Delegación Tlalpan
Maricela Contreras Julián Jefa Delegacional Mireya Sofía Trejo Orozco Directora General de Cultura
Consejo Nacional para la Cultura y las Artes Dirección General del Culturas Populares Primera Edición
Edición: Voces de Cultura Coordinación general: Tania Mena Bañuelos Investigación: Gabriela Iturralde Nieto, Rosa Larralde Ridaura, Manuel Mejía Rodríguez Fotografía: Ireri de la Peña Diseño: Juan Carlos Ortiz San Juan Cuidado de la edición: Ximena Gironella Antúnez Asistente de diseño: Jair López Arias Ayudante de investigación: Verónica Martínez Ogarrio MAGDALENA PETLACALCO
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Agradecimientos:
Gracias a Fátima Ovando y Paola Ovando por compartirnos su trabajo sobre el pueblo de la Magdalena, al Sr. Gonzalo Ávila por ilustrarnos sobre las tradiciones de su familia, y a don Ramón por mostrarnos cómo todavía se puede mantener un negocio tradicional en medio de tanta industrialización. También queremos reconocer la labor de Sofía Trejo, María de Lourdes Martínez Rodríguez, Iván de Lázaro, Yuritzi López Alvarado, Mario Martínez, la gente de Comunicación Social, que colaboraron con bellas imágenes, promotoras y promotores de cultura, y tantas otras compañeras y compañeros que desde la Delegación nos dieron su apoyo incondicional. En la parte histórica es invaluable la ayuda que nos brindaron Carlos Ruiz Abreu, director del Archivo Histórico de la ciudad de México, y la cronista María Teresa Suárez Castro, de Tlalpan. Por último, agradecemos a toda la comunidad, que nos abrió las puertas de su pueblo y nos permitió adentrarnos en su historia, costumbres, gastronomía, oficios, medicina tradicional, parajes, plantas, edificios, plazas, y patrimonio… GRACIAS.
MAGDALENA PETLACALCO
La ciudad de México vista desde la Magdalena.
Introducción En el kilómetro 25 de la carretera federal a Cuernavaca se encuentra el desvío hacia el pueblo de la Magdalena Petlacalco, unos kilómetros más delante de San Miguel Xicalco, a un lado y otro del camino se desarrolla este pueblo originario de Tlalpan. Al estar ubicado en una elevación ofrece magníficas vistas de la ciudad de México. El nombre del pueblo tiene su origen en la leyenda que cuenta cómo la santa María Magdalena se apareció varias veces en una cueva ubicada donde ahora está la iglesia del pueblo. La segunda parte del nombre del pueblo –Petlacalco– ha sido interpretado como Lugar de casas de Petate, su origen proviene de la palabra náhuatl “Petlaca – lli petaca [de pétlat petate y calli casa o cubo], -co part. locativa.” 1
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1 Montemayor, C. (2008). Diccionario del Náhuatl en el Español de México. México: Universidad Nacional Autónoma de México, Gobierno del Distrito Federal. 5
Hasta la banda es alusiva al petate
Petate El petate es una estera o alfombra tejida con tallos de tule, espadaña o palma fina, que tiene múltiples usos en la vida cotidiana, se utiliza principalmente para dormir sobre ella. Es un objeto de uso tan generalizado que en la cultura popular hay un gran número de refranes. • A buen sueño no hay mal petate: cuando se tiene sueño no importa en dónde se duerma. • Asustarse con el petate del muerto: se dice de alguien que se asusta con facilidad, alguien miedoso. • Dar más lata que un petate con pulgas: se dice de alguien fastidioso.2
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2 Ibídem MAGDALENA PETLACALCO
La iglesia de Santa Magdalena Petlacalco
A los habitantes de la Magdalena Petlacalco se les designa de la siguiente manera: Cihuapetlacálcatl – señora petlacalquense Petlacálcatl – señor petlacalquense Cihuátzin petlacálcatl – señorita petlacalquense Ichpocapetlacálcatl – doncella petlacalquense Telpocapetlacálcatl – joven petlacalquense Cihuapíltzin petlacálcatl - niña petlacalquense Píltzin petlacálcatl – niño petlacalquense La iglesia es el corazón del pueblo, esta capilla fue edificada durante los primeros treinta años del siglo XVIII. Está construida en cantera y tezontle. El templo está conformado por una sola nave de tres tramos. Tiene dos torres, una de ellas, la de la derecha, llama la atención pues es evidentemente más reciente, fue añadida a la iglesia en 1966 y en ella se encuentran los relojes (hay cuatro, cada uno mira a cada uno de los puntos cardinales), en la otra se encuentra el campanario que culmina en una pequeña cúpula cubierta de azulejos blancos y azules decorada con algunas figuras.
