LECTURA
El Viaje de MartĂn
Un Camino de Estrellas
EL Viaje de Martín: Un camino de Estrellas
CAPITULO 1: Preparamos el viaje Martín es un niño de 8 al que le gusta mucho leer. Cada tarde va a casa de su abuelo y lee un capítulo del libro “Las maravillosas aventuras de Paula” a su abuelo. El abuelo de Martín atiende a la lectura, y al terminar cada capítulo le cuenta una de sus aventuras. El día que empezó todo Martín fue como cada tarde a leer un capítulo a su abuelo, el capítulo se llamaba “El Camino de la alegría”, trataba sobre un viaje que realizaba Paula hasta lugares que no había visto nunca. Al terminar esperaba la historia de su abuelo, pero su abuelo no decía nada. Martín se impacientaba, y entonces preguntó – Abuelo, ¿Qué pasa con la historia de hoy?El abuelo de Martín le miró fijamente y sonrió. – Querido Martín, tengo una sorpresa para ti, ya te estás haciendo mayor, y quiero compartir contigo un camino mágico- Martín se quedó expectante, ¿Un camino mágico? ¿De qué estaba hablando? El abuelo de Martín llegó con un mapa, una mochila y una enorme sonrisa. – Martín, este es el camino de Santiago, o como yo lo llamo, “Un camino de estrellas”. El camino es muy largo, pero recorreremos una parte de él. Primero tendremos que preparar nuestra mochila con lo imprescindible para el viaje: ropa de cambio, protección solar, documentación, toalla, esterilla, saco de dormir, útiles de aseo, chubasquero, vaselina y una credencial. – ¿Qué es una credencial? – Una credencial es el documento que te identifica como peregrino.
Martín estaba muy emocionado, tan emocionado que en cuanto llegó a su casa se puso a prepararlo todo. Repasó mil veces la lista que le había dado su abuelo. Lo tenía todo, al menos es lo que le dijo su mamá. Al día siguiente cuando Martín fue a casa de su abuelo no le llevó el libro de “Las maravillosas aventuras de Paula”, le llevó un montón de información
que había buscado sobre el camino que iban a emprender, pero había tanta que no sabía por dónde empezar. -No te preocupes Martín, la información a veces parece confusa. Mira, el camino que vamos a seguir forma parte del Camino Francés. Este camino es muy largo, comienza en un pueblo en el pirineo que se llama Roncesvalles, pero nosotros vamos a empezar el camino desde Frómista, que está en Palencia, y nuestro viaje durará unos 15 días.
Martín pensó que 15 días eran muchos días para caminar. Seguro que se cansaría mucho y se aburriría. – Abuelo, yo creo que no vamos a poder ir, porque es muy cansado caminar 15 días.- Su abuelo se rio muchísimo, no para de reírse. – Pero, ¿Qué te hace tanta gracia?- preguntó Martín un poco enfadado ante la risa de su abuelo. –Martín, no vamos a caminar 15 días sin descanso, cada día caminaremos un tramo, pero descansaremos por la tarde y dormiremos por la noche. Y no te aburrirás, porque todo lo que veremos te sorprenderá. Martín entonces volvió a emocionarse, quería salir ya! Pero aún faltaban unos días, porque había que comprar un par de bastones para el camino. Cada día Martín repasaba su mochila, no fuera que se olvidase algo. Tenía el mapa que le había dado su abuelo, el bastón que le habían comprado, ropa y calzado cómodo para caminar… La noche anterior a la salida Martín apenas durmió. Estaba muy nervioso. – Abuelo, ¿Cuántas veces has hecho este camino?Preguntó Martín curioso. – Pues mira Martín, la primera vez que hice este viaje tenía más o menos tu edad, y también me llevó mi abuelo, de eso hace ya muchos años. Y desde ese momento he hecho el camino de Santiago unas 10 veces más.- ¡Pero eso es muchísimo abuelo! – Exclamó nervioso Martín. Si el abuelo lo había hecho tantas veces, entonces realmente tenía que ser mágico.
- ¿Y papá también hizo este camino?- Preguntó tímidamente Martín. Su papá era bombero, y cuando él era muy pequeño, fue a ayudar en un incendio pero ya no volvió. No se acordaba mucho de él, pero todas las noches pensaba en lo mucho que le quería. – Sí Martín, también hizo este mismo camino, son su abuelo como tú. Esta noticia llenó de emoción a Martín. Iba a hacer un camino que antes había hecho su abuelo, y su padre, y mucha gente… ¿Qué aventuras les esperaban? Llegaron a Frómista, un pueblo de Palencia, desde donde iban a salir. Como ya era tarde buscaron un albergue para descansar y empezar el camino por la mañana. – Martín, los peregrinos descansamos en albergues. Mañana temprano te despertaré y comenzaremos nuestra aventura. - ¿Qué es un peregrino? – preguntó curioso Martín. – Un peregrino es una persona que va a visitar un lugar sagrado caminando. Martín se quedó conforme con la explicación. Martín se acostó en su cama, cerró los ojos y se quedó dormido pensando en todo lo que estaba a punto a de vivir.
