Mensajero 246

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Año 9 / No. 246

Domingo 07 de enero de 2018

Epifanía del Señor

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El amor y mejor regalo fue el que Dios nos ha dado

Llamados a transformar nuestra sociedad

Un gran regalo envuelto en 365 días

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“Reconstruir y rehacer el tejido social y la convivencia comunitaria de las familias”

Directorio Emmo. Sr. D. Carlos Cardenal Aguiar Retes Arzobispo de Tlalnepantla Excmo. Sr. D. Guillermo Ortíz Mondragón Obispo de Cuautitlán Excmo. Sr. D. Francisco González Ramos Obispo de Izcalli Excmo. Sr. D. Oscar Roberto Domínguez Couttolenc, M.G Obispo de Ecatepec Excmo. Sr. D. Onésimo Cepeda Silva Obispo Emérito de Ecatepec Excmo. Sr. D. Guillermo Francisco Escobar Galicia Obispo de Teotihuacán Excmo. Sr. D. Juan Manuel Mancilla Sánchez Obispo de Texcoco

La situación actual en la que nos ha tocado vivir, de crisis de identidad, de relativismo moral, así como la situación de violencia e inseguridad generalizada en todo el país, y el lastre de la corrupción e impunidad, nos habla de un desgaste y descomposición del tejido social que es urgente subsanar, reconstruir y rehacer. El tejido social está compuesto sobre todo por las familias, las comunidades, las escuelas, la Iglesia, y en general las diversas asociaciones. Por tanto, cuando se ataca a una de estas instituciones o se descompone se está enfermando el tejido social. Últimamente se ha atacado, y desacreditado ideológicamente a la familia; además las crisis económicas golpean duramente a las familias, lo que origina desempleo, el aumento del tiempo de ocio, el desánimo, la depresión y las diversas expresiones de violencia física y psicológica, etc. Por lo cual es urgente que reconozcamos nuevamente a la familia como la célula básica de la sociedad. La escuela forma parte del tejido social y sería la encargada de reafirmar los valores que se aprenden o deberían aprenderse en el núcleo familiar. Sin embargo, desde hace algunos años hemos sido testigos de una campaña de desprestigio en contra de la figura de los profesores, propiciado la pérdida de respeto a su rol como autoridad en la escuela y en la comunidad. Es urgente que los padres de familia exijan a sus hijos el cumplimiento de sus deberes escolares, en vez de infundirles la idea de que son sujetos intocables, y merecedores de todos los

derechos y privilegios, contribuyendo así a la formación de perfectos déspotas que reproducirán para su beneficio la impunidad y la cultura de la ilegalidad prevaleciente. También a la Iglesia católica se le ha atacado desde sus orígenes, por su voz profética de denuncia y compromiso, y por ser fiel a los valores del Evangelio. Hoy más que nunca es necesario volvernos a Dios, que las personas asistan a la Iglesia, lean la Biblia, participen en los sacramentos y cultiven la dimensión espiritual. Para reconstruir y rehacer el tejido social es necesario que aprendamos a trabajar unidos en la sociedad, las familias, las escuelas, la Iglesia y las distintas organizaciones o asociaciones civiles, tejiendo una red de relaciones personales significativas y gratificantes, fomentando la cultura de la legalidad, de la meritocracia y de hacer las cosas bien. Promovamos y fomentemos la convivencia comunitaria en la familia, para lograr un sano desarrollo emocional y cognitivo. Traten de comer o cenar juntos, platiquen, visiten a sus abuelitos, salgan a pasear juntos o por lo menos a caminar, colaboren en los quehaceres de la casa, hagan un pastel, vean películas juntos, cuenten chistes, ríanse juntos. Compartan sus experiencias, abrácense con cariño de familia y cuando haya problemas traten de dialogar. Recuerden que el amor y la comunicación son la base de la relación en la familia, lo cual ayuda a crecer y vivir de una forma más plena y saludable emocionalmente. Paz y Alegría

+Mons. Héctor Luis Morales Sánchez Obispo de Nezahualcóyotl

Excmo. Sr. D. Héctor Luis Morales Sánchez Obispo de Nezahualcóyotl Excmo. Sr. D. Víctor René Rodríguez Gómez Obispo de Valle de Chalco Excmo. Sr. D. Efraín Mendoza Cruz Obispo Auxiliar de Tlalnepantla Excmo. Sr. D. Jorge Cuapio Bautista Obispo Auxiliar de Tlalnepantla

DIRECTOR GENERAL Mons. Víctor René Rodríguez Gómez Presidente de la Comisión Provincial para la Pastoral de la Comunicación DIRECTORA EN TURNO Abril Villanueva DIAGRAMACIÓN Y DISEÑO Jessica Vázquez COLABORADORES Equipo de la Pastoral de la Comunicación de la Provincia Eclesiástica de Tlalnepantla

Registro en trámite.

Es una publicación catorcenal de la Provincia Eclesiástica de Tlalnepantla. Se distribuye en la Arquidiócesis de Tlalnepantla y en las Diócesis de Cuautitlán, Izcalli, Ecatepec, Texcoco, Teotihuacán, Nezahualcóyotl y Valle de Chalco.

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Dios se ha manifestado HOY… Por: Diócesis de Ecatepec

Nos cuesta reconocer a Dios en nuestras formas humanas, reconocerlo presente en cada situación de nuestra vida. Estamos más acostumbrados a relacionarnos con un Dios lejano, distante, que poco tiene que ver con nuestras fatigas y alegrías cotidianas. Necesitamos una ciencia nueva para comprender el misterio del amor encarnado; la ciencia del Espíritu que unido al nuestro nos enseña a reconocer su presencia en medio de nosotros. En el camino al corazón el Espíritu Santo nos enseña a “estar presentes”, a nosotros mismos, a los demás y a Dios, a vivir despiertos a la vida, para reconocer la Presencia de Cristo latiendo en el corazón de toda la creación. Emprender este camino supone de parte de quien lo inicia, una profunda fe y una firme determinación por la verdad. Verdad sobre Dios, creyendo que lo habita en su corazón y le invita a la fiesta íntima de la unión con Él; y verdad sobre sí mismo, creyendo que en su corazón se encuentra enterrado el tesoro de su verdadera identidad, y está dispuesto a desenterrarlo y conocerlo, aunque conlleve sufrir. Algunas personas se resisten a emprender este camino. Prefieren vivir merodeando por el afuera, sin decidirse a entrar; se niegan a “mirar y escuchar” los acontecimientos de su vida cotidiana para descubrir en ellos la presencia y la

acción de Dios. Son mecanismos de defensa que empleamos para no conocer, para no mirar aquello que desconocemos y tenemos miedo porque puede hacernos sufrir. No pocas veces he escuchado decir: “Dios me ha abandonado”, “Dios no me escucha” o “no sé dónde está Dios”. Vivimos apurados, inmersos en la rutina y en las miles de actividades que el mundo de hoy nos exige. Tanta actividad puede hacernos perder el sentido de nuestra vida y en algún momento llegarnos a sentir desorientados, solos. Dios, nuestro creador, está presente siempre, así no lo podamos sentir. Si prestamos un poco más de atención, y nos detenemos a pensar un instante, podemos darnos cuenta que efectivamente, en cada paso que damos, en cada situación que vivimos, buena o mala, Dios está ahí. Esperando lo escuchemos y alegrándose cuando lo encontramos. Creo que, equivocadamente, muchos de nosotros creemos que sólo podemos encontrar a Dios en momentos extraordinarios. Momentos de oración profunda o milagros sobrenaturales. Y Dios está en esos momentos, pero también está a nuestro lado en cada paso que damos, esperando le abramos la puerta y escuchemos su voz, sus detalles, sus cuidados, sus enseñanzas y hasta su sentido de humor.

