¿Cómo puede ser
Navidad ya?
Y
o no sé cómo se sienten ustedes pero me parece a mía que las preparaciones navideñas empiezan más temprano cada año. Las hojas ni han empezado a cambiarse de color y caerse de los árboles y ya vemos arboles pinos y luces navideñas en los Mensaje del malls y mercados. OBISPO DAVID M. Nos guste o no, la O’CONNELL, C.M. obsesión de apurar los tiempos y sus fiestas es la realidad. Yo quisiera poder esperar por lo menos hasta el Día de Acción de Gracias para empezar a ambientar todo para la Navidad. Pero bueno, eso soy yo. Yo creo lo que leemos en el Libro de Eclesiastés donde dice, “Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora” (Eclesiastés 3:1). Pero podemos verlo desde otra perspectiva. No refiero a los ‘Papa Noel’ ni los cascabeles. No pertenezco a “la policía litúrgica” que prohíbe cualquier mención de la Navidad durante el Tiempo de Adviento. Yo hablo de “la razón por la estación” – recordando y celebrando el regalo más grande que el mundo ha recibido en toda su historia: ¡el nacimiento del Señor Jesucristo, el Mesías, el Rey de Reyes y el Señor de Señores! Francamente, no es posible detener ni contener este evento único en la historia de los seres humanos en un solo periodo particular de tiempo. ¡Es algo para toda hora y todo momento! Influye a cada otro momento del año con la luz y la gracia y la esperanza. Porque un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado; le ponen en el hombro el distintivo del rey y proclaman su nombre: “Este es el Consejero admirable, el Héroe divino, Padre que no muere, príncipe de la Paz”. Su imperio no
tiene límites, y, En la foto, Aroldo Rodas de la Parroquia Catedral en adelante, no Santa María de la Asunción, se prepara para poner habrá sino paz la estatua del bebé, Jesús, en el pesebre como parte para el Hijo de de la celebración navideña en el 2016. Foto por Joe Moore David y para su reino. Él lo establece y lo sostiene por el derecho y la justicia, desde ahora y para siempre. Sí, así será, por el amor celoso del Señor (Isaías 9:5-6). ¡Siempre podremos reflexionar sobre el nacimiento de Cristo y agradecerle a Dios por la salvación que nos trae! Los misterios de la Navidad son inagotables. Lo más temprano que sea, lo más frecuente que sea, lo más constante que sea nuestro conocimiento de Cristo, lo mejor para la humanidad. Bueno, no nos hace falta ningún Papa Noel en septiembre y, sí, yo reconozco que el mundo secular tiene más interés en apurar la llegada de la temporada porque significa más dinero que proclamar el aniversario del nacimiento de Cristo. Pero ¿por qué tenemos que rendirnos a los valores del mundo secular o dejar que nos agobien u oscurezcan el significado más verdadero, profundo de la Navidad. Dejemos que “la brillantina y el resplandor superficial” – cuando sea que aparezca – sean recuerdos de esta verdad profunda de nuestra fe: que “el Verbo se hizo hombre y habitó entre nosotros” (Juan 1:14), lo cual es “buenas noticias que serán motivo de mucha alegría para todo el pueblo” (Lucas 2:10). Como dice la canción popular en inglés, “Porque nos hace falta un poquito de Navidad ahora mismo”… ¡dónde sea ese momento y cuando sea ese momento! ¡Feliz Navidad y que las bendiciones de Dios estén con todos ustedes y sus queridos de por todo el Año Nuevo!
En esta foto del 2016, el obispo O’Connell celebró la Misa de la Víspera de Navidad en la Catedral Santa María de la Asunción, Trenton. El monseñor José Roldan, rector de la Catedral, y el padre Joel Wilson quien servía en el 2016 como vicario parroquial en la Catedral, concelebraron la Misa. Foto por Joe Moore
26 REVISTA EL MONITOR Diciembre 2019
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el Anzuelo
Las Posadas!
!
Buscando hospedaje familiar
L
as Posadas representan la trayectoria que María y José siguieron para encontrar a alguien que les albergara para que naciera el Mesías. Se puede ver el camino de Las Posadas desde perspectivas distintas. Nos podemos poner de lado de la Familia Sagrada en que María y José van de casa a casa pidiendo un espacio para poder dar una bienvenida diga a su Hijo, Jesús. Están cansados y preocupados; muy vulnerables. No es fácil encontrarse en una situación en que hay que pedir apoyo y esperar la misericordia o bondad del otro. Podemos también ponernos de lado de las personas que abran la puerta a ver a esta familia humilde. Escuchamos que alguien toca la puerta. No estamos animados levantarnos a ver quién es. Ya son una molestia y al ver a la pareja, menos queremos ayudar porque estamos cómodos. Ellos nos quitarían del ritmo normal de la casa. Más fácil es decir que no.
