ENTREVISTA | Págs 4-5
Experta aterriza expectativas ante nueva Constitución COMENTARIO | Pág. 9
Reflexiones sobre la deuda de los chilenos
Del 26 de julio al 1 de agosto de 2020
Auge, caída y resurrección de Arturo Alessandri A 100 años de su llegada a La Moneda Págs.6-7 y 8
2 Zapping
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Pixeles
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Tú ni te enteras Sáshenka Gutierrez/EFE
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ú ni te enteras. Te sigo a todas partes. Te regalo chocolates. Abrigo tus noches de frío. Preparo el desayuno. Escucho tus quejas y boberías. Acompaño tus atracones en Netflix. Leo tus libros. Me escondo en el closet y aparezco en la ducha. Le abro la puerta a tu novio. Me voy de paseo cuando hacen el amor. No soy voyerista. Te cuido de la pandemia. Y tú ni te enteras.
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Director: Hernán Espinoza Jara Editor de Reportajes: Rodrigo Contreras Vergara Diseño y Diagramación: Diario El Centro Corrección de Textos: Diario El Centro Preprensa e Impresión: EL CENTRO S.A.
temas de domingo
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Constanza Hube:
“Quienes quieren establecer un modelo de sociedad en la Constitución, no entienden cuál es su rol” Mario Rodríguez Órdenes
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rremete el itinerario político en un Chile sacudido por la pandemia y el conflicto social que explotó el pasado 18 de octubre. El próximo 25 de octubre en un plebiscito los chilenos deberán responder dos preguntas. La primera, si están o no de acuerdo con una nueva constitución, optando por un apruebo o rechazo, según la preferencia. La segunda pregunta tiene que ver
con el mecanismo para elegir los integrantes de la convención constitucional, en caso que gane la opción apruebo. En un país cruzado por la incertidumbre, Temas conversó con Constanza Hube Portus (Valdivia, 1986), abogada. Actualmente es directora del Foro Constitucional de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
Constanza, ¿cree que sea factible el plebiscito del próximo 25 de octubre? “Es una interrogante que está planteada y que se debiera resolver dentro de las próximas tres semanas. Lo ideal sería que se cumpliera el itinerario/calendario constituyente que se encuentra establecido en la Constitución, pero es importante que no solo el plebiscito se pueda realizar, sino que también se pueda llevar adelante una campaña informativa y participativa”. ¿Qué situaciones no lo harían posible? “Si no están garantizadas las condiciones para el despliegue de una campaña que permita un contraste de ideas, un voto informado y libre. Se ha hablado mucho del ‘plebiscito seguro’. Esa, sin duda, es la primera prioridad, pero es muy importante también que exista la posibilidad de realizar una ‘campaña segura’”. ¿Qué pasa si se posterga nuevamente? “Tendría que existir un acuerdo transversal (2/3 de los diputados y senadores) para establecer una nueva fecha. Lo razonable en ese escenario, es que se realice cuando las condiciones sanitarias lo permitan y en un ambiente de tranquilidad”. En una columna reciente señaló que habría preferido una tercera opción (a la del “apruebo” y “el rechazo”). ¿Se refiere a una alternativa más moderada? “Efectivamente. Lo he dicho en otras oportunidades. En un mundo ideal, yo habría sido partidaria de considerar una tercera opción en la primera papeleta que permitiera votar por ‘una reforma constitucional’. La pregunta es muy binaria: ¿Quiere mantener todo cómo está? o ¿Quiere algo totalmente nuevo? Yo habría preferido una opción más moderada, como sería una reforma constitucional a través de un Congreso Constituyente. Por eso frente a la pregunta binaria
me inclino por la opción ‘Rechazo’. Soy partidaria de un cambio constitucional, pero es perfectamente posible hacer dicho cambio en el Congreso (ya sea este o el siguiente). Es importante considerar que la Convención Constitucional (de ganar dicha opción en la segunda pregunta) no será muy distinta a la Cámara de Diputados (se usará el mismo sistema electoral, los mismos distritos y estará constituida por el mismo número). ¿Considera que las expectativas ciudadanas de lo que puede o no puede una constitución son desmedidas? “Sí. Es importante que se ajusten las expectativas de la ciudadanía respecto de lo que la Constitución puede y le corresponde hacer. La Constitución no establece montos, fórmulas o cálculos, sino que reglas para estructurar el poder y el resguardo de derechos fundamentales. Las expectativas de que la Constitución está asociada a una mejora en la situación personal, familiar e incluso económica es preocupante. Es importante ser responsables y ajustar esas expectativas”. Si las expectativas no se cumplen, ¿se verá un recrudecimiento del conflicto social? “No podría adelantar eso, pero sin duda que si no se cumplen las expectativas nos situaremos en un escenario de mucha frustración, y probablemente la gente se sentirá engañada”. LA CONSTITUCION DE 1980 ¿Considera que la Constitución de 1980 está superada? “Desde un punto constitucional obviamente no hay una sola postura respecto a este tema, pero sí, hay que tener claro que la Constitución actual no es la misma que la Constitución del 80` original. En el fondo el ‘Apruebo’ o el ‘Rechazo’ no es respecto de la Constitución del 80` original, sino que respecto de la Constitución que está vigente actualmente, que ha tenido más de 40 reformas, incluyen-
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“Es importante -considera Constanza Hube- establecer las bases constitucionales para un Estado moderno, al servicio de las personas”.