CAPÍTULO 2: Comenzando el camino Cuando Martín despertó por la mañana, todo estaba en movimiento. La gente iba y venía preparándose para empezar el día. El recorrido previsto era Frómista-Carrión de los Condes, al menos eso ponía en el mapa que le había dado su abuelo. .- Abuelo, ¿llegaremos por la noche? – Preguntó Martín. – No, tranquilo, a la hora de comer ya habremos llegado.- Contesto su abuelo tranquilamente. Pues no parecía que fuera difícil, pensó Martín. Cogió su mochila, su bastón y salió junto a su abuelo. – Mira Martín, ¿Ves esa iglesia? – Si, es muy bonitadijo Martín. –Pues esa iglesia lleva tu nombre. Es la iglesia románica de San Martín. -¿Románica? ¿La han hecho los romanos?- Preguntó Martín. – Ja ja ja, No Martín, románico es un estilo de hacer edificios
El camino era un camino. No había nada maravilloso alrededor. Martín pensó que a lo mejor su abuelo lo estaba engañando. – Martín, la magia no está en el camino, está en tú camino.- Le dijo su abuelo cuando le preguntó. No entendía nada, pero estaba cansado para volver a preguntar. El día era muy bonito. Lucía el sol pero no hacía mucho calor. Martín pensó que era el mejor día para empezar. Cuando llevaban ya mucho andando, Martín vio en una piedra dibujada una estrella. – ¡Abuelo! ¡Abuelo! ¿Qué es esto?- Dijo Martín apoyado en la piedra. –Es un mojón, una señal en piedra que sirven para señalizar el camino, por eso tiene dibujada una estrella, ya te dije que era un camino de estrellas. Siguieron el camino y volvieron a ver más mojones. Por el camino no iban solos, a Martín le extrañó ver tantas personas haciendo lo mismo que ellos. – Martín este camino lo hacen muchas personas por muchos motivos diferentes, por eso cada historia que puedas oír será diferente.
Martín estaba muy cansado, y se sentaron un rato en un tocón a descansar. - ¿Qué es un tocón?- Martín estaba casi seguro que lo sabía, pero quería asegurarse. – Es un trozo del tronco de un árbol que queda unido a las raíces cuando lo talanExplicó su abuelo con una sonrisa mientras le hacía una foto. Su abuelo era un hombre paciente, pensó Martín mientras le miraba fijamente. Era su abuelo, pero era alto y fuerte, y no parecía muy mayor. Su abuelo había sido bombero, como su papá, pero ahora sólo trabajaba cuando había emergencias.
Estaban comiendo un bocadillo y bebiendo agua cuando se sentó junto a ellos un chico. – ¡Hola! Me llamo Jesús, pero todo el mundo me llama Chuchi. ¿Vais hacia Carrión de los Condes? – El chico le recordaba al hermano mayor de su amiga Laura. Parecía muy simpático. –Sí, vamos a hacer el camino de Santiago muchos días, hasta que lleguemos- Explicó Martín. – ¿Puedo acompañaros? – Claro, un poco de compañía nunca viene mal.- Le dijo su abuelo. De este modo, los tres siguieron el camino. – Esto es un mojón, ¿Lo sabías? – Martín estaba deseando enseñar a alguien lo que estaba aprendiendo. -¡Pues no lo sabía!- Mintió Chuchi. Martín se sintió más mayor, más listo. - ¿Por qué te llaman Chuchi?- A Martín le hacía mucha gracia ese nombre tan raro. – Pues mira Martín me llaman Chuchi porque es un apelativo cariñoso, se llama hipocorístico. – ¡Anda! ¿Y yo tengo un “hiporistico” de esos?- Martín también quería su apelativo cariñoso. – Ja ja ja- su abuelo empezó a reírse- Claro que lo tienes, ¿no te llama tu madre Tintín a veces? – ¡Es verdad! Al fondo empezaba a verse ya Carrión de los Condes. Atravesaron el puente medieval, un puente de piedra sobre el rio Carrión. – Este río desemboca también en el Duero Martín. A Martín le gustaba mirar desde el puente. Se veía parte de la ciudad y… ¿Un castillo? – No Martín, eso que ves es un monasterio, si no me equivoco
Monasterio de San Zoilo – Chuchi parecía saber muchas cosas aunque era joven. – Si, exactamente – Su abuelo sí que lo sabía todo. Llegaron al albergue Río Carrión. ¡Era muy grande! Tenía piscina, campos de futbol, de baloncesto… Martín pensaba que los albergues eran pequeños, pero viendo ese albergue tan grande casi le gustaba más que el hotel donde a veces iba con su madre de vacaciones. Había mucha gente, incluso gente que no era de España, porque no hablaban español. – Martín este camino lo hace gente de todas nacionalidades. Martín y su abuelo tenían toda la tarde para poder ver el pueblo, jugar y descansar. – Aunque hay que acostarse temprano para mañana proseguir el camino - Al final del día Martín se durmió pensando en todo lo que había aprendido ese día.
CAPÍTULO 3: Las ovejas del camino - ¡Martín date prisa que tenemos que salir ya!- Martín estaba casi vestido, pero no encontraba la pulsera que le había regalado su nuevo amigo Chuchi. Chuchi se había ido muy temprano, por lo que se habían despedido antes de dormir. –Abuelo, es importante que la encuentre, me la ha dado con mucho cariño…- Martín había perdido la esperanza de encontrarla, pero de repente ahí estaba, encima de la mesilla de noche. - No miraste bien Martín, las prisas no son buenas- Su abuelo siempre estaba tranquilo, no recordaba la última vez que le vio enfadado. Con todo listo y tras haber desayunado siguieron su camino. Su abuelo le había dicho que hoy terminarían en un pueblo que se llama Terradillos de los Templarios, que estaba en la provincia de Burgos. Levaban caminando un rato, y su abuelo le estaba contando una anécdota de uno de sus viajes por el camino de Santiago, cuando se encontró durante el camino una moneda de oro antigua. - ¡Qué suerte! Estaré atento a ver si yo también me encuentro una- Dijo Martín, que a partir de aquel momento n se perdía detalle. Martín vio delante de ellos pastores con ovejas. - ¿Dónde van abuelo?- Llevan a las ovejas a por un pasto mejor, estamos ahora mismo pasando por la Cañada Real, estamos en su camino. - ¿Qué es la Cañada Real? – Martín siempre había sido muy curioso. – Mira, la Cañada Real es el camino oficial que seguían los pastores para llevar su ganado durante la trashumancia. - ¿Trashumancia? ¿Pero eso qué es? –Pues Martín es llevar el ganado de un sitio a otro para que tengan buen pasto.- Su abuelo se lo explicó de manera sencilla, siempre hacía que todo pareciera sencillo porque su abuelo era muy listo. Las ovejas pasaban alrededor de ellos, y si alguna se escapaba un poco, había perros que las iban a recoger. A Martín todo aquello le parecía muy gracioso. No había visto nunca tantas ovejas juntas.