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El interior de la iglesia
Se cuenta que una familia encontró la imagen de María Magdalena –que ahora está en el altar– enredada en un petate dentro de una cueva. Tras el hallazgo la familia dio aviso al párroco y a partir de entonces se construyó la parroquia para albergar a la santa. Dentro de la capilla, en el fondo, se encuentra un altar neoclásico realizado en cemento y pintado de blanco y dorado con una escultura en madera, dentro de una vitrina, la cual representa a santa María Magdalena. La escultura data de hace unos setenta y cinco años aproximadamente, está tallada en madera de colorín y fue mandada a hacer por algunos vecinos del pueblo. Mide aproximadamente 50 cm de alto, tiene peluca de pelo natural, en una mano lleva una imagen de Jesucristo y en la otra un globo terráqueo, está tocada con una corona de oro y cada año el vestido se renueva variando con ello el color. También los adornos del altar se reemplazan, pues deben ir acorde con el color del vestido de la santa. Además de dicha imagen hay estandartes y esculturas, como la del Señor de la Columna, de la Virgen de la Luz y de la Divina Infantita, quienes también son venerados en el pueblo.
MAGDALENA PETLACALCO
La Magdalena –como se conoce comúnmente a este pueblo– era una comunidad eminentemente rural hasta los años cuarenta del siglo XX, con el paso de la carretera y la apertura de vías de comunicación y los transportes, la gente y el estilo de vida de este pueblo cambió, si bien han mantenido sus costumbres y las actividades propias de las comunidades campesinas, hoy en día pocos de sus habitantes se dedican a actividades agrícolas, y los estilos de vida urbana se han impuesto. En la actualidad, 680 hectáreas son de propiedad ejidal y 250 hectáreas de bosque son de propiedad comunal. Las tierras de labor que se conservan están dedicadas a la siembra de maíz y a la floricultura, sobre todo al cultivo de lilis. Algunos terrenos están orientados a la producción de hortalizas, hay nopales, quelites y quedan algunos magueyes. También hay quien se dedica a la cría y engorda de ganado bovino y a la producción de conejo. Los servicios han sustituido a las labores del campo como principal ocupación de las personas originarias de la Magdalena, muchos de sus habitantes salen a trabajar a la “ciudad de México” y otras han instalado en el propio pueblo sus negocios.3
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3 Ovando, Fátima y Ovando, Paola. Magdalena Petlacalco. Documental. 9
Bosquejo histórico • Época prehispánica A partir del siglo XIV, la región suroeste de la planicie del Valle de México fue dominada por los tepanecas, quienes invadieron esta región en el siglo anterior. Los invasores sometieron a los mexicas de Tenochtitlán a pagar tributo, pero en el siglo XV los aztecas se sublevaron contra los tepanecas de Azcapotzalco, y en 1427 se inició la conocida “Gran Guerra”, en la que los tepanecas fueron vencidos. Seis años después estalló una nueva guerra entre los mexicas y los tepanecas de Coyoacán; éstos últimos cayeron ante sus enemigos y huyeron a refugiarse en la sierra. Los papeles se intercambiaron, y los mexicas se convirtieron en amos y señores de los tepanecas, y éstos en sus tributarios y sirvientes, aunque siguieron conservando a sus caciques. En el siglo XVI algunas familias nahuas pertenecientes a la tribu de los acolhuas, los tlahuicas y los tepanecas se instalaron en plena sierra, cerca de unas fuentes; éste era un punto estratégico, pues la laguna en la planicie se había secado. Ahí se levantaron unas cuantas cabañas que dieron origen a Xicalco y a la Magdalena Petlacalco.
El atardecer en los campos.
MAGDALENA PETLACALCO
• Periodo colonial El origen del pueblo se remonta a la época colonial, aunque no se tiene una fecha precisa de su fundación oficial. Las primeras noticias datan de finales de la Conquista, pues fue en esta época cuando entraron los españoles a invadir Tenochtitlán; y los habitantes del A.jusco, al enterarse de dichas invasiones, mandaron gente a cuidar las tierras de la actual Magdalena Petlacalco. El pueblo se mantuvo compuesto de unas cuantas chozas hasta el siglo XVIII, en que fue urbanizado. En el siglo XVI tenía apenas alrededor de 470 hectáreas. En 1682, los habitantes de la Magdalena vendieron sus tierras a José Tello de Meneses y éste fundó la hacienda del Xoco, que para finales de la Colonia tenía una extensión cercana a las 5,000 hectáreas, y llegaba a abarcar parte del poblado de San Andrés. Los encargados de cuidar dichas tierras establecieron rancherías, y para 1725 había entre 15 y 20 casas en todo el pueblo, las cuales estaban hechas de troncos de árbol y cubiertas de petates de zacatón que hacían o compraban los habitantes del lugar. Con la construcción de la iglesia aumentó el número de casas y habitantes.
Antigua lápida fechada el 31 de enero de 1759, que se encuentra en la iglesia del pueblo.
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• Siglo XIX Los pueblos escasos de recursos, como la Magdalena, ya fuera por falta de tierra, usurpada por los hacendados, o por falta de trabajo, optaron por laborar en las haciendas como peones, obreros, sirvientes, pastores o leñadores para aumentar sus recursos y sobrevivir. Sin embargo esta no era una buena solución, pues las haciendas pagaban muy poco, dos o tres pesos por jornada, o peor aún, tenían una tienda de raya donde los campesinos se endeudaban para el resto de sus vidas, y tenían que rentar las tierras para trabajarlas, pagando, por supuesto, la mayor parte de su cosecha. Esta situación tuvo mucha relación con los conflictos por la tierra, que se daban ya desde entonces. Se sabe que en Magdalena, en 1884, los campesinos ya poseían algunas pequeñas propiedades, pero también mantenían el sistema comunal de tierras. Los que compraban estos terrenos eran gente de dinero, y adquirían sus bienes perjudicando al pueblo. Un ejemplo de esto es que 199 hectáreas, aproximadamente dos tercios del pueblo, fueron acaparadas por solamente tres familias: El dominio Xiltimic (39 hectáreas) era propiedad de Ángel Ortiz; el dominio Caxtalpa (35 hectáreas), de Antonio Ortiz; el dominio Loma Larga (30 hectáreas), de Guadalupe Ortiz. El dominio Tepenacxtititla (35 hectáreas), de Félix Osono; El dominio Oyamel (40 hectáreas), de Santiago Osono; y el dominio Tlalminolco (20 hectáreas), de Guadalupe Gómez.