Un gran regalo envuelto en 365 días

Un nuevo lugar para vivir, una nueva escuela, nuevos amigos y vecinos, estrenar algún regalo recibido que aún “huele a nuevo” son momentos que siempre generan una emoción que incluye novedad y esperanza. Así, en estos días estamos estrenando un nuevo año, el año 2018. Una nueva oportunidad en cada uno de sus días para hacer nuevos propósitos he incluso reintentar lograr algunos que se fueron diluyendo a lo largo del año que termino. También es una oportunidad para dar un vistazo atrás y revisar el camino recorrido, tal vez reconocer algunas fallas e identificar aquello que podemos mejorar o prevenir. El año 2017 nos enfrentó ante situaciones adversas debido a los fenómenos naturales que afectaron a nuestro país, derrumbaron casas y templos, descubriendo la Iglesia viva que hay dentro de cada comunidad, y han sido la oportunidad para dar grandes testimonios de fortaleza, solidaridad y esperanza; de sumar resaltando el apoyo entusiasta de los más más jóvenes, aquellos que en ocasiones han sido subestimados y ahora dieron muestra de que más que una esperanza son una realidad presente en la cual podemos confiar y creer. Este año precisamente esta dedicado a los jóvenes, en una preparación hacia la Jornada Mundial de la Juventud de Panamá, y son el tema para el sínodo de los obispos, del cual ya han estado participando a través de cuestionarios para comprenderles mejor a ellos y sus inquietudes, su participación y el papel que desempeñan en los diversos escenarios como construc-

tores y colaboradores de un mejor lugar para vivir. Un año al que todos estamos invitados a participar y aportar con nuestra experiencia, nuestro acompañamiento y testimonio diario. También este año recibimos como regalo en esta provincia eclesiástica un Cardenal, mismo que pronto arribará como nuevo arzobispo primado, quien indudablemente estará inspirado por el Espíritu que lo ha elegido para darle nuevos aires a la vida pastoral de nuestra zona metropolitana, generando así nuevas oportunidades de caminar juntos superando las dificultades sociales. Un año electoral, en donde como sociedad hemos de elegir a nuestras autoridades civiles con responsabilidad, considerando la recuperación de valores y la dignidad humana, estando atentos a la oferta política que se nos presentara intensamente en los próximos meses, y teniendo cuidado de no sumar a la división y el encono, más bien sumando a la edificación de nuestra nación y entorno social. 365 oportunidades, una para cada día. Que sean también la ocasión para manifestar la gracia de Dios en nuestras familias, en nuestros hogares, de revisar también el recorrido y hacer un balance hacia el bien, hacia un mejor estado de vida desde nuestras acciones particulares con los más cercanos a nosotros, para que sientan y se contagien también de la esperanza de un nuevo año, de un gran regalo. ¡Feliz, próspero, renovado, fortalecido y muy bendecido año 2018!


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Danza de promesas Por: José Luis Ramírez / Diócesis de Nezahualcóyotl Cada seis años se repite esta danza de promesas, cambios y aspiraciones y no es precisamente referido a las campañas presidenciales, sino a las de nuestras posiciones religiosas. La posición es clara, renovarse o morir. El papa Francisco, ha sido claro en su posición, la Iglesia, nuestra Iglesia Católica, debe salir al exterior de la zona de confort a la que nos hemos aferrado. En la Diócesis de Nezahualcóyotl ha iniciado con más fuerza una renovación pastoral plasmada en su nuevo Plan Diocesano, a partir de una premisa fundamental: revalorar la persona humana como un Ente material y espiritual. El pasado reciente, especialmente este 2017, fue duro para nuestra jerarquía eclesiástica de

Nezahualcóyotl, con pérdidas irreparables con el deceso de cinco presbíteros. Este hecho mostró, aun mas, la necesidad de incrementar el número de vocaciones sacerdotales, pero también de poner atención en asuntos de previsión social y de salud. Es decir, los sacerdotes son seres humanos, con debilidades y virtudes. De ahí que el papel que juega el Obispo, hoy a cargo de Monseñor Héctor Luis Morales Sánchez, es relevante, y la responsabilidad de cada presbítero en su salud es determinante. Hoy, al igual que todo el país y en el mundo católico entero, tanto vida consagrada como laicos debemos armarnos como escribió San Pablo a los Efesios con el ‘escudo de la Fe’ (Efesios 6,14-16).

En suma, hoy los católicos debemos estar alertas a todas las señales del mundo actual. Votar en conciencia y renovarnos en nuestra Fe, Esperanza y Caridad.

Rogar al Espíritu Santo que nos guie para dejar atrás egoísmos, perversidades y lleve a la verdad que solo el amor de Dios nos puede devolver al Edén perdido.

¡No tengas miedo! Por: Abril Villanueva / Diócesis de Texcoco Texcoco, Méx. 31 de diciembre de 2017.- Durante la homilía en la Santa Misa por el fin de año, Mons. Juan Manuel Mancilla Sánchez se dirigió a los presentes llamándoles: “Descendientes de Abraham”, y prosiguió: “claro que hoy tenemos el plus infinito, de ser cristianos, pero si a los descendientes de Abraham se les regaló esta perla preciosa ¡no tengas miedo!, creo que para nosotros, sí se puede aplicar sin duda alguna. Quiero decirlo porque los caminos de la vida, al paso del tiempo, nos van quitando muchas cosas, muchas certezas, las fortalezas que a veces tenemos, y entonces perdemos la paz, es fácil, por desgracia mis queridos hermanos, sobre todo en nuestro momento actual, inquietarnos y perder la paz”, apuntó. “Yo me permito decirles a ustedes ¡no teman! ¡Confianza! ¡Ánimo! Lo mejor para un cristiano, lo mejor está por venir, porque Dios es infinito, porque nos ha regalado a su Hijo para que camine-

mos hacia la eternidad, hacia Él, hacia la plenitud. Y enseguida le dice a Abraham, al creyente, ‘yo soy tu protector’. Cómo debemos en verdad suplicarle a Nuestro Señor, que esto no se les olvide, que Él nos cuida, que Él nos acompaña, que Él nos defiende, que Él es nuestro guardián”, enfatizó. El Obispo de Texcoco exhortó a los fieles: “no vayamos a perder

en este año, que no se vaya a estropear ese gozo de buscar al Señor, de estar con Él, de escucharlo y también de que nos escuche. Recurran al Señor, a su poder, vengan a su presencia y entonces queridos hermanos, como el salmista, clarito nos ha dicho: ‘recurran al Señor’. Yo me permito sugerirles, y lo hago junto con ustedes: ‘Señor, Señor mío ¿qué me vas a dar?’

Hoy se vale hacer esa oración. Se nos enseña en el cristianismo a ser desprendidos, a pensar en Dios, a pensar en los demás, hoy la Palabra, el Espíritu nos ha abierto esta ventana y la vamos a aprovechar, ‘Señor, Señor mío ¿qué me vas a dar?’” Y sobre el Evangelio que narra los hechos de san José y la Santísima Virgen con el Niño Jesús, “hoy también la Palabra nos dice que en las familias existen y se tienen que enfrentar situaciones muy duras… Le vamos a pedir al Señor que este Niño sea el que eduque, sea el que nos marque claramente ese camino de conducta que debemos llevar en la vida”, y concluyó con un mensaje de gratitud a Dios: “Mis queridos hermanos demos gracias a Dios, porque participamos de esa única vocación salvífica, la vocación de Abraham mediante la fe, la vocación de Jesús mediante el amor, la donación, la pequeñez, la sencillez. Así sea”.


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Habla Señor que tu siervo escucha Por: CODIPACS Izcalli El viernes 19 de enero se llevará acabo el primer preseminario de este año que tiene como objetivo anunciar a los jóvenes la buena noticia de la vocación: ¡Dios tiene un proyecto para cada uno y la tarea es descubrir su voluntad! El preseminario tendrá sede en las instalaciones del Seminario Diocesano de Izcalli y comenzará a las 05:30 de la tarde, hora de la recepción en el mismo seminario. El preseminario tiene, además, la intención de ofrecer el lugar y los medios adecuados para el discernimiento vocacional, y el primero de esos medios es alejarnos de los ruidos del mundo, hacernos un espacio, lejos de la familia, los amigos, los trabajos cotidianos, para entrar en la presencia del Señor. Una vez alejados del mundo, el Seminario nos ofrece la oportunidad de ser acompañados por un guía, alguien

que ya sepa cómo escuchar a Dios, que nos enseñe a ser dóciles a la voluntad de Dios. Otro medio que se ofrece en el preseminario y que además es imprescindible es aquel de aprender a ser sinceros con nosotros mismos y con Dios, ser au-

ténticos, saber que no somos más que siervos y presentarnos a Dios con transparencia con nuestra historia, nuestras capacidades y nuestras limitaciones. Del vienes 19 al domingo 21 de enero se pretende vivir esta expe-

riencia donde estos tres medios nos ayudan a descubrir que Dios sigue llamando a muchos jóvenes que, queriendo dejarlo todo por seguirlo en la tarea de evangelizar, sean capaces de cambiar el mundo y a los hombres de este tiempo. La convivencia con los seminaristas encargados de la Pastoral Vocacional y los del Curso Introductorio, será una oportunidad para lograr estos objetivos y para que la experiencia sea una oportunidad para sabernos amados por Dios y escuchar su voz que nos llama. La experiencia del preseminario concluirá el domingo 21, en la misa de las 10 de la mañana, misa que preside nuestro Obispo en la Catedral, y en la que recibirán los ministerios laicales de lectores y acólitos, algunos de los seminaristas de segundo y tercero de teología.