Se sentaron un rato a descansar, así pudieron comer y beber algo, porque era un día muy caluroso, aunque quedaba poco, Martín estaba muy cansado. Antes de llegar a Terradillos de los Templarios, Martín preguntó a su abuelo por los Templarios. – Los templarios eran unos caballerosmonjes que facilitaban el camino a los peregrinos y protegerlos de los musulmanes, en aquel momento estaban en guerra. - ¡Vaya, una guerra! ¿Y dónde están los cañones? – En esa guerra no se usaban cañones, no son guerras como las de ahora- Martín se sintió fascinado, unos caballeros que protegían el camino. Qué pena que ya no estén, pensó Martín. Esa noche dormirían en el Albergue de los templarios, no era tan bonito como el anterior, pero le gustaba. En el pueblo su abuelo le había comprado una cruz de los templarios. –Ahora también puedes ser un caballero- Le había dicho su abuelo. Y con el sueño de poder ser un caballero. Martín se quedó dormido muy pronto.
CAPÍTULO 4: León Se levantaron por la mañana y Martín no había descansado. - ¿Qué te pasa Martín? – Su abuelo sabía que no estaba en condiciones para hacer la caminata hoy. – Me duele todo el cuerpo, estoy muy cansado.- Martín quería continuar, pero estaba tan cansado que no podía. Juntos fueron al médico, y la doctora les dijo que necesitaba descansar, porque no había descansado bien. – Para hacer bien el camino, lo más importante es un buen descanso- Su abuelo ya se lo había dicho, asique las palabras de la doctora no le sorprendieron. Esa noche Martín había dormido muy poco, el colchón era muy blando y había gente que no había parado de hablar y le habían despertado varias veces. -Bueno, esta vez vamos a hacer parte del camino en coche- Le informó su abuelo. – ¡Pero es trampa! – A Martín no le gustaba hacer trampas. – No, no es trampa, para poder tener el certificado del peregrino al llegar a Santiago, debemos completar 100 km a pie, y los vamos a hacer, pero hoy necesitas descansar. León era impresionante. Era muy bonita, una ciudad para poder pasear, pero Martín y su abuelo decidieron que lo mejor sería dedicar la jornada al descanso. Se alojaron en un hotel cerca de la catedral. Después de comer un cocido maragato, y una buena siesta, fueron a ver la catedral, era inmensa. Pudieron visitarla por dentro, pero lo que más llamó la atención de Martin fueron dos esculturas al salir de la catedral. - ¿Y esta escultura tan rara? – Señaló Martín a una escultura llena de manos de muchos tamaños. – Es una escultura en honor a todos los constructores de catedrales. –Abuelo, esta escultura me gusta mucho, ojalá pudiera estar con mi padre mirando la catedral.- Martín se entristeció, porque echaba mucho de menos a su padre. – Pero abuelo, contigo estoy muy feliz, y está siendo un viaje inolvidable. – Martín, tu padre siempre estará contigo, porque te acompaña y forma parte de ti, no lo olvides nunca.
León le había gustado mucho, pero necesitaba descansar más. Antes de dormir, su abuelo quiso contarle una historia. – Se llama el milagro del gallo y la gallina y dice así:
“Sucedió en Santo Domingo de la Calzada, en La Rioja. En el siglo XIV peregrina a Compostela Hugonell, un joven alemán de 18 años que va acompañado por sus padres. En el mesón donde se hospedan trabaja una muchacha joven que se enamora de él y le requiere de amores, a lo que el muchacho se niega. Despechada y con ansias de venganza, guarda en el zurrón del joven una copa de plata y luego le acusa de robo El joven Hugonell y sus padres se disponen a partir para seguir el peregrinaje, cuando llega la justicia y comprueban la acusación registrando el zurrón del muchacho. Le declaran culpable y es condenado a la horca. Los padres no pueden hacer nada por él más que rezar a Santiago. Al acercarse al cuerpo ahorcado de su hijo para despedirse oyen cómo éste les habla desde la horca y les dice que está vivo por la gracia del Santo. Felices y contentos van a comunicar la noticia al corregidor que, justo en ese momento, está cenando opíparamente unas aves. El corregidor naturalmente se burla de lo que oye y lanza la frase conocida: «Vuestro hijo está tan vivo como este gallo y esta gallina que me disponía a comer antes de que me importunarais». Y en ese momento, las aves saltan del plato y se ponen a cantar y cacarear alegremente. De esta leyenda nació el dicho popular: «En Santo Domingo de la Calzada, donde cantó la gallina después de asada».” Martín se quedó pensativo al oír la historia. – Pero abuelo, ¿Cómo pudo la gallina cantar después de asada? – Bueno, son Milagros, cosas que pasan que no tienen explicación. Al poco tiempo Martín se quedó dormido.