Borregos.
La campana de la iglesia, que fue hecha con el material de 3 campanas de tiempos de la Independencia.
MAGDALENA PETLACALCO
• Siglo XX a la actualidad Escena de la Revolución mexicana en la Magdalena: “Los zapatistas se acercaron ayer a Tlalpam sorprendidos entre el Ajusco y la Magdalena. Fueron muertos setenta y uno huyendo los demás a la desbandada. El tiroteo causó gran alarma. Ayer se recibieron telefonemas en la Comandancia Millitar, anunciando que una partida numerosa de zapatistas se encontraba en el Ajusco, en las inmediaciones de Tlalpam.”4 “Ayer se libró un combate en el Ajusco. Ayer por la tarde recibió aviso la Comandancia Militar de que se había acercado al pueblo de la Magdalena, en las cercanías del Ajusco, una gavilla zapatista, y desde luego el general Javier de Moure ordenó al coronel Martín Gutiérrez, jefe del destacamento de Santa Fe, que saliera en su persecución. Por la tarde el Comandante Militar fue informado telefónicamente que el mencionado coronel había alcanzado a los bandoleros en el cerro del Vidrio, entablando con ellos un combate que duró algunas horas, no pudiendo precisar detalles del encuentro ni las bajas hechas a los bandidos por haber sorprendido la noche a las fuerzas federales en la persecución del enemigo y levantado el campo.”5 Después de la Revolución se abrieron caminos de herradura y el único medio de transporte en el que se podía pasar era el caballo. Por estos caminos la gente transitaba de Magdalena Petlacalco a Tlalpan o a otros lugares cercanos para poder llevar a cabo el trueque de víveres, ya que este intercambio y la agricultura, eran las únicas opciones para el sustento de los habitantes del pueblo.
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Escena del jaripeo en la Magdalena.
4 Rodríguez, F. Sobre la tierra. Tlalpan a través del tiempo. Pág.171 5 Ibídem Pág.173 13
Desde 1921, con el fin de la lucha revolucionaria, las zonas de la sierra tlalpense empezaron a poblarse, y comenzaron las primeras demandas de tierras bajo la presidencia de Álvaro Obregón y Emilio Portes Gil. Los habitantes del pueblo presentaron sus títulos de expropiación en septiembre de 1923, y solicitaron que se repartieran las tierras de la hacienda “la Venta Ajusco”, las que comprendían 243 hectáreas. En mayo de 1929 les responde el gobierno que fue imposible probar la expropiación. Los habitantes de la Magdalena argumentaron que habían sufrido otras expropiaciones en el año de 1894, y esos territorios habían sido confirmados como parte de la Hacienda en 1897. La disolución del comité agrario local generó la pérdida de los documentos probatorios de las propiedades del pueblo, y los trámites se detuvieron. En 1929 el pueblo contaba con una dotación de aproximadamente 141 hectáreas de carácter ejidal para cultivo, y tres hectáreas adicionales de agostadero, pero esa cantidad de tierra no era suficiente para 134 ejidatarios. Se realizó un censo que arrojó que catorce personas eran susceptibles de recibir dotaciones de tierra. El comité agrario les otorgó 141 hectáreas en ejido, así que tocó a un poco menos de una hectárea por familia.
Escena del jaripeo en la Magdalena
MAGDALENA PETLACALCO
Invernaderos.
