Mensajero 244

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Año 9 / No. 244

Domingo 10 de diciembre de 2017

Adviento Pag. 3

La búsqueda de Dios en medio de una cultura idealizada.

La mujer en el plan de la salvación.

Tiempo de Navidad, tiempo de cambio.

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Desde el principio, la presencia de la mujer.

Directorio Emmo. Sr. D. Carlos Cardenal Aguiar Retes Arzobispo de Tlalnepantla Excmo. Sr. D. Guillermo Ortíz Mondragón Obispo de Cuautitlán Excmo. Sr. D. Francisco González Ramos Obispo de Izcalli Excmo. Sr. D. Oscar Roberto Domínguez Couttolenc, M.G Obispo de Ecatepec Excmo. Sr. D. Onésimo Cepeda Silva Obispo Emérito de Ecatepec Excmo. Sr. D. Guillermo Francisco Escobar Galicia Obispo de Teotihuacán Excmo. Sr. D. Juan Manuel Mancilla Sánchez Obispo de Texcoco Excmo. Sr. D. Héctor Luis Morales Sánchez Obispo de Nezahualcóyotl Excmo. Sr. D. Víctor René Rodríguez Gómez Obispo de Valle de Chalco Excmo. Sr. D. Efraín Mendoza Cruz Obispo Auxiliar de Tlalnepantla Excmo. Sr. D. Jorge Cuapio Bautista Obispo Auxiliar de Tlalnepantla

En los medios de comunicación se viene señalando nuestra Provincia como el nuevo foco rojo donde se están llevando a cabo los crímenes más atroces y horrendos de nuestra sociedad. Consisten en la violación de los niños, en los abusos y malos tratos contra las mujeres e incluso los feminicidios. Ya el aborto de por sí venía siendo una lacra imperdonable entre nosotros, que dañaba tanto la médula de nuestra sociedad. Ahora ya no es solo la médula sino el corazón mismo, el alma de nuestra sociedad la que está siendo amenazada. Se trata de los crímenes contra las mujeres. Todo desprecio, todo abuso contra las mujeres y los niños, es altamente abominable, pero en nuestros ambientes estamos tocando fondo con la práctica de las violaciones y asesinatos, de mutilaciones de niños y mujeres. Cada parroquia, toda comunidad eclesial y diocesana ha de ofrecer no solo una palabra sino una actitud firme, clara, determinante, propositiva en todos y cada uno de sus niveles, litúrgico, evangelizador, misionero, social. Comprometiéndose en favor de los pequeños y en el resguardo de todas las mujeres.

El árbol de la vida se está secando, sus ramas ya van estropeadas, pero el abuso contra las mujeres viene a cimbrar y a devastar los caminos de la vida, secando de raíz los senderos del amor y de la felicidad. El aborto ya venía lacerando mucho a la comunidad. El feminicidio es el culmen de toda destrucción. Todos los que creemos en Jesús, hemos de ofrecer el camino de nuestro mismo Divino Redentor en favor de la vida, integrando paso a paso, profundamente, a todas y a cada una de las mujeres. La humanidad nunca se imaginó que la misión, que el aporte de la mujer pudiera ser tan sublime e indispensable en el instrumental de salvación. No solo se trata de convertirnos sino de revisar en el alma una acción más profunda, de suerte que regresemos a las mujeres la alta dignidad ofrecida a ellas desde el principio de la creación y perfeccionada en la palabra, en la conducta y en el corazón mismo del Señor. Volvamos al evangelio para garantizar con la mujer, la presencia de la vida.

+ Juan Manuel Mancilla Sánchez Obispo de Texcoco

DIRECTOR GENERAL Mons. Víctor René Rodríguez Gómez Presidente de la Comisión Provincial para la Pastoral de la Comunicación DIRECTORA EN TURNO Abril Villanueva DIAGRAMACIÓN Y DISEÑO Jessica Vázquez COLABORADORES Equipo de la Pastoral de la Comunicación de la Provincia Eclesiástica de Tlalnepantla

Registro en trámite.

Es una publicación catorcenal de la Provincia Eclesiástica de Tlalnepantla. Se distribuye en la Arquidiócesis de Tlalnepantla y en las Diócesis de Cuautitlán, Izcalli, Ecatepec, Texcoco, Teotihuacán, Nezahualcóyotl y Valle de Chalco.

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Vivir el Adviento hoy Por: Pbro. Eduardo Pierson Espinoza El tiempo de adviento posee una doble dimensión: es el tiempo de preparación para la Navidad, solemnidad que conmemora el primer advenimiento o venida del Hijo de Dios entre los hombres, y al mismo tiempo aquel que debido a esta misma conmemoración o recuerdo, hace que el espíritu del hombre dirija su atención a esperar el segundo advenimiento de Cristo como un tiempo de expectación piadosa y alegre. El adviento es una celebración cristiana que ha puesto la atención más en el futuro y en el presente que en el pasado. Es decir, se ha considerado sobre todo el futuro y el presente del advenimiento redentor de Cristo. La comunidad cristiana se reúne en asamblea litúrgica con la conciencia de que el Señor ha prometido un “Reino de Dios”, alcanzando la paz, la dicha, la unidad y el amor propios de la vida perfecta, profunda inmortal e ilimitada que colmará todas las positivas aspiraciones del ser humano a la medida del ser de Dios, de su vida eterna, en su amor y gracias a su amor. En nuestro tiempo, el adviento para “algunos” viene a ser un excesivo volver al pasado y dejar de mirar al futuro, y se han centrado en el recuerdo de los

hechos históricos que precedieron al nacimiento del Mesías; el adviento se toma como una sola preparación espiritual, devocional y ascética para la Navidad vivida como “aniversario” del nacimiento del Salvador. Debemos todos hacer conciencia que el adviento debe decir a los hombres de hoy toda la verdad de la revelación de Dios en el Cristo que vino a esta nuestra tierra, vivió en ella y en ella habló, sufrió y murió para que el hombre llegue a ser plenamente hombre. El adviento debe celebrar el advenimiento salvador de Cristo para redescubrir su verdad, su fuerza y su alcance, para ver la enorme grandeza de la salvación a que somos llamados, para aceptar a Cristo resucitado que nos ofrece su Espíritu para ensanchar nuestra vida con la fuerza del amor con que el vivió, murió y resucitó; para renovar nuestra esperanza con ese amor hasta adquirir una conciencia viva de la redención universal sintiéndonos comprometidos y responsables del vigor y la vigencia de la redención. A fin de que la gente de este tiempo pueda llegar a creer, o por lo menos se pregunte por Cristo con mayor interés.

Mujer: vida, gracia y amor

Desde el comienzo de la historia, uno de los matices más bellos de la creación, es el de preparar una casa para el ser humano. Dios nuestro Padre no quiso lanzar al hombre al vacío, a la intemperie, descuidadamente, sino que le fue preparando todo un entorno de luz, de claridad, de movimiento, de sustento e incluso de belleza. A esto le llamamos la casa Universal. Hoy el Santo Padre, la llama la casa común que es, empezando por la tierra, todo el Universo. Una vez que la casa estaba bien equipada, nuestro Padre Dios hizo al hombre. Estando ya el varón aún faltaba algo muy especial, algo que pudiera recoger con delicadeza todos los matices del corazón de Dios para la felicidad de su creatura: Y creó a la mujer. El matiz que sorprende a todos los estudiosos es el de que no solo se trata de crear sino de modelar. Todo ello significa especial atención, especiales cuidados, novedades, funciones, matices, retoques, en los que se pueda sentir una especie de síntesis amorosa y de tan exquisito y agradable buen gusto. Es de esa manera como aparece la mujer, creando con ella no solo una inmensa sorpresa, sino un gozo y una seguridad del todo grandiosa y significativa para el varón. Los títulos que nuestro Dios mismo dio a la mujer fueron: ayuda, vida, gracia y amor. Es la razón por la que el día de hoy la Iglesia tiene el enorme compromiso de dirigir sus ojos pastoral y espiritualmente hacia la misión de la mujer. Descu-

