia de la arquitectura como herramienta de transformación e integración ciudadana.


Planta baja A Acceso B Recepción C Aseos D Administración y achivo E Área de atención sanitaria

A

C

B

D

E

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Planta primera

Planta segunda

Planta tercera

E Área de atención sanitaria

E Área de atención sanitaria F Aula G Vestuarios H Almacén

H Almacén I Área de personal sanitario J Sala de reuniones y biblioteca K Área de instalaciones

F G

G

E

E

H

I

E

J

H

H

K

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Sección transversal Alzados

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Parque Empresarial de Arte Sacro

Suárez Santas arquitectos Luis Suárez Asier Santas

Localización Sevilla Fotografías Luis Asín

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Situado en el límite norte de la ciudad, el Parque Empresarial de Arte Sacro de Sevilla (PEASS) propone un conjunto productivo que se inspira en el zoco como modelo urbano típico de las urbes mediterráneas. El barrio atávico que agrupa los diferentes espacios productivos se convierte aquí en la referencia necesaria para conseguir el ambiente domesticolaboral que la ciudad contemporánea no ha sabido conservar, una arquitectura que busca recrear la atmósfera íntima en la que los artesanos han trabajado tradicionalmente. Además de esta cita histórica, los valores que han motivado el proyecto han sido la funcionalidad de los lugares de trabajo, la sensibilidad hacia el clima, la interacción con los visitantes y la cualificación de una nueva periferia metropolitana. El Parque Empresarial se forma por diez edificios cuya agrupación crea un gran alfoz con identidad propia, un amplio espacio de condición urbana y pública formado por un sistema de estrechas calles perpendiculares entre sí y en cuyas intersecciones se ubican dos plazas de pequeñas dimensiones, pensadas para el descanso del artesano y la organización de mercados eventuales. Y una calle principal hilvana longitudinalmente todos estos espacios. Cada edificio alberga un número variable de talleres proyectados como eficaces continentes para la producción artesanal: volúmenes modulados según una retícula de cinco metros y adaptables a las necesidades de cada gremio, dotados de grandes alturas, fácilmente accesibles y convenientemente aislados del exterior. El taller más pequeño es un espacio de cinco metros de ancho con un módulo de dos aseos independientes, cuya superficie oscila entre los 50 y 75 metros cuadrados construidos. La ampliación en horizontal y/o en vertical de este modelo sirve para configurar talleres de diversas superficies y alturas. Su iluminación natural ha sido objeto de especial estudio porque su principal fuente lumínica son lucernarios orientados al Noroeste y pequeños patios que además sirven para separar unos talleres de otros. Las zonas próximas a las fachadas exteriores reciben luz a través de una celosía de piezas prefabricadas de hormigón blanco que también sirve

para proteger la intimidad del trabajo, sin ocultarla completamente a los posibles visitantes. Completando el conjunto en cada uno de los extremos de la calle principal se ubica un área de llegada así como un edificio singular con usos complementarios. En la primera se construye una larga marquesina que enmarca la entrada bajo la cual se incluye una oficina de control. El edificio singular alberga oficinas, zonas de formación y esparcimiento, si bien su vestíbulo aparece como protagonista principal: un vacío de dimensiones cúbicas iluminado cenitalmente y caracterizado por una escalera de dos tramos que otorga la condición escultórica necesaria para su posible utilización como expositor de Arte Sacro. Como si de una única piedra tallada se tratara, la práctica totalidad de los planos que lo conforman se han revestido con grandes piezas de mármol de macael. La relación del edificio con el conjunto se consigue empleando el mismo revestimiento de piezas prefabricadas, igualando su altura a la del resto de volúmenes y vinculando la calle principal del Parque a la posición del vestíbulo, de modo que éste se concibe como prolongación y término de ese recorrido que comienza en el otro extremo, donde la marquesina de cincuenta metros de luz marca el acceso a los nuevos espacios productivos de los artesanos sevillanos. Valores. El Parque Empresarial de Arte Sacro de Sevilla pretende ser un ejercicio de mínima economía material y máxima carga conceptual posible. Asumiendo unas cantidades económicas muy limitadas (coste medio disponible de 500 euros/m²), el proyecto consigue con lo indispensable una arquitectura no sólo para ser utilizada eficazmente sino para ser explorada y comprendida con nuestros sentidos e intelecto. Preservar y actualizar los modos de trabajo de los artesanos, mejorar sus lugares de inspiración y dotarlos de las comodidades necesarias han sido objetivos del proyecto. Al mismo tiempo, ofrecerles una luz que construya sus espacios, protegiéndolos del duro clima veraniego y consiguiendo una imagen arquitectónica de calidad que los


Planta de cubiertas Planta baja Sección longitudinal

represente. Estos han sido los máximos alcanzados con la idea aquí propuesta. A cambio, los mínimos empleados han sido la Historia, la proporción, la escala, la luz del Norte, la fachada de celosías y el hormigón blanco prefabricado. La base constructiva se apoya en el orden dimensional. Un módulo constante de cinco metros se ha empleado para la definición de todas las escalas del proyecto. La parcela completa se somete a una retícula ordenada que abarca desde los espacios de trabajo, modulados con anchos y largos de cinco metros entre ejes, hasta los elementos constructivos y estructurales principales, como las piezas que definen la celosía de fachada, el adoquinado de la urbanización o las carpinterías de planta baja y lucernarios. El material principalmente empleado ha sido el hormigón, en sus versiones in situ para los elementos estructurales y prefabricados para los elementos de fachada. Esta segunda opción ha consistido en piezas de hormigón blanco de 50x35x10 cm para configurar la celosía de las plantas bajas; y en piezas de hormigón blanco de 400x125x15 cm para las fachadas de primera planta. El empleo de este sistema ha permitido reducir considerablemente tanto los tiempos de construcción como la definición de detalles necesarios en relación a la superficie total del PEASS. La estructura de lucernarios se ha ejecutado mediante cerchas metálicas revestidas de paneles de aluminio con 80 mm de aislante térmico, lo que significa una reducción considerable de las cargas estructurales pero, sobre todo, un óptimo gradiente de temperatura entre el interior de los talleres y el exterior. Dato importante teniendo en cuenta el calor dominante en Sevilla durante los meses de verano y la intensa iluminación natural conseguida en el interior de los espacios de trabajo. El acondicionamiento térmico se completa mediante ventilaciones cruzadas que utilizan los patios interiores de cada taller como tiros naturales. La marquesina de acceso al PEASS es la única licencia estructural. Vigas armadas de acero de 47,5 m de luz, envueltas con chapa pintada, configuran un 202

portal de acceso cuya escala es acorde con la magnitud del complejo y la importancia representativa que buscan los artesanos. En definitiva, se presenta un ejemplo de arquitectura sin eufemismos cuyo objetivo último —ofrecer un lugar de trabajo para el artesano— se alcanza empleando el legado de la tradición como referencia, la luz como bien indiscutible y la lógica como instrumento ordenador. Una poética formal derivada del recurso optimizado, la construcción en serie y prefabricada, la repetición modular y constructiva y el valioso concurso de la luz natural.


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Planta segunda Planta primera Planta baja Alzado

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Maqueta Sección constructiva

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VIVAZZ. 131 viviendas protegidas

Zig Zag arquitectura Bernardo Angelini David Casino

Localización Mieres Asturias Colaboradores Alejandro García Pedro Magro André Albuquerque Joana Martins Diana Jusdado Emma Palenzuela Manuel Sayago L. Fdez. Bárcena Fotografías Roland Halbe

Capturar el lugar, reencontrarse con el valle. Una de las características más interesantes que se puede percibir en el lugar es que, a pesar de estar en medio de la masa urbana edificada de Mieres, es posible reencontrarse con visiones recortadas del monte y de los prados del valle en lo alto. Quisimos recuperar esta doble cualidad para el proyecto, urbano y rural al mismo tiempo. Buscamos un juego volumétrico del edificio con el entorno, vacíos y recortes que permitieran observar montañas entre edificios, fragmentos del paisaje asturiano a lo lejos y que a la vez dejaran al sol y al aire introducirse en el espacio interior. Sobre cómo remodelar una manzana tradicional. Partíamos de una manzana tradicional de 6–7 alturas que generaba un espacio interior demasiado alto, poco ventilado y en el que era difícil que pudiera entrar el sol. Parecía un espacio condenado a ser trasero y secundario. Modificar este ADN urbanístico previo, ya grabado, no era sencillo. En nuestra propuesta, dado que nos encontrábamos en Asturias era imprescindible buscar la radiación solar, buscar el contacto con el paisaje exterior. Definimos entonces el nuevo código volumétrico con una información más acorde al lugar en el que nos encontrábamos. Ahora era posible moverse dentro del rango de un volumen capaz con una altura máxima, y cumplir con el número de viviendas necesarias y sus superficies. Era fundamental modelar la rígida manzana urbanística tradicional para terminar conformando un nuevo volumen de altura variable (entre tres y siete alturas), que contuviera todo el programa residencial requerido. El resto de programa (trasteros, garaje, instalaciones) se alojó en una plataforma común bajo rasante. Una habitación urbana. La plaza interior, lugar de relación. Proponemos un retorno al origen del lugar. Un mundo interior que nos transporta a los prados visualmente perdidos, una habitación urbana, de bordes fragmentados, que captura a los habitantes

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de Mieres a través de sus puertas abiertas a la ciudad. Abrir la manzana era otra de nuestras prioridades, conseguir que el espacio interior no se tradujera en un espacio trasero y olvidado, sino en el centro de las relaciones sociales de sus habitantes y en un lugar al que mirar. Los espacios de día de las viviendas vuelcan a esta plaza generando también actividad en las propias fachadas que la delimitan. Los accesos se generaron al romper la manzana en dos de sus esquinas, creando una tensión espacial diagonal en la misma. La entrada a las viviendas se produce a través de este espacio intermedio, activándolo y generando la relación vecinal necesaria. El diseño de la plaza tiene una ligera pendiente que absorbe la inclinación natural del solar y que relaciona suavemente todas las cotas de los accesos y portales. Las zonas ajardinadas se sobreelevan ligeramente absorbiendo los espacios de uso privativo de planta baja y separándolos de las zonas de circulación pública. El espacio se construye con adoquines de diversa porosidad, muretes de hormigón, que sirven a la vez como contenedor vegetal y banco, pradera autóctona y masas de bambú. Fachadas, diálogos de la memoria. El doble carácter del proyecto se traduce en su doble configuración material. Por un lado, su cara urbana se materializa en acero y recuerda la memoria del Mieres más industrial y de las minas, antiguo motor económico de la ciudad. En la cara interior del edificio se busca una referencia rural, la vuelta a la naturaleza y al origen, al porche tradicional asturiano, al uso de la madera, que recuerda con sus ritmos verticales los bosques de los montes cercanos. La piel exterior es fachada y cubierta al mismo tiempo. Se construye con paneles de chapa grecada de acero de color gris oscuro y se trata como una cáscara protectora, como una envolvente continua y rugosa en la que se disuelven las aristas. La cara interior del edificio posee una doble piel; una transparente formada por grandes ventanas que definen el espacio interior de las viviendas, y otra


Esquema de concepto A Generación volumétrica: rotura y modificación volumen normativo B Esquema volumétrico final

C Apertura, accesos y espacio de relación D Recuperación del campo. Sucesión: campo-ciudadcampo. Reinserción urbana del espacio natural

compuesta por celosías móviles de madera que delimitan las terrazas, permitiendo el control por parte del usuario de la radiación solar y del grado de privacidad necesario en cada momento. Las viviendas. Las unidades de vivienda son pasantes, favoreciendo la ventilación cruzada y la doble orientación de las mismas. Se organizan por medio de un núcleo central húmedo que las divide en espacios de día y de noche. Las áreas diurnas vuelcan a la plaza interior del edificio y poseen grandes ventanales que aprovechan la valiosa radiación solar en Asturias, mientras que las zonas de noche, con huecos más controlados y dotados de persianas, vuelcan a la ciudad. Las viviendas se generan a partir de la suma consecutiva de módulos de 2,60 metros, obteniendo unidades de uno, dos, tres y cuatro dormitorios, respondiendo de este modo a la multiplicidad de tipologías requeridas La terraza, se plantea como una extensión visual y espacial. Está concebida como una pasarela ligera de tablones de madera de elondo que bordea la totalidad del perímetro interior del edificio. Se ha instalado un sistema de suelo radiante, con producción de calor centralizada y derivación individual, complementado con una sencilla central domótica que permite el control de dicha instalación entre otras funciones. Se realiza además una captación de energía solar mediante la instalación de paneles en las cubiertas planas como apoyo a la producción de agua caliente sanitaria. El sistema estructural bajo rasante consiste en una gran losa de cimentación y estructura de muros y pilares de hormigón armado. Sobre rasante el sistema es mixto, basándose en forjados unidireccionales de hormigón sobre soportes tubulares normalizados y arriostramientos de acero que permitieron mayor rapidez de ejecución y mayor economía y limpieza del espacio.

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E Introducción del sol en la plaza F Introducción del paisaje circundante G Cáscara exterior. Protección al ruido urbano

A

B

C

D

E

F

G

Planta quinta Planta tercera Planta primera y segunda

Planta baja


Vivienda tipo 2 dormitorios

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Vivienda tipo 2 dormitorios

Vivienda tipo 3 dormitorios

Vivienda tipo familia numerosa


Sección constructiva A Panel de fachada y cubierta de espesor 0,6 mm lacado en color RAL 7022. Recubrimiento de protección de 35 micras B Subestructura horizontal fachada exterior. Perfil acero galvanizado omega h=40 mm C Subestructura vertical fachada exterior. Perfil acero galvanizado “z” h=100 mm D Aislamiento térmico fachada. Lana mineral natural espesor 60 mm reforzado con tejido de vidrio negro E Enfoscado hidrófugo F Fábrica de medio pie de ladrillo G Acabado interior viviendas. Guarnecido y enlucido de yeso. Pintura lisa color blanco H Solado de madera laminada flotante I Suelo radiante sobre lámina anti-impacto J Forjado unidireccional. Hormigón espesor 30 cm K Babero de protección. Chapa de acero galvanizada L Vierteaguas de chapa de acero pregalvanizado. Acabado lacado color RAL 7022. Recubrimiento de protección de 35 micras M Chapa plegada de acero pregalvanizado. Acabado lacado color RAL 7022. Recubrimiento de protección de 35 micras N Carpintería aluminio lacado bicolor (blanco/ RAL 7022). Vidrio 3+3/12/6, con persiana de aluminio color RAL 7022 en fachada exterior O Celosía de madera fija/móvil según casos. Bastidor de acero formado por angular 50,30,3 y pletina 27x5, protegido con pintura antióxido y pintado. Listones de madera de elondo de sección 60x30 mm y tratados para exterior mediante lasure P Pletina de acero protegida con pintura antióxido y acabado pintado color. Remate frontal de panel de separación Q Revestimiento de aluminio lacado R Perfil UPN160 en borde de estructura de perfiles voladizo. Protegido con pintura antióxido y acabado pintado color RAL 7022 S Subestructura metálica horizontal tubo acero 60,60,3. Protegido con pintura antióxido y acabado pintado color RAL 7022 T Solado de tablones de madera de elondo de espesor 23 mm. Tratados para exterior mediante lasure. Tablones machihembrados y unidos con fijaciones ocultas atornilladas a subestructura metálica horizontal U Revestimiento vertical de madera de elondo de espesor 15 mm tratado para exterior mediante lasure. Tablas machihembradas y unidas con fijaciones ocultas atornilladas a subestructura metálica vertical V Barandilla de terrazas. Pletina superior de acero 40x8 mm y barras verticales diámetro12 mm protegidas con pintura antióxido y pintadas en color RAL 7022

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N M L

A G B C D E F H I K J G

V U T S R Q P O N


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Escuela Porche

Ramon Bosch Elisabet Capdeferro

Localización Sant Feliu de Guíxols Girona Fotografías José Hevia

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Un nuevo sistema de concurso público que engloba proyecto y obra en un solo encargo nos propone el reto de investigar procesos de construcción industrializados para rebajar los costes y acortar al máximo los plazos de ejecución. Un solo elemento prefabricado y estructural de hormigón, dispuesto de maneras diversas, nos permite configurar formas variadas de relación con el lugar y espacios interiores de diferente naturaleza. La membrana así construida gradúa la luz, la temperatura, el tacto y el sonido según las actividades que acogerá, tratando de proporcionar las condiciones de confort deseables para cada ámbito. Desde la calle hasta el patio el edificio acompaña una serie de transiciones solapadas: de la ciudad a la riera, del tráfico al cobijo, del vacío exterior al vacío domesticado. Llano y cerrado en relación a la vía rodada, el edificio adquiere porosidad y permeabilidad a medida que entra en contacto con los espacios exteriores propios de los patios, pistas de deporte, bosque y arroyo. La fachada de la calle focaliza la atención del peatón en las aberturas de acceso que pautan el perímetro del recinto. La plancha metálica perforada configura un límite con diversos grados de permeabilidad visual según la dirección de la luz, y cubre los huecos entre las piezas de hormigón cuando es necesario matizar la llegada del sol a las aulas sin mermar la transparencia de las aberturas. En el interior del edificio los ámbitos de circulación se conciben como pasajes de uso colectivo; secuencias espaciales variables estructuradas en base a la cambiante pero siempre estrecha relación con el exterior y todas sus connotaciones positivas. El blanco, neutro y reflectante, espera ser enriquecido con las aportaciones policromadas de los trabajos de los estudiantes. Los porches que establecen la transición final del espacio hacia los patios aportan al edificio un alto grado de porosidad a Sur y Oeste, y lo dotan de espacios de encuentro, reposo o juego a cubierto, con luz en invierno y sombra en verano, al aire libre.

La vegetación da continuidad a los sistemas naturales existentes. Los pinos, robles y encinas procuran estancias de sombra perenne. Los chopos refuerzan el ritmo vertical predominante y conectan visualmente la escuela con la riera.


Esquema transición 1 Calle-Ciudad 2 Vestíbulo exterior-Transición ciudad/escuela 3 Pasajes colectivos, servicios comunes y aulas 4 Porche-Transición escuela/paisaje 5 Patio-Paisaje

5 4 3 2 1

Planta baja

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Planta primera Planta segunda

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Planta tercera

Alzado Este A Primaria B Servicios comunes C Infantil

A B C

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Sección constructiva A Encachado de grava B Placas rígidas de poliestireno extruido (3 cm) C Solera de hormigón armado con acabado de pavimento vinílico (2 mm) D Carpintería de aluminio con rotura de puente térmico E Cielo raso cartón-yeso (15 mm) F Cielo raso acústico G Chapa de compresión armado con acabado de pavimento vinílico (2 mm) H Forjado de placas alveolares de hormigón (25 cm) I Chapa de compresión de hormigón armado J Lámina impermeabilizante de tela asfáltica (4 Kg/m²) K Placas rígidas de poliestireno extruido (6 cm) L Lámina geotextil (90 g/m²) LL Acabado de grava de río M Bloque de hormigón 40x20x9 cm anclado al forjado N Remate de chapa galvanizada (0,8 mm) Ñ Tubo galvanizado 40x40x1,5 mm O Perfil tubular 100x20x1,5 mm P Panel fijo de aluminio Q Perfil angular 200x200x20 mm R Chapa grecada de aluminio perforada S Jácena metálica pórtico central tipo guía (pasamanos 20 mm) T Doble placa cartón-yeso (13+16 mm) U Estructura acero galvanizado (70x30 mm) con aislamiento de lana de roca (70 kg/m³) V Rastreles de madera (16x70 mm) W Aplacado de paneles de madera aglomerada con acabado de melanina (16 mm) X Zócalo-angular de aluminio (50x15 mm) Y Panel prefabricado de hormigón de cerramiento de fachada (30 cm) Z Aislamiento de lana de vidrio con revestimiento kraft de barrera de vapor (60 mm)

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Ñ N M

LL

L

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I

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O P Q B T R E

F

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V Ñ W

G X

Y D Z

C

B

A


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Casa Collage

Ramon Bosch Elisabet Capdeferro

Localización Girona Fotografías José Hevia

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Rehabilitar implica siempre establecer una determinada relación con el pasado, con los pasados que se acumulan en el espacio de la intervención. Y también con el futuro, aquella idea imaginada de lugar hacia el que querríamos tender. Pero implica, sobre todo, una gran capacidad de trabajo con el presente. Borrar o dibujar: eliminar, limpiar, reparar, reconstruir, sustituir, incorporar, añadir... Descubrimientos sucesivos requieren continuamente respuestas diversas y complementarias. Se van tejiendo, muchas veces en tiempo real, las relaciones entre los espacios antiguos y los nuevos, entre los antiguos y los nuevos materiales, entre las antiguas y las nuevas geometrías, entre los operarios que un día erigieron los muros y los que ahora los rehacen. Superposición inacabable de tiempo, de deseos, de oficios, de materias, de estrategias, de personas. Desde el primer momento fuimos conscientes de nuestra fortuna: la gran carcasa pétrea de la vieja casa, sabiamente diseñada para establecer una relación óptima con el lugar y el clima, ofrecía unas condiciones de vida inmejorables. A nivel espacial reconocimos la relevancia de los patios como centros de gravedad del espacio y paisajes pétreos de toda la casa. Su naturaleza desocupada nos permitió convertirlos en verdaderos organizadores de la estructura espacial y funcional. En su interior y entorno situamos los espacios abiertos que toda vivienda anhela, espacios de contacto con el medio: algunos de ellos privados, para el desarrollo de la vida íntima al aire libre; otros más colectivos, para acoger encuentros de naturaleza más pública. En el interior de las unidades habitables se preservó intacta la dimensión original de las estancias para mantener la posibilidad de variar con gran flexibilidad su uso a lo largo de los años. A nivel energético convenía simplemente aprovechar la gran calidad y eficiencia de los sistemas pasivos preexistentes: la inercia térmica de los enormes muros perimetrales; la estratégica disposición de los patios, generadores de verdaderos microclimas en el interior de la masa edificada; en fachada un claro predominio del lleno sobre el vacío, a través de ventanas que establecen contactos puntuales

entre interior y exterior; la existencia de múltiples vías de ventilación cruzada; y la diversidad de orientaciones para las diferentes zonas de la casa. Complementamos este sistema con la incorporación de elementos de control propios de la arquitectura tradicional que nos permitían graduar fácilmente la relación entre la vivienda y el medio: persianas de cuerda en el exterior de las aperturas y contraventanas opacas en su cara interior. Con la suficiente protección solar en verano y la única aportación del suelo radiante en invierno la casa alcanza un altísimo grado de confort térmico. En referencia a los materiales pudimos trabajar con una valiosa herencia: la propia casa nos proporcionó rejas, mosaicos y piedras para ser reutilizados en obra. El maestro de obras añadió maderas añejas y piezas cerámicas antiguas de diversos tipos y medidas. Simples estucados y revocos completaron la elección, buscando una cierta idea de continuidad con el lenguaje constructivo del casco antiguo. El proyecto muestra con toda naturalidad el solape de capas antiguas y nuevas, respondiendo al estado de conservación de cada elemento y al uso futuro de cada espacio. Infinidad de presencias insólitas en los paramentos de cada habitación —puertas tapiadas, ventanales ampliados, escaleras desaparecidas, rastros de viejas chimeneas…— se convierten en pequeños paisajes interiores. En términos de geometría decidimos introducir formas ligeramente irregulares, capaces de significarse discretamente dentro del esqueleto original al tiempo que reorganizar de manera óptima su nuevo funcionamiento. El uso de un patrón compositivo vertical en todas las nuevas intervenciones nos sirvió para unificarlas y también para enfatizar las alturas poco comunes del inmueble. Y, por encima de todo, la creciente confianza en un sistema proyectual necesariamente abierto (en este caso el collage) capaz de integrar armónicamente en un todo las historias de cada fragmento del proceso. Todo ello bajo la batuta insustituible de Josep Capdeferro, maestro de obras, que ha guiado el hilo conductor de la obra con una energía y sensibilidad inigualables.


Planta primera Planta baja

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Sección A Sección B

A B

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Víctor López Cotelo Gran Premio Enor 2009

Nace en Madrid en 1947. Obtiene el título de Arquitecto en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid en 1969. Trabaja en Munich desde 1970 a 1972, año en que comienza su colaboración en el estudio de D. Alejandro de la Sota hasta 1979. Desde entonces desarrolla la actividad profesional independiente. Es catedrático de Proyectos de la Universidad Técnica de Munich. Su obra ha sido objeto de diversas exposiciones y publicaciones tanto nacionales como extranjeras y ha merecido diferentes premios y distinciones, entre los que se encuentran el primer Premio del concurso para la rehabilitación del Palacio de Linares (Madrid), este mismo año su obra de la Biblioteca Pública de Zaragoza es finalista del Premio “Mies van der Rohe” y en 1991 obtiene el Premio “García Mercadal”. En 1994 su obra de la Biblioteca Pública de Salamanca en la Casa de las Conchas obtiene el premio “FIBES” de Sevilla, y accésit en los premios “Rehabitec” y “Europa Nostra”. En 1996 ha recibido el Premio COAM en el apartado de Diseño por su intervención en el entorno del Monasterio de El Escorial. En 2003 obtiene el premio “Manuel de la Dehesa” de la VII Bienal de Arquitectura Española, en 2008 su obra se expone en la XI Bienal de Arquitectura de Venecia. En 2009 obtiene el IV Gran Premio Enor y el IX Premio Saloni con la Vivienda Unifamiliar en el Conjunto de la Antigua Fábrica de Curtidos de la Ribera de San Lourenzo, en Puente Sarela, Santiago de Compostela, proyecto por el cual es también galardonado en 2011 con el “International Award Architecture in Stone”. Como ganador de la edición anterior forma parte del jurado de esta V edición. 233


A la vista de toda la obra que se ha presentado a esta quinta edición del Premio de Arquitectura Ascensores Enor, López Cotelo afirma que estamos ante un grupo muy representativo que refleja la situación de transición que se está viviendo en España y en el mundo. “Todavía hay algo de la situación anterior, es cierto, pero muy poco. Está claro que ya hay un cambio de actitud frente a la sociedad, tanto por parte de quienes encargan las obras como de los que contestan, que son los arquitectos. La respuesta es más templada”. Defensor incondicional de una arquitectura contenida, que no hace concesiones a lo ostentoso ni a la pompa ve cómo ahora su línea de actuación cuenta con más seguidores que la arquitectura que siempre criticó y que se dejaba seducir por el faraonismo grandilocuente. “Pero no nos engañemos, no fue un cambio de actitud de los otros; es que ahora no hay trabajos llamativos de esa naturaleza y por eso parece que triunfa aquello a lo que nos dedicábamos con convicción quienes pensábamos de otra manera”. “Este es un premio que resalta los valores de la arquitectura como aportación a la sociedad”

El ganador de la IV edición ya había sido jurado y considera que pese a su relativa juventud es un certamen que crece en prestigio por su coherencia y porque persigue los mismos objetivos que los propios arquitectos cuando realizan su obra.