CAPÍTULO 5: El pueblo de Manín -Vamos Martín, hoy tenemos que aprovechar bien el día, hoy llegaremos a Astorga, y me gustaría que puedas ver lo bonita que es.- El abuelo de Martín ya le había hablado de Astorga en alguna ocasión, allí conoció a la abuela, porque la abuela era de Astorga y el abuelo de un pueblo cercano. Como cada día desayunaron juntos, recogieron sus enseres y se pusieron en camino. – Martín haremos un tramo en coche, primero iremos a mi pueblo caminando, se llama Villavante, y cuando lleguemos iremos en coche hasta Astorga. A Martín le pareció bien la idea, además así conocería el pueblo de su abuelo. – Estos son los montes de León, a lo mejor por el camino vemos un oso pardo.- Martín abrió los ojos como platos. - ¿Un oso pardo? Abuelo, ¿De verdad hay osos pardos por aquí?- Si, es una especie emblemática del ecosistema de León, Martín ¿sabes algo de los osos pardos?Preguntó su abuelo. Martín reflexionó un poco, recordaba que en las clases habían hablado de los osos. – Si, sé que comen de todo, son omnívoros y les gusta la miel, jajajaMartín no dejaba de mirar a su alrededor, no fuera a perderse algún oso. –Martín ven, mira- Dijo el abuelo señalando un árbol- Parece que por aquí ha estado uno, ¿Ves las marcas de uñas en el tronco del árbol? – Sí- Martín empezó a sentir miedo- No te preocupes, los osos en general no son agresivos, ni tampoco se acercan a los humanos. Por fin llegaron a Villavante. – ¡Manín! ¡Qué alegría verte! – Le dijo un señor a su abuelo. El señor era mayor, más mayor que su abuelo. – ¿Manín?Preguntó Martín. La verdad es que siempre le llamaba abuelo. – Bueno Martín, por si no te acuerdas me llamo Guzmán, y de forma cariñosa en el pueblo me llamaban Manín. El pueblo era muy pequeñito, visitaron la antigua casa de su abuelo, donde había vivido con sus padres de pequeño. Fueron a tomar el almuerzo al bar del pueblo, y allí había una uña de oso. - ¿Quién ha cazado un oso?- Preguntó Martín fascinado ante el descubrimiento. Todos en el bar se rieron- No se pueden cazar osos, están protegidos porque están en peligro de extinción; esta uña la encontró Pelayo en
el tronco de un árbol. – Le respondió uno de los señores. – Entonces son como los gatos, que les cae las uñas- Reflexionó Martín para sí mismo. Martín y su abuelo descansaron un rato, pero su abuelo, Manín, quería ir cuanto antes hacia Astorga. Uno de los amigos del abuelo les llevó hasta Astorga que estaba bastante cerca en coche. -¡Esto es precioso! ¡Hay un castillo!Martín y su abuelo bajaron junto al palacio Gaudí. Dentro del palacio estaba el museo de los caminos, donde había muchos objetos sobre el camino de Santiago. Junto al palacio Gaudí estaba la catedral de Astorga. – Esta catedral tardó 3 siglos en construirse, y es una mezcla de estilos, gótico, renacentista, barroco… Su abuelo comenzó a explicarle las maravillas de aquella catedral tan grande y tan bonita. A Martín siempre le habían fascinado las construcciones grandiosas como esa. comamos hoy unos Martín le pareció igual qué comer. Así buenos platos de riquísimo-
-A ver Martín, ¿Qué te parece que buenos embutidos de la tierra? – A bien, tenía mucha hambre y casi le daba Martín y su abuelo se comieron unos cecina, jamón, queso, mantecados… -Todo Coincidieron los dos.
Ya era tarde, y la hora del descanso se acercaba. –Martín nos quedan días complicados, pero cada vez más y más bonitos. Hasta ahora el camino no se le estaba haciendo cansado a Martín, al contrario, le estaba gustando muchísimo todo lo que estaba viendo y aprendiendo. Y con estos pensamientos Martín cayó rendido en un profundo sueño
CAPÍTULO 6: Martín el caballero Templario La siguiente etapa era dura, en total 65 Km, y además había mucho desnivel. Martín se enteró entonces que el desnivel en el camino eran cuestas o montañas. – Esta vez, iremos a Manjarín en coche, y desde allí hasta Ponferrada, que hay unos 18 km. Nada más llegar a Manjarín les llamó la atención un albergue. Ahí encontraron a Tomás, que lo regentaba. – Hola peregrinos, soy Tomás, Caballero de la Orden del Temple Resurgida, bienvenidos a Manjarín, si desean comida, bebida o descanso tienen mi albergue, y si están de paso, pueden pasar a por un recuerdo.- Se este modo se presentó Tomás, a Martín le pareció un señor muy simpático. Como iban muy bien de tiempo, se quedaron a tomar algo con Tomás. Charlaron con Tomás y supieron que por ese albergue pasaban unas 30 personas al día. Martín calculó mentalmente, y le parecieron muchas personas en una semana. -¿Por qué eres caballero si ya no existen?- Preguntó Martín. – Si, existimos, somos varias órdenes en España, la nuestra se fundó en Tortosa, pero ahora mismo solo somos 3 caballeros y un ayudante, que será caballero cuando pasen 3 años. Martín pensó que cuando fuera mayor a lo mejor podría ser caballero, ahora que sabía que existían. -Cuando lleguéis a Ponferrada no os perdáis el embalse de la Fuente del Azufre y el de Bárcena, regulan el caudal del rio Sil, que veréis en cuanto lleguéis a Ponferrada.- Les aconsejó Tomás, que iba vestido como un auténtico templario. Ya era hora de irse, cogieron sus mochilas y partieron. El camino transcurría por un camino real, justo al lado de un bosque. Era muy tranquilo, y no hacía tanto calor como los días anteriores. El camino no fue tan difícil, o al menos eso le pareció a Martín. Al llegar a Ponferrada, fueron visitar el castillo de los templarios, ya que