brimos, sin embargo, que nuestro entorno se ha hecho inmensamente agresivo en contra de ellas. Lo más escandaloso de esta cadena de desobediencia a Dios, son los feminicidios. Nunca nadie se imaginó que el ser humano dirigiera lo desastroso del pecado hacia la mujer, golpeándola, despreciándola, utilizándola, envileciéndola. Y por un tiempo esto nos pareció algo insólito y lejano. Hoy en tantas familias de comunidades cristianas, se han experimentado violaciones, ataques, descalificaciones, malos tratos y hasta asesinatos en contra de las mujeres. Nuestra Provincia Eclesiástica de Tlalnepantla levanta su voz en favor de la mujer, y lo hará cada vez con mayor fuerza sobre todo en la oración, en la catequesis, en la evangelización, en la educación de las personas, haciendo ver que precisamente de la mujer nacen las virtualidades y los más altos dones, los más sagrados del ser humano. Sin la mujer nada agradable a Dios podrá crecer en el ser humano. Con la mujer herida, con la mujer vejada, caminaremos con un inmenso desequilibrio y sin horizonte de felicidad sobre la tierra. Pedimos a todos nuestros Agentes de Pastoral meditar con detenimiento las actitudes de Jesús en su trato hacia las mujeres, para que practicándolo primero nosotros, enseñemos a los demás la manera tan sublime y correcta como nosotros podemos defender lo sagrado, lo sublime de la vida: el ser de la mujer.


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Vivir la esperanza, para recibir a Cristo Jesús el Salvador Por: Codipacs Ecatepec Hemos iniciado el adviento y lo que resuena en estos días en la liturgia de la Palabra es “permanezcan alerta”, invitación del mismo Cristo para recibirlo en nuestro corazón y previo al comienzo del adviento en nuestra diócesis de Ecatepec en las distintas parroquias cada agente de pastoral se ha preparado para comenzar este tiempo del adviento a través de un retiro. En dicho retiro que se ha vivido en un clima de recogimiento, se ha meditado sobre el adviento como tiempo de esperanza, esperanza en donde todo hombre debe poner un gran esfuerzo para irla aumentado cada día y obtener así la grandeza de Cristo en toda su plenitud con su retorno a nuestras vidas, dicha esperanza debe reanimarnos a esperar con paciencia,

alegría y amor a aquel que es el salvador del mundo. Este tiempo también hemos meditado que debe ser un tiempo privilegiado en nuestras vidas para poder recibir a Cristo en nuestros corazones y así poder preparar el nuevo pesebre hoy en día, para este cometido siempre debemos permanecer en gracia, ya que de esta manera estaremos cada vez mas unidos a Cristo Jesús.

Vivir el adviento no solo debe ser un momento que solo vivamos cuando hacemos oración o vayamos a la Eucaristía, sino que después de la oración y de la participación en la eucaristía, podamos vivir en todos los aspectos de nuestro caminar cotidiano, en el hogar donde los padres de familia inculquen a los hijos los valores cristianos, en el trabajo donde con paciencia y creando hábitos

se pueda crear un ambiente de trabajo en el Señor, en la calle o con los amigos donde podamos manifestar al hermano el amor que Cristo nos trae y viene en este tiempo para quedarse con nosotros y así darnos ejemplo de cómo acercarse al Padre Misericordioso. Conscientes en este tiempo de poner en practica la justicia y promover la paz, nos prepararemos cada día mas, para recibir con gran alegría y en clima de esperanza y de amor fraterno a Cristo el Señor que viene. Al termino de las meditaciones en comunidad y guiados por nuestros sacerdotes en cada comunidad se ha bendecido la corona de Adviento, que nos ayudara para recordar el camino que debemos seguir durante este tiempo.

“Católico solidario con tu Iglesia diocesana” Por: Valle de Chalco El Diezmo es la oportunidad que hagas una obra buena, para tener la gracia de Dios y ser un buen Cristiano; no solo se trata de dar dinero, sino el acto de compartir lo que Dios te ha dado. Es la forma de colaborar con el Plan de Dios, en el establecimiento de su Reino; para compartir nuestros bienes a las necesidades de la Iglesia, reconociendo que todo lo hemos recibido de Dios. La espiritualidad de la corresponsabilidad, es un modo de vida generoso y servicial, del discípulo que quiere responder al llamado de Jesús. Los creyentes reconocen a Dios como fuente y dador de todo, es decir, todo es don de Dios y hay que recibir y compartir los dones. El Diezmo es para: la Evangelización y formación en la Fe, Formación permanente de Seminaristas, Clero, Religiosas y Laicos, Caridad, ayudar a los más necesitados. durante todo el mes de diciembre, Puedes pedir tu sobre o tu reci- o en la oficina del obispado. Esta ayuda se puede entregar en la parroquia o en la diócesis. bo directo en la oficina parroquial


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Rumbo a los pies de la Morenita Por: Pbro. Didier Munsiensi Mawete / Codipacs Cuautitlán La Diócesis de Cuautitlán, tradicionalmente, responde a la gran invitación que le hace cada año, la Santísima Virgen de Guadalupe, a su casa, nuestra casa, la basílica nacional de Guadalupe. Este evento aconteció el 23 de Noviembre de este mismo año. El Señor Obispo Don Guillermo Ortiz Mondragón, junto con todos los fieles diocesanos, peregrinaron desde la ex glorieta de Peralvillo hasta el recinto de la morenita del Tepeyac. Basta señalar que, devocionalmente, unas decenas de fieles emprendieron el recorrido de San Juan Diego, saliendo la noche del día anterior del santuario de Nuestra Señora de Guadalupe casa de San Juan Diego (el Cerrito), llegaron en la madrugada a la basílica. Todos con la misma intención de pedir las gracias de Dios Padre y llegar a los pies de Jesús por María. Tomando como ejemplo del Obispo

fray Juan de Zumárraga, que clamó a Dios para que se apiadara de sus hijos e interviniera ante la situación difícil, diciendo: “Si Dios no interviene con remedios de su mano está la tierra a punto de perderse totalmente”, (Chavez. E., La verdad de Guadalupe, ISEG, Mex,

2008 p.13), Toda la comunidad se reunió para pedir la intervención de Dios para la vida diocesana. Se resaltó mucho en las intenciones de los peregrinos el deseo de obtener muchos sacerdotes, la paz en México, el fortalecimiento del tejido familiar etc… En su homilía

el Señor Obispo Don Guillermo, segundo obispo de Cuautitlán, exhorto a todos a trabajar para lograr la comunión diocesana. Llamo a una participación efectiva a los trabajos del sínodo diocesano, como aprendizaje a caminar juntos para lograr a identificarnos como verdaderos miembros de una Iglesia particular en búsqueda de la salvación de todos en Jesucristo Nuestro Señor, pidiendo al mismo tiempo la intercesión de Nuestra Señora de Guadalupe y de San Juan Diego para lo mismo. Culminamos la santa misa con los himnos de alegría y gozo. Todos los peregrinos volvieron a sus hogares llenos del sentimiento de pertenencia a una familia diocesana marcada por una misma fe y salvada por un mismo Señor Jesucristo bajo la intercesión de María su madre y madre nuestra también.