El sismo que movió a la Iglesia Viva Por: Vicaria de Pastoral, Valle de Chalco

A poco más de tres meses del sismo del 19 de septiembre, después de sacudirnos el polvo miramos nuestra situación, lo que nos sucedió ese día, como lo enfrentamos, y que vislumbramos en el futuro próximo a consecuencia de este suceso que quedara marcado en nuestra historia. Como Iglesia la reacción fue inmediata: Nuestro Obispo realizo un recorrido para conocer la situación, acercarse a los afectados y evaluar la manera de brindar

apoyo a través de las diversas instancias y estructuras eclesiales; lo primero fue la gente, el procurar que no corrieran riesgos por replicas y posibles derrumbes secundarios, que tuvieran donde alojarse de manera provisional, que no les faltara el alimento y los primeros materiales para resguardarse. Los Medios Eclesiales difundieron la situación y lo que se necesitaba en esos momentos, Pastoral Social y de Emergencias dieron respuesta al recibir y canalizar la ayuda, coordinándose a través de la Vicaria de Pastoral, y apoyados por la Pastoral Juvenil y los EPAPS de las comunidades para que las despensas y materiales llegaran adecuadamente a quienes realmente los necesitaban. Pastoral infantil y algunas órdenes religiosas brindaron atención psicológica y actividades a los niños. Los Sacerdotes encabezaron tareas de manera inmediata para habilitar centros de acopio y distribución de víveres,

para remover escombros, revisar las condiciones de los templos evitando riesgos hacia la feligresía, y habilitar espacios de culto en los atrios parroquiales. El apoyo de la sociedad civil y nuestros hermanos de la Provincia Eclesiástica, como de otras diócesis e instancias ha sido invaluable y oportuno. La visita de nuestro Nuncio Apostólico a las comunidades afectadas también fue un gesto de interés y cercanía por nuestros pueblos. Lo que siguió fue la evaluación por parte de autoridades gubernamentales, de protección civil y el INAH, quienes tras diferentes estudios dictaminaron preliminarmente que no será necesario derrumbar ningún templo, pues consideran que a través de diversas técnicas puede ser posible la recuperación con un proyecto de reconstrucción que estará listo entre los meses de febrero y octubre de este año. Mientras tanto han sido instaladas carpas para conti-

nuar brindando los servicios pastorales y de culto, mismas que en algunos casos ha sido necesario ampliar debido a que aumento la afluencia de fieles. Hace unos días se continuaron repartiendo despensas, para hacerlo de manera gradual y continua; en cubetas que sirvan también y no sean solo un envase que se deseche. El panorama actual es muy esperanzador pues se han hecho visibles muchos testimonios de apoyo y comunidad. No cabe duda que los templos son parte de la identidad de los pueblos como signos emblemáticos, pero las piedras vivas son las que permanecen en pie, las que permitirán una pronta reconstrucción de las parroquias, unidos a través de esta experiencia dolorosa que permitió ver que la Iglesia está más viva que nunca.


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Navidad tiempo para conmemorar, no solo para recordar… Por: Francisco Hernández / Codipacs Ecatepec Durante el adviento nos hemos ido preparándonos de tal manera que podamos celebrar la Navidad en comunidad, siendo discípulos misioneros, en cada parroquia se ha dispuesto, preparando la parte espiritual mediante retiros de adviento con camino a la Navidad, mediante jornadas para recibir el sacramento de la reconciliación, las pequeñas comunidades y ministerios han preparado junto con los sacerdotes los templos para que con los adornos navideños puedan manifestar también cada templo la preparación de la comunidad, se ha dispuesto en cada templo parroquial y en las capillas los tradicionales pesebres que nos recuerdan el misterio de nuestra redención donde el Hijo de Dios ya esta en medio de nosotros. Ha sido un trabajo donde cada

discípulo misionero se ha dispuesto de tal manera para recibir a Cristo en nuestras vidas y ahora poderlo compartir con los demás. Nuestro Padre y Pastor Mons Oscar Roberto Dominguez Couttolenc, M.G, nos fue exhortando a prepararnos junto de la mano de María, mediante la realización de la oración del Akathistos juntos

honramos a la madre de Dios y con ella nos encaminamos a Belén para recibir al niño que se nos ha dado para nuestra salvación. Llegada la noche del 24 de diciembre, en todas las parroquias se realiza una Eucaristía con la que se da inicio solemne a la Navidad, nuestro Señor Obispo Mons. Roberto en la Catedral este año se

reunió en punto de las 20:00 hrs y ante la comunidad diocesana reunida en ese momento representado por mas de 2000 personas, presidio este comienzo solemne de la Navidad en nuestra diócesis de Ecatepec, en esta celebración Mons. Roberto recibió la imagen del niño Jesús y la coloco en el pesebre dispuesto para ello. Durante su homilía nos ha dicho que “la Navidad, el nacimiento de Jesús, es un acontecimiento que tenemos que conmemorar y no solamente recordar, si queremos darle sentido a nuestra vida y si deseamos conocer a Jesús cada día de nuestra existencia”. Al finalizar la Celebración se realizó la bendición de las imágenes del Niño Jesús que llevaron los asistentes para colocarlas en los pesebres que como familias prepararon para este día.

Fiesta de los Santos Inocentes Esta es una fiesta que guarda el pueblo mexicano con mucha tradición. Lástima que el término “inocente” lo haya desviado hacia el sinónimo de torpeza mental, falta de inteligencia, frecuente desatención a la realidad. La Iglesia recuerda el martirio de muchos niños por la persecución de Herodes. El motivo de esta persecución no es ni político, ni religioso, ni por cultura o raza. Es el miedo a la muerte, a la incapacidad de Herodes para defender su autoridad con verdad y justicia. ¡Su soberbia! Este engaño, que desde fuera vemos como incoherencia, como actitud totalmente contra la dignidad humana aún de quien la ordena y ejecuta, ahora le llamamos simplemente intolerancia, sigue siendo la que en nuestros días priva en sectores de la sociedad. ¿Es posible que la sociedad castigue en realidad al violador matando al hijo que éste concibe con su víctima? ¿Es posible que, por una ley de migración, se prive de la tutela parental a quienes van descubriendo la vida y necesitan urgentemente del padre y la madre? ¿Es coherente que, hablando de derechos humanos de los niños y las niñas se les considere adultos como para elegir su “género”, quedando por este derecho “liberados” de la tutela de los padres?

¿Es coherente que el Estado tenga el derecho sobre los niños y las niñas para que ejerzan un servicio militar y, si lo necesita el país, que los adultos deciden, que estén en el frente de batalla? Por otra parte, el porcentaje de madres que rechazan a la hija, aunque no tengan un hijo a quien mostrar su preferencia, es alto. ¿Por qué una madre rechace a su hijo, sin importar el sexo, después de llevarlo nueve meses en su seno? Estos niños y niñas que sufren rechazo, violencia, muerte, son los verdaderos inocentes de hoy, a causa de la mentira que afirma que, sin ellos, la vida será mejor, se desarrollará mejor sea la madre sola o la pareja. Siempre, detrás del rechazo a un niño o niña existe el rastro de la mentira. Detrás del rechazo a los niños y niñas, de su asesinato por aborto u otros modos, existe la mentira que llevó a Herodes a la persecución de los inocentes, el orgullo, el deseo de poder, el miedo a morir. Morir entendido como desprestigio, limitación en mi desarrollo, en mi libertad, en mi paz personal. Poder como creer ser dueño de la vida de los demás. Orgullo por creer que soy el único que tengo derecho a vivir. El Hijo de Dios, con su nacimiento, provocó que Herodes reaccionara como lo hizo. Hoy

Jesús, el Hijo de Dios, sigue siendo perseguido en todos estos niños y niñas rechazados por la sociedad y ante quienes guardamos ordinariamente silencio. Además de orar, ¿qué podemos hacer para superar esta mentira que está causando tanto daño a los niños y niñas, aún a quienes todavía no nacen? Con la convicción que nos da la fe como discípulos misioneros actuemos. Coincidentemente acaba de anunciar el Señor Presidente de la República que hará una propuesta de ley para la adopción de niños y niñas. Es importante que, en nuestra familia, en nuestro ambiente, busquemos participar en diálogo con las autoridades legislativas para que dicha ley se apoye en análisis científicos interdisciplinarios, no en posturas ideológicas. Que María, Madre del Señor, nos acompañe buscando la coherencia con la verdad de Jesucristo que nos revela que somos imagen y semejanza de Dios.