En medio de la profunda crisis que vive Chile, el próximo 25 de octubre la ciudadanía en un plebiscito se pronunciará si está o no de acuerdo con una nueva Constitución.
do la reforma de 1989 (que fue plebiscitada) y la reforma del año 2005 (respecto de la cual el Presidente Lagos sostuvo que contábamos con una Constitución Democrática)”. Michelle Bachelet en su segundo periodo inició un proceso constituyente. ¿Por qué fracasó? “Hay que considerar que hay elementos de ese proceso que fueron muy valiosos, como por ejemplo los Encuentros Locales Autoconvocados (yo participé en varios), pero el proceso tuvo muchas críticas principalmente relacionadas con: la baja participación, la parcialidad de los facilitadores en los cabildos, y el poco acuerdo en la propia coalición de gobierno (de ese momento). Sin embargo, creo que es interesante su propuesta. Al revisarla, se puede ver claramente que se trata de una reforma a la actual Constitución, en la que se mantiene aspectos centrales de la institucionalidad vigente”. ¿Se debe superar el excesivo presidencialismo que hemos tenido en las cartas constitucionales de Chile? “Desde un punto de vista teórico, el sistema que más me gusta es el parlamentarismo, ya que reduce el riesgo de quiebres institucionales y permite salir más fácil de las crisis políticas. Sin embargo, veo difícil, que en la práctica se pueda instalar un sistema como ese en Chile, porque la figura del Presidente de la República como Jefe de Estado y Gobierno está profundamente enraizada en nuestra cultura política. Dicho lo anterior, es urgente hacer cambios al sistema actual. La situación que estamos viviendo hoy, evidencia la difícil combinación entre elecciones conjuntas de Presidente de la República y parlamento con un sistema electoral proporcional. La idea de las elecciones conjuntas tenía sentido con un sistema electoral con efectos mayoritarios como el sistema binominal, pero con un sistema de partidos multipartidista con evidentes indicios de fragmentación, ha demostrado que es muy difícil para el Presidente lograr mayorías para ‘sacar adelante’ su agenda. También
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“Mucha intolerancia” Uno de los personajes de Calígula de Alberto Camus expresa: “Los hombres no pueden ser felices”. ¿Ha reflexionado acerca de esa dificultad para vivir en sociedades pacíficas y donde los hombres se vean como hermanos? “Sí. Tenemos un problema de convivencia importante, de mucha intolerancia, de no respetar la opinión del otro, de no pensar que nuestros actos tienen consecuencias y que eso afecta a los demás. Lo primero es respetar las normas de convivencia mínimas y lamentablemente, ahora vemos poco respeto por ellas, por el Estado de Derecho. Que autoridades se ‘salten’ las reglas constitucionales, por ejemplo, me parece tremendamente riesgoso y atenta contra una sana convivencia democrática”.
es importante que se puedan hacer cambios al sistema presidencial, reivindicando la función parlamentaria y modernizando el Congreso”. CONVENCIÓN CONSTITUYENTE ¿Cómo cree que debe ser conformado el órgano redactor de una eventual nueva constitución? “Más allá de mi opinión, ya está establecida la manera en que se conformará la Convención Mixta Constitucional o la Convención Constitucional (dependiendo del resultado de la segunda pregunta en el plebiscito)”. ¿Le parece bien la participación que tendrá la mujer? “Claro que sí. Las mujeres tenemos mucho que aportar y no solo en los ‘temas de mujeres’. Es por eso que soy partidaria de generar más incentivos para que aumente la participación de la mujer no solo en posiciones de liderazgo político, sino que también en el sector privado. Sin embargo, no estoy de acuerdo con la
paridad de resultados aprobada para la Convención. Me parece que existían otros medios, que habrían permitido cumplir con esa finalidad, sin distorsionar la voluntad popular. Un ejemplo son las listas cerradas. Pero como dije, más allá de mi opinión, ya hay un proceso en marcha con reglas establecidas en la Constitución”. ¿Estaría dispuesta a participar en la Convención (en caso de ganar la opción “Apruebo”)? “Sí, por supuesto. Primero hay que ver qué pasa el 25 de octubre, pero desde ya, me parece que es una responsabilidad, y que estamos frente a un momento único. Como constitucionalista y como profesora de derecho constitucional motivo a mis alumnos para que se interesen por el servicio público, no me veo restándome de un proceso como este”. ¿Qué aspectos de la actual Constitución cree que se deben mantener? “Primacía de la persona humana, que el Estado esté al servicio de las personas y no al revés, un control de constitucionalidad efectivo, resguardo efectivo de la certeza jurídica. Hay muchas instituciones y disposiciones que son parte de nuestra tradición constitucional que son importantes de mantener”. ¿Y cuáles considera indispensables cambiarlos? “Es importante establecer las bases constitucionales para un Estado moderno, al servicio de las personas.
Agregaría un capítulo nuevo que incorpore un estatuto de derechos de las personas frente a la Administración del Estado, que se garantice constitucionalmente la continuidad de los servicios públicos y que incorpore los principios de eficiencia y eficacia, que actualmente se reconocen a nivel legal. Eliminaría algunas instituciones, como por ejemplo el Consejo de Seguridad Nacional que me parece que no cumple un rol relevante. Además, haría cambios al sistema de gobierno, al sistema de nombramiento de los ministros del Tribunal Constitucional, entre otros”. ¿Considera que, de fondo, hay una tensión en el modelo de sociedad que aspiramos para Chile? “A mí me parece que quienes quieren establecer un modelo de sociedad en la Constitución, no entienden cuál es el rol de ésta, ni el papel que debe cumplir en el sistema democrático. Hay que mejorar la política, y para eso hay que partir por respetar la institucionalidad”. Esa tensión que se vio en octubre pasado, ¿cree que pueda volver? “No estoy en condiciones de anticipar eso, pero por supuesto que se esperaría que eso no volviera a ocurrir. No se puede llevar adelante un proceso como este en un contexto de violencia”. ¿Qué significaría una mayoritaria abstención en el plebiscito del 25 de octubre? “Me parece que sería complejo para la legitimidad del proceso”.