Tomás les había dado unas entradas para que pudieran verlo. Había mucha información sobre ellos, y objetos que habían utilizado. El castillo tenía un foso que se cruzaba por un puente. Les explicaron que esa noche se organizaba la noche templaria, donde se ordenaba templarios honoríficos tanto a ponferradinos como a turistas interesados. - ¡Qué suerte!- Martín estaba decidido a participar y ordenarse templario. Por la noche tanto Martín como su abuelo se vistieron como Caballeros Templarios y participaron en las actividades programadas, cenaron y tuvieron baile y animaciones. Martín se lo pasó fenomenal y además conoció muchos niños que participaban en la fiesta. – ¡Me encantan las fiestas tradicionales!- Gritaba Martín de alegría Por la mañana Martín seguía emocionado por todo lo que había experimentado por la noche. – Abuelo, ¡Ya soy un caballero! Ya verás cuando se lo cuente a mamá…- Su abuelo estaba muy tranquilo, porque ese día no iban a caminar. – Hay que tener al menos una jornada de descanso, ahora llevamos recorridos caminando 86 Km: 20 Km de Frómista a Carrión de los condes, 27 Km de Carrión a Terradillos, 21 Km de Villavante a Astorga y 18 Km de Manjarín a Ponferrada. Es hora de tener un día de descanso. Bajaron a visitar el rio Sil, que estaba muy cerca del albergue y justo al lado del castillo Templario. Recorrieron la ciudad y visitaron los embalses que les había recomendado Tomás. -Martín, ¿Cuántos sellos tenemos?- Preguntó su abuelo. – Pues tenemos 4, de Carrión, Terradillos, Astorga y Ponferrada. – Muy bien, ahora vamos a ir a O Cebreiro, y ya entramos en Galicia, concretamente a la provincia de Lugo. Hicieron esa parte del camino en coche, y al llegar a O Cebreiro se fueron a descansar. Era una aldea pequeña, la primera aldea gallega del camino francés. Martín y su abuelo recorrieron la zona, pero pronto se fueron a descansar para preparase para la jornada siguiente
CAPÍTULO 7: El camino de estrellas -Como está indo a facer o neno ir tanto xeito- Dijo una señora mientras desayunaban. - O camiño é longo- Martín no entendía cómo hablaba Mariña, la cocinera del albergue – Quiere decir que el camino es largo, que eres pequeño para hacer este recorrido. – El abuelo de Martín y Mariña estuvieron un rato hablando. – Bueno Martín iremos a ver las pallozas, y luego Xavier nos llevará hasta Triacastela y desde ahí iremos caminando hasta nuestra siguiente parada, Sarriá. -Las pallozas son viviendas tradicionales prerrománicas, se dice que son celtas, y se utilizaban en Asturias, parte de León y Galicia- A Martín le gustaba mucho cómo le explicaba las cosas su abuelo. Junto a Xavier pudieron ver todas las 6 pallozas que quedaban en pie en el pueblo. – Bueno, es hora de irse si no queremos que nos pille el toroXavier les llevó hasta Triacastela. – Gracias por todo- Se despidieron Martín y su abuelo. El camino desde aquel pequeño pueblo iba a ser sencillo y a la vez precioso. - ¿Vais hasta Sarriá?- Le preguntó una chica joven a Manín- Si, claro, si quieres puedes acompañarnos- Aquella chica, Sara, estaba sentada junto a un árbol muy antiguo, y había estado escribiendo un buen rato, porque Martín se había fijado en sus dibujos. Antes de salir de la aldea decidieron el camino a tomar- San Xil, está repleta de prados y frondosos bosques de roble y abedul, es una de mis etapas favoritas- Su abuelo ya le había hablado de aquellos bosques y de la paz y tranquilidad que transmitían. Sara estaba de acuerdo y se marcharon los tres tras pedir un deseo en el estanque, como parte de la tradición. Desde luego el bosque impresionaba. Martín nunca había estado en un bosque tan grande, era totalmente verde con árboles gigantes. –Aquí en Galicia a los robles se les llaman carballos – Le informó su abuelo. Sara hablaba amigablemente con ellos por el camino, y de repente se
encontraron con una inscripción en piedra que decía: “Camiño Das Estrellas” - ¿Eso qué quiere decir?- Preguntó Martín ante el descubrimiento. – Pues a que este camino, el Camino de Santiago, también se llama el Camino de las Estrellas.- Le explicó Sara. Martín quería saber más e insistió, por fin, le contaron las leyendas: - De acuerdo con la tradición, un reguero de estrellas ayudó a localizar la tumba de Santiago Apóstol, estas estrellas eran la vía láctea. – Explicó el abuelo de Martín – Otro de los motivos por el que se le conoce de esta manera, es porque el camino coincide con la vía láctea, y los peregrinos comenzaron a buscar el fin de la tierra, que creían en Finisterre . A Martín las dos explicaciones le parecieron muy bonitas. –Pero ¿Cuál es la verdadera? – Son leyendas o tradiciones, las dos son verdaderas, y debes conocerlas ya que te estás casi terminando el camino.- Le dijo Sara. Era verdad, ya casi estaban llegando a Sarria. Al llegar a aquella aldea, los tres fueron al albergue para poder ducharse y descansar. – Y que nos sellen las credenciales. – Recordó Martín. Estaba especialmente emocionado, porque con aquel sello por fin podrían obtener la Compostela al final del camino. – ¡Ya tenemos realizados 100 Km a pie! – Martín estaba muy contento por su hazaña. Martín y su abuelo se despidieron de Sara, porque por la mañana ellos saldrían temprano y ella iba a descansar y a esperar a unos amigos. – Ha sido un placer caminar junto a vosotros. Martín, me pareces un chico muy valiente, no todos los chicos con tu edad harían este camino con la misma alegría que tú.Las palabras de Sara emocionaron a Martín y a su abuelo. Martín sentía que el camino le estaba haciendo crecer como persona, aprendiendo cosas sobre sí mismo que antes quizás no sabía. Durante el camino siempre tenían tiempo para ir pensando, y Martín pensaba en su madre, en lo mucho que echaba de menos a su padre, y sobre todo de lo orgulloso que estaba de su abuelo, de lo mucho que se querían y cuánto valoraba ahora cada momento. No se acordaba de su ordenador, de su tableta, ni de los gritos de su mamá… tan sólo sentía que ahora valoraba lo que tenía.
Con estas reflexiones en su cabeza Martín cayó rendido. Su abuelo, que cada noche dedicaba un rato a lavar la ropa y preparar la jornada siguiente se sentó junto a él. El abuelo miraba a Martín con ojos llorosos, estaba tan orgulloso de aquel pequeñajo… Tapó a Martín y se acostó junto a él, pronto los dos estuvieron dormidos.