Su crítica a un modelo de arquitectura que fue cómplice de un crecimiento sin mesura no deja lugar a dudas. Sostiene López Cotelo que cuando otras manifestaciones artísticas desaparecen, lo que nos habla de una civilización es su arquitectura. “Desconocemos cómo hablaban los egipcios, pero sabemos cómo construían. Tenemos una idea de cómo vivían las culturas prerromanas por la manera en la que organizaban y construían sus poblados”. A la pregunta de cuál será el principal rasgo que caracterice nuestro tiempo cuando solo quede visible la obra construida, señala que “lo que quedará de nosotros es la gran destrucción que hemos hecho del territorio, de nuestro contexto natural. Y no solo las costas, aunque tal vez parece que es algo en lo que se hace más énfasis. Pero no hay que llegar al mar para constatarlo. Basta con echarle un vistazo a nuestras ciudades, a los alrededores de las ciudades, a los polígonos industriales, a las urbanizaciones… Esto no ha ocurrido de una manera tan exagerada en otros países, en otros pueblos. Pero en España parece como si el individualismo se llevase a un extremo tal que primase por encima de todo el criterio de atender necesidades y deseos individuales sin preocupar el orden superior o un equilibrio necesario. Cada uno a su negocio sin importar el resto”. El desastre de Japón, y más concretamente el desastre nuclear, pueden servir de advertencia frente a quienes pensaban que el hombre ya había sido capaz de dominar la naturaleza hasta el extremo de poder construir cualquier tipo de instalación en cualquier lugar del territorio, como si el mar, los ríos, los terremotos ya estuvieran superados. “La naturaleza siempre puede responder, y aunque hayamos sido capaces de calcular y construir a prueba de riadas, terremotos, etcétera, con que la naturaleza supere un poquito las condiciones a las que estábamos acostumbrados o para las que estábamos preparados ya llega el desastre. Porque un terremoto de grado nueve en la escala de Richter era tan solo un poco más de lo que habíamos visto hasta ahora. Y en cambio las consecuencias son catastróficas, como catastrófico es el desastre nuclear que se ha producido en Japón. Chernobil llegó a toda Europa y lo que ha pasado en los reactores de Fukushima todavía no sabemos cómo acabará, cuántas víctimas provocará a largo plazo y qué impacto ambiental causará no solo en el área del Japón, sino de todo el mundo”.

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Víctor López Cotelo es un gran conocedor de la trayectoria del Premio de Arquitectura Ascensores Enor, puesto que ya había participado como miembro del jurado en una de sus primeras ediciones, más tarde como participante que además obtuvo el Gran Premio y en esta edición, de nuevo como miembro del jurado, precisamente por esa condición de ganador en la convocatoria anterior. Esa doble condición, de participante y jurado le permite tener una visión privilegiada del premio, al que califica como “uno de los más importantes que se organizan en la península ibérica pese a su relativa juventud, ya que todavía estamos en su quinta edición”. “Cada vez hay más premios de arquitectura. No tenemos más que echar un vistazo atrás y comprobar cuántos se convocaban hace diez años y cuántos se convocan ahora. Pero tras cada premio siempre hay una intención, en función de los intereses y aspiraciones de la entidad convocante, que muchas veces se traduce también en la forma de selección. Si el promotor de un premio desea resultados llamativos, la selección será siempre buscando aspectos llamativos. Todo esto se va notando con el tiempo. En el caso del Premio de Arquitectura Ascensores Enor, yo veo que lo que se persigue es que resalten aquellos valores de la arquitectura que están en consonancia con lo que podría ser su contribución al desarrollo de la sociedad. No es una apuesta por lo inmediato y lo efímero, lo que triunfa en un momento determinado. Lo que he notado sobre este premio, tanto cuando fui jurado como cuando participante, es que hay una actitud consciente de la repercusión que tiene la arquitectura en la sociedad en general: en la economía, en la cultura, etcétera. Y crece en prestigio porque es un premio coherente. Por el premio en sí, por la composición de los jurados… el caso es que edición tras edición, va llamando la atención sobre ciertos aspectos y valores que coinciden con los valores que a los propios arquitectos les gustaría resaltar en su trabajo”. Tras un período de excesos, de preocupación por lo espectacular, tal vez por imitación de otras arquitecturas, la arquitectura española parece volver a encarrilarse hacia el camino que habían dejado señalado los maestros. “Ese exceso arquitectónico era más resultado de una situación que de una manera de ver la arquitectura y creo que todavía hay posibilidad de reenganchar porque no había llegado a desaparecer esa cultura arquitectónica que habíamos heredado de nuestros maestros y los profesores más jóvenes todavía son herederos de esa posición, de esa cultura arquitectónica”.

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80 Viviendas de Protección Oficial

Toni Gironès

Localización Salou Tarragona Colaboradores Josep Peraire Xavier Saura Fotografías José Hevia Toni Gironès

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Salou es un municipio que se encuentra en la costa catalana al Sur de la ciudad de Tarragona. Paralela al litoral y a unos 25 km de distancia, emerge con alturas superiores a los 1.000 m la Sierra de Prades. Al encontrarse con las montañas, el aire húmedo procedente del mar se ve obligado a ascender, perdiendo temperatura y condensando el vapor en forma de lluvia. El agua baja por las fuertes pendientes de las montañas, regula su velocidad al pasar por los valles y se distribuye, de nuevo en dirección al mar, en diferentes rieras que recorren la fértil llanura. Aprovechando la orografía, este ciclo que periódicamente se repite, ha caracterizado secularmente la producción agraria del lugar. En consecuencia, estamos en un paisaje que se extiende por el territorio con los recursos que éste le proporciona, interpretándolo y dándole sentido a diferentes escalas. La lógica del modelo agrícola, y su interacción con los ciclos naturales, contrasta con la inhibición de los modelos de crecimiento urbano. Para éstos el territorio es un espacio físico donde implantarse, y la forma resultante responde habitualmente a una ordenación impostada. En el concurso previo al encargo, se pedía proyectar 80 viviendas de protección oficial en un emplazamiento situado en el extremo Norte de Salou. Planteado como una nueva trama urbanizada que se impone a los trazados agrícolas preexistentes, el nuevo lugar se origina a partir de grandes parcelas que contienen edificios aislados, dispuestos ortogonalmente. La normativa de planeamiento definía dos bloques iguales en la esquina de una de las manzanas y en contacto con el nuevo parque. Con una planta de 15x52 m, cada uno disponía de una orientación favorable al asoleo de la zona interior. Con estos antecedentes en los que se cuestiona la porosidad y la interacción con el medio, y en los que se apuesta por un territorio más impermeable y de crecimiento rápido, la propuesta plantea las preguntas en los espacios intermedios, en las transiciones, en los umbrales,… como puente o enlace para establecer continuidades y no estancamientos, intentando abrir, significativa y conceptualmente, los límites entre diferentes realidades.

En consecuencia, el proyecto propone un tejido con varias escalas de intervención, con un programa de vivienda social que desarrolle sus propiedades de relación, construyendo una arquitectura entendida como soporte y cercana a la realidad del usuario. Diez viviendas por planta se distribuyen en cada edificio de PB+3, de manera que girando tres hacia el testero y manteniendo siete alineadas a la calle se fragmenta el bloque en dos partes, planteando así las esquinas y las relaciones entre los frentes interiores y exteriores del conjunto habitacional. Un ligero talud separa las plantas bajas del terreno, permitiendo la entrada de luz y aire natural al aparcamiento. Es, en este plano inclinado, tapizado con madreselva, donde se planta un pequeño bosque de chopos para que, en verano, proteja del sol de poniente y refresque el viento de Mistral habitual en la región. Al mismo tiempo, los accesos y los espacios comunitarios se proyectan como lugares de relación, zonas intermedias entre las viviendas y el espacio exterior. Así se entiende la pasarela como un elemento de transición, donde una malla de acero corrugado responde con más o menos densidad a las necesidades del programa (barandillas, celosías, balcones, riego gota a gota…), pudiendo acoger colonizaciones vegetales que sumadas a los chopos, refrescaran unos espacios que por su orientación serán muy apreciados en las estaciones cálidas. El coste de la obra se optimiza planteando un único tipo de vivienda. Ésta se articula alrededor de una pieza central donde se concentran las zonas húmedas y los pasos de instalaciones, organizándose a su vez en dos partes diferenciadas: 1) acceso, cocina, comedor, estar y 2) las dos habitaciones con el baño que incluye la zona de lavado. Es una vivienda que disfruta de dos orientaciones opuestas y que plantea una secuencia transversal de espacios: pasarela, vivienda y terraza que la dotan de versatilidad y adaptación vinculadas al uso y a las circunstancias climáticas. La transición entre cada uno de estos espacios se plantea desde su propia condición atendiendo a los parámetros de espacio, luz y temperatura. De esta manera, se entiende la


Planta de viviendas tipo

vivienda porosa y pasante como un elemento que matiza la relación entre los exteriores público y privado: agujeros más pequeños en la pasarela que canalizan el aire, la luz y controlan las vistas; y un abertura más grande hacia la terraza, organizada en tres partes: paso, banco y antepecho que permiten apoyar dos posibles posiciones de mesa. Terraza que ampliando el programa de la vivienda, dispone sombras y transparencias sugiriendo sistemas pasivos de control climático. Finalmente la propuesta se construye con materiales sencillos, económicos y de bajo mantenimiento, pero con cuidada disposición y ejecución. Materiales que se muestran tal cómo son y que, respondiendo a determinadas funciones, evolucionan en sincronía con el paso del tiempo, atendiendo a las condiciones de la arquitectura y aceptando que la potencia de la vida, lo imprevisto que deviene cotidiano, prevalece más que cualquier planificación prevista.

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Alzado Planta

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Ejemplo vivienda habitada 1 27

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25 Cesta de mimbre 26 Casita del perro 27 Armario plástico 28 Tendedero 29 Macetas 30 Tiesto 31 Cama nido 32 Televisor 33 Cómoda 34 Silla ruedecitas 35 Estantería 36 Mesa

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13 Pc portátil 14 Mueble cristal 15 Sofá 2 plazas 16 Mueble bajo 17 Estante alto 18 Pantalla plana 19 Mesa comedor 20 Sillas 21 Carrito compra 22 Bicicleta 23 Escalera pintor 24 Plantas exterior

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01 Cuadro 02 Colgadores 03 Espejo 04 Planta interior 05 Nevera y micro 06 Armario vajilla 07 Papeleras 08 Estantería 09 Planta interior 10 Lámpara de pie 11 Puff 12 Mesita

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37 Armario 38 Cesta 39 Papelera 40 Mueble bajo 41 Estante jabones 42 Cesta ropa sucia 43 Estantería 44 Colgadores 45 Cortina hilos 46 Detergentes 47 Estantería 48 Colgador de pie

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06

03

02

49 Lámpara 50 Vela 51 Raqueta 52 Televisor 53 Cama doble 54 Armario 55 Mesita noche 56 Cortinas 57 Armario

Ejemplo vivienda habitada 2 23 20 09

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02 11

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01 Colgador 02 Microondas 03 Aspiradora 04 Copas 05 Mesa comedor 06 Decoración 07 Lámpara de pie 08 Cortinas rojas 09 Cajas apiladas 10 Comida perro 11 Alfombra 12 Zapatos 240

13 Mueble bajo 14 Plantas 15 Tabla de surf 16 Tendedero 17 Taburetes 18 Sofá perro 19 Planta 20 Sofá 21 Mesitas 22 Piedras 23 Plantas 24 Vela

25 Mesa baja 26 Jarra 27 Vela 28 Flores 29 Altavoces 30 Taburete 31 Cesta ropa sucia 32 Estantería 33 Corcho fotos 34 Cama doble 35 Mesita-taburete 36 Lámpara

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06 05

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03 08

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37 Cajas apiladas

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Pasarela peatonal y urbanización

Carlos Pereda Óscar Pérez Ignacio Olite

Localización Pamplona Colaboradores Pedro Legarreta Teresa Gridilla Fotografías José Manuel Cutillas Pedro Pegenaute Óscar Pérez Ignacio Olite

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La construcción de la pasarela peatonal entre el Baluarte de Labrit y el Fuerte de San Bartolomé responde al ancestral anhelo de los urbanistas de Pamplona de dar continuidad al paseo de Ronda que recorre el recinto amurallado más allá de los límites de los viejos Burgos. Los requerimientos del proyecto se ajustaban básicamente a redefinir un espacio de borde que garantizase la accesibilidad y la conexión entre las dos ciudades, una, la medieval y consolidada y otra, la ciudad más vertical y moderna del Ensanche. Dentro de los condicionantes del proyecto adquiría casi todo el protagonismo la ejecución de una pasarela elevada sobre las murallas que permitiera hacer desaparecer el tránsito rodado existente hacia la Cuenca de Pamplona. Su trazado se configura con un perímetro quebrado, que arranca, en su punto superior, en continuidad geométrica con el lienzo del Paseo junto al Fuerte de San Bartolomé, para terminar girando hacia el punto inferior de desembarque prefijado sobre los vestuarios del frontón Labrit ya existentes. Mención aparte requiere la escalera, como aportación singular del proyecto y añadida a los requerimientos originales que surge con la vocación de dar una respuesta única y unitaria a la accesibilidad de la zona. La traza geométrica y estructural, por tanto, queda definida con un trazo en forma de “Y” de tal forma que la pasarela que se desarrolla entre los dos puntos solicitados, además de un punto de apoyo intermedio, formalizado en la escalera, que resuelve la accesibilidad desde el nivel inferior de la cuesta de Labrit salvando el desnivel existente de 3,70 metros con dos rampas de reducida pendiente. El diseño de la pasarela apuesta por aunar construcción y estructura, donde todos los elementos que la definen conjugan ambos conceptos quedando premeditadamente despojada de elementos superfluos, de tal forma que presente una construcción limpia, identificada con el gusto por la sencillez formal y la medida expresividad de los materiales empleados, el acero cortén y la madera de Ipe. Constructivamente el proyecto queda definido por el equilibrio cromático entre los diferentes materiales

empleados, sus diversas texturas y colores que aportan una uniformidad que hacen dotar al volumen de una identidad uniforme, casi escultórica, que la sencillez constructiva pretende remarcar. Y de la misma manera, capaces de convivir en equilibrio cromático y material con el entorno amurallado. El resto de la intervención se ajusta básicamente a la pavimentación con losas de calcarenita de gran formato definidas geométricamente por las trazas impuestas por la pasarela completando la accesibilidad con el resto del borde amurallado. Traza. El planteamiento de trabajo, de forma decidida, buscó que la traza de la pasarela reconociera su condición urbana en este preciso lugar con especial atención a las geometrías del lugar. La pieza de la escalera, por añadidura, colabora a completar el perímetro quebrado aportando su personalidad final al proyecto frente a la solución lineal inicialmente requerida en las bases del concurso. Alzado. Los parámetros de “belleza” de una pasarela peatonal, y una vez resuelto su reducido programa, se soporta básicamente en la esbeltez y la resolución de las sustentaciones. Esta primera, sin duda, queda reflejada en el alzado y favorecida por la ventajas estructurales de la traza en “Y”. El proyecto, en línea con la búsqueda de la sencillez formal como mecanismo compositivo, tuvo especial interés en cuidar, de forma exhaustiva, el desarrollo de los apoyos. Estos fueron diseñados con una sofisticada naturalidad. Con el objetivo de que la presencia y el contacto del volumen de la pasarela sobre las trazas históricas presentara, a modo de artificio, la identidad de lo sencillamente apoyado evitando las soluciones pesadas o burdamente pegadas.


Trazados históricos Recinto amurallado Portal nuevo Nueva traza

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Planta

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Alzado Sección

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Sección constructiva Concepto formal de la sección. Búsqueda de continuidad con la muralla. Solución armónica mediante la mimesis geométrica de la sección de la pasarela y los lienzos de las murallas. Materialidad resultado del compromiso entre la eficiencia estructural, el equilibrio cromático y envejecimiento paralelo con los lienzos de piedra. Concepto estructural: “Y”. Mayor estabilidad estructural y mejor comportamiento a esfuerzos horizontales. Optimización de las cimentaciones. La escalera configura un esquema de falso arco que favorece salvar grandes luces y supone una reducción de la sección, generando una solución más eficiente.

Barandillas. Vigas portantes Cuadernas. Unión de vigas y conformación del volumen Rigidizadores. Rigidización horizontal superior e inferior Pavimento

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Carlos Quintáns Eiras Secretario del Jurado

Carlos Quintáns Eiras (Muxía, 1962) forma parte del Premio Enor de Arquitectura desde su fundación. Profesor del departamento de Construcción en la Escuela Superior de Arquitectura de A Coruña, conjuga su actividad docente con obra construida tanto en Galicia como fuera de ella. Ha participado en exposiciones nacionales e internacionales y cuenta en su historial con numerosos premios, entre ellos, un FAD de opinión en el 2011, una mención en la XI Bienal de arquitectura española, el Julio Galán Carvajal 2002, premio Camuñas en el 2000, Highly comended en el 2002 y 2001 en el premio AR+D y recientemente ha sido seleccionado en el Mies Van der Rohe 2011. Tan importante como su trabajo arquitectónico y su labor docente es su faceta como crítico, escritor y editor especializado en publicaciones sobre el mundo de la arquitectura y la construcción, tanto en soportes tradicionales —revistas, libros, monografías—, como a través de medios de difusión electrónica. Co-director de la revista Tectónica y de la revista Obradoiro desde 2006, realiza en los últimos años las páginas tectonicablog.com y arquitecturaymadera.es.

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Como miembro permanente del jurado, es testigo de su evolución desde el primer momento. “Esta quinta edición es la constatación de que el Premio de Arquitectura Ascensores Enor ha llegado a su punto de madurez. Es un premio que a lo largo de su historia no ha tenido altibajos, ni obedece a caprichos ni a situaciones extrañas. Es un certamen fiable, esa es una cualidad que se ha manifestado ya desde su primera edición y, aunque cinco ediciones son todavía pocas para hacer un diagnóstico, creo que lo más destacable ha sido su maduración rápida como para llegar a ese grado de fiabilidad que hoy le es reconocido”.

“Esta edición es una puerta al optimismo pues muestra ejemplos de cómo se puede trabajar con condiciones adversas y convertirlas en favorables” Miembro del jurado desde la primera edición, considera que esta convocatoria ha sido la constatación de la madurez del Premio Ascensores Enor y de su prestigio como certamen que no se somete ni a caprichos ni a modas.

En su evolución también ha sido testigo de la evolución de la arquitectura en esta última década. “En estas cinco ediciones hemos visto propuestas que han destacado y que luego se convirtieron en ejemplos de hacia dónde estaba caminando la arquitectura de hoy día. De alguna manera, aquello que destacó en un momento determinado como un valor sobresaliente, se ha convertido con el tiempo en una forma de expresión arquitectónica que ha cuajado y se ha extendido. Desde mi punto de vista estamos ante un premio que marca caminos o, dicho de otro modo, permite la difusión de modos de trabajar que luego se convierten en ejemplos y en modelos”. En ese sentido, el secretario del jurado insiste en que tan importante como la deliberación y la decisión en sí de la que salen las obras seleccionadas, finalistas y ganadoras, lo es igualmente el hecho de que el Premio de Arquitectura Ascensores Enor difunda esas obras con la publicación de un libro que hace que un hecho singular adquiera luego un valor mucho mayor. Entre las muchas valoraciones y consideraciones que ha manejado el jurado a la hora de realizar su diagnóstico sobre las obras presentadas a concurso, Quintáns destaca, por su aspecto positivo, “la existencia de una cierta invitación al optimismo en un momento especialmente negativo no solo para la arquitectura en particular sino para toda las formas de expresión artísticas en general y por extensión para toda la sociedad. Pero lo que nos abre una puerta a la esperanza es que en esta edición hemos comprobado que existen ejemplos en los que se ve cómo se puede trabajar con condiciones adversas y conseguir convertirlas en situaciones favorables desde el punto de vista de que esa escasez deje paso a una mirada cargada de poesía, cargada de intención y cargada de sinceridad”. Trescientas cincuenta obras presentadas a concurso constituyen un claro síntoma del reconocimiento que tiene entre los profesionales de la arquitectura pues pese a la caída significativa de la obra contratada desde 2008, el número de participantes no ha menguado, “lo que indica que su prestigio se extiende y se consolida y que es cada vez mayor el número de profesionales que aceptan ser analizados por un jurado que ha demostrado a lo largo de todos estos años tener un gran sentido de la independencia y del deseo de extraer de entre las obras que concurren, aquellos ejemplos que más representan la esencia de lo que todos creemos que constituyen los valores de la mejor arquitectura”.

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Por último, Carlos Quintáns destacó en esta edición una muy amplia concurrencia de jóvenes arquitectos. “Es significativa e importante la participación en este año de la arquitectura más joven, con trabajos muy interesantes, lo que ha dificultado muy seriamente las decisiones del jurado”.

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Centro Cultural Cap Vermell

Antoni Barceló Bàrbara Balanzó

Localización Capdepera Mallorca Colaboradores Carles Vinardell Francesc Trillo Fotografías Jaime Sicilia Sebastià Bonet

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Dominio público. Espacio Libre vs. Edificación. El equilibrio adecuado entre la edificación y el espacio libre, el lleno y el vacío, la ocupación y la desocupación, y la relación entre ambos, resultan potencialmente interesantes en cuanto a la capacidad que tienen para la transformación espacial de nuestras ciudades. El planteamiento del proyecto nace sin duda de la voluntad de diálogo, de vincular y de contextualizar en términos unitarios, más o menos poéticos y sobre todo arquitectónicos, la intervención en un entorno físico y cultural determinados. Cala Rajada es una pequeña población costera del Noreste de la isla de Mallorca. Está planificada a partir de un ensanche rectangular que contiene en su gran mayoría edificios de viviendas. El nuevo espacio cultural se encuentra en el corazón de este nuevo ensanche, incluye una edificación y un espacio libre con pinos centenarios que conforman su carácter y dominan la parcela. En este dominio, un edificio de aspecto cambiante, pretende integrarse sin mimetizarse, relacionarse sin entorpecer… En este diálogo se consiguen fundir las sombras propias con las arrojadas por las copas de los pinos que permanecen… La luz mediterránea es protagonista de la nueva escenografía urbana, en la que no hay compromisos con ningún lenguaje determinado, y si hay una pretendida intemporalidad en la voluntad de unificar lo diverso. Este carácter atemporal se apoya en el austero uso de los materiales, la confrontación de lo artificial y lo natural, los senderos y la plaza, la vegetación natural y la floral importada, la experiencia sensorial, visual y olfativa del exterior que conducen al acceso principal de un Centro Cultural definido como preexistencia, como algo que ya existía… La creación de un lugar donde descansa la memoria que lucha por sobrevivir en el recuerdo del paisaje… condensar el tiempo y el espacio en un instante… El hormigón teñido define la plataforma y las tierras de la excavación se reciclan y producen las dunas que, cubriéndose de vegetación natural, generan una topografía alternativa que nos aleja de la calle… El espacio libre, de carácter sobrio, permite actividades al aire libre y se plantea como un nuevo espacio

de relación ciudadana. A través de él nace un ceremonioso acceso al Centro Cultural, como si de un ritual se tratara; desde la plaza, pasear, descubrir la entrada y traspasar el umbral que conduce al interior. El edificio se sitúa en el extremo Este de la plaza, dando valor al espacio libre que le precede. Del diálogo con el lugar, su condición microclimática y de su carácter mediterráneo, nace el origen de la propuesta edificatoria; un edificio de silueta quebrada y recortada respecto al cielo, un árbol con un frontal de fachada lleno de rebajes e incisiones, tanto carácter como filtro solar. Un edificio sólido, exento, compacto, labrado en hormigón teñido, con la textura y el color de la piedra del entorno. Con aspecto pétreo y cambiante, telón de fondo de las sombras arrojadas por la vegetación histórica que permanece. Un bloque rectangular con orientación Norte Sur en su mayor dimensión. La planta se resuelve en tres crujías principales que organizan el programa de necesidades del Centro: la crujía paralela a la fachada Oeste, de mayor tamaño, contiene las piezas principales: sala de actos, cafetería, biblioteca y sala de exposiciones; la crujía próxima a la calle contiene las piezas de menor dimensión: aulas, despachos y oficinas; y finalmente una crujía central absorbe los servicios, las comunicaciones verticales y tres patios longitudinales que favorecen la iluminación y ventilación natural del edificio. Se produce un doble acceso a través de las dos fachadas principales que coinciden en un vestíbulo único y principal y, que en sección, recorre visualmente el programa singular del centro. La estructura toma una especial importancia en la crujía de mayor dimensión, las placas estructurales se hacen aparentes en la sección longitudinal y son el soporte formal en el interior de las salas. La propuesta que planteamos, lejos de ser una propuesta que se basa en la tecnología como sistema aislado para resolver cuestiones singulares, tiene como objetivo condensar el conocimiento tradicional, el aprovechamiento lógico de los mecanismos


Planta entorno A Romero B Hiedra C Lavanda D Tierra E Grama F Hormigón tintado G Dunas artificiales H Red de caminos

que nos ofrece la naturaleza y la aplicación de la técnica que desarrollamos en la actualidad. Las innovaciones constructivas y energéticas se enmarcan principalmente en la integración de sistemas pasivos y tradicionales y en el proceso constructivo, con la intención de que el carácter, la construcción, y la eficiencia energética formen una unidad. Parte de los esfuerzos se concentraron en la construcción en seco y la realización de un sistema prefabricado lo suficientemente económico y versátil que a su vez fuera carácter, solución constructiva y energética. Una pieza de hormigón de marés cuya naturaleza y despiece se funden en la memoria de la edificación tradicional balear. Estos elementos garantizan unos niveles de control de ejecución y de puesta en obra elevados, así como una mayor rapidez de ejecución, que resulta determinante en el impacto medioambiental del proceso constructivo de la obra. En edificios relativamente poco densos y en el clima mediterráneo, la alta inercia térmica de los cerramientos resulta muy útil para el ahorro energético en climatización. La incorporación de patios para la ventilación cruzada de las salas, la protección solar con elementos que tamizan la luz, la adecuada crujía que permite el aprovechamiento máximo de la luz solar y la reutilización de las aguas pluviales depositadas en un aljibe de gran dimensión para el riego de la vegetación propuesta, son aspectos pasivos, naturales y sencillos implementados en el edificio que mejoran su rendimiento energético y su integración con el entorno.