Hace 15 años que la Parroquia Nuestra Señora de los Ángeles, Trenton, empezó a celebrar con Las Posadas. “Esta festividad tiene su propio sabor y color aquí en los Estados Unidos y esto se debe a que los miembros de nuestra comunidad hemos adaptado las posadas tradicionales a nuestra realidad particular”. Esto comparte Carlos López, coordinador de Las Posadas en la parroquia. Compartió que en los países latinoamericanos, se suele celebrar Las Posadas entre el 16 al 24 de diciembre. “Aquí en nuestra comunidad, debido a los compromisos y horarios de trabajo, lo hacemos los tres fines de semanas antes de la Navidad”. “La meta es invitar a las familias a orar y prepararnos para celebrar el nacimiento de Jesús”, comenta Sara Velázquez, coordinadora parroquial para Las Posadas en la Parroquia Cristo Rey, Long Branch. La experiencia en Cristo Rey involucra a familias completas y ofrece una oportunidad perfecta para la evangelización. “Me he encontrado con personas que no saben rezar el Rosario y he tenido la oportunidad de enseñar”. La parroquia en Long Branch empezó a celebrar Las Posadas hace unos 18 años. “Cada familia tiene su propio motivo para recibir la posada. Algunas lo hacen por tradición”, comparte López. “Otras porque no conocen las posadas y quieren saber de qué se trata y al conocerlas les gusta tanto que nos piden que regresemos a sus hogares. Otras porque han hecho una promesa y quieren cumplirla, otras porque están pasando momentos difíciles y saben que traer la posada a su hogar de alguna manera los fortalece y muchos si piden que, como comunidad, oremos por alguna necesidad o problema que está aconteciendo en el hogar”. Conectar con la Familia Sagrada a
Familias pueden entrar en el camino de la Familia Sagrada a través de Las Posadas, una experiencia que nutre la familia doméstica además de la parroquial. Foto cortesía de Sarah Velasquez de la Parroquia Cristo Rey, Long Branch
través de esta representación es diferente para cada familia, “pero siempre positiva. Algunas familias en esos momentos deciden compartir la situación difícil que están pasando”, continuó el señor López. “Otras solo irradian felicidad en sus rostros y, pues para nosotros, es muy enriquecedor darnos cuenta que en realidad aunque sea por una o dos horas esa familia, la gente que nos acompaña y nosotros mismos estamos dándole y viviendo el verdadero sentido de la Navidad”. “Yo me involucré”, comparte Velázquez, “porque deseaba mostrar la tradición de mi Pueblo y recordar el viaje que hicieron San José y la Virgen”. La experiencia de Las Posadas va más allá que cualquier actuación. “Estoy convencido que una de las mejores maneras para prepararse para la Navidad”, dice López, “es mediante Las Posadas, pues estas celebraciones nos recuerdan la trayectoria que María y José siguieron para encontrar alguien que les diera albergue para que naciera el Mesías. Una trayectoria un tanto parecida a la que casi todos nosotros hemos hecho al tener que dejar nuestros países”.
Las Posadas ofrecen oportunidades para acercarse a la Familia Sagrada. La escena del pesebre une a los fieles al humilde comienzo de la vida de Jesús de Nazaret. Foto cortesía de Sarah Velasquez de la Parroquia Cristo Rey, Long Branch
Diciembre 2019 REVISTA EL MONITOR 27
el Anzuelo
¡Un bebé!