CAPÍTULO 8: Fuegos y Meigas Martín esperaba a su abuelo sentado en la puerta del albergue. Era muy temprano, apenas había amanecido. Se pusieron en camino tras haber desayunado y pasaron el puente de Áspera, que cruza el rio Celeiro. – Abuelo, ¿Qué es eso? – Dijo Martín señalando delante del camino. Al fondo se veía una columna de humo que provenía de la ladera del camino. – Parece fuego, avisaremos al 112- Dijo el abuelo preocupado. No tardaron mucho en llegar al lugar. Allí ya estaban los bomberos intentando apagar el fuego. –Menos mal que se ha avisado pronto, alguien ha dejado basura y con el sol se ha prendido- Informó un Bombero a su abuelo. Martín miraba aquel fuego y pensó inmediatamente en su padre. ¿Cómo podía la gente ser tan descuidada y dejar basura en el bosque? ¿Acaso no sabían cuidarlo? Martín se sintió triste al ver arder aquella ladera. – Vamos Martín, aquí no podemos estar.- Le dijo su abuelo. Retomaron el camino desviándose un poco de aquel fuego. – No te preocupes Martín, el tiempo es favorable, y los bomberos lo apagarán prontoConsoló el abuelo a Martín. -Qué te parece si jugamos a las adivinanzas- Dijo Martín. – “Orejas largas, rabo cortito; corro y salto muy ligerito….” ¿Qué es?- Propuso el abuelo. Martín lo pensó un rato. – ¡Un conejo! Ahora yo “¿Qué es algo y nada a la vez?”- Martín se reía. – Pues no lo sé- Dijo el abuelo- ¿Un pez?- ¡Acertaste!Felicitó Martín. Desde que Martín era pequeño siempre había jugado con su abuelo a las adivinanzas, y siempre intentaban sorprenderse con adivinanzas nuevas. – Mira abuelo, un mojón lleno de pintadas, ¿A que eso no se hace?- Martín sabía que no se pintaba en las paredes. Al llegar a Portomarin, primero fueron al albergue a dejar las cosas y a poner el sello. En el albergue había un cartel que llamó la atención de Martín: “Terra de Meigas”- ¿Qué son Meigas?- Preguntó
Martín. – Jajaja Meiga es como llaman en Galicia a las “brujas malas”.- ¿Y las brujas buenas? – Su mamá ya le había dicho que no existían las brujas, pero si las hay, mejor que fueran buenas. – Las brujas buenas aquí se llaman “Bruxas”, esto forma parte de la cultura popular gallega, que está llena de magia y leyendas. ¿Mas leyendas y magia? – A Martín le gustaba mucho pensar en la magia. –Bueno, cuenta la leyenda que por estos bosques gallegos hay hadas y duendes que cuidan el bosque.- Le contó su abuelo. Ahora que lo pensaba, quizás Martín hubiera visto algo, porque al pasar por el bosque le parecía que se movían mucho los árboles… -¿Qué te parece si repasamos el itinerario que nos queda Martín? El abuelo sacó el mapa que utilizaban durante el viaje. – Esta tarde iremos a Arzúa en autocar, y desde allí iremos a Pedrouzo. Y de Pedrouzo…. ¡Santiago!- A Martín se le iluminaron los ojos, podía ser posible que quedase tan poco camino. Por un lado estaba deseando llegar a Santiago de Compostela, pero por otro lado no quería terminar esta aventura. Sus amigos iban a tener mucha envidia cuando les contase lo que había visto y lo que había hecho. Tal como habían planeado, cogieron el autocar que iba a Arzúa y allí se hospedarían hasta la mañana siguiente que emprenderían las dos últimas jornadas. En la habitación, Martín miraba el mapa y repasaba mentalmente lo que había visto en cada lugar del camino. No quería olvidarse de nada, por lo que escribió en un cuaderno cada detalle de cada jornada: su propio cuaderno de viaje. Cuando apagaron la luz Martín empezó a explicarle a su abuelo lo que más le había gustado de aquel día, pero no pudo terminar de contárselo, porque ya el sueño se había apoderado de él.
CAPÍTULO 9: Lobos y estrellas -¿Preparado para la penúltima etapa, Martín? – Ya estaban de camino. Les esperaba una etapa tranquila, apenas 20 Km y sin grandes pendientes. La emoción se notaba en todos los peregrinos, porque Santiago se encontraba a solo 40 Km, y muchos de ellos llegarían esa misma noche, pero Martín y su abuelo descansarían en Pedrouzo, y esa sería su última parada. -¡Mira que vaca tan grande! – Las vacas se encontraban en medio del camino, había buenos pastos para ellas. – En Galicia hay varias razas de vacas autóctonas, aunque no las conozco todas, juraría que esa de ahí es de raza Cachena. A Martín esa vaca le parecía que tenía los cuernos muy grandes. -Dicen los aldeanos que por estas tierras hay muchos lobos, porque a veces atacan al ganado.- Explicó su abuelo a Martín. - ¿No atacan a las personas?- Preguntó Martín. –Procuran mantenerse lejos del ser humano, los lobos son muy inteligentes y son grandes observadores.- A Martín le gustaban mucho los perros, y los lobos parecían perros. -¿Se puede tener un lobo como mascota?- Preguntó Martín esperanzado. – Jajaja Pues algunos casos hay, pero domesticar a un animal salvaje no es tarea fácil. Los instintos en los animales salvajes son muy fuertes.- Martín entendía bien la diferencia entre los animales salvajes y los domésticos, pero si él tuviera un lobo todos querrían ser su amigo porque nadie más lo tenía. –Bueno Martín, que alguien quiera ser amigo tuyo por algo que tú tienes, puede que no sea una amistad de verdad. Puede ser interés, ¿No crees? – Martín lo pensó unos instantes. A casi todos sus amigos los conocía del colegio, pero su amigo Rubén sólo jugaba con los chicos que llevaban balón al cole, y su amigo Samuel jugaba siempre con él, a cualquier cosa. – Abuelo, yo tengo amigos de verdad, que juegan conmigo aunque no tenga nada. En verano Martín echaba de menos a sus amigos del cole, aunque siempre conocía algún amigo nuevo. A veces se iba de vacaciones con su mamá a la playa, y allí conocía otros niños y jugaba con ellos, pero cuando volvían a casa ya no los volvía a ver, porque esos niños vivían en otras provincias distintas. Con tantos pensamientos en su cabeza, Martín no se había dado cuenta de que apenas quedaban unos minutos para llegar.
