LOCAL

LA POLICÍA MUNICIPAL LOS SACÓ DE POBRES

IVÁN JONATHAN MOTA ÁVILA

JULIO ROBERTO CHRISTFIELD: JURÍDICO Y FISCAL

Alias el comandante Alfil, es quien impuso cuotas diarias a policías; bajo este modus operandi ha logrado expandir un negocio que literalmente le permitió abandonar una vida modesta que tenía al ingresar a la policía. Actualmente es comisario de esta corporación.

Según los testimonios, Alfil pide de 5 a 7 detenidos por patrulla, lo que quiere decir que los elementos a bordo inician una cacería diaria de personas que cometan una falta, así sea mínima; también se van sobre los que conduzcan vehículos y no tengan papeles en regla o manejen ebrios. A todo le ven el signo de pesos. El alto número de detenidos diarios se traduce a dinero, y en fuertes cantidades. Esto, presuntamente le ha permitido al comisario comprar al menos tres vehículos (un SEAT Cordoba, un Chevrolet Aveo y una camioneta Kia de lujo) así como rentar un departamento de cerca de 10 mil pesos al mes, algo que seguramente no alcanzaría con su salario mensual, tomando en cuenta la ostentosa vida que lleva y que, desde luego, contrasta con su condición económica a su ingreso a la policía.

Sus mismos compañeros indican que dejó de vivir en una sencilla casa de la calle Río de la Plata en la colonia Miguel Hidalgo y ahora renta un departamento en la colonia Agustín Lara; además, en sus inicios apenas le alcanzaba para un modesto coche Nissan Platina que hasta la fecha conserva en el garaje de su departamento en la colonia Agustín Lara.

Salido de la FGE y con experiencia de sobra, Julio Roberto Christfield Torres funge en esta corporación como jefe del área jurídica, es quien autoriza los cobros y salidas de detenidos.

Siendo uno de los funcionarios con más poder en la Policía Municipal logró incrustar a su esposa Vanessa en esta corporación, pero esto no es lo verdaderamente grave, pues se tiene documentado que hay casos donde los policías detienen a personas que por obligación deben poner a disposición del ministerio público, y es ahí donde utiliza su vasta experiencia para arreglar los asuntos.

Así ocurrió con el responsable de arrollar a un menor de edad, quien fue puesto a disposición de la FGE hasta 24 horas después de ser asegurado, según fuentes fidedignas, al no lograr extorsionarlo lo entregaron a la fiscalía en turno.

Al ministerio público no llegan quienes cometieron delitos que deben ser investigados por el MP debido a que Christfield funge como juez y parte; y si la salida de personas que incurrieron una mínima falta requiere un pago de hasta 11 mil pesos, aquellos que cometieron otro delito y se libran de pisar la FGE, deben pagar tres veces más.

Christfield está ayudado de su propia esposa, quien ostenta el cargo de analista administrativo y es pieza clave para poder negociar asuntos, dijeron los entrevistados, que cuenta con un trato especial respecto a las demás trabajadoras, entra y sale a la hora que quiere.

También conocido como el comandante Tiburón, este jefe de sector cuenta con antecedentes de acoso sexual en la corporación hacia una elemento de nombre Yesica “N”, quien finalmente, según sus compañeros, decidió renunciar al no ser escuchada ni ayudada por ninguno de sus superiores, ni siquiera el jefe del jurídico.

Pese a que los delitos cometidos contra mujeres deben ser sancionados, Efigenio se ha pasado todo reglamento por el arco del triunfo. Es uno de los más denunciados por abusos, robo, extorsiones a negocios así como ser quien ordena golpizas a los que caen en las celdas preventivas. Con estos antecedentes se confirma que en la Policía Municipal violan el reglamento del Centro de Detención para el Municipio que entró en vigor desde el año 2019.

Por si fuera poco, pese a recibir un salario de más de 20 mil pesos al mes, Jiménez Bernabé alias “El Tiburón” ha sido sorprendido dormido en horario laboral y hasta en las patrullas. ¿Qué más necesitan para cesarlo?

Mandos de esta corporación dejan vida modesta y hoy ostentan bienes gracias al cobro de multas. Sin tantita pena atracan a la ciudadanía, mientras los delincuentes se pasean por toda la ciudad

Poza Rica, Ver.-

Apesar de que el municipio eroga un gasto mensual de más de 2 millones de pesos al mes tan solo en salarios, la Policía Municipal es un completo fracaso y una burla para quienes habitan y pagan impuestos en Poza Rica.

Hasta el día de hoy, esta corporación sólo ha servido para mejorar la situación económica de los altos mandos, quienes ostentan bienes que simplemente no podrían costear con el salario que perciben.

Mientras las autoridades lucen despreocupadas por la inseguridad en el municipio, la encomienda de los elementos municipales es clara: sólo detener a personas ebrias, aquellas que alteren el orden o manejen ebrios, para cobrar multas de hasta 11 mil pesos si desean salir libres. El problema en esta corporación ha escalado más allá, pues ahora son los mismos elementos los que se dicen hartos del acoso y la intimidación que ejercen los de mayor jerarquía al resto de los elementos.

Al fondo se observa el platina gris que manejaba antes; ahora cuenta con 3 vehículos más.

¿Y DÓNDE ESTÁ

LA FGE Y LA CEDH?

En distintos medios de comunicación se ha evidenciado que en la Policía Municipal suceden abusos, pero ninguna autoridad ha actuado a pesar de que hay denuncias en la FGE y CEDH.

Aunque los abusos de la Policía Municipal saltan a la vista, hay quienes se hacen de la vista gorda, seguramente por recibir parte del botín que día con día genera la detención de borrachitos, pues de otra manera no se explica la inacción de autoridades o de la misma contraloría por sancionar a quienes cometen abuso de poder. ¿Hasta cuándo se van a tolerar estos abusos?

Definitivamente, los únicos cambios se observan en el comisario Alfil, quien no sólo mejoró su situación económica con las excesivas multas, también ha dado de qué hablar por abandonar a su familia por relacionarse sentimentalmente con la psicóloga Maricruz Villegas, también trabajadora activa de esa corporación, algo estrictamente prohibido.