Benemérita escuela normal “Manuel Ávila Camacho”
Licenciatura en educación preescolar Segundo semestre
Materia: Forma, espacio y medida
Maestro: Rodolfo Calvillo Ponce
Alumna: Diana Guadalupe Sánchez Rodríguez
El primer contacto del alumno, con el mundo de la geometría
En el siguiente ensayo se presenta un tema que todos los docentes en la licenciatura en educación preescolar debemos de tomar en cuenta para poder desarrollar en los alumnos un pensamiento matemático, siendo más específicos, pensamiento geométrico, que serian los primeros contactos que tienen los alumnos con el mundo de la geometría, experiencias, juegos y su propio entorno. Uno sin tener los conocimientos necesarios puede llegar a pensar que el primer contacto del alumno con la geometría, es en el salón de clases, pero esta es una idea errónea, ya que los niños desde una edad temprana ya empieza a tener conocimientos de su espacio, ya que como el niño aun no puede desplazarse por sí mismo, empieza a percibir los objetos bidimensionalmente (lejos, cerca), y al hacer esto empieza a coordinar el espacio y así poder llegar a su objetivo. Otro contacto que tiene el niño con la geometría, son con los juguetes con los que juega, ya que hay algunos especiales que tiene formas geométricas para que el niño las vaya aprendiendo. Pero, ¿Cómo aprenderá todo esto el niño?, según Piaget “los conceptos espaciales se van construyendo progresivamente, a partir de las experiencias de desplazamiento del sujeto” Estas experiencias el niño las empezara a vivir de forma inconsciente a través de las experiencias que viva, como el jugar, ya que como mencione antes, hay juguetes especiales para que aprendan las figuras geométricas, pero así como hay juguetes existen juegos donde también el niño aprenderá los números, gracias a estos primeros contactos, también el niño realiza descripciones simples de las cosas que estén a su alrededor, poco a poco el niño va adquiriendo aptitudes que le permiten comparar y reconocer los cuerpos con formas y figuras geométricas, orientarse según sus movimientos, como derecha e izquierda, norte, sur, este y oeste; también le permitirá hacer esquemas de acción y representaciones. Este elemento del conocimiento espacial es base para después tener conocimiento geométrico. Al ingresar el niño al jardín de niños, gracias a las experiencias que han desarrollado en sus primeros años de vida, los niños ya tienen conocimientos matemáticos, con ellos son capaces de resolver problemas matemáticos sencillos, cambian nociones de espacio y medida, hacen correspondencia uno a uno, realizan comparaciones (ejemplo: aquí hay mas, aquí hay menos). De estos conocimientos es donde el docente va a partir, claro conociendo a cada alumno, esto lo hará por medio de la observación y haciendo reportes individuales
de cada alumno, después de ello el docente se encargara de moldear, fortalecer y enriquecer los conocimientos geométricos. Dentro de esto implica que los docentes utilicen todo lo que esté en su entorno para poder realizar actividades para conseguir la integración y la interacción del niño a lo que sería el pensamiento geométrico; Ahora el niño vivirá diferentes experiencias, pero no será como las había vivido anteriormente, esta vez serán significativas; porque no se les puede enseñar geometría solo dando información, por ejemplo: el docente en el pizarrón dibuja una figura y les dice esto es un cuadrado, bien los alumnos pueden aprender la figura y cada vez que el docente pregunte qué forma tiene, ellos contestaran, pero porque memorizan la figura, es por eso que el docente debe de emplear su contexto para enseñar a los alumnos, con esto me refiero a que el docente apunte a la ventana y les pregunte a los niños que forma tiene, así los niños empezaran a razonar ¿cuántos lados tiene?, ¿cuántas esquinas tiene? y así poder relacionar el pensamiento geométrico con su entorno; Claro para cada experiencia se debe de tomar en cuenta las edades de los alumnos y de lo que el niño puede conocer del lugar. Así el alumno podrá ver más allá de simples formas, ver lo más profundo y complejo, desarrollara capacidades muy diversas, en especial la imaginación, la creatividad y el gusto por las formas. Como conclusión, puedo decir que los niños saben más de lo que pensamos, ya que aunque no sepan a ciencia cierta las formas, números, etc. Pueden vincular espacios y medidas, poder encontrar varias alternativas para llegar a un punto en especifico, además de que recuerdan distancias y lugares. El niño desde una temprana edad tiene las nociones básicas de lo que existe en su entorno, pero para formalizar esas nociones es necesario una estimulación, así como ayuda de los padres y docentes de presentarles experiencias significativas, como juegos didácticos donde implique que piense y busque estrategias para que vincule lo que hace día a día, para que el niño pueda conocer de forma específica las áreas, su escuela, calle, su entorno y le den un acercamiento con la geometría.
Bibliografía: Programa de estudios 2011. Guía para la educadora. ¿Cómo enseñar matemáticas en el jardín?- Capítulo III. Espacio.