Economico9_01_2016

Economía Regional

Año 22 - Número 1.144

Suplemento especial preparado por la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco

Pequeño mundo

Un lugar donde lo bueno dura para siempre…

Arrancando el año con nuestros encuentros mensuales, elegimos para esta edición disfrutar de esta entrevista a Sayi Serra, realizada por Lucía Barberis. Al recorrer sus respuestas podemos ver la enorme capacidad emprendedora que manifiestan nuestros jóvenes.

Presentación Sayi Serra nació en Esquel, estudió fotografía y diseño en Córdoba y hoy elige volver a su tierra natal. Suelen verla como una persona tierna, pero son sólo apariencias, hay una personalidad fuerte dentro del envase pequeño. Con los años descubrió que las fotos, son para ella, uno de los más grandes tesoros, y por eso creó

Pequeño Mundo. Disfruta de lo que hace y cree que la felicidad no es real si no es compartida.

LB: ¿Qué es Pequeño Mundo?

SS: Es la excusa que inventé para hacer lo que más me gusta. La fotografía y lo que ella genera en mí y en quienes se acercan a mi servicio, es el motivo

Economía Regional

Año 23 - Número 1.144 COORDINACIÓN GENERAL: Carlos Baroli.

Cátedras de Economía 1 y 2 COLABORADORES Y FUENTES HABITUALES: • Rodrigo Gajardo • Hongos de Argentina • Estación Experimental Agroforestal - INTA Esquel • Red Patagonia Sustentable - FDHSP

perfecto para pasar momentos únicos de pura diversión y alegría.

LB: ¿Cómo nace Pequeño Mundo?

SS: Tengo una amiga que también estudió fotografía.

Nos reencontramos en Córdoba después de mucho tiempo sin vernos y las dos teníamos ganas de sacarles fotos a bebés. Así que empezamos a probar. No fue algo planeado, lo fuimos inventando sobre la marcha.

LB: ¿Cómo fue el camino para convertir esa idea en tu proyecto de trabajo?

SS: Se fue dando solo. Yo en ese momento no lo pensé como un proyecto de vida.

Estaba estudiando diseño, creía que iba a dedicarme más a eso, pero a medida que iba haciendo las sesiones de fotos me daba cuenta de que me gustaba mucho, me atraía el modo de trabajar, la relación con los chicos y con toda la familia. Lo disfrutaba tanto que fue tomando más espacio en mi vida y cuando me quise dar cuenta, todo giraba en torno a eso, así que le di forma, empecé a promocionarlo y a la gente le gustó. Me especialicé más en el mundo de la fotografía

“ERCO Desarrollo Humano”

QUÉ ES ERCO: Somos un equipo de profesionales que trabajan generando acciones para favorecer el desarrollo y crecimiento de individuos, grupos y organizaciones. Buscamos generar proyectos creativos y propuestas novedosas adecuadas a las demandas de la vida actual, utilizando los recursos y posibilidades que nos brinda la tecnología, el medio ambiente y las personas mismas. Nuestra filosofía consiste en crear con el otro, trabajar con visión, disciplina, pasión y conciencia, dentro de un marco de Ética, Responsabilidad y Confianza. Para ello buscamos establecer relaciones interpersonales sólidas con cada persona, equipo o institución, sabiendo que es la base para lograr cualquier cambio significativo en ellos, nosotros y la sociedad.

www.ercodesarrollohumano.com Facebook: ERCO Desarrollo Humano - YOP Presente Positivo e-mail: contacto@ercodesarrollohumano.com Cel: 54 2945 696979 - 54 2945 468634

de niños y hoy es mi trabajo.

LB: ¿Qué te permite expresar la fotografía?

SS: Yo trato de expresar las

Te presentamos nuestro nuevo espacio ERCO Hace unos meses volvimos al lugar que nos vio nacer. A lo largo de los 6 años de ERCO, nuestro lugar de trabajo se fue transformando en función de nuestras necesidades y las de los demás.