Creando espacio para recibir al infante MATEO GREELEY
Director asociado de comunicaciones
E
l 28 de diciembre… la fecha está pegada a mi corazón hasta que muera. Adviento siempre había sido un tiempo especial que requería más energía y trabajo para mía, hasta el año 2007, cuando ese tiempo sagrado de preparación y luces se hizo bastante real. Es una cosa preparar por un día que incluye la Misa, demasiado comida y bebida, regalos y todo que puede contener un encuentro familiar. Es totalmente otra cosa preparar para la llegada de un bebé. La anticipación de nuestro primero hijo trajo dosis iguales de energía y miedo. Mi
”¡Preparen el camino
del Señor!” escuchamos en el Evangelio según San Mateo aquel domingo. esposa, Rebecca, y yo habíamos alquilado un lugar en Hightstown y empezamos a comprar cosas y organizar nuestro hogar meses antes de que Adviento empezara. La Parroquia San Antonio de Padua en Hightstown estaba decorada para el tiempo eclesial, al igual que la parroquia en la Diócesis de Metuchen donde yo trabajaba en la pastoral juvenil. De repente, en aquel primer domingo de Adviento, yo escuchaba a Jesús hablar sobre ladrones en la noche y que nunca podríamos saber cuándo llegarían. Claro que él hablaba de la llegada del Hijo de Dios, pero a mí me hizo pensar en prepararme por la llegada del ‘hijo mío’. Decidimos temprano en el embarazo no enterarnos de si el bebé fuera niño o niña. Mi esposa y yo estuvimos de acuerdo que no saber era una cosa bonita, una gracia hermosa. En la lectura, San Pablo nos dijo ese domingo ya sabíamos la hora y que ya era hora de despertarnos. Me preguntaba sobre
lo que los romanos que recibieron su carta hace unos 2,000 años habrán pensado de su mensaje. Para mí, la hora significaba que yo pronto sería un papá. El bebé crecía y mi esposa se sentía incomoda con más frecuencia. Le costaba dormir bien, pero ella era una campeona; una campeona en absoluto. Leíamos el bebé. Cantábamos al bebé. Lo mirábamos mover y patear. El bebé realmente estaba metiéndose al centro de nuestras vidas, guiándonos como la lectura de Isaías decía aquel segundo domingo de Adviento. Las luces navideñas se veían por todos lados en los vecindarios de Hightstown. “¡Preparen el camino del Señor!” escuchamos en el Evangelio según San Mateo aquel domingo. Mi esposa y yo empezamos a sentir que nos habíamos preparado adecuadamente para nuestro joven o señorita. Arreglamos la cuna. Escogimos las sabanas y cobijas. Compramos pañales y pintamos paredes. La preparación también requirió alistarnos para la caca. Arreglamos una mesa para cambiar pañales y compramos un basurero especial que supuestamente guardaba el olor. “¡Preparen el camino!” Tomamos eso muy en serio. El tema de la caca fue un detalle en que no había pensado antes, pero que ahora se hizo demasiado real; María y José habrán limpiado a Jesús, el Hijo de Dios, después de que cagara. Para mí, eso no era nada grosero sino otro paso más profundo al significado completo de Navidad… en TODO que significa todavía la Navidad. Dios se hizo humano. Al llegar a la tercera semana de Adviento, mi esposa, sin duda, estaba lista para dar la bienvenida a nuestro bulto de amor, pero la carta de Santiago nos urgió tener paciencia. ¿Qué cosa? Por favor… ¿cómo tener paciencia en esos días? ¿Cómo? Pero Santiago volvió a decirnos, “Tengan paciencia, hermanos, hasta
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Sin duda, el nacimiento de cada bebé brinda una esperanza inmensa para los papás en cuanto un futuro lleno de posibilidades. En la foto, Emmett goza un momento tierno con su madre. Foto de la familia Greeley
que venga el Señor. Sean pacientes y manténganse firmes de corazón, porque se acerca la venida del Señor”. Tan cerca. Para mí, empecé a dudar a mí mismo. ¿Sería suficiente como padre? ¿Cómo esposo? Pensaba que sí. Esperaba que sí, pero honestamente, ¿cómo podemos prepararnos para ser padres? Cómo debemos preparar corazones y mentes que puedan adecuadamente proteger y enseñar a algún niño en este mundo que suele ser tan duro. Un bebé debe transformar la vida entera de la madre, el padre, hermanos y los demás familiares. Esa transformación depende mucho de si uno se hace dispuesto a la transformación. Navidad nos llama a cambiar y eso requiere mirar más allá que todas las cosas y luces ligeras que pueden hasta alejarnos del sentido verdadero. Significa conectar todos los aspectos de la vida con el cómo, el por qué, el cuándo con lo que realmente importa. Eso es lo que hacen las madres y padres de familia cuando reconocen que sus vidas ya no solo pertenecen a ellos mismos. Los padres aprenden rápidamente que los horarios y la manera de usar el tiempo significan encontrar algún equilibrio