El Señor viene y pide paso Por: CODIPACS Izcalli

El pasado lunes 27 de noviembre en el seminario diocesano, reunidos en oración, los presbíteros y diáconos de la Diócesis de Izcalli, vivimos nuestro retiro de adviento que nos prepara a la celebración de la Natividad del Señor. En la fraternidad y la alegría de ser cristianos, nos dispusimos a recibir al Señor Jesús que viene y se acerca a nosotros. Nuestro Obispo, Don Francisco González Ramos, después de la oración litúrgica de tercia, nos

dio la bienvenida, diciendo que el retiro que prepara a la navidad es un tiempo para nosotros, hombres de Dios, que corremos el riesgo de perdernos en los muchos ruidos del mundo, de nuestros compromisos y de las acciones pastorales. Nos dijo que, incluso “preparar retiros espirituales, acciones litúrgicas y adornos para la parroquia, podrían distraernos del sentido de la navidad, podríamos preparar la navidad para los demás, y podríamos llevar

a todos a vivir la navidad, pero corremos el riesgo de no vivirlo nosotros”. Después del saludo de bienvenida de nuestro Obispo tuvimos una serie de meditaciones en las que el padre Jorge Anaya, de nuestro mismo presbiterio nos fue dirigiendo para llevarnos a la oración y al compromiso espiritual. En el retiro, el padre Jorge insistió en el hecho de estar preparados en todos los sentidos, no sólo a ce-

lebrar la venida histórica de Cristo, sino que además, nuestras acciones concretas nos prepararán cotidianamente a la venida definitiva del Señor, cuando después de la muerte seamos llamados a la presencia del Juez eternamente misericordioso, y no sólo para ser juzgados, sino también para reinar en el cielo junto con él. El retiro fue también una oportunidad para el diálogo entre hermanos, pues el retiro nos agrupo hacia el final para compartir nuestras experiencias y retroalimentarnos en la vida espiritual y humana, como hermanos cristianos y sacerdotes que somos. Después del retiro, cada uno fue a su vida diaria, ahí donde el Señor se hace presente, en medio de los hermanos, y donde estamos llamados como ministros del Señor a hacerlo presente. Que Dios nos conceda a todos un santo y preparado tiempo de navidad.


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Dios nos bendice con sus dones para la acción Por: Samuel Nájera Mata. Diócesis de Texcoco.

Semana Diocesana de Programación Pastoral Texcoco, Méx. 01 de diciembre de 2017. Con la participación de los directores y responsables diocesanos de Comisiones y Dimensiones Pastorales, junto con sus equipos de trabajo, se avanzó en la programación pastoral diocesana 2018. La Diócesis de Texcoco tiene por meta que al finalizar el año 2018, el Plan Diocesano de Evangelización y Renovación Pastoral, conduzca al pueblo de Dios que habita en la Diócesis; y lo lleve a experimentar el don de la reconciliación, a través acciones de piedad popular, sociales y culturales; también pretenden contar con agentes de pastoral en procesos de formación humana-comunitaria, espiritual, intelectual y de pastoral misionera, a través del disci-

sanas; todo ello a fin de caminar hacia el Reino de Dios, dando testimonio de un proceso de reconciliación y conversión personal y pastoral. Este es el sendero pastoral que la Diócesis de Texcoco y sus organismos deberán recorrer de manera pulado y acompañamiento en las organizada y coordinada con las Pequeñas Comunidades; además, vicarías, decanatos y parroquias. se plantea animar el sector parroquial a través de los servicios Durante su participación, don de las diferentes áreas pastorales, Juan Manuel Mancilla Sánchez, prioritariamente la misión evan- Obispo de Texcoco, afirmó que gelizadora, de manera gradual y a las personas “el Señor nos quipermanente; asimismo se espera so diferentes y con chispa”, pidió que las parroquias tengan los ele- pensar sobre ello con amor a la mentos propios de la sectorización Iglesia, para “abrir los ojos y así y se dé un acompañamiento más disfrutar de los dones dados por fuerte a los EVAP’s y EPAP’s en Dios, pero también poder desculos decanatos; igualmente, las ac- brir los peligros. Quien no tiene ciones que se emprendan deberán esa chispa, no tendrá la capaciayudar al crecimiento en la inte- dad de vivir, de fijarse, no podrá gración y fortalecimiento de las cuidarse (...) La Iglesia tiene que estructuras parroquiales y dioce-

despertar como centinelas, como vigilantes”. Y continuó, “Dios nos bendice con sus dones para la acción (…) que no los encuentre dormidos, perdidos, sonámbulos. Al contrario, permanezcan siempre alertas. Las estructuras diocesanas son la vigilancia, es acudir a la primera línea del servicio de nuestra Iglesia. Siéntanse gozosamente distinguidos por el amor de Dios”, enfatizó Mons. Juan Manuel. Y dirigiéndose a los agentes Ordenados, Consagrados y Laicos señaló que todos están en donde les toca estar, “porque alguien te vio con estas características, para poner lo mejor al servicio de la Iglesia, para servir al Señor con dignidad, decorosamente y siempre alegres. De ustedes el Señor pide un plus”, puntualizó.

“Servir mejor a Dios en la Iglesia”. 25 años de vida sacerdotal (1992-2017) Por: Pbro. Roberto Delgado Suárez Nací en México Distrito Federal hoy Ciudad de México, el 17 de Noviembre de 1965, mis padres son: Valentín Delgado Colín (que fue llamado a la Casa del Padre Dios el día 30 de Marzo de 2017), y de Martha Suárez Reyes, soy el segundo de seis hermanos. Respondí a la invitación de Dios para la vida sacerdotal y, entré como seminarista de la Diócesis de Nezahualcóyotl al Seminario de la Diócesis de Tlaxcala en 1978, para cursar los estudios de secundaria y preparatoria del Seminario menor y de filosofía, y de teología propios del Seminario mayor, concluí mi formación en 1992, recibí el diaconado en Julio y el presbiterado en Octubre de ese mismo año. El ministerio lo he ejercido unas veces como vicario parroquial y otras como párroco. Para servir mejor a Dios en la Iglesia, he continuado mi formación académica en algunas disciplinas como son: filosofía, teología, logoterapia, psico-oncología y bioética. Inicié un Instituto en la diócesis de Nezahualcóyotl para formar agentes pastorales en estas disciplinas con reconocimiento del Obispo diocesano y de la Universidad Pontificia de México, he colaborado con esta Univer-

en la sociedad a veces se nos valora por nuestra investidura, otras veces por nuestra contribución a la sociedad, pero hoy, lo principal es que la gente quiere ver en nosotros el rostro de Dios, ¡Joven! Si Dios te invita ¡Ven!

sidad como profesor y como colaborador en el programa de estudios de la Especialidad de Salud Humanista y del diplomado del mismo nombre, soy miembro del Comité Hospitalario de Bioética del Hospital de Especialidades de la Raza en la CDMX, actualmente imparto clases en el Instituto diocesano y trabajo como vicario parroquial. Los estudios realizados son para ofrecer a los sacerdotes de la diócesis un servicio en la formación de sus laicos, ejerzo el ministerio y la profesión con gusto, por esta razón, digo a los jóvenes que sienten la invitación de Dios a vivir este estilo de vida consagrado, que acepten la aventura de descubrir a Dios en el sacerdocio,


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Navidad, tiempo de cambios

Por: CODIPACS Izcalli

La navidad, tiempo de paz en el mundo y en el corazón de los hombres, es el tiempo más esperado por la mayoría de las personas, pequeñas y grandes, a lo largo de todo el año; hay quienes dicen que la navidad huele, sabe y se ve, quizá porque los sentidos están más dispuestos a percibir los pequeños detalles de la vida, no sólo de la propia sino del mundo que nos circunda; como si el corazón se abriera en el lapso de unos días y se convirtiera en el más grande receptáculo de afectos y necesidades, sin embargo, la navidad no sólo es un cúmulo de sentimientos encausados a la experiencia de lo bonito o de lo romántico, porque de esta manera estaríamos convirtiendo la navidad en algo perecedero, es decir, en algo que dura unos días pero que no lleva al compromiso, a la acción concreta y menos a una mejor experiencia vida, ni personal ni comunitaria; la vida se reduciría a pequeños momentos de felicidad. La navidad es algo más que sólo afectos y sentimiento, y san Lucas, el evangelista, nos ayuda a entender esto, con el fragmento del evangelio que leeremos en la noche de navidad, especialmente cuando dice que “a María le llegó el tiempo de dar a luz y tuvo a su hijo primogénito; lo envolvió en pañales y lo recostó en un pesebre porque no hubo lugar para ellos en la posada” (Lc 2, 6-7). La sencillez con la que san Lucas habla de uno de los más grandes misterios de nuestra redención es admirable, san Lucas, en este pequeño fragmento, dice que la segunda persona de la Trinidad, ha nacido en medio de nosotros, como uno de nosotros, para salvarnos a nosotros y a todos los hombres (cosa realmente escandalosa e impensable, Dios se ha hecho hombre), y lo hace apenas con unas cuantas palabras, tan sencillas y al mismo tiempo tan pobres, sí, porque no hay palabras que alcancen a describir con todo su esplendor lo que en ese momento estaba sucediendo. La sencillez es propia de Dios y de su actuar en el mundo, así nos lo hace saber María, la madre de Dios, en su propio cántico, cuando exaltando la obra admirable de la redención exclama: “ha mirado la humillación de su esclava” (Lc 1, 48) y más adelante cuando dice “él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide sin nada” (Lc 1, 51-53), y de esa misma forma en muchos otros pasajes de la Biblia, como cuando elige a Saúl o a David como reyes de su pueblo, hombres sencillos; o como cuando elige a sus apóstoles, hom-

bres de vida común y popular. Así, la navidad es una invitación a prolongar en nuestra vida la sencillez, especialmente en la manera de vivir, de tratar a los demás, de acercarnos a Dios y celebrar estas fiestas.