Al llegar al albergue de Pedrouzo vieron que había una enorme cola de gente esperando para entrar y tener un lugar donde descansar. –Abuelo ¿Tenemos que esperar esta cola tan enorme? – Martín estaba cansado –No, este albergue no es el nuestro. Abrieron un albergue que se podían hacer reservas, y nosotros tenemos reservada ya plaza.- Al ser Pedrouzo la última parada antes de llegar a Santiago siempre estaban los albergues llenos, y su abuelo se había adelantado haciendo una reserva con antelación. Martín y su abuelo fueron a comer. – Yo creo que podíamos comer una buena empanada gallega, ¿Qué te parece?- Martín asintió, le gustaban mucho las empanadas que preparaba su mamá. Martín fue al baño y cuando regresó se sentó sin mirar… -¡Martín mis gafas!Martín se había sentado en las gafas que su abuelo usaba para leer. - ¿He roto las gafas?- Martín se preocupó – Si, se han roto. Mañana cuando lleguemos a Santiago de Compostela tendré que ir a comprar otras.- Su abuelo no estaba enfadado, nunca se enfadaba, pero Martín se sintió mal, porque tenía que haber sido más cuidadoso. Martín y su abuelo fueron a un mirador cercano. El lugar era precioso, Martín nunca había visto tantas estrellas juntas. –Eso que ves ahí es la vía láctea, incluso se pueden ver algunos planetas cercanos, ¿A que sí?- Martín estaba sin palabras. Se quedó mirando hacia el cielo que en ese momento le pareció más inmenso que nunca. Martín descansó aquella noche nervioso, y se despertó con un nudo en el estómago. - ¡Abuelo, hoy llegamos a Santiago! – La emoción era muy grande, y los dos estaban deseando llegar. –El camino que nos queda es corto y sencillo, cuando nos demos cuenta estaremos allí. Empezaron a caminar con la emoción de llegar por fin a Santiago, aunque los dos sabían que era la última etapa del camino y pronto tendrían que volver a casa. Durante el camino hablaron de todo un poco, y se les pasó muy rápido, pues justo delante de ellos se encontraba Santiago. –Ahí lo tenemos Martín, ¡Santiago de Compostela!
CAPÍTULO 10: Santiago Desde el Monte do Gozo, junto a las estatuas de los peregrinos tenían la ciudad de Santiago de Compostela a sus pies. -¡Qué emocionante, Hemos llegado!- Gritaba Martín emocionado. Bajaron hasta la ciudad, que estaba repleta de gente. –Martín, no te separes de mí que hay mucha gente. – Le dijo su abuelo. Cuando llegaron a la plaza del Obradoiro Martín se quedó mirando fijamente la catedral.- Lo hemos conseguido abuelo- Dijo casi para sí mismo. – Bueno, vamos a certificar los sellos y nos darán la Compostela. Luego si quieres damos una vuelta y vemos la ciudad. Además creo que hoy tendrás alguna sorpresa- El abuelo de Martín no explicó más, y los dos fueron a realizar los trámites. Con la Compostela en su poder, Martín le preguntó a su abuelo por la catedral.- ¿Es románica o gótica?Preguntó Martín. – Bueno, como ya has visto catedrales góticas y románicas, dime tú que crees- El abuelo de Martín siempre le hacía pensar. – Es románica, seguro. Martín había aprendido mucho durante el camino, pero él todavía no lo sabía. Pasaron la tarde recorriendo la ciudad, visitaron la catedral y otros monumentos de Santiago. – Creo que es hora de una de tus sorpresas. –Le dijo el abuelo a Martín. Su abuelo empezó a mirar fijamente las piedras de un lado de la fachada, pero Martín no entendía nada. – Mira, ven.- Cogió a Martín de la mano y le señaló una de las piedras. Martín leyó lo que había escrito – “Rafael”Junto al nombre había un pequeño dibujo que Martín identificó, una media luna con tres pequeñas estrellas. A Martín se le llenaron los ojos de lágrimas – Este dibujo es de mi padre, es su nombre- Dijo como pudo. –Martín, tu padre estuvo aquí y como ves, nunca se va a ir – Se abrazaron los dos emocionados, y Martín se quedó mirando aquel nombre, el nombre de su padre. Martín pensó que su padre estuvo en aquel mismo lugar, justo donde él estaba. Cogió una piedra y puso su nombre junto al de su padre. – Ahora estaremos siempre juntos papá.
Con tantas emociones, Martín se había olvidado de llamar a su mamá como le había prometido. Al despedirse, su mamá le dijo: - Disfruta del viaje, pero cuando llegues a Santiago llámame porque te estaré echando de menos. Martín llamó, pero nadie le cogió el teléfono. –No te preocupes, habrá salido a hacer algún recado- Le dijo su abuelo. Ya había anochecido en Santiago y su abuelo quería enseñarle otra cosa. – Mira, ¿ves algo allí?- Le preguntó. Martín miró atento, claro que lo veía, allí había una sombra, pero no había nadie. –Si te acuerdas, esta mañana estuvimos aquí, y esta sombra no está pintada. Es la sombra del peregrino, que se proyecta cada noche cuando se enciende el alumbrado. Según la leyenda es la sombra de un sacerdote que se disfrazó de peregrino para poder escaparse con su amor, pero su amor nunca acudió a la cita, y desde entonces ahí está su sombra, esperando cada noche. Su abuelo le explicó la leyenda, y Martín escuchó atento. Qué pena, pensó, tener que estar esperando toda la vida ahí. Martín se acercó para asegurarse de que no había nadie escondido. – Si, es una sombra fantasma. –Concluyó finalmente Martín. Era tarde, y Martín estaba agotado con tantas emociones y tantos sitios que había visitado en Santiago, por lo que decidieron ir a cenar y a descansar. Cuando se estaban preparando para dormir, alguien llamó a la puerta. –Abre Martín, que tengo que guardar esto- Dijo su abuelo. Al abrir la puerta Martín abrió los ojos como platos.- ¡Mama! ¡Te he echado mucho de menos! ¡Tengo que contarte muchas cosas! – Martín tenía delante a su mamá. Su abuelo y ella habían quedado para darle esta sorpresa a Martín. – No te preocupes, tenemos tiempo para que me lo cuentes – Le dijo su mamá. En la cama Martín pensó en el primer día y le parecía que había pasado mucho tiempo. Cada día había descubierto algo nuevo, y había logrado llegar al mismo sitio donde estuvo su papá hace ya muchos años. Aquel viaje fue la experiencia más maravillosa de Martín, junto a su abuelo. Y jamás olvidará aquel camino de estrellas.
FICHA 1: NOS PREPARAMOS Si quieres conseguir la siguiente credencial deberás realizar 3 actividades diferentes: 1. En el primer mapa deberas localizar y pintar donde está nuestro país. 2. En el segundo mapa, deberás localizar cuáles son las comunidades autónomas por las que pasa el camino de Santiago Francés a su paso por nuestro país y pintarlas de diferentes colores. 3. En el tercer mapa, deberás localizar y pintar las provincias por las que pasa el Camino de Santiago Francés y pintarlas de diferentes colores.
FICHA 1: NOS PREPARAMOS
FICHA 1: NOS PREPARAMOS
FICHA 2: NOS PREPARAMOS
FICHA 3: RONCESVALLES
Transforma los verbos entre paréntesis para que las frases tengan sentido, en algunas oraciones se admiten diferentes tiempos verbales: a) Para ambientarte (ser)_________conveniente que (leer) _________sobre la historia del Camino y la peregrinación. b) Para preparar un plan de etapas (poder) __________ conseguir una guía del Camino que (incluir)_______________ mapas y distancias. c) Convendría que (consultar) ________________ los albergues para peregrinos si deseas (utilizar) ____________ este servicio. d) Si (pensar) ________________ usar los albergues de peregrinos te (interesar) ______________ llevar una mochila cómoda y ligera, un saco de dormir, y una esterilla por si (tener) ____________ que dormir en el suelo. e) Convendría que (llevar) ______________ poca ropa y más de un par de botas o zapatillas a las que tus pies (estar) _______________ adaptados. f) Llevar la concha de Santiago o vieira y un bordon o vara de caminante te (identificar) _______________ como peregrino, y la vara te (ayudar) _____________ en tu caminata. g) Tu familia (deber) _________________ conocer el recorrido. h) Un pequeño botiquín te (permitir) ________________ una primera cura de urgencia si te (herir) _______________ en el Camino.
FICHA 3: RONCESVALLES
Redacción. Haz una breve redacción explicando la siguiente afirmación: “El objetivo del camino no es llegar primero, sino llegar”. ________________________________________________________________________ ________________________________________________________________________ ________________________________________________________________________ ________________________________________________________________________ ________________________________________________________________________ ________________________________________________________________________ ________________________________________________________________________ ________________________________________________________________________ ________________________________________________________________________ ________________________________________________________________________ ________________________________________________________________________ ________________________________________________________________________ ________________________________________________________________________ ________________________________________________________________________ ________________________________________________________________________ ________________________________________________________________________
FICHA 4: PAMPLONA Matemáticas:
Si iniciamos el camino a las 8:30 de la mañana y concluimos la etapa a las 12:10 del mediodía ¿Cuánto tiempo estuvimos caminando?
Cada día escribimos 3 páginas en nuestro diario de viaje. Si finalizamos el viaje al cabo de 2 semanas, ¿Cuántas páginas hemos escrito a lo largo de nuestra ruta?
Tabla de datos: MESES Enero Febrero Marzo Abril Mayo Junio Julio Agosto Septiembre Octubre Noviembre Diciembre
TEMPERATURAS 4 7 8 11 13 17 21 20 17 12 8 4
PRECIPITACIONES 25 23 35 36 40 17 6 5 28 48 62 34
Completa: *Temperatura del mes más cálido…………………………………………. *Temperatura del mes más frío……………………………………………. *Calcula la precipitación total anual…………………………………….. *Precipitación máxima………………………………………………………… *Precipitación mínima………………………………………………………... ¿Cómo influye el clima en la mayor o menor afluencia de peregrinos?
FICHA 4: PAMPLONA
A partir de la siguiente tabla, elabora un gráfico de barra con los siguientes datos: PEREGRINOS LUIS ANTONIA JORGE MARIA
DISTANCIA RECORRIDA 11 Km. 8 Km. 16 Km. 24 Km.
24
18
12
6 LUIS
ANTONIA
JORGE
MARIA
FICHA 5: O CEBREIRO Como has visto en el video sobre los animales en peligro de extinción en la península, son muchos los animales que se encuentran en esta situación. Imagina qué podrías hacer tú para ayudar a proteger algunos de los animales que aparecen en el video. _____________________________________________________________________________ _____________________________________________________________________________ _____________________________________________________________________________ _____________________________________________________________________________ _____________________________________________________________________________ _____________________________________________________________________________ _____________________________________________________________________________ _____________________________________________________________________________ _____________________________________________________________________________ _____________________________________________________________________________
Empareja las fotografías con sus respectivas especies:
UROGALLO
OSO PARDO
LINCE
ÁGUILA IMPERIAL IBÉRICA