+Guillermo Ortiz Mondragón Obispo de Cuautitlán


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La grandeza de Dios en la pequeñez de la luz verdadera Pbro. Didier Munsiensi Mawete

La alegría del profeta se expresa así: levántate Jerusalén, resplandece ¡Ha venido tu luz, y la gloria del Señor esta sobre ti! (Is 60, 1) El profeta nos recomienda de salir de nuestros encierros, nos muestra la luz que nos viene a iluminar, esta luz es la gloria del Señor. La Iglesia no debe de creer que brillará con su propia luz. San Ambrosio decía: la Iglesia se parece de verdad a la luna, que brilla no con su propia luz, pero si con la de Cristo. La luna tiene su resplandor del sol de justicia. La Iglesia puede iluminar el mundo en la única condición de ser ella misma iluminada por Cristo. (Jn 12, 8) Todos necesitamos de esta luz que nos viene de lo alto. Ella nos ayuda a responder coherentemente a la llamada que hemos recibido: estamos todos llamados y enviados a anunciar el evangelio de Cristo. No se trata de hacer el proselitismo en obligar a la gente de convertirse. Ser misionero es, sobre todo, ser iluminado por Dios y reflejar la misma luz. Desde luego nuestra misión es hacer resplandecer la luz de Cristo. Es lo que el mundo espera de nosotros. Porque el mundo necesita conocer esta luz, es decir conocer el rostro del Padre Celestial. San Pablo experimentó la fuerza de esta Luz en su camino de damasco. Desde enton-

ces él entendió que todas las naciones están asociadas a la misma herencia, al mismo cuerpo, a la misma promesa en Jesucristo, mediante el anuncio de la Buena Nueva Volviendo a las Escrituras, el profeta Isaías pregona la gran procesión hacia la Luz. Los reyes magos originarios del oriente son los primeros de esta misma procesión que no se interrumpe. En todas las épocas los hombres, mujeres, viejos, jóvenes y niños siguen la Estrella, donde se encuentra el Niño lleno de ternura de Dios. Los magos representan los hombres y mujeres de todo el universo, a la búsqueda de Dios. Ellos nos indican el camino por donde estamos invitados a caminar. Han buscado la luz de verdad, después de haber visto la estrella, se pusieron a caminar, y siguiendo la estrella llegaron a encontrar el verdadero Dios En su camino, los magos han encontrado retos. En Jerusalén, fueron al palacio del rey Herodes con la intensión de que el nuevo rey debería nacer en el palacio real. Sin embargo, es ahí que perdieron la estrella. Lo que vieron en el palacio fue un rey orgulloso, ávido de poder, que piensa no más que eliminar a los que él considera como sus rivales. Ciertamente, en este palacio los magos atravesaron momentos de oscuridad y deso-

lación. Porque en este tipo de lugar la estrella no puede brillar. En Belén, Encontraron al niño pequeño con María su madre y San José. Pudieron caer en tentación de rechazar la pequeñez de este rey. Al contrario, se echaron a sus pies, postrándose ante el Niño Jesús. Es el Espíritu Santo, el Espíritu de Jesús, que les ayudo a reconocer que Dios no se manifiesta como los portentosos de este mundo, más bien Él viene a nosotros en la humildad de su amor. Un amor grande y poderoso, pero humilde. Esta buena nueva nos encuentra hoy en nuestro mundo: vivimos a nuestro alrededor las guerras, las injusticias, los tráficos de armas, el trato de personas… Son los pequeños y débiles que son las primeras víctimas. Si buscamos a Jesús, es a estos pequeños a quienes debemos volver. El nacimiento de Jesús nos presenta un camino diferente de la mentalidad mundana. Es el camino de anonadamiento de Dios. La epifanía nos hace entrar en el misterio de la grandeza de Dios manifestado en la pequeñez del Niño que encontramos en cada nacimiento; pequeñez que domina sobre la arrogancia vacía de los poderes humanos.


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Este 2018 levantemos posadas y reconstruyamos vidas Por: P. Ángel Luis Lorente Gutiérrez / Capellán de Ayuda a la Iglesia Necesitada. México Quería traerles un mensaje nuevo para este año que comienza. Y para ello, hoy he vuelto a tomar en mis manos, uno de esos libros que tiene las hojas gastadas de tanto pasar, y donde las notas se amontonan en los márgenes, y las líneas han sido varias veces subrayadas… se titula: “Dios llora en la tierra”. Hace 40 años tuve la primera edición, hoy trabajo con la séptima… Me he parado en un subtítulo que dice: “No hay sitio en la posada”… imposible seguir adelante, automáticamente la mente y sobre todo el corazón toman su propio rumbo. Nosotros organizamos en días pasados cientos de “posadas”; en la parroquia, en el trabajo, en la familia, en la colonia… con ese pobre intento alegórico que encierra mucho más de sarcasmo que de realismo, pero siempre estará aquella primera posada de puertas cerradas en Belén. Y, la gran verdad, la triste verdad es que las cosas no han cambiado mucho desde entonces… “Jamás habrá sitio para Cristo mientras los hombres continuemos pensando sólo en nosotros mismos”. Les invito a poner un poco de realismo en este año 2018, a nosotros no nos falta nada, porque tenemos un hogar cómodo y acoge-

dor… pero: “¿hemos pensado en las Marías y en los Josés que fuera, por miles, peregrinan por el mundo?” “¿Pensamos en el Cristo que llevan consigo y que llora?”… Ese mismo Jesús que hoy llora en el que ha quedado sin hogar tras el terremoto, o en el migrante abandonado a su suerte, en los pobres sin techo porque su casa y toda su ciudad ha sido destruída en Irak o en Siria, … “todos esos a los que Él denominó los más pequeños de entre los suyos, y bajo cuya pobreza esconde Él el esplendor de su figura”…

Te invito a que por un momento pienses en ellos, porque de esa manera estarás meditando en el auténtico sentido solidario, y verás que descubrirás el mensaje de esa trágica frase de la Escritura: “Vino a los suyos, y los suyos no lo recibieron”… “no había sitio para Él en la posada”… Y tras pensarlo, actúa… abre tus puertas. Este 2018 demos ese amor que abre las puertas y los corazones a todos aquellos bajo cuyos sembrantes Él se esconde, ayúdanos a crear esas posadas, a levantar sus hogares, a rehacer sus vidas truncadas. Gracias, Dios les bendiga y feliz año 2018.. Ayuda a la Iglesia Necesitada-México, Calle San Juan de Dios 222 Col. Villa Lázaro Cárdenas, Tlalpan 14370, México D.F Tel. 5541613331 Correo: info@acn-mexico.org Sitio web: www. acn-mexico.org Face: @ainmexico Twitter:@ACNMex

Migrantes y refugiados: hombres y mujeres que buscan la paz Por: Samuel Nájera Ciudad del Vaticano, 1 de enero 2018. “Con espíritu de misericordia, abrazamos a todos los que huyen de la guerra y del hambre, o que se ven obligados a abandonar su tierra a causa de la discriminación, la persecución, la pobreza y la degradación ambiental”, lo aseveró el papa Francisco en el 51 Mensaje de la Jornada Mundial de la Paz. “Paz”, indicó el Papa, “que los ángeles anunciaron a los pastores en la noche de Navidad, es una aspiración profunda de todas las personas y de todos los pueblos, especialmente de aquellos que más sufren por su ausencia, y a los que tengo presentes en mi recuerdo y en mi oración. De entre ellos quisiera recordar a los más de 250 millones de migrantes en el mundo, de los que 22 millones y medio son refugiados. Estos úl-

timos, como afirmó mi querido predecesor Benedicto XVI, «son hombres y mujeres, niños, jóvenes y ancianos que buscan un lugar donde vivir en paz»”. En su primera misa del año en la Basílica de San Pedro, el Papa Francisco llamó a que se garantice la PAZ de los inmigrantes y re-

fugiados en todo el mundo. En la festividad de Santa María, Madre de Dios, el Papa pidió garantizar a refugiados e inmigrantes un futuro de paz y recordó que ellos están dispuestos a arriesgar la vida en un viaje que en muchos de los casos es largo y peligroso: “No apaguemos la esperanza en su corazón;

no sofoquemos sus esperanzas de paz. Es importante que de parte de todos, instituciones civiles, realidades educativas, asistenciales y eclesiales, haya un esfuerzo por garantizar a los refugiados, a los inmigrantes, a todos, un futuro de paz”. En su mensaje el Papa advirtió que “las migraciones globales seguirán marcando nuestro futuro” y que “aunque algunos las consideran una amenaza son “una oportunidad para construir un futuro de paz”. Por ello propuso acciones concretas: “Para ofrecer a los solicitantes de asilo, a los refugiados, a los inmigrantes y a las víctimas de la trata de seres humanos una posibilidad de encontrar la paz que buscan, se requiere una estrategia que conjugue cuatro acciones: acoger, proteger, promover e integrar.


