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Diariode Mallorca
PLANO PRIMER
10 de septiembre Martes, de 1996;0]
PARRICIDIO EN SA COMA
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INTENSA ACTIVIDAD. Entre los juzgados de Manacor y los apartamentos Royal Mediterráneo, la actividad fue ayer intensa. Sobre estas líneas, la pareja que acompafió a la madre de los dos niños asesinados. Arriba, a la derecha, Femando Mateas, el abogado que la asiste y en la imagen inferior, las pertenencias de los niños son introducidas en el maletero de un coche. FOTOS:B.RAMON/CATIJULVE Psiquiátrico. Ocupa una habitación normal del pabellón de agudos del hospital. El personal del hospital ha so metido al médico detenido a una vigilancia especial, ante la posibili dad de que intente quitarse la vida. En esta vigilancia participan los dos agentes de la Policía Nacional que le custódian de forma perma nentemente.
Oyntzenrecibetratamiento con’antidepresivos, aünque él dijoqueno lo necesitaba
El parricida permanecía ayerestableenel Hospital PsiqúiátricoNo quería antidepresivo ción, aunque no puso ningún pro Rüdeger Oyntzen permanecía ayer blema a seguir las indicaciones que en situación estable en el Hospital le prescribían. Fuentes del Psiquiá Psiquiátrico, sometido a trico manifestaron ayer que era to tratamiento con antide davía pronto para aventurar un presivos. El médico ale diagnóstico sobre su estado men mán manifestó a los fa tal, y que éste se podía demorar to cultativos que le trataron que no davía varios días. creía necesitar este tipo de atenEl presunto autor de la muerte X.P. Palma.
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CRONICA •;0]
de sus dos hijos ingresó en el cen tro del Camino de Jesús en la ma drugada del domingo, a donde lle gó tras pasar por la sala de deteni dos del Hospital General y por la unidad de Salud Mental de Son Dureta. El médico alemán ha permane cido solo desde su ingreso en el
Desde su llegada al centro, los mé dicos aconsejaron que siguiera un tratamiento con antidepresivos. Ante estas indicaciones, Oyntzen manifestó que no creía necesitarlo, pero no puso ningún problema en seguirlo. En su declaración ante la jueza María Teresa Calvo, en el juzgado de Manacor, Rüdeger Oyntzen ya
manifestó que había sufrido una fuerte depresión cuando se separó de su mujer, pero que no se some tió a ningún tipo de tratamiento porque no creía que estas terapias fueran realmente eficaces. Por su parte, fuentes del hospi tal constataron que no había cons tancia de que el médico hubiera se guido ninguna clase de tratamiento psiquiátrico anterior. El director del centro psiquiátri co apuntó ayer que, en el caso de que Oyntzen tuviera una enferme dad mental, ésta sería posiblemen te una depresión. Sin embargo, el responsable del centro manifestó que era todavía muy pronto para dar un diagnóstico. Según preveía 1 Azpeleta, este diagnóstico se po dría obtener a lo largo de esta se mana. Mientras tanto, Oyntzen permanecía tranquilo y sin altera ciones sustanciales en su estado.;1]
EL ECO EN ALEMANIA
MATIAS VALLES.Pa1na.
Con una ajustada escala de matices, la prensa alemana ha desviado la atención del súbdito germano autor de la muerte de sus hijos, para enfocarla sobre la isla donde se cometió el doble asesinato. Llevando hasta la caricatura su juegD de birlibirloque, se podría concluir que fue Mallorca la que, por extraños cauces magnéticos, indujo o condujo al doctor a maquinar la tragedia. Ni siquiera la constatación de que transpor tó las jeringuillas desde Alemania —“juntoa los cepillos de dientes y el equipaje de ba ño”, como recoge el Berliner Zeitung—, los arranca de la sospecha de que los alrededo res de sa Coma obraron un maleficio sobre un impecable ciudadano de Offenburg. En cumplimiento de la legislación ger mana, ninguno de los periódicos se ha refe rido al radiólogo —quefue asistente técnico sanitario antes de comenzar los estudios de
¿El doctorasesinoo la islaasesina? Medicina, según recogía el dominical Bild am Sonntag—con su nombre completo. RU dige Oyntzen es todavía Rüdiger O., a pesar de que las profusión de fotografías en que se da cuenta de su detención disipan cualquier confusión. La cortesía de cubrir el anonima to no se ha mantenido con el complejo don de cometió sus asesinatos. Tanto el rotativo antes citado como Die Welt am Wochenende martilleaban con insistencia el nombre de Royal Mediterráneo, acompañado por un llamativo despliegue gráfico. El Bild se re-
godea en destacar que “alrededor de un mi llar de veraneantes alemanes se encuentran en el complejo —otravez el nombre, aquí no hay delicadezas que valgan—”,con una re dacción en suspense a la que sólo le falta agregar si existen indicios para sospechar que corren algún peligro. Los genéricos “El drama de Mallorca” o “Drama en Mallorca” contribuyen a confundir la ubicación del cri men con la nacionalidad de su autor. Sólo se echa de menos una apelación a la no inje rencia en asuntos extranjeros. En Alemania,
el doble asesinato es un problema mallor quín en el que casualmente se ha visto invo lucrado un compatriota, bien que en calidad de autor. El propio asesino colaboró indirecta mente en esta tarea, al deshacerse, en elo gios hacia Mallorca y declarar que “quería que mis hijos pasaran sus úitimos días en un lugar bonito”, según recoge el Berliner Zei tung. Los detalles truculentos y morbosos acaparan los relatos en la prensa alemana. El Hamburger Morgenpost destaca que Oyntzen “estaba contento de su labor”, mientras el Hamburger Abendblatt detalla el menú del desayuno que ingirió tras su de tención —“caféy pastas”—.El radiólogo in yectó en el flujo sanguíneo de sus hijos aire de Mallorca —dela Ferieninsel, como la co nocen en Alemania-, pero su propósito se había incubado en los avatares vividos en el país que le dio un pasaporte.