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A un siglo de la elección presidencial de Arturo Alessandri Jaime González Colville. Academia Chilena de la Historia
El viernes 25 de junio de 1920, el maulino (nacido en Longaví) Arturo Alessandri Palma, logró una muy estrecha ventaja sobre el candidato conservador Luis Barros Borgoño. Inusitadamente se abrió a la opción de que un postulante a La Moneda no siguiera las líneas tradicionales de la política chilena en la que el Mandatario saliente dejaba instalado al sucesor. Para llegar a disputar la banda de la primera magistratura, Alessandri debió dar una épica lucha en la convención de la Alianza Liberal (la coalición que le respaldaba) y superar a líderes de gran peso como Enrique Mac Iver y Eliodoro Yáñez. El ajustadísimo triunfo (50.56% de Alessandri y 49.44% de Luis Barros Borgoño) no aseguró a don Arturo el sillón, debiendo enfrentar una dura pugna del bando conservador, que intentó con los más ruines artilugios, cerrar a toda costa su camino a la casa de Toesca.
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l domingo 25 de abril de 1920 se consagró la candidatura presidencial de don Arturo Alessandri. En esa época, los partidos de una alianza (en este caso la Alianza Liberal) efectuaban una convención, donde votaban todos los adherentes por quien debía representarlos. La Alianza eran los radicales, liberales de avanzada y democráticos. Concurrieron unos dos mil doscientos militantes de los diversos partidos y el acto se realizó en el edificio del Congreso Nacional durante todo el día 25 de abril de aquel año 20. Los nombres que se perfilaban eran los de don Eliodoro Yáñez y Arturo Alessandri. El favorito era Yáñez. Por sus conocimientos jurídicos, dueño del diario La Nación y su ascendiente social, parecía digno de encabezar aquel momento crítico del país, con urgencia de reformas sociales y del Estado. Además, no causaba temores ni inquietudes a los adversarios. En los días previos, realizó una gira por el sur del país, granjeándose las simpatías de quienes lo escucharon por su palabra culta y sus ideas claras. Pero el Partido Radical, a través de Juan Antonio Ríos, invitó a Alessandri a Concepción, el que deslumbró por su elocuencia ágil, su programa de gobierno con audaces ideas reformistas. Desde aquí recorrió otras localidades. El nombre del tribuno de Longaví prendía en el alma del país.
Primera imagen a color del Presidente Alessandri, en la revista Zig Zag del 24 de diciembre de 1920.
LA CONVENCION PARA ELEGIR CANDIDATO El 25 de abril de 1920, como se ha dicho, se efectuó la convención para elegir al candidato de la Alianza Liberal. El acto fue presidido por Armando Quezada Acharan. Para todos, incluido Alessandri, don Eliodoro Yáñez era ganador. En la pri-
mera votación se resolvió hacer un saludo a la bandera y se aceptó que los partidos votaran por sus presidentes. Pero Alessandri logró 407 votos, Eliodoro Yáñez 102 y Enrique Mac Iver, radical, sorprendentes 294 papeletas. Se dispuso de inmediato la segunda votación entre Alessandri, Yáñez, Quezada y Mac Iver. Don Arturo, sintiéndose derrotado, supuso que los votos de sus contendores irían a Eliodoro Yáñez y resolvió abandonar el recinto del Congreso y dirigirse a su casa. Como si lo anterior no fuera suficiente, al salir, vio desplegarse un amplio cartel con la leyenda “Secretaria del Candidato Eliodoro Yáñez”. Estaba en su casa, en la Alameda, cuando sintió voces y sonar reciamente la campanilla de la puerta. Acudió a ver el causante de ese alboroto y se encontró con una multitud que prácticamente lo llevó en andas al local del Congreso. El resultado de la votación había sido sorprendente: 801 votos para Alessandri, 261 en favor de Eliodoro Yáñez, 108 para Armando Quezada y 50 para Mac Iver, siendo ésta la mayor sorpresa. “YO SOY UNA AMENAZA” Alessandri llegó hasta el edificio del Congreso acompañado por la muchedumbre que, sin mayores miramientos, subió al electo candidato sobre la mesa de la presidencia. Desde allí, y ante un silencio casi sepulcral, don Arturo dijo las palabras que marcarían su camino a la Moneda: “Ha sido costumbre –dijo– oír a los que han tenido la satisfacción de alcanzar el honor que ahora vosotros me discernís que no son una amenaza para nadie. Mi lema es otro: Quiero ser una amenaza para los espíritus reaccionarios, para los que
El Presidente Alessandri en su casa natal de Longaví, en abril de 1922. A su lado izquierdo, la ‘meica’ que lo trajo al mundo.
