¿Qué podrán saber de la educación artística una rama de fanáticos fascistas, cristeros alucinados y esquizofrénicos que sólo alcanzan el reagueton, el teteo, el perreo, el meneo de caballo loco que conversa con Dios en el frontón y Lurigancho, donde 400 almas piden, claman justicia por el genocidio y los crímenes de lesa humanidad?