MALBA
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UN RECORRIDO POR EL ARTE LATINOAMERICANO
A TOUR THROUGH LATIN AMERICAN ART
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Tarde de primavera en Buenos Aires. Enciendo mi pipa sí, fumo pipa en mi biblioteca. Mientras soy puro humo, recuerdo una frase del escritor chileno Jenaro Prieto que decía: “En el fondo de cada pipa hay un artículo”. Me sonrío. Terminó de fumar y no veo ningún artículo. Mis ojos se posan de repente en el excelente catálogo del Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA). Es un buen artículo. Lo tomo de la biblioteca y lo recorro. Pienso mientras viajo por sus hojas que la calidad de la producción artística de Europa y Estados Unidos, muchas veces, ha dejado en un segundo plano el arte de América Latina.
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It is a spring afternoon in Buenos Aires. I light up my pipe yes, I smoke a pipe in my library. While surrounded by smoke, I remember a quote by Chilean writer Jenaro Prieto that stated: “At the bottom of each pipe there is an article.” I smile to myself. I finish smoking and I do not see any article. My eyes suddenly rest on the excellent catalog of the Buenos Aires Museum of Latin American Art (MALBA for its acronym in Spanish). It is a good article. I take it from the library and peruse through it. While traveling over its pages, I think that the quality of artistic production in Europe and the United States many a time has put art from Latin America in a second place.
por / by CARLOS SUBOSKY fotos / photos: DIANA MARTÍNEZ LLASER
El Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA) es un referente de primer orden para entender la evolución del arte latinoamericano, así como uno de los principales centros culturales de la capital porteña.
The Buenos Aires Museum of Latin American Art (MALBA) is a first class point of reference to understand the evolution of Latin American Art, as well as one of the main cultural centers of the Argentinean capital city.
Decido visitar el MALBA. Tomo un colectivo. Buenos Aires está soleada. La gente camina apurada. Ubicado en corazón del barrio de Palermo Chico, en la ciudad de Buenos Aires, el MALBA fue fundado en septiembre de 2001 por el empresario y coleccionista Eduardo Constantini. Veo a la gente tomando sol en el terraplén del lugar. Algunos sacan fotos para la posteridad.
I decide to visit the MALBA. I take a bus. Buenos Aires is sunny. People are walking in a rush. Located in the heart of the Palermo Chico neighborhood, in the city of Buenos Aires, the MALBA was opened in 2001 by businessman and collector Eduardo Constantini. I see people sunning themselves at the terrace of the place. Some are taking pictures for posterity.
El edificio impone respeto. Es un lugar de dos pisos, todo de blanco, una blancura que contrasta con el verde que rodea la calle, por sus árboles. Junto a la entrada, observo la obra del argentino Sergio Aveno, realizada especialmente para el lugar en busca de una interacción con el medio ambiente; conjuga luz, sonido y tecnología. Está inspirada en Buenos Aires y semeja un vúmetro urbano de siete metros de altura, que opera como un indicador estético de sonido ambiente, con un sensor que mide la contaminación sonora y las transforma en color por medio de una
The building itself elicits respect. It is a two-story structure, all in white, a type of white that contrasts sharply with the green prevalent on the street, from all its trees. Next to the entrance, I notice a piece by Argentinean Sergio Aveno, created exclusively for this place, in search of an interaction with its surroundings; it mixes light, sound and technology. It is inspired on Buenos Aires and seems like an urban VU-meter (peaks of sound meters) seven meters tall that operates as an ambient sound aesthetic indicator, with a sensor that measures sound contamination and transforms these measure-
serie de luces.
ments to color by means of a series of lights.
