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viernes 18 diciembre 2015
El diagnóstico de los males de Yahoo: feas matemáticas en el Reino de Marissa Mayer dealbook © The New York Times 2015
Andrew Ross Sorkin
V
amos a hacer un poco de matemática básica sobre Yahoo desde que Marissa Mayer tomó el timón hace más de tres años. Ella pagó cerca de 3 mil millones de dólares para adquisiciones de empresas que usted nunca antes había oído hablar, como Aviate, Polyvore y Distill (y una compañía de la cual usted pudo haber escuchado algo: Tumblr). En total, ella pagó 9,4 mil millones de dólares en recompras de acciones. En los últimos dos años, cuando las acciones se cotizaban al alza, las recompras de acciones habían sido una operación perdida del orden de los 2,5 mil millones de dólares. Alrededor de 365 millones de dólares en indemnización fue para la propia Mayer, asumiendo que se mantendría por un año y medio más. Y 109 millones de dólares fueron para un ejecutivo que ella contrató para ser su director de operaciones, pero que fue sumariamente despedido 15 meses más tarde. Un estimado de 450 millones de dólares fueron en comida gratis para el personal. Y, dependiendo de a quién usted le creyese, millones de dos dígitos de dólares fueron para fiestas y eventos, incluyendo una fiesta “Gran Gatsby”, realizada hace algunas semanas sin ironía aparente. Muchas de estas cifras provienen de una nueva devastadora presentación enviada por Eric Jackson a la junta de Yahoo el fin de semana. Jackson dirige un pequeño fondo de cobertura llamado SpringOwl Asset Management y ha estado protestando desde hace mucho tiempo acerca de los pasos en falso de la compañía. Dentro de Yahoo, el señor Jackson es considerado como un accionista “de poca monta” y que “no tiene los números correctos”, según
una persona involucrada en las tribulaciones recientes de la compañía. Pero, sea cual sea el tamaño de su posición accionaria en Yahoo o incluso si sus números están un poco exagerados, hay una verdad subyacente a la crítica del Sr. Jackson: A pesar de la insistencia de la señora Mayer que Yahoo es una compañía muy diferente y mejor de lo que era hace tres años cuando ella se hizo cargo –cosa que es muy posible– está siendo valorada como si ella no hubiese hecho casi nada. De hecho, los inversores piensan que el negocio principal de Yahoo, despojado de su inversión en Alibaba y Yahoo Japón, no tiene ningún valor. En realidad, Yahoo es menos que inútil, ya que ahora se atribuye un número negativo. ¿Es culpa de la señora Mayer? Esto puede parecer una pregunta bastante sencilla, pero la respuesta es complicada. En las últimas semanas, mientras todos se lanzaban contra la administración de la señora Mayer de Yahoo – con sus acciones cayendo en picada y la empresa dando marcha atrás a un plan de casi un año de escindir su participación en Alibaba– una serie de luminarias de Silicon Valley llegaron en su defensa. Mark Pincus, director ejecutivo de Zynga, escribió en Twitter: Enorme respeto por @marissamayer de dirigir @Yahoo con coraje y corazón. Es más fácil criticar que resolver, innovar o liderar. #marissafan – mark pincus (@markpinc) 24 de noviembre 2015 Marc Andreessen, el capitalista de riesgo y co-fundador de Netscape, agregó:
Marissa Mayer es una heroína por asumir el reto en Yahoo. @markpinc @marissamayer https://t.co/ayyDTkWtkv — Marc Andreessen (@pmarca) November 29, 2015 James Titcomb, columnista de The Telegraph, defendió a Mayer escribiendo: “No está claro que cualquiera podría haber salvado a Yahoo: La sucesión de rotaciones fallidas que precedieron la llegada de Mayer muestra eso.” Y sin embargo, aquí todavía estamos hablando de un fracaso en un giro radical. Es difícil llamarlo de otra manera. ¿Por qué Silicon Valley ha invertido tanto en esta historia? La obsesión con Yahoo exagera su importancia en el campo de batalla que es el negocio de la publicidad y de los medios digitales en grande. Yahoo sigue siendo un punto de referencia en el firmamento de Silicon Valley, un ángel caído de la era puntocom que inspiró a toda una generación de empresarios que todavía parecen añorar una época pasada y permanecen frustrados porque este ícono de una época no puede encontrar su camino de regreso al éxito que siempre pareció estar fuera de su alcance. (Hace dos décadas, Yahoo fue posiblemente la empresa más promisoria en Silicon Valley, un verdadero pionero de Internet. Hoy, hay un acrónimo, GAFA, que representa los cuatro jugadores dominantes de la era digital, Google-Apple Facebook-Amazon. Es difícil imaginar ahora, pero esa sigla, hizo que Yahoo tomara diferentes decisiones estratégicas. Fácilmente podrían haber sido Gafay.) Y la señora Mayer fue uno de los llamadas estrellas de rock del valle, una exitosa, e inteligente mujer ejecutiva de Google, que era celebrada en las publicaciones financieras y de la moda por igual. El problema, talvez, fue que la señora Mayer nunca se dio cuenta que ella no estaba administrando Google. Ella gastó dinero como si todavía estuviera operando una de las compañías
más codiciadas del valle. Al igual que Google, ella proveía alimentación gratuita a un costo de alrededor de 108 millones de dólares al año, según el informe del señor Jackson. Talvez se podría argumentar que sentía la necesidad de competir con los gustos de Google en beneficios si ella fuera a contratar a los mejores talentos, pero también logró pagar de más para traer personas a bordo a través de su estrategia de “aquihire”, básicamente, comprar empresas enteras, a menudo fallidas o “empresas de zombies” y así utilizar el “talento” para otros fines. Y mientras que ella podría haber gastado demasiado dinero en malas adquisiciones, ella también fue criticada por gastar demasiado poco. (Sí, ella fue criticada en ambos sentidos.) ¿Qué podía hacer con los 9,4 mil millones de dólares en efectivo que utilizó para la recompra de acciones? Comience a hacer su lista de compras de ensueño. Hubo un momento en que Netflix estaba en su rango de precios antes de que sus acciones se disparasen como un cohete a una capitalización de mercado de más de 50 mil millones de dólares. Si hubiera llegado a Yahoo
tres meses antes, ella podría haber interceptado Instagram. Spotify, el servicio de música, ha estado disponible todo el tiempo. Snapchat, a la vez, habría sido una adquisición perfecta. Pero ella nunca logró ninguno de esos negocios y, en lugar de ello, optó por pequeños agregados que hasta el momento no parecen haber movido el dial. A menudo, ella señala el crecimiento en el negocio móvil de Yahoo como un punto brillante y un negocio que no existía hace tres años. Eso es cierto y el mercado no le ha dado crédito por ello, pero el móvil sigue siendo apenas una fracción de los negocios de la compañía. Hay más probables aspectos positivos por los cuales tampoco ha conseguido el crédito. Pero para la mayoría de los inversores, su estrategia – que ella dice revisará de nuevo en enero–- parece no ser diferente a las estrategias de zigzag de sus diversos jefes ejecutivos predecesores y directorios disfuncionales. Por supuesto, es posible que la señora Mayer pueda probar que todos están equivocados. Pero los inversores se están quedando sin paciencia.