Hoy quisimos apostar a consolidar ese camino recorrido y crear un espacio que invite a desplegar el potencial humano. Encontramos en Salas de Esquel, una oficina con todos los servicios, mucha luz

Proceso de Textos, Diagramación y Scanner de fotos: Editorial Esquel S.A. * Economía Regional es un suplemento especial preparado en forma conjunta por la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de la Patagonia “San Juan Bosco” y Diario El Oeste de Esquel.

* Se permite la reproducción del material aquí publicado siempre que se cite la fuente.

LB: ¿Cómo es la vida en Pequeño Mundo?

SS: Todos los días es inventar algo nuevo, pensar cómo va a ser la sesión, armarse una nueva historia en la cabeza. Cada vez que tengo que hacer una producción es como si escribiese en mi imaginación un cuentito; y busco que los nenes se lo crean y yo me lo crea. Es muy divertido, juego mucho, me río mucho.

LB: ¿Cuáles son tus proyectos para el 2016?

* Su objetivo es constituir un espacio de reflexión acerca de aquellos aspectos vinculados al desarrollo económico y social de la cordillera patagónica, espacio abierto a todos los interesados en ocuparlo. * De tal manera las notas aquí publicadas no representan necesariamente la opinión de la Facultad, ni del Diario y son por lo tanto de exclusiva responsabilidad de los firmantes, siendo expresamente invitadas todas aquellas personas que disientan o que las consideren erróneas a manifestar su desacuerdo por este mismo medio.

cosas lindas, la felicidad. Si vos ves mis fotos nunca vas a ver gente triste, no vas a ver gente llorando; vas a ver niños riéndose, ellos son pura alegría y por eso los elijo para mis fotos.

y buena energía. Acá les presentamos nuestro nuevo laboratorio de ideas y los invitamos a que se acerquen; la dirección es 25 de Mayo 283, primer piso, oficina 3. ¡Los esperamos!

Fotografía Sayi Serra

SS: Hace muy poco que llegué a Esquel, así que quiero crecer acá, que la gente me conozca, sepa todas las cosas que hago.

Que vean que además de las fotos en los eventos (cumpleaños, bautismos, etc.), armo sesiones en las que hay un trabajo de Cont.

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Economía Regional

Biopolítica

Algunas definiciones y usos posibles, Si enero es un mes propicio para sentarse a leer con comodidad, sobre todo textos que inviten a revisar posturas y a reflexionar sobre la construcción histórica de nuestra realidad social, entonces hemos dado en la tecla.

Compartimos hoy este artículo que su autor –colaborador habitual de nuestro suplementoha redactado especialmente para Economía Regional. Para quienes su lectura despierte asentimientos, disensos y aportes, allí está disponible la dirección de correo electrónico para discutirlos directamente con Marcos.

Presentación Autores como Michel Foucault y Hannah Arendt han señalado la introducción de lo biológico como objeto de tecnologías de poder como un aspecto específico de la “modernidad”. Esta idea ha sido objetada desde diversas perspectivas. Entre ellas podemos señalar los trabajos de Giorgio Agamben, que discuten que la especificidad moderna esté en la incorporación de lo biológico al campo de la política, proponiendo que lo realmente novedoso es el tipo de relación que se establece entre la soberanía política y la vida como fenómeno biológico.

Sin desconocer las críticas existentes, nos centraremos en estas líneas que hoy compartiremos en la biopolítica en tanto que categoría presente en la obra de Michel Foucault, especialmente a partir de sus trabajos de la segunda mitad de la década de 1970.