En el sexenio del presidente Lázaro Cárdenas (1930-1936), por decreto presidencial se giró la orden para que a ese grupo de ejidatarios se les extendiera hasta 602 hectáreas a repartir entre todos, con 75 áreas de bosque para uso ganadero. En enero de 1938 la comunidad de la Magdalena recibió una dotación definitiva de 1210 hectáreas, por lo que los campesinos se organizaron para llevar a cabo la explotación de los bosques, ya que las tierras otorgadas eran tierras de montaña. El problema de las pequeñas propiedades en los pueblos, lejos de resolverse siguió acrecentándose. Por ejemplo, en 1948 los campesinos del pueblo pusieron una denuncia en contra del Sr. J. Gutiérrez de Mendoza, que había comprado 199 hectáreas sobre áreas comunales a las familias Ortiz, Osorio y Gómez. El primero en tomar el caso fue el juez de primera instancia de Coyoacán; éste dictaminó la validez de los documentos del Sr. Gutiérrez y lo confirmó como dueño de las tierras. El pueblo retomó el asunto en 1960 y nueve años después el Departamento Agrario reiteró la autenticidad de los documentos del Sr. Gutiérrez. Nuevamente, en 1969 se llevó a cabo otro proceso. No conocemos la resolución, pero lo más probable es que el pueblo haya vuelto a perder el caso. Al igual que en los otros pueblos de Tlalpan, en la Magdalena sigue habiendo algunos conflictos agrarios. También, al llegar las costumbres urbanas, la mayoría de los jóvenes están dejando de lado las tradiciones y el amor por la tierra que tenían sus ancestros; sin embargo, se sigue respirando el aire de campo y el olor a leña que nos recuerda la importancia de preservar estos lugares como elementos patrimoniales esenciales para nuestra ciudad. 15
Cultura popular • Fiestas patronales 6 La principal fiesta de este pueblo se realiza en honor a su santa patrona, santa María Magdalena, que se celebra del 23 de junio al 5 de julio. Existen otras tres festividades importantes, el primer viernes de Cuaresma en honor al Señor de la Columna, el 8 de septiembre se festeja a la Divina Infantita. Se celebran además con bastante fervor las fiestas decembrinas. En la Magdalena Petlacalco existe un sistema de cargos compuesto por fiscales y mayordomos, los primeros se encuentran encargados de todas las actividades y el mantenimiento de la iglesia. Los segundos son los responsables –en acuerdo con los fiscales– de organizar los festejos a la santa patrona y a los otros santos. Los fiscales gestionan la relación con las promesas que los otros pueblos ofrecen a la santa, y los mayordomos deben ocuparse de los cirios, la música, uno de los castillos, de las salvas y el jaripeo. Para ello deben recolectar las aportaciones voluntarias de toda la comunidad.
Domingo de ramos 1
6 Toda la información acerca de las fiestas patronales ha sido consultada en: Ostos Sánchez, A. y Ruiz, M. L. (1995). Monografía del Pueblo Magdalena Petlacalco. Tlalpan. Tesis Licenciatura en Antropología Social. México: Departamento de Antropología. Universidad Autónoma Metropolitana. Unidad Iztapalapa. MAGDALENA PETLACALCO
El sistema de cargos es muy importante, si bien no es una obligación participar y desempeñar estas tareas, representan un mecanismo de organización comunitaria, y salir bien parado de esta encomienda da prestigio a las personas. Cabe destacar que son los habitantes originarios quienes forman parte de este sistema, a los pobladores avecindados no se les hace partícipes, aunque sí se suman a la celebración y muchos de ellos cooperan. Además de estas dos estructuras en las que participan rotativamente casi todas las personas originarias del pueblo, existen las comisiones o asociaciones que organizan por su cuenta los eventos de la verbena popular, la cual se lleva a cabo durante la fiesta.
Fiesta a santa María Magdalena7 La fiesta a santa María Magdalena se celebra el día 23 de junio. El inicio de los festejos a la santa empieza con la limpieza del templo, un día antes de la víspera los fiscales se encargan de poner a punto la iglesia. En esta fecha bajan la escultura de la santa para que los feligreses puedan tocarla y besarla, en su lugar en el altar se pone un cuadro de la Virgen de Guadalupe. Tras limpiar y ordenar la Iglesia, disponen todos los objetos que se van a utilizar en la misa de gallo y se viste el templo con los colores del vestido que utilizará la Santa. Antes de que empiece la celebración se recibe a los músicos y se los instala en la parte baja de la iglesia en donde hay suficiente espacio y servicio para que estén ahí. La fiesta inicia la víspera con la misa de gallo, a esta misa asiste la mayoría del pueblo, cuando termina ésta el sacerdote bendice las promesas de vestuario y cabellera para la Santa. Al terminar la misa las señoras fiscales llevan a la Santa a la Sacristía para cambiarle de ropa, esta actividad la realizan las señoritas pues esta prohibido para las casadas tocar la imagen cuando le cambian el vestido. Cuando terminan de cambiarle el vestido se queman cinco docenas de cohetes y se regresa a la santa a su altar provisional.
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Banda en la celebración dedicada al Señor de la Columna.
7 Ibídem 17
Interior de la iglesia.
En la madrugada se entregan la promesa de la portada del altar provisional de la santa y la portada de la iglesia. La gente que ha ido a la misa de gallo y que va a entregar las promesas, pide a los fiscales que los acompañen a su casa con la banda para buscar la promesa y llevarla a la iglesia; así, entre procesiones y música de banda transcurre la madrugada. Las portadas se elaboran con flores naturales y otros elementos artificiales. Un grupo o asociación se encarga de construir la estructura con carrizos y bejucos, comprar las flores y demás adornos, y armar la portada, que se solventa con los aportes económicos de las personas que son parte del grupo. El primer día de la fiesta se realiza una misa en el atrio de la iglesia, frente al altar provisional de la santa que dura más de una hora y acude todo el pueblo. Al terminar inicia la presentación de las danzas de chinelos y arrieros, de estos últimos hay dos grupos en el pueblo. Las danzas duran más o menos desde las doce del día hasta las siete de la noche. Danzan largamente descansando por intervalos en los que los regalan frutas y dulces a los asistentes.
MAGDALENA PETLACALCO
Chinelos
Hacia la tarde, cuando aún siguen las danzas en la iglesia, atrás del edificio en un baldío en donde se ha instalado el ruedo, se lleva a cabo el jaripeo, al que asisten sobre todo los hombres ataviados con trajes de charro. Alrededor del rodeo hay puestos de comida y la fiesta es amenizada por una banda que ha sido contratada por los mayordomos del jaripeo.