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De la mano de la Virgen de Guadalupe hagamos un México mejor, alientan obispos Fuente: ACI prensa En su mensaje por Año Nuevo dado a conocer este 31 de diciembre, los Obispos de México alentaron a construir, alentados por la Virgen de Guadalupe, un país mejor, más fraterno y solidario. En el texto firmado por el Presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Cardenal Francisco Robles Ortega, los prelados afirman que “como Iglesia nos alienta nuestra fe, por lo que mantenemos el optimismo y sobre todo la confianza en Dios de que siempre, uniendo nuestras fuerzas y voluntades, podremos construir un México mejor, fraterno, solidario y en paz”. Los obispos recuerdan que ante el panorama actual del país, “nos dejamos mirar por los ojos tiernos Los prelados mexicanos tam- servicio que nos permitió ofrecer, y de nuestra Madre de Guadalupe, que nos dice: ‘no tengas miedo, bién agradecen “a Dios por este pedirle perdón también por nues¿que no estoy yo aquí que soy tu año que termina, por todos los tros errores y omisiones”. hermosos dones recibidos, por el “Al mismo tiempo nos encomadre?’”

mendamos a Él en este año que comienza, para que nos sostenga con su gracia y su bondad”, agregan. Entre los desafíos de México para el 2018, los obispos enumeran “un año de elecciones; la inseguridad y violencia; enfrentamientos entre grupos y pueblos en diferentes lugares de nuestra nación; la reconstrucción de casas, edificios y templos, pero sobre todo del tejido social”. Al exhortar a trabajar por un México mejor, los prelados animan a comenzar “este año 2018 con vigor y entusiasmo, con el rostro y el corazón alzados, vayamos para adelante llenos de luz y alegría, siempre con la seguridad que vamos acompañados de Nuestro Señor Jesucristo”.

23 misioneros asesinados en el 2017 Por: Agencia Fides En el año 2017 han sido asesinados en todo el mundo 23 misioneros: 13 sacerdotes, 1 religioso, 1 religiosa, 8 laicos. Según la división continental, por octavo año consecutivo, el número más alto se ha registrado en América, donde han sido asesinados 11 misioneros (8 sacerdotes, 1 religioso, 2 laicos); junto al que se sitúa también África, donde han sido asesinados 10 misioneros (4 sacerdotes, 1 religiosa, 5 laicos); en Asia han sido asesinados 2 misioneros (1 sacerdote, 1 laico). Desde el 2000 al 2016, según los datos recogidos por la Agencia Fides, han sido asesinados en el mundo 424 misioneros, de los cuales 5 obispos. La lista anual de Fides desde hace tiempo, no se refiere sólo a los misioneros ‘ad gentes’ en sentido estricto, sino que trata de registrar a todos los agentes pastorales fallecidos de forma violenta, sin que se trate expresamente por “odio a la

fe”. Por ello preferimos no utilizar el término “mártires”, si no sólo en su sentido etimológico de “testigos” para no entrar en el juicio que la Iglesia podrá dar sobre algunos de ellos de forma eventual, y que de igual modo tratamos de documentar en este mismo contexto anual. Muchos misioneros han sido asesinados durante intentos de secuestro o robo, realizados con gran ferocidad, en contextos de pobreza económica y cultural, de degrado moral y ambiental, donde la violencia y el desprecio por la vida misma son casi las normas de comportamiento, en la falta total de respeto por la vida y por cada uno de los derechos humanos. En todas las latitudes del mundo, los sacerdotes, las religiosas y los laicos comparten la misma vida cotidiana con la gente común, llevando consigo el valor específico de su testimonio evangélico como un signo de espe-

ranza. Los asesinados son solo la punta del iceberg, ya que es larga la lista de trabajadores pastorales, o de simples católicos, agredidos, golpeados, robados, amenazados, como también lo es la de las estructuras católicas al servicio de toda la población, atacadas, vandalizadas o saqueadas.

A la lista provisional realizada anualmente por la Agencia Fides, siempre hay que añadir la larga lista de aquellos muchos, de los cuales tal vez nunca se tendrá noticia o de los que ni siquiera se sabrá el nombre, que en todos los rincones del planeta sufren y pagan con sus vidas, su fe en Jesucristo.


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Encuentro del día de la Sagrada Familia Por: Pastoral Familiar, Diócesis de Valle de Chalco En medio de una fuerte crisis en torno a la integridad de la familia, Dios Amor nos brinda nuevamente el modelo pleno de amor familiar al presentarnos a Jesús, María y José. La Sagrada Familia nos habla de todo aquello que cada familia anhela auténtica y profundamente, puesto que desde la intensa comunión hay una total entrega amorosa por parte de cada miembro de la familia santa. El pasado 30 de diciembre celebramos en la Diócesis de Valle de Chalco la fiesta de la Sagrada Familia y la Iglesia nos invita a mirar a José, María y al Niño Jesús, quienes desde un principio tuvieron que enfrentar peligros y el exilio a Egipto, pero demostrando que siempre el amor puede más que la muerte. Ellos son reflejo de la Trinidad y modelo de toda familia. Para este encuentro diocesano se convocó a todas las familias con el objetivo de que los laicos, seminaristas, religiosas y presbíteros celebran en el día de la sa-

grada familia, se vivieron varios momentos; se inició con la Conferencia “La Sagrada Familia, Modelo de todas nuestras familias” impartida por Mons. Mons.

Jorge Cuapio Bautista. La Pastoral familiar y vida organizo para los asistentes una pastorela para enseguida pasar a la Celebración Eucarística presidida por Mons.

Víctor Rene Rodríguez Gómez, Obispo de Valle de Chalco, se finalizó con compartir los alimentos. La fiesta de la Sagrada Familia, que se celebra dentro de la Octava de Navidad, es una celebración que motiva a profundizar en el amor familiar, examinar la propia situación del hogar y buscar soluciones que ayuden al papá, la mamá y los hijos a ser cada vez más como la Familia de Nazaret. La vida familiar no puede reducirse a los problemas de pareja, dejando de lado los valores trascendentes, ya que la familia es signo del diálogo Dios – hombre. Padres e hijos deben estar abiertos a la Palabra y a la escucha, sin olvidar la importancia de la oración familiar que une con fuerza a los integrantes de la familia. San Juan Pablo II recomendaba mucho el rezo del Santo Rosario dentro de las familias y tenía muy presente aquella frase que dice: “la familia que reza unida, permanece unida”.