En 1975, Foucault edita una obra clave: Vigilar y castigar. Allí definirá el nacimiento a partir del siglo XVIII de una(s) tecnología(s) de poder dirigida(s) hacia el control de los cuerpos individuales: la(s) disciplina(s). En una entrevista muy difundida, el filósofo

e historiador señalaba que “las relaciones de poder penetran en los cuerpos” para explicar cómo operan estas tecnologías. En brutal síntesis: estas tecnologías

Estas tecnologías son parte de los cambios sociales relacionados con la revolución industrial y la expansión de las relaciones de producción capitalistas, y su resultado serían “cuerpos dóciles”, que han internalizado y naturalizado comportamientos, especialmente a través de instituciones como la prisión, la escuela o la fábrica. son parte de los cambios sociales relacionados con la revolución industrial y la expansión de las relaciones de producción capitalistas,

y su resultado serían “cuerpos dóciles”, que han internalizado y naturalizado comportamientos, especialmente a través de instituciones como la prisión, la escuela o la fábrica.

La edición de La voluntad de saber –primer tomo de su Historia de la sexualidad- presenta como corolario de su historización del “dispositivo de sexualidad” la existencia de una nueva forma de soberanía en Occidente, ligada a una biopolítica de la población. Veamos entonces en qué consisten esta nueva forma de soberanía y la biopolítica.

Soberanía, disciplinas, biopolítica Tanto en La voluntad de saber como en el curso Defender la sociedad, Foucault señala un cambio histórico entre el derecho de muerte ejercido por el soberano en la edad media europea y un poder que administra la vida, surgido a partir del siglo XVII. Si el poder del soberano medieval se ejercía como apropiación (de los bienes, y en última instancia de la vida de sus súbditos), la biopolítica emergente no se basará en la potestad de quitar la vida, sino en la capacidad de administrarla. El biopoder tomará como objeto a la población en tanto que entidad biológica.

En su curso Seguridad, territorio, población, dictado en 1977-78 en el Collège de France, Michel Foucault señalaba que uno de los ejes de sus investigaciones en los últimos años era la especificidad de una técnica política dirigida al medio, cuya aparición se daría aún antes de la delimitación de la noción misma de medio.

Es decir: se interviene sobre el medio para controlar las condiciones de vida y productividad de

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Viene

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producción previo, y en ese momento se da el espacio para jugar, pasar un momento lindo y generar un vínculo con la familia, y sobre todos con los chicos.

Eso en las fotos se percibe y se retratan momentos, ges-

tos, miradas. Es una manera de guardar esos tesoros para toda la vida. También me gustaría expandirme a nivel regional, y tengo muchas ganas de trabajar con otros, armar equipos, tener proyectos compartidos.

LB: ¿Qué es para vos el

arte?

SS: Una forma de expresarnos.

Yo lo hago a través de una cámara y busco retratar esa intimidad que sólo se puede generar entre aquellos que comparten la complicidad del amor. Me alimento de esa energía y quiero contagiarla.

una población. En estos términos, es imposible que las estrategias de control de la población se dirijan a cada individuo o aborden a la sociedad como una suma de éstos. Por el contrario, las herramientas no serán de corte individualizador sino estadístico: ya que no se puede predecir o controlar cada caso, se trabajará en base a las probabilidades. Un ejemplo de este tipo de tecnologías de poder puede verse en el desarrollo de las políticas de salud pública y la epidemiología.

El poder sobre la vida –inseparable según el propio Foucault del desarrollo histórico del capitalismo- se desarrolló desde el siglo XVII a través de dos vías principales. Por un lado, a través de los mecanismos de poder característicos de las disciplinas: su objeto es el cuerpo humano, individualizado; el resultado se podría detectar en la utilidad productiva de esos cuerpos disciplinados.

Por otra parte, pero sin dejar de entrelazarse con las tecnologías disciplinarias, hacia mediados del siglo XVIII aparecen otra serie de tecnologías, centradas en el cuerpo-especie y sus procesos estrictamente biológicos. Su objeto son “la proliferación, los nacimientos y la mortalidad, el nivel de salud, la duración de la vida y la longevidad, con todas las condiciones que pueden hacerlos variar”. Ambos grupos de tecnologías de poder no son sucesivos en el tiempo histórico, sino que son complementarios y actúan en forma simultánea: son los modos concretos en que se producen efectos de dominación y hegemonía, “el ajuste entre la acumulación de hombres y la de capital”.

