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diariodelpaís TRIBUNA LIBRE

Escribe: CESAR GUTIERREZ

Efectos de la carencia de energía eficiente

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Operadores De Energ A De Alto Costo Y Potenciales Afectados

Se ha lanzado recientemente la alerta de la necesidad de contar con nueva oferta de electricidad eficiente y de bajo costo operativo. Y lo ha hecho nada menos que el operador del sistema (COES), revirtiendo el negacionismo que se mantuvo en los últimos siete años con diversidad de voceros, entre los que estuvo hasta el Banco Central de Reserva. Ha empezado la especulación sobre quiénes serían los beneficiarios de la situación que se presentaría en el 2026, según el COES, aunque particularmente opino que ocurriría hacia septiembre del 2025.

Algunos pensarán que estoy haciendo de agorero con demasiada anticipación. A ellos les preciso que la puesta en operación una nueva central de generación, ya sea térmica o de recursos renovables (RER), requiere no menos de dos años, quedando clarísimo que estamos al borde del tiempo necesario para la toma de decisiones.

Para el 2025, una comparación entre oferta y demanda de capacidad (potencia), señala un excedente del orden de 68%, que es la forma que fundamentaban su prédica los pregoneros de la excedencia y que exigían, a voz en cuello, que no debía promoverse la construcción de una central más.

La evaluación correcta se debe hacer comparando la cantidad de energía que pueden aportar al mercado las generadoras de bajo costo variable de producción –centrales RER, a gas natural (GN) o carbón–; y allí se tiene que en el 2025 habrá déficit, que de no hacerse nada se agravará el panorama en el 2026, pudiendo llegar a una carencia de nueva capacidad eficiente del orden de 160 megavatios (MW).

Tribuna Libre

Escribe: EDUARDO ZAPATA

Medios Que Niegan A Su P Blico La Posibilidad De Pensar Por S Mismos

Hace pocos días habían capturado a los miserables asesinos de un policía incendiado vivo en Puno. Dada la situación del país, eso era noticia: seguir móviles y relaciones. Pero de pronto la prensa ´no alternativa´ –la supuestamente impoluta–prefirió destacar un lamentable caso más de feminicidio que aquel del vil asesinato del policía. ¿Consideraciones periodísticas o intereses subalternos?

El gran maestro George Herbert Mead, maestro de Charles Morris, ya nos había hablado de la importancia de la tríada Mente, Lenguaje y Pensamiento. Y siguiendo esta matriz el semiólogo pragmático Charles Morris nos había puesto en la pista de que todas las sociedades proponen a sus individuos un discurso instructivo que subraya la teleología o finalidad social, que ubica al hombre en un tiempo y espacio dados y que otorga las herramientas para actuar sobre él.

A partir de ello lógicamente se tejen discursos competitivos. Que si el discurso oficial no es capaz de metabolizar pueden devenir en subversivos. Es decir, atentatorios contra el propio discurso oficial, impidiendo el libre y legítimo ejercicio de la autoridad.

Es claro así que la subversión puede adquirir varias dimensiones. La política, que consiste en la lucha por la supremacía de las ideas; la económica, que al eludir impuestos entorpece la acción del Estado; la social, derivada de necesidades básicas no atendidas; y, finalmente, la militar, obviamente consistente en el alzamiento en

Viernes 31, marzo del 2023

No estoy afirmando que habrá carencia de suministro, sino que la demanda tendrá que ser cubierta con producción de centrales a diésel 2 (D2). Para que tengan una referencia de costos, la central a D2 óptima tiene un costo de 7.5 veces respecto a una de GN eficiente.

En el parque generador nacional se cuenta a la fecha con 2,545 MW de generación a D2, siendo los principales operadores la española Cobra, con la Central de Eten (Lambayeque) de 214 MW; la francesa Engie, con 1,060 MW instalados en Ilo; y la multinacional Inkia, propietaria de Kallpa, con 600 MW ubicados en Mollendo. Éstas serán las llamadas a cubrir las carencias de producción de bajo costo.