tinta, buscando en nuestro entorno dar apoyo, conforto, seguridad y tranquilidad a los que están cerca como a los que están lejos; y hay muchas acciones que pueden hacernos alcanzar esto tan deseado en la vida de tan-

Pero el pasaje de san Lucas no habla solamente de la sencillez; también resalta el hecho de acoger cuando dice que María, “lo envolvió en pañales”, san Lucas enseguida hace notar que para ellos no había lugar en la posada, estas dos acciones, “envolver y queda fuera”, se contraponen con la intención de no ser aquellos que rechazan, que hacen a un lado, que no reciben al Hijo de Dios, sino aquellos que como María, envolvemos, abrazamos, acogemos y recibimos al Hijo de Dios hecho hombre, y en él, acogemos y recibimos a todos los que como él, necesitan ser acogidos y recibidos; en este sentido, la navidad será una oportunidad para acoger al otro, acercarlo a nosotros, hacerlo parte de nuestra vida; cada uno sabrá a quién ha tenido lejos que necesitará envolverlo en el corazón con acciones concretas. Un detalle más en el evangelio de Lucas es la palabra “recostar”, que no sólo quiere decir acostar en una cama o en algún lugar, la acción de este verbo hace referencia a “apoyar sobre algo”, “hacer sentir seguridad o tranquilidad”, y María en este sentido, nos enseña a vivir la navidad de una manera dis-

tos hombres. En este sentido, la navidad, no es sólo la celebración de unos días, ni si quiera la ocasión para dar sólo regalos que compramos en alguna tienda, y tampoco sólo la ocasión para hacer fiestas que suscitan sentimientos de bondad y alegría; la navidad es eso, pero también algo más, es dejar entrar a Dios en nuestro corazón, acogerlo de manera sencilla, de forma que suscite en nosotros el vivo deseo de regalar y ofrecer tranquilidad a nuestras vida y a los que hacen la vida con nosotros. Desde este punto de vista, a cuántos países u poblados del mundo les haría bien que sus gobernantes y políticos vivieran una navidad desde el evangelio de san Lucas, a cuántas familias les haría bien que los padres vivieran una navidad como la que ahora describimos, lo mismo que esta navidad fuera vivida por tantos hijos o hermanos que se convierten en el dolor de cabeza de muchos padres de familia; y de la misma manera a cuántos más les haría bien que así viviéramos todos la navidad para hacer de este mundo algo más humano, más cristiano, más habitable, más sano, más santo.


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La luz del Adviento Por: Julieta Appendini / Directora de ACN-México El Adviento es un tiempo litúrgico de preparación para recibir a Jesús. Es el aviso de que en pocas semanas llegará la Natividad de ese Niño Dios que es luz. Es un momento, en que hay que acercarse a la misericordia, a través de la vista del otro. Son días de reflexión, en los que podemos conocer las historias de martirio de quienes creen en el Niño Dios, y que a pesar de su propia vida siguieron fieles a su luz. En estos días hay luces que tienen que ser encendidas para concientizarnos y actuar, como la luz roja que ha prendido ACN, la cual ha iluminado monumentos representativos en todo el mundo como rechazo a la persecución religiosa y como homenaje a los cristianos asesinados por su fe, ahora son los mártires del siglo XXI. El tiempo de Adviento, también puede ser una oportunidad única para concientizarnos ante la defensa de la fe y encender una luz hacia la libertad religiosa. No olvidemos que actualmente 334 millones de cristianos son perseguidos y discriminados a causa de su creencia en Jesús. Que nuestra Corona de Adviento prepare los corazones de cada uno de los que forma-

mos la familia ACN para recibir la Navidad en comunión y podamos seguir iluminando en búsqueda de la paz y de la reconciliación, pero sobre todo que seamos luz que proyecte el ejemplo de los que han muerto en nombre de Cristo.

Ayuda a la Iglesia Necesitada-México, Calle San Juan de Dios 222 Col. Villa Lázaro Cárdenas, Tlalpan 14370, México D.F Tel. 5541613331 Correo: info@acn-mexico.org Sitio web: www. acn-mexico.org Face: @ainmexico Twitter:@ACNMex

Servir al Pueblo Por: Griselda Mutual, Radio Vaticana Del 1 al 3 de diciembre se realizó en Bogotá, Colombia, el Encuentro de Católicos con Responsabilidades Políticas al Servicio de los Pueblos Latinoamericanos”, organizado por la Pontificia Comisión para América Latina junto al Consejo Episcopal Latinoamericano. A diez años del documento de Aparecida la Iglesia en América Latina, cerca de setenta políticos y veinte pastores, entre obispos y cardenales, de los distintos países latinoamericanos, a partir del intercambio de experiencias, reflexionaron sobre el papel de los laicos en la política, y sobre el aporte de la Iglesia católica a la misma. En este contexto, el Santo Padre se hizo presente en el encuentro con un extenso video mensaje en el que recordó, el concepto expre-

La política, indicó el Papa, es ante todo servicio: “No es sierva de ambiciones individuales”, “tampoco patrona, que pretende regir todas las dimensiones de la vida de las personas, incluso recayendo en formas de autocracia y totalitarismo”. La referencia de este servicio es el bien común, concebido ya por el Concilio Vaticano II, como “el conjunto de aquellas condiciones de vida social con las cuales los hombres, las familias y las asociaciones pueden lograr con mayor plenitud y facilidad su propia perfección”, o bien, dicho en otras palabras, como atmósfera de crecimiento de la persona, de la familia y de los grupos intermedios. sado por Papa Pio XII y retomado Citando aún el Concilio, el por los sucesivos pontífices: “la po- Papa señaló que la mejor manera lítica una de las formas más eleva- de llegar a una política auténticadas de caridad”. mente humana, es decir, aquella

de «fomentar el sentido interior de la justicia, de la benevolencia y del servicio al bien común». Observó la ausencia de voces e iniciativas de laicos católicos que abran camino al Evangelio en la vida política de las naciones, laicos que tengan la capacidad de ordenar, gestionar y transformar la sociedad según los criterios evangélicos, y recordó a los pastores comprometerse con el pueblo, trabajar con él, soñar, reflexionar y sobre todo rezar junto al pueblo, sin caer en el clericalismo que a menudo induce a la tentación de pensar que el así llamado “laico comprometido”, es el que trabaja en obras de la Iglesia o en parroquias, descuidando, en consecuencia, al creyente que “muchas veces quema su esperanza en la lucha cotidiana por vivir su fe”.


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Mensaje del Papa Francisco para este tiempo de Adviento Fuente: Aciprensa / Codipacs Cuautitlán En el primer domingo de Adviento, el Pontífice explicó que “es el tiempo que nos es dado para acoger al Señor que viene a nuestro encuentro, para verificar nuestro deseo de Dios, para mirar hacia delante y prepararnos al retorno de Cristo”. “Él volverá a nosotros en la fiesta de la Navidad, cuando haremos memoria de su venida histórica en la humildad de la condición humana” pero que “viene a nosotros cada vez que estamos dispuestos a recibirlo”. Francisco comentó que las lecturas de la liturgia del día invitan a estar vigilantes y en espera. “La persona que pone atención es la

que, a pesar del rumor del mundo, no deja de abrumarse por las distracciones o la superficialidad, sino que vive de manera plena y consciente, con una preocupación dirigida ante todo a los demás”. “La persona atenta se dirige también al mundo, buscando contrastar la indiferencia y la crueldad presentes en ella, y alegrándose por los tesoros de belleza que también existen y deben ser cuidados”. El Papa también subrayó que la persona vigilante es la que no “se deja vencer por el sueño del desánimo, de la falta de esperanza, de la desilusión” y al mismo tiempo “rechaza la solicitud de tantas vanidades de las que desborda el

mundo y detrás de las cuales, a veces, se sacrifican tiempo y serenidad personal y familiar”. Por último, invitó a no “vagar perdidos en nuestros pecados e

infidelidades” y a no buscar “la felicidad en otras partes”, sino a recorrer la “buena vía, la de la fe y el amor”.

