LA VISIÓN FOTOGRÁFICA DIANA BARBOSA Tª DE LA FOTOGRAFÍA 1ºB FOTOGRAFÍA
LA VISIÓN FOTOGRÁFICA. Me pasa siempre que tengo que escribir. Me bloqueo, no me salen las palabras y me resulta difícil saber por dónde empezar. No me gustaría que esto se quedara en un mero resumen de un libro leído para clase, en el que enumero puntos importantes y autores destacados. No, prefería darle otro toque. A ver si sale. Confieso que la primera impresión que me dio el libro de Momeñe, “ La visión fotográfica” fue la de que no me iba a gustar ni a servir de mucho. ¿Cómo un libro sin fotos ni biografías ni sitios a los que ir a buscar iba a darme nociones de fotografía?. Pero a medida que avancé leyendo me di cuenta que no, que era como asistir a una ponencia pero en el salón de tu casa, cada día. Consigue que estés sumergido durante unas horas en el mundo de la fotografía, como si no existiese nada más, como si pudieras ser cualquier cosa, por que este libro te da alas. Te inspira, te hace investigar, conocer y sobretodo mirar, mirar muchas fotos. Y en su mayor parte lo que más ganas da de hacer ,es coger la cámara y salir a hacer fotos, como Garry Winogrand, por ejemplo. Por decir uno, porque me gustan muchos, muchísimos. El lado oscuro, es que te da vértigo. Vértigo porque te abruma, te intimida. Hay un millón de fotógrafos con fotografías espectaculares y te planteas muchas veces ¿voy a conseguir algo así alguna vez?. Te hace mirar hacia arriba y pensar que falta mucho para alcanzar la cima, en lugar de mirar hacia abajo y decir: “Llevo camino andado”. Es un libro que no te da lecciones pero te intenta enseñar que hay que “centrarse”, en el sentido de “el coleccionista de mariposas” pero me gustan tantos fotógrafos con estilos diferentes que me encantaría poder mezclarlo todo en uno y ser la súper fotógrafa. ¿Y si me gusta mucho el estilo oscuro de Meatyard pero a la vez me encanta la fotografía de calle de Meyerowitz? Es decir, sé que es importante hacerte con un estilo, pero es que no me decido y me gustaría hacerlo todo, ¿si hago fotos de diferentes estilos estaré renunciando a mi estilo personal? ¿Sería reconocible mi estilo si soy muy variable? Son dudas que me asaltan.
Hay que pararse y pensar qué tipo de fotógrafo quieres ser o te gustaría llegar a ser. Si eres un artista o un mero aficionado. Te preocupas por lo que quieres enseñar o simplemente disparas. Puede sonar desalentador , pero en cierto modo lleva mucha razón. Nada tiene que ver aquel que tiene una cámara y hace fotos que le salen bien con aquel que lleva dentro el disparar, cómo Lartigue. No digo que haya que tener un don a la hora de fotografiar, pero ayuda mucho tener una sensibilidad, un interés, una comprensión del mundo que nos rodea, una visión diferente a la que ya ha sido dada, como dice Momeñe: “El espacio es todo el que hay ,y, por fortuna para nosotros, prácticamente infinito, porque nosotros ya no buscamos lugares sino espacios, algo que no existe a no ser que lo creemos”. ( pag 84, La visión fotográfica,E.Momeñe) El libro te brinda la mejor posibilidad de crear esta visión, la mejor posibilidad para aprender que existe, la de investigar por ti mismo, exprimir al máximo e indagar a fondo sobre un fotógrafo, sus influencias, sus intereses, lo que pretende enseñar y aprender a esforzarte en conseguir algo parecido. Consumir fotos, muchas fotos. Abrir la mente a nuevos fotógrafos, ceder ante aquellos que no son tu estilo y dejarte empapar por su visión. Por que si, hay que tener referencias, hay que saber mucho, tanto técnicamente como “visualmente”, ponerle corazón. Puedo hacer un balance positivo de la lectura de éste libro porque he tenido la grata sensación de “morirme de amor” cada vez que descubría un nuevo fotógrafo, he vibrado de emoción al descubrir cada una de las fotografías de Ralph Gibson, Gordon Parks, Guy Bourdin, Bernand Plossu, Richard Misrach, Robert Frank, Willy Ronis, Florence Henri, Raymond Depardon, Brassaï, Stephen Shore, Irving Penn,Nan Goldin…y esto por nombrar algunos, lo sé , se me ve el plumero, se me nota a la legua lo que me gusta y lo que me gustaría conseguir. Mi fototeca se chiva de los que más me gustan. Pero la culpa es de Momeñe, te da los nombres, tú los buscas y de pronto das con algo maravilloso, un fotógrafo que te encanta y entonces no lo puedes evitar, todo lo que ves lo tienes que tener, lo tienes que “guardar”. Lo quieres para ti, para poder visitarlo y regocijarte en las imágenes, dejarte invadir por esa sensación única que producen, en mi caso, creo que durante la lectura he sufrido varios “síndrome de Stendhal”, no lo puedo evitar.
