Remedios Varo PEQUEÑOS RELATOS PIA ARTE Y DIDACTICA
Une étoile
Las estrellas tienen distintas fases de crecimiento, nacen en las nebulosas, mas bien de la desintegraciĂłn de estas, nacen a partir de la muerte crean vida donde primero hubo muerte. Remedios Varo, creaba su arte a partir de su sentimientos, conocimientos y experiencias, cada una de sus pinturas contaba una historia diferente, aunque en ellas bien se puede encontrar una secuencia, cada pintura contaba con el distintivo toque de Remedios, el misticismo, el tetricismo y la magia, son aspectos que distinguen a las creaciones de la artista. Alrededor de una estrella pueden formarse planetas, para juntos crear una galaxia, cada una de las pinturas de remedios es un planeta, todas juntas conforman una galaxia. Cada uno de los distintos planetas de Remedios, contaban con sus ya distinguidos habitantes, como se puede apreciar en Las almas de los montes y sus imponentes personajes o en La creaciĂłn de las aves con sus pequeĂąos pajarillos y la mĂstica mujer que aparece en ella. Cada pintura un mundo, cada una, una historia.
En el centro de las estrellas se dan estallidos de energía que la hacen liberarse de una carga excesiva de esta y así poder continuar con su camino por mucho tiempo más. Pero cuanto mas brillante es una estrella, menos tiempo tiene de vida. Cuando el combustible se agota, la estrella comenzará a contraerse de nuevo y su temperatura se eleva, provocando que nuevas reacciones nucleares surjan para el nacimiento de una estrella nueva. Remedios Varo fue una estrella muy brillante, tan brillante, que se extinguió muy temprano. Su camino en la tierra fue corto, pero tras su partida dejo todo un rastro, una nebulosa, quedaron sus creaciones, su arte, cada uno de los mundos que plasmo quedan en el imaginario del colectivo ciudadano, nos queda el legado de Remedios Varo
Friรณ, friรณ, caliente, caliente.
Entro a un cuarto de un tono verde azulado, podría ser turquesa, paso a leer lo que se encuentra frente a mí, algo acerca de una pareja caritativa e interesada en el arte que hicieron una gran donación de piezas al museo, junto al texto se encuentra algo que realmente llama mi atención al segundo, una pintura. Es una pintura donde dominan los tonos tierra, y a su vez se aprecian tonos fríos, en ella hay dos personajes, un hombre y una mujer que van en un pequeño barco contra corriente. El hombre, un personaje cálido, pero con semblante preocupado, utiliza sus mismas prendas de vestir como las velas del navío, este las sujeta con fuerza, se aferra a ellas, mientras estas son alzadas por el viento. Mira con preocupación, pero con una chispa de anhelo hacia adelante.
Mientras tanto la mujer, un personaje albino, con prendas de un azul casi glacial se aferra al personaje masculino con su brazo derecho, mientras que con él. Izquierdo sujeta un artefacto con el que dirige el pequeño barco, sus prendas de vestir al igual que las del hombre, son alzadas con el viento. Con un semblante retador ve hacia adelante, haciendo frente a lo que les ponga el camino. El camino que tienen por delante no luce alentador, son aguas tormentosas que vienen desde el interior de una montaña rocosas, van en contra de la corriente pero con el viento a su favor, lo único que los transportas es su pequeño bote, una sombrilla que cambio de función para esta pareja, que huyen de algo hacia un lugar que es difícil de llegar, por que trae obstáculos, pero tal vez ahí encuentren la tranquilidad, encuentren el destino por el que están luchando. Esta y otras cosas pasaron por mi mente al observar la pintura, pero continuo con la ruta marcada, y frente mi se van revelando más historias, objetos y pinturas, frente a mi tengo la vida de Remedios Varo.
Mundos mรกgicos o
hechizos atrapantes
Mundos, solo así se pueden describir las pinturas d e Remedios Varo. Cada una de sus composiciones más compleja y diferente que la otra. Pero todas fascinantes de mirar, cada una te atrapa a su manera, quedando en tu mente e imaginario para así despertar tu interés. Al observar las pinturas uno puede ver diversos personajes todos enigmáticos, de cuerpos estilizados, solo ella era capas de crear mundos a partir de las ciencias, como lo son la química, la física; y también esas ciencias mágicas como el psicoanálisis, la astrología y la alquimia. Se encontraba a gusto en el movimiento surrealista rodeada de otras figuras, como Leonora, a las que llamaba amigos, siempre explorando e innovando con sus piezas el mundo. Cuando observas las pinturas de la española de nacimiento, pero mexicana de corazón, es necesario observar con atención, mirar detenidamente cada parte de ella, por que la magia esta en los detalles que Remedios ponía en sus pinturas, todas pensadas hasta la ultima pincelada, para compartir el mensaje que ella quería hacer llegar.