Autor:

Prof. Marcos Sourrouille Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la UNPSJB, sede Esquel soumarcos48@gmail.com

de la microbiología. Pero lo que se podría llamar “umbral de la modernidad biológica” de una sociedad se sitúa en el momento en que la especie entra como apuesta del juego en sus propias estrategias políticas” (Foucault, M., Historia de la sexualidad 1. La voluntad de saber, Siglo XXI, Buenos Aires, 2009 [1976], p. 135).

¿Qué procesos históricos se pueden entender desde esta categoría?

Sin pretender agotar el registro de posibilidades ni mucho menos, creemos que un complemento necesario de las abstracciones que supone toda definición es mostrar algunos ejemplos de problemas histórico-sociales abordados desde una perspectiva biopolítica.

Para enfatizar la diferencia entre una historia de la humanidad que necesariamente está “interferida” y condicionada por hechos biológicos y la especificidad de la biopolítica, nos permitiremos citar extensamente a Foucault:

En primer lugar, cabe mencionar los trabajos del mismo Michel Foucault. En el curso Defender la sociedad –conocido también como Genealogía del racismopropone al genocidio moderno como expresión del modo específico de legitimar la muerte de sujetos definidos como externos o parte de la sociedad en función de la necesidad de eliminarlos “en defensa de la sociedad”. La concepción de la población en términos biológicos, llevada al extremo, llega a plantear como legítima y necesaria la eliminación ya sea de patógenos externos, ya sea de partes corrompidas del propio organismo. El ejemplo paradigmático en ambos sentidos es el genocidio puesto en marcha en tiempos del nazismo en Alemania.

“Si se puede denominar “biohistoria” a las presiones mediante las cuales los movimientos de la vida y los procesos de la historia se interfieren mutuamente, habría que hablar de “biopoder” para designar lo que hace entrar a la vida y sus mecanismos en el dominio de los cálculos explícitos y convierte al poder-saber en un agente de transformación de la vida humana; esto no significa que la vida haya sido exhaustivamente sometida a técnicas que la dominen o administren; escapa de ellas sin cesar. […] y los riesgos biológicos corridos por la especie son quizá incluso más grandes, en todo caso más graves, que antes del nacimiento

En Argentina, estas preocupaciones teóricas y socio-históricas han sido retomadas entre otros por Daniel Feierstein, en trabajos como Seis estudios sobre genocidio y El genocidio como

Los estudios de Hannah Arendt y Giorgio Agamben también toman este caso histórico como objeto de estudio. Más allá de sus diferencias –que no podemos desarrollar aquí- comparten con Foucault y otros tantos investigadores la búsqueda de situar la experiencia del nazismo y el Holocausto en una clave de inteligibilidad histórica, como procesos de los que es posible trazar una genealogía, una serie de condiciones de posibilidad, etc.

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también a nivel local

práctica social. En este último, el sociólogo –luego de desarrollar un exhaustivo estado de la cuestión de los estudios sobre genocidio- retoma en gran parte los planteamientos foucaultianos y traza una serie de conexiones entre dos casos históricos: el nazismo y la experiencia argentina que culmina en el “Proceso de Reorganización Nacional” de 1976-83.

Uno de los grandes aportes de Feierstein es trazar un análisis de las prácticas genocidas que no se limita al proceso de matanza, sino que comienza en la gestación de sus condiciones de posibilidad, con la marcación de una otredad negativa dentro del colectivo social, el hostigamiento y aislamiento de esta población, etc. Asimismo, Feierstein propone una tipología dentro de los genocidios modernos: constituyente, colonialista, poscolonial y reorganizador. Si el genocidio perpetrado entre 1974 y 1983 responde al tipo “reorganizador”, los tipos anteriores permiten pensar diferentes procesos históricos en los que las víctimas de las prácticas genocidas serían los pueblos indígenas, en el marco de la expansión colonial europea (como propusiera Foucault en Genealogía del racismo), o de los colonialismos republicanos (donde los estados resultantes de procesos independentistas colonizan los territorios de sus “otros internos”).

