Benemérita Escuela Normal “Manuel Ávila Camacho” Licenciatura en educación preescolar Cuarto semestre Alumna: Diana Guadalupe Sánchez Rodríguez Epilogo: por qué, cómo y cuando hacer el diario. •
Hacer el propio diario ¿por qué?
-
Tanto el escribir sobre lo que hacemos como el leer sobre lo que hemos hecho nos permite alcanzar una cierta distancia de la acción y ver las cosas y a nosotros mismo con perspectiva.
-
A los pocos días todo desaparece y los recuerdos e imágenes que restan son demasiado vahos e imprecisos como para concederles atención; por eso hay que utilizar los diarios.
-
Las palabras del diario se convierten en “contenedor” de la experiencia, en garantes de su conservación. Y podernos volver sobre ellas cuantas veces queramos para releerlas y releernos.
-
La actividad profesional requiere siempre de la reflexión.
-
Es claro que los profesores sea cual sea el nivel al que pertenezcan desde la maternal, no miden su calidad por el número de años de ejercicio profesional.
-
La reflexión se ha convertido en los últimos años en un punto clave de cualquier análisis de las competencias profesionales.
-
No es la práctica por sí misma la que genera conocimiento.
•
¿Cuándo conviene escribir el diario?
-
Cualquier oportunidad puede ser buena para escribir.
-
Resulta preocupante que las dificultades para escribir se produzcan también entre los profesionales de la enseñanza.
-
No se escribe por falta de motivación o falta de tiempo.
-
El diario puede resultar un instrumento de alto valor formativo.
-
Cuando escribimos el diario, nos obliga a reconstruir el evento o la sensación narrada; el propio hecho de contarlo hará que la situación se reconstruya desde parámetros menos emocionales y el sujeto puede controlarla mejor.
-
En ocasiones la vida personal con la institución puede llegar a combinarse y a contaminarse, y con el diario nos permite verlos desde otra perspectiva, más objetiva.
-
La profesión de enseñante es muy vulnerable a los problemas de tipo psicológico y psiquiátrico.
-
El diario nos permite “contarnos”, sacar fuera los demonios que a veces se nos acumulan dentro y conseguir que lo que eran vivencias y sentimientos no siempre controlables pasen a ser “narración”, es decir, algo externo y construido por nosotros mismos.
-
Al hilo de la narración nosotros mismos vamos recuperando imágenes y recuerdos que pasaron desapercibidos.
-
El diario nos ofrece una doble perspectiva: sincrónica (lo que se cuenta en cada unidad) y diacrónica (la forma en la que va evolucionando los hechos narrados).
-
El diario se convierte en un material valioso de autocontrol.
-
El diario nos permite salir de la tensión; el diario no cura ni resuelve los problemas pero ayuda a controlarlos.
-
Resulta importante realizar el diario como medio para ir documentando el proceso que se va siguiendo; además de que así tener un control de las acciones que se han ido tomando para enfrentar los problemas que se presenten.
¿Cómo hacer un diario? -
El diario se puede escribir de la manera que más le apetezca al autor.
-
El diario depende de la finalidad de este; y de condiciones: la consigna, la periodicidad (2 veces por semana), la cantidad (depende de la capacidad de cada uno), el contenido, la duración no debe ser menor que el periodo o proceso que se desea cubrir con el diario,
-
Depende del diario responde a una consigna.
¿Cómo analizar el diario? -
Podemos hablar de distintos niveles de complejidad en el análisis de los diarios: nivel básico (puede ser analizado por uno mismo o por un compañero), nivel medio (requiere un cierto conocimiento de las técnicas para el análisis de contenido), nivel complejo de análisis (conocimientos avanzados en el análisis de contenido, la enseñanza, el funcionamiento de la escuela, etc).
-
Se pueden extraer de ellos los siguientes tipos de informaciones: Construir la impresión general sobre lo que cuenta el diario, lectura completa del diario. Analizar los patrones o redundancia, que tipo de cosas se va repitiendo una y otra vez hasta construir una especie de patrón general de la narración. Identificar los puntos temáticos que van apareciendo y hacer una lectura transversal de los mismos, lectura completa de todo el texto. Segunda lectura en la que se va anotado la margen del texto el asunto o tópico que se trata en ese punto, Nueva lectura completa por cada uno de los tópicos identificados. Análisis sincrónico y diacrónico del contenido de cada uno de esos tópicos. Al final presentar un mapa de los tópicos.
-
Analizar cualitativamente los elementos explícitos e implícitos de la información del diario.
-
Identificar los dilemas profesionales o personales que aparecen en el diario. El mayor potencial del diario se expresa en la posibilidad de poder “dominar” los dilemas profesionales y personales de quien los escribe.
-
A veces llama la atención como a partir de las cosas sencillas y aparentemente simples que se cuentan en un diario se puede llegar a obtener una información rica y de gran utilidad en el proceso de autoconocimiento y formación.
Condiciones para analizar los diarios -
Para analizar los diarios debemos de tomar en consideración tres condiciones.
Evitar los análisis superficiales, se corre el riesgo de introducir una especie de censura anticipada. Aportar siempre textos que revaliden las apreciaciones de quien analiza el diario, que no sean inventados. Nunca debemos de olvidar la parte ética del trabajo con diarios. No es ético utilizar textos de un diario realizado en un contexto determinado en contextos diferentes a éste o con intenciones diversas a las que condicionaron su elaboración.