El Año Nuevo nos da una nueva oportunidad de vida Por: Silvia del Valle / @SilviaMdelValle / @smflorycanto Con el 2017 se va un ciclo de nuestra vida, y con el 2018 llega una nueva oportunidad de vivir y corregir nuestros errores. Si lo hacemos personalmente es muy bueno, pero si lo hacemos en familia es mucho mejor. Para esto debemos acostumbrar a nuestros hijos a hacer un balance general de lo que vivimos en el año pasado y hacer un plan para el año que comienza. PRIMERO. Toma un tiempo para reflexionar. El ritmo de la vida cotidiana no nos permite espacios de tiempo para la reflexión. Es necesario que seamos nosotros quienes busquemos este tiempo y dediquemos toda nuestra atención para lograrlo. Si es necesario, busca un lugar aislado que te permita pensar. Pon música que

TERCERO. Escribe lo bueno y lo malo. En cada acontecimiento de nuestras vidas siempre hay cosas buenas y cosas malas. De lo bueno debemos alegrarnos y de lo malo debemos aprender. Si lo ponemos por escrito es más fácil darnos cuenta de lo que hay que mejorar SEGUNDO. Ayúdate y de lo que es una oportunidad de de un cuaderno. Te recomiendo que busques un crecimiento personal y familiar. cuaderno especial para este ejercicio, en él podemos anotar nues- CUARTO. Escribe lo que vas a cambiar y lo que tras reflexiones y poner los eventos piensas realizar. importantes del año. Podemos hacerlo mes con mes y así podremos Las acciones son la mejor prueba después reflexionar sobre cada uno de que estamos dispuestos a mejode ellos. Este cuaderno lo podemos rar y abiertos al cambio. Busqueusar durante todo el año para darle mos que sean acciones concretas, seguimiento y que no quede todo reales, realizables y sobre todo que en los simples propósitos que año estén dentro de nuestras posibilidades, que nos ayuden a crecer como con año quedan inconclusos. fomente el ambiente de oración, y por último, haz una oración para comenzar y ponerte en sintonía. Debes tener la mente abierta y el corazón dispuesto a discernir los acontecimientos del año y verlos con ánimo crítico.

personas y como familia. Es preferible tener pocos propósitos pero alcanzables y llegar al fin de año con acciones concretas implementadas en la vida, que tener muchas acciones ideales que no fueron posibles implementar y que nos dejan una sensación de gran tristeza y frustración. Y QUINTO. Explícales a tus hijos cómo hacer su propio plan de vida del 2018. Con nuestros hijos pasa lo mismo y debemos ayudarles a que hagan el mismo análisis para que lo vivan desde pequeños. Con ellos siempre es mejor y más fácil porque son más nobles y siempre están dispuestos a aprender y mejorar. Démonos la oportunidad de llevar a cabo este proyecto.


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Yo joven ¿reflexiono sobre la Navidad? Por: Leticia Ubaldo / Diócesis de Ecatepec La Navidad con Jesucristo es una época de reflexión, armonía, amistad y unión en donde se puedan despejar todos los obstáculos que se presentaron durante el año y por medio de nuestro señor Jesucristo encontrar la paz interior, hacia un camino lleno de luz y esperanza que sólo la fe nos puede llegar a conferir, llenándonos de infinitas bendiciones para nosotros y nuestros seres queridos, ya que ellos son nuestra mayor riqueza y sin ellos no tendría un verdadero sentido la navidad. Sin embargo algunos jovenes piensan que solo se trata de costumbres que ha adoptado la sociedad en navidad como: colocar campanitas, fuegos artificiales, Santa Claus, árbol de navidad, que no se encuentran reflejadas en la Santa Biblia, ya que para muchas personas esta fecha es una carga adicional, donde adquieren deudas y compras innecesarias en

regalos, adornos, vestidos, calzados, bebidas, comidas, alejados del verdadero sentido de la Navidad. La navidad siempre ha estado relacionada como un período de alegría y de gozo, pero esa alegría y gozo ha sido corrompida por el hombre, producto de la comercialización y equivocadas tradiciones que conlleva a darle otro sentido a esta celebración, pensando siempre en lo material y en el derroche tanto de bebidas alcohóli-

cas como de platos típicos de cada región, dejando a un lado lo espiritual y el acercamiento a Jesucristo, que es efectivamente el verdadero y único sentir de la navidad. Estas fechas decembrinas deben ser propicias para la reflexión, ya que deben llevarnos a comunicarnos con nuestros hermanos, amigos y familiares y demostrarles lo tanto que les amamos, lo importante que son ellos para nosotros, con el fin de fortalecer nuestra fa-

milia y así lograr la unión con nuestros seres queridos. También debe ser un tiempo para pedir a Dios por aquellas personas que hoy no nos acompañan físicamente pero si espiritualmente, que siempre están presentes en nuestros corazones, ya que por lo general para esta época se siente aún más la ausencia de nuestros familiares difuntos, es oportuno clamar a Dios con el objeto que nos de mucha fortaleza para seguir adelante a pesar del dolor que se siente haber perdido un ser amado. Como Jovenes debemos ser conscientes que se cumplirá un año más del nacimiento de Jesús y debemos alabarlo ya que él dio su vida por el perdón de nuestros pecados y regalarnos vida eterna a quienes lo aceptemos en nuestro corazón, por tal motivo te invito a que recibas a Cristo en esta Navidad y así sea distinta.

Entre creyentes diversos celebramos el Nacimiento de Jesús Por: Miguel Ángel Gerónimo Martínez / Diócesis de Nezahualcóyotl Trabajo en la Secretaria de Administración Tributaria (el SAT) y pertenezco a la Pastoral Juvenil de la diócesis de Nezahualcóyotl, siempre me preguntaba ¿Cómo dar testimonio de Jesucristo en un ambiente laboral, donde convergen distintas formas de pensar, de servir, de vivir y de creer? En una ocasión escuché una plática en pastoral urbana donde explicaban múltiples maneras de evangelizar desde la óptica y dinámica de la cuidad, una de esas maneras que llamó poderosamente mi atención, se llama: uno más uno; la cual consiste en la transmisión del evangelio y sus grandes valores de persona a persona, óptimo para grupos de profesionistas o grupos de trabajo que no pueden participar en un grupo parroquial o frecuentan muy poco la iglesia. La oportunidad llego con motivo del paseo de fin de año que

realizamos a La Marquesa (era un paseo de navidad), nos dijeron que los que no quisieran ir se quedarían a trabajar y dijimos, ‘PUES VAMOOOS’, entonces, me pidieron apoyo para organizar y decidí evangelizar con “uno más uno”, comencé con la redacción de correo informativo a cerca del paseo, les dije que sería ‘nuestro paseo fraternal’, mencioné las cosas que tenían que llevar, las atracciones del lugar y los tipos de comida que podían degustar, por ejemplo, corteza de cerdo en salsa esmeralda (chicha-

rrón en salsa verde), pero sobre todo buena actitud de diversión y compañerismo, envié el correo informativo de tal manera que entendieran que aunque somos un grupo de trabajo era importante convivir con los demás. Al llegar a las instalaciones de La Marquesa se preguntaban ¿y qué vamos a hacer aquí si no hay gente y movimiento? Entonces ¡era el momento de poner dinámicas de integración y recreación!, las cuales aprendí en la Pastoral Juvenil, sorprendentemente todos se involucraron,

aunado a que somos de diferentes creencias, edades y formas de pensar, fue una experiencia fenomenal llena de mucha alegría, diversión, convivencia y compañerismo, como nunca se había visto en el trabajo, aún que se reían de la manera en que me dirigía a ellos, interiormente estaban agradecidos por las palabras que les decía. Sucedió como en el libro del Cantar de los Cantares donde no se menciona a Dios, Él está totalmente presente. Esta experiencia me enseñó que somos una riqueza de formas de ser y de pensar y en las fiestas decembrinas a través de la alegría, el respeto, la convivencia y la fraternidad en un mundo tan plural, el nacimiento del niño Jesús nos ayuda a aceptar muy en serio y convivir sanamente con cada uno de nuestros compañeros sin relativizar a nadie.


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Llamados a trasformar nuestra sociedad: Nos toca a nosotros, de nosotros depende Por: Luis Hernández / Voto Católico

Recientemente el Instituto Nacional Electoral (INE), anunció qué durante el proceso electoral de este año, se realizarán tres debates entre los candidatos a la Presidencia de la República. De acuerdo a la información del INE, estos se realizarán los domingos 22 de abril, 20 de mayo, así como el martes 12 de junio. El primer encuentro se llevará a cabo en la Ciudad de México, el segundo en Tijuana, Baja California, y el último en Mérida, Yucatán. A decir de los propios organizadores, dentro de las reglas básicas

de estos ejercicios se buscará garantizar la participación directa o indirecta de la ciudadanía en la formulación de las preguntas que formarán parte de los debates. Esperemos que estos eventos logren convertirse en verdaderos encuentros de contraste político que sirvan a los ciudadanos principalmente a los jóvenes electores para conocer de mejor manera las ideas, propuestas, personalidad, pensamiento, actitudes, posturas y reacciones de los candidatos, ante preguntas o temas que puedan resultar eventualmente incomodos.

