ABRIL
2020
“Y se acordaron de sus palabras”. Mensaje Pascual del obispo David M. O’Connell, C.M.
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Craig Pittelli photo
ace falta un momento para captar lo que está pasando normalmente. Cuando nos encontramos en medio de situaciones que no esperamos, es raro que nuestras mentes captan lo que ha pasado de inmediato. Aquella primera Pascua en la tumba era una ocasión así. Los cuatro Evangelios describen a las mujeres que fueron al sepulcro y que la encontraron vacía. Fueron para lamentar y ungir el cuerpo de Jesús, pero no estaba allá. Podemos estar seguros de que miles de posibilidades habrán pasado por sus mentes confusas y asustadas en un solo instante mientras miraron por el espacio funerario y vieron las telas, pero ningún cuerpo. “¡Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde lo han puesto” (Juan 20:2)! Les hacía falta que uno o dos ángeles las recordaran de lo Jesús mismo les había dicho antes de su Muerte el Viernes Santo. “Entonces ellas se acordaron de las palabras de Jesús” (Lucas 24:8)
Cada año durante este tiempo, mientras la primavera empieza mostrarse por la nueva vida a nuestro alrededor, nosotros “nos acordamos de sus palabras”. De hecho, durante más de dos mil años, se ha acordado, contado, cantado y proclamado la historia de la Muerte y la Resurrección de Jesús en cada idioma por creyentes cristianos por todo el mundo. “No está aquí, pues ha resucitado, tal como dijo” (Mateo 28:6). Y nosotros “nos acordamos sus palabras”. Las palabras son poderosas. Al decirlas o escribirlas o leerlas, algunas palabras nunca se las olvida. No trata simplemente del autor o predicador que da el poder de que endurezcan, aunque en el caso de Jesús, no se podría identificar una fuente mayor ni más poderosa. Es, en fin, el poder de la verdad que prevalece, un poder más allá que cualquier intento de nuestra parte de poder invertir en palabras. La verdad de la resurrección de Jesús de la muerte – en sí el poder de su resurrección- es mayor y más convincente que cualquieras palabras que podríamos decir sobre él. Aun así, algo nos conmueve en la Pascua para que “nos acordemos de sus palabras” y que queramos gritarlas por encima de los montes: ¡ Jesucristo se ha resucitado! “Pues sabemos que Cristo, por haber sido levantado de entre los muertos, ya no puede volver a morir; la muerte ya no tiene dominio sobre él. En cuanto a su muerte, murió al pecado una vez y para siempre; en cuanto a su vida, vive para Dios” (Romanos 6:9-10). Jesucristo, la Palabra hecha en Carne, levantado de la muerte, nos da su Palabra una vez más esta Pascua:
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una palabra de triunfo, una palabra de victoria, una palabra de vida. Y nosotros “nos acordamos de sus palabras”. Sus palabras tienen un significado particular esta Pascua mientras afrontamos la situación del COVID-19 y todo el estrés y caos que esta pandemia ha traído a nuestras vidas. Esta Cuaresma y Semana Santa y Pascua han sido diferentes que cualquier otras que hemos vivido. Y, aun así, la fe que el coronavirus manda de nosotros no es nada diferente que la fe que el Señor Jesús nos pide tener en cualquier situación – no… en cada – situación. Y brindará frutos. ¡De eso estoy seguro! La verdad y el poder de su Palabra fortalece, sostiene y apoya nuestra fe en cada situación y circunstancias de
“Las palabras son poderosas. Al decirlas o escribirlas o leerlas, algunas palabras nunca se las olvida” nuestras vidas, aplastando la oscuridad de la muerte y abriendo paso a la promesa brillante de la vida eterna. Es la promesa que se nos ofrece. Esa oferta es simplemente una invitación a creer. Y esa creencia, esa fe Pascual cambia nuestras vidas por siempre. ¿Por qué buscan ustedes entre los muertos al que vive? No está aquí; ¡ha resucitado! Recuerden lo que les dijo cuando todavía estaba con ustedes” (Lucas 24:5-6). Han quitado la piedra. El sepulcro está vacío. Se ha adelantado. Que lo sigamos mientras “nos acordamos de sus palabras”. ¡Felices Pascuas!