Música en el jaripeo.
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A lo largo de la fiesta se queman dos castillos que se arman en el atrio de la iglesia, uno el primer día y el otro el último. El armado de los castillos requiere de la participación de entre 30 y 40 personas, a todas ellas se les debe proveer alojamiento y comida los días en que se arman y queman los castillos.
Los castillos.
MAGDALENA PETLACALCO
Este primer día también se reciben las promesas de los pueblos vecinos y algunas que llegan desde el estado de Morelos. Muchas veces en esos días los grupos de la localidad que quieren devolver la promesa a otros pueblos, hablan con los fiscales para ponerse de acuerdo con los vecinos de esos lugares. El segundo día es el más importante, en la misa principal se realizan bautizos, confirmaciones, primeras comuniones e incluso bodas. Además de los actos religiosos se llevan a cabo la verbena popular compuesta por los juegos de destreza, la feria y el baile popular, casi siempre amenizado por música grupera. Así, la vida cotidiana adquiere otro ritmo y el pueblo se viste de fiesta durante tres días. Este festejo, en honor de santa María Magdalena, se repite el día 1 de enero. Dicen que al iniciar el año es mucho más vistosa la celebración, la comida, la bebida y la fiesta es más abundante y los deseos de prosperidad para el año que inicia hacen que se le celebre a la santa con mayor devoción. Señor de la Columna Es una fiesta más chica que la de la santa María Magdalena, pero también se celebra con misa, castillos, danzas y música. Los fiscales de la iglesia y los mayordomos son los encargados de organizar la festividad. Esta celebración inicia con el rezo de un rosario conducido por un seminarista, cuando este ha terminado se quema un castillo y el sonido de los cohetes anuncia el inicio de la procesión en la que el Señor sale de la iglesia y visita cada una de las ermitas del pueblo que han sido adornadas.
El jinete.
El público.
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Los habitantes de la Magdalena adornan con papel picado de color morado y blanco las calles por donde va a pasar el Cristo, y lo acompañan en la procesión llevando cirios e incienso. En las ermitas, las personas encargadas reparten comida y dulces a la gente que va en la procesión. Llama la atención la participación de danzas en el atrio de la iglesia, los chinelos presentan su brinco en honor del Señor y la población los acompaña portando cañas de azúcar. Fuera de los muros de la iglesia hay fiesta con música de banda, venta de comida y bebidas, juegos de destreza y la feria. Aunque es un festejo chico también despierta mucha alegría y trastoca el ritmo de la vida cotidiana del pueblo.
Chinelos
Chinelos.
MAGDALENA PETLACALCO
La Divina Infantita.
La Divina Infantita La Divina Infantita es la advocación de la Virgen María niña, esta es una devoción que empezó en México en el siglo XIX, a cargo de una religiosa de la Orden de las Concepcionistas, y pese a ser relativamente reciente, se ha asentado muy fuertemente entre la gente del pueblo. En la iglesia reposa la imagen de la Divina Infantita que fue donada al pueblo por unas religiosas del internado José Salvador, ubicado en San Miguel Ajusco. Esta es una celebración pequeña, el día 8 de septiembre acuden a la capilla a vestir a la santa las religiosas que la donaron, cuando ya han sido renovados sus ropajes, un grupo de niñas de entre tres y doce años –vestidas de blanco– acompañan a la santa a visitar a los enfermos. Al entrar y salir de la iglesia la imagen es acompañada con arrullos para bebés, que entonan las religiosas y las niñas. Si bien esta celebración está a cargo de las religiosas, los fiscales preparan la iglesia y en todo momento acompañan el ritual.
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Danza de los arrieros El Sr. Gonzalo es el que dirige a la comparsa de arrieros y una de chinelos que se llama “La Media Cuadra”, él sus hijos y otros miembros de su familia han rescatado y promocionado la danza de arrieros y de chinelos en la Magdalena Petlacalco. Además formaron una banda –“La Flor de Petate”– para tocar la música que acompaña a las comparsas. Son músicos autodidactas, inicialmente consiguieron un maestro para que les enseñara y luego han seguido aprendiendo por su cuenta. Dos veces por semana ensayan y practican con los instrumentos. Los papás del Sr. Gonzalo ya bailaban la danza de arrieros, él desde muy chico empezó a bailarla y junto con otros muchachos del pueblo la han cultivado. Dicen que los arrieros de Petlacalco son diferentes, en los otros pueblos se toca con mariachi y en el pueblo es una banda con instrumentos de viento.
San Andrés Apóstol.
Los arrieros.