se resisten a toda reforma justa y necesaria. Yo quiero ser una amenaza para los que se alzan contra los principios de justicia y de derecho. Quiero ser una amenaza para todos aquellos que permanecen ciegos, sordos y mudos ante las evoluciones del momento histórico presente”. La candidatura de Alessandri urgió a los conservadores de la Coalición (Partido Conservador y los Liberales Unionistas) a designar al postulante de sus filas. Tras votarse entre trece nombres, se optó por Luis Barros Borgoño, ganador por escasa mayoría. El sector clerical, miró con desconfianza al candidato, quien era sobrino de Diego Barros Arana, connotado librepensador. La Federación de Estudiantes (FECH) apoyó inicialmente la pos-
tulación de don Arturo. También lo hizo “El Mercurio”, con la firme adhesión de Rafael Maluenda. “El Diario Ilustrado”, por otro lado, hizo dura oposición. Juvenal Hernández, entonces estudiante de leyes, “arregló” la letra de la famosa canción mexicana “Cielito Lindo” (de Quirino Mendoza y Cortés) con versos bastante agresivos: “Va en brazos de la Alianza/ Cielito Lindo / el gran Arturo. / Y es natural con esto, / Cielito Lindo/ triunfo seguro. / Una marca de fuego, / Cielito Lindo, / tiene Borgoño: la de creerse libre, /Cielito Lindo/ y ser pechoño”. El ambiente se enrareció de inmediato en el gobierno de Sanfuentes. Hubo temor ante este candidato que de tal forma agitaba un ambiente que fue quieto por un siglo, sin pugnas ni amenazas por el poder. Era preo-
cupante la adhesión de la oficialidad joven del ejército hacia Alessandri. El 4 de mayo en la tarde, Alessandri llegó en triunfo a Linares, siendo recibido por una multitud que desbordó el recinto de la estación, la calle Brasil e Independencia. No dejó de llamar la atención la presencia de jóvenes oficiales de ejército. Fue llevado en andas hasta la plaza de armas, donde se ubicó un estrado entre los dos leones de ese lugar. Después se le ofreció un banquete de cuatrocientos cubiertos en el Hotel Comercio. Por primera vez había tal revuelo ante una elección. La gente más sencilla pasaba horas ante la casa de don Arturo, en la Alameda de Santiago, sólo para oír su voz. Muchos arrancaban pedazos de las murallas como reliquias. (Sigue en página 8)
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El longaviano y linarense Arturo Alessandri, sale del Congreso tras asumir el mando del país, el 23 de diciembre de 1920.
El viernes 26 de junio se efectuó la elección. En esa época se usaba el sistema de electores, donde se sufragaba por un ciudadano que, de ser ganador, votaba por el aspirante de sus preferencias. De esta forma, Alessandri logró 82.083 votos, con un 49.48% de las preferencias y Barros obtuvo 83.100 sufragios, con el 50.1% de las papeletas. Pero en electores, Alessandri logró 179 y Barros 175. Literalmente Alessandri había ganado, pero el mínimo margen, obligaba a buscar una instancia para decidir la elección. Luis Emilio Recabarren, que iba en la postulación, logró el 0.41% de los votos y ningún elector. La prensa adicta a la Alianza proclamó sin más el triunfo alessandrista, mientras que la del bando conservador, guardó silencio. Al no existir forma legal de resolver la elección se designó un Tribunal de Honor integrado por “hombres probos” para decidirlo. Este se reunió el 30 de septiembre de 1920. Lo integraron Emiliano Figueroa, Ismael Tocornal, Ramón Briones, Fernando Lazcano (quien falleció antes y fue reemplazado por Abraham Ovalle), Armando Quezada, Luis Barriga y Guillermo Subercaseaux. La Moneda urdió una oscura trama: se designó Ministro de Guerra a Ladislao Errázuriz. El plan era sacar los regimientos de las ciudades, en especial Santiago, para debilitar el apoyo hacia Alessandri. Se utilizó un golpe de Estado ocurrido en Bolivia y se dijo que tropas de ese país venían a la frontera del norte. Trenes interminables llevaron a los soldados hacia esa zona. Pero la maniobra fue descubierta y el episodio se conoció como “la guerra de don Ladislao”. El 21 de julio la juventud conservadora asaltó y saqueó la Federación de Estudiantes, ubicada en Ahumada, por sus simpatías con Alessandri. Entre los atacantes resultó herido el joven alumno de derecho Alberto Hurtado Cruchaga. Poco después
fue detenido, acusado de anarquista, el estudiante de leyes José Domingo Gómez Rojas, quien murió en la cárcel el 29 de septiembre, un día antes que se reuniera el Tribunal de Honor. El enorme funeral pasó frente al Congreso y La Moneda. El tribunal, reunido en el Congreso, reconoció 177 electores a Alessandri y 176 a Barros Borgoño, otorgando la presidencia a don Arturo. El 23 de diciembre de 1920, a las dos de la tarde, Arturo Alessandri recibió la banda presidencial en el Salón del Congreso. La insignia del mando se suelta y cae al piso. Alessandri lo ve como un mal augurio. Camino a La Moneda, la muchedumbre (varios maulinos entre ellos), sacaron los caballos y llevaron el coche por sus manos al Palacio Presidencial. En la sede de gobierno y mientras revisa las tropas, una multitud se lanza contra el local de “El Diario Ilustrado”, feroz enemigo de Alessandri, en la esquina de La Moneda. Una pedrada deja al redactor Rafael Luis Gumucio con el rostro lleno de sangre. Alessandri hizo oír su vozarrón, en un hecho inédito en la historia presidencial, y ordena a los manifestantes retirarse y a la policía cumplir su labor. Todos obedecieron. Fue la primera muestra de firmeza del jefe de Estado. La hacienda pública estaba en bancarrota. Para pagar los sueldos de los funcionarios, se pidió préstamos a bancos particulares, los cuales rechazaron al fisco como garantía y debió asumir como aval el propio Alessandri. Pero la masa social espera las reivindicaciones ofrecidas. En el mensaje Presidencial de 1 de junio de 1921, anunció la dictación del Código del Trabajo, impulsar la edificación de escuelas. Además, era necesario ejecutar obras públicas para aliviar el alto índice de cesantía, iniciar un amplio programa de viviendas para obreros, crear cooperativas en bene-
Alessandri, desde el balcón de la Moneda, a pocos minutos de asumir el poder, el 23 de diciembre de 1920.