Sin lugar a dudas ello dependerá de la apertura de la autoridad electoral y la habilidad de la sociedad civil para lograr incorporar dentro del formato y asignaturas de los debates cuestionamientos relacionados con asuntos que de cara a la emisión del voto son fundamentales para un segmento importante de la juventud mexicana, como son: el derecho a la vida, el fortalecimiento de la familia, matrimonio, libertad religiosa y bien común. En la actualidad resulta inadmisible la negativa de muchos de los aspirantes a cargos de elección popular a manifestarse abiertamente sobre estos aspectos, ignorando que en muchas ocasiones esas opiniones tienen mucha más relevancia e impacto, que sus abultadas trayectorias políticas, pues de tras de ellas se descubre a la persona, al ser humano a quien confiaremos el futuro de nuestra familia, nuestros hijos. Para quienes promovemos la construcción y vigencia de cultura

de valores humanos y cristianos, la eficacia de los debates presidenciales estribará en que durante estos encuentros los debatientes accedan a expresar de manera clara y contundente sus opiniones personales y compromisos en estos rubros. Los jóvenes no pueden permanecer a la expectativa de que los candidatos, o al menos alguno de ellos, decida a modo propio, propiciar la discusión de estos temas durante la campaña presidencial. El debate al menos en lo relativo al capítulo de desarrollo humano debe ser propiciado y abierto desde la sociedad, moderado por las miles de mujeres, hombres y jóvenes que día a día se esfuerzan por defender la inviolabilidad de la vida humana desde sus primeras etapas en la fecundación, la dignidad de la persona, la importancia de la familia y los valores. Los debates han empezado. Nos toca a nosotros, de nosotros depende. Hagámonos presentes, Construyamos familia.

Espiritualidad, religión y fe Por: Pbro. Roberto Delgado Suárez / Diócesis de Nezahualcóyotl

Nos hemos preguntado en algunas ocasiones acerca de la espiritualidad y la hemos identificado con la religión, para poder diferenciarla y aclararla habría que recurrir a algunos conceptos y características. Se ha dicho que la espiritualidad es la práctica de la vida cristiana, y que la teología espiritual se encarga de estudiar su perfección y

el modo práctico de realizarla, sus fuentes son teológicas, históricas y psicológicas. Por otra parte, la psicología espiritual o también llamada logoterapia cuyo fundador es Víktor Frankl nos dice que, la espiritualidad es uno de los tres elementos que constituyen la existencia humana, los otros dos son la libertad y la res-

ponsabilidad. Lo que hace que un ser humano sea una persona espiritual, es su capacidad de tomar actitud ante sí misma o tomar distancia de su dimensión psicológica y biológica, así es como la persona se estructura así misma como una unidad espiritual y psicológico-biológica. Fankl dice que la logoterapia es aplicable a todas las personas creyentes o no, pues el fin perseguido por la psicoterapia es la curación psíquica, el fin de la religión consiste en la salud o salvación del alma. También, señala que la religión que es ajena a toda curación médica a veces produce efectos psicoterapéuticos, al originar un sentimiento de alivio gracias al sentido de trascendencia. En la psicotera-

pia a veces y en ciertos casos particulares el paciente, durante su tratamiento, se dirige hacia una fe primordial. Además, especifica que la psicoterapia y la religión responden a diferentes planos, la psicoterapia en el nivel de la salud psíquica (plano natural) y la religión en la salvación de la persona (plano sobrenatural). La religión es para la logoterapia “sólo” un objeto, pero no por eso deja de interesarle en grado sumo, pues responde al sentido, también conocido como “logos”. Así, se puede entender que en la espiritualidad, la fe en el sentido último de un creyente está en Dios, y para el no creyente la fe está en un sentido de trascendencia.


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El mayor y mejor regalo fue el que Dios nos ha hecho Por: CODIPACS Izcalli Vivimos en un país donde desde hace ya un buen tiempo, la crisis económica parece interminable. Las necesidades que el ambiente socio-económico y cultural que nos circunda, nos crean, son cada vez más, y los salarios, en cambio, parecen ser cada vez menos beneficiosos para las mayorías, sin embargo, y a pesar de todo, estos días, las plazas comerciales, los mercados y las tiendas departamentales se convierten en un “hervidero” de personas vueltas locas por comprar para regalar, para estrenar o simplemente para no llegar con las manos vacías, ahí, donde pasarán los días de fiestas. En este sentido, a la inmensa mayoría de hombres que poblamos el mundo occidental, no ha hecho falta entender que el mayor y mejor regalo que podemos tener en este tiempo y a lo largo del año, no es aquello que materialmente podamos recibir o dar, sino el Don de Jesucristo, el Hijo de Dios vivo, que el Padre

nos ha enviado, pues dice san Juan en el evangelio que, “tanto amó Dios al mundo que le entregó a su Hijo único”, (3, 16) de manera que, durante estas fechas, ni el regalo más costoso, ni el más exótico, podrían compararse con Aquel que, en el amor, nos ha sido dado por el Padre eterno. De hecho, la tradición de dar regalos en esta época, surgió en las regiones más pobres de Italia, donde se comenzó a celebrar de manera plástica el nacimiento del Jesús, el Señor, con la representación de los nacimientos; la gente del tiempo, al

hacerse consiente de la inmensa generosidad de Dios, no tuvo otra cosa que sentirse llamada a dar un poco de lo que tenía, en dos sentidos, primero, como una manera de imitar la generosidad de Dios y segundo como una forma de compartir lo que Dios daba a una persona o a una familia; poco a poco, el hecho de dar o regalar algo en navidad, significaba una caricia de Dios que muchos otros pueblos quisieron imitar hasta extenderse la hoy desvirtuada costumbre de dar regalos en esta época.

La Iglesia, originaria y depositaria de estas ricas tradiciones, debe sentirse llamada a dar continuidad a esta hermosa costumbre, pero también debe sentirse llamada a purificar esta y otras tantas tradiciones tan ricas de sentido y de expresiones de fe, pero que han ido perdiendo su sentido originario. Ella, la Iglesia, esposa de Cristo, es quien en el mundo recibe del Padre este maravilloso Don de manera permanente, en los sacramentos y especialmente en la Eucaristía, y es ella quien está llamada a dar, a regalar continuamente este Don de nuestra fe. Nosotros, que somos la Iglesia estamos llamados a esto mismo, especialmente en un mundo como el nuestro donde recibir y dar regalos no es sino privilegio de algunos. Demos el mejor regalo, que no es otro sino Aquel que el mismo Dios nos ha hecho a toda la humanidad desde hace poco mas de dos mil años.

Fiesta de la Epifanía o Día de Reyes Por: Tere Vallés | Fuente: Catholic.net El 6 de enero se celebraba desde tiempos inmemoriales en Oriente, pero con un sentido pagano: En Egipto y Arabia, durante la noche del 5 al 6 de enero se recordaba el nacimiento del dios Aion. Creían que él se manifestaba especialmente al renacer el sol, en el solsticio de invierno que coincidía hacia el 6 de Enero. En esta misma fecha, se celebraban los prodigios del dios Dionisio en favor de sus devotos. La fiesta de la Epifanía sustituyó a los cultos paganos de Oriente relacionados con el solsticio de invierno, celebrando ese día la manifestación de Jesús como Hijo de Dios a los sabios que vinieron de Oriente a adorarlo. La tradición pasó a Occidente a mediados del siglo IV, a través de lo que hoy es Francia. La historia de los Reyes Magos se puede encontrar en Mateo 2, 1-12

Pero ¿cuál es el significado de esta fiesta de la Iglesia? Antes de la llegada del Señor, los hombres vivían en tinieblas, sin esperanza. Pero el Señor ha venido, y es como si una gran luz hubiera amanecido sobre todos y la alegría y la paz, la felicidad y el amor hubieran iluminado todos los corazones. Jesús es la luz que ha venido a iluminar y transformar a todos los hombres. Con la venida de Cristo se cumplieron las promesas hechas a Israel. En la Epifanía celebramos que Jesús vino a salvar no sólo a Israel sino a todos los pueblos. Epifanía quiere decir “manifestación”, iluminación. Celebramos la manifestación de Dios a todos los hombres del mundo, a todas las regiones de la tierra. Jesús ha venido para revelar el amor de Dios a todos los pueblos y ser luz de todas las naciones.

En la Epifanía celebramos el amor de Dios que se revela a todos los hombres. Dios quiere la felicidad del mundo entero. Él ama a cada uno de los hombres, y ha venido a salvar a todos los hombres, sin importar su nacionalidad, su

color o su raza. Es un día de alegría y agradecimiento porque al ver la luz del Evangelio, salimos al encuentro de Jesús, lo encontramos y le rendimos nuestra adoración como los magos.


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Que la generosidad que los Reyes Magos demostraron al ofrecer sus bienes al NiĂąo Dios, nos motive a dar lo mejor de nuestro corazĂłn al SeĂąor.

