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La vida de Juan Restrepo
El sueño del intercambio
Redactado por: Margarita Navarro (11A)
Si eres estudiante de la institución y estás leyendo esto, muy probablemente durante todo tu recorrido escolar te han mencionado innumerables veces la palabra intercambio. Para muchos es la razón o por lo menos una de las razones más importantes por la que nuestros padres decidieron en primer lugar matricularnos. Es un atractivo por el que el colegio es reconocido y algo que definitivamente hace que el estudiante del Colegio Alemán destaque. Mi papá fue profesor del departamento de música de la Universidad del Norte durante más de una década, y siempre cuando se acercaba la época de exámenes de admisión, no podía faltar su comentario de “los chicos del alemán tienen algo diferente ” o “ uno sabe cuando está enfrente de uno del alemán ” . Creo firmemente que el intercambio es un elemento que juega un papel fundamental en esta percepción tan positiva que el resto de la ciudad tiene acerca de nosotros. Por eso, estando a punto de culminar los 4 meses y medio que voy a estar en Alemania, en este artículo me gustaría contar un poco de mis experiencias, aprendizajes y opiniones con respecto al tema.s. Creo que no me equivoco al afirmar que es un sueño que para casi todos ha estado presente durante toda nuestra vida, es algo de lo que se nos habla desde que ingresamos a la institución y empezamos a tener nuestros primeros acercamientos tanto con la cultura alemana como con el idioma. En lo personal, esa ha sido un de mis más grandes motivaciones durante todo mi paso por el colegio. La primera vez que recuerdo planteármelo fue hace aproximadamente 10 años, estaba con mi mamá en el carro volviendo del colegio y ella mencionó el tema.
Recuerdo imaginarme como la que la niña que era en ese momento, 10 años después, se iba a montar en ese avión. Pero el tema se quedó ahí, como una simple fantasía borrosa y lejana. Realmente no fue hasta hace aproximadamente 3 años que el pensamiento se empezó a volver cada vez más recurrente y tangible. Siento como si hubieran sido ayer los días en los que los directores de grupo en 8 o 9 se pasaban horas charlando con nosotros al respecto. Sin embargo, para nadie es un secreto que la situación durante los últimos 2 años se ha complicado mucho en todos los sentidos posibles. Debido a la pandemia, las posibilidades de conseguir una familia y colegio que te reciba han disminuido considerablemente. Por lo que, por desgracia, actualmente somos pocos los afortunados que hemos tenido la posibilidad de irnos. Mi llegada a Alemania fue el 28 de noviembre de 2021, pienso en ese día y recuerdo a una persona llena de sueños, expectativas y unas ganas inmensas de aprender cosas nuevas. La fantasía que había tenido esa pequeña niña hace ya más de 10 años, se había finalmente acabado de materializar. Los últimos 4 meses han sido para mis llenos de aprendizajes y nuevas experiencias; desde acostumbrarme al ritmo de las clases, relacionarme con personas completamente nuevas, aprender todos los días palabras y expresiones que no conocía, tener que solucionar sola pequeños problemas cotidianos o entender las costumbres de mi familia anfitriona; hasta haber pasado fechas significativas como navidad y mi cumpleaños en el extranjero o tener que empezar a pensar en decisiones más trascendentales acerca de mi futuro.