Me obsesiono, lo quiero ver todos, quiero saberlo todo y me da rabia no tener “eso” que tenían ellos. No puedo permitirme una gran colección de fotografías, mientras tanto la fototeca hace esa función. Este libro te hace reflexionar y plantearte si realmente “tienes lo que hay que tener” para ser fotógrafo. No sólo un equipo fotográfico te hace fotógrafo , hay más, una cierta visión, unas ganas de enseñar a los demás cosas que no ven, que se les escapan. Ser trabajador, moverte, investigar, esforzarte en que tus imágenes tengan fuerza, tengan potencia. Que sean correctas técnicamente, no se permite fallos de principiante. No si quieres que algo funcione. La fotografía no es un medio amable, no le sirve que se quede a medias lo que quieres expresar, tiene que impactar. De lo contrario , te quedarás en un simple aficionado. Hay que llevarlo más allá, crear una visión nueva de algo ya hecho. Todos los fotógrafos aquí nombrados, están aquí por algo, destacaron en algo. Dieron con su “gallina de los huevos de oro” a la hora de hacer fotos. Me gusta la idea que plantea Duchamp “Otorgar nuevos nombres a las cosas”…(pag 146). Que si, que está todo hecho, que es difícil no compararse y más con tales genios, que lo difícil es conseguir un estilo, pero una vez conseguido, exprimirlo al fondo. Y no parar de aprender, nunca parar. Quiero hacer una pequeña referencia a lo que he aprendido a distinguir en cada fotógrafo, o por lo menos lo que más me llama la atención de cada uno de ellos. Cosa que cuando empecé el curso no era capaz. Y me voy a quedar con pequeñas cosas de cada uno de mis favoritos. Por ejemplo: El uso del color en Guy Bourdin y William Eggleston. La importancia de la escala en Andrés Serrano en La Morgue. La camaleónica Cindy Sherman. La crítica de Nan Goldin, La poesía visual en Brassaï y Kertesz. La luz en Garry Winongrand. Los retratos de Avedon, Weegee, Diane Arbus, Irving Penn, Helmut Newton. La fragilidad de Francesca Woodman. La crudeza de Jacob Riis, Lewis Hine, Dorothea Lange.
La originalidad de Lee Friedlander, Ralph Gibson, Florence Henri. La mirada de Willy Ronis. Las mujeres de Richard Depardon. La delicadeza de Bernard Plossu. Las series fotográficas de Duane Michals y Sophie Cell. La textura en Richard Misrach. La oscuridad en Ralph Eugene Meatyard. El ritmo en Alfred Eisenstaedt. La ironía de Martin Parr… Estos son unos cuantos de los que he aprendido algo, sé que me llevo eso de la lectura del libro de Eduardo Momeñe. Me ha permitido conocer muchísimos fotógrafos que no sabía que existían e indagar en los que conocía de nombre. Me ha dado ideas, cosas que no había pensado que se podían hacer. Pero sobretodo me he grabado a fuego varias cosas: El equipo no es tan importante como creía, lo importante es la visión del que lo maneja. Pero hay que respaldarlo con conocimiento, mediante referencias de fotógrafos y formación técnica básica. Puedes saltarlo después ,pero tienes que saber de todo. Es como saber dibujar realista pero elegir pintar como los cubistas. Es válido. Que no te pillen en un renuncio, que el espectador no sepa más que tú. También que hay que plantearse que tipo de fotógrafo quieres ser, ¿de salir a la calle o de estudio?. Francamente me encanta la Street photography , pero me encantan las fotos preparadas de estudio. Con lo que sé y lo que me permita mi creatividad, haré lo que pueda. Por último, que he conseguido aprender, de verdad. Me acuerdo de fotos, de fotógrafos, creo realmente que puedo reconocer el autor de la foto que me enseñen. Aunque también tengo la sensación de mucha información asimilada en poco tiempo, son muchos y tienen muchas obras. Pero sé que le dedicaré un tiempo a todos y cada uno de ellos para investigar más, para ver más fotos, para conocerlos a fondo y absorber todo lo que pueda de su estilo, sus motivaciones e influencias.
Termino el libro con ganas de saber, de aprender más y sobre todo de hacer fotos. Experimentar, pensar, equivocarme, tomar un tiempo para preparar un proyecto, esmerarme en el. Si antes no tenía idea de por donde empezar, al menos ahora tengo una idea. Y si no llego a nada al menos lo habré intentado.