Instrucciones: Ilumina el nacimiento con tus colores favoritos.


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Luz del mundo y sal de la tierra Por: Caritina Hernández Soy laico comprometido desde hace muchos años en mi parroquia, y mi tarea se concreta, o más bien, se concretaba a dar catequesis infantil a los niños que ya habían hecho la primera comunión, éste era un grupo que me gustaba mucho atender porque ya no sólo se trataba de dar y enseñar conocimientos sobre la fe a los niños, sino que además, este grupo se caracterizaba por ser semillero de otros ministerios en la comunidad parroquial de la que formo parte. Y aunque sigo atendiendo a este grupo digo que antes mi tarea se concretaba en cumplir con atender a este grupo, pero ahora mi tarea no es sólo es esa, pues hace algunos meses, participando de la misa con los niños, escuché algo que había pasado muchas veces por mis oídos pero que no había llegado a mi corazón, y fue aquella frase del evangelio en la que Jesús dice a sus discípulos,

y en ellos a nosotros: “ustedes son la luz del mundo”, (Mt 5, 13-16), desde entonces y con la explicación del sacerdote, entendí que mi tarea es importante para los niños que vienen a la perseverancia del catecismo, pero que también, mi tarea de cristiana no se limitada a un reducido grupo de niños, sino que va más allá del salón donde ordinariamente enseño, que mi ta-

rea es y seguirá siendo, transmitir el amor a Dios no sólo a los que están en mi salón sino a todos aquellos que se cruzan por mi camino en la vida. Y antes ya era reconocida en el pueblo por las personas como la catequista, pero yo no sólo quiero eso, también quiero ser reconocida en la Iglesia como aquella que en y con su vida, ilumina la vida de otros, porque dentro de mi sa-

lón soy la catequista pero fuera de él quiero ser la hermana de todos mis hermanos, y hermanos no sólo porque pertenezcan a mi familia, y tampoco sólo porque son cristianos bautizados, sino porque yo misma los he hecho hermanos de camino en medio del sufrimiento, y también, en el momento de la alegría. Así, con la alegría de saberme luz para otros, sé que estoy llamada a transmitir lo que ya sé por mis clases con mi conducta, con la forma de superar mis propios problemas, con la manera de tratar a mis semejantes y sobre todo por la manera en que vivo en mi casa y con mis vecinos, y esa luz no es propia, es luz que transmite Cristo a los que le siguen y verdaderamente le aman. Tu también atrévete a ser luz del mundo para cuantos te rodean, en la mayor de los casos no tendrás que decir ni una sólo palabra.

Una Catequesis para el discipulado misionero Por: Pbro. Aaron Palma A./ Cuautitlán Se trata de superar el modelo tradicional de catequesis. El cristiano que habiendo hecho experiencia auténtica de encuentro consigo mismo cuya realidad ha sido iluminada cuando ha entrado en relación con Jesús, no se puede callar, no se puede ocultar, como nos lo narra Lucas “¿no ardía nuestro corazón dentro de nosotros mientras nos hablaba en el camino, cuando nos abría las Escrituras?” (Lc 24,32), el ardor del corazón, está orientado al envío misionero que Jesús da a sus discípulos. La catequesis orientada al discipulado misionero es una convergencia entre el ser y el hacer de la persona, entre su fe y su vida; es la experiencia humana que contemplando y apropiándose del misterio motivan la acción misionera, se trata de traducir los contenidos de las verdades de la fe en comunicación misionera. Una catequesis para la vida, la dignidad de la persona y la justicia social. La sociedad es la casa del hombre, de ella el ser humano se nutre, por eso hay una estrecha relación entre la sociedad y la formación de la persona, al punto de no tener claridad sobre quien forma a quien: la persona a la sociedad o la sociedad a la persona. La catequesis al ser relación con Jesús que

forma al discipulado misionero, no lo es solo al interno de una comunidad eclesial. Como si el cristiano portara un uniforme que utiliza en ciertos momentos, este modo de “ser cristiano” desencarna completamente la identidad de la Iglesia instaurada en el mundo, para el mundo y al servicio del Reino. Si la relación con Jesús es el móvil del cristiano, el envío misionero constituye la identidad en la acción concreta del cristiano, el mundo es el lugar en el que se proyectan ambas cosas: relación y envío.

El modelo de la catequesis, no debe reducirse a la mera teoría, sino a la relación que el discípulo tiene con Cristo, una relación que es auténtica, relación con el hermano, en la atención a los más vulnerables, especialmente a los pobres. De modo que la proyección social en la catequesis no es un añadido o una parte del programa que se debe cumplir, es el cumplimiento de su función profética en el mundo, es la mayor oportunidad de mostrar el rostro de Cristo al que sufre, es el testimonio de la relación con Jesús que el discípulo misionero ha recibido.


La Iglesia quiere escuchar a los jóvenes Dios, que en su hijo ha manifestado a toda la humanidad su rostro de misericordia, llene con bendiciones a todas nuestras familias este año que está iniciando. Este 2018 es el año de la juventud, se trata de un camino de reflexión y acción para toda la Iglesia, con momentos culminantes como el sínodo de los obispos que tendrá como lema “los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional”. La Iglesia quiere escuchar a los jóvenes y la Iglesia en México reconoce la riqueza que representan los adolescentes y jóvenes para nuestra nación, los jóvenes tienen un verdadero potencial para el presente y el futuro de la

evangelización en el mundo. Nadie es ajeno a las luces y sombras que se viven día a día en el mundo juvenil, debemos mantener la esperanza en el potencial que representan los jóvenes en el país, este año y siempre, esforzarnos por parte de la sociedad, el gobierno y la Iglesia para escuchar a los jóvenes y adolescentes, integrándolos en todos los procesos evangelizadores y transformadores de la sociedad, no les arrebatemos la esperanza. Este año de la juventud esforcémonos por encontrar como Iglesia, las modalidades más eficaces para anunciar la alegría del evangelio que produce vida en plenitud.

anunciemos con alegría la palabra de Dios sin soslayar las injusticias sociales, promoviendo así la construcción de la paz. Esta misión es para todo bautizado desde su vocación concreta y en su vocación específica, es ahí en ese llamado personal, especialmente a los jóvenes donde Dios va revelando a cada uno su misión, permitiéndoles disfrutar la paz en su interior y reflejarla en la sociedad. Este año, pidamos que Dios bendiga a todos los jóvenes, para que se sientan llamados y encuentren los espacios para vivir con intensidad su misión protagónica y renovadora en la Iglesia y en el mundo.

Víctor René Rodríguez Gómez Obispo de Valle de Chalco

El hombre ya no está solo, es hijo para siempre Por: Sofía L. Godínez En la primera Misa del 2018, durante la celebración de Santa María, Madre de Dios, el Papa Francisco fortaleció la vocación de todos los cristianos, la vocación de ser hijos. El Santo Padre preguntó al inicio de su homilía: “¿Por qué decimos Madre de Dios y no Madre de Jesús? Algunos en el pasado pidieron limitarse a esto, pero la Iglesia afirmó: María es Madre de Dios. Tenemos que dar gracias porque estas palabras contienen una verdad espléndida sobre Dios y sobre nosotros. Y es que, desde que el Señor se encarnó en María, y por siempre, nuestra humanidad está indefectiblemente unida a Él. Ya no existe Dios sin el hombre: la carne que Jesús tomó de su Madre es suya también ahora y lo será para siempre. Decir Madre de Dios nos recuerda esto: Dios se ha hecho cercano con la humanidad como un niño a su madre que lo lleva en el seno.” Y afirmó: “He aquí el milagro, he aquí la novedad: el hombre ya no está solo; ya no es huérfano, sino que es hijo para siempre”. El Papa señaló que el año se abre con esta novedad: “Es el gozo de saber que nuestra soledad ha sido derrotada. Es la belleza de sabernos hijos amados,

de conocer que no nos podrán quitar jamás esta infancia nuestra. Es reconocerse en el Dios frágil y niño que está en los brazos de su Madre y ver que para el Señor la humanidad es preciosa y sagrada. Por lo tanto, servir a la vida humana es servir a Dios, y que toda vida, desde la que está en el seno de la madre hasta la que es an-

ciana, la que sufre y está enferma, también la que es incómoda y hasta repugnante, debe ser acogida, amada y ayudada”. Ya avanzada su homilía el Papa señaló: “también nosotros, cristianos en camino, al inicio del año sentