Mi Caballo Dany Diana Lucía Jiménez Lorza Natalia Palacio Torres Yuri Stefanía Vásquez Jiménez Lic. Pedagogía Infantil VII Semestre Universidad Minuto de Dios 2017
Mi caballo Dany Mi nombre es Morgan, tenía un caballo al que le llamado Dany y disfrutaba mucho entrenándolo, él tenía un buen temperamento, ojos muy alertas y muy activo, mejor dicho era un caballo excelente. Al cabalgarlo me sentía como en las nubes, es todo lo que un niño de mi edad desea tener, mi caballo era sumiso y muy fiel.
En ocasiones le ponía algunos obstáculos a Danny para que los esquivara, pero a él no le gustaba, era divertido ver el susto que le daba cuando iba a travesar los obstáculos, se ponía muy nervioso, pero aun así mi hermoso caballito confiaba en mí y en todas las palabras que le di de aliento, él sabía que no le haría nada que le causara daño.
Como no quería que un día mi caballito se perdiera, o que viniera una persona mala y se lo llevara, tomé la decisión de atarlo a un árbol con una cuerda de papá, la misma con la que él ata todos los demás caballos de la finca. Sé que el pobre Danny se sentía muy triste de mantener atado todo el tiempo, y quizá lo mismo deben sentir todos los demás pero ¿Qué más podía hacer?
Como Danny nunca fue grosero, la única manera que encuentro para liberarse era morder su cuerda hasta romperla y quedar libre, y así lo hacía con las cuerdas de sus amigos lo demás equinos, le gustaba sentirse libre.
A Danny no le gustaba estar limitado a los pastizales, si podía ir más allá de las púas y los alambres que lo limitaban Danny lo hacía.
En más de una ocasión lo hizo y cuando lograba liberarse se iba y mis vecinos de amables lo traían de vuelta, es increíble que Danny haya aprendido empujar las puertas de los potreros y a pesar de que casi siempre causaba daños al salirse elogio su astucia e inteligencia para llegar a tales circunstancias; mas su creatividad e ingenio no es algo que todos los vecinos admiraran,
Danny estuvo varios días a punto de ser atropellado por un auto, al salirse a la carretera y los camiones pasaban muy rápido justo por su lado.
Sin embargo, un día alguien en casa salió y se olvidó de poner los candados de las puertas. Danny como un buen caballo astuto se enteró de lo sucedido y más adelante se dio el plan de fuga, así que empezó con su rutina de morder su cuerda y la de los otros caballos y de esta manera salieron al pastizal.
Pero esta vez sucediĂł una tragedia. Mi padre habĂa puesto un grano envenenado en el pastizal para los roedores y como era de esperarse Danny se vio tentado por el grano y en cuestiĂłn de segundos mi querido amigo estaba teniendo convulsiones
Y así como Danny hay muchas personas que no tienen malas intenciones y no desean hacer malas acciones, pero son muy activos y se impulsan a hacer cosas dominados por su curiosidad y experimentación; como es de esperarse no les gusta que los ate con cuerdas, así que la mejor manera posible es crear métodos con lo que logran lo deseado; por así decirlo, ocupados siendo guiados con amor y con paciencia y de tal manera no se percatan de ser más responsables y dedicados a su pasión, por lo contrario se dejan ir por diferentes rumbos y hacen lo que quieren violando los principios fundamentales del bien siendo de esta manera una trampa que lo guiará a una dificultad, inclusive hasta la muerte.
Fin…