MAGDALENA PETLACALCO
Gonzalo vio la danza de los arrieros en Lerma, en Ocoyoacac, y se decidió a hacerla igual en Petlacalco. En 1986 trajeron de Ocoyoacac un maestro que les enseñara los pasos y la música. Y así iniciaron los arrieros en el pueblo. Esta danza es del tiempo de las haciendas, cuando los arrieros se encargaban de llevar y traer mercancías en las mulas. La danza –se dice– es una forma de agradecer el haber llegado con bien a un lugar de descanso. “En el siglo XVI y la segunda mitad del XX; fue el tiempo en que la arriería era una importante actividad económica. Ellos eran las personas que mantenían el comercio activo al mismo tiempo eran el sistema de intercambio de información más importante de la época. Hoy en día, los danzantes arrieros son los que conmemoran tributo a la memoria de estos hombres. La danza describe cuando ellos llevaban a lomo de mula los bienes para intercambiarlos entre las haciendas y los puertos. Parte de su trabajo fue la organización de recuas para defenderse durante los viajes, con el tiempo, a este grupo de arrieros se les llamó cuadrilla o hatajo. Actualmente, es la danza de arrieros que se practica en el Distrito Federal y Estado de México .” Cada comparsa de arrieros llega a tener entre 30 o 40 personas. En su mayoría son hombres aunque hay algunas mujeres, piensan que el hecho de que haya mujeres le da mayor realce a la comparsa. En esta danza hay varios personajes: el patrón, el mayordomo, el administrador, el corredor de carga, el cocinero –que es el que hace la comida en el sitio de descanso– y los peones que llevan la carga. En el atrio de la iglesia, mientras los peones siguen danzando, los cocineros escenifican la preparación de los alimentos, normalmente se lleva comida preparada, a veces mole otras veces carnitas o simplemente taco de arriero (un taco sencillo de frijoles). Además se reparte fruta, jarritos y cazuelas de barro. Al final de la danza se reparte atole de piloncillo.
Don Gonzalo Ávila
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Niña danzante.
Al día siguiente continúa la danza –el epílogo de toda la danza– con la dormida de los patrones, se escenifica una fiesta de los patrones que están muy contentos por el trabajo hecho, los peones aprovechan los excesos de comida y bebida de los patrones para amarrarlos y hacerles desastres, se vengan los peones de los malos tratos de los patrones. En esta danza hay varios trajes, por ejemplo el patrón, el mayordomo y el administrador van vestidos de charros, otros personajes llevan chaparreras. Los trajes de los peones son blancos y van bordados con diversos motivos, llevan también un paliacate y un sombrero de palma. Los trajes casi siempre los bordan las mujeres que son parte de la organización de la comparsa. El Sr. Gonzalo recuerda que además de la danza de arrieros y de chinelos, que son las más frecuentes, también se baila Los doce pares de Francia. Esta danza –dice él– es la relación de una historia de “un grupo de doce nobles que formaban parte de un consejo imperial en el popular libro francés ‘El cantar de Rolando’ (inspirado en la figura de Carlomagno en la Edad Media), y en algunas ocasiones se consideraban iguales en autoridad al rey, a quien acompañaban en la batalla contra los infieles. [...]. La diferencia de Los Doce Pares respecto a otras danzas de Moros y Cristianos, es la música y la vestimenta. Hay más drama que danza en ésta, la danza se remite a los recorridos que hacen los contingentes de bailadores-actores, quienes van ejecutando determinados pasos al ritmo de los bailetes, llegan al atrio del templo y ahí escenifican el drama, son batallas y hay retos.”8 Esta es una de las danzas consideradas de Conquista que llegaron con la colonización europea y fue utilizada para evangelizar a los indígenas americanos. 1
8 Entrevista a Benjamín Muratalla en la Fonoteca del INAH. Recuperado de: http://www.inah.gob.mx/ boletines/251-tecnologias-para-difusion/7074-presentaran-el-disco-los-doce-pares-de-francia. MAGDALENA PETLACALCO
Medicina Tradicional El sanacoche Bajo distintos nombres –chayotillo, sanacochi, chichicamole, ximácol, tatana, amole de bejuco– las gordas raíces de este pariente del pepino y la calabaza, se han usado desde tiempos prehispánicos en la elaboración de jabón. Además, en algunos lugares del país, preparaciones con partes de esta planta se usan para tratar reumatismo o para combatir la caspa y la caída del cabello. Al menos tres especies se denominan sanacoche en el Valle de México: Microsechium helleri, Sicyos deppei y Cucurbita radicans; las tres se presentan como hierbas trepadoras perennes en zonas de matorral seco, a los bordes de bosques de pino-encino, orillas de los caminos y otras zonas perturbadas, o bien se halla como invasoras de la milpa y campos de cultivo de cebada, algodón, caña, frijol, sorgo, tomate, entre otros, donde pueden causar mucho daño al cubrir grandes áreas a manera de cortina y obstaculizar la cosecha. Antes era común la venta de las raíces de sanacoche o el jabón elaborado con ellas, para su uso en el hogar o el lavado a mayor escala de ixtle o lana, pero ahora es difícil de encontrar, salvo en algunos mercados tradicionales, como el de Sonora, en la ciudad de México, al que aún abastecen de sanacoche la Magdalena Petlacalco y otros pueblos de Tlalpan.9
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9 ADVERTENCIA: toda información sobre usos medicinales se brinda con fines de investigación y divulgación, sin intención alguna de ofrecer prescripciones o consejos médicos. El uso que se dé a la información contenida en este sitio es responsabilidad estricta del lector. 29
Gastronomía
