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Amen a sus enemigos… Mt 5,44

amarlos.

¡Cómo suena fuerte esta frase de Jesús!

Nace en muchos de nosotros la pregunta:¿Cómo es posible amar al enemigo? Es muy natural que, en todos nosotros, aparezca el odio al enemigo, la rabia, los resentimientos… ¿Cómo es posible amar a quien no quiero, a quien no tengo un sentimiento de aprecio o de estima?

Estas preguntas nos revelan que probablemente estamos en un plan diferente: lo que entendemos por amor tal vez no sea lo que Jesús entiende. ¿Qué quiere decir Jesús con este mandamiento:“¿Amen a sus enemigos?” Busque - mos reflexionar sobre esto:

En primer lugar, debemos notar que él no está pidiéndonos: “sean amigos de todos”. No es así. Es posible que aquel que es nuestro enemigo porque ha elegido un camino equivocado: el camino de la mentira, del fraude, de la envidia, de los celos, de la soberbia, de las trampas, de la calumnia, de la maldad… continuará siendo siempre nuestro enemigo, mientras continúe en actitud mala.

Sin embargo, aún así, el Señor nos pide que lo amemos. Aunque él esté en un camino feo, como cristianos estamos invitados a

Ciertamente, este amor del que habla el Señor, no es aquel sentimiento natural de simpatía, de querer estar juntos, de abrazarnos, de compartir nuestras ideas, sentimientos y proyectos… el amor del que nos habla Jesús para con nuestros enemigos es en la capacidad de estar a disposición para servirles, para ayudarles, para hacerles el bien, aunque ellos nos hayan lastimado tanto… es solo así que podremos ser para ellos un testimonio de que Jesús transformó nuestras vidas y nos dio una capacidad de amar que va mucho más allá de una capacidad de amar natural. Es estando a disposición también de nuestros enemigos que demostramos la vida nueva que en Jesús hemos empezado a vivir. Continuar odiando a nuestros enemigos demues -

La doctora afirmó que tras la recuperación pueden quedar secuelas como artritis o dolores residuales, artralgia, dolor, rigidez, hinchazón de piernas. En estos casos el tratamiento ya puede ser dado por un reumatólogo, para lo cual el hospital habilitó un consultorio exclusivo para los pacientes con chikungunya.

“Instamos a aquellas personas que no soportan los dolores de la fase subaguda a que acudan al consultorio, pero con el alta médica correspondiente a la fase aguda. Serían aquellos con probable artritis reumatoide, que puede aparecer en personas genéticamente predispuestas y que brotan durante una enfermedad aguda”, señaló.

Horario

El consultorio para tratar a pacientes funciona de 13:00 a 15:00, los miércoles y viernes, en el segundo piso del edificio UPA, ubicado en el acceso por la calle Coronel Cazal, zona Kamba Cuá. Para una mejor organización los pacientes deben agendarse previamente, acudiendo ellos mismos o enviando a un tercero ante la secretaría de Reumatología.

tra que aún somos hombres carnales y que el Espíritu del Señor aún no nos mueve.

Insisto, amarlos no significa que tengo que invitar - que nuestra disposición para servirles cuando tengan necesidad no significa que les apoyamos en sus maldades, sino que en Jesús somos capaces de hacer el bien a los a cenar o mandarles mensajitos todos los días… estas cosas podrán hasta ser interpretadas como una provocación. Con ellos, debe quedar muy claro que no compartimos su modo de actuar y quien nos lastima, de servir a quien nos pisa, de rezar por quien nos persigue. Ciertamente, mi hermano, esta no es una cosa sencilla y fácil, pero en Cristo todos podemos. Su espíritu puede darnos una nueva naturaleza.

¿Qué quiere decir Jesús con este mandamiento:“Amen a sus enemigos”? Busquemos reflexionar sobre esto: En primer lugar, debemos notar que él no está pidiéndonos: “Sean amigos de todos”. No es así. Es posible que aquel que es nuestro enemigo porque ha elegido un camino equivocado: el camino de la mentira, del fraude, de la envidia, de los celos, de la soberbia, de las trampas, de la calumnia, de la maldad…continuará siendo siempre nuestro enemigo, mientras continúe en actitud mala. Sin embargo, aún así, el Señor nos pide que lo amemos.

Si queremos ser verdaderos cristianos, no podemos renunciar a este mandamiento. No podemos decir:“Las otras cosas yo cumplo, pero esto no.” En verdad, debo decir que conseguir vivir este amor hasta por los enemigos nos dona una gran libertad, una capacidad de ser nosotros mismos, hasta delante de aquellos que nos hieren, sin dejar que sus actitudes determinen las nuestras.

Pruébalo.

El Señor te bendiga y te guarde.

El Señor te haga brillar su rostro y tenga misericordia de ti.

El Señor vuelva su mirada cariñosa y te dé la PAZ.

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