El Anzuelo
Nuevo proceso de preparación fortalecerá matrimonios POR MARY CLIFFORD MORRELL Corresponsal
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a Diócesis de Trenton ha lanzado un nuevo proceso para la preparación matrimonial desarrollado para responder al plan del 2015 para fortalecer los matrimonios. El cambio, según, Peg Hensler, directora asociada de ministerios matrimoniales, afectará los programas que se lleva a cabo actualmente de Pre-Caná tanto en la comunidad hispana como en la comunidad americana. La Diócesis de Trenton ha lanzado un nuevo proceso para la preparación matrimonial desarrollado para responder al plan del 2015 para fortalecer los matrimonios. El cambio, según, Peg Hensler, directora asociada de ministerios matrimoniales, afectará los programas que se lleva a cabo actualmente de Pre-Caná tanto en la comunidad hispana como en la comunidad americana. El programa “está diseñado no solamente para preparar a las parejas para el sacramento del matrimonio”, explicó Josue Arriola, director diocesano de la evangelización y la vida familiar, “sino que las inspira a ser católicos de por vida, ser activos en su fe y en la parroquia. Usa un lenguaje simple e incluye historias relacionables”. También el programa intenta acompañar a las parejas desde sus propias experiencias y realidades. “Muchas parejas hispanas han convivido muchos años y la mayoría ya tienen hijos. El programa
El grupo diocesano de Pre-Caná del izquierdo al derecho: María Olvidó y Celestino Santos, Enrique y Amalia Cortés, Alejandro y Rocío Osorio, Fidencio e Isabel Racine, Sergio y Beraliz Guzmán Foto de cortesía ‘Mejor Es Juntos’ entiende esa realidad”, dijo Arriola, y facilita que las parejas se profundicen más en su relación y camino de la fe. Arriola siguió “Estamos tan felices que, por primera vez, las comunidades hispanas y de habla-inglés usarán el mismo programa”. “El programa tiene una riqueza de contenido”, compartió el padre Jim Grogan, párroco de la Parroquia de la Natividad en Fair Haven, y co-facilitador del primer taller sobre el programa. “Primero, puede ser un recurso poderoso para los sacerdotes parroquiales y los ministros laicos de la preparación matrimonial para ayudar a las parejas recibir una base de comprensión sobre lo que la Iglesia realmente enseña sobre el Matrimonio”. El padre continuó “Segundo, los recursos se convierten materiales poderosos disponibles a los equipos de Pre-Caná, y, tercero, el programa fue identificado independientemente como una herramienta poderosa por los equipos que están trabajando para
desarrollar programas del enriquecimiento matrimonial, un componente importante del ministerio parroquial a las parejas”. La Diócesis escogió el programa por parte, dijo Hensler, porque está totalmente cubierto económicamente y gratis para todas las parejas casadas o de noviazgo. El programa incluye 12 sesiones que tratan todos los temas cubiertos en la preparación matrimonial. “Sentimos que este programa ofrece a las parejas lo que necesitan. También, las parejas pueden trabajar independientemente entonces no hace falta más trabajo para el sacerdote o diácono quien está preparando a la pareja para el matrimonio”, dijo Hensler. “Este enero llevamos a cabo nuestra primera preparación matrimonial usando ‘Mejores en Juntos’ para la comunidad hispana en la Parroquia Madre de la Misericordia, Asbury Park, y tuvo mucho éxito”, compartió Arriola. Para información, incluyendo horarios, presentaciones y enlaces, visiten al dioceseoftrenton.org/pre-cana.
www. PecesdeTrenton.com
NOTICIERO DIGITAL EN ESPAÑOL DE LA DIÓCESIS DE TRENTON
Abril 2020 REVISTA EL MONITOR 29
El Anzuelo
La Pascua ofrece momento para
‘Reiniciar el equipo’ Así que entonces, fui a la oficina y marqué el número de otro amigo que sabe de teléfonos. Una vez le comenté lo que me estaba pasando con el viejo teléfono, mi amigo se echó a reír y me dijo, Padre Carlos, ¡Reinicia tu equipo! Yo me reí también y le dije que si me estaba tomando del pelo; mi amigo me dijo entonces, “No, padre, solo haga lo que le digo y verá que todo se arregla. Así fue entonces que apagué el celular y lo volví a encender. Un par de segundos más tarde y para mi sorpresa, el teléfono volvió a funcionar como antes. Todas las aplicaciones empezaron a trabajar de nuevo y los GIF que mi amigo y yo estábamos intercambiando aparecieron en la pantalla. ¡Todo esto sucedió simplemente porque el teléfono necesitaba reiniciarse! Amigos míos, en estos días en que celebramos la Pascua quizá a veces nos hemos sentido como mi viejo teléfono celular. Cansados y sin ganas de funcionar; quizá el mucho trabajo, la rutina de nuestras vidas y las preocupaciones del diario vivir lentamente afectan nuestro estado anímico y nos empiezan a paralizar el cuerpo, la mente y también nuestro espíritu. Esto es especialmente cierto ahora que por lo del peligroso virus COVID-19, la gran mayoría de nosotros quizá nos toca quedarnos en casa. El no poder asistir a la Santa Misa y el congregarnos los domingos, como es nuestra costumbre, puede que genere caos e incertidumbre en nuestras vidas. Peor aún, el pánico y la ansiedad que genera esta nueva enfermedad han llevado a muchos a
perder sus trabajos y ha confinado a otros a permanecer encerrados en casa. Y como si fuera poco, el sentirnos aislados y con miedo es quizá el más grande de todos los temores que no ser humano desea experimentar. Así lo expresa el libro del Génesis cuando dice, “No es bueno que el hombre esté solo.” Gn 2,18. Sin embargo, como cristianos estamos llamados a celebrar la Pascua de Nuestro Señor Jesucristo. Ella nos recuerda que el miedo es inservible ante los desafíos de la vida y que lo que necesitamos es reiniciar nuestro espíritu cada día a través de la oración, la meditación y la entrega
“Estos son los días en que más que nunca debemos reiniciar nuestra
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Fe en Cristo quien camina con nosotros”.