El efecto de la situación que he descrito, que devendrá en incremento de precios, empezará con los llamados clientes libres (consumos superiores a 0.2 MW), que a la fecha son cerca de 1,800 empresas, entre los que destacan empresas mineras, industrias y agroindustrias. Este tipo de consumidores tienen un costo a nivel de productor 29.5% menor que el resto del mercado (incluido domiciliarios). Una expectativa no alarmista sería que su factura mensual tuviera un reajuste del orden del 25%.

La variación de precios dependerá mucho de la cláusula de reajuste de aquellos que tengan contrato vigente en el 2025 o 2026. Lo usual es que las variables determinantes sean el precio del GN en el lote 88 (Camisea), del índice de precios al por mayor peruano (IPM), el tipo de cambio sol/dólar y la inflación americana, que no incluye alimentos ni energía. Todo esto en un contexto de suministro de energía de fuente eficiente.

La “excepcionalidad” –entrecomillada porque era predecible–, que en este caso consiste en atender el abastecimiento con producción a D2, tiene reglas diferentes, consistentes en reajustar el precio de la energía por la variación del costo variable de producción (costo marginal). En este caso, pasar de 28 dólares por megavatio hora (US$/MWh) que corresponde a centrales a GN, a un mínimo de 211 US$/MWh de unidades a D2.

Estamos ante una expectativa de una situación difícil, que se puede paliar con el ingreso de generadoras RER adicionales a los 836 MW ya programados para operar entre este año y el próximo; además se requiere cambios normativos, que se vienen pidiendo desde el 2016. Un llamado de atención para que la política de coyuntura –plagada de generalidades, conjeturas y opiniones– pase a segundo plano ante las decisiones trascendentales.

armas contra el sistema oficial.

A lo anterior podríamos sumarle un concepto clave para las democracias modernas: aquel de la autosubversión de Estado. Es decir, capturar el Poder por vías tal vez legales pero para hacerlo implosionar desde sus entrañas.

Y es claro que el Perú estaba signado ya por manifestaciones contestatarias y por un sólido movimiento subversivo y terrorista llamado Sendero Luminoso. Que aprovechándose de la polarización social y de no pocas malas artes, logra capturar el Poder con el señor Pedro Castillo.

Durante meses la opinión pública y la prensa fueron testigos de la gradual implosión del Estado. Funcionarios ignorantes, junto a otros que cumplían el doble papel de dinamitar el Estado desde dentro y a la vez obtener recursos económicos para sí y para la causa que habría de advenir.

Desde un principio vimos la destrucción y copamiento de instituciones; desde un inicio vimos desfilar una pléyade de improvisados que se sucedían uno tras otro; y desde el inicio del régimen asistimos al azuzamiento popular que llegó a su máxima expresión con los llamados consejos ministeriales descentralizados. Simple pretexto para llegar a diferentes lugares del Perú no con promesas de construcción sino de destrucción. Ulterioridad programada.

Desde un principio hubo, pues, la consigna de la destrucción del Estado. Cuya continuidad –también prevista y debidamente financiada– está en los sucesos de zonas liberadas que aún se perpetúan.

Más allá del guión ideológico (y crematístico) del señor Castillo, debe destacarse el triste papel que cumplió cierto periodismo. Que no solo cubría por horas y con repeticiones todas y cada una de estas acciones de destrucción sistémica, sino que hasta las aplaudía. Lamentable también el papel de ciertos periodistas que por ´buenismo´ o ´culpismo´ también batían palmas, a pesar de que su cerebro debía indicarles que el camino no era el correcto. A no ser que mediasen ventajas económicas especiales.

Lo hemos dicho. La soberanía de la nación está menoscabada pues hay zonas geopolíticamente importantes en manos de la subversión. Pero también está coaptada la soberanía individual pues esa misma prensa –al negarse a decir las cosas por su nombre– niega a los individuos su capacidad de pensar por sí mismos. La sanción de fake news –por estar en manos de quien está– es un instrumento muy útil para pretender ser prensa alternativa sin serlo verdaderamente.

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