Después de un año de estancia en México, con cientos de reuniones Por: Felipe Monroy

Después de un año de estancia en México, con cientos de reuniones con círculos sociales, fieles, obispos y con diversas autoridades mexicanas que se afirman católicos, tenemos que dar cierto crédito -y también tomar cierta distancia- a lo que el representante del papa Francisco, Franco Coppola, está diciendo sobre el país y sobre la Iglesia que aún suma una tremenda mayoría de la población: vivimos en un retraso notable. Coppola ya lo había expresado en el 2016 cuando dijo a obispos que no alcanzaba a ver proyectos concretos de transmisión de la fe católica a los jóvenes; pero la respuesta de las estructuras eclesiales mexicanas se hizo práctica cuando se concretó la creación de la nueva dimensión de Jóvenes y Adolescentes del Episcopado Mexicano, también con los esfuerzos para estructurar las actividades juveniles católicas que existen en cada rincón del país y para participar colectivamente en los trabajos para el próximo Sínodo de la Juventud y, de hecho, desde octubre pasado y hasta octubre del 2018, la Iglesia

mexicana vive el “Año de la Juventud”. Pero durante su visita a Coahuila para participar de la ceremonia de ordenación episcopal y toma de posesión del nuevo obispo de Torreón, Luis Martín Barraza, el nuncio Coppola fue más directo: “Hay que reconocer que la manera de la Iglesia de transmitir la fe, de ayudar a su pueblo a crecer en la fe, es la misma desde hace 50 años… Ese es el problema, el Evangelio siempre es el mismo, pero la manera de pasarlo a las nuevas generaciones no ha cambiado”. Los medios de comunicación interpretaron correctamente al salentino: “La Iglesia mexicana tiene medio siglo de retraso”. No es una crítica indolora, significa que en todos los espacios en los que el Nuncio ha participado no ha encontrado alguna acción que parezca actuar más allá de la inmediata coyuntura. Sobre ello, Coppola ha criticado que algunos católicos busquen cambiar leyes para resolver el hoy pero que en seis meses se derogan sin que a nadie parezca importarle; también ha señalado que esa

‘masividad católica’ que presume ser el segundo país con más católicos en el mundo no significa nada frente a la cultura de la muerte y la corrupción que permea en toda la nación; ha dicho, en cada oportunidad, lo absurdo de una sociedad de innumerables tradiciones y sustratos cristianos que convive con incontables asesinatos, secuestros y crímenes impunes. Personalmente, creo que Coppola hace una crítica más allá de la estructura eclesial, apunta a la cultura mexicana, al país en sí mismo: el retraso es sistemático, ideológico y religioso. Si del 84% de mexicanos (inmensa pluralidad de ciudadanos que se identifican católicos) ninguno ha logrado ver cuánto tiempo ha pasado, cuánto ha cambiado el mundo, es verdaderamente improbable que algún miembro de otro conjunto social sí lo haya hecho. ¿No acaso al ‘destape’ del precandidato del PRI a la presidencia de México se le llamó ‘ritual’, ‘liturgia añeja’? ¿Los partidos políticos estarán adaptándose a los cambios del mundo o buscan el poder bajo el mismo esquema an-

quilosado y predecible? ¿Qué decir de las instituciones de servicio público? ¿Cómo miran al futuro? ¿Porqué aplaudieron al director del IMSS, Mikel Arriola, por garantizar la viabilidad de la institución que vela por la salud de los mexicanos, tan sólo por dos años más? ¿Por qué cada ‘nuevo modelo’ o ‘nuevo sistema’ en México parece que va persiguiendo a modelos o sistemas que en mundo llevan funcionando varias décadas? En efecto, vamos retrasados décadas, medio siglo quizá. Pero aceptar esta realidad no es claudicar en lo posible. Que la Iglesia católica en México muestra signos de anquilosamiento en algunas actitudes y lenguajes es cierto, ni siquiera hay que debatir, es evidente; sin embargo, hay audaces que miran los desafíos venideros, ponen la mirada en el futuro y abrazan la realidad con aceptación y cariño. Para esos años de retraso: aggiornamento, no hay más. Luego, el horizonte del tiempo.


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La mujer en el plan de salvación Por: +Juan Manuel Mancilla Sánchez, Obispo de Texcoco. Los evangelistas en la primera etapa de la proclamación del Evangelio, no lograron descubrir el valor de la mujer en la vida del Señor. Tal vez no les parecía de mucha importancia mencionar los servicios, las actividades que ellas venían realizando en torno a nuestro divino Salvador. Así sucede ciertamente en el evangelio de San Marcos: arranca su evangelio con Jesús como un gran Profeta en medio del desierto. O como Mateo que presenta la infancia de Jesús sobre todo desde los perfiles masculinos resaltando tanto la figura de San José y de sus antepasados. Será el Evangelio de San Lucas, el tercero en el tiempo el que se atreva a dejar acompañar a Jesús por parte de las mujeres y el caso emblemático será la Santísima Virgen, mujer escogida y tomada en cuenta, valorada, saludada, integrada a un diálogo salvífico celestial, importante y elocuente. Interesan su palabra, sus sentimientos, su condición, su parecer, su reflexión, sus aportes, incluso

sus vacilaciones o temores, dudas y al final, dejar asentado que ella participó en una forma alegre, lúcida, humilde y generosa en la llegada del Mesías. De ahí en adelante se irán integrando muchas mujeres que caminen con Jesús, que intervengan, que sean escuchadas, destacadas, ya sea por su presencia, por su acción, por su palabra, por sus aportes, como lo dirá el mismo San Lucas, de sus propios bienes para que el Señor pueda ejercer su digno ministerio. A partir de San Lucas, se retiran aquellas expresiones antifeministas: sin contar las mujeres y los

niños. Estaban ahí unas mujeres, mirando desde lejos. San Lucas y San Juan, no solo pondrán a la mujer en una posición de primera línea como la figura misma de los apóstoles, sino que ellos darán un salto mucho más arriba poniendo a la mujer como interlocutora, discípula e incluso, porque no decirlo- maestra de Jesús, como sucedió con la mujer sirofenicia, que hará caer a Jesús en la cuenta de la abundancia del pan del evangelio traído a la humanidad. Con nuestra señora en las bodas de Caná. O con Martha y María, en el asunto de la resurrección o con la samarita-

na en el asunto de la adoración. Es por ello que en estas fechas, es altamente vergonzoso ser testigos del maltrato, del desprecio, de la utilización y actitud con que se está tratando a muchas mujeres de nuestro entorno comunitario, o incluso, dentro de nuestras comunidades cristianas. Con esto elevamos nuestra voz contra la marginación el abuso, el acoso, las violaciones y asesinatos a las mujeres de nuestra Patria. Este es de los crímenes más horrendos que pueden estropear no sólo los procesos culturales sino la misma intimidad del alma. Hagamos que la gracia, la finura del Evangelio se difunda desde la enseñanza de los presacramentales, la evangelización y catequesis, predicación de la palabra y cumplimiento de la misión. Que en nuestras parroquias, en nuestras diócesis, nunca más tengamos que lamentar un feminicidio, sino que tengamos la experiencia de ver a la mujer sonriente con acceso al desarrollo más pujante de la Salvación.

Termina el año y comienza uno nuevo… hagamos un balance Por: Silvia del Valle / @TipsMama5Hijos / silviadelvalle5@gmail.com / www.tipsmama5hijos.com

Es el tiempo perfecto para hacer un balance general de este año. Es bueno hacerlo en familia, y después ofrécele a Dios todas nuestras acciones. Ten a la mano varias hojas para realizarlo.