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Planta 2 Planta 1 Planta baja Planta –1 A Espacios Expositivos B Biblioteca C Ludoteca D Espacios Asociativos E Dependencias Municipales F Policía Municipal G Bar-Cafetería H Aulas Multiusos I Salón de Actos J Sala de Música K Sala de Ensayos

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Alzado principal Sección longitudinal Alzado Norte Sección transversal

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Piscina cubierta

EDDEA Ignacio Laguillo Harald Schönegger

Localización Barbate Cádiz Colaboradores José Mª Sánchez María Romero Felipe Clemente Lucas García Francisco Losada Rosalino Daza Tomás Ruiz Fotografías Duccio Malagamba

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Con la implantación de esta infraestructura en el entorno de las marismas de Barbate se han perseguido dos intenciones fundamentales como son abordar, por un lado, la cuestión de escala y, por otro, la de aproximarnos a un lugar. Su situación de borde respecto del núcleo urbano, hasta cierto punto marginal, llevó a considerar una ocupación extensiva del programa en la parcela. El edificio, ajusta su escala reforzando la horizontalidad, buscando una adecuada relación paisajística con el entorno natural, e incorporando tanto la memoria en sus cubiertas de las tradicionales naves de saladeros que aún hoy ocupan parte de las referencias visuales del lugar, como los vacíos del área libre que en su origen ocupaban parte del pinar próximo. La implantación construye el acceso acotando el espacio a la llegada, convirtiéndolo en un pequeño espacio público, lugar de desarrollo de actividades con un carácter más íntimo. La búsqueda de esta transición entre el acceso y el edificio se presenta como una oquedad en el volumen, de forma que los vacíos que se presentan nos ocultan desde el interior, pero nos permiten acceder con más naturalidad al edificio. Esta zona arbolada, que nos introduce con pequeñas dunas que van cambiando con la intensidad de los vientos, da continuidad al vacío interior desde el que se accede, proporcionando la adecuada identidad y reconocimiento del carácter público y abierto del edificio. Los distintos usos del programa orbitan alrededor de esta primera zona de acceso y control, optimizándose los recorridos y superficies de transición. Las piezas edificadas, en una continua y medida relación con las distintas zonas abiertas al exterior, están concebidas con distintos grados de permeabilidad e intimidad, permitiendo su disposición generosas profundidades y registros de todo el conjunto. El extremo Oeste acoge los vestuarios, administración, control y una sala deportiva, articulados en torno al vestíbulo y al patio que filtra y nos proyecta de nuevo hacia el exterior, mientras que en el lado Este se localiza el volumen de los vasos de piscinas, construido como un espacio diáfano, iluminado con la calidez de sus

paramentos y vigas teñidas de blanco que permiten salvar las grandes luces del pabellón. Entre las principales aportaciones de este equipamiento se trata las de avanzar en cuanto a la cualificación de esta tipología de recintos deportivos. Tradicionalmente se perciben como oscuros y débilmente relacionados con el exterior, con paquetes funcionales dispuestos de forma automática heredados de esquemas de planes directores en los que el cuidado sobre los accesos, los espacios de transición, las áreas de intimidad, la introducción de la luz natural, y sus relaciones con el exterior, se supeditan exclusivamente a la función. Este caso de Barbate, como otros anteriores, muestra la importancia e incidencia que sobre el conjunto de la edificación adquiere la introducción de un vacio o patio, alrededor de los cuales estas áreas se disponen, permitiendo la aparición de ese cúmulo de sensaciones y relaciones añadidas a las requeridas por la función, para convertir las ideas y el programa en arquitectura. Y por último, desde la materialidad del edificio, apostando por recuperar la utilización de materiales tradicionales de la zona, como es el caso de los morteros de cal en color natural aplicados con un criterio de contemporaneidad. Textura y opacidad de los paramentos enrasados con la tensión de los vidrios que en función de la incidencia matizan la entrada de luz al interior, contrastan con la claridad y sensibilidad que tratamos de trasladar al principal espacio, el vaso deportivo que intenta acercarse a capturar la mezcla de luz, espacio, materia y densidad recogidas por A. Jacobsen en el proyecto St. Catherine’s College de Oxford.


Planta situación Maqueta Planta baja Planta de cubiertas Planta técnica A Vestíbulo B Control/Administración C Enfermería D Vestuarios técnicos E Pasillos F Almacén G Vestuarios colectivos H Recinto piscinas I Duchas J Almacén material deportivo K Sala deportiva L Almacén sala deportiva M Cafetería N Cocina O Instalaciones P Almacén Q Patio

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Alzado Sección longitudinal Sección transversal

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Teatro Municipal

Enrique Krahe

Localización Zafra Badajoz Colaboradores Arancha Montero Jesús Isla Joaquín Longhi Carlos Brage Lucía Fernández Fotografías Miguel de Guzmán

El teatro en la calle; la calle en el teatro. El espacio público como entorno activo necesita ser continuamente reinventado: proyectar este proceso desde premisas que priorizan lo patrimonial o lo paisajístico es compatible con otras que primen aspectos lúdicos o ambientales. De esta forma, el ámbito en que se erige el Teatro Municipal de Zafra se presenta como un preparado sobre el que se extienden estrategias de conciliación de los diferentes acontecimientos que se escenifican cotidianamente, y resuelve la transición entre la ciudad histórica y la naturaleza (ahora) o entre la ciudad monumental y una ‘periferia’ en construcción (en un futuro próximo). Este espacio intermedio, con doble escala y direccionalidad, atiende a la diversidad de afectaciones del caserío que lo circunda, buscando una conexión fluida con el centro peatonal (evocando su concatenación de plazas a través de umbrales y pasos angostos que cierran las perspectivas para después abrirse paulatinamente), enlazando con las nuevas áreas y expandiendo finalmente la visión hacia el horizonte. La nueva ordenación establece recorridos libres con pendientes suaves, que permiten la accesibilidad total para visitantes y restringida para vehículos. Los pavimentos de calzada portuguesa y hormigón desactivado delimitan los jardines alomados adosados al perímetro de la parcela, formado por edificaciones auxiliares en dos de las cuales se han consolidado elementos vernáculos (bóvedas tabicadas y muros de mampostería de pizarra) con el fin de preservarlas para una futura ampliación del programa cultural. El edificio. La irregularidad y extensión del perímetro medianero invitan a ocupar el solar mediante la disolución del programa, creando una nueva ‘envolvente’ de dos alturas (próxima a la escala de las edificaciones existentes) que absorbe la geometría desordenada de las traseras de los solares colindantes, ofreciendo una imagen representativa. Sobre esta especie de basamento desfigurado emerge el volumen principal (que contiene la caja del escenario, sala principal

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y una sala de ensayos) y cuya geometría amplifica el paisaje de cubiertas próximo y evoca el abrupto telón de fondo que forma la Sierra del Castellar. En la concepción de este espacio escénico se ha buscado conciliar la deseable versatilidad de este tipo de instalaciones para núcleos urbanos medios (cine, teatro, sala de actos y conciertos…), con la ineludible adecuación técnica, visual y acústica. Se ha realizado un fondo de chácena practicable de grandes dimensiones, de modo que la caja del escenario (además de ofrecer una posición que favorece la carga y descarga directa) articula interior y exterior, proyectándose hacia uno y otro ámbito, lo que permite aprovechar el equipamiento lumínico para ofrecer espectáculos informales hacia la plaza. Cuestionando el rol tradicional del espectador como ingrediente eminentemente pasivo, el teatro pretende avanzar hacia una arquitectura que más allá de provocar un afecto contemplativo, acomoda sus atributos y administra sus potenciales, invitando a sus usuarios latentes a establecer con ella gestos de complicidad mediante el despliegue de una serie de contextos lúdico-sensitivos de distinta intensidad. Los espejos de los aseos públicos se convierten en sastrerías donde los espectadores se pueden caracterizar temporalmente de modo similar al que lo harían los actores, o pueden emular en sordina a sus percusionistas favoritos en los asientos cilíndricos del vestíbulo lateral. Por otra parte, los cinco colores que tapizan las 361 butacas de la sala se combinan en una anamorfosis de modo que, percibidas desde el escenario, se recompone un gran ojo que durante los ensayos sustituye al público en su labor crítica y escrutadora. Del mismo modo, una serie de perforaciones realizadas en el muro occidental del escenario convierten a los viandantes en espectadores furtivos (¿quién no ha buscado los resquicios de una valla para disfrutar momentáneamente de un espectáculo para el cual se carecía de entrada?), perpetúa su condición escénica de la caja negra más allá de las representaciones (durante los ensayos, montajes, o cuando se halla vacío). Camerinos individuales y colectivos, locales técnicos y de proyección completan el programa específico


Planta de situación Axonometría

del edificio, para cuya materialización se han seguido criterios de economía, sencillez de puesta en obra y facilidad de mantenimiento, optando por el empleo de una gama de materiales muy restringida que, sin rechazar la herencia tectónica, pretende alcanzar una expresividad constructiva y formal netamente contemporánea. Así, se ha ejecutado una estructura mixta de cerchas de acero apoyadas sobre muros de hormigón armado in situ para el volumen principal, donde los faldones de cubierta y algunas de las fachadas se revisten con bandejas de zinc prepatinado, mientras que en los paramentos exteriores se emplea un revoco gris en combinación con un basamento de gres abotonado cuyo patrón sirve de base a la señalética del edificio. La misma calzada portuguesa que pavimenta el exterior se extiende sobre el foyer y sus espacios de apoyo. Una continuidad similar se produce entre el solado del escenario y el linóleo negro del patio de butacas, donde fieltros naturales (que remiten al ganado lanar que antes de la construcción pastaba en la parcela) revisten los paramentos interiores. Por último, el aplacado de corcho en acabados natural, mate y brillo que recubre la sala de ensayos abunda en esa translación material del paisaje local.

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Planta de acceso A Acceso espacio escénico B Acceso principal C Acceso de actores D Edificio de recepción E Edificio abovedado F Centro de transformación G Edificación nº24 H Aljibe/Grupo de presión I Patio J Carga/Descarga K Vestíbulo L Auditorio M Taquillas N Guardarropa O Aseos femeninos P Aseos masculinos Q Aseo discapacitados R Escenario S Corbata T Chácena U Montacargas V Dimmers/Aseo

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Planta primera Sección longitudinal Maqueta

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Vestíbulo Auditorio Escenario Sala de proyección Camerino individual Local técnico


Alzado Norte Alzado Este Sección transversal

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Centro de Remo y Piragüismo

José María Sánchez

Localización Alange Badajoz Colaboradores Daniel González Julia Ternström Marion Foucault Cruz Calleja Rafael Fernández Maribel Torres Laura Rojo Mariló Sánchez Marta Cabezón Mafalda Ambrósio Carmen Leticia Huerta Fotografías Roland Halbe

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Justificación de la solución compositiva adoptada. El Centro de Remo y Piragüismo trata de conseguir la mayor neutralidad con el entorno, está ubicado frente al pantano de Alange. Se configura con un gran basamento y una cubierta ligera generando entre ellos una plataforma que dialoga con el paisaje asomándose al agua, a la orilla, a las embarcaciones. Es como un gran mirador, un balcón de proa, donde se focaliza el movimiento hacia el Embalse, con recorridos que surgen para “mirar” y para “estar”. Sobre la plataforma se construye una estructura metálica ligera a base de cerchas que permiten salvar en la parte inferior una gran sala de 21x21 m de luz y que a la vez sujetan la rampa de conexión que va colgada. Estas cerchas se cubren para crear una zona de sombra. La planta inferior surge como basamento de esa plataforma elevada, como roca en la que se perforan agujeros profundos para que llegue el aire y la luz. En este basamento se distribuyen las necesidades más privadas del programa. La geometría del edificio en planta baja surge de colmatar la forma del solar. La relación entre la plataforma y el basamento se realiza a través de un hueco de gran dimensión, una hendidura en la plataforma a modo de grieta que permite el paso de la luz hacia la zona inferior y aloja la esbelta rampa de dos tramos, que colgada mediante cables comunica físicamente el plano inferior con la terraza y adquiere un carácter protagonista del espacio central del proyecto. La composición en sección salva el desnivel existente en el solar posibilitando dos accesos diferenciados, el general a cota 295, mayormente usado por espectadores y público en general y el particular a cota de planta baja 291.40 m, frecuentado por deportistas y técnicos. El centro ayuda a crear un entorno adecuado, es lo más respetuoso posible con el lugar, evitando barreras visuales y físicas e integrándose dentro de un entorno de gran valor medioambiental y paisajístico con la mayor neutralidad posible. Se configura como una atalaya vigía, sin modificar apenas la topografía, comunicando y poniendo en relación visual el interior y el exterior del proyecto.

Por otro lado, la elección de los materiales presentados de forma honesta y sin revestimientos hace que el edificio se integre perfectamente en el entorno de borde del pueblo, pareciendo una delicada pieza industrial que deja ver la actividad que allí se genera. Su proporción, composición y permeabilidad hacen que no suponga frontera visual alguna para quien desde Alange quiera contemplar el pantano y todo el paisaje que lo rodea. Justificación de la inserción territorial. El solar se encuentra en la frontera entre la zona urbana y la zona protegida de la orilla, configurándose como pieza singular. Es un terreno de forma trapezoidal, con una superficie total de 1.650 m2, la geometría del edificio aprovecha esta forma particular ocupándola totalmente en planta baja. La disposición general del edifico posibilita la relación con el entorno tanto próximo y lejano. En planta superior, la gran terraza mirador nos presenta una visión amplia del paisaje en un giro de 360º. En la planta inferior los huecos enmarcan trozos de paisaje mostrándonos las particularidades de una orientación concreta. El edificio se integra en el entorno de manera que su volumen pasa a formar parte del paisaje. Gracias a la transparencia de la cubierta, de la que sólo se percibe la estructura y la sombra que su cobertura nos proporciona, el concepto de planta de acceso desaparece y pasamos a entender este espacio como un gran mirador en sombra en el que no hay obstáculos físicos para contemplar el paisaje. Programa de necesidades. El Centro de Remo y Piragüismo de Alange está dotado de las instalaciones específicas para la dar servicio a los deportistas especializados que practican deportes náuticos. El Centro actúa, aprovechando su situación en un entorno privilegiado, siendo punto de encuentro de los deportistas de élite del sector que practiquen diferentes disciplinas en relación con el agua navegable tan cercana al proyecto. Al edificio se accede desde cota 295 m cuando la terraza mirador y el terreno en la zona Norte se


aproximan, de manera que el acceso desde el pueblo se realiza de modo natural. Nos encontramos en la zona de acogida abierta a la gran terraza que en un futuro servirá para instalar las zonas de descanso, reunión y estudio. La mayor parte de los usos del centro se desarrollan en la planta baja, a cota 291,40 m. En esta planta se distribuyen todos los usos alrededor de un gran espacio central diáfano, el aula taller. Los diferentes programas secundarios se configuran mirando hacia el paisaje exterior, los espacios más relacionados con la orilla tienen un acceso propio desde el exterior para hacer independiente su uso, son los espacios de almacén de canoas, el gimnasio o el espacio polivalente central. Desde este último se da acceso a los vestuarios y la residencia para deportistas. El espacio polivalente se relaciona con el exterior con dos grandes huecos enfrentados que ponen al usuario en el centro del paisaje. La operación se completa con la adecuación topográfica del entorno hasta llegar al agua y la ubicación de un almacén junto a ésta que sirve para cobijar de manera temporal el material más usado. Características constructivas generales. El Centro de Remo y Piragüismo se construye como dos estructuras que se complementan. La planta baja, construida como un potente basamento, está realizada en su totalidad en hormigón armado. Contiene en sus bordes los usos más privados y deja al interior un espacio diáfano de gran tamaño. Para cubrir este espacio se construyen cerchas metálicas con canto de una planta 3,20 m, la planta de acceso. La estructura de cerchas tiene, por tanto, una doble función, la de salvar las luces de 21 m del espacio diáfano en planta baja, y la de constituir la estructura de la cubierta de la planta de acceso. Estructura. La estructura es de muros de hormigón armado en basamento y cerchas metálicas de 3,2 m de altura. Las cerchas están construidas con perfiles abiertos tipo HEB en condones y inferior y superior, y diagonales formadas por dobles UPN formando tubos 282

para resolver las diagonales y los montantes. Los forjados son de losa de hormigón armado y forjado colaborante en la zona de las cerchas. La cimentación se proyecta mediante pozos de hormigón en masa empotrados en el sustrato rocoso pizarroso (terreno natural) a partir de 1,0 a 5,0 m. Sobre los pozos se colocan las zapatas de hormigón armado. El hormigón queda siempre visto cuidando especialmente la superficie de acabado. Fachadas. Las fachadas se limitan al propio hormigón estructural visto en la zona de basamento con huecos profundos cerrados con vidrio, y grandes paños de vidrio con perfilería inferior y superior en la planta de acceso, dejando vista la estructura de cerchas. Cubiertas. Las cubiertas se resuelven de dos modos diferenciados, la cubierta que constituye la terraza y forma parte del basamento es transitable y forma un plano continuo de hormigón. La cubierta ligera que se apoya en las cerchas es plana, no transitable y está constituida por forjado de chapa colaborante e impermeabilización de poliurea gris. La búsqueda de la creación de una plataforma sin barreras visuales, en la terraza mirador, ha llevado a la realización de un borde perimetral a modo de grada excavada en el basamento de hormigón. Este detalle constructivo evita la colocación de una barandilla convencional en el borde del basamento constituyendo además un espacio para contemplar sentado el paisaje que nos rodea.


Maqueta Axonometría

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Planta de acceso Planta baja A B C D E F G

Acceso Terraza exterior mirador Zona gradas Zona interior de encuentro Zona exterior cubierta Rampa acceso planta baja Zona polivalente

H Residencia deportistas I Vestuarios J Gimnasio K Almacén canoas y piragüas L Enfermería M Adminstración N Instalaciones

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Secciones

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Centro de día y actividades comunitarias

Flexo arquitectura Aixa del Rey Tomeu Ramis Bárbara Vich

Localización Palma de Mallorca Colaboradores Cristina Oliver Albert Janer J. Pablo Rodríquez Bárbara Estudillo Toni Aguilar Fotografías José Hevia

En una parcela de 1.141 m2, fachada en tres calles y retranqueo obligatorio de 3 m de vial, se propone un centro de estancias diurnas y actividades colectivas para personas de movilidad reducida por 620 €/m2 (PEM). La propuesta parte de tres principios elementales: 1. Intercambio. Áreas colectivas. Interpretamos el proyecto como una oportunidad para intensificar las relaciones colectivas en el centro. Por ello, organizamos el programa en una sola planta alrededor de un gran jardín con dos pinos existentes y orientado al sur. El jardín, que quedará semienterrado para protegerse del viento, de las vistas de los peatones y para disponer el plano natural de terreno a la altura de la vista del usuario, articulará y vertebrará todas las actividades colectivas del centro. Institucionalidad. Espacio público. Proponemos consolidar el carácter institucional del centro, como elemento articulador de la zona, unificando todos los elementos de fachada con el color blanco y haciendo públicos los tres metros de separación a la calle. El esponjamiento del espacio público dota de un área de relación colectiva alrededor del edificio y previo a la entrada del mismo. 2. Confort. La configuración volumétrica, la geometría del patio semienterrado, la orientación y la definición de la pérgola y la fachada, ofrecen las siguientes ventajas; garantizan la protección solar en verano, el control lumínico y visual y la ventilación natural cruzada en todos los puntos del edificio. 3. Disponibilidad y recursos. Frente a la limitación económica, con un módulo de 620 €/m2 (PEM), se dará una respuesta híbrida, que combinará materiales y técnicas locales (marés, mortero proyectado, alicatado cerámico, encañizado, etc.) con materiales y técnicas industriales (malla metálica, policarbonato, tableros OSB, etc.). De esta manera, se podrán optimizar los recursos que ambos sectores ofrecen.

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Nos interesa una técnica híbrida capaz de lidiar materiales y técnicas locales cercanas a la tradición artesanal con materiales y técnicas industriales de otras procedencias. En definitiva, nos interesa la capacidad de todo proyecto para emitir sentido dentro de un contexto cultural determinado a partir de una mirada desprejuiciada que permita encontrar oportunidades incluso en lo que aparentemente carece de valor. Proponemos utilizar los recursos de un contexto cultural determinado como oportunidades a partir de las cuales construir las estrategias de proyecto. Optamos por una actitud desprejuiciada e integradora que no discrimine entre esto o aquello, sino que opte por esto y aquello. De algún modo, da la sensación de que el edificio siempre ha estado allí, produciendo una sensación ambigua que se situa entre lo extraño y lo familiar.


Planta de situación Planta A Recepción B Jardín privado C Sala polivalente D Sala de descanso E Fisioterapia F Despacho médico. Aseo G Vestuario personal hombres H Vestuario personal mujeres I Aseo personal hombres J Aseo personal mujeres K Despacho director L Despacho asistente social M Aseo visitantes N Aseo usuarios O Almacén P Cocina

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Alzados Planta de cubiertas

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Sección Esquemas Estado previo Excavación parcial Cubierta Protección solar y visual

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Centro de salud

Elizabeth Abalo Gonzalo Alonso

Localización Oleiros A Coruña Fotografías Santos-Díez

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Terreno bien orientado. Ligera pendiente hacia el suroeste y masa arbórea de castaños, robles y eucaliptos al Oeste. Nos ubicamos sin molestar; respetamos el arbolado y nos pegamos, cerrándonos, al futuro vial al noreste. Una pieza ligeramente compacta, de una planta para evitar problemas de accesibilidad y que se va empotrando en el terreno, con un esquema muy sencillo en forma de hache. Acceso desde el Este, a través de un zaguán privado hasta alcanzar el centro de la edificación, desde el cual se reparte juego. Cada parte del programa en un ala; rehabilitación, personal, consultas generales, pediatría e instalaciones. Organizadas en torno a patios, zaguanes o fisuras que matizan el encuentro con el entorno generando riqueza espacial; estancias abiertas o cerradas, permeables o contenidas en función de su uso. Iluminación directa, a través de celosías o mediante lucernarios que cualifican los espacios. Muros de carga, losas de hormigón, cierres de acero. Cubierta inclinada oculta con gárgolas, solados de linóleo. Particiones interiores de cartón yeso o madera; celosías. Arbolado.


Planta de situación Planta

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Alzados Secciones

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Hotel Moure

Elizabeth Abalo Gonzalo Alonso

Localización Santiago de Compostela Colaboradores René Valiñas José Noya Manuel Sanmartín Fotografías Santos-Díez

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Intervenir sobre lo ya intervenido nos integra en el devenir del edificio. No somos los primeros ni seremos los últimos. Conservamos unas cosas, modificamos otras, corregimos algún error, eliminamos algún elemento, introducimos algún otro… En definitiva, transitamos la tercera época del Hotel Moure. Dos actuaciones fundamentales en planta baja. Por un lado se rebaja una parte en la entrada para favorecer la accesibilidad. Tanto la rampa como los peldaños propuestos generan la zona de recepción y espera sin el clásico mostrador. Al fondo se perfora un patio que polariza las áreas de estancia, las ilumina y ventila, difumina la frontera dentro fuera. Cuatro cajas de madera contienen servicios auxiliares. La primera, en celosía, el cortaviento. En un lateral, una pequeña oficina, los vestuarios de personal, el ascensor y un oficio. En el otro lateral, el arranque de la escalera, un pequeño almacén de maletas, aseos masculino y femenino y oficio. La última caja, al fondo, oculta la escalera de acceso a la habitación de usos múltiples y, bajo ella, armarios de apoyo y un pequeño sofá integrado. La instalación de climatización discurre por falso techo, más bajo que el general, en el interior de esta cajas, y solo se manifiesta en las microtoberas integradas en el despiece de la madera. En este mismo despiece se integran pequeñas ventanas, de control en la oficina, o de iluminación, compartida con los aseos; de vidrio translúcido en este caso. En las plantas superiores se le añade un ascensor y un pequeño oficio al núcleo de comunicaciones central existente. Las seis habitaciones previas se reducen a cuatro, dos por fachada. Pequeñas aportaciones en una tipología clásica: la ausencia de puerta en los aseos, unido al juego de espejos o la prolongación del pavimento cerámico diluye los límites. Los cuartos de baño ocupan la primera crujía de acceso a las habitaciones, de lado a lado. Este planteamiento, unido a los espejos del lavabo en un lado y general en el otro, amplía y multiplica virtualmente el espacio. La intimidad se resuelve con una puerta de vidrio translúcido compartida con la ducha, que nos permite matizar las vistas sin perder la concepción global del espacio. Al ser una rehabilitación se

personalizan los diferentes aseos en función de las preexistencias, tanto geométricas como materiales. Patinillos y cisternas configuran una suerte de hornacinas muy útiles en nuestro caso. En la mayor parte de habitaciones una pequeña ventana introduce luz natural en la zona de lavabo y conecta visualmente con cabeceros o mesas de apoyo de la habitación propiamente dicha. Solados y paramentos se resuelven en todos los casos con gres modulado en piezas de diez por diez centímetros, con los condicionantes técnicos exigidos por la normativa en función si es el suelo de la ducha, el del resto del aseo o el de paramentos y encimeras. Las correderas integran los armarios en la habitación; algunos de ellos incluso con las neveras o las mesas de trabajo. Los cabeceros de las camas se convierten en encimeras en los aseos o mesas de apoyo junto a las ventanas. Se trabaja la espacialidad de la galería principal en planta tercera o una pequeña terraza en planta primera. Dos habitaciones singulares resuelven la planta bajocubierta y una de usos múltiples el anexo al fondo en la primera.