En esta última línea se insertan los diferentes trabajos de los historiadores Mariano Nagy y Alexis Papazian, quienes retoman las categorías propuestas por Foucault y Agamben para estudiar –entre otros- el funcionamiento del campo de concentración que funcionara en la isla Martín García en tiempos de la llamada “Conquista del desierto”.

En estos trabajos –así como en los planteos originales de Foucault o Agamben- el ejercicio del poder en clave biopolítica aparece asociado a la soberanía estatal y sus agentes. ¿Implica esto que la biopolítica es necesariamente una categoría analítica para abordar estudios sobre el estado?

Una respuesta negativa a esta pregunta surge del trabajo del antropólogo magallánico Joaquín Bascopé, que señala la existencia de una “biopolítica estanciera” en el proceso de colonización de la Tierra del Fuego.

El caso de la colonización de Tierra del Fuego es bastante peculiar, dado que allí los proyectos

colonizadores implementados en primera instancia son llevados a cabo por particulares y empresas privadas antes que por los estados nacionales que posteriormente reclamarían su derecho a ejercer la soberanía sobre esos territorios.

Sin embargo, estos empresarios en los que son evidentes diferentes rasgos de estatidad, son para Bascopé implementadores de programas biopolíticos para la gestión de poblaciones y territorios.

Siguiendo a Bascopé, que la clave de la biopolítica estanciera está en el control de la circulación y los flujos (de personas, ganado, capital) al interior del territorio estanciero, pero también entre éste y el exterior.

Pensar la gran estancia operando en un vacío social no sólo sería erróneo históricamente, sino que implica replicar –en la praxis historiográfica- la producción de un desierto no sólo biológico, sino social y político, que es el punto de partida de la biopolítica estanciera. Si tal vacío existiera, éste habrá sido logrado por la gran estancia a expensas de las poblaciones humanas -pero también animales y vegetales- que pudieran obstaculizar la puesta en producción y la productividad de la empresa.

Esta es otra de las adaptaciones de la teoría al caso particular: la gestión de la población como entidad biológica, a través de herramientas estadísticas, intervenciones sobre el medio, cálculo de probabilidades, etc. no se aplican solamente a poblaciones humanas, sino que operan al mismo tiempo sobre poblaciones vegetales y animales. Todas estas poblaciones son gestionadas por medio de la biopolítica estanciera de forma interrelacionada.

Bascopé señala, en tal sentido, la producción de desierto como estrategia productiva del capital: éste, en competencia o conflicto por la apropiación y el uso de recursos con otros actores sociales, incluye entre sus prácticas la producción de un desierto en términos sociales y biológicos como condición necesaria para la estrategia productiva de la gran estancia.

Entendemos que estas extensiones o adaptaciones a partir de la definición foucaultiana de la biopolítica son especialmente útiles y sugerentes para pensar la historicidad de las territorialidades y paisajes de nuestra región (ya sea Fuego-Patagonia en general,

ya sea el “noroeste del Chubut” definido en forma más o menos imprecisa).

Para la región patagónica, autores como Gabriela Macchi o Fernando Coronato han sostenido la tesis de una interacción prácticamente nula entre la gran estancia de capitales británicos y otros pobladores o productores locales. Frente a este tipo de planteos, proponemos una relectura atenta de los señalamientos de Bascopé sobre la importancia del control de la circulación y los flujos de población (y capitales) en el marco de la biopolítica estanciera.