ficio de sus asociados. Fue indispensable abrir albergues para dar comida a muchas familias. La oposición a Alessandri es tenaz y la encabeza “El Diario Ilustrado”, de derecha y la revista “Claridad”, de izquierda y editada por la FECH, que se vuelve también en su contra. El 2 de junio de 1921 Alessandri envía al congreso el Código del Trabajo. La tramitación es demorada con indicaciones que dilatan aquel cuerpo legal, especialmente de parte de los conservadores. Por presiones y obstáculos de la oposición, el Presidente debió cambiar varios ministerios. Incluso nombró ministro de hacienda a Aníbal Rodríguez, quien había sido su tenaz opositor en la campaña. El Senado puso objeciones y condiciones para algunas reformas presupuestarias destinadas a mantener la caja fiscal y pagar sueldos, pero votó favorablemente una transacción de la Compañía de Salitre de Antofagasta con el fisco, en defensa de los accionistas, vinculados con varios parlamentarios. RUIDO DE SABLES La situación estaba al borde de la crisis institucional. El 3 de septiembre de 1924, en la Sesión Ordinaria N° 71 del Senado, se discutían varias leyes de interés social: jornada de ocho horas, supresión del trabajo infantil (medida que fue anterior a la fundación de la UNICEF en 1946) reglamentación del contrato colectivo, una ley de accidentes del trabajo (la primera de América), el seguro obrero, legalización de los sindicatos (objetada por los conservadores), creación de los tribunales de conciliación y arbitraje laboral (que podía arrastrar a los patrones ante un juez en caso de abuso), etc. A las galerías acudieron numerosos oficiales jóvenes. Cuando las leyes indicadas fueron rechazadas, hacían sonar sus sables contra las sillas. Al
final, se votó una ley que aumentaba las dietas de los congresales, siendo aprobada con todos los sufragios. El ruido en las graderías aumentó y el Ministro de Guerra Gaspar Mora Sotomayor les ordenó abandonar el hemiciclo. Salieron pausadamente arrastrando sus sables. Se había acuñado el término “ruido de sables”. En la tarde del 8 de septiembre de 1924 un grupo de oficiales llegó a La Moneda. Ante el bullicio del exterior, don Arturo preguntó qué sucedía. Los uniformados (constituidos en un “Comité Militar”) exigieron la disolución del Congreso y la conformación de una junta militar para “depurar política y administrativamente el país”, pero no se pedía la dimisión de Alessandri. Don Arturo, entonces, presentó su renuncia al Congreso, la que fue rechazada en dos oportunidades. De paso, los legisladores, atemorizados, aprobaron de inmediato las leyes demoradas. Se le concedió un permiso constitucional al Presidente y éste dejó el mando el 9 de septiembre. Tras hospedarse con su familia en la embajada norteamericana, dejó el país rumbo a Europa. Sin embargo, ante la difícil situación política y económica, y tras varias juntas de gobiernos sin resultados, se pidió el retorno de Alessandri. Llegó a Santiago apoteósicamente el 20 de marzo de 1925. De inmediato dispuso dictar una nueva Constitución Política, pero se le impuso como Ministro de Guerra a don Carlos Ibañez del Campo, sin opción de pedirle la renuncia. Es más, Ibañez envió un oficio a los ministros donde ordenó que cualquier documento emanado del Mandatario no era válido sin su firma. Ante ese hecho de insubordinación, Alessandri presentó su renuncia el 2 de octubre de 1927. Carlos Ibañez del Campo iniciaba su camino al sillón presidencial.
Comentario
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Desnaturalizando la deuda Alejandro Marambio Tapia. Centro de Estudios Urbano-Territoriales. UCM
En Chile, sabemos que es mucho más fácil pedir un crédito de consumo que un crédito productivo para una microempresa, y es mucho más fácil obtener un crédito que lograr un aumento de sueldo. Por tanto, no es ilógico que el gobierno ofrezca ayuda ante la emergencia socio-sanitaria a través de un crédito antes que una verdadera protección social.