Para las fiestas se acostumbra hacer mole, tamales de frijol y también barbacoa. Aún se siembra huauzontle en las tierras de labor de este pueblo. Las tortitas de este quelite capeado y en caldillo de jitomate o de chile pasilla, son deliciosas y de alto valor nutritivo. Al salir de la iglesia se siente el aroma de las gorditas de maíz, delicada golosina que es asada en un pequeño anafre y luego se envuelve en papel de china de colores. Gorditas de maíz10 Porciones: 45 a 50 aproximadamente Preparación: 1 hora Ingredientes: 2 tazas de harina de maíz cacahuazintle 1/4 de taza de manteca 2 cucharadas de azúcar glass 4 yemas 1 cucharada de tequesquite 1 pizca de bicarbonato Preparación: Cernir la harina con el azúcar en un tazón. Poco a poco incorporar la manteca usando solamente las puntas de los dedos. Aparte mezclar el tequezquite en 1/2 taza de agua. En otro tazón batir las yemas. Luego incorporar poco a poco las yemas y el agua de tequesquite a la harina, amasando con un poco de bicarbonato. Cuando la masa esté suave y manejable, hacer las gorditas como de 3 centímetros de diámetro y asarlas en un comal caliente hasta que se doren de ambos lados. Se empacan en papel de china de colores. Atole de piloncillo11 Ingredientes: 200 gr. de masa de maíz 1 litro de agua 1 piloncillo rallado 1 raja de canela 2 1/2 cucharadas de sal
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10 Romero, G. y Coria, M. Otro stylo para cocinar. Recuperado de: http://otrostyloparacocinar.wordpress. com/2013/02/26/las-gorditas-de-san-angel-con-todo-y-receta/ 11 Comida mexicana.com http://www.comidamexicana.com/recetas/item/253/atole-de-piloncillo MAGDALENA PETLACALCO
Mezclar la masa con el agua; enseguida colar el líquido y llevar al fuego con el piloncillo y la canela; se debe remover constantemente con una cucharada de madera hasta que espese. Este atole también puede prepararse con leche; mezclar la masa con una taza de agua y después agregar ¾ de taza de leche. Se sigue el mismo procedimiento.
Mercado sobre ruedas en la Magdalena.
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Oficios Elaboración de comida para animales. El señor Ramón tiene desde hace años su negocio de comida preparada para animales de campo. Él, con su molino, elabora mezclas de alimentos naturales con vitaminas, minerales y demás fortalecedores que ayuden al ganado ovino, bovino, aves de corral, etc. a desarrollarse mejor. Don Ramón nos cuenta que él no utiliza sustancias que puedan dañar a los animales, como anabólicos, hormonas y ese tipo de cosas, pues esos productos le hacen mal al ser humano que los consume, y no se trata de eso. Además de la producción de alimento, él cría a sus propios animales, y quien los compra puede estar seguro de la calidad de su producto, pues además de comer sanamente los tiene en buenas condiciones de vida, que también son, según nos cuenta, esenciales para obtener buenos resultados. Don Ramón, como muchos de los habitantes de los pueblos, sufre por el poco interés que tienen los gobiernos hacia los productos del campo, pero no por ello deja de esforzarse en conservar su negocio y a sus animales en óptimas condiciones. El establecimiento de don Ramón es fácil de localizar, pues se encuentra justo al lado de la mojonera que marca la frontera de la Magdalena con San Andrés Totoltepec.
Lechones.
MAGDALENA PETLACALCO
Don Ram贸n.
Gallinas.
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Tradiciones El oso La Magdalena Petlacalco, al igual que otros pueblos del Ajusco, padeció los embates de los enfrentamientos de la Revolución mexicana, este pueblo de tradición agrarista acompañó la lucha de Zapata, sin embargo la leva impuesta por el ejército federal y por los carrancistas los afectó mucho. Alrededor de este periodo surge una tradición que con sus variaciones se conserva hasta hoy en día: Cuenta Isaías González Andrés, un joven interesado por las tradiciones de su pueblo, que “…fue hasta el primero de noviembre de 1929 cuando sale y se origina la tradición del oso en Magdalena Petlacalco, fundada por los señores Francisco Romero, Emiliano Romero y otro señor Contreras, con el fin de que los soldados no se acercaran al poblado por la noche.”12 Estos tres señores se organizaron y salieron por la noche de sus refugios –que ellos habían edificado para proteger a sus familias de las fechorías que los soldados cometían en la noche– con una flauta y un gabán al que amarraban un lazo en uno de sus extremos y con él daban forma a las orejitas y la trompita del oso, que según ellos provenía de África. Tiempo después estas personas empezaron a caminar por las calles del pueblo, entonando una melodía y dos de ellos se tapaban y permanecían debajo del gabán bailando, con el fin del hacer ruido para ahuyentar a los soldados y cualquier malhechor. Una vez pasada la Revolución esta práctica permanenció como una forma de ahuyentar ladrones y de encontrar animales perdidos o de descubrir intrigas en el pueblo. Esta tradición se ha ido modificando, pero esencialmente consiste en que los caseros reciben “al oso”, éste baila y luego pide comida y bebida, a fin de reponerse del cansancio causado por el largo viaje desde África. Los caseros les dan fruta y tamales de la ofrenda. Luego de comer el oso mañoso vuelve a bailar hasta caer de cansancio, termina el baile y se le ofrece más fruta, alcohol y pulque para que se recupere y recorra el pueblo durante toda la noche del primero de noviembre. A mediados del siglo XX el oso era representado por grupos de niños que se disfrazaban y salían a bailar y pedir comida. “Estos niños entablaban un diálogo con la gente de la casa:
- ¿Que si no quieren que baile el osito? – preguntaban. - ¿De dónde es el oso? – replicaban los de la casa. - ¿Qué sabe hacer el oso? - Bailar.