En este sentido, el mapa catastral puede darnos una idea de las relaciones de propiedad o posesión registradas por el estado, pero esto no es equivalente en modo alguno a las territorialidades en tensión, muchas veces solapadas o superpuestas, de la gran estancia, los ocupantes de tierras fiscales y los colonos reconocidos por el estado. La gran estancia tiene, por ejemplo, contratos de mediería con colonos y

Feierstein propone una tipología dentro de los genocidios modernos: constituyente, colonialista, poscolonial y reorganizador. ocupantes indígenas de tierras fiscales, los cuales son bastante habituales hasta la década de 1910, cuando siguen vigentes en aquellas secciones donde aún no hay alambrados. No abundan hasta el momento estudios para las grandes estancias del Chubut y Río Negro que profundicen en otro de los aspectos estudiados por Joaquín Bascopé en Tierra del Fuego: la formación de un colectivo obrero de trabajadores estacionales que circula permanentemente entre el interior y las inmediaciones del territorio estanciero.

Una mirada biopolítica sobre la historia local Por último, nos permitiremos referirnos a nuestro propio trabajo de investigación, inspirado por –o en discusión con- los trabajos y autores que venimos mencionando. Ya hemos aprovechado el generoso espacio de Economía Regional para hacer referencia a la investigación que venimos desarrollando, que busca vincular

en clave biopolítica las experiencias históricas de la Colonia 16 de Octubre, Nahuelpan y la Compañía de Tierras del Sud Argentino (o Argentine Southern Land Co.).

Cabe aclarar que el primer interés por el tema surgió de la detección de un referente empírico poco estudiado (el desalojo de Nahuelpan en 1937, con el insoslayable antecedente del trabajo de Chele Díaz) antes que de una inquietud por poner a prueba o reelaborar categorías teóricas. Pero, por supuesto, es imposible plantear un problema de investigación sin referencias a una teoría de lo social y categorías analíticas que permitan una ruptura con nuestras percepciones inmediatas de aquello que pretendemos estudiar.

Por otra parte, en momentos en los que trabajamos en la tesis que presentará los resultados de la investigación, uno de los corolarios de la aventura es la confirmación de que una reducción en la escala de análisis suele permitir una apreciación más sutil de la micropolítica de las territorialidades ejercidas por la gran estancia, pero también por diferentes agencias estatales, colonos o pobladores indígenacriollos.

En los últimos años del siglo XIX y los primeros del XX, por ejemplo, se haría evidente la necesidad -desde el punto de vista de los estancieros- de complementar la exclusión de los competidores humanos y animales por el uso del territorio con la disponibilidad de mano de obra para sus explotaciones, que solía ser escasa. Es en este contexto que cobra sentido la sistemática persecución tanto de las boleadas de guanacos y avestruces como de los robos menores de ganado para su consumo inmediato. En las quejas de los estancieros, la escasez de mano de obra va de la mano con la escasez de policía: será la “policía del desierto” la política pública esperada para solucionar el problema de la provisión de mano de obra y el control de la población cuyas conductas serán criminalizadas.

Por otra parte, el centrar nuestra atención en la población del Boquete Nahuelpan antes que en las estancias o la Colonia nos permitió ver diferentes estrategias de gestión de la población y el territorio que entraban en tensión, disputa o negociación con los programas biopolíticos estancieros o estatales.

Así como Bascopé señalaba que la misma reunión de obreros

por la gran estancia fueguina fue un factor que contribuyó a su organización, pudimos ver en documentación resguardada en el Archivo Histórico de la Provincia de Chubut cómo los representantes políticos de los pobladores de Nahuelpan –o incluso pobladores a título personal- gestionaban sus asuntos frente a las instituciones estatales, tanto para someterse a diferentes instancias de registro y clasificación por agentes e instituciones varios como para denunciar intrusiones en sus tierras y defender su capacidad de gestión del territorio a través de estrategias que implicaban un manejo propio o por intermediarios de prácticas letradas y diplomáticas con profundas raíces históricas.

Pero la “producción colonial de la vida salvaje” no se limita a la producción de salvajes a ser colonizados en Nahuelpan, sino que -en una dinámica similar a la señalada por Bascopé en Tierra del Fuego- crea nuevos problemas de gestión de las poblaciones para la biopolítica estatal y estanciera. Es muy ilustrativa la comunicación entre dos gerentes de la Compañía de Tierras del Sud Argentino, donde el remitente señala “he escuchado rumores según los cuales al poner tropas del ejército cerca de Esquel, el Gobierno tomará la concesión de los indios para maniobras, y 80 familias serán arrojadas a la colonia de Cushamen. Si tal es el caso, es una seria preocupación para nosotros, porque esta gente estará obligada a robar para vivir…”.

