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Cuidar el suelo, prioridad para el agro
from Que destacados
by Democracia
En la zona núcleo, la siembra de gramíneas, que contribuye a recuperar nutrientes de la tierra a través de la rotación, fue equiparándose respecto de la soja en las últimas campañas. Además, por estos días, el maíz ofrece una mayor rentabilidad frente a la oleaginosa.
La fertilidad de los suelos no es infinita, sino por el contrario, es indispensable recuperar los nutrientes para evitar que la tierra se agote y deje de producir alimentos para millones de personas, especialmente en la zona núcleo, la más rica en la región agrícola del país. e n ese sentido, la rotación con la siembra de gramíneas -trigo y maíz- fue de 9.260.000 hectáreas en la campaña 2012/2013 mientras que la de soja de 20.000.000, brecha que fue equiparándose en los últimos años a tal punto que en el ciclo 2021/2022 la soja ocupaba 16.094.000 hectáreas sembradas y el trigo y el maíz -en conjunto- superaron al principal grano del país con 17.420.000 hectáreas, según cifras provisorias de la Secretaría de a gricultura, g anadería y p esca.
e sta tendencia de rotación de cultivos ya podía apreciarse en la campaña 2020/2021, cuando se sembraron
16.650.000 hectáreas de soja y 16.450.000 hectáreas de gramíneas, específicamente, 9.750.000 hectáreas de trigo y 6.700.000 hectáreas de maíz. d el total provisorio del ciclo 21/22, a gricultura precisa que el trigo alcanzó 10.670.000 hectáreas sembradas y el maíz 6.750.000 hectáreas.
La b olsa de c omercio de r osario estima que "en esta campaña (2023/2024), por cada lote sembrado con trigo y maíz se sembraría 1,75 de soja". e n esa línea agregó que “si bien en los últimos dos años el área sojera vino en aumento, este año el salto no sería tan abrupto como se pensaba hace unos meses", explicó la entidad en un reciente informe, al tiempo que resalta que "en campo propio, el maíz sigue a la cabeza, pero la soja le pisa los talones".
Según la bcr , este equiparamiento puede explicarse en que las gramíneas están cediendo "sólo 2,5%" de su área respecto del año pasado. "el trigo es el cultivo que más cae en los planes de siembra este año, de 1,3 millones de hectáreas sembradas en 2022, en 2023 se habrían dejado de sembrar 300.000 por la falta de agua (disminución interanual del 23%)", desarrolla la citada entidad. Seguidamente, explica que la mayor parte de esa superficie se encuentra en el oeste de la región, la menos beneficiada por las lluvias del otoño, donde, no obstante, están las intenciones de aumentar el área de maíz. e n cuanto a volúmenes de producción, a gricultura precisa que en el ciclo 20/21 se produjeron 46.000.000 de toneladas de soja y 43.860.000 en el 21/22. p or su parte, el trigo pasó de 17.600.000 toneladas en 20/21 a 22.150.000 en 21/22, en tanto que el maíz de 60.500.000 toneladas en 20/21 a 59.037.000 en 21/22.
Avanza el maíz esta gramínea avanzaría sobre el hectareaje que deja el trigo, aumentando su superficie en 15% respecto del año pasado, por lo que -se calcula- su área cultivada pasará de 1,57 millones de hectáreas a 1,8 millones de hectáreas este año. e n cuanto a la soja, la proyección de sembrado para esta campaña era de 5 millones de hectáreas, pero a raíz de la sequía quedaron afuera unas 400.000 hectáreas. " e ste año hay intenciones de recuperar parte de esas y la oleaginosa tendrá un aumento del área del 7%, recuperando unas 300.000 hectáreas", afirma la bcr, con lo cual, agrega, "la superficie sembrada de soja 23/24 se estima en 4,9 millones de hectáreas".
Si bien en los últimos dos años se observa un aumento del área sojera en la región respecto del de gramíneas, en 2023 el productor intenta mantener las gramíneas en la rotación y el salto respecto del año pasado no sería tan abrupto como se pensaba meses atrás. a sí, precisa la bcr, es posible calcular que en el ciclo 23/24, por cada lote sembrado con trigo y maíz se sembrarán 1,75 de soja.
Menos soja g ran parte del área abandonada por la soja la ocupó el
La clave
Una rotación de cultivos genera una extracción compensada de micro y macronutrientes a través de cada ciclo de los distintos cultivos implantados, muy diferente a la situación que podría presentarse con un monocultivo, como la soja.
Números
maíz por su mayor rentabilidad comparada y para diversificar la rotación de los cultivos: desde la campaña 2015/16 (33,8 millones de hectáreas) subió de forma ininterrumpida hasta 60,5 millones en 20/21, explicaron desde la consultora a Z g roup. a gregaron que "el aumento de producción estuvo muy asociado al incremento de área sembrada, que pasó de 6,9 millones de hectáreas en 2015/2016 a 9.700.000 en 21/22".
r especto de la campaña 2022/2023, la soja muestra "un nuevo recorte en la producción, que se ubica en los 20.000.000 de toneladas, 59% menos de lo que se esperaba al inicio de la campaña", según últimas estimaciones de la bcr por el lado del trigo, el 80% de la siembra ya está completa, con lo cual el área cubierta por este cultivo alcanzará los 5,4 millones de hectáreas: se proyecta una producción de 15.600.000 sobre una superficie estimada de 5,4 millones de hectáreas.
en tanto, la cosecha de maíz avanza lentamente (resta levantar 40% del área total) debido a las altas condiciones de humedad que dificultan el adecuado secado del grano.
n o obstante, la bcr afirma que se mantienen las estimaciones de una cosecha de 32.000.000 de toneladas, 40% menos respecto de las expectativas iniciales.