Emplazamiento

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Planta cuarta Planta primera


Planta tercera Planta baja

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Planta segunda Alzado interior


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Casa A5

Carlos Seoane

Localización Oleiros A Coruña Colaboradores Santiago Cotón Óscar Fuertes José García Myriam Ochoa Fotografías Santos-Díez

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La casa A5 está situada en una urbanización residencial próxima a A Coruña. La parcela está condicionada por la ordenanza municipal que limita la altura de cornisa a 3,5 m sobre la rasante del suelo y por el ámbito del Dominio de Costas que restringe la ocupación de la parcela a únicamente una franja en contacto con la calle superior. Con estos condicionantes, la volumetría exterior es un resultado de cumplir con ambas limitaciones, y da como resultado una construcción escalonada con la pendiente hacia el mar. Por esos condicionantes topográficos y de normativas, la vivienda se desarrolla en su mayor parte como una casa semi-enterrada y para lograr iluminación natural en el semisótano, el volumen se orada con dos patios que permiten tener iluminación natural en sus espacios enterrados. El entorno físico es una ladera orientada al Norte con unas vistas privilegiadas sobre la ría de A Coruña. En respuesta a ese entorno, la casa nace con vocación de no alterar el lugar y, por ello, intenta ser más un conjunto de vacíos que un objeto, incluso se podría decir que nace con la aspiración de diluirse. En cierta medida, la casa juega con el recuerdo de esos lugares de la infancia, propios de la arquitectura popular gallega que se caracterizan por la ambigüedad. Espacios que se mueven entre el interior y el exterior, entre lo público y lo privado y donde no está muy claro donde empieza una casa y acaba la otra, incluso donde es casa, donde calle o donde de repente comienza el espacio de las cuadras o el cobertizo que protege un tractor o un coche. En ese sentido la casa pretende apropiarse de esos conceptos tradicionales y lograr un no-objeto, ambiguo en sus límites, y en su definición formal que permite, por otra parte, distintas formas de habitar ese lugar.


Planta de situación Emplazamiento

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Planta baja Planta sótano

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Alzado suroeste I Alzado suroeste II Alzado noroeste I Alzado noroeste II

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Ángela García de Paredes Vocal del Jurado

Ángela García de Paredes (Madrid, 1958). Cursó sus estudios de arquitectura en la Escuela Técnica Superior de Madrid, en la que con posterioridad impartió docencia como profesora del departamento de proyectos arquitectónicos. Su actividad profesional la ha llevado a desarrollar proyectos en todo el territorio nacional, desde Lugo hasta Ceuta, pasando por Cuenca, Almería o Madrid, donde obtuvo el Premio de Arquitectura Española por el Teatro Valle Inclán de la capital. Firma sus trabajos conjuntamente con Ignacio Pedrosa con quien funda en 1990 Paredes Pedrosa Arquitectos, trabajos que se han visto respaldados en la mayoría de los casos con importantes premios y distinciones tanto nacionales como internacionales. Paralelamente a su labor en estudio o dirigiendo a pie de obra sus proyectos, desarrolla una amplia actividad docente y divulgativa, bien como profesora invitada en universidades como la de Valencia o la de los Andes de Colombia, o como crítica invitada en el GSD Harvard, ETH Zürich, Accademia di Architettura di Mendrisio y Politécnico de Lausanne, o como conferenciante en en las universidades de São Paulo, Oslo, Münster, New York City University, FADU Buenos Aires, Dallas Architecture Forum, Monterrey México, Politecnico di Milano, San Juan de Puerto Rico, Technische Universität München.

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“Tenemos muchos ejemplos de arquitectura de altísima calidad producida en momentos de gran escasez”

Como miembro del jurado, valoró aquellas cuestiones que a ella también le preocupan como arquitecto que ha desarrollado una amplia trayectoria profesional a lo largo de todo el territorio español. “Cada uno de nosotros aportó a la deliberación una visión diferente pero lo cierto es que llegábamos a las mismas conclusiones”.

Para Ángela García de Paredes los 350 proyectos que se presentaron a la V edición del Premio Ascensores Enor permiten conocer la arquitectura que se ha venido haciendo en los últimos años, los primeros de este siglo en los que en su opinión todavía no se acusan demasiado los efectos de la crisis. “Hay un punto de inflexión entre esta arquitectura que se proyectó, en algunos casos, hasta ocho años atrás y la que se está proyectando ahora. Hay un cambio muy importante en la sociedad, derivado de aspectos económicos que va a cambiar mucho la arquitectura que veremos construida en el futuro y que es la que se está proyectando ahora”. En su opinión, los principales efectos de esa crisis se verán físicamente en las obras que se comienzan a construir ahora ya que la propia naturaleza de la arquitectura la convierte en una de las artes con más inercia. “La arquitectura va detrás de los cambios sociales, recogiendo sus efectos y dejando testimonio de esos cambios y de las transformaciones que se producen en la sociedad, ya sea por razones de carácter económico, como por ejemplo una crisis, o también naturales, como los efectos de la catástrofe que se ha producido tras el terremoto y posterior tsunami en marzo de 2011 en Japón, o como fue la revolución industrial en el siglo XIX”. Sobre el papel que juega la arquitectura y más concretamente el arquitecto a la hora de dar respuesta a las necesidades de la sociedad en tiempos de escasez económica, Ángela García de Paredes considera que es uno de los aspectos no solo más interesantes sino más emocionantes de este trabajo. “Independientemente de las circunstancias en las que se mueva una sociedad, incluso en épocas de crisis muy agudas, la arquitectura tiene que dar respuesta a las necesidades de cobijo, de estar, de exponer, de enseñar, en definitiva, a crear todos aquellos espacios en los que se desarrolla la actividad humana y ahí es donde la arquitectura desarrolla uno de sus papeles más hermosos. Y lo cierto es que en momentos de gran escasez se han producido arquitecturas de altísima calidad, como la que se registró en la Europa de entreguerras, con una economía de medios que hoy sorprendería, porque se trata de obras que todos admiramos y que han tenido presupuestos muy reducidos pero que han sabido conjugar materiales sencillos y medios sencillos para conseguir sus objetivos con gran calidad. Y no solo me refiero a la arquitectura europea de los años veinte y treinta, sino también a la arquitectura española de postguerra. Tenemos como ejemplo emblemático de esa época toda la operación de los poblados dirigidos. Y no solo se abordaban cuestiones como los materiales y los medios sino también y de manera muy brillante, aspectos muy olvidados hoy día como es el caso del urbanismo”. Con una amplia experiencia desarrollada a lo largo de todo el territorio nacional, realizando todo tipo de proyectos, defiende como principales objetivos de la arquitectura que dé respuesta a las demandas que plantea toda obra, sea de la naturaleza que sea. “Toda obra se tiene que adecuar al lugar, al programa con el que se trabaja, al presupuesto que se maneja ya que no debemos olvidar que trabajamos con dinero ajeno y, naturalmente, valoro la respuesta que se le da a la sociedad a la hora de cubrir las necesidades para las cuales se realiza. Esas son las cuestiones que a mí me interesan como arquitecto y son las que más he valorado a la hora de intervenir en el jurado”.

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La heterogeneidad del jurado fue, en su opinión, su principal virtud a la hora de garantizar un resultado y un veredicto coherente. “Al hacer mi valoración de las obras presentadas veía en cada una de ellas las mismas cuestiones que a mí se me plantean como arquitecto, tanto en el estudio como en las obras. Otros miembros hacían sus análisis partiendo de otras visiones: la visión crítica, la visión didáctica, etcétera. Lo curioso es que la deliberación se convirtió en un diálogo enfocado desde distintas perspectivas pero que en realidad llegaban a las mismas conclusiones. Fue un reto difícil porque este es un premio importante como lo demuestra la cantidad y la calidad de los proyectos presentados, pero ese diálogo resultó muy enriquecedor”.

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Hotel Pazo de Altamira

Covadonga Carrasco Juan Creus

Localización Santiago de Compostela Colaboradores Belén Salgado Felipe Riola Estefanía Vázquez Fotografías Héctor Santos-Díez

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Se trata de la rehabilitación de un antiguo edificio en el casco histórico de Santiago de Compostela. Sus tres fachadas rematan una manzana alargada y estrecha entre la Rúa Altamira, la Plaza de Santo Agostiño y el mercado. En su día, planta baja y primera fueron un comercio, el resto, viviendas, incluso en el bajo cubierta. Su acceso principal se sitúa en Rúa Altamira, casi una planta por encima de la plaza del mercado. Desde él se puede acceder tanto a la escalera que comunica las dos plantas de comercio como a la escalera que da acceso a las viviendas y al bajo cubierta. La construcción se completa con un sótano accesible desde el local comercial en el que hay dos grandes columnas de piedra y un pozo. El solar sobre el que se asienta el edificio está ocupado totalmente por ella y tiene una superficie de 174 m². La construcción tiene cierto interés patrimonial y en ella se utiliza la sillería de granito, sobre todo en aquellas piezas principales que definen la composición de la fachada como el basamento, huecos de ventanas, cornisas, balcones y esquinas de transición, incluso con sillares curvos de gran calidad de aristas perfectamente definidas y piezas en general nada erosionadas. Los entrepaños, de mampostería, de unos 72 cm de espesor, están bien conservados, tratados a la vista y rejuntados. La carpintería es de madera de pino tea pintada y los tipos de huecos son básicamante puertas balconeras acristaladas que abren hacia el interior, con balcones de fundición pintados y galerías que aparecen a partir de la primera planta. La estructura es de vigas de madera, con una viga principal central que se apoya en los muros de fachada y en dos pilares de fundición. La cubierta, a tres aguas, está formada por pares y correas de madera existiendo además un lucernario sobre la escalera. La propuesta mantiene los elementos que definen su tipología: la estructura de los forjados, la posición de la escalera en la medianería, las fachadas y el volumen. El exterior es lo que ha sido hasta ahora. También, en cierto modo, la distribución original de los usos: el restaurante en planta baja, la recepción en el portal de la Rúa Altamira y las habitaciones en

plantas superiores. La intervención se centra en tres actuaciones principales: la definición de un bloque de mármol tallado que resuelve y relaciona restaurante y recepción, lo que permite un funcionamiento muy claro entre las zonas más públicas sin apenas recorridos; el planteamiento de un distribuidor en abanico en las plantas de habitaciones, todas diferentes aunque con cualidades similares (galería, balcón, superficie) y, por último, el tratamiento de la escalera y ascensor como un único elemento translúcido que introduce luz día en el espacio más alejado de las fachadas. Permanece el pequeño sótano con dos columnas de piedra y el pozo, las verjas, balcones y texturas exteriores. El color blanco se utiliza como argumento de tranquilidad, la madera de tea y fresno, de calidez en el pavimento, y ambos, se combinan en un mobiliario diseñado: mesas, bancos, armarios y cabeceros grabados para que cada habitación también tenga en su interior un paisaje diferente.


Planta bajocubierta Planta tercera Planta segunda Planta primera Entreplanta Planta baja Sótano

A

A Instalaciones B Almacén C Vestuarios D Acceso E Cafetería F Cocina G Comedor H Acceso hotel I Recepción J Oficio

J

Emplazamiento

A H

I J

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J

J

E

F A

D

B B

C

G

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C


Alzado Este Alzado Norte Alzado Oeste Sección longitudinal

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Reintegración urbana de la ribera del Traba

Alfonso Salgado Francisco Liñares Manuel Liñares

Localización Noia A Coruña Colaboradores Santiago Rey Ana Filgueiras Cenlitrosmetrocadrado Fotografías Javier Ramos Alfonso Salgado

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La Pedrachán. Acotación al margen. Una niña almuerza mientras contempla cómo una nutria se sumerge. Está en casa de su abuela... La Pedrachán, a primera vista, parece estar en una situación incómoda, periférica..., pero es una falsa impresión. Esta condición, literalmente orillada y de espaldas al núcleo, ofrece, si prestamos la debida atención, evidentes ventajas y mínimos inconvenientes. Más allá de estos últimos, se trata de una condición singular que es necesario respetar y aún fortalecer, pues hay en ella una cierta atmósfera que reconforta y sosiega, como de lugar mágico y fuera del tiempo. Don Alejandro de la Sota, gallego, afirmaba: “La arquitectura es la construcción de ambientes”; Don Eduardo Souto de Moura, portugués, añade: “La Arquitectura es, antes que nada, adecuación al lugar y a sus condiciones”. Dos palabras y dos intenciones que son complementarias: ambiente y adecuación. Con todo, la segunda de ellas introduce un matiz que conviene tener presente: en la vieja disyuntiva entre Civilización y Cultura, en la vieja controversia entre el simple progreso material y el más amplio y humano progreso espiritual, en la larga problemática, en fin, entre la maquinaria pesada y las pequeñas herramientas, entre esos dos polos, la Pedrachán se decanta e impone sus propias condiciones: en la Pedrachán hay que “andar con cuidado”. Así pues, de la mano de estos dos maestros, y con el Estudio etnográfico como hilo conductor de la propuesta, las premisas de partida estaban claras: en primer lugar, el ambiente, que está dado y que no debe violentarse; en segundo, la “adecuación” a sus propias condiciones, por ver de ser franco y humilde, por ver, en definitiva, que después de nuestro paso a la Pedrachán no se le quede “cara de domingo”. Estas intenciones, estos objetivos, se resumen en tres pautas o reglas de conducta, en tres eslabones de una cadena con principio y fin, con dirección y sentido: primero, “Valorar”, para después “Conservar” y, llegado el caso y allí donde proceda, “Reactivar”.

De ser así, de seguir estos pasos y en este orden, evitamos —más un deseo que una certeza— el más evidente riesgo de este tipo de actuaciones: evitamos embalsamar y acartonar, evitamos el botox y la cirugía plástica, evitamos el traje incómodo y mal cortado de un día forzado de fiesta, evitamos, en definitiva, la banal y necia “cara de domingo”. En la Pedrachán, una niña almuerza mientras observa como una nutria se sumerge. Está en casa de su abuela... ¡Qué bello lugar! La Pedrachán. Alcance. Bajo la dirección del Estudio etnográfico se rastrean usos y topónimos: se recuperan las palabras, que activan los espacios. El proyecto contempla: –Limpieza y acondicionamiento general: caminos, cierres, fachadas, bordes. –Intervenciones arquitectónicas puntuales en las zonas de discontinuidad y sobre los elementos singulares: lavadero, escaleras, puentes y pasarelas, tendales. –Reposición general de todas las instalaciones: nuevas acometidas. La Pedrachán estaba en uso, y en uso sigue.


Emplazamiento A Escalera 1 B Escalera 2 C Escalera 3 D Puente E Lavadero Zona de estar G Caminos

D

A B

E

B

C

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Escalera 1 Escalera 2

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Puente

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Lavadero

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João Luis Carrilho da Graça Vocal del Jurado

João Luis Carrilho da Graça (Portalegre, 1952). Estudió arquitectura en la Escuela de Bellas Artes de Lisboa, donde se licenció en 1977. Desde esa fecha compatibilizó su trabajo en su estudio de arquitectura con la docencia impartida en las universidades Técnica de Lisboa, Autónoma de Lisboa, la Universidad de Évora, todas ellas en Portugal, o la de Navarra. Su trabajo como arquitecto le ha reportado numerosos premios: nombrado chevalier de l’ordre des arts et des lettres por la Republica Francesa; distinguido con el “Prémio Pessoa”, en 2008; la Orden de Mérito de la Republica Portuguesa, en 1999 y el premio “international art critics association”, en 1992. Nominado en 1990, 1992, 1994, 2009 y 2010 para el premio mies van der rohe, en 2011 volvió a serlo por el puente peatonal sobre la ribera de la Carpinteira y la musealización del área arqueológica del Castillo de São Jorge, una obra que le reportaría otros reconocimientos, como por ejemplo, el premio Piranesi Prix de Rome en 2010.

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Carrilho da Graça considera que el conjunto de las obras presentadas a esta V edición del Premio Ascensores Enor permite tener una visión amplia y clara de la arquitectura que se está realizando en la Península Ibérica en estos primeros años del siglo XXI. Tras una visión global de ese conjunto, considera que predomina “una cierta informalidad, reforzada por el hecho de una menor presencia de los que podríamos denominar los “Maestros”. La arquitectura joven se impone, aportando visiones más arriesgadas y una decidida apuesta por el experimentalismo”.

“Vivimos un momento en el que hay que repensar la arquitectura y afrontarla desde una nueva perspectiva”

El arquitecto portugués recuerda que los tiempos de crisis han servido para propiciar modelos arquitectónicos de gran libertad y experimentalismo, dos cualidades que se ponen de manifiesto en un importante número de obras que se han presentado a esta edición del premio.

La crisis es un fenómeno que afecta a la arquitectura y afecta a la economía en toda la península Ibérica. Carrilho da Graça considera que el primer síntoma de esa situación es la desaparición de las grandes obras en tamaño o en la aplicación de soluciones sofisticadas. “Se trata de una constatación, más que de un inconveniente, ya que en el contrapunto de esa situación está la gran ventaja de que en tiempos de crisis es el momento de propiciar el descubrimiento de nuevos valores”. El pasado inmediato, el que nos situó en este nuevo milenio, generó unas grandes expectativas sobre la arquitectura ibérica en el ámbito internacional, “no tenemos más que recordar que hace unos años la arquitectura española estaba presente en el MOMA de Nueva York y que Portugal saltó a la notoriedad con figuras como la que acaba de ganar el premio Pritzker, Eduardo Soto de Moura, o con Álvaro Siza, quien lo había obtenido en 1992”. Entre las obras que conforman esta V edición del premio, lo que más destaca Carrilho da Graça es la existencia de trabajos que se decantan por soluciones más radicales y menos formalistas. “La manera de afrontar este período de crisis con una creatividad renovada abre nuevas perspectivas en la construcción permanente de los paradigmas de la arquitectura”. Reflexiona sobre el ejemplo irlandés, “donde hubo una inflación de proyectos fantásticos que ahora se demuestra que sirven para muy poco”, y considera que ha llegado el momento de que la arquitectura se ocupe más en serio de cuestiones que preocupan a la sociedad, como por ejemplo la sostenibilidad, el respeto por el medio ambiente y el cuidado de aquel patrimonio que ya existe. En este sentido ve en la rehabilitación una vía muy interesante para explorar nuevas fórmulas de desarrollo de la profesión. “Este fue un aspecto sobre el que mantuvimos un intenso diálogo en el jurado, si la crisis determinaría un cambio en los paradigmas y desde mi punto de vista, es una gran oportunidad de volver a repensar la arquitectura desde el punto cero y afrontarla desde nuevas perspectivas. Estamos en tiempos de catástrofes. De catástrofe económica, de catástrofes naturales como la de Japón, y la arquitectura debe dar respuesta a estas situaciones; una respuesta social y poética”. “No es la primera vez en la que se produce una situación como ésta. La historia nos demuestra que los períodos de crisis fueron, por lo general, momentos de gran intensidad creativa para la arquitectura y le dieron un gran impulso, al buscar soluciones en las que la sencillez viene obligada por las condiciones económicas. Pensemos el caso del Renacimiento, que da lugar a un estilo de una gran simplicidad tanto en España como en Portugal. En Portugal se produce la aparición del estilo Chão que podría ser definido como la arquitectura llana, una arquitectura

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que se caracterizaba por sus líneas lisas, carentes de la ornamentación que le precediera en el estilo manuelino y resistiéndose al recargado barroco que ya comenzaba a imperar en el resto de Europa. Esa sencillez que fue muy fructífera se produjo en el período en el que la economía portuguesa cayó como consecuencia de ruptura del flujo comercial de las especias procedentes de la India y de Oriente y todavía no habían entrado las riquezas procedentes del Brasil, especialmente el oro y los diamantes. Es un período muy bien estudiado por George Kubler y está perfectamente definido en su libro “Between spices and diamonds”1. Estos períodos resultan especialmente interesantes porque desdramatizan mucho los conceptos que existían antes y crean espacios de libertad y experimentalismo”. Para entender la arquitectura portuguesa de hoy día, João Luis Carrilho da Graça considera imprescindible la figura de Álvaro Siza. “Su impacto en los arquitectos portugueses fue y es determinante y es especialmente positivo porque siempre defendió una arquitectura anti estrella, que se ha extendido también por España y por otros países. Su legado se hace patente ahora al recibir el reconocimiento internacional Eduardo Soto de Moura, que es un arquitecto muy vinculado a Siza. Son tiempos difíciles para Portugal, pero al fin tenemos una proyección en el exterior por figuras de gran alcance intelectual y artístico. No es solo el Portugal de Mourinho y Ronaldo, también es el Portugal de Siza, Saramago y Souto de Moura”. Resalta la importancia que tienen premios como el Enor para la difusión de la arquitectura, y muy especialmente para que los nuevos valores de esa arquitectura puedan tener una plataforma desde la que exponer y divulgar sus trabajos. “Y para nosotros, ser miembros del jurado constituye una enorme responsabilidad, porque, al final somos nosotros quienes estamos lanzando un mensaje determinante al escoger aquellos trabajos que nos parecen especialmente cualificados”. Esa subjetividad, que supone que sean arquitectos quienes juzgan y califican los trabajos de otros arquitectos no asusta a João Luis Carrilho da Graça, quien recuerda que no están evaluando sesudas tesis doctorales que luego quedan en el anonimato o nunca trascienden, “nuestras deliberaciones no se quedan en el ámbito del secreto o de un círculo muy reducido. No hablamos de una tesis de quinientas páginas que luego nadie lee, sino de obras que están a la vista de todo el mundo, que tienen un uso y una función social. Recuerdo una definición sobre la arquitectura como una de las actividades más honestas por cuanto se construye, se exhibe, se encuentra a la vista de todo el mundo y, por lo general está concebida para ser usada por el público. Aquello que nosotros juzguemos ahora va a ser juzgado por los demás luego, porque van a tener ocasión de verlo. No podemos engañar a nadie. En primer lugar a nosotros mismos, ni a nuestros colegas, ni por supuesto, al público en general”.

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1. George Kubler, “Portuguese plain architecture between spices and diamons, 1521–1706”. Middletown, Connecticut, Wesleyan University Press (1972).


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Sede del COAG y Plaza del Pueblo Gallego

Jesús Irisarri Guadalupe Piñera

Acciones temporales, huellas efímeras. Cuatro constricciones para cuatro libertades.

Localización Vigo Pontevedra

Un sólido capaz. Una envolvente volumétrica máxima derivada del planeamiento existente. La forma surge de ésta. La tomamos tal cual y la afectamos por las condiciones de borde: el pequeño y sencillo volumen de la histórica taberna Eligio, la escala de las estrechas calles al E, la masa pétrea del edificio al W o los altos edificios de los años sesenta-setenta.

Fotografías Manuel G. Vicente

Un sitio para colocarse. Activar el uso de la plaza: accesos y conexiones atentos a la riqueza de la traza urbana. Tres plantas bajas-entrada que permiten generar un espacio de accesibilidad natural desde las diferentes cotas de las calles que dan embocadura a la plaza. Mediante este mecanismo y la transparencia de la fachada se amplía la dimensión social en un entorno antes degradado, la vida y las ofertas culturales del edificio colonizan y expanden su presencia en el espacio público a la vez que las actividades ciudadanas que se desarrollan en él se incorporan al edificio. La naturaleza busca su sitio en un paisaje con una topografía que genera sus propios equipamientos de mobiliario urbano y pasa de plano a envolvente. Con una cubierta vegetal de glicíneas que soporta también la iluminación y campos de gramíneas que rompen el pavimento. Recogiendo algunos vestigios de la historia del lugar, las piedras de los cierres y ruinas que ocupaban el solar se incorporan en los solados de hormigón. Un programa evolutivo. Flexibilidad para ser ocupado a la carta según las demandas de los gestores económicos, de manera que permita al COAG crecer o replegarse y financiar la operación de la construcción mediante alquileres. El edificio plantea una organización capaz de continuas transformaciones en su uso, que puedan satisfacer diversas actividades con distintos requerimientos y sus cambios a lo largo del tiempo.

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Huellas efímeras de momentos en la vida del edificio. Un sistema de circulaciones externas se desarrolla entre las dos capas de fachada, como tronco de árbol, autónomo de las organizaciones particulares del espacio que envuelve y climatiza, permite el funcionamiento autónomo de las partes del edificio y la anexión entre ellas. El programa de la sede del COAG permanece distribuido de forma continua en sección, dejando bolsas que, conectadas directamente con la circulación exterior, pueden ser usadas de modo autónomo y con diferentes horarios, alojando también entre estas dos capas los espacios colectivos de relación y descanso. Un condicionante ético. El funcionamiento térmico, basado en la idea de la creación de un “sobre microclimático” que alberga los bloques de programa internos, proporciona en el paisaje protegido que se conforma entre estas dos pieles, un espacio semipúblico con condiciones climáticas excepcionales, donde se puede pasar más tiempo “fuera” al ofrecerse un exterior al interior. La unión del planteamiento de sostenibilidad energético-climático con el funcional mediante circulación primaria e independiente tanto de personas como de flujo de aire, a través del espacio variable entre las dos capas del cerramiento del edificio permite fraccionar el edificio interiormente, y abrir el mismo a una cámara que matiza la relación de los espacios interiores con el exterior. En este sobre se produce la generación de energía en invierno, y la diferencia de temperaturas hace en verano que las corrientes de aire desde la cámara al Norte junto con los huecos en cubierta ventilen el edificio de modo autónomo. Cuatro líneas de investigación. La ambición investigadora del concurso en cuanto a explorar los límites de aquello que hoy la arquitectura puede ofrecer hizo posible, que la posterior aparición de la crisis, la global y la específica de un acelerado y continuo cambiar de las instituciones colegiales de arquitectos, que supuso un cambio total


Planta de situación Maqueta

de funciones y usuarios, fuera integrada en el proyecto manteniendo los valores e intenciones esenciales de este, poniendo en valor aquello fundamental en la propuesta arquitectónica y mostrando su capacidad propositiva en cuanto a la relación entre la arquitectura y las vidas de sus usuarios. Cómo operar con las condiciones de un contexto “ampliado”, cultural, material y territorial, profundizar en la dimensión social del edificio. El proyecto opera a través del presente, pues sólo desde él interpretamos lo heredado e intuimos un futuro. Investigar acerca de la aparición de la forma y el control de la presencia de un edificio en un contexto de gran carga histórica. ¿Cuáles son los mecanismos esenciales de la arquitectura para proponer actuaciones urbanas activadoras de su entorno, a través de la complejidad y riqueza de la vida urbana? Retomar un “urbanismo” complejo atento a las posibilidades físicas del lugar. Que investigue sobre la naturaleza de los límites de lo público-privado estableciendo lugares intermedios y sinergias compartidas. El edificio y la plaza como presente continuo, otro momento en un palimpsesto en continua evolución. Proponer acerca de lo que hoy pueda ser-ofrecer un espacio colectivo. Acerca de la atmósfera de un sitio y las posibles apropiaciones y acciones que posibilita al usuario. Como el propio lugar se genera como “naturaleza compleja”. Cómo responder a condiciones de mercado y sociales en continua transformación. La búsqueda de la sostenibilidad funcional y la capacidad de permanencia a través de la transformación de los límites de los diversos recintos de trabajo. El multiespacio, investigación acerca de crear entornos para diversas actividades cambiantes, a través de definir las cualidades esenciales de los diversos espacios y sus relaciones. Más allá de la oficina paisaje o dividida. Explorar la definición material y constructiva de recintos. Una búsqueda de mínimos con obtención de máximos en cuanto a calidad medioambiental de los espacios. 346

Lo esencial y permanente versus lo contingente. Hemos trabajado sobre continuidades espaciales en planta, sección y diagonales internas, de modo que aún con ocupaciones variables y particiones circunstanciales, permanezca la lógica y los matices espaciales perseguidos. Se ha hecho confluir los flujos del aire que climatiza, con los de las personas que habitan, a través del espacio colchón que media con el exterior y cualifica el edificio ante su clima y la búsqueda de luz natural en todos los lugares. Investigación constructiva, economía y materialidad. El edificio recoge toda una trayectoria de investigación empírica que hemos desarrollado en otros casos. Sin medios para simulaciones y cálculos, sólo recoger aquello que nuestro trabajo y el estudio de lo “popular” nos ha legado, trabajar con los nuevos materiales que la industria hoy nos da y minimizar y estandarizar el esfuerzo constructivo explorando un contexto todavía artesanal. Sencilla tecnología de estudiadas soluciones técnicas para altas prestaciones. Todo ello desde un sitio, un clima, una tecnología disponible y unas posibilidades constructivas-económicas específicas.


Planta +29,10

Planta +42,21 Planta +36,21 Planta +26,00 A COAG B Local de alquiler C Local de alquiler. Cafetería D Oficina de alquiler E Sala de usos múltiples F Almacén/Archivo G Aseos H Instalaciones I Cuarto CT

B

A G D

E D G D

D D

B

I C H

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G

G

B


Alzado Oeste Alzado Sur Esquema fachada

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Secciones Maqueta plaza

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Casa de la Magia

trespes.arquitectos Carlos Mosquera Alberte Pérez Enrique Iglesias

Localización Ourense Colaboradores Jorge Conde Sheyla García Ramiro Themudo Clara Cereijo Felipe Trillo Fotografías Ana Amado

“Una arquitectura de mínimos para un edificio espectáculo. Una serie de espacios concatenados en continua transformación albergarán el estudio, intercambio, aprendizaje y disfrute del ilusionismo”. Ante un programa rico y dinámico como el que nos presenta la Asociación de Magos Profesionais de Galicia nos encontramos un solar de 50 m² en el casco histórico de Ourense con una única fachada, a conservar por estar protegida por el Plan Especial de Reforma Interior, de bajo +2 con una ordenanza (a colmatar) de bajo +3 + ático retranqueado, la fachada existente se remataría con una galería. Exterior. En la fachada de piedra se recuperan los huecos tapiados. Dos carpinterías fijas totalmente acristaladas franquean la puerta de acceso. En las planta superiores se rompe levemente la simetría con el despiece de las aperturas de acceso a los balcones. Se (Re)interpreta la galería como elemento formal y de control ambiental, jugando con las transparencias y la modulación de las carpinterías. El diseño de este elemento es fundamental para reducir las ganancias térmicas en los severos veranos ourensanos al estar totalmente expuesta al sol de poniente. Las lamas mantienen las distancias de los montantes verticales de las galerías tradicionales colindantes que junto a la dimensión y disposición de las mismas provocan el comportamiento protector deseado. Con los tres huecos verticales practicables del ático retranqueado que dan acceso a la terraza del inmueble queda configurada la nueva y única fachada. Interior. En el interior se liberan los espacios a fachada y se articulan con una doble circulación. Estos espacios multi-funcionales no poseen mobiliario fijo para poder facilitar la transformación y adaptarse al uso que tenga es ese momento (Exposición, Aula didáctica, Sala de proyecciones, visitas guiadas, etc.). Las mesas se solucionan mediante una

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estructura hidráulica albergada en el espesor del forjado así se podrán colocar y recoger con suma rapidez. Las sillas son sillas apilables que se guardan en pequeños espacios que ofrece la regularización de las medianeras lo mismo ocurre con las estanterías, hornacinas expositivas… etc. Uso. El uso define profundamente la intervención lo que provoca una intensa relación entre los proyectistas y los usuarios para conseguir la versatilidad buscada y convertir la rehabilitación de un pequeño inmueble en una oportunidad de realizar un edificio ilusionante. Por todo esto se nos antoja que el itinerario que nos propone la Asociación de Magos Profesionais de Galicia seguro que captará la atención, suscitará interés, provocará asombro, despertará ilusión y terminará en aplauso tal y como define el ilusionismo René Lavand. Flexibilidad. Se trata de un edificio singular que no se adapta a ningún uso concreto en el que co-existen muchas funciones que van configurando diferentes edificios según se plantean necesidades e ilusiones. Esta superposición de programas para un mismo uso (la magia o ilusionismo como gustan referirse a ella los que se dedican a esta) provoca la búsqueda de elementos coincidentes e insubstituibles colocados en el lugar adecuado para facilitar las transformaciones. El resultado es una planta sencilla definida y acotada por dos circulaciones verticales. Al programa se le da respuesta mediante mobiliario fijo que se alberga en el forjado (mesas), mobiliario móvil (sillas) que se almacena en los espacios que se generan al regularizar las medianeras. Los trasdosados generan hornacinas, estanterías y armarios. Los espacios se transforman mediante “roles”, paneles deslizantes, la decoración es móvil por lo que cada sala puede ser muchas… para el mismo uso o para otro (miromagia, magia de cerca, magia… exposición de juegos y utensilios de magia, biblioteca, archivo, docencia de magia e ilusionismo… etc.).


Planta de situación

Reinterpretar la galería. (Más que un elemento formal) Por exigencias de la normativa los añadidos en altura deben resolverse compositivamente como las tradicionales galerías. Estas desde siempre han desempeñado una función de control térmico actuando como captadores y acumuladores de energía durante los inviernos y como aislantes y amortiguadores del calor en los veranos. Las limitaciones espaciales con las que nos encontramos imposibilitan el plantarse una solución tradicional de galería en cuanto a su componente vinculada al confort térmico. Se plantea un gran paño de cierre formado por carpintería de madera de cedro y vidrios que alternan transparencias y opacidades que buscan aportar dinamismo a la fachada, en su percepción interior y exterior y matizar en mayor grado la fragmentación del paño. Por el exterior secciones de cedro de 5x18 cm se disponen verticalmente por delante del paño de cierre a modo de velo ensombreciendo y protegiendo del agresivo soleamiento de poniente existente en Ourense en los periodos estivales. El ritmo, la profundidad de las secciones de cedro y la separación de estos elementos entre sí, así como respecto al paño de cierre vienen definidos por los ritmos formales de las galerías tradicionales del entorno, y por el estudio de los ángulos de incidencia de los rayos solares para la orientación y latitud en la que nos encontramos. El ritmo del velo exterior se matiza cada tres piezas, duplicando la misma encolando dos secciones, 10x18 cm, que se corresponde con los elementos estructurales sobre los que descansa la pequeña cubierta que enlaza la solución con el ático retranqueado y aporta la diferencia de secciones, espesores y ritmos tal y como ocurre con los sistemas tradicionales de galería. La función portante y la capacidad para aportar control a la radiación solar en las épocas más batidas por el sol hacen que estemos ante algo que pretende ser más que un elemento formal. 354


Plantas

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Alzado Sección

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Centro cívico municipal

José Manuel Martínez Inés Escudero Fernando Nieto

Localización Boecillo Valladolid Fotografías Pedro Iván Ramos

Condiciones de la parcela. El solar objeto del concurso se encuentra ubicado en el casco histórico de Boecillo, un pueblo situado a 20 km de Valladolid, en un alto sobre la ribera del río Duero. El proyecto es el resultado de un concurso de ideas convocado por el Ayuntamiento en 2005. Se trata de una parcela entre medianeras con fachada a dos calles. Una de ellas, la de Germán Gamazo y Calvo, es la calle principal del pueblo, donde se sitúan el ayuntamiento y la iglesia, y la otra es una calle a la que se vuelcan traseras y vallas de parcelas de viviendas. Tiene una forma irregular y su orientación es Oeste a la calle de Germán Gamazo y Calvo. Presenta una topografía totalmente horizontal. Los límites Norte y Sur están formados por los muros medianeros de las viviendas y naves colindantes, con diferentes alturas e inclinaciones de cubierta. El entorno próximo, principalmente en la zona Este, está formado por viviendas unifamiliares aisladas en pequeños jardines con abundante vegetación, en los que predomina el pino del país, tan característico de esta comarca de Tierra de Pinares. Condiciones del programa. El programa que se propone es, en líneas generales, el de un centro cívico municipal, con salón de actos, biblioteca, administración, sala de exposiciones y aulas. Un programa demasiado extenso en relación al tamaño de la parcela y a la limitación de alturas impuestas por el PGOU de Boecillo. Objetivos e intenciones de la propuesta. –Máximo aprovechamiento de la superficie edificable utilizando el extenso programa exigido como un reclamo, no como un inconveniente. –Condensador social-cultural que proporcione al pueblo las carencias culturales: salón de actos, teatro para pequeñas representaciones,… –Integrar en lo posible el edificio dentro de la trama urbana, haciéndose eco de las solicitaciones del lugar: calles, medianeras, arbolado… –Espacios con buena luz y ventilación. –Imagen abstracta, que no genere un encuentro traumático con las edificaciones colindantes

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por el hecho de tratarse de un edificio singular y contemporáneo. Propuesta conceptual. Un volumen compacto recortado y perforado vertical y horizontalmente. Un volumen grueso, que potencia la direccionalidad del espacio, se perfora para acentuar su espesor y se recorta matizando su carácter abstracto. Propuesta funcional. (superponer, empaquetar, apilar) El proyecto pretende potenciar la espacialidad interior, dadas las condiciones de la parcela y su imposibilidad de ofrecer vistas al entorno, creando un lugar de encuentro, de relación e intercambio. Un complejo destinado a la cultura, que aglutine a un amplio y variado sector de público. El edificio como reclamo. Para ello invitamos al recorrido desde la Plaza Mayor del pueblo, situada a unos 100 metros. Una distancia que invita al paseo, haciendo que el edificio sea un nuevo foco de atracción, con un gran atrio de acceso, zaguán o vestíbulo exterior, desde el que se accede a una calle interior que atraviesa el edificio. Se trata de generar espacios de relación versátiles, que puedan ser usados de forma diferente como comunicación, descanso de las actividades, relación, trabajo en grupo… Se busca la sorpresa en los recorridos, de tal forma que la referencia visual desde el edificio sea algún elemento puntual del pueblo, como la torre de la iglesia o los pinos de las parcelas traseras. Justificación de la inserción urbana de la propuesta. Ante el desorden volumétrico del conjunto, planteamos la abstracción como mecanismo de proyecto y adaptación al sitio, dotando a esta situación de una cualidad específica que combine elementos arquitectónicos de diverso carácter: público-privado, abierto-cerrado, lleno-vacío..., con otros más urbanos. Entendemos la volumetría abstracta y neutra


Planta de situación 1 Centro cívico 2 Casa de la cultura 3 Ayuntamiento 4 Iglesia 5 Plaza de los Condes de Gamazo 6 Calle de Germán Gamazo y Clavo 7 Calle de la iglesia

como la mejor forma de integración en el entorno frete al juego caótico de cubiertas, medianeras y alturas. Se trata de establecer un recorrido que va de lo más público a lo más privado; secuencia de espacios exteriores-interiores, abiertos-cerrados, cubiertosdescubiertos, llenos-vacíos, públicos-privados. Desde la Plaza Mayor llegamos al edificio a través de un patio exterior de acceso. Un gran vestíbulo abierto a modo de zaguán o refugio urbano, donde detenerse en las calurosas y a veces lluviosas tardes de primavera o verano. Del patio exterior cubierto, abierto, vacío, público (perforación horizontal del volumen), a un patio exterior descubierto, abierto, vacío, privado (perforación vertical del volumen). Un recorrido o paseo urbano que se continúa en el interior del edificio con un gran vestíbulo-calle interior. Un espacio longitudinal, interior, cerrado (corredor en dos alturas), donde se sitúa el núcleo longitudinal de comunicaciones y servicios y los accesos principales. Soluciones bioclimáticas propuestas. El diseño del edificio surge de una intención de resolver los aspectos espaciales y formales con vistas a proporcionar un mayor ahorro energético. Trabajamos sobre la envolvente, los espacios exteriores en sombra dentro del volumen del edificio y la calidad constructiva de los materiales, intentando llegar a un diseño arquitectónico y constructivo que haga el mejor uso posible del clima exterior en beneficio del clima interior. Los patios. Al desarrollarse el edificio en profundidad se reducen las pérdidas de calor, presentando un adecuado nivel de iluminación natural por la existencia de patios interiores que varían de tamaño en función de su altura y superficie. Esto repercute positivamente en el ambiente interior, generando jardines elevados que se incorporan al espacio como estancias exteriores susceptibles de pavimentarse o convertirse en espacios donde el habitante pueda relajarse, proporcionándole un lugar para la calma. Estos 362

espacios actúan de colchón térmico y acústico y añaden una dimensión espacial al edificio. Habitar el exterior dentro del interior. Disfrutar desde el espacio interior de los agentes atmosféricos, tamizados por sistemas de control solar en las orientaciones más agresivas (Sur y Oeste). El patio de acceso situado en la fachada principal, al Oeste, supone un umbráculo exterior a través del cual los vientos dominantes en la dirección OesteEste transportan aire fresco al patio contiguo hundido, generando una corriente de aire centrífuga que refresca el ambiente. Los cerramientos. A su vez la fachada Oeste del patio dispone de una segunda piel o celosía, separada 50 cm de la fachada acristalada, lo que permite crear una sombra anterior al acristalamiento del edificio por donde circulan las corrientes, permitiendo la renovación del aire y refrescando el ambiente exterior próximo. Esto mismo ocurre en los patios de la planta superior orientados al Sur, donde las zonas acristaladas se protegen con celosías separadas que impiden que el sol incida directamente sobre el acristalamiento. La utilización de la termoarcilla en los cerramientos exteriores proporciona al edificio una mayor inercia térmica, ayudado por el trasdosado exterior de un sistema de paneles de cemento-madera, un material que se caracteriza por su gran resistencia y elevada durabilidad, pero que a su vez cumple las más estrictas normas medioambientales. Su fácil instalación sobre una subestructura de acero galvanizado permite a su vez generar una cámara de aire ventilada. Las cubiertas. Todas las cubiertas son de grava con el sistema “intemper”, lo que permite en términos medioambientales mejorar el aislamiento térmico y acústico del edificio, así como minimizar las pérdidas de energía por la cubierta.

Planta baja A Vestíbulo exterior B Acceso principal C Recepción general del centro D Comunicación pública E Foyer salón de actos F Salón de actos G Sala municipal de exposiciones H Acceso secundario I Patio


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C B

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Planta primera A Patio B Control biblioteca C Biblioteca adultos D Biblioteca infantil Área multimedia E Comunicación pública F Aula G Aula de idiomas H Aula de informática I Aula de pintura J Aula de música K Aula social L Secretaría M Almacén

K L M

C

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B

F I

G

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A

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H

Planta sótano O 1. Patio P 2. Sala de baile y juegos Q 3. Instalaciones R 4. Comunicación pública S 5. Bar-cafetería T 6. Salón de actos U 7. Zona camerinos V 8. Archivo municipal

V

Q R T S

P O

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U


Detalle constructivo Celosía de madera formada por lamas de madera de 120x30 mm de sección, separadas cada 60 mm a caras, atornilladas a perfiles de acero galvanizado en forma de U, soldados estos a estructura de cuelgue de fachada formada por tubos de acero lacado de 110x50 mm y pletinas de 1 cm de espesor soldadas a vigas HEB 500. Suelo de trámex de acero galvanizado formado por emparrillado de pletinas de 30x2 mm y redondo liso cada 15 cm, para limpieza y mantenimiento de vidrios.

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Sede del COAL y fundación cultural

Carmen Martínez Arroyo El lugar. Rodrigo Pemjean La Sede del Colegio de Arquitectos y la Fundación Cultural del COAL en Salamanca se ubica cerca de elementos tan emblemáticos como el Convento de San Esteban. La propuesta, sensible con el lugar, se adapta a la comprometida forma del solar. Se proponen dos plantas sobre rasante en las dos primeras crujías, que permiten ver la Catedral y una tercera planta en el fondo de parcela, para conseguir una perfecLocalización ta “cicatrización” con el tejido urbano. Además se Salamanca incorpora en el interior una plaza, abierta al público durante el día, que se constituye como patio de Fotografías entrada al edificio. Ángel Baltanás Carmen Martínez Arroyo La secuencia. Rodrigo Pemjean Se ha mantenido y reconstruido la tapia existente y se ha buscado una reinterpretación de la arquitectura salmantina, en semejanza con el Palacio de la Salina, planteando el zaguán, el portalón y los patios. El zaguán, un espacio abierto a la calle, se dispone como filtro entre el exterior y la plaza pública, permitiendo acceder a dicha plaza y contemplar el volumen de la Catedral. La reja permite la clausura de la plaza cuando la Sede está cerrada. La altura de la tapia y la colocación del arbolado sirven para controlar las vistas, ocultando lo cercano y enmarcando lo lejano. El plano continuo de puertas, en la cara Norte del edificio, permite el acceso al interior desde la plaza. Funciones y espacio. El vestíbulo separa el edificio en dos áreas, FUNCOAL (Fundación Cultural del Colegio de Arquitectos de León) y COAL (Sede en Salamanca del Colegio Oficial de Arquitectos de León), que pueden funcionar con independencia. En la planta baja se dispone el área FUNCOAL, formada por tres salas diáfanas que pueden utilizarse por separado o unidas entre sí. La sala puede, cuando la climatología lo permite, abrirse al exterior incorporando la plaza. En la zona central la iluminación se consigue por medio de lucernarios resueltos 369

con vigas transversales en V de gran canto. En la planta primera se dispone el COAL, con la atención al público, el área administrativa, los despachos de visado y la secretaría técnica. En la planta segunda se sitúan los despachos polivalentes. La iluminación de las plantas superiores se consigue por medio de las celosías de piedra de las fachadas o gracias a patios en los ámbitos interiores. En las plantas sótano se sitúan la sala taller y los archivos colegiales. Orden y construcción: patios y muros equipados. El edificio puede entenderse como sucesión de crujías paralelas a la calle. En la tercera crujía se introduce, en las plantas primera y segunda, una serie de patios transversales que iluminan y generan un sumatorio de transparencias y reflejos entre los distintos espacios de oficina. Se disponen muros equipados, elementos gruesos que resuelven la estructura (de hormigón armado), las instalaciones y el equipamiento, eliminando el desorden y los objetos acumulados. Se hace así convivir la idea de los despachos compartimentados con la idea del espacio continuo de la oficina paisaje, gracias a los patios que a la vez separan (funcionalmente) y unen (visualmente). Integración. Se ha buscado la integración del edificio en el casco histórico. Esto se logra gracias a tres estrategias. En primer lugar, se cuida la relación volumétrica entre lo nuevo y lo existente, trabajando las alturas de modo que se pongan en valor las piezas singulares. Es, por ello, que el edificio puede entenderse como un zócalo abstracto bajo el imponente volumen de la Catedral. La segunda estrategia para la integración ha sido utilizar el color dorado de Salamanca en los cerramientos de piedra y en el hormigón del interior. Y hacer que el resto de elementos, de cerrajería o pavimentación, tuviesen una gama acorde con dicho color. La tercera estrategia ha sido emplear materiales naturales que tuvieran un buen envejecimiento: piedra natural en las fachadas (paneles de granito abujardado) y la piedra del siglo XXI en el interior (hormigón dorado con una textura marcada de encofrados de madera).


Axonometría

Clima y sostenibilidad. ¿Cómo se ha hecho de este edificio una propuesta sostenible? Eliminando puentes térmicos y realizando un buen aislamiento en cerramientos (a través de la fachada ventilada) y cubiertas. Planteando una orientación adecuada, cuidando los lucernarios y los cerramientos de vidrio. Y generando ventilaciones cruzadas. Proponiendo una climatización por suelo radiante-refrescante, adecuado al clima local y a la inercia del edificio. Restos arqueológicos. Cuando ya se había realizado el Proyecto de Ejecución se descubrieron en el solar restos arqueológicos romanos y medievales. Se dataron y documentaron estos restos y se reformó el Proyecto. De este modo, el área de entrada de la primera crujía del edificio se plantea como un puente sin apoyos intermedios, que conserva y protege los restos, que se disponen en un espacio abierto de doble altura. La reja de acero corten y el vidrio en la zona de paso a la plaza permiten la visualización de esta zona arqueológica. Estructura y cerramientos singulares. Dado que el edificio, además de ser la Sede para los arquitectos salmantinos, es la Fundación Cultural del Colegio de Castilla y León ha requerido una planta baja diáfana que permitiera reunir a numerosos arquitectos. Para conseguir esta diafanidad se ha resuelto la estructura de las plantas superiores con vigas pared de gran canto, eliminando los pilares intermedios en planta baja. A esta complejidad estructural se suma la singularidad de las vigas en V del espacio central. Los cerramientos exteriores se realizan con paneles enterizos de granito abujardado de 350 cm de alto, dispuestos en las plantas superiores como fachada ventilada de 5 cm de espesor, como piezas de gran formato de 10 cm de espesor en planta baja y o como celosías permeables de 25 cm de profundidad en planta primera.

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Lo más importante ha sido trabajar con el espacio a través de una estructura singular que posibilitase una planta baja libre, escoger con cuidado los materiales, responder al clima y hacer coherentes todas las partes del proyecto. Construir arquitectura de nuestro tiempo siendo capaces de integrar el nuevo edificio en la ciudad existente.



Alzado Sección A Sección B

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Museo del Agua

MID estudio David Serrano Maier Vélez

Localización Palencia Colaboradores Raúl Montero Josep Agustí Fotografías Helena Velez

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A mediados del siglo XVIII, gracias al impulso político del Marqués de la Ensenada, el ingeniero Antonio de Ulloa, basándose en trabajos previos del francés Carlos de Lemaur comienza a ejecutar el proyecto para construir una vía de comunicación y transporte fluvial para comunicar Castilla con Reinosa y poder llegar hasta el puerto de Santander, sirviendo para el transporte de excedente agrario de cereal. La entrada en funcionamiento del ferrocarril supuso el inicio de su decaimiento, cuya realización completa nunca llegó a materializarse. Sobre el ideal de belleza del pensamiento ilustrado, la pureza y el rigor de la geometría se impone al entorno natural con su traza perfecta, para componer un nuevo paisaje. Matizado por actuaciones posteriores en las que la vegetación vuelve a este paisaje pero acomodada ya al artificio, el proyecto llega hasta nuestros días manteniendo intacta la fascinación que despierta. La Dársena del Canal de Castilla en Palencia pertenece al ramal Sur del mismo, el de más tardía construcción. Es aproximadamente en 1803 cuando comienzan las obras en la Dársena, ensanchamiento al final del Canal para el amarre de embarcaciones y que permitía la carga y descarga de barcazas. Los dos edificios que la flanquean, inicialmente almacenes de grano, datan de la primera mitad del siglo XX. Ubicada junto al río Carrión, con acceso desde el Puente Mayor, en una posición de cercanía al casco histórico de Palencia y entre el parque Sotillo de los Canónigos y el parque Isla Dos Aguas, pulmones verdes de la ciudad, sirve a su vez de punto de conexión entre la ciudad y el mundo rural, siendo los caminos de sirga del Canal muy utilizados por paseantes y ciclistas. A pesar de ello, dado el estado de abandono de las edificaciones y la urbanización que lo componen, la ciudad se ha olvidado, en parte, de este espacio. El Museo del Agua constituye una primera fase de actuación, dotando a una de las edificaciones de contenido cultural y uso, dentro de un planteamiento más ambicioso que pretende recuperar la Dársena del Canal de Castilla para su uso y disfrute por parte de la ciudad de Palencia.

La propuesta de urbanización global intenta recuperar la imagen de puerto fluvial, desfigurada por numerosos elementos de mobiliario urbano y jardinería excesivamente doméstica que se han ido añadiendo durante diferentes actuaciones realizadas a lo largo del tiempo. Se busca, con ello, un espacio más diáfano y claro, recuperando el espíritu ilustrado que lo motivó. El Museo. El edificio objeto de reforma es una de las naves que flanquean la Dársena, de planta rectangular de 62,4 x 10,3 m. Se trata de un edificio de muros de carga de hormigón en masa, con una hoja de ladrillo caravista al exterior y un marcado ritmo de huecos, tanto de puertas como de ventanas. Su cubierta se resuelve mediante una estructura regular de cerchas de madera con tirantes metálicos. La propuesta trata de establecer mediante el lenguaje de la arquitectura el nexo de unión entre el contenido del Museo, abstracto en su enunciado, y el continente, neutral en su configuración original. Un lucernario que recorre longitudinalmente la cumbrera del edificio sirve como eje vertebrador de los diferentes espacios del Museo, cualificando la luz para cada uno de ellos y dotando al edificio de significación. Este elemento se yuxtapone a la estructura preexistente sin alterarla, acomodándose a su modulación rigurosa, de modo que ambas estructuras, la antigua y la nueva, se complementan entre sí. Unas “cajas” suspendidas conducen la luz hasta el interior. El programa se divide en tres ámbitos: la recepción, administración y servicios, el espacio destinado a exposiciones temporales y la exposición permanente. La propia configuración espacial de la nave, estrecha y alargada, establece un recorrido secuencial a través de dichos espacios, de modo que el visitante los descubre siempre siguiendo un mismo orden. A continuación del acceso y la recepción una pieza exenta, revestida en vidrio en busca de su desmaterialización mediante el juego de reflejos y reflexiones, alberga la administración, las instalaciones,


Axonometría de la estructura de cubierta

los aseos y un pequeño almacén. El visitante debe rodearla para acceder al interior del Museo. La luz proveniente del lucernario refleja sobre su cubierta. Tras ésta se encuentra el espacio destinado a exposiciones temporales. Se trata de un espacio diáfano y versátil que puede servir a múltiples actividades, exposiciones, conferencias, etc. La luz cenital, cambiante a lo largo del día y de las estaciones, entra libremente sobre él. Una fuente-lámina de agua que parte desde la sala de exposiciones temporales atraviesa el espacio de la exposición permanente, situado al final del recorrido, obligando al visitante a deambular a su alrededor. Las “cajas de luz” bajan para iluminar exclusivamente la lámina de agua, consiguiendo que éste sea un espacio más tenue y recogido. Los prismas colgados son a su vez el propio soporte de la exposición permanente, escenificada a través de proyecciones audiovisuales interactivas. La presencia real, tangible del agua y el sonido que genera en su discurrir, forma parte de la experiencia sensorial del Museo. Las puertas y ventanas del edificio existente son ocupadas mediante artefactos que bien buscan conducir y tamizar la luz, como es el caso de las ventanas, o dirigir la mirada, en el caso de las puertas, donde se constituyen, prolongándose más allá del espesor de los muros, pequeños espacios para el descanso en forma de mirador.

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Sección longitudinal Alzado sureste Planta

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Secciones constructivas

Cubierta

Fachada

Solera

Teja árabe Rastrel secundario 40x40 Fieltro bituminoso impermeabilizante Rastrel primario 80x40 Aislamiento poliestireno extrusionado 6 cm Entarimado de madera de pino 23 mm machiembrado. Tintado y tratado con barniz ignifugante Cabio de madera 90x90. Tratamiento antixilófagos y barniz ignifugante Correa de madera existente 180x120. Tratamiento antixilófagos y barniz ignifugante Cercha de madera y tirante metálico existente restaurada y reubicada según planos de estructura. Tratamiento antixilófagos y barniz ignifugante Perfil de acero IPE 300 en formación de zuncho perimetral Bandeja portacables fijada a IPE 300 Proyector de audiovisuales

Fábrica de ladrillo existente Muro de hormigón existente, acabado visto tratado con consolidante transparente Zócalo de piedra caliza existente

Capa de regularización de mortero sobre solera hormigón existente Film de polietileno Forjado sanitario sobre cúpulas de PVC+5 cm de capa de compresión Aislamiento poliestireno extrusionado 2 cm Sistema de suelo radiante Solado de mortero silíceo con fluidificantes fresado+recrecido de mortero autonivelante acabado en poliuretano mate trasparente

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Lucernario

Mirador

Fuente

Viga cajón formada por perfiles T 70.8, L 70.70.7, L 100.10 y LD 200.100.10 y cierre de chapa e:3 mm Cartela fijación subestructura e:6mm Bastidor #50.2 Vidrio en lucernario compuesto por vidrio templado de 10 mm con Planitherm en cara interior, cámara de 12 mm+vidrio laminado de seguridad 6+6 mm sobre carpintería de aluminio Panel sandwich de chapa de acero “in situ” lacado en color RAL 7010 Chapa de aluminio deployé, 2 mm de espesor, medidas de rombo 170/85 , lacada en RAL 7010 Estructura cajón lucernarios acero galvanizado en frio #40.40 Placa cartón yeso 15+90 en formación de lucernarios al interior Remate de chapa de acero e:1mm parte inferior de cajón de lucernario

Estructura formada por perfiles de acero galvanizado #60.40.2, #40.40.2 sobreplacas de anclaje 150.150.10 Marco #80.20.2 y junquillo #50.20.2 en formación de carpintería Chapa de acero galvanizado e: 3 mm (exterior) lacado en color RAL 7010 sobre imprimación específica U20.2 en formación de goterón DM hidrófugo 19 mm DM hidrófugo 30 mm (suelo) Apertura para ventilación Revestimiento de tarima de madera de roble de 15 mm de espesor, sobre tablero DM Aislamiento lana de roca 4 cm Vidrio climalit 6+6/12/4

Barrera separación público-fuente HEB 160 Muro de hormigón 15 cm Impermeabilizante de caucho sintético EPDM 1,14 mm Chapa plegada 80.20.2 de acero inox fijada a muro de hormigón, perfectamente nivelada y remate en chapa plegada e:2 mm acero inox pintado RAL 7010 sobre imprimación específica Tubería de impulsión agua

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Espacio para una sociedad gastronómica

Carlos Pereda Óscar Pérez

Localización Medina de Pomar Burgos Fotografías César San Millán Carlos Pereda Óscar Pérez

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Los condicionantes previos del encargo de este proyecto suponían paradójicamente un gran reto profesional: primero por su reducidísimo programa; segundo por los escasos condicionantes que a priori la parcela aportaba, y tercero por la limitación presupuestaria a la que nos enfrentábamos. Al mismo tiempo, y junto a estos, estaba presente la molesta sensación de la existencia de una marcada idea tipológica preconcebida, extendida en la zona. Por otro lado, la propiedad, un conjunto de buenos amigos que albergaban la idílica idea de la construcción de este espacio desde hace años, no establecieron ningún tipo de pautas a seguir en el desarrollo del proyecto a parte del propio programa, permitiendo además, una total libertad y confianza en el desarrollo del trabajo del equipo de arquitectura. El programa se ajustaba básicamente en la definición de un espacio, que albergara la actividad que se desarrolla en una sociedad gastronómica: cocinar, estar, comer, hablar, mirar, disfrutar, siempre y cuando fuera lo suficientemente flexible para diferentes momentos, y que pudiera tener continuidad con una terraza exterior que lo ampliara. Junto a éste, era necesario un espacio para el utillaje, además de un aseo y una despensa. La definición de la parcela marcaba los siguientes mínimos condicionantes: por un lado, se encontraba en el punto final de una urbanización fuera del casco urbano del municipio, situada sobre una planicie elevada y con vistas lejanas al Este sobre la ciudad histórica; por otro, el acceso peatonal y rodado se localizaba únicamente en uno de sus lados; y por último presentaba una geometría irregular, de una proporción relativamente apaisada en la dirección Este-Oeste. El resto de condicionantes estaban vinculados al cumplimiento de la normativa vigente, que a grandes rasgos definían alturas y retranqueos. La propuesta traza una organización del programa muy clara, casi sintética, pudiéndose definir a modo de esquema; el espacio general se dispone de forma alargada en el sentido apaisado de la parcela buscando la orientación Este Oeste y las vistas lejanas de la ciudad histórica, que junto a la terraza

exterior dispuesta a continuación con la misma crujía enfatizan la traza longitudinal de la propuesta. El resto de espacios cuelga de éste a modo de apéndices reflejando la dependencia programática del mismo. El espacio general queda cerrado en sus lados Este y Oeste por dos grandes paños de vidrio sin carpintería, retranqueados con respecto al perímetro de la edificación, buscando por un lado dos espacios exteriores cubiertos en continuidad visual, casi física, con el interior y, por otro, aprovechar la garantía de una óptima orientación y los efectos que la luz envolvente provoca en su interior. Este esquema proporciona de igual modo otros efectos como las vistas cruzadas, confundir el límite entre el exterior e interior o simplemente poder mirar al mismo tiempo y en un solo golpe de vista “el fuera”, “el dentro” y la lejanía del casco histórico, cuestiones que manifiestan que la obra de arquitectura siempre es mucho más densa que lo que definen los documentos de proyecto. La organización de los espacios se transforma en una volumetría nítida y rotunda, adquiriendo importancia la elección material de los revestimientos. Por un lado, la teja, que se dispone tanto en cubierta como en fachadas, casi obligando, la continuidad volumétrica del espacio general con sus anexos. Esta decisión hace mostrarse al volumen como un caparazón irregular, un ejercicio de papiroflexia. En este esquema compositivo y de organización, los lados perpendiculares remarcan esta idea y se cierran de vidrio y entarimado de iroco, buscando las vistas y la opacidad donde corresponde. Es el plano que al plegarse “captura” el espacio exterior, transformándolo en habitable pero dejando que siga con esa vocación de exterior, matizado por la voluntad arquitectónica. Quizás la decisión más relevante del proyecto, y que dota a la edificación de su personalidad final, es la elección de sus materiales: el término natural es el común denominador de los elementos que revisten el volumen y que entendíamos que se adaptaba de forma precisa al concepto de la idea original de la propiedad y que la propuesta perseguía. La teja


Planta

como revestimiento, su textura, su color, su irregularidad material y su expresividad aporta a la obra ese grado de abstracción dotándole un carácter diferenciador y que, junto a la traza volumétrica, lo saca de la memoria tipológica popular de la zona. Reforzando este esquema compositivo todos los cierres de madera que se disponen entarimados, camuflando paños móviles entre los fijos, haciendo que su textura geométrica aporte el contrapunto natural a la composición abstracta del volumen. El paso hacia el interior supone pasar de lo texturado a lo terso, de lo pautado a lo plano, de la luz ambiente a la luz envolvente, del espacio general a las vistas focalizadas. Interiormente y en continuidad con los espacios exteriores laterales cubiertos se optó por una materialidad resistente, el hormigón visto en suelo y techo y el zócalo cerámico y yeso. Mención aparte, requiere el empanelado de madera, estriado, que aglutina el frente que da acceso a los espacios anexos, como fórmula material y compositiva para no perturbar la pureza espacial del espacio general, donde únicamente el volumen de la cocina reconoce el fin del mismo. El volumen del baño queda perforado por un patio, que le aporta sus necesidades primarias, ventilación y privacidad, y le dota de ese plus de complejidad a la volumetría general.

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3

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Alzado Sección 1 Sección 2 Sección 3

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Sección constructiva

Cubierta

Solera

Fachada

Teja cerámica plana Enrastrelado doble de madera de pino Aislamiento rígido tipo Roofmate e:4cm Lámina impermeabilizante Losa de hormigón armado Remate de chapa plegada galvanizada e:1,5 mm

Grava Capa de arena e:10 cm Lámina de PVC Bovedilla ceramica h:13 cm Solera de hormigón armado e:12 cm Solera de mortero silíceo Linóleo gris antracita

Palastro de acero galvanizado e:8 mm para pintar en oxirón Teja cerámica plana Aislamiento de poliuretano proyectado e: 4 cm color gris Raseo de mortero hidrófugo Bloque de hormigón Perfil “L” laminado en frío 20.20.2 Lucido de yeso pintado

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Centro Cultural: biblioteca y teatro

Gabriel Gallegos

Localización Simancas Valladolid Colaboradores Gabriel Gallegos Cristina Colino José Manuel Aller Fotografías Pedro Iván Ramos Ricardo González Gabriel Gallegos

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El Centro Cultural se sitúa en un terreno con pronunciada pendiente, en la periferia del municipio de Simancas, que tiene como telón de fondo el lienzo de la antigua muralla. Sobre él se perfilan las cubiertas del caserío de la villa donde destacan las siluetas del Archivo Histórico y de la Iglesia, que coronan el conjunto urbano. El acceso desde la vaguada nos permite descubrir una edificación con basamento de hormigón coloreado, de textura tosca como el tapial, con una volumetría escalonada y parcialmente rematada por la galería a la que asoma la biblioteca, desde la que sobrevuela una losa de hormigón que exhibe un conjunto escultórico, un reclamo para los viandantes a los que anima a la práctica de la lectura, al estudio: a la cultura. La plaza de acceso al teatro es una plataforma elevada sobre la vaguada, un espacio urbano que enlaza, a través de un conjunto de rampas, con la calle Cañuelo que asciende desde el parque hacia el centro de la villa. El desarrollo de las rampas lo permite el vaciado de la edificación, un volumen excavado que se configura como un espacio escénico donde el público, asomado a la balconada de acceso al anfiteatro o bien caminando por ellas, se convierte en ocasional protagonista. Desde esta plaza se accede al vestíbulo del teatro que distribuye al público hacia el interior de la sala, a nivel de acceso, o bien hacia el anfiteatro; la sala es un espacio de singulares proporciones, de poco fondo, que facilita el íntimo contacto entre el público y la escena. Paramentos coloreados, panelados de madera, solados de barro, contribuyen a crear un ambiente interior cálido y amable para los visitantes y un espacio acondicionado para la celebración de múltiples actividades. Siguiendo la ascensión por la calle Cañuelo, en la que destaca el cuerpo de madera, que sobresale del cerramiento Oeste y aloja e ilumina cenitalmente la repisa de ordenadores de la biblioteca, el edificio va progresivamente ajustando su dimensión hasta llegar a la intersección con la calle Barreda, donde se localiza el acceso a la biblioteca bajo un dintel de hormigón curvado que da paso al zaguán.

En este punto la edificación adquiere una escala doméstica, ajustada a la de las casas próximas. El zaguán se abre hacia un pequeño patio apergolado, amabilizado por una fuente y una pequeña pileta de agua desbordante que recoge el agua de la lluvia y de la fuente. La biblioteca es un gran espacio abierto, donde una estructura de grandes vigas posibilita su diafanidad, un espacio ascendente hacia el gran ventanal que da paso a la galería mirador que corona la edificación en su orientación hacia la vaguada y sirve de expansión a la sala de lectura. En el lado Este la edificación adquiere de una forma brusca su mayor dimensión a través de una pronunciada caída del terreno en esta orientación, en la que la edificación se vuelve a mostrar como un cuerpo masivo, aunque aligerado por elementos añadidos como la pasarela y el mirador, y los distintos huecos practicados en el cerramiento. La singular orografía confiere a la edificación diferentes semblantes en las distintas orientaciones en función de la variedad dimensional que proporciona la pendiente del terreno. En cualquier caso, a pesar de esta disparidad escalar, el Centro Cultural intenta acomodarse y buscar un equilibrio con el singular y también dispar contexto urbano sin que la edificación pierda su entidad global. El visitante del Centro Cultural visualizará y reconocerá formas arquitectónicas familiares del pasado, formas siempre gratificantes que animan y reafirman la validez de la obra en el proceso de diseño; tradición y herencia arquitectónicas a las que en este edificio, en definitiva, se quiere rendir un modesto homenaje.


Planta de situación Maqueta Axonometría

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Planta biblioteca Planta anfiteatro Planta acceso teatro

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Alzado Sur Alzado Este Sección longitudinal Sección transversal

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22 viviendas sociales en alquiler para jóvenes

Mónica Alberola Luis Díaz-Mauriño Consuelo Martorell

Localización Madrid Colaboradores José Ramón Pérez Pablo Martín Fotografías Jorge López Mónica Alberola Luis Díaz-Mauriño Consuelo Martorell Ferrovial

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El proyecto demandaba construir 22 viviendas de alquiler para jóvenes de promoción pública en el corazón de El Rastro madrileño, un mercado al aire libre que se viene organizando desde 1740 en el popular barrio de La Latina. La plaza del General Vara de Rey es una de las más representativas. Abundaban las corralas, un tipo edificatorio característico ahora protegido, establecido alrededor de un gran patio central, con accesos a las viviendas por corredores. Algunos cuentan con pasajes interiores que se ocupan los días de mercado por tiendas y puestos de venta. Sin embargo, la manzana donde se ubica la parcela ha perdido las corralas existentes en el pasado. Los patios de vecindad, lugares de intensa relación e intercambio social, han sido sustituidos por estrictos patios de luces, funcionales pero desvitalizados. Algo parecido ha ocurrido con las fachadas: los balcones tradicionales que las “ensanchaban” con unos espacios a medias entre el interior y el exterior se han reemplazado por simples ventanas. La superación de este empobrecimiento espacial y funcional de la edificación ha sido el objetivo del proyecto. La elección del sistema, y la recuperación del área común interior como elemento organizador, fue una de las decisiones iniciales, rechazando el tipo convencional actual de bloque con portal y pequeños patios de luces. La singular ubicación en la plaza sugirió la oportunidad de abrir el patio a la misma a través de una gran embocadura, tal y como ocurre en algunos edificios antiguos del barrio. El patio central fue concebido como un ámbito intermedio entre lo estrictamente privado y el espacio público. Un lugar para relacionarse y que, con un carácter más doméstico, aportara a las viviendas —pequeñas por exigencia de la normativa— de extensiones que favorecieran la convivencia. Aparecen así el aparcamiento para bicicletas, la lavandería y los tendederos comunitarios. El resto de las galerías son espacios libres que permitirán usos alternativos en función de las necesidades cambiantes de la comunidad. Un cuerpo alineado en continuidad con los edificios existentes, abierto hacia la calle y con viviendas

pasantes, resuelve de manera sencilla gran parte del programa residencial. El resto se coloca al fondo del solar, con las viviendas colgadas como una mochila en las dos plantas más altas para disfrutar de más sol y ventilación. Bajo ellas, varias galerías abiertas donde se colocan los espacios vecinales. Ambas piezas se vinculan mediante unas pasarelas que configuran el perímetro del patio. La localización, en lugares muy precisos, de la escalera y el ascensor permite controlar la geometría irregular del solar. Otra clave del proyecto fue el tratamiento de la fachada, enfocada como reinterpretación libre del balcón, característico y versátil elemento de los edificios de vivienda decimonónicos. Hacia la plaza los balcones se multiplican y aprietan unos contra otros hasta llenar el edificio, como paseantes en un concurrido día de mercado. Las fachadas principales, orientadas al Sur, están compuestas por contraventanas de lamas y carpinterías de aluminio y vidrio doble con cámara. Estos dos diafragmas paralelos dejan un colchón entre viviendas y plaza, un espacio transformable espacial y climáticamente por cada vecino. El hormigón visto de la estructura, el adoquinado en el suelo del patio, el áspero revoco del zócalo, las barandillas y pasamanos metálicos, las luminarias colgadas como globos de verbena, el tenue brillo de los azulejos de las galerías, los medallones de escayola bajo la cornisa a la calle… en su humildad y sencillez describen una aproximación elocuente a las sobrias virtudes de la vivienda social a la vez que aluden a cierta idea no mimética de reinterpretación de la tradición popular. Memoria de investigación. El proyecto explora fundamentalmente la idea de profundidad, que adquiere muy diferentes matices y sentidos. Empezamos refiriéndonos, casi en términos fotográficos, a la profundidad de campo, desde una visión que puede enfocar simultáneamente aquello que normalmente se percibe como una realidad separada: espacio interior o espacio exterior. La ancha embocadura —generosamente dimensionada a tal


Estrategia Vacío Volumen Piezas Acceso

efecto— que conecta la plaza con el patio central añade una dimensión extra al imaginario de la ciudad, al permitir el afloramiento a la superficie visual de los espacios interiores casi siempre ocultos. Como si se tratara de una operación psicoanalítica de hacer consciente aquello que está reprimido, se produce un desvelamiento de la verdadera fisiología de la ciudad. Pero esta profundización no es sólo visual. Al hacerse accesible el patio también hay una ampliación del alcance del tejido urbano y de la experiencia física de sus recorridos, pues a la malla laberíntica de calles y plazas que se organiza como una red virtualmente infinita en sus conexiones se añade esta ramificación terminal de características espaciales bien diferentes al espacio urbano habitual: se abre como un brote que prolonga la dimensión transitiva y lineal de la ciudad. Un fondo de saco con luz cenital, los ruidos amortiguados de la calle y los murmullos del patio de vecindad, el paisaje doméstico, recóndito y casi secreto también aluden a los pasajes parisinos que Benjamin vinculaba simultáneamente a la memoria, al deambular y a la sorpresa. Podríamos hablar asimismo de diferentes profundidades de uso, y con ello poner de manifiesto la plasticidad de la ciudad, incluso en el más tradicional y consolidado de sus barrios, El Rastro. Son posibles condiciones más ricas de utilización y expansión de los usos urbanos, tanto de carácter espacial como temporal. El patio, cerrado con una cancela los días de diario para preservar su carácter privativo, se abrirá los días de mercado y cambiará su naturaleza, que oscilará semanalmente entre el patio de vecinos y la extensión recoleta de un bazar quizá especializado dentro de la gran extensión de El Rastro. Incluso en la propia configuración física del edificio es pertinente aplicar el término de profundidad. La fachada está compuesta por una membrana de lamas metálicas y a cierta distancia una ventana térmica (dos láminas de vidrio que encierran un vacío); entre ellas queda retenida una porción de atmósfera. Las cualidades de esta fachada compleja se deben precisamente a su espesor estratificado. Por 402

un lado es una especie de diafragma continuo de naturaleza óptica, y por otro un colchón de control climático. Ambas propiedades son manipulables por el usuario, pues ofrecen una oportunidad de transformación continua del aspecto exterior y del comportamiento térmico y visual de la fachada. Por último, podríamos también hablar de profundidad de la memoria, pues se recrean espacios que la ciudad tradicional atesoraba y que corrían el riesgo de perderse. La corrala, el pasaje, el balcón, la contraventana, entendidos como una reinterpretación no mimética de elementos tradicionales de la ciudad, más versátiles y complejos que las alternativas modernas. Memoria y creación operan unidos como vectores de transformación.


Acceso +0.00 Sótano

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Planta 6 +18.60 Planta 5 +12.60 Planta 4 +12.60 Planta 3 +9.60 Planta 3 +6.60 Planta 1 +3.60


Alzados

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Sección

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Moisés Puente Vocal del Jurado

Moisés Puente (León, 1969) estudió arquitectura en las escuelas de A Coruña, Roma y Barcelona, titulándose en esta última. En 2004 recibió el I Premio de Arquitectura COAL por una vivienda unifamiliar. Fue miembro del comité editorial de “Quaderns d’Arquitectura i Urbanisme” (20032005) y desde 1999 trabaja como editor de la revista “2G” y de la Editorial Gustavo Gili. Entre sus publicaciones destacan “Pabellones de exposición” (2000), las ediciones de los textos de Alejandro de la Sota (2002), Josep Llinàs (2002), Mies van der Rohe (2006; con ediciones en portugués, inglés, japonés y checo) y Jørn Utzon (2010); es coautor (junto a Iñaki Ábalos y Josep Llinàs) de la monografía “Alejandro de la Sota” (2009) y del monográfico de la revista “2G” sobre las casas de Mies van der Rohe (2009). Ha traducido al castellano numerosos ensayos de arquitectura para diferentes editoriales (Editorial Gustavo Gili, Pre-Textos, Reverté, Fundación Caja de Arquitectos). En 2010 recibió el Premio FAD de Pensamiento y Crítica por su labor editorial.

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Lo primero que destaca Moisés Puente en su visión general de los 350 proyectos presentados es el predominio de trabajos desarrollados por arquitectos jóvenes. “Hay bastantes proyectos que son premiables por la excelencia y por la experiencia pero hay muchos más proyectos de estudios y de arquitectos más jóvenes”. Intuye que estos trabajos dejan entrever lo que será la arquitectura de España y Portugal del futuro. “Sus principales cualidades son el atrevimiento, la frescura y abrir nuevos caminos. Se basan en el ingenio y en abordar los viejos problemas de la arquitectura pero desde otras perspectivas”. El cambio de paradigma es el fruto de un cambio del modelo cultural. “Hemos pasado de la cultura leída, del ensayo o de reflexiones más filosóficas a una cultura que es fundamentalmente visual, casi de collage por la cantidad y variedad de información que está disponible y es capaz de generar nuevas propuestas de arquitectura que no son tan disciplinares o cultas en el sentido de la cultura tradicional”. “La arquitectura está viviendo un cambio de paradigma desde mucho antes de la crisis”

El crítico y arquitecto leonés considera que los jóvenes se han adaptado mejor porque son capaces de desarrollar su creatividad en un medio precario y ve en la globalización la ventaja de la internacionalización del conocimiento y el peligro de la pérdida de criterio y de capacidad crítica.

Moisés Puente destaca también como uno de los rasgos de la nueva arquitectura la precariedad profesional. “Los arquitectos mayores se quejan, pero los jóvenes no lo hacen, entre otras razones, porque ya han comenzado su actividad en ese marco de precariedad laboral y profesional y están acostumbrados a ello. Es lo que les ha tocado vivir”. Esta situación no ha sido propiciada por la crisis, aunque la haya acelerado, sino que viene de algunos años atrás. “Se trabaja con una mayor complejidad burocrática y con unos presupuestos mucho más reducidos. Los arquitectos mayores no se sienten cómodos con este nuevo modelo que, en algunos casos supone que con los costes de mantenimiento de los estudios tradicionales no les compense afrontar muchos de los nuevos proyectos que salen a la luz con unos presupuestos mínimos, pero los jóvenes que carecen de esa infraestructura y que no vivieron aquellos tiempos mejores, se atreven y los acometen con esa inmediatez y frescura que les caracteriza y sin ningún tipo de complejos. La comunicación globalizada es uno de los factores que mayor incidencia está teniendo en la nueva arquitectura. Una comunicación que acerca propuestas y soluciones desde cualquier punto del planeta. “Ya no veremos como antes modelos de trabajo de tal o cual escuela o que siguen una corriente nacional específica. Todo lo contrario. La facilidad en la comunicación de la información en todos los sentidos nos permite, por ejemplo, conocer casi instantáneamente aquello que se está realizando en Japón y aplicarlo a España”. ¿Significa esto la pérdida de la identidad a partir de un modelo de pensamiento único? Moisés Puente no ve ese peligro porque cada vez, la arquitectura se desarrolla más pensando en el lugar en el que se aplica y eso le da una identidad local propia. “Pero las herramientas y los modelos son cada vez más universales y permiten adoptar soluciones técnicas y materiales con criterios más comunes que los que había hace cincuenta años, precisamente porque hay más medios para compartir el conocimiento y las herramientas”.

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Sin embargo no todo es positivo, en opinión del editor de la revista “2G”, quien señala como uno de los grandes peligros de la comunicación globalizada es la saturación de información y la proliferación de mucha información basura. “Se está produciendo una pérdida de capacidad crítica como consecuencia de ello porque el éxito empieza a medirse por la visibilidad, no por la calidad del trabajo. Se considera más exitoso aquél que resulta más visible y a ello hay que añadir el esfuerzo de autopromoción de los estudios para estar ahí. El acceso a la información viene precedido de una mayor facilidad para emitir esa información y en ese marco surgen todo un universo de bloggers que se irrogan un papel y una capacidad crítica de la que en realidad carecen porque no tienen criterio, pero sí el respaldo de un soporte que no se ve avalado por la calidad sino por el número de impactos. Esta situación está relegando al crítico real a un papel casi académico y en cambio sitúa a determinados bloggers en una situación de poder que en otras circunstancias resultaría insostenible”.

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Nave 8B. Matadero Madrid

Arturo Franco

Localización Madrid Colaboradores Diego Castellanos Yolanda Ferrero Fotografías Carlos Fernández

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En una pequeña nave del antiguo Matadero de Madrid, la nave 8B, se han retirado las tejas de una cubierta en mal estado, se han apilado y se han introducido dentro para resolver una necesidad. Hasta aquí podría llegar el resumen de esta intervención. El Matadero de Madrid fue proyectado en torno a 1907 y construido durante la segunda década del siglo XX por Luis Bellido, arquitecto municipal. Durante cerca de sesenta años estuvo funcionando como gran despensa de la zona centro. A lo largo de este tiempo demostró sobradamente sus virtudes funcionales y sus cualidades espaciales. Más discutible ha resultado, con el paso de los años, el estilo aplicado a sus fachadas, muy alejado de las primeras aproximaciones al movimiento Moderno que se comenzaban a explorar en este tipo de edificios industriales en Alemania, Holanda o Francia. A partir de los años ochenta, el matadero se trasladó a la periferia de la ciudad. La pequeña “ciudad industrial” proyectada por Bellido cayó en el abandono y en el olvido. Desde hace algunos años el Ayuntamiento de Madrid quiere convertir este complejo deteriorado en un motor cultural de vanguardia para la ciudad. La nave 8B será el espacio destinado a la gestión administrativa. Una pequeña zona de trabajo, un almacén y un espacio polivalente para charlas o presentaciones. Originalmente eran unas salas de apoyo para el almacenaje de los restos producidos en la nave 8, donde se secaban las pieles y el salazón. Una nave menor pero de gran interés espacial. La prioridad de la intervención era restituir una cubierta de teja plana sobre tableros y rasillas sucesivamente parcheados, realizar un refuerzo estructural del conjunto y acondicionar el interior, térmica y acústicamente, para dar servicio a los nuevos usos. Este proceso se había seguido anteriormente en algunas otras naves del matadero y, como resultado de ello, se acumularon montañas de escombros de tejas, maderos, adoquines y losas de granito, esperando ser trasladadas al vertedero. Quiero pensar que este proyecto surgió de la oportunidad. De haber descubierto una oportunidad en aquellos escombros.

En el camino de explorar todas las posibilidades razonables, el sistema constructivo se convierte en un generador de proyecto, en el lugar donde descansa una determinada postura ética ante la rehabilitación, ante la arquitectura. ¿Cómo funciona aquel objeto encontrado? ¿cómo funciona la teja plana? ¿cómo se apila? ¿cómo se apareja? ¿cuáles son sus características organolépticas, su peso? ¿cómo se unen? Estas son algunas de la preguntas que aparecen en el proceso. La ausencia de algunos elementos del aparejo produce celosías, el paso de la luz. A veces una pieza entera para los muros, otras, media pieza para los revestimientos. El problema de las esquinas, los dinteles. Aparecen los problemas universales de la arquitectura. Al mismo tiempo y con la misma intensidad aparecen también la mano de obra y la imperfección. La imperfección del hombre y de lo viejo, de lo recuperado. Recuerdo una orden ingenua durante la obra: “José, tuércete que no importa”, y una respuesta, una lección del encargado: “No me tuerzo que de torcerse siempre habrá tiempo”. Un trabajo de muchos lleno de vibraciones. Las vibraciones del artesano colectivo, del artesano que reivindica Richard Sennett. Como aquella cabaña del bosque del arquitecto sueco Ralph Erskine, en la que apilaba troncos para protegerse del rigor del invierno, este proyecto también es bioclimático. Bioclimático porque la teja contribuye al confort térmico y acústico y sostenible porque se reinventa con lo que tiene a su alcance. Es bioclimático como la arquitectura de pueblo, como esos hogares-chimenea revestidos de cerámica que se encuentran en la provincia de Soria. Es una intervención que pretende respetar una configuración espacial válida, sin adulterarla. Es una prueba del poder de la arquitectura como contenedor cualificado, independientemente de sus usos, de los usos coyunturales. Un concepto clásico, eterno del espacio, nada que ver con el Clasicismo, ni necesariamente con Italia. Frente al estilo pretendidamente “nacional-castizo” que aplicó Luis Bellido a las fachadas, en este caso, en el interior, el estilo se diluye, desaparece como heredero de la antigua


Planta de situación Esquema

Escuela de Madrid. Orden, oportunidad, compromiso, contención o claridad sin ninguna voluntad formal a priori. Un terreno para mí desconocido, más allá del proyecto, más allá de cualquier intención. El protagonismo del arquitecto da un paso hacia atrás, se retira de la arquitectura a tiempo. La historia es pendular o helicoidal, si la entendemos en tres dimensiones. Este proyecto deshace algunos caminos recorridos, pretende alcanzar puntos de encuentro. Avanza retrocediendo, como los remeros, mirando hacia atrás, como explicaba Oteiza. De la teja árabe, procedente del muslo de la mujer como molde, y de su colocación manual, se pasó a su aplicación industrializada y a su versión plana. Ahora los elementos industriales, inertes, se entienden de otra manera, descontextualizados y colocados desde la imprevisibilidad del trabajo manual. Este proyecto pretende entender la arquitectura como una experiencia intelectual, cultural, ética. No confundir con un posicionamiento social o político.

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Planta baja Planta primera

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Sección A Suelo de hormigón pulido B Muro existente de ladrillo C Montante separado 600 mm D Panel de viruta madera fina aglomerado con magnesita E Aparejo de teja plana cortada, recibida con mortero de cemento F Puerta de DM G Puerta de madera vieja H Ventana de madera vieja I Mordaza de encofrado J Chapon de 3 cm de hierro K Impermeabilizante L Aislante térmico M Teja cerámica curva con mortero de cemento

L K J I

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D C B A

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D C B A


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Oficinas inmobiliaria Chamartín

Francisco Burgos Ginés Garrido Justo Isasi Alberto Pieltáin

Localización Madrid Colaboradores Saúl García Beatriz Amann Almudena Carro Ángeles García Agustín Martín Pilar Recio Alberto López Héctor Pérez Fotografías Ángel Baltanás

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El edificio se desarrolla en altura, entre dos planos privilegiados: el de acceso, diseñado como un jardín que entra en los espaciosos lobbies de las oficinas, y el del ático de dirección, como un mirador con vistas sobre la ciudad y provisto de una hermosa terraza. El proyecto contempla dos volúmenes autónomos dentro del conjunto. Se trata de un edificio doble, que configura una plaza de acceso al principal, pero de la que disfrutan ambos. La oposición de un volumen extenso y otro alto sobre la plaza configura el carácter del conjunto. Las dos alas autónomas del edificio proyectado pueden, sin embargo, reunirse interiormente de modo que una de ellas utilice parte o todo el espacio de la otra. Esto supone una posibilidad de ampliación futura de las oficinas del propietario sobre la parte arrendada. El proyecto de un edificio alto y articulado organiza la actividad del volumen principal de forma que cada planta corresponda a una de las áreas de la compañía, que a su vez distribuye oficinas y staff mediante el gran patio interior ajardinado. El fraccionamiento del volumen consigue que las áreas de trabaja se encuentren siempre próximas a una fachada luminosa, protegida del sol y abierta en gran parte al cielo de Madrid. Los patios interiores aportan un cielo artificial y una espléndida luz tamizada. La disposición del edificio en un doble volumen configura el acceso como una plaza jardín, abierta en la parte más soleada de la parcela. Este espacio abierto, verde y soleado, se disfruta en el tiempo libre de los usuarios y empleados, y constituye una excelente entrada a las oficinas. Un jardín exterior y dos interiores, plantados con especies de pequeña copa, con flores de color y aroma. Cerezos, aligustres o naranjos pueden aportar en cada estación una variación magnífica a los espacios de uso común y de acceso de público de las oficinas. En la planta más alta del edificio se sitúa un espacio privilegiado con vistas excelentes en tres orientaciones; a levante, disfruta de vistas sobre el área de la M30; al mediodía, del horizonte urbano de Madrid,

y a un poniente protegido por una terraza verde, del área Sur de la Castellana. La cota cero del proyecto que resuelve el acceso al edificio de oficinas principal, y si se quiere al secundario, presenta una continuidad entre la plaza exterior, con un cuidado jardín de especies elegidas, y los lobbies interiores, con especies de interior. El aparcamiento situado bajo la plaza jardín toma de ésta luz y aire por lucernarios incluidos en los bancos, y por la fachada que se abre a la calle en desnivel. En ella se proyecta además un espacio destinado al personal, que se abre al exterior por un patio al Oeste. Los dos grandes lobbies interiores, que agrupan a su alrededor las plantas de oficinas y despachos, aportan al edificio una mejora térmica notable. Gracias a su diseño, ganan calor del sol bajo del invierno y protegen del duro y alto sol del verano. En el espacio de trabajo se vive durante muchas horas y muchos años, y por ello su arquitectura debe configurar un espacio grato y variado. El proyecto quiere conseguir, además de una oficina eficiente y elegante, una arquitectura que mejora la calle, el barrio y el espacio escueto y funcional del trabajo. El tratamiento del acceso y de la imagen que el edificio presenta a la ciudad y a sus empleados se cuida para obtener una forma propia y singular, es decir, construida en sus propios términos. La inclusión de vegetación y árboles en el proyecto se hace destinando a ellos unos espacios amplios y suficientes, que acompañen a diario la vida y el trabajo en las oficinas. Al exterior, en una plaza ordenada y modulada, que también es un regalo visual para el barrio, y al interior en dos grandes lobbies o galerías con abundante luz natural, donde personas y vegetación se encuentran a gusto. La modulación de la construcción, en su estructura y en su distribución, así como la repetición de elementos de fachada y de interior, permite una buena logística de ejecución que contribuye a la rapidez y a la economía de la obra. Una climatización pasiva. La situación, la orientación y diseño de las fachadas actúan con los dispositivos de protección y aprovechamiento solar más elementales y eficientes, que


Planta de situación Esquema

son las galerías a mediodía con control de entrada de sol, y los toldos que protegen del bajo e intenso sol naciente de verano. La disposición en la parcela hace que el volumen del edificio próximo oculte el temible poniente madrileño.

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Planta baja A Invernadero B Acceso C Pantalla vegetal D Patio

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Planta tercera

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Alzado Sur Sección patio

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Fernando Díaz-Pinés Mateo Vocal del Jurado

Arquitecto por la ETSA de Madrid y doctor por la de Valladolid, Fernando Díaz-Pinés Mateo (Ceuta, 1959), alterna la profesión libre con la docencia y la investigación. Especialista en arquitectura gótica, ha escrito numerosos artículos sobre arquitectura medieval. Coautor del Plan Director de la Catedral de Palencia, desde 1994 es el objeto principal de su actividad arquitectónica en restauración por encargo de la Junta de Castilla y León, el Instituto de Patrimonio Histórico Español y la Fundación del Patrimonio Histórico de Castilla y León. En la actualidad es arquitecto del Consejo de Fábrica de la catedral. Docente en arquitectura desde 1989. Profesor asociado en la cátedra de Expresión Gráfica de la Arquitectura desde 1989 hasta 1991 en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid en la Universidad Politécnica de Madrid. Profesor de Proyectos Arquitectónicos desde 1991 en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Valladolid, es Profesor Titular de Universidad desde 1997 y en la actualidad coordina la asignatura de Proyectos I. Asimismo, ha impartido docencia en la Escuela de Arquitectura del Polo de Mantua del Politécnico de Milán.

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“No existe arquitectura joven, sino jóvenes arquitectos que son capaces de afrontar un proyecto con más frescura y con más libertad” Advierte que para cuando se acabe la crisis inmobiliaria el volumen de trabajo estará en los niveles del año 1967, pero para ser repartido entre 50.000 arquitectos colegiados y más de 15.000 que no lo están y alienta a diversificar el trabajo del arquitecto más allá de los proyectos y las obras.

Con una visión muy crítica de lo que ha prosperado en los últimos tiempos, Díaz-Pinés considera que en el momento presente se está produciendo una reacción fruto de la crisis, más protagonizada por los jóvenes. “Tenemos que pensar que la arquitectura más contemporánea es el producto de una visión que procede de finales del siglo pasado, en ciertos aspectos muy formalista y que ha estado ligada al ciclo de expansión económica más prolongado que ha habido en la historia última. Y por mucho que se hable de sostenibilidad, lo cierto es que uno de los aspectos más negativos de esa situación fue el planteamiento de soluciones arquitectónicas de sofisticación innecesaria. Los jóvenes, mientras estaban imbuidos en esa corriente reaccionaron de una manera bastante mimética. En el momento que se produce la crisis se demuestra la capacidad de los jóvenes para reaccionar con imaginación y recuperar las condiciones de una arquitectura más racional y de menos coste, donde tiene mucho que ver la pelea profesional que es muy seria. Creo que lo están haciendo bien. Y sobre todo, están diversificando el trabajo arquitectónico, pues se ha dado cuenta que el trabajo del arquitecto es mucho más abarcante que la propia arquitectura”. El cambio de modelo ha supuesto también enterrar la expectativa de las singularidades múltiples. “Hasta hace poco parecía que todo el mundo aspiraba a hacer obras singulares. Y lo cierto es que no todo puede ser singular. En la arquitectura sucede algo parecido a la ópera. Sobre el escenario no solo están los solistas con sus trajes coloridos; también está el coro con sus tonos oscuros y uniformes. Yo siempre defendí que se puede y se debe hacer un buen proyecto para una obra reducida. No existen obras pequeñas, puesto que cualquiera puede ser digna de admiración si las soluciones que plantea son las adecuadas”. Experto en la arquitectura de la Edad Media, a la pregunta de si vivimos una nueva Edad Media tal como preconizaba Umberto Eco, considera que existe grandes diferencias entre el presente y lo que fue la Edad Media. “En primer lugar, la Edad Media fue un período extremadamente largo de casi mil años que discurrió de manera cíclica con tiempos muy buenos y otros de crisis. España tuvo una edad media compleja pero no fue así en otros países, sobre todo centro europeos donde la tranquilidad era mayor. Pensemos por ejemplo en Francia, donde nace el gótico. El gótico como una solución técnica; es el high tech de la Edad Media sin que llegue nunca a un exceso de formalización”. Descarta cualquier paralelismo con la Edad Media en el terreno arquitectónico —la tecnología pesa mucho—, aunque sí reconoce que puede haberlo en otros ámbitos del orden social, señala que “en Europa hay dos maneras de entender la arquitectura. La clásica, muy normativa, muy fiada en los órdenes. Que aparece y reaparece a lo largo de la historia y se va consolidando, y una visión más septentrional, que mantiene el medievalismo a lo largo del tiempo que es más empírica con un elemento de mayor plasticidad pero siempre desde un punto de vista de la estructura. No podemos olvidar que el primer movimiento internacional en Europa es el gótico. Toda europa vive en ese momento de un lenguaje”.

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El hecho de que exista dentro de la convocatoria un apartado especial para jóvenes propicia preguntarle si existe una arquitectura joven, cuestión sobre la que responde con una negativa tajante pero a la vez matizada. Un Premio de Arquitectura Joven lo que tiene de verdad es la edad de quienes participan. Pero no se espera una tipología de arquitectura que sea arquetípica joven. “La arquitectura no es muy distinta ni lo que se espera de ella es diferente de lo que esperamos de un arquitecto de más edad. Lo que vas buscando es que el proyecto y la obra te emocionen y te permitan aprender algo. Que haya conseguido situarse en una posición o dando un enfoque distinto de lo que parece más inmediato. Es lo que hace interesante a una obra interesante”. No oculta que la juventud, más por la menor experiencia que por la edad, “produce una frescura y la facilidad o la libertad para moverse con más soltura. Lo que se valora es esa capacidad para no utilizar los caminos trillados sino saber salirse de ellos”. Los efectos de la globalización ya se notan durante la formación, “las escuelas ya no marcan tanto directrices, caminos, como antes. Antes había más diferencias ahora, ves matices. Se comprueba con los alumnos que vienen con Erasmus. La diferencia entre un estudiante de arquitectura italiano que viene con el programa Erasmus y un español está en que los italianos son menos sólidos en formación técnica pero cuentan un una mayor sensibilidad frente al arte, pero al final de la carrera, ellos adquieren esa solidez y los nuestros obtienen esa sensibilidad que al principio parecían desconocer”. Pesimista frente al futuro de la profesión, “porque para cuando se acaben los efectos de la crisis volveremos un volumen de trabajo equivalente al del año 1967, pero ahora con 50.000 arquitectos colegiados en España y otros 15.000 más sin colegiar, por lo que el pronóstico no es muy alentador salvo que las nuevas generaciones de arquitectos se planteen su profesión más allá de lo que es la propia arquitectura: el diseño industrial, la organización, etcétera. Un arquitecto, por su formación y por el tipo de trabajo que desarrolla tiene unas capacidades que lo habilitan para liderar grupos multidisciplinares y afrontar trabajos distintos de lo que es la propia creación arquitectónica”.

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Auditorio y Escuela de Música

José Milla Miguel Ángel Mira Gustavo Navarro

Localización San Martín de la Vega Madrid Colaboradores Diego Moreno Eva Yubero Javier del Monte Miguel Ángel Piquet Rafael Villar Ignacio Montesinos Fotografías Ángel Baltanás

La obra fue financiada por la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de San Martín de la Vega, en dos fases (auditorio y escuela). El bajo coste del auditorio —la ejecución material finalmente quedó en poco más de 1.000 €/m2— supuso rehacer en varias ocasiones el proyecto para ajustar los múltiples requisitos técnicos exigidos por la Red de Teatros de la Comunidad de Madrid y el propio Ayuntamiento, que deseaba un teatro enormemente versátil. El resultado es un edificio útil para un área territorial que excede el propio municipio. Las condiciones acústicas, el número de butacas (465), el tamaño de boca, la altura del cajón de escena, el foso de orquesta… permiten que un edificio tan modesto llegue a asumir una variada programación. Auditorio (primera fase). Un proyecto de estas características presenta una escala de por sí monumental. Un entorno con una variedad volumétrica tan significativa como la que ofrecen la colección de recientes adosados y los inarmónicos bloques en “H” de los setenta, sugiere pensar en una intervención sobria en volúmenes y cercana, en lo posible, a nuestra escala. El edificio de viviendas en altura que da al Auditorio acaba en una medianera ciega de siete plantas de altura. Con estos puntos de partida buscamos una solución que partiendo de disimular la medianera, fuese escalonándose en disminución hacia la calle principal y la de los unifamiliares hasta alcanzar la altura media del entorno. Desde ese punto de vista se ha conseguido un buen resultado, con una altura de cornisa de la Escuela de Música sólo levemente más elevada que los unifamiliares. En el interior, un vestíbulo lineal complejo da acceso, a través de un recorrido espacialmente graduado, a un anfiteatro que, a medida que se acerca, intenta abrazar la escena. Buscando la mayor versatilidad posible, ésta se diseña con un amplio proscenio variable en altura. Escuela de Música (segunda fase). El edificio desarrolla las necesidades demandadas por el Ayuntamiento de San Martín de la Vega en

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dos plantas (baja y primera), aunque se realizan pequeñas actuaciones en sótano y entreplanta para comunicar con palco, camerinos y el foso de orquesta y escena del auditorio. El nuevo edificio configura en planta baja la entrada principal a todo el conjunto, situando en la confluencia de la Avenida de Nuestra Señora de Vega con la calle Fernando el Católico un gran porche de entrada y el vestíbulo-cortavientos común donde se dispone el mostrador de entradas para el Auditorio y Conserjería. Desde este punto se perciben en un golpe de vista los dos grandes vestíbulos correspondientes al Auditorio y la Escuela de Música a través de los paños acristalados de acceso a los mismos. Es este cortavientos-entrada principal común, el elemento que relaciona las dos partes del conjunto, permitiendo también su independencia de funcionamiento, horario, etc. Desde el cortavientos se accede a la planta baja de la Escuela de Música. Su funcionamiento y organización es muy clara: un gran espacio en doble altura es el lugar de encuentro, relación y acceso a todas las dependencias; es el centro neurálgico del edificio, y al mismo tiempo es el que separa a las zonas cerradas (aulas, cabinas, etc.) del muro del Auditorio; la escalera que existe en el mismo, permite subir a la planta primera, así como el ascensor que se encuentra al fondo del patio. En planta baja se sitúan las zonas de mayor tamaño: sala para conjuntos musicales, sala de danza, aula infantil y almacén. También se disponen los vestuarios entre las dos grandes salas. En la planta primera se sitúa el programa que requiere mayor privacidad y aislamiento: Biblioteca, Aulas Instrumentales y Cabinas de Prácticas; también, la zona de profesores y Dirección. Todas ellas se iluminan a través de patios transversales, de modo que los ruidos de la calle lleguen más atenuados a las fachadas. La comunicación de todas las dependencias se produce a través de una galería abierta al gran patio cubierto del edificio. También desde esta galería en su extremo Este, se accede al ascensor y vestíbulo


de independencia que comunica con la escalera de camerinos del Auditorio, vía de evacuación en caso de emergencia. Sostenibilidad. Versatilidad. Creemos que la mejor de las estrategias de sostenibilidad es la durabilidad del edificio y el acierto en los materiales y sistemas constructivos. Si es cierto que la fase de construcción de un edificio supera el 30% del consumo energético de toda la vida útil del mismo, la elección de materiales no contaminantes, regionales (ahorro en el transporte), naturales (piedra, madera, cerámicos, etc.)… es clave para un balance energético adaptado a los tiempos en que vivimos. La flexibilidad es fundamental para alargar la vida del edificio. En MMN estamos comprometidos con una idea de “atemporalidad” en la arquitectura. Los edificios han de ser coherentes con los parámetros técnicos y culturales en la época en que se conciben, pero creemos una irresponsabilidad hacer “moda” con edificios que duran décadas. Además deben asumir con facilidad los distintos usos y los futuros cambios programáticos. Es un concepto básico de sostenibilidad medioambiental: Arquitectura para varias generaciones. La obra. Materiales y sistemas. El terreno en que se enclava el edificio es de rellenos. Fue, con el bajo presupuesto comentado, todo un reto la construcción de una estructura de muros de hormigón de hasta 25 m de altura, con complejos encofrados y cimbras para la boca de escena, todo ello sobre pilotes de 15 m de profundidad. Las luces de 24 m se salvan con cerchas metálicas preconstruidas y montadas como una sola pieza. Sobre ellas se colocan las losas alveolares inclinadas que conforman los forjados de cubiertas. Para ello se tuvo que contar con útiles especiales. El carácter del edificio se refuerza con el especial uso de materiales tradicionales: ladrillos Palau colocados a 45º, homigón in situ y en prefabricados, ladrillo pintado, revocos con textura aplicada manualmente, suelos de asfalto, terrazo y caucho… 434

Somos partidarios de una arquitectura que, aunque relevante y significativa, esté conectada a los edificios cercanos. Ponemos énfasis en la utilización de materiales que hacen que el ciudadano se sienta próximo al edificio, y no lo perciba como objeto extraño insertado en la ciudad. En este caso el ladrillo era el material del entorno. Se emplea en aparejo de picos, sistema tradicional que habitualmente se queda en pequeños paños y aquí se emplea en una enorme superficie, que crea un interesante juego de sombras en la tarde del gran paño. La climatización de la sala se resuelve con un sistema todo aire con emisión a baja velocidad desde la cámara situada bajo las butacas. En la Escuela de Música sólo se calefacta mediante suelo radiante, mientras que se ventila con un sofisticado sistema que se adelantó al CTE con aportación de aire exterior atemperado mediante conductos aislados acústicamente para garantizar la independencia de cada aula y cabina. El hormigón visto dentro de la sala se trata con aceites minerales y el resto de materiales en techo y paredes de sala se conforman mediante paneles de madera curvada y placas de viruta de madera con magnesita.


Planta baja

435


Planta primera

436


Alzado Sur Alzado Oeste Sección longitudinal

437


438


439


440


132 viviendas de promoción pública

estudio.entresitio María Hurtado César Jiménez José María Hurtado

Localización Madrid Colaboradores Carolina Leveroni Stefan Vogt Jorge Martínez Laura Frutos Pablo Sacristán Filipe Minderico Anne-Dorothée Herbort Irene de la Cruz Miguel Crespo Alvar Ruiz Fotografías Roland Halbe Jorge López Montse Zamorano estudio.entresitio

441

El proyecto construye un total de 132 viviendas de uno y dos dormitorios para una edificabilidad de 9.000 m2 más 300 de uso comercial en planta baja. Se trata de viviendas en alquiler que se caracterizan por su reducida dimensión, puesto que son, de entre las viviendas protegidas, las que más se ajustan a los mínimos dimensionales de la normativa. Sobre rasante, el edificio ocupa el 70% del límite marcado por la alineación, con un retranqueo generalizado para liberar un mayor espacio público de acera en el frente de acceso y de desahogo natural del uso comercial de planta baja. Este retranqueo permite evitar la construcción de los chaflanes típicos del ensanche y trabajar con un volumen de geometría más nítida. Para una misma edificabilidad, reducir la huella del edificio implica necesariamente crecer en altura. Aún siendo todas las viviendas de 1d y 2d, las de menor dimensión se sitúan en los elementos en altura, y se desarrollan en una sola planta, mientras que los dúplex, como repetición de unidades funcionalmente indiferenciadas, ocupan el desarrollo longitudinal del zócalo. Las viviendas en dúplex se componen de dos estancias versátiles que se cruzan en sección para disfrutar de las dos orientaciones Norte y Sur. El cerramiento exterior recurre a los recursos de indiferenciación y ambigüedad escalar. Se trata de una piel de escamas de zinc en franjas horizontales que deslizan unas sobre otras con un ligero decalaje y en las que se insertan los huecos con la intención de no hacer evidentes los niveles de piso. Se plantea un sistema combinatorio de huecos tipo de reconocible corte doméstico que encuentran su mejor posición siempre desde dentro de las estancias. Constructivamente, la fachada de zinc se convierte en el argumento central no sólo por cuestiones de su ejecución material si no también como estrategia de eficiencia energética. Se plantea una solución de mantenimiento mínimo, en posición transventilada, que facilita la transpiración de la fachada, protege la edificación de la infiltración de agua de lluvia y evita la condensación intersticial. Supone la optimización del aislamiento térmico y acústico del

edificio, que al estar situado en la cara exterior de las fábricas de cerramiento evita los posibles puentes térmicos. Se podría pensar en el edificio como el resultado de unir una torre y un bloque mediante un cuerpo central, pero nos interesa más la idea de un desarrollo libre en altura, donde el equilibrio entre las partes y el todo resulta algo más que la suma de las partes. La solución en planta tiene como base geométrica la “doble simetría”, es como los ambigramas, que son las palabras o figuras que se leen igual al girarlas 180º. Esta estrategia tiene que ver con el hecho de que el edificio, en su condición de bloque exento, se percibe como una pieza en la que no hay distinción entre delante y detrás o principio y final, responde de forma similar tanto a la calle de acceso como a la zona verde que discurre de forma longitudinal por el otro frente. De alguna manera la dualidad se convierte casi en un método de búsqueda; por un lado se trabaja con la intención de que la ciudad no solo hable de sus edificios sino del vacío que ellos generan, existe una función muy definida en planta y una no traducción de la misma en fachada, se potencia la condición de envolvente continua que a pesar de su ligereza material colabora en la percepción del edificio como sólido y se propone para la construcción de un volumen tan pronunciado y nítido, un acabado escamado y poco terso aunque ciertamente homogéneo. La relación entre los conceptos de “convivencia de escalas” y “ambigüedad escalar”, es decir lo que es grande y lo que es pequeño junto con lo que no se revela ni como grande ni como pequeño, se refuerza a medida que nos acercamos al edificio. De esta manera se hace convivir lo cotidiano y lo extraordinario; lo cotidiano del hueco doméstico que corresponde a un orden claro funcional con lo extraordinario de su disposición eliminando el orden compositivo y colaborando a la lectura de una masa uniforme.