SEGUNDO. Haz una lista de los regalos más grandes. Podemos poner los regalos materiales y también los detalles que algunas personas han tenido con nosotros. Debemos tener claro que cada detalle es un regalo, así que podemos tomar en cuenta los que nuestros familiares, amigos y vecinos tuvieron para con nosotros.

PRIMERO. Haz una lista de los eventos más importantes. Seguro que el año estuvo lleno de eventos que marcaron tu vida, y que te han dejado gran aprendizaje. Anótalos en forma de lista para numerarlos y hacer conciencia de cuantos tuvimos a lo largo del año. Revisemos mes por mes y verás que el Espíritu Santo te trae al pensamiento los eventos más significativos.

TERCERO. Haz una lista de los problemas más fuertes. Casi siempre estos eventos los dejamos en el olvido, o por lo menos intentamos hacerlo, pero es necesario enlistarlos para crear conciencia de ellos. Debemos hacer que nuestros hijos pequeños los dibujen, y podemos ayudarles mencionando algunos y dejando que ellos piensen en otros. Aquí es más necesario invo-

Por: Silvia del Valle @SilviaMdelValle www.tipsmama5hijos.com

car al Espíritu Santo para que los Si fue de eventos importantes debesane en cuanto los anotemos. mos agradecer a Dios porque fue un año de grandes oportunidades y bendiciones. Si fue la de los regalos CUARTO. Haz una lista de debemos agradecer y alabar a Dios las mejores soluciones. Cada una de ellas han sido una por tantas bendiciones. Si fue la lisgracia de Dios y es muy bueno ha- ta de los problemas, debemos ofrecer conciencia para agradecerlas. cerlos y darnos cuenta que estamos Nuestros hijos seguro que necesi- en un periodo de prueba y de que tarán ayuda porque es muy difícil Dios nos está puliendo porque nos que ellos tengan claro este punto, ama, aunque no lo parezca a simpero si desde pequeños les ayuda- ple vista. Y si la más larga fue la mos a ver las soluciones y no sólo de las soluciones, debemos agralos problemas los estamos educan- decer a Dios porque además de las pruebas, nos ha mandado la forma do para la vida. de salir de ellas. Si nos fijamos podemos ver que siempre ha estado Y QUINTO. Pon todo a los pies de la Cruz. la mano de Dios detrás de todo y Una vez que tenemos las cuatro lis- nos sentiremos bendecidos. Ahora tas veamos cuál de ellas es la más tenemos un punto de partida para larga. Así podremos ver qué tipo comenzar con el nuevo proyecto de eventos tuvimos en nuestro año. de vida para el nuevo año.


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Soy joven, tengo dignidad, aprendo a reconocerla Por: Asiel Manuel Morales / Diócesis de Nezahualcóyotl Con el espíritu que distingue a los jóvenes participaron el pasado domingo 26 de noviembre en la apertura del Año de la Juventud en la Diócesis de Nezahualcóyotl por nuestro Obispo Héctor Luis Morales Sánchez. Dentro de la Celebración Eucarística fueron ordenados tres diáconos ante sacerdotes, familiares, amigos y conocidos de la comunidad de la diócesis. Esta ordenación diaconal nos muestra el llamado de Dios a estos hermanos nuestros, el joven de hoy desconoce qué es una vocación, a qué esta llamado. El dar un “Sí” como respuesta a Dios, es firme y valiente, acepta el querer servir, proclamar la palabra de Dios y más. Pero, por una equivocada interpretación y exageración de información, han puesto en duda la verdadera autenticidad de la vocación sacerdotal, laical y soltería en la sociedad,

Es por eso que el Papa Francisco quiere escucharte, quiere saber cómo te encuentras, qué es lo que hace que te desanimes, por lo que es necesario que te expreses, nadie puede limitarte en tus palabras y en tu forma de pensar, ten presente que el Sumo Pontífice nos cataloga como “La Riqueza de México”. Nuestra dignidad es de suma importancia ante la sociedad donde nos desarrollamos y aprender a reconocerla nos hará merecedores del derecho de la vida, a la educación, a la cultura, y más. Por tal motivo vivamos nuestra juventud con alegría, creatividad, paz, libertad; que el verbo de “estar” feliz la cambiemos a “ser” feliz plenamente, ¿y cómo? Con la ayuda de Jesucristo que es la fuente inagotable.

ha generado comentarios negativos e inclusive acusatorios en la Iglesia católica. Hace falta que el joven se atreva a descubrir qué hay más allá del inmediatismo, que no le importe los comentarios de los otros, dice el dicho popular “el que busca, encuentra”, que todas tus inquietudes, dudas y opiniones te lleven a cuestionar a la Iglesia católica.

Jóvenes de Dios, jóvenes con espíritu Por: Pbro. Gustavo Mendieta Martínez Una pregunta que constantemente se hacen los jóvenes, sobre todo después de haber tenido una experiencia espiritual fuerte como en un retiro, una asamblea de oración, o alguna experiencia en su grupo, es ¿cómo hacer para poder seguir creciendo en la vida espiritual, en el encuentro con Dios?. La mayoría de las personas, en algún momento de la vida, experimenta a Dios de manera sensorial y es natural que después de dicha experiencia se quiera permanecer e un estado constante de experiencia de Dios a este nivel pero ¿Es realmente esto lo que buscamos o necesitamos?. Generalmente después de dichas experiencias, que pudiéramos llamar, experiencias fundamentes, los jóvenes salen con los deseos de cambiar el mundo y hacer cambios determinantes en su propia vida pero al cabo de

unas semanas comienza el desánimo y se vuelve a la cotidiano. Es por esto que surge la pregunta, ¿Cómo hacer para seguir creciendo?, ¿Cómo no quedarse en el camino de conversión por el desánimo. Primero que nada hay que comprender que la experiencia de Dios no es a través de los sentidos sino desde la fe. En Algunas ocasiones Dios puede permitirnos experimentar su presencia a través de los sentidos pero es simplemente un estímulo para seguir

creyendo en Él. Es algo similar a la experiencia de los apóstoles en la escena de la transfiguración. Jesús les permite ver su Gloria para creer y en los momentos de dificultad o de sequedad espiritual permanezcan firmes. Por este motivo podemos decir que la experiencia espiritual puede comenzar en los sentidos pero tiene que crecer y madurar para sustentarse en la fe del Hijo de Dios. En un segundo momento hay que conservar el ánimo de la experiencia que Dios regala y las

luces recibidas con la finalidad de ajustar y transformar la propia vida. Para esto se requiere elaborar un plan de vida donde la persona ponga en concreto los cambios que hay que realizar y lo primero es ubicar de dónde se parte. Es decir contemplar la propia pobreza, carencia, incapacidad y debilidad de cada uno para abrir paso a la Gracia de Dios. No como una experiencia de masoquismo sino de amor de Dios por el hombre. Este plan de vida tiene que ser plasmado en papel y evaluado por un director espiritual para que el camino recorrido sea fundado en el amor a Dios y no en la soberbia de la conquista personal. Joven, eres privilegiado por Dios. Permanece fiel en la batalla del Espíritu que Dios va a tu lado. Animo.