PADRE CARLOS FLOREZ vicario
parroquial, Parroquia San Bernabé, Bayville, e intermediario diocesano para ministerios hispanos y portugueses
generosa de nuestras vidas al que tenemos cerca de nosotros. Quizá en estos días deberíamos traer de regreso aquellas hermosas tradiciones religiosas que muchos solíamos tener como, por ejemplo; rezar el Santo Rosario juntos, sentarnos a la mesa juntos, jugar en la sala juegos didácticos o simplemente leer las Sagradas Escrituras, La Biblia. Nos pueden ayudar tremendamente a lidiar con el estrés y reafirmar nuestra unión familiar y nuestra fe en Dios que no se olvida de sus creaturas. Amigos míos, estos son los días para no acobardarnos. Estos son los días para no dejarnos vencer por el miedo y la desolación. Estos son los días en que más que nunca debemos reiniciar nuestra Fe en Cristo quien camina con nosotros. Quizá, deberíamos y encender una vela y en silencio hacer una oración. Esa es una de las tradiciones religiosas más hermosas que, como católicos, hemos heredado y que no deberíamos dejar morir sino por el contrario revivirla pues como diría el monje Benedictino David Steindl-Rast “El acto mismo de encender una vela es en sí, una oración”. Tomemos pues la iniciativa de reiniciarnos a diario, pues eso es la Pascua; nuevos principios, nuevas oportunidades, nuevas metas que cumplir. Abajo el miedo… Arriba la Fe. Encendamos una vela para disipar las tinieblas y nuestros miedos. Y que la luz de Cristo Resucitado nos recuerde hoy, mañana y siempre que el miedo ciertamente es inservible!
Criag Pittelli photo
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ace un par de días mientras hablaba con un amigo sacerdote en Alaska a través de mensajes de texto, noté que el teléfono celular se paralizó por completo. No pude seguir enviando textos ni tampoco recibirlos. No sabía qué hacer, pues la tecnología muy a menudo me atropella.
El Anzuelo
Situación actual presenta
nuevas oportunidades para evangelizar
El estacionamiento de la Parroquia San Antonio Claret, Lakewood, se ve totalmente vacío, algo que no se suele ver los días domingo.
PADRE GUILLERMO ANDRINO Vicario parroquial, Parroquia San Antonio Claret, Lakewood
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on los cambios ocurridos en los últimos días en relación al coronavirus, yo he notado como los medios virtuales son importantes en nuestra evangelización. Muchos estamos transmitiendo la celebracion de la Misa por las redes sociales. En nuestra Iglesia aquí en Lakewood, N.J., la Parroquia San Antonio M. Claret, las Misas siempre solemos celebrar con Iglesia llena. Los feligreses que llegaban tarde en las 5 misas en español de fin de semana ya no encontraban lugar para sentar. El estacionamiento también siempre estuvo lleno por las Misas, algunas veces las personas tenían que estacionar por la carretera o en el parqueo de la ciudad que está en frente de nuestra Iglesia. Pero este fin de semana (VI domingo de la Cuaresma),
todo se vio diferente. El estacionamiento parecía fantasma. Aquí en la parroquia, somos tres sacerdotes trabajando juntos y decidimos hacer las Misa disponibles por la internet. Como yo estoy conectado “Yo tengo con muchos de nuestros feligreses en mi cuenta de certeza que Facebook decidí usar mi seguimos fuertes cuenta personal para empezar a compartir las Misa diarias. en nuestra fe.” La primera transmisión sucedió el viernes 20 de marzo. Para nuestra sorpresa hubo una buena recepción de la comunidad. Acompañaron la transmisión como unas 1,100 personas y muchos más participaron enviando comentarios durante a transmisión. Hoy celebramos juntos los tres sacerdotes. Padre Pedro Bou, el párroco, dijo en su homilía que era la primera vez que hacía esto (celebrar la Misa por la internet). Es una realidad diferente, pero yo tengo certeza que seguimos fuertes en nuestra fe. Espero que cuando todo esto termine nosotros daremos mucho más valor a nuestras comunidades y vamos a salir de esta crisis mucho más unidos como hermanos y hermanas.
El equipo sacerdotal de la Parroquia San Antonio Claret, Lakewood , celebra la Santa Misa y la transmite digitalmente para sus feligreses. Del izquierdo al derecho, el padre Pedro Bou, párroco, el padre Guillermo Andrino y el padre Pelagio Pateño. Fotos cortesía del padre Guillermo Andrino
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