3.1.3
LA CONDUCTA Y ARQUITECTURA
Es conocida la teoría de que la arquitectura y el diseño de los espacios pueden moldear las conductas sociales e individuales de las personas. En el diseño arquitectónico, pueden suceder dos situaciones, una cuando se diseña para satisfacer las necesidades del usuario o cuando él se usuario tiene que adaptarse al espacio que ya fue creado. Y así como el medio ambiente afecta o influye en la conducta humana lo mismo pasa con la arquitectura ya que la arquitectura puede llevar el individuo a comportarse de una manera determinada y deseada. Por ejemplo, cuando diseñamos una biblioteca, un hospital, una plaza pública, cada uno de estas lleva una función implícita y el individuo demostrará distintas conductas en cada uno. Otro de estos ejemplos es la arquitectura hostil, que tiene un conjunto de estrategias basadas en diseño y uso de materiales que buscan prevenir el uso indebido de los espacios y asegurarse que la conducta del individuo sea la deseada.
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En Londres en 2012 fue instalado un banco de hormigón llamado el Camden Bench, este banco es un bloque de concreto con forma irregular, por lo que es imposible dormir siestas, sus bordes dificultan las maniobras para los skaters y su recubrimiento repele la pintura por lo que no puede ser grafitado. Pero en muchos casos, la arquitectura hostil no es la mejor solución social, ya que esta puede de alguna forma controlar los comportamientos no deseados de los individuos en ciertos espacios, pero les quita la libertad de disfrutar el espacio. Es importante que en espacios públicos en donde es más complejo mantener el orden y se fomente la conciencia del cuidad para que los individuos disfruten del espacio, pero aprendan a tener conductas positivas.