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“Sed santos, porque yo, el Señor, vuestro Dios, soy santo” (Lev 19,2) Por: Alfonso Velázquez Reyes, Seminarista Vallen de Chalo

Con estas palabras del Antiguo Testamento quiero compartir mi experiencia vocacional, como un verdadero “Don y Misterio” de parte de Dios, porque participo del proceso de discernimiento vocacional con los Seminaristas en Familia (SEMFAM) en la Diócesis de Valle de Chalco, son 10 jóvenes quienes mes con mes reciben junto con el Padre Rector del Seminario su formación y en sus comunidades parroquiales van adquiriendo un compromiso cristiano. Esta experiencia vocacional me permite

conocerlos de cerca y confiar que Dios hará de ellos jóvenes comprometidos con su hermano. Es por ello que en medio de las grandes riquezas del mundo, Dios sigue manifestándose en cada uno de nosotros, en primer lugar al darnos un mundo en donde vivir y posteriormente en cada una de nuestras personas al darnos a cada uno, los sentidos para admirar, conocer y sentir su presencia entre nosotros. Y una vez que hemos obtenido los conocimientos necesarios y al

mirar a su alrededor se da cuenta que las cosas de este mundo no son las del Plan de Dios, es necesario fomentar un cambio, sí, un cambio de pensamiento, actitudes pero sobre todo de vida, no podemos seguir siendo del grupo de aquellas personas que no saben que pasan las cosas, pero para ello, es necesario ser auténticos, es decir conocer nuestras virtudes y defectos y ofrecérselas a Dios, diciéndole: “Aquí estoy Señor envíame” (Is 6,8). Y decirle a Dios, “Aquí estoy” implica el querer hacer su voluntad, el estar dispuestos a dejarlo todo y seguirlo, así como lo hicieron los primeros discípulos, porque al Señor hay que darle la vida, jugársela el todo por el todo, buscar siempre ir para adelante, fomentar la unidad entre las comunidades, conocer su realidad, vivir entre ellos y desde ellos provocar el cambio, esto es lo que debe de hacer el verdadero cristiano, que con su testimonio de vida otros se alegren por sus acciones y quieran unirsele.

Hoy en día debemos de sumar esfuerzos para que juntos alcancemos la santidad de vida, haciendo que los jóvenes sean los primero en buscar un cambio, confiar en ellos, estar con ellos, pero sobre todo dejarlos que también nos ayuden con sus ideas, sueños, virtudes alcanzar la santidad. Confiemos en nuestros jóvenes, brindándoles espacios dentro de nuestras familias, recordando que en ellos está el presente y el futuro de la Iglesia, son signo de vocación, que el día de mañana se necesitarán para anunciar el Evangelio, porque Dios pone su mirada en el sencillo de corazón, dejémonos guiar por su Palabra que se ha encarnado y que dentro de unos días viviremos su Nacimiento, no dejemos de hacer oración por las vocaciones sacerdotales y religiosas, pidiendo a Dios que nuestros hijos sean promotores de un mundo mejor. Que María Santísima modelo de sencillez, nos ayude a discernir sobre qué mundo estoy construyendo por el bien de los demás.

¿Qué es vivir? El punto de vista de los jóvenes Por: Grupo Juvenil “Shaddai”

Es muy común que escuchemos que nuestra vida apenas empieza. Que no sabemos en realidad sobre muchas cosas, que aún hay experiencias aguardándonos, que lo que vivimos aún no es nada comparado con lo que nos espera. Sin embargo, a pesar de nuestra juventud, nosotros también tenemos una perspectiva del sentido de vida. ¿Por qué vivimos? Es una pregunta compleja que puede que ja-

más tenga una respuesta clara. Y el sentido de vida no es lo mismo que esas metas que te planteas, con ilusiones y esperanzas puestas en el futuro. Crees que con ellas le das un sentido, pero en la vida siempre hay cambios. La gente se pone metas a corto, mediano y largo plazo, pero a la larga puede que incluso estas vayan cambiando. Con las experiencias aprendes si seguir ese camino y, al mismo tiempo, aprendes a vivir lo que se te tiene preparado. El sentido de vida se vuelve aquello que te hace salir adelante. Puede ser que una experiencia fuerte cambie tu vida, esa motivación te hace salir adelante ante las situaciones graves, te permite seguir y no hundirte. Si no tienes un sentido de vida definido, pue-

des hundirte. Puede que no seamos conscientes de cual es dicho sentido, que no lo conozcamos, pero la fe nos hace confiar en que ahí está. A pesar de nuestra edad, muchos hemos salido adelante ante adversidades, hemos podido encontrar ese sentido para seguir. Un joven debe descubrir su propósito en la vida. ¿Es lo mismo desear cumplir una meta que tener un propósito de vida? No, en realidad; pero esa meta puede convertirse en un propósito de vida. Es por eso que, creemos, que nuestro sentido de vida va de la mano con: Ser feliz viviendo el momento. Que no sea una felicidad obligada. Estar tranquilo con lo que estás haciendo. Buscar tu tranquilidad, es-

tando tranquilo con lo que haces; no buscar la felicidad en otros lados. Hay personas que viven por no tener de otra, por vivir. Vivir debe ser hacer lo que te gusta, aceptar lo que tienes. Debes aprender que la vida no es siempre felicidad, que todas las emociones son parte de ti y de tu vida. Y nos quedan preguntas para reflexionar: ¿Qué sentido tiene el ser católico? ¿Qué sentido tiene hacer oración, venir a misa, creer en Dios, estar en el grupo juvenil; si muchas veces las cosas no nos traen la felicidad que queramos?¿ Si ante lo que dice la sociedad y la ciencia, lo que hacemos es “irracional”? Por ahora, seguiremos el camino, buscando ese sentido; teniendo fe en que algo mejor nos espera.


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Navidad en un mundo globalizado Por: CODIPACS Izcalli La navidad, ocasión festiva en todo el mundo, es una celebración netamente cristiana que recuerda y revive el nacimiento histórico de Jesucristo el Señor. Cada año, la navidad es un motivo de descanso vacacional, adorno, cenas, fiesta y muchas otras cosas más. El mundo cada día más globalizado y descristianizado, ha ido perdiendo el verdadero sentido de la navidad, convirtiéndola en vacaciones, en fiesta, en reuniones, y otras cosas más, sin saber exactamente “el por qué” de estos días en casa. Desde este punto de vista la Iglesia choca y está completamente en contra de una cultura sin Dios como la que ahora vivimos, y que se extiende cada día más, especialmente entre las jóvenes generaciones. Pienso que, a este paso, pronto llegará el día en que navidad signifique hacer una reunión familiar donde el centro sea darnos regalos, cenar y hartarnos de lo que está en la mesa, en los platos y en los vasos,

sin acordarnos de Dios, sin elevar una oración y mucho menos sin sentir la necesidad de recibirlo en los sacramentos, especialmente de la reconciliación y en la eucaristía. Una navidad así, no será navidad porque no celebra el nacimiento de nadie, ni de nada, ni si quiera de buenos sentimientos y propósitos en nuestra vida y en nuestro corazón; una navidad así no será otra cosa sino el resultado compulsivo y desmedido del consumismo mercantil de un mundo

que nos ha llevado a vivir, no sólo sin Dios, sino que además, nos ha llevado a vivir desenfrenadamente el presente, sin dar sentido a lo que hacemos, a lo que vivimos y a lo que encontramos en el día a día. La navidad sólo es la muestra, o más bien, una probadita de la manera en la que vivimos todo el año, toda la vida. Hoy en las Iglesias nos encontramos a mucha gente adulta, no sólo porque son quienes en herencia han recibido la fe, sino porque

además, después de haber vivido un largo periodo en este mundo, hoy ven la vida de otra manera, tratan de dar sentido a las cosas, no permiten que la vida siga pasando sin un “por qué”, y menos sin un “para qué”; pero no necesitamos llegar a ancianos para comenzar a vivir y a da sentido a lo que hacemos, hace falta no dejarnos llevar por la cultura globalizada del consumismo y del “descarte”, hace falta usar nuestras capacidades humanas de la razón, de la memoria, de la voluntad y sobre todo aquella capacidad tan humana de amar, que da sentido a nuestra existencia, a nuestros actos y a nuestra experiencia por este mundo. Que la navidad ya próxima sea, para todos, una oportunidad para vivir como hijos de Dios, hermanos de Cristo que ha venido, viene y vendrá a nosotros con el deseo de salvarnos y llevarnos al cielo.