Solo le era necesario un lienzo y algo para marcar sobre él, para poder compartirnos una parte de ella, dejaba en cada una de sus pinturas parte de ella, de su vida y de su alma. Creaba grandes maquinarias y artilugios, edificios y escenarios, los cuales originaban vida o ayudaban a sobre llevar la vida misma de los personajes de sus pinturas. Los personajes de remedios siempre en encrucijadas, a veces acompañados, pero dando la sensación de soledad, pero aun así reflejando paz, paz con el ser mismo y con lo que lo rodea, reflejando que la misma pintora se encontraba en un estado de paz y tranquilidad, a pesar de los problemas a los que se tuvo que enfrentar o que podían llegar. Las pinturas de Remedios Varo son hechizos atrapantes, mundos mágicos en los que desearías vivir.
El gato helecho
En un pequeño bosque a las afueras del mundo, existían curiosas criaturas. Muchas de ellas, vivían ocultas en la profundidad de la naturaleza y salían de su escondite sólo en días en los que el cielo caía. El gato Helecho, a diferencia de los demás gatos del bosque, amaba la lluvia tanto como el pescado y, afilando sus uñas en los troncos de los árboles, dejaba sus hojas mojarse con la gélida llovizna de otoño. Cuando la lluvia caía, el gato Helecho recordaba el peligro de vivir en la naturaleza, pero, también, sabía que muchas cosas eran bonitas a su vez. Eso lo reconfortaba cuando jugaba solo y extrañaba a sus amigos Helechos. Muchas veces conoció a diferentes criaturas en aquel bosque, más nunca fueron como los gatos Helecho. Incluso, hubo tiempos en los que pudo ser amigo de un perro de Leño pues, a diferencia de muchos, era muy inofensivo y juguetón. Era divertido como el perro de Leño le temía mucho a criaturas más pequeñas que él, como al gato de Helecho, o a los ratones y orugas que amaban tomar el sol en sus hojas.
El gato Helecho, recordaba con tristeza la vez que dejó de llover en el bosque, dos años atrás. Esa vez, la manada de gatos Helechos habían abandonado las tierras en busca de unas con mejor clima para sus hojas. Sin embargo, los perros de Leño habían frustrado sus intenciones. Y, ahí, fue cuando el gato Helecho perdió a los demás gatos Helecho. Era un triste recuerdo que ahora y siempre pensaría amargamente. Hoy y siempre, el gato Helecho amaría la lluvia de aquel pequeño bosque. Pues, aquel pequeño bosque a las afueras del mundo, era el único lugar donde su familia era feliz y donde él recordaría su vieja felicidad.
Mimetismo
Despierto en mi ser, y veo a mi alrededor pero no se puede decir mucho cuando lo que alcanzo a ver son ataduras; como si algo me detuviera, sin poder moverme entrelazada al recuerdo, a tu pasado abro mis recuerdos y se despliegan como una tela larga de seda blanca a penas con algo de destellos de ti, es como si se fuera borrando poco a poco tu recuerdo y es que todo lo que reserve en mi mente, en mi cuerpo y a un los recuerdos que atesore en mi espacio, tus detalles, se han ido perdiendo, se esfuman como una nube, que sale vaporosa por apenas la puerta abierta de ese viejo ropero, que fue testigo de tanto amor, desasosiego, desconsuelo y dolor, se evaporan como una nube que busca salida, una puerta, una ventana, se asoman, quieren salir, pero todo sigue atado aquĂ.
Reservo a mi mirada, y entonces caigo en la realidad: que me he convertido en parte de este pequeño espacio, tan frio, inerte, en el que todo es parte del todo y nada tiene individualidad. Tan deseosa de atención que me perdí y caí atrapada sin poder escapar, solo mirando por este pequeño agujero de duela del piso, y es que estaba tan cerca de ti, que parecía que la que vivía tus emociones era yo, y al perderte tú, me perdí yo, tratando de rescatarte de tu melancolía, de que te movieras, pero no lo conseguí, te pierdes en este espacio tan pequeño, que parece que ya eres parte del tapis de esa silla, de la cual no te desprendes, por que te has convertido en ella, tu rostro pálido, tus manos tiesas y firmes, que parece que se han convertido en esos brazos de caoba de la silla misma y hasta tus pequeños pies, se pierden con las patas de esta, como si le hubieran salido unas patas extras. Como rescatarte, como arrancarte de tu muerte existencial. Pero que soy yo para juzgar tu indolencia, si solo soy tu gato.
