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CULTURA CONFLUENCIAS
from Diálogo Jerez 2312
¿QUÉ SIGNIFICA PARA JEREZ, EL FILÓSOFO FRANCISCO LARROYO?
peño docente y la producción de su obra escrita.
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Apreciaciones exposición temática aderezada con las conjeturas y argumentos indispensables para disuadir, convencer, o para persuadir. pretación moderada pues para Larroyo la obra debe estructurarse más allá de la pasión y constituirse en incisiva, además de consistente.
Suele apreciase que la obra de Larroyo es, ante todo, pensar educativo. Nada más falso. La más somera revisión de su obra permite advertir que Larroyo atiende un alto compromiso asociado al pensar variado, sistemático y riguroso.
¿Qué significa para Jerez, el filósofo Francisco Larroyo?
¿Para quién habla? Entre la posguerra y la filosofía, entre la historia y la utopía, discurre la investigación y la subsecuente reflexión intelectual, incisiva y lúcida de Francisco Luna Arrollo, uno de los pensadores paladines de la educación, la ética, las artes y la cultura de nuestro siglo XX.
Significados
Cicerón nos regala con un pasaje astuto en su Discurso sobre la oratoria donde habla de que cada hombre es humano, pero que entre ellos existen algunos que son sólo humanoides, en la medida en que se ocupan de conformarse a la expresión mínima de sus dones, pues no los cultivan, no se enriquecen al acrecentarlos. En este sentido el humanoide pierde piso una vez que se resigna al admitir en su mente la idea de que no puede ni siquiera intentar cambiar.
Ignorándolo o no, Larroyo se yergue entre nosotros cual paladín de las ideas; como gladiador desde el heroísmo del servicio al conciudadano mediante la exploración de ideas.
Larroyo es una persona sumamente interesante por su posición frente a la producción intelectual respecto de la ciudadanía. Escribe para construir opinión pública, ciudadanía. Es el tipo de intelectual comprometido con la creación de atmósferas de desarrollo cultural, intelectual, económico, moral. Así se explican sus diversas intervenciones en el diseño de políticas públicas en materia educativa, su propio desem-
Al respecto, pudiera plantearse que el filósofo jerezano fue un gran educador pues sirvió a su país alentando programas educativos, en todo caso, utopías educativas, las cuales constituyeron verdaderas alternativas a la oferta educativa de la época, ampliando significativamente el impacto de la educación en la cultura y para la sociedad mexicana.
El aporte cultural del filósofo jerezano Francisco Larroyo ha sido abordado insuficientemente por la crítica especializada. Su influencia no ha sido claramente destacada a propósito de su despliegue teórico de la temática educativa moderna.
No obstante constituir sus textos pensando en estructurar una disciplina del conocimiento con fines de comprensión y diálogo, el filósofo jerezano habla y escribe para las nuevas generaciones. El rasgo distintivo en tal tentativa que subsiste hasta nuestros días revela una alta capacidad para pasar de una temática a otra, para abundar en la comprensión de tópicos más allá de las fronteras.
Los escritos persuasivos
Los escritos persuasivos guardan ese tono divulgativo y dado a la explicación pormenorizada de un tópico. Pero las obras de Larroyo, explican y adicionalmente, discuten, llevan al lector a considerar diversas perspectivas con tal de favorecer la crítica y el diálogo. Se trata de trabajos en cuyas líneas señorea la opinión informada, la perspectiva sustentada. Son textos argumentales afortunados para provecho de sus lectores. De tal manera que en sus páginas impera la
José Vasconcelos advierte que la escritura de libros acontece porque no se sabe vivir. Su reflexión apunta a sostener la tesis de que se escribe en sustitución de la posible participación en la vida civil. (En “Los maestros pensadores”, pp. 45 y ss.)

Por el contrario, con Larroyo, la escritura del libro se convierte en otra forma de militar en la vida civil. Sus obras atienden problemáticas que reclaman urgente salida. De esta manera, su producción intelectual se propone la gestación de respuestas a la dinámica social de su época, en plena comprensión de la sazón de los tiempos. En su tentativa existe una gestación de libros fraguados desde la inteligencia capaz de crear piezas de inter-
En principio, su obra destaca por la temática multifacética. El filósofo jerezano descolla por el ingenioso rigor con cuyo despliegue analiza los tópicos más disímiles. Sus libros apuestan a fundar un horizonte investigativo más allá de la intuición o de la opinión infundada.
Frente a sus obras, el lector atento acude con la sospecha de que se encontrará una exhaustiva revisión y una amena y dinámica exposición. Tal es su mérito; sus libros garantizan la bondad de fluir con ideas bien pensadas, con información útil y de la mayor importancia. La oficiosa lectura depara sumergirse en el mundo clásico de la cultura que siembra para pensar mejor, para ser mejores.