La relación entre la biopolítica estanciera de la Compañía y las prácticas productivas (pastoreo, caza, cultivo, recolección) de la población indígena reasentada tras las campañas militares aún no ha sido suficientemente estudiada, como tampoco lo ha sido el eventual papel de la Colonia Pastoril Aborigen Cushamen, Nahuelpan u otros asentamientos como reserva de mano de obra para la Compañía y otras estancias de la zona.

Una de las hipótesis que buscaremos constatar es que Nahuelpan no es sólo tierra fértil codiciada por los apropiadores que se benefician con el loteo de sus tierras, sino que es una entidad política al menos obstaculizadora –ya que no estaría en condiciones de plantear una hegemonía alternativa- de los programas biopolíticos estatales y estancieros en el noroeste chubutense. Desde esta perspectiva, hacia mediados de la década del ’30 el éxito de

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los programas estatales y estancieros se ve condicionado a la desarticulación de Nahuelpan como entidad política.

Existieron proyectos estatales que contemplaban como hipótesis la posibilidad

en la geopolítica regional: fundándose el pueblo en Esquel y dada la ubicación los lotes de la Colonia, Nahuelpan controlaba el paso entre la Colonia 16 de Octubre y la colonia de la costa atlántica (Rawson) -es decir, la vía de comunicación excluyente con el gobierno territoriano y nacional-, así como los caminos que comunicaban a la colonia con la Compañía y el Territorio

estudio puede resultar en aportes significativos en el campo de la historia de la política indígena (o mejor, indígena-criolla) en el medio siglo posterior a la fecha que

La “producción colonial de la vida salvaje” no se limita a la producción de salvajes a ser colonizados en Nahuelpan, sino que crea nuevos problemas de gestión de las poblaciones para la biopolítica estatal y estanciera. se suela aceptar como finalización de las campañas de conquista y ocupación de la Patagonia (1885).

El desalojo, entonces, desarticula la territorialidad y la estrategia política de Nahuelpan. Es parte de la estrategia biopolítica del estado nación [y el capital privado] en un sentido mucho más amplio que la mera privatización y reparto de las tierras: es la redistribución de las territo-

de instalar la comisaría de la colonia, e incluso el trazado del pueblo, en el boquete Nahuelpan, dada su ubicación estratégica en un nodo de caminos. Reiteremos estos datos para resaltar el papel de Nahuelpan

Nacional de Río Negro. Entendemos que la construcción de poder relacionada con estos datos y el peso que tienen en el desalojo de Nahuelpan aún no han sido suficientemente estudiados, y que su

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Cuentos y cuenteros

rialidades, del poder, la desarticulación de un nodo que era central hasta entonces en la morfología de la región. El desalojo representa, en definitiva, un viraje histórico en el que se redefine la región. Puede entenderse también como la caducidad de la operatividad de la reserva, en pos del proyecto biopolítico de más largo alcance para disolver su unidad espacial y vincular, expulsando a la mayor parte de sus integrantes a la precariedad del mercado laboral y al “ejército industrial de reserva” de la producción en términos capitalistas desarrollada en las estancias.

Nota aclaratoria Para evitar dificultades innecesarias en la lectura para un público que suponemos no necesariamente especializado, hemos suprimido en esta nota las referencias al aparato erudito que le sirve de andamiaje.

Los textos aludidos de Michel Foucault circulan ampliamente en diversas páginas web que permiten su descarga gratuita.

Otro tanto sucede con la mayor parte de los trabajos aludidos, pero de todos modos queda la dirección de correo electrónico para cualquier consulta al respecto. Y por supuesto, para cualquier crítica o discusión derivada de estas líneas.