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La colección Constantini Entro al MALBA. En su hall de entrada tomo un folleto informativo. Me entero de que el MALBA tiene su base en la colección Constantini, una de las colecciones más importantes de América Latina, compuesta por aproximadamente 400 obras, de las cuáles casi 200 están expuestas en la planta baja y en el primer piso del museo. Subo por la escalera mecánica hacia la sala principal. La colección reúne piezas clave de las producciones de grandes artistas como los mexicanos Diego Rivera y Frida Kahlo; el uruguayo Joaquín Torres García; la brasileña Tarsila do Amaral; el colombiano Fernando Botero y los argentinos Emilio Petorutti y Antonio Berni, entre otros. El museo tiene alguna de las obras clave de cada uno de los artistas más representativos del continente, según me cuenta Cintia Mezza, coordinadora de registro y documentación del museo. Son piezas realizadas en momentos fundamentales del arte latinoamericano, que hacen que la colección sea una de las más importantes de la región. Incluye pintura, escultura, dibujos, grabados, collages, fotografías, instalaciones y objetos pertenecientes a artistas de Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Cuba, Chile, Ecuador, México, Uruguay y Venezuela.
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La muestra está armada por periodos y organizada en cinco núcleos: “Años 10 y 20. Modernidades y vanguardias”; “Años 30 y 40. Surrealismos, arte y política”; “Años 40 y 50. Propuestas concretas, constructivas y abstractas”; “Años 60 y 70. Nueva figuración, arte pop, minimalismo, arte conceptual” y por último una sección dedicada a las últimas novedades del mundo de las artes plásticas del continente. Me da la impresión de que los artistas de cada núcleo dialogan entre sí, planteando sus posiciones estéticas y conceptuales.
Florencia Langarica, coordinadora de guías del MALBA y egresada de artes plásticas, me explica que en el museo se invita a reflexionar sobre el arte latinoamericano. “Este es un concepto que surge con fuerza en la década de los 90, en un momento en que se empieza a definir a América Latina como una región económica, política,
Las salas tienen obras en las paredes casi una obviedad, pero también hay objetos por la sala, muy luminosa. Me explican los guías que el museo invita al público a pasear por un camino, donde se explica el contexto histórico de cada artista. “Se armó un circuito, con una especie de guión me cuenta Florencia, que comienza en 1910 y que termina en 1970. Se hace un recorrido cronológico. Para que la gente se guíe, y están resaltadas algunas piezas que funcionan como bisagra”. La parte del arte contemporáneo se exhibe en otra sala, en general,
social y cultural que tiene mucho en común”.
una vez al año.
El Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires fue abierto en septiembre de 2001.
a b The collection gathers key pieces from the production of great artists such as Mexicans Diego Rivera and Frida Kahlo; Uruguayan Joaquín Torres García; Brazilian Tarsila do Amaral; Colombian Fernando Botero and Argentineans Emilio Petorutti and Antonio Berni, among others. The museum contains some of the key works by each of the most representative artists on the continent, according to what Cintia Mezza, registration and documentation coordinator for the museum tells me. These are pieces created at pivotal moments for Latin American art, which make the collection one of the most important in the region. It includes paintings, sculptures, drawings, engravings, collages, photographs, art installations and objects created by artists from Argentina, Brazil, Colombia, Costa Rica, Cuba, Chile, Ecuador, Mexico, Uruguay and Venezuela.
l The exhibit is set up by periods and organized around five nuclei: “The 10s and 20s. Modernity and vanguard”; “The 30s and 40s. Surrealism, art and politics”; “The 40s and 50s. Concrete, constructive and abstract creations”; “The 60s and 70s. New figures, pop art, minimalism, conceptual art” and finally, a section dedicated to the latest novelties in the plastic arts scene around the continent. I get the impression that the artists represented in each nucleus talk among themselves while presenting their aesthetic and conceptual positions. The exhibit halls feature works on their walls something almost too obvious to even mention , but there are also objects throughout the very well lit spaces. The guides explain to me that the museum invites the public to follow a path, where the historical context of each artist is explained. “A route was set up, as a kind of script Florencia tells me , that starts in 1910 and ends in 1970. It is a chronological route for people to follow; some pieces are highlighted and play a pivotal role.” The contemporary art collection is exhibited in another hall, generally once a year.