La Búsqueda de Dios en medio de una cultura idealizada Por Diácono Mario Alberto Pérez Hernández/Cuautitlán

En el hombre se hospeda una grande necesidad de Dios y su búsqueda es constante, la cultura en la que se desarrolla es el lugar propicio, pero cada vez más se percibe influenciada por una manipulación de ideologías que transgreden la vida y la misma dignidad de la persona. Sin embargo, en el encuentro constante con Dios, el hombre descubre el

sentido de su vida y ejerce una esperanza en Jesús el Señor, quien ha de dar dinamismo a su vida. En este tiempo de adviento que estaremos celebrando en la Iglesia, se vislumbra una oportunidad más para el hombre, donde a través de la luz que se enciende en las velas que presenta la corona de adviento, es Dios mismo quien le concede

a cada uno de sus hijos la chispa que ha de renovar toda su vida, vislumbrando nuevos horizontes que le ayuden a superar todas sus flaquezas y debilidades. Por ello, el cristiano ha de ser un vivo testimonio de lo que Cristo puede hacer en los hombres, a través de su acción en la Iglesia. La cultura misma del cristiano muestra una imperfección a causa de todas las ideologías que rodean el desarrollo próximo del mundo, por ello, nosotros estamos llamados a darle al mundo desde nuestro encuentro con Cristo y con nuestros hermanos un nuevo dinamismo y sentido a la existencia de todos los hombres. Hoy, el mundo está sumergido en la constante interrogante de su existencia y el sentido de la misma, busca ciertas respuestas en lugares y momentos equivocados. Pero estas interrogantes sólo pueden en-

contrar la respuesta a la luz de Cristo y en medio de las adversidades que puede experimentar, evitando cerrar su corazón ante los medios que Dios le puede ofrecer por medio de la acción de la Iglesia. El tiempo de adviento debe dar frutos abundantes, donde la misma Iglesia manifieste un testimonio vivo de la esperanza en el Señor, donde el hombre encuentre sólo en Él la grandeza y el sentido de su vida. Es Dios mismo quien ha de iluminar todas las oscuridades del hombre, disipando todos sus miedos, dificultades y preocupaciones de la vida que oscurecen con la desesperanza la vida del hombre, escondiendo así la riqueza de la vida y creando un ambiente hostil. En Cristo esperamos la salvación, Él será la luz que ilumine nuestras vidas y quien dará sentido a nuestra existencia.


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Amiguito, te invitamos a acomodar cada palabra en el lugar correspondiente, segĂşn la cantidad de letras que contenga.


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Los Ministros preparamos el encuentro Por: Diego Pérez / Diócesis de Nezahualcóyotl

El pasado 2 de Diciembre se llevó a cabo el primer retiro del año litúrgico en nuestra Diócesis dirigido a Ministros de la Palabra, Ministros Extraordinarios de la Sagrada Comunión y Ministros de la Caridad: El retiro de Adviento. Fue realizado en 3 sedes de acuerdo a la ubicación geográfica, Zona Norte, Zona Centro y Zona Oriente. En el caso de la Zona Norte compuesta por la Vicaría San Juan XXIII: los Decanatos San José y San José Sánchez del Río, se tuvo un retiro vivido con mucho entusiasmo, participación, comunión, formación y diálogo intenso entre los participantes. El primer tema impartido por el Pbro. Valente Cruz nos dejó la idea central de ser ministros adheridos a una Diócesis y en comunión con nuestro Señor Obispo, sin la cual no podemos realizar éste ministerio por él administrado y valoramos el mandato que hemos recibido de la Santa Madre Iglesia. El segundo tema impartido por miembros del EDAP nos ayudó

a plantearnos una perspectiva del ser humano pero sobre todo nuestro concepto como “persona” y nos ayudó a ver en nuestros hermanos a una persona con el mismo valor y dignidad que nosotros mismos. El tercer tema impartido por el Pbro. Ernesto anfitrión de la parroquia María Reina nos ayudó a concientizarnos acerca de las actitudes de nuestra madre María Santísima de Guadalupe para la evangelización en nuestro ministerio y así poder dar un mejor testimonio a quienes servimos. La alegría, el entusiasmo y la vitalidad de todos nuestros hermanos Ministros no dejaron de sentirse a lo largo del retiro y tuvimos la oportunidad de compartir momentos muy gratos y es entonces cuando toma sentido aquella frase del Papa Francisco: “La alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús. Con Jesucristo siempre nace y renace la alegría”, encuentro al cual nos preparamos todos en el Adviento.

TIPS ADVIENTO

para


Santa María Reina de la Paz. Flor y Canto. Por: Silvia Del Valle @smflorycanto

• Saldrá a la luz el próximo 12 de Silvia del Valle explicó que el diciembre bajo el nombre de San- canal, el cual ha sido consagrado ta María Reina de La Paz. Flor a la Virgen de Guadalupe, es una y Canto. plataforma por internet no sólo de televisión, sino también radio ca-

• Directora del canal: “Contar con este abanico de diócesis nos apor- tólica ondemand, que busca ofreta una riqueza cultural y de con- cer contenidos de calidad, apegados a la Doctrina y al Magisterio tenidos enorme”. La plataforma católica por internet Santa María Reina de La Paz. Flor y Canto, se presenta en nuestra patria con el objetivo de responder a la crisis de contenidos en medios de comunicación que se vive en el país. Bajo la dirección de Silvia del Valle y asesorados por el obispo de Texcoco, Don Juan Manuel Mancilla, el Obispo de Nezahualcóyotl, Don Héctor Luis Morales y el Obispo de Valle de Chalco, Don Víctor René Rodríguez, este proyecto evangelizador –que saldrá a la luz el próximo 12 de diciembre en la página http:// florycanto.digital– reunirá a comunicadores de las diócesis de Querétaro, Texcoco, Puebla, Celaya, Monterrey, Chalco, Papantla, Tuxtla Gutiérrez, México, Matamoros, Campeche, Guadalajara y Nezahualcóyotl.

de la Iglesia, “con el toque de la Santísima Virgen de Guadalupe, y para toda la familia”. Detalló que los contenidos serán generados en cada una de las diócesis, pero además contará con la participación de corresponsales en otras más, incluso, en países como Perú y Nicaragua. “Es un esfuerzo de unidad y trabajo voluntario que ha surgido de manera muy rápida, por lo que puedo ver claramente la voluntad de Dios en el proyecto”. Para la familia, “on demand” Silvia del Valle apuntó que se durante el tiempo de planeación se ha insistido mucho en producir contenidos de calidad para toda la familia, por lo que actualmente se trabaja en que éstos tengan una adecuada clasificación, “porque cada miembro de la familia tiene sus propias necesidades y lenguaje”. Con la finalidad de cuidar la

calidad de los contenidos y que éstos no pierdan el enfoque familiar, Santa María Reina de La Paz. Flor y Canto cuenta con un consejo que evalúa lo que se está produciendo. Dijo: “Por supuesto, queremos tener también una gran interacción con el público, por lo que utilizaremos las redes sociales para retroalimentarnos y perfeccionar el trabajo”. Explicó que la misión de la plataforma es la misma que tuvo san Juan Diego: “transportar a la Iglesia la alegría, flor y canto, con todo su significado, en una época en la que poco se observan en los medios las flores; es decir, la verdad y los cantos; y la Palabra, o sea, el Evangelio”. La directora del canal asegura que éste busca ser un medio católico que facilite a la comunidad lo que necesite en las diferentes situaciones de la vida, por lo cual los contenidos estarán disponibles en todo momento. “Tú podrás escoger qué ver a la hora que más te acomode. Cada programa tendrá diferentes capítulos, clasificados por temporadas, para facilitar su localización”. Además, la plataforma permitirá acceder a los

contenidos desde cualquier dispositivo móvil o computadora. Un gran abanico de contenidos “Al participar tantas diócesis – dijo Silvia del Valle– tendremos una gran diversidad de contenidos. Contar con este abanico de Iglesias particulares nos aporta una riqueza cultural y de contenidos enorme, porque podremos conocer un mismo tema desde diferentes puntos de vista y estilos, siempre apegados a la Doctrina”. Consideró que esto es muy importante porque en la actualidad “las redes sociales y los medios de comunicación se han subido al carro del relativismo, presentado contenidos nada apegados a la Verdad”. También comentó que al estar trabajando en comunión con los obispos, y en total apego a la Doctrina y al Magisterio, Santa María Reina de la Paz. Flor y Canto busca ser una opción confiable de evangelización, “y hacer resonar el acontecimiento que, desde 1531, la Virgen de Guadalupe ha venido suscitando en nuestra patria y en nuestros corazones”.


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