Planta de situación

Esquema Maqueta A Plantas 8–21 B Plantas 3–7 C Planta 2 D Planta 1 E Planta baja

A

B

C

D

E

442


Plantas 8–21 Plantas 3–7 Planta 2 Planta 1

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Alzados

444


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447


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Casa das Caldeiras

João Mendes Ribeiro Cristina Guedes

Localización Coimbra Colaboradores Duarte Krüger Eva Berghofer Francisco Mourão Manuela Nogueira Marco Pedrosa Odete Pereira Luís Crisóstomo Pedro Grandão Ricardo Silva Sónia Bom Sónia Gaspar Adalgisa Lopes Cristina Maximino Ana Rita Martins Catarina Fortuna Diana Afonso Joana Figueiredo Jorge Teixeira Fotografías FG+SG

449

El proyecto de la Casa das Caldeiras, que incluye la remodelación del edificio de la antigua Central Térmica del Hospital de la Universidad de Coimbra y la construcción de un nuevo edificio, se desarrolló a finales de los años noventa, para acoger el Centro de Estudios de Fotografía de la Universidad de Coimbra. Tras casi de diez años, la obra de la Casa das Caldeiras ha finalizado y el edificio entregado a la Facultad de Letras, para la docencia de los cursos de postgrado de Estudios Artísticos. A pesar de la alteración del uso y del programa del edificio, las características fundamentales del proyecto se conservaron íntegramente. El proyecto ha permitido, por un lado, recalificar el edificio existente, revalorizándolo en el contexto histórico de la arqueología moderna y, por otro, mejorar su integración en el tejido urbano. Sus características formales y su privilegiada ubicación, como nexo de unión entre la zona baja de la ciudad, a partir de la calle Padre António Vieira, y la zona alta Universitaria, determinaron las intervenciones en el exterior del edificio. El muro que delimita la calle se prolongó para el interior de la parcela, paralelo a la fachada de la Casa das Caldeiras, indicando el recorrido en escalera, a lo largo de la ladera, hasta la zona alta. Entre este muro y la fachada Norte de la Casa das Caldeiras se construyó una plataforma de piedra que permite nivelar la entrada del edificio con la cota de la calle. Esta plataforma crea un embasamiento estable para el edificio, lo que posibilita instalar una terraza, abriendo así el edificio a la calle. La remodelación del edificio das Caldeiras se caracteriza por una intervención minimalista, destinada, únicamente, a depurar y mejorar formal y funcionalmente el espacio, al igual que anula las ambigüedades resultantes de las distintas intervenciones a las que ha estado sujeto a lo largo del tiempo. En este sentido, la intervención consistió únicamente en la restauración del edificio, en la preservación de la maquinaria estructural de las calderas y en la creación de condiciones de climatización e iluminación adecuadas al nuevo programa; en lo que respecta

sobre todo al funcionamiento de la cafetería y de la librería. Las áreas de servicio, tales como cocina y aseos, se instalaron en una nueva construcción, debajo de la plataforma y de la escalera de acceso al terreno. El nuevo edificio —dedicado originalmente a espacios de exposición, biblioteca, laboratorios y habitaciones para residencia temporal de artistas— se concibió a partir de un lenguaje deliberadamente neutro, para destacar el volumen principal del edificio das Caldeiras. Las alteraciones efectuadas en el transcurso de la obra —destinadas a adecuar los espacios al nuevo uso— se centraron, sobre todo, en aspectos técnicos como adaptación térmica, iluminación y equipamiento mobiliario, lo que permitió mantener, en lo esencial, las características del espacio proyectado. El edificio, construido totalmente en hormigón, se desarrolla en vertical con tres espacios de corte cuadrado, de altura y combinaciones variables. Su diseño tiene como base la configuración y la volumetría de la antigua “sala del carbón” y, por lo tanto, la sala de la planta baja está totalmente pintada de negro y sin luz natural. En este espacio, pensado en un principio como sala para proyecciones multimedia, está ahora el auditorio. Las salas de exposiciones, en el primer y tercer piso, dieron lugar al espacio polivalente de la biblioteca y las salas de aula y reuniones, respectivamente. Los espacios consignados para laboratorios y residencia temporal de artistas se rediseñaron para acomodar los despachos, en el segundo y cuarto piso. Las fachadas Este y Oeste son totalmente “ciegas” y la fachada Norte está recortada por ventanas cuadradas que proporcionan iluminación natural en el interior del edificio. Con la reapertura de la calle entre muros, adyacente a la fachada Oeste de la Casa das Caldeiras, se promueve el nexo de unión entre la calle Padre António Vieira, el jardín de la Asociación Académica y las Escaleras Monumentales, a través del recorrido en la ladera Este, según lo previsto en el plano para la zona alta de Coimbra, del arquitecto Gonçalo Byrne.


Axonometría Cubierta

Planta 4

Planta 3

Planta 2

Planta 1

Planta 0

Planta -1

450


Planta 0 Planta 1 A Sala Calderas B Mostrador/Bar C Zona de mesas D Interior de las calderas E Zona de librería y biblioteca F Cocina G Aseos para personal H Aseos de señoras I Aseos de caballeros J Auditorio Sala de exposiciones K Espacio superior calderas Zona de mesas L Biblioteca Sala de exposiciones

F G

H I

D

J B E

A

L

451

K

C


Planta 3 Planta 2 M Salas N Despachos

N

M

452


Secciones transversales Alzado Norte

453

Sección longitudinal Alzado Oeste Alzado Sur


454


455


456


Pabellón de acogida

Nuno Valentim Frederico Eça

Localización Porto Colaboradores Pedro Costa Isabel Norton Fotografías João Ferrand JFF Fotografia

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La Escuela Francesa de Porto es un notable edificio de los años 60 de los arquitectos Manuel Marques Aguiar, Luiz Cunha y José Carvalho Dias. Será uno de los edificios escolares más interesantes de la segunda mitad del siglo XX, asentado en un entorno paisajístico único, la Finca y Jardines del Museo de Serralves. Este nuevo equipamiento independiente se destinará a la acogida y actividades de un público infantil (educación infantil y primaria). En un entorno tan positivo y delicado, intentamos mantener el emplazamiento —por su propia ubicación y por su relación con la topografía— atendiendo al encuadre paisajístico. De este modo, la forma triangular equilátera permite el distanciamiento de los edificios existentes y, de manera simultánea, el uso del hormigón posibilita su integración en las construcciones que la rodean (predominio del hormigón y granito). Ante la tentación de una apertura excesiva hacia el exterior prevaleció la necesidad de acoger a los niños. Las tres fachadas son geométricamente idénticas, con una única apertura en una extremidad. Rompiendo la continuidad de la superficie grisácea del hormigón, estas aperturas puntuales dejan entrever el color naranja del revestimiento interior del pabellón, con espacios para que los alumnos lleven a cabo sus trabajos y actividades. Los paneles móviles (espejado y blanco) permiten que el espacio se transforme en una sala de motricidad o de proyección.


Planta de situación

458

Planta baja


Planta primera Planta de cubiertas

3

1

C

2

A

B

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Alzado A Alzado B Alzado C

460


Sección 1 Sección 2 Sección 3

461


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463


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12 viviendas unifamiliares en hilera

Nuno Graça

Localización Óbidos Colaboradores Luísa Rosas Cátia Bernardo Rita Machado Carlos Castro Pedro Gonçalves Fotografías Nuno Graça

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Este proyecto se realizó casi en simultáneo a otro, de programa similar, localizado en las inmediaciones, y sigue los mismos principios básicos. Las casas se disponen en línea, con fachadas cerradas hacia la calle (con un simple muro cóncavo) y abiertas a un espacio común con vistas al Sur. Patios de carácter diverso definen los espacios de paso hacia el exterior. La piscina colectiva forma un segundo volumen completando el conjunto (amurallada para garantizar privacidad).


Planta de cubiertas Alzado Noroeste

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Planta Alzado Sudeste

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Planta vivienda Secciones

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24 viviendas unifamiliares en hilera

Nuno Graça

Localización Óbidos Colaboradores Cátia Bernardo Rita Machado Carlos Castro Pedro Gonçalves Fotografías Nuno Graça

473

El programa prevé la construcción de 24 casas vacacionales de 50 m2. El conjunto se sitúa en una ladera de acentuada inclinación y en un valle con una lámina de agua definida en el plano. El conjunto tiene un único acceso por carretera en la parte Oeste, que coincide con la parte alta. Las construcciones ocupan la ladera venciendo la inclinación hasta el valle. La plataforma de entrada se creó como un promontorio, dominando el paisaje. La ubicación de las casas sigue la morfología ondulante del terreno. Cada módulo está compuesto por una habitación en el piso superior y una sala en el inferior, que dan a un porche de doble altura. Finalizado el proyecto se incluyeron dos casas adicionales con un mayor terreno en un bloque aparte.


Planta 0 Planta -1

474


Alzado Sur Alzado Este Sección Sudeste Sección Este

475


Planta 0 Planta -1 Sección

476


477


478


479


480


Casa en Melides

Pedro Reis

Localización Melides Grándola Colaboradores Tiago Tomás Isabel Silvestre Fotografías Fernando Guerra

481

La Casa de Melides nace como un antiguo deseo por parte del cliente de construir una casa de verano en un terreno deseado muchos años antes, entre la Sierra de Grándola y el mar. Más que un proyecto para una casa, el cliente buscaba un estilo de vida y decidió, por lo tanto, organizar un concurso de arquitectura que le permitiese escoger la solución que más se aproximaba a lo que tenía en mente. El deseo por el paisaje se unió ahora a un estilo de vida. El proyecto empezó, en un primer momento, buscando el lugar idóneo para ubicar la casa, procurando una exposición solar variada, la protección del viento y una posición central respecto a las vistas entre la sierra y el mar. La intensa ondulación del terreno y el proyecto —que proponía la construcción de una casa con un área de apoyo para una posible ampliación— originaron la fragmentación de la misma en dos volúmenes, reforzando la intención inicial de reducir la escala y presencia de la construcción. El volumen interior, semienterrado y revestido con láminas de hormigón fabricadas in situ, se funde con el terreno como un espeso muro de soporte, permitiendo que el volumen superior descanse parcialmente en suspenso. Esta estrategia encaminó el proyecto hacia una clarificación formal, como una síntesis de dos maneras de vivir complementarias que se revelan a través de las relaciones establecidas en el paisaje. Si en la parte inferior de la casa —donde se sitúan las áreas de apoyo y las habitaciones— el sistema de ventanas estrechas refuerza un carácter más íntimo, en la superior —donde se concentran los espacios principales— la relación es de total transparencia y permeabilidad, reforzando la relación dramática con todo el paisaje alrededor. La cocina ocupa el punto central de la casa. Es el punto de llegada, el nexo de unión entre la sala y el jardín a través de una pérgola que produce sombra hacía el sur. La proximidad de la piscina —en la que se refleja el pinar cercano— que entra debajo de la casa en la habitación principal, refuerza el carácter lúdico del estilo de vida. El deseo por el paisaje se transformó en casa y la casa en paisaje.


Planta de situación

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Planta 1 Alzado Este A Sala de estar B Cocina C Suite

A

B

C

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Piso 1 Sección piscina D Habitación E Garaje

D

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D

D

D

E


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486


487


488


Proyectos seleccionados



Residencia de personas mayores Antonio Lorén Eduardo Aragüés Localización Torrero Zaragoza Fotografías Aitor Ortiz

27 viviendas de proteccion pública Luis Martínez Localización Mocejón Toledo Fotografías Roland Halbe

Edificio de viviendas Jaume Bach Eugeni Bach Localización Barcelona Fotografías José Hevia

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48 viviendas Antoni Barceló Bàrbara Balanzó Localización Torrelles de Llobregat Barcelona Fotografías Lourdes Jansana Filippo Poli

140 viviendas sociales José Morales Juan González Localización Ceuta Fotografías Jesús Granada

Museo Can Framis BAAS Jordi Badia Jordi Framis Localización Barcelona Fotografías Fernando Guerra Pegenaute

492


Edificio nueva sede del SESCAM Fernando Pardo Bernardo García Localización Toledo Fotografías Miguel De Guzmán

Reforma y rehabilitación del antiguo Ambulatorio Hermanos Laulhé EDDEA Ignacio Laguillo Luis Ybarra Harald Schönegger Localización Cádiz Fotografías José Hevia

Ayuntamiento de Pizarra Silvia Colmenares Laura Colmenares Localización Málaga Fotografías Miguel de Guzmán

493


Parque de Bomberos MESTURA arquitectes Humbert Costas Manuel Gómez Jaime Blanco Carlos Durán Josep Mª Estapé Localización Gavá Barcelona Fotografías Pedro Pegenaute

43 Viviendas de Protección Oficial estudio.entresitio María Hurtado César Jiménez José María Hurtado Localización Ciudad Real Fotografías Roland Halbe

Ampliacion del Intituto Josep Sureda i Blanes Alberto Sánchez Aina Salva Antonio Marques Localización Palma Mallorca Fotografías José Hevia

494


Vivienda para un nadador Martín Lejarraga Localización Murcia Fotografías David Frutos

Complejo deportivo VORA arquitectura Pere Buil Jordi Fornells Localización Barcelona Fotografías Adrià Goula

Casa estudio Elisa Valero Localización Granada Fotografías Fernando Alda

495


97 viviendas para jóvenes Blanca Lleó Localización Barcelona Fotografías Blanca Lleó

384 Viviendas de Protección Oficial Salvador Fraga F. Javier G.-Quijada Manuel Portolés Localización Vigo Fotografías Manuel G. Vicente

Rehabilitación de inmueble Alfredo Sirvent Localización Vigo Fotografías Manuel G. Vicente

496


Edificio administrativo Jesús Llamazares Galo Zayas Localización Marín Pontevedra Fotografías Leopoldo Alonso

Biblioteca pública Xosé Neira Vilas Xosé Carlos Rodríguez Otero Localización Vigo Fotografías Manuel G. Vicente

Rehabilitación de la antigua Cámara Agraria para Biblioteca Municipal Jorge Meijide Patricia de Marichalar Localización Palas de Rei Lugo Fotografías Héctor Santos-Díez

497


Centro de interpretación da cultura castrexa Carlos Martínez Ángeles Santos Carmen Ruíz Localización San Cibrán de Las Ourense Fotografías Hector Santos-Díez

Edificio de Control CCS Gustavo Díaz Lucas Díaz Localización Ferrol A Coruña Fotografías Eloy Taboada

Polideportivo José Ramón Garitaonaindia Montserrat Neira Localización Arteixo A Coruña Fotografías Héctor Santos-Díez

498


Ampliación de la sede Texas Controls Carlos Pita Localización Bergondo A Coruña Fotografías Carlos Pita

Rehabilitación y ampliación de club náutico Mª Cristina Nieto José Luis Gil Juan Pinto Localización Pontecesures Pontevedra Fotografías Mª Cristina Nieto José Luis Gil Pita

Casa Huete Arturo Blanco Alegría Colón Localización Muñopepe Ávila Fotografías Miguel de Guzmán

499


Centro de atención diurna a personas con discapacidad intelectual DL+A arquitectos José María de Lapuerta Carlos Asensio Paloma Campo Localización Toro Zamora Fotografías Miguel de Guzman

Piscina municipal VIER arquitectos Antonio Raya Cristóbal Crespo Santiago Sánchez Enrique Antelo Localización Toro Zamora Fotografías Hector Santos-Díez

Centro de día para personas con discapacidad por enfermedad mental Javier López Fernando Zaparaín Fermín Antuña Eduardo García Localización Toro Zamora Fotografías Fernando Zaparaín Eduardo García

500


Centro integrado de atención al ciudadano Belén Martín-Granizo Daniel Díaz Localización León Fotografías Daniel Díaz

7 VPO-RE y aparcamientos Miguel Ciria Beatriz Álvarez Localización Madrid Fotografías Miguel de Guzmán

146 viviendas sociales Blanca Lleó MVRDV Localización Madrid Fotografías Marta Tena

501


Vivienda 1+1=1 Inaqui Carnicero Localización Torrelodones Madrid Fotografías Iñaqui Carnicero Roland Halbe

Edificio para Policía Local y Protección Civil Rubén Picado María José de Blas Localización Madrid Fotografías Hisao Suzuki Picado-de Blas Arquitectos

Un jardín atravesado Nuevo espacio en la casa de Plácido Arango Elisa Valero Localización Madrid Fotografías Fernando Alda

502


52 viviendas VPO Álvaro Soto Javier Maroto Localización Madrid Fotografías Adrián Tyler

Adecuación del salón de reinos para uso de exposiciones temporales Jesús Mª Aparicio Jesús Donaire Localización Madrid Fotografías Roland Halbe

Exposición en el Museo de la Electricidad para la Trienal de Arquitectura de Lisboa 2010 Cláudio Vilarinho Localización Belém Lisboa Fotografías João Morgado

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Piscinas cubiertas municipales Jean Pierre Porcher Margarida Oliveira Albino Freitas Localización Tabuaço Fotografías Xavier Antunes

Sede Alcatel-Lucent Frederico Valsassina Localización Cascais Fotografías FG+SG

Museo del Mundo Rural Fátima Fernandes Michele Cannatà Localización Vimieiro Arraiolos Fotografías Luís Ferreira

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Hotel Jean Pierre Porcher Margarida Oliveira Albino Freitas Localización Ponte de Lima Fotografías Xavier Antunes

Vivienda Miguel Ferreira dos Santos Localización Freixieiro de Soutelo Viana do Castelo Fotografías FG+SG

Modernización de escuela secundaria Atelier do Corvo Désirée Pedro Carlos Antunes Localización Pombal Fotografías José Meneses

505


Viviendas unifamiliares Nuno Graça Localización Óbidos Fotografías Nuno Graça

Complejo de piscinas municipales José António Barbosa Pedro Lopes Localización Isla de San Miguel Azores Fotografías João Ferrand

Sala de fiestas Helena Veludo José Marini Bragança Localización Leiria Fotografías Pedro Ferreira

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Atelier des Créateurs Reconversión del edificio de 1902 en instalación de confección artesanal Nuno Valentim Frederico Eça Paola Monzio Maria Ana Coutinho Localización Porto Fotografías João Ferrand

507



Acta del Jurado

En la ciudad de Vigo, los días 11 y 12 de abril de 2011, se reúne en la sede central del Grupo Ascensores Enor el Jurado del V Premio de Arquitectura Ascensores Enor, integrado por los siguientes arquitectos: Presidente: D. César Portela Fernández-Jardón Vocal: D. Moisés Puentes Rodríguez Vocal: Dña. Ángela García de Paredes Vocal: D. Fernando Díaz-Pines Mateo Vocal: D. João Luis Carrilho da Graça Vocal: D. Víctor López Cotelo, ganador del Gran Premio Enor 2009 Secretario: D. Carlos Quintáns Eiras En primer lugar, se repasan conjuntamente las bases, los objetivos y los criterios de valoración de la convocatoria, así como la relación de proyectos arquitectónicos presentados en plazo y forma. A continuación, los miembros del jurado proceden a estudiar las propuestas presentadas. Tras el proceso de análisis y deliberación sobre la documentación gráfica y escrita de todos los proyectos, se procede a elaborar una primera lista de proyectos seleccionados. A continuación, tras una segunda ronda de estudio de los proyectos seleccionados, se elabora la lista definitiva con los proyectos finalistas que optan al Gran Premio Enor y a las diferentes categorías del Premio recogidas en la convocatoria. Finalmente, entre todos los proyectos finalistas, el jurado acuerda, de forma unánime, conceder los siguientes premios: Premio Ascensores Enor de Galicia Parque Arqueológico del Arte Rupestre de Campo Lameiro, de los arquitectos D. José Valladares Durán, D. Alberto Redondo Porto y D. Marcial Rodríguez Rodriguez de rvr arquitectos. Valorando: La conexión con el lugar que, sin ser literal en su traducción, sabe dotarse de un trabajo con el material único como envolvente que lo define y configura. Se valora también la intervención en los espacios exteriores del edificio y del parque arqueológico. Premio Ascensores Enor de Castilla-León Aulario de la Facultad de Biología y Ciencias Ambientales de los arquitectos Dña Belén Martín Granizo y D. Daniel Díaz Font de DMG arquitectura. Valorando: La intervención se suma adecuadamente a lo construido a través de operaciones sencillas. El proyecto desarrolla un sutil juego geométrico que consigue soluciones de extraordinaria eficacia constructiva, económica y expresiva. Con el sistema se consigue una gran calidad espacial a las distintas partes del edificio. 509


Premio Ascensores Enor de Madrid Edificio de laboratorios y almacenes químicos de la Universidad de Alcalá de Henares, del arquitecto D. Héctor Fernández-Elorza. Valorando: Un programa que se reconoce en su funcionalidad y que se consigue dotar, a través de la construcción, de una carga de sensibilidad que transciende la idea de mero contenedor, dotándolo de un altísimo valor arquitectónico que consigue singularizar el lugar. Premio Ascensores Enor de Portugal Bar en el Jardín 9 de Abril, del arquitecto D. José Maria Cumbre y D. Nuno Sousa Caetano de ASPA. Valorando: La relación que se establece a través de la transparencia que permite la conexión con el parque y como atalaya sobre la ciudad, construyendo visiones que se puedan establecer a su través con la ciudad y el río, sabiendo situarse sobre lo construido, sin subordinarse al lenguaje que este podría establecer, estando atento al jardín y al río sin olvidarse de ninguno. Premio Ascensores Enor Arquitectura Joven Gimnasio 704, de los arquitectos D. David Lorente Ibañez, D. Josep Ricart Ulldemolins, D. Xavier Ros Majó y D. Roger Tudó Galí de HARQUITECTES. Valorando: La racionalidad a través de un uso inteligente y sensible de los medios, usando con naturalidad sistemas constructivos de serie cuya superposición muestra una frescura que sabe enfocar el problema para conseguir un edificio con una belleza desprejuizada y sin retórica Gran Premio Ascensores Enor Finalmente, estudiados los proyectos premiados, acuerda conceder, por considerar que es la mejor obra de arquitectura presentada, el Gran Premio Ascensores Enor al proyecto: Museo del Agua, del arquitecto D. Juan Domingo Santos. Valorando: La sensibilidad con la que se recuperan construcciones carentes de valor con un recuerdo colectivo lastrado por su uso anterior y se consiguen unos valores que amplifican las resonancias que el contenido del museo pueda mostrar. Los recursos con los que a través de sencillas operaciones se le dota de personalidad. También se valora asimismo la conexión que el museo establece con el río y la definición de los espacios públicos. Vigo a 12 de abril de 2011

510


Edita Grupo Ascensores Enor Editor Carlos Quintáns Eiras Textos Moisés Puente Francisco J. Gil Traducción Teresa Martins Xoán Montero Diseño Cibrán Rico López y Jesús Vázquez Gómez para desescribir

Impresión Litonor Gráficas Brial Encuadernación Lombardero Papel Print Speed 50 gr. Print Speed 80 gr. Novatech Ultimatt 115 gr. Tipografía Familia Futura EF (elsner+flake)

© de la edición Grupo Ascensores Enor S.A. Parque Tecnológico y Logístico de Vigo Rúa B, Parcela 10.10 36314 Vigo, Pontevedra España Tel. +34 986 251 166 www.enor.es Enor Elevaçao e Equipamentos Industriais Lda. Travessa de Manuel da Sousa Moreira Cruz, 37 Apartado 3079 4471–907 Moreira, Maia Portugal

Maquetación Rebeca Ces Cibrán Rico López Jesús Vázquez Gómez

Tel. +351 229 437 960 www.enor.pt

Gestión documental Rebeca Ces

© de las imágenes Los autores de las fotografías

Fotografías del jurado Luis Díaz Díaz

Todos los derechos reservados. No está permitida la reproducción total o parcial de este libro, ni su incorporación a un sistema informático, ni su transmisión mediante cualquier forma o medio, sea electrónico, mecánico, por fotocopia, por grabación o por otros medios, sin la previa autorización por escrito de los propietarios del copyright. ISBN13: 97884-694-7323-8 Depósito Legal: C 2087–2011 Impreso en España Vigo 2011


Este libro se acabó de imprimir en Galicia en el inicio del otoño de 2011



tela r Por z Cotelo redes a s é a e C de P r Lóp raça Victo la García ho da G teo il a Ánge Luís Carr -Pinés M z o a Joã ndo Dí a Fern s Puente s Eiras é n o M is s Quintá o l r a C

ISBN 978-84-692-6263-4 Vigo 2011


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