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12 González Andrés, I. y González Flores, L. (2004). El oso tradición auténtica de Magdalena Petlacalco. En: Mario E. Mancilla González, Memoria viva de ocho pueblos de Tlalpan. México: Delegación Tlalpan /Praxis. MAGDALENA PETLACALCO
Después de esta conversación los de la casa permitían que bailara el oso entonando la melodía clásica hasta cansarse, que consistía en caerse (el oso se echaba) debido a que no le daban nada. Y después:
- ¿Qué no hay comida para el oso? –preguntaba éste. - No. - Pues ya me voy. - ¿Qué otra cosa sabe hacer el oso? - También sabe cantar, bailar, jugar, reír y comer porque tiene mucha hambre –respondía el oso. - ¿Qué otra cosa sabe hacer?
Y si el oso decía que rezar, los de la casa los ponían a rezar frente a la ofrenda una oración, para posteriormente bailar hasta cansarse y, al concluir, se le daba fruta y pan de la ofrenda. La representación se repetía de casa en casa hasta que los niños se cansaran o tuvieran gran cantidad de calavera (fruta o pan) para repartirse entre ellos. En la actualidad la tradición del oso continua, pero con ligeras modificaciones, pues el diálogo entre el oso y los de la casa ya no se entabla, sólo se practica el baile y se disfrazan de monstros.”13
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13 Ibídem 35
Sitios de interés El arenal La ceniza del Volcan Xitle acumulada, ha hecho las veces de parque recreativo. El Arenal es un sitio muy agradable para conocer, está ubicado en el km 3 de la avenida México-Ajusco, en el pueblo de la Magdalena Petlacalco. Es una duna de arena formada por la ceniza del volcán Xitle. A pesar de su clima desértico tiene la característica de ser una tierra muy fértil. Su arena es permeable y hace que no se pegue. Se puede visitar y hacer caminatas, se dice que caminar descalzo sobre la arena es un buen ejercicio para fortalecer el arco del pie, muy útil en el tratamiento del pie plano.14
Un domingo en El arenal.
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14 Recuperado de: Turismo Tlalpan http://www.tlalpan.gob.mx/index.php/turismo-tlalpan/33-ecoturismo/315el-arenal MAGDALENA PETLACALCO
El Arenal.
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Bibliografía Mancilla González, M. E. (2004). Memoria viva de ocho pueblos de Tlalpan. México: Delegación Tlalpan/Praxis. Montemayor, C. (2008). Diccionario del Náhuatl en el Español de México. México: Universidad Nacional Autónoma de México, Gobierno del Distrito Federal. Ostos Sánchez, A. y Ruiz, M. L. (1995). Monografía del Pueblo Magdalena Petlacalco. Tlalpan. Tesis Licenciatura en Antropología Social. Departamento de Antropología. México: Universidad Autónoma Metropolitana. Unidad Iztapalapa. Rodríguez, F. y Rodríguez, C. (1982). Sobre la Tierra: Tlalpan a través del tiempo. México. México: Delegación de Tlalpan. Manuscrito sin nombre, título ni fecha que trata de la historia de los problemas agrarios de Tlalpan. Este manuscrito nos fue facilitado por don Maximiliano Álvarez, del pueblo de San Andrés Totoltepec.
Infografía Comida mexicana.com http://www.comidamexicana.com/recetas/item/253/atole-de-piloncillo Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO) / iNaturalist.org naturalista. En línea: http://conabio.inaturalist.org/ . Fonoteca del INAH. http://www.inah.gob.mx/boletines/251-tecnologias-para-difusion/7074-presentaran-el-disco-los-doce-pares-de-francia. Romero, G. y Coria, M. Otro stylo para cocinar. http://otrostyloparacocinar.wordpress.com/2013/02/26/ las-gorditas-de-san-angel-con-todo-y-receta/
MAGDALENA PETLACALCO
Turismo Tlalpan http://www.tlalpan.gob.mx/index.php/turismo-tlalpan/33-ecoturismo/315-el-arenal Vibrans, H. (ed.) (2006 en adelante). Malezas de México. Recuperado de: www.malezasdemexico.net Consultas varias de julio 2013 a junio 2014. Zolla, C. (coordinación general); Argueta, A. (coordinación general); Mata, S. (coordinación de versión digital). (2009). Biblioteca Digital de la Medicina Tradicional Mexicana. México. Recuperado de: http:// www.medicinatradicionalmexicana.unam.mx. Consultas varias de julio 2013 a junio 2014 . Los conocimientos y la información original de esta publicación son de origen y creación colectiva, sus poseedores y recreadores son los pueblos indígenas de México, por lo que deben seguir siendo colectivos y, en consecuencia, está prohibida toda apropiación privada. Ovando , Fátima y Paola Ovando. Magdalena Petlacalco. Documental.
Entrevista Sr. Gonzalo Ávila (Danza de arrieros)
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Mapa de la jurisdicci贸n de San Agust铆n de las Cuevas. 1532. (Archivo General de la Naci贸n)