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urante los últimos 10 años, los hogares con algún tipo de deuda en Chile se han situado entre el 67 y 75 por ciento, de acuerdo a los datos que bianualmente reporta la Encuesta Financiera de Hogares del Banco Central. En la región del Maule, las cifras son similares. Otras investigaciones afirman que hay distintos entendimientos sobre lo que significa estar “endeudado”: hay personas que consideran que el pago de una hipoteca es más bien una inversión antes que una deuda, o bien, que pagar las tarjetas de crédito en la fecha de vencimiento estipulada “no es estar endeudado”. Esto significa que el endeudamiento puede estar ligeramente subreportado. Lo que sí indica toda la evidencia es que la deuda está normalizada para una inmensa mayoría de hogares y que nos hemos acostumbrado a vivir con ello, ya sea regularmente, o entrando y saliendo de ella por periodos cortos. ¿Siempre hemos sido buenos para endeudarnos? ¿Por qué estamos endeudados? ¿Es posible vivir sin endeudarse? No, no siempre hemos sido tan buenos para endeudarnos. Precisamente, durante las últimas décadas todo lo que tiene que ver con la deuda ha aumentado. La tenencia de tarjetas de crédito, la deuda total de los hogares respecto a sus ingresos y la morosidad. Por ejemplo, las deudas impagas con las tarjetas del retail se ha ido duplicando año a año desde 2018 en el Maule. La llamada “democratización del consumo”, nuestra vía a ser un país “desarrollado” en los 1990s, fue en realidad una expansión crediticia. Supermercados, casas comerciales, farmacias, zapaterías, por un lado; trabajadores de bajos ingresos, estudiantes, dueñas de casa, jubilados, por el otro, fueron los nuevos protagonistas de dicha masificación de la deuda. Atrás quedó la primera fase expansiva del crédito, menos masiva, liderada por bancos y financieras -a la carga con el recordado “cómprate un auto Perico” de principios de los 1980s- ofreciendo las primeras tarjetas de crédito y créditos de consumo para las clases medias de aquel entonces. Ahora, nos hemos acostumbrado a las 24, 36 y 48 cuotas del retail. En el Maule, las personas deben tres veces más a las tarjetas del retail que a los bancos, lo que redunda en que deben pagar
créditos más caros. ¿Por qué tanta deuda? Para vivir. La informalidad y bajos salarios de la región –el salario mínimo no es algo exclusivo de pequeñas empresas aquí- los coacciona a acudir a dichas fuentes de crédito, menos exigentes, pero más costosas. En Chile, sabemos que es mucho más fácil pedir un crédito de consumo que un crédito productivo para una microempresa, y es mucho más fácil obtener un crédito que lograr un aumento de sueldo. Por tanto, no es ilógico que el gobierno ofrezca ayuda ante la emergencia socio-sanitaria a través de un crédito antes que una verdadera protección social. Es como funciona el modelo chileno, para todo hay un crédito disponible. Así como el ahorro forzoso de todos nosotros en las AFP ha servido durante más de 30 años para financiar la acumulación de capitales de los grandes grupos económicos, nuestro endeudamiento también ha servido para el mismo fin. Decíamos que todo lo vinculado a la deuda ha aumentado, todo menos la deuda del Estado, que lleva décadas inmóvil y que a pesar de enfrentar momentos de emergencia como el actual, se mueve bien poco. Si el Estado no se endeuda para financiar el bienestar de las personas, son los ciudadanos quienes deben hacerlo. Entonces, ¿es posible vivir sin endeudarse? En el último tiempo ha ido cambiando la narrativa en torno a la deuda. Si hace diez años el endeudamiento se relacionaba indefectiblemente con el “consumismo”, es decir, un problema individual, casi una patología particular, desde hace un par de años dicha visión unidimensional va quedando atrás, y se problematiza al endeudamiento como un problema estructural producto de un Estado ausente e indiferente en salud pública, bajas pensiones, financiamiento en educación, y por supuesto, bajos salarios. El modelo chileno. Este retiro del Estado se contrarrestó en parte con la circulación de un mensaje de movilidad social individual, basada en la propia iniciativa y en personalidades “emprendedoras”. Todo dependía del esfuerzo individual-familiar por competir en una cancha supuestamente nivelada, se decía, se dice. Los chilenos nos hicimos, entonces, expertos en malabares ¿Consumismo? No necesariamente, de hecho, son pocos los chilenos que puedan darse el lujo de ser
consumistas, el resto tiene que tratar de armar una vida digna con lo que alcanza, y ante un tropiezo o para avanzar un poquito debe recurrir a la deuda. Esta financiarización de la vida diaria se relaciona con la forma cómo los hogares incorporan el riesgo a su planificación doméstica, y cómo los tópicos financieros se empiezan a hacer familiares para todos. Como corolario, se nos exige ser responsables, asiduos al cálculo y reflexivos en nuestros asuntos financieros cotidianos, ya que si fallamos como deudores y consumidores es lisa y llanamente por no saber manejar nuestras cuentas. Todo tiempo pasado fue mejor dicen y es verdad que no siempre vivimos endeudados. También es verdad que antes tampoco fuimos muy buenos para ahorrar. Era un lujo que poco podían darse. Hemos llegado hasta aquí tras décadas de expansión de la deuda, pero ya tenemos claro que estar endeudado no es sinónimo de consumismo. También tenemos claro que, tras décadas de vivir con el crédito, nos hemos hecho expertos en malabares financieros. No es menos cierto que la categoría “endeudados” hace mucho sentido común desde el estallido social. ¿Cómo salir de la deuda? Si somos expertos en malabares, la solución no es necesariamente la educación financiera; si no es consumismo, la solución no es necesariamente controlar los impulsos individuales. La propuesta es un camino tal vez más largo, apuntar a las causas estructurales que tienen a la mayoría del país endeudado y seguir desnaturalizando la deuda, esto es, dejar de asumir que todo nuestro bienestar debe basarse irremediablemente en el crédito y la deuda. Partir por dejar que el crédito sea sinónimo de una relación excesivamente asimétrica entre un pequeñísimo individuo y un gigantesco holding comercial. También vislumbrar que pensar como consumidor no es excluyente de pensar en lo socialmente justo, en lo colectivo ni en el bien común. Para enfrentar dichas causas estructurales, es preciso volver a pensar en colectivo, no en la solución individual, para lograr avances contundentes y permanentes en nuestro bienestar -y dejar el crédito para verdaderos proyectos de inversión-, de forma que se haga innecesaria la deuda para sostener dicho bienestar.
