INSTITUTO SUPERIOR PEDAGOGICO “JAIME ROLDOS AGUILERA”
LEYENDA
Narra la leyenda que en el convento de San Diego, de la ciudad de QuitoEcuador, viv铆a hace algunos siglos un sacerdote joven, el padre Almeida, el mismo que se caracterizaba por su afici贸n a las juergas y al aguardiente.
Todas las noches, él iba hacia una pequeña ventana que daba a la calle, pero como esta era muy alta, él se subía hasta ella, apoyándose en la escultura de un Cristo yaciente. Hasta que una vez el Cristo ya cansado de tantos abusos, cada noche le preguntaba al juerguista: ¿Hasta cuándo padre Almeida? , a lo que él respondía: “Hasta la vuelta Señor”. Una vez alcanzada la calle, el joven sacerdote daba rienda suelta a su ánimo festivo y tomaba hasta embriagarse. Al amanecer regresaba al convento.
Pues una madrugada el padre Almeida regresaba borracho, tambaleándose por las empedradas calles quiteñas, rumbo al convento, cuando de pronto vio que se aproximaba un cortejo fúnebre. Le pareció muy extraño este tipo de
procesión a esa hora, y como era curioso, decidió ver el interior del ataúd, y al acercarse vio su propio cuerpo dentro del mismo.
Del susto se le quitó la borrachera, corrió desesperadamente hacia el convento, del que nuca volvió a escaparse para irse de juerga.