el Anzuelo entre las responsabilidades profesionales y personales con las necesidades del niño o niña. Y para cada madre o padre y para todas las personas que no tienen hijos, Adviento ofrece alimento que nutre el alma para que podamos crear todas esas conexiones con el Señor en todos los momentos de la vida. Nosotros siempre queremos que las conexiones sean recontra visibles y obvias y abundantes, pero en Isaías el cuarto domingo de Adviento, el rey de Judá, Ajaz, dijo que no debemos molestar al Señor pidiendo signos. “No les basta molestar a todos, ¡que también quieren cansar a mi Dios”! Es que los signos están por todos lados. ¡Emanuel! “¡Dios con nosotros”! ¿Qué más necesitamos? El misterio y lo desconocido de todo que nos trae un bebé a la vida es algo milagroso. La Navidad llegó y se fue. El bebé Jesús tomó su lugar en el pesebre. Pero aun nosotros esperábamos al niño. Eso todavía me habla fuertemente hasta hoy en día. Navidad nunca debe “llegar e pasar”. Estamos llamados a siempre estar vigilando y “siempre de espera” por el Niño Cristo, preparándonos con anticipación y un poquito de miedo de lo desconocido. Pues, sin duda los niños nos mantienen despiertos. Y entonces llegó el 27 de diciembre y nuestro bebé se alistó para conocernos. Rebecca siguió siendo pura campeona y aunque ya había trabajado tanto para llegar a ese momento, el parto duró horas. A pesar de todo el embarazo, realmente estaba recién empezando su trabajo de ser madre, semejante a nuestra Santa Madre con su bebé. No hubo ningún coro de ángeles pero para nosotros fue igual de sagrado ese momento cuando la doctora dijo, “Felicidades, es un niño”. Nació el 28 de diciembre. Sí, Emanuel significa “Dios con nosotros” pero depende de nosotros VER que Dios está realmente con nosotros. El camino de Adviento es un camino sin fin porque, al aceptar de corazón que Dios está con nosotros, nuestras vidas deben ser transformadas por siempre. El niño Jesús es para cada uno de nosotros y yo creo que eso nos debe dar alegría y un poco de miedo. Significa hacer campo y aceptar la responsabilidad que requiere cuidar a un bebé. Emmett, “Dios está con nosotros”.
Sínodo sobre el Amazonas tiene algo para familia diocesana EMMALEE ITALIA
P
Corresponsal
ara el padre de la Divina Palabra, Guilherme Andrino, las ideas y preocupaciones que han salido del Sínodo sobre el Amazonas evocan ambos algo único y algo familiar. “El mensaje más integral para todos nosotros, creo, es dialogar unos con los otros”, dijo el padre Andrino, vicario parroquial de la Parroquia San Antonio Claret, Lakewood. “Nuestra Diócesis es muy diversa en cuanto la cultura y estamos llamados a estar abiertos a las riquezas que todos tenemos”. Al mismo momento, el padre siguió que todos tienen la responsabilidad de “evaluar cómo cuidamos a la creación de Dios, nuestra casa común… Muchas personas me decían que rezaban por el Amazonas cuando el bosque estaba quemando. Somos gente que reza unos por los demás. Reconocemos las luchas del prójimo”. La diversidad de la Diócesis de Trenton, enfatizó el padre Andrino, hace eco de la del Amazonas, compuesta de varias tradiciones, culturas y costumbres. “Mucha de nuestra gente lucha día tras día a solo ser quienes son porque tienen el miedo de que sus hermanos y hermanas no los van a entender”. El Sínodo sobre el Amazonas dijo
el sacerdote, “es una invitación a la inculturación, al aceptar una relación más profunda con el prójimo, y también es una oportunidad para aprender sobre personas que comparten la misma fe, leen el mismo Evangelio y reciben el mismo Cuerpo de Cristo. Tal vez se visten diferentemente, tal vez comen comidas diferentes, tal vez les gusta otro ritmo de música – pero todos son una creación de Dios y están en búsqueda de la salvación de Dios”. El padre Andrino creció en el sur de Brasil lejos de la región del Amazonas. Estresó que el Sínodo sobre la región está ayudando unir dos lemas. Ambas tienen que ver con la gratitud. “Un sínodo es señal de la esperanza, de la luz y también de un tiempo de evaluación”, dijo el padre Andrino. “He visitado unas parroquias de la región del Amazonas… cada tribu y comunidad es única; comprender y aceptar eso, para mí, enriquece nuestra concepción de la creación de Dios… entender la tradición y la cultura del prójimo nos ayuda a evangelizar mejor”. El padre trae esa misma entrega y perspectiva a la parroquia en Lakewood, una riqueza para la comunidad de la fe ahí. Lea más sobre el Sínodo sobre el Amazonas y su significado en la Diócesis de Trenton en: PecesdeTrenton.org.
El papa Francisco saluda a representantes del Amazonas durante el sínodo en el Vaticano sobre la región en octubre del 2019. Foto CNS/Vatican Media
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