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El mundo que vendrá: una visión optimista
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¿Qué ocurriría si el coste de las necesidades básicas de una persona se abaratara hasta unos niveles tan reducidos que podría conducir a la eliminación de la pobreza? Esto podría suceder en 2030, según predicciones de dos expertos en cambios disruptivos impulsados por la tecnología. Aunque también existen riesgos, advierten.
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tica la velocidad y la escala de la disrupción, impulsada por la tecnología y sus implicaciones en la sociedad. Se denomina disruptivo al proceso o modo de hacer las cosas que supone una ‘rotura o interrupción brusca’ y que se impone y desbanca a los que venían empleándose. Sus fundadores, Tony Seba, líder de opinión y empresario de Silicon Valley (EE.UU.) y James Arbib, inversor en tecnología y filántropo con sede en Londres (Reino Unido), señalan que, a diferencia de los pronósticos basados en modelos mecanizados y aislados, su enfoque predictivo “captura los procesos complejos que impulsan un patrón de cambio rápido y no lineal”. Como resultado, Seba y Arbib aseguran que han sido más precisos que los analistas convencionales al predecir la velocidad y la escala de las interrupciones tecnológicas, por ejemplo, pronosticando con acierto, hace diez años, las reducciones en el costo de la energía solar fotovoltaica y de las baterías de iones de litio, que han tenido lugar en 2020. ¿EL FINAL DE LA POBREZA EN EL HORIZONTE? Los cofundadores de RethinkX sostienen que en los próximos años podrían ocurrir cambios similares en otras áreas de la economía, transformando el costo de la vida cotidiana de una manera tan significativa que podría sacar a las personas de la pobreza, según aseveraban en la revista ‘Fast Company’. “Las interrupciones tecnológicas que se avecinan y el rápido cambio no lineal que impulsarán no son, como predicen los analistas convencionales, otra revolución industrial, sino que el mundo está experimentando
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stamos en la cúspide de la transformación más rápida, profunda y con mayores consecuencias de toda la historia de la civilización. Por primera vez podríamos superar fácilmente la pobreza y el acceso a todas nuestras necesidades básicas podría convertirse en un derecho humano fundamental, según pronostica el laboratorio de ideas RethinkX. En su último informe ‘Rethinking Humanity’ (repensando la Humanidad) predicen que, durante la década de 2020, las tecnologías clave convergerán para producir una disrupción completa en los cinco sectores fundamentales que sustentan la economía global, y con ellos las principales industrias. Pronostican que los costos en información, energía, alimentación, transporte y materiales, se reducirán en 10 veces o más en comparación con los actuales, mientras que los procesos de producción serán 10 veces más eficientes en el uso de recursos, utilizando un 90 % menos recursos naturales y generando entre 10 y 100 veces menos desechos. Los efectos de esta transformación, provocada por la disrupción del sector tecnológico volcada en los medios de producción, serán para la sociedad tan profundos como extraordinarias serán las posibilidades que surgen, según RethinkX, aunque advierten que la alternativa a este desenlace podría ser el riesgo de que nuestra civilización colapse entrando en una nueva era oscura. “El camino que tomemos depende de las elecciones que hagamos a partir de hoy”, señalan. RethinkX (www.rethinkx.com) se autodefine como un grupo de expertos independiente que analiza y pronos-
Pronostican que los costos en información, energía, alimentación, transporte y materiales, se reducirán en 10 veces o más en comparación con los actuales.
un cambio mucho más fundamental, ya que nuestro propio modelo productivo se está poniendo de cabeza”, según indican en este informe (www. rethinkx.com/humanity). Para Tony Seba, podemos usar la próxima transformación para resolver desafíos de la humanidad, como la desigualdad, la pobreza y la destrucción ambiental, si reconocemos lo que está sucediendo, entendemos sus implicaciones y tomamos decisiones críticas ahora, porque estas mismas tecnologías prometedoras también podrían acelerar el colapso
de nuestra civilización. “Rethinking Humanity” describe el cambio del actual modelo de producción predominante de extracción y explotación hacia un modelo de creación localizada a partir de ‘bloques de construcción’ ilimitados y ubicuos: “un mundo construido no sobre carbón, petróleo, acero, ganado y hormigón, sino sobre fotones, electrones, ADN, moléculas y bits cuánticos”, indican. “Este cambio permitirá una mejora 10 veces mayor en costos y eficiencia en cinco sectores fundamentales,
Mundo
Domingo 26 de julio de 2020
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RethinkX.
En su último informe ‘Rethinking Humanity’ (repensando la Humanidad) predicen que durante la década de 2020, las tecnologías clave convergerán para producir una disrupción completa en los cinco sectores fundamentales que sustentan la economía global, y con ellos las principales industrias, incluido las energéticas.
Portada del informe ‘Rethinking Humanity’.
RethinkX.
energía, alimentación, transporte y materiales.
su parte James Arbib. “Pero las lecciones de la historia son aleccionadoras. Las civilizaciones líderes han caído al llegar a los límites de su capacidad para organizar su sociedad y resolver los problemas creados por el sistema de producción imperante”, agrega. “Cuando estas civilizaciones se vieron amenazadas por el colapso, miraron hacia atrás e intentaron recuperar los días de gloria remendando su sistema de producción y duplicando su sistema de organización en lugar de adaptarse, colapsando como sociedad y descendiendo a una edad oscura”, según Arbib. “Aunque, a diferencia de las civilizaciones anteriores, por primera vez en la historia, no solo contamos con las herramientas tecnológicas para dar un salto increíble en las capacidades sociales, sino también la capacidad de ver lo que viene y elevar a la humanidad evitando el colapso”, destaca el informe.