JardĂn de amor
En una pequeña casa inhabitada al final del reino, vivía una dulce fantasma de hermosos cabellos. La dulce fantasma no era feliz, pues a su princípe encantado creía jamás ver venir. La dulce fantasma recordaba su muerte con tristeza, pues todos los atardeceres el recordaban aquel terrible suceso. Una tarde cualquiera, vio miles de aves tomar camino a su casa y éstas, en graznidos soltaban con proeza: “-¡El príncipe viene, el príncipe viene! ¡Dichosos ojos de quienes lo vean!” La dulce fantasma, asomó su cabeza por una ventana, con la maravillosa esperanza dentro de su alma, más grande fue su sorpresa al ver al príncipe con un cuervo como cabeza. Los ojos negruzcos de aquel extraño príncipe observaron con fijeza la increíble belleza de la dulce fantasma, embelesándose y preguntándose cuál debió de ser el motivo por el que una belleza tan mágnifica fuera extinguida, pues de estar viva sin duda alguna la hubiese desposado.
-”Bella dama, ¿por qué un alma tan hermosa como la de usted, aún se encuentra en este horrible mundo?” La dulce fantasma soltó el aire pesarosa y, con un suave dolor, contestó en trémula voz: “-Espero a mi príncipe. Él me prometió vendría a buscarme, pero han pasado días y noches, incluso he pasado a la muerte y aún no ha llegado. He perdido toda esperanza.” “- En ese caso, bella dama, permitame decirle, que usted es la prueba viviente de que la muerte no puede deshacer algo tan grande como el amor.”-dijo el príncipe cuervo.”-Y, con eso, puedo decirle que logrará el descanso eterno.” La dulce fantasma sollozó a la nada aquella noche, desconsolada. Las almas como ella, jamás lograrían el descanso eterno, debió decirle al príncipe cuervo. .
Inventora como papรก
Veo a papá crear, grandes artefactos ¿para que servirán? ¿serán mágicos? ¿mi papa es un mago? No, pero claro que no, m i papa es un inventor, me gustaría poder crear cosas como el, dar vida a lo in humano y que parezca mágico.
Remplazo
Desde antes de nacer gracias al trabajo de papa, la familia se encontraba siempre en constante movimiento, como nómadas, vine al mundo en uno de esos viajes, levando el nombre de Remedios, porque mama le pidió a la Santa Virgen de los Remedios que aliviara su dolor, su perdida. Antes de que llegar yo, había otra, no recuerdo su nombre, no estoy segura si alguna vez me lo mencionaron, pero me da tristeza saber que ella ya no esta pudimos ser buenas amigas. Pero no solo siento tristeza por que ella ya no está, siento tristeza porque siento que yo solo vine a ocupar su lugar, si ella siguiera aquí ¿yo también lo estaría?, puede ser que sí, pero en ese caso no seria yo, no estaría como Remedios, tal vez seria María o Raquel. Soy Remedios por que vine a remediar el dolor de mamá.
Y tal vez es esta tristeza, este dolor el que me hace sentir lejana a mi familia, no correspondo a ellos, ni ellos a me corresponden a mí, ellos son de la que estaba antes de mí, y yo tengo que buscar de quien soy, a donde pertenezco y alejarme de la tristeza ahí. Nunca me encuentro en el mismo lugar, gracias al trabajo de papa, pero en cada lugar me siento igual, como un remplazo que vino a un vacío llenar. A veces me escondo, esperando no ser encontrada y poder yo sola irme a un sitio lejos de ellos y ocuparlo, llenarlo por mi cuenta, con mis creaciones, mis pinturas y dibujos, que a pesar de que no esté rodeada de personas que me acompañen, con ellos no me siento sola, ellos son mi compañía, mis pequeñas obras de arte, a las que yo misma doy vida, irán conmigo este donde este, sin importar que tan lejos de mi familia este.
El orden de las cosas
Diario
ARTE Y DIDÁCTICA PRODUCTO INTEGRADOR DE APRENDIZAJE DINA RUIZ MARTINEZ MATRICULA. 1617242 GRUPO. 701