The Buenos Aires Museum of Latin American Art was opened in September of 2001.
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I go into the MALBA. I grab an information brochure at its entry hall. I then find out that the MALBA is based on the Constantini Collection, one of the most important collections of its kind in Latin America, composed by approximately 400 works, of which almost 200 are exhibited on the first and second floors of the museum. I go up an escalator towards the main exhibit hall.
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The Constantini Collection
Florencia Langarica, coordinator of guides at the MALBA and a graduate of plastic arts, explains to me that the museum invites visitors to reflect on Latin American art. “This is a concept that strongly arose during the decade of the 90s, at a time when Latin America began to be defined as an economic, political, social and cultural region with a lot in common.”
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Curiosidades y obras capitales El recorrido es arte sumado a la historia. Voy directamente a un cuadro que me llamó la atención por lo raro. Es del mexicano Diego Rivera, a quien lo conocía más por su etapa muralista. Sin embargo, este trabajo del esposo de Frida Kahlo está realizado en estilo cubista. Se titula “Retrato de Ramón Gómez de la Serna o Retrato de don Ramón Gómez de la Serna” y data de 1915. Es un óleo sobre tela donde se ve al escritor español fumando pipa y haciendo un dibujo. Me gusta este cuadro. Le pregunto a Florencia sobre la reacción del público. “Para muchos es muy extraño me cuenta porque cuando uno dice Diego Rivera se imagina otra cosa. La gente queda sorprendida con esta obra”. Lo miro nuevamente y me acuerdo de Jenaro Prieto: Gómez de la Serna también fumaba pipa. Me da aliento... Mientras busco otras obras importantes de la colección, esquivo a unos niños que juegan en la sala, pero que cada tanto se quedan mirando algún cuadro que les llama la atención. Me detengo frente una pintura de la mexicana Frida Kahlo titulada “Autorretrato con chango y loro”. En la pintura se ve en primer plano a la artista mexicana con un loro en sus hombros y abrazada a un mono. Resalta la belleza de los colores amarillos y verdes. Junto a mí se paran algunas personas que admiran la obra, algunos quieren tocarla, pero está protegida por un vidrio. “Esta pintura la tuvimos que proteger porque la gente se emociona y quiere tocarla. Hay una especie de devoción con esa pintura. Es la estrella de la exposición”, me dice Cintia.
Pienso en la pipa y en Jenaro Prieto. ¿Cómo haría para escribir tan bien como lo hacía? ¿Cómo armaba sus maravillosas crónicas bajo el humo de su pipa? Aparece repentinamente frente a mí un monstruo. Es una escultura del argentino Antonio Berni llamada “Con la voracidad o la pesadilla de Ramona”, de 1965. Es una especie de dragón que devora entre sus fauces a una mujer, de la que se ven solo las piernas. Me asombro al ver que es un collage de distintos materiales desechables de la sociedad de consumo, como sellos de madera o tapitas de gaseosa. Pero sé que Berni hizo pinturas de tono más social. Busco esa obra que vi al comenzar el recorrido. “Manifestación”, 1934, obreros y familias piden pan y trabajo. Pueden verse los gestos de las personas con mucho detalle. Transmiten una queja, una emoción. Piden por sus derechos. Piden pan. Me dirijo ahora al sector dedicado al grupo de arte abstracto “Arte concreto e invención” nacido en Buenos Aires durante los años 40. Lo interesante de este lugar es el montaje de las obras, que al ser abstractas, convierten la pared en una gran obra de arte. Es que justamente este grupo pensaba que la obra tenía que conjugarse con el muro.