Tony Seba confunddor de RethinkX.
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cuyos avances han impulsado a lo largo de la historia la aparición de civilizaciones nuevas, mucho más capaces y avanzadas, cuando se combinaron con una organización y gobernanza social y unos sistemas e instituciones económicos, adaptados y mejorados”, señalan. Estos cinco sectores, que sustentan la economía global y a las principales industrias del mundo, y que en los próximos diez años se verán afectados por la convergencia de tecnologías clave son: información,
Podemos usar la próxima transformación para resolver los desafíos de la humanidad, como la desigualdad, la pobreza y la destrucción ambiental, según el estudio “Rethinking Humanity”.
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James Arbib, cofundador de RethinkX.
COSTE DE LAS NECESIDADES BÁSICAS EN DESCENSO El informe revela que el costo del “sueño americano” (“American dream”) podría ser tan bajo como $250 (250 dólares, unos 220 euros) mensuales para 2030. Define el “sueño americano” en estos términos: unos 1.600 kilómetros (1.000 millas) al mes de transporte; 2.000 kilovatios hora (kWh) al mes de energía; una nutrición completa (incluyendo 100 gramos de proteína, 250 gramos de carbohidratos saludables, 70 gramos de grasas, y micronutrientes), 100 litros de agua limpia al día; así como educación continua, unos 46,5 metros cuadrados (500 pies cuadrados) de espacio vital y comunicaciones. “Este costo podría reducirse a la mitad para 2035”, confirma. Tony Seba añade a Efe que eso haría “posible un nuevo contrato social que proporcione una calidad de vida mínima que abarque estas necesidades básicas, no solo en Estados Unidos sino en todo el mundo”. “Por primera vez en la historia, contamos con la tecnología para satisfacer las necesidades humanas básicas para todas las personas, a una fracción del costo, tanto económica como ambientalmente”, señala por
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Este estudio pronostica que los costos en información, energía, alimentación, transporte y materiales, se reducirán 10 veces o más en comparación con los actuales, y que los procesos productivos utilizarán un 90 % menos de recursos naturales y generarán entre 10 y 100 veces menos desechos.
La forma y el coste de crear materiales variará, posiblemente, en los próximos años, según el Informe ‘Rethinking Humanity´.
12 Series
Domingo 26 de julio de 2020
Juegos macabros David Lizana Barros
L
a serie está basada seguramente en hechos ocurridos en España en el 2016, durante la fiesta de San Fermín, cuando un grupo de hombres denominados “La Manada” realiza inimaginables abusos en contra de una mujer. Participan muchos actores nacionales reconocidos en diferentes films, series y teleseries, más el liderazgo de la productora Fabula de los hermanos Larraín, responsables de “La mujer Fantástica”, “No” o “El Club”. La serie reúne voluntades para adentrarse en temas muy complejos como la misoginia, el feminismo y la injusticia que rodea muchos casos que vemos a diario en la vida real. Blanca es una estudiante de un colegio católico acomodado de Santiago que ha desaparecido. Los dardos apuntan a un profesor de actuación del establecimiento que disfruta grabando clases privadas con las alumnas. Desde ese momento las escolares recurren a la toma del colegio, y se encuentran con
“La Jauría”, serie chilena que se exhibe en Prime Video, cuenta la historia de una estudiante desaparecida, líder feminista, víctima de abuso de un grupo secreto de hombres. Mucha violencia de género y un puzzle policial por resolver en ocho episodios. la oposición de la dirección y algunos apoderados que quieren que sus hijos vuelvan a clases. La policía civil, comandada por 3 mujeres detectives, va tras la pista de un grupo que utiliza juegos en línea donde se marca a mujeres y se las somete a un juego de machos oscuros. Un puzzle policial con hartos vuelcos, pero que se pierde un poco en algunas inverosimilitudes con varios clichés del género de suspenso y algunos errores no forzados que restan algo de credibilidad. A favor de esta serie esta su nivel de producción, aceptable nivel actoral,
buenas locaciones, la fotografía y la dirección de realizadores argentinos liderados por Lucía Puenzo. Los aspectos negativos quizás son mayores. Primero, me costó conectar con ciertos personajes, a cargo de actores que han circulado en las mismas y exitosas películas del cine chileno, como Daniel Muñoz, Antonia Zegers, Luis Gnecco, Alejandro Goic, Alfredo Castro o Amparo Noguera, tantas veces vistos. Sin poner en duda su capacidad actoral, es un tema a considerar su sobrexposición en realizaciones nacionales. Otro asunto es ver a actores de
casi 30 años interpretar a alumnos de cuarto medio, y que una de esas alumnas pueda ser más astuta que toda la sección informática de la PDI. Se agregan varios problemas de continuidad como, por ejemplo, vidrios cerrados de autos que aparecen abiertos en la toma siguiente y que se vean camarógrafos en reflejos de vidrios. Sin duda, a un ojo más experto, le pueden parecer aspectos poco prolijos. Lo otro, el absolutismo de que todos los hombres que aparecen son misóginos, machistas o simplemente ocultan secretos macabros. Se suma el hecho que la historia se sitúa en un colegio acomodado del barrio alto de Santiago, recordando lo ocurrido con el caso Larraín, estigmatizando más a ciertos nichos sociales. El feminismo está lleno de clichés, pareciendo un simple panfleto por momentos, cuando es algo mucho más profundo e importante. De igual forma, entretiene y siempre se agradece el contenido nacional que se la juega.