El valor de la rotación
La rotación de cultivos consiste en sembrar en cada semestre un cultivo diferente al del anterior semestre. La rotación de cultivos es importante porque corta los ciclos de vida de malezas, plagas y enfermedades, y de manera especial, mejora los suelos. fundamentalmente permite la diversificación de los riesgos productivos, manifestando ventajas agronómicas y económicas.
La variación de cultivos sobre el mismo lote tiene un efecto inhibitorio sobre el ciclo biológico de muchos agentes patógenos presentes en el suelo y el rastrojo. a l no existir plantas hospedantes para el agente patógeno causante de una enfermedad característica, la plaga debe interrumpir su ciclo biológico, disminuyendo el nivel de probabilidad de infestación en el lote.
o tro aspecto favorable es la modificación continua del ambiente del lote. e sta alte - ración incide también sobre el ciclo normal de desarrollo de insectos y malezas. a l disminuir la densidad poblacional dentro del lote sometido a rotación, se reduce su nivel de presencia, beneficiando el desarrollo y el éxito del cultivo.
Más nutrientes y menos plagas
La rotación provoca un efecto anulador sobre los agentes patógenos y además evita que los insectos adquieran resistencia a los agroquímicos que se aplican para combatirlos. u na balanceada rotación de cultivos brindará al lote cantidad y calidad de rastrojos y cobertura superficial, que aportarán nutrientes y materia orgánica, enriqueciendo el perfil productivo del suelo, además de lo que se pueda complementar con un plan de fertilización.
Los sistemas radiculares de los distintos cultivos incluidos en la rotación se desarrollan en diferentes niveles del perfil, explorando con variados recorridos radiculares y generando aportes fundamentales para la estructura física del suelo: aumento de la aireación, capacidad de infiltración del agua y retención de humedad.
El precio de los granos y la rentabilidad siguen marcando las elecciones del sector. En la zona núcleo, con los precios actualizados, los márgenes calculados siguen arrojando los mejores números para el maíz de primera en campo propio.
u na rotación de cultivos genera una extracción compensada de micro y macronutrientes a través de cada ciclo de los distintos cultivos implantados, muy diferente a la situación que podría presentarse con un monocultivo, el cual genera importantes desequilibrios físico-químicos en la naturaleza del suelo. Sin dudas que los cultivos deben tener rentabilidad y ser competitivos, pero no deben afectar la capacidad productiva del recurso limitado tierra, ni alterar el medio ambiente circundante, como el agua y la actividad biológica. e n este contexto, el monocultivo provoca inestabilidad, ya que la sobreproducción conduce normalmente a una baja importante de precios. e n toda diversificación es trascendental la planificación de la secuencia, la cual permitirá la reducción de los riesgos productivos, la interrupción de los ciclos biológicos de malezas y plagas, con el consiguiente ahorro en la aplicación de agroquímicos, y el aumento de los rendimientos de los cultivos. <
Inversión de US$ 24.230 millones
L a Secretaría de a gricultura, g anadería y p esca dio a conocer que la estimación de inversiones en capital de trabajo de cara a la campaña agrícola 2023/24 para los principales cultivos alcanzará los u S$ 24.230 millones totales. a simismo, el nuevo ciclo agrícola que comenzó en junio con la siembra de trigo y cebada, en mayor medida cubrirá una superficie de 38.973.000 hectáreas, según las previsiones de la Subsecretaría de a gricultura. a l respecto, el secretario de a gricultura, g anadería y p esca, Juan José b ahillo, remarcó que "las y los productores nuevamente apuestan por la producción nacional y realizarán inversiones en las próximas cosechas fina, gruesas y cultivos regionales apostando en la a rgentina". a demás, remarcó que “cuando más argentinos invierten, producen y trabajan hay más a rgentina".
d el total de la inversión en capital de trabajo proyectada, el 43,1% corresponde a alquileres; el 15,8% a fitosanitarios; el 13% a fertilizantes; 13,7% a semillas; el 14,2% para labores y el 0,3% corresponde a riego.
a su vez, el informe oficial expresa que las principales inversiones de capital de trabajo las encabeza la soja (de primera y segunda), con más de u S d 9.223 millones; seguido por el cultivo de maíz, con u S$ 7.800 millones; y el trigo con más u S$ 2.800 millones.
e n relación a la superficie sembrada, 7,7 millones de hectáreas corresponderán a la c osecha f ina (trigo y cebada); 29,55 millones de hectáreas a la c osecha g ruesa (maíz, soja, girasol y sorgo); y 1,7 millones de hectáreas serán destinadas a arroz, maní, algodón y legumbres.
p or último, el informe señaló que el 70% del total de la superficie sembrada está en manos de terceros y, que si se agregan los gastos de comercialización y cosecha, calculados en u S$ 10.300 millones, y lo necesario para mantener la estructura de producción, valuados en u S$ 6.000 millones, la suma final ascendería a u S$ 40.500 millones. •