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La base de su muestra la constituye la colección del empresario argentino Eduardo Constantini.
a While I look for other important works in the collection, I avoid some children playing in the exhibit hall, who stop their games every so often when they pause to look at some painting that catches their attention. I stop before a painting of Mexican artist Frida Kahlo titled “Autorretrato con chango y loro”. On the painting, the artist can be seen with a parrot on her shoulders and hugging a monkey. The beauty of the different hues of yellow and green pops up right
I think of the pipe and of Jenaro Prieto. What did he do to write as well as he did? How did he weave his marvelous chronicles under the smoke of his pipe? A monster suddenly appears before me. It is a sculpture created by Argentinean Antonio Berni and titled “Con la voracidad o la pesadilla de Ramona”, dated 1965. It is a type of dragon devouring a woman caught in it jaws; only the woman’s legs can be seen. I am astonished when I see that it is a collage of different materials discarded by our consumer society, such as wooden seals or soda pop caps. But I know that Berni created paintings with a more social tone. I look for the piece that I saw when I started my visit. “Manifestación”, 1934, depicts workers and families asking for bread and work. The gestures made by these people can be seen in great detail. They transmit a complaint, an emotion. They demand their rights. They ask for bread.
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away. Next to me stand some other visitors who admire this work; some of them would like to touch it, but it is protected behind glass. “We had to protect this painting because people get emotional and wish to touch it. There is a type of devotional attraction to this painting. It is the star of the exhibit,” Cintia tells me.
© CI/Haroldo Castro
The route is art added to history. I head directly to a painting that caught my attention, because it is strange. It was created by Mexican artist Diego Rivera, whom I knew more about for his period as a muralist. Nevertheless, this work by Frida Kahlo’s husband was created in the cubist style. It is titled “Retrato de Ramón Gómez de la Serna o Retrato de don Ramón Gómez de la Serna”, dated 1915. It is an oil on canvas depicting the Spanish writer smoking a pipe and drawing. I like this painting. I ask Florencia what is the public’s reaction to it. “For many, it is very strange – she tells me – because when we think of Diego Rivera we imagine something else. People are very surprised by this work.” I look at it again and I remember Jenaro Prieto: Gómez de la Serna also smoked a pipe. That heartens me…
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Curiosities and Other Things of Importance
I now go to the section dedicated to the abstract art group, “Arte concreto e invención”, born in Buenos Aires during the 1940s. What is interesting about this place is the installation of the works that, being abstract by nature, transform the wall into a great work of art. In fact, this group
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thought that the work had to blend in with the wall.
The base of its exhibits is the collection of Argentinean businessman Eduardo Constantini.
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Los objetos que acompañan a las pinturas dan un panorama cabal de la importante producción intelectual latinoamericana. Este conjunto de obras abstractas configuran una de las vanguardias latinoamericanas más interesantes de nuestra historia. Me distrae un celular que suena. Me pregunto por qué me persiguen y qué haría el viejo Jenaro Prieto con un celular. Seguro lo tiraría a la basura. O tal vez se pondría a contar su vida en forma de humo de pipa. Voy hacia las instalaciones cinéticas del argentino Julio Le Parc, artista de los 60 y 70, donde el movimiento y los efectos visuales dan idea de la producción conceptual, que se desarrolló en Buenos Aires en el mítico Instituto Di Tella, cuna de happenings y performances que convulsionaron al arte argentino durante los años 60. Una de las guías enciende la instalación y veo el fenómeno óptico. Círculos de chapa que giran y que generan un efecto visual circular.
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Paseo ante las obras del uruguayo Joaquín Torres García, el chileno Roberto Matta o el colombiano Fernando Botero. Pero lo que me llama más la atención es una pintura del cubano Wilfredo Lam, artista clave de la vanguardia latinoamericana que marca un punto de inflexión en la plástica cubana, por lo revolucionario del estilo. Leo el cartel que dice: “La mañana verde”, de 1943. Este trabajo logra una interpretación estética inédita de la convulsa realidad americana. Es un óleo pintado sobre papel que muestra las influencias vanguardistas europeas del artista cubano, como de Henry Matisse, del cubismo de Picasso y del surrealismo. Pero agrega elementos latinoamericanos novedosos como lo relativo a las religiones afro-cubanas, con colores verdes y azules acuosos.
Descanso un rato en el bar. Pido un café. En la mesa del lado una mujer habla de ir al cine. Es que el MALBA cuenta con una importante programación de ciclos de cine y con una cinemateca que crece mensualmente gracias a la adquisición y el rescate de filmes esenciales de la historia del cine. Me decido por esa opción no sin antes reflexionar sobre el MALBA. Más que la colección de arte Latinoamericano, hoy es uno de los principales centros culturales de Buenos Aires, con exposiciones temporales de diversa índole y muestras de arte contemporáneo argentino y latinoamericano. Antes de entrar al cine paso por la librería del museo. Miles de libros de arte en estanterías de madera lustrada. Mesas que permiten ver los libros y sillones cómodos que nos invitan a pasar un rato. Es casi de noche. Estoy de nuevo en mi biblioteca. Enciendo la pipa y fumo. Tal vez, cuando termine, en el fondo de la cazoleta haya un artículo sobre el MALBA. Se lo ruego al humo de la pipa que perfuma el ambiente y sale por la ventana siguiendo las leyes del caos. Soy puro humo, pero al terminar de fumar, efectivamente, la ley de Jenaro Prieto se cumple: hay un artículo.
El imponente edificio blanco del MALBA está en el corazón del barrio de Palermo Chico.
a b I walk before the works by Uruguayan Joaquín Torres García, Chilean Roberto Matta or Colombian Fernando Botero. But what really catches my attention is a painting by Cuban Wilfredo Lam, a key artist of the Latin American vanguard that marks a point of inflection in the Cuban plastic arts scene, given its revolutionary style. I read the sign that says: “La ma-
It is almost evening. I am again in my library. I light up my pipe and smoke. Maybe, once I am done, there might be an article about the MALBA at the bottom of the pipe’s receptacle. I beg for this to the smoke from the pipe that perfumes the air and goes out the window following the laws of chaos. I am in a cloud of pure smoke, but once I am done smoking, the law of Jenaro Prieto effectively
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I head towards they kinetic installations by Argentinean Julio Le Parc, an artist from the 1960s and 70s, when movement and visual effects give an ideal of conceptual productions, that developed in Buenos Aires at the mythical Instituto Di Tella, a cradle of happenings and performances that convulsed the Argentinean art scene during the decade of the 60s. One of the lady guides turns on the installation and I see the optical phenomenon. Circles of sheet metal that gyrate and generate a circular visual effect.
I rest for a while at the bar. I order a coffee. At the next table, a woman is talking about going to the movies. The fact is that the MALBA sponsors an important program of movie cycles and features a film library that grows every month thanks to the acquisition and the rescue of essential films in the history of cinematography. I opt for this option, but not before having reflected on the MALBA. More than a Latin American art collection, at present it is one of the main cultural centers in Buenos Aires, offering temporary exhibits of all kinds and samples of contemporary Argentinean and Latin American art. Before going into the movie room, I go by the museum’s library. Thousands of art books sit on shiny wooden shelves. It is equipped with tables to view the books and comfortable couches that invite visitors to come in and stay a while.
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takes effect; there is an article.
The imposing white building housing the MALBA is in the heart of the Palermo Chico neighborhood.
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The objects accompanying the paintings provide an even panorama of the important Latin American intellectual production. This group of abstract works configures one of the most interesting Latin American vanguards of our history. A ringing cell phone distracts me. I ask myself why they follow me, and what would old Jenaro Prieto do with a cell phone. For sure he would throw it in the trash. Or maybe he would start telling the story of his life in the shape of smoke from a pipe.
ñana verde”, dated 1943. This work achieves an unedited aesthetic interpretation of the convulsed American reality. It is an oil painting on paper reflecting the vanguard European influences on the Cuban artist, such as Henry Matisse, Picasso’s cubism and surrealism. But he adds innovative Latin American elements such as those relating to Afro-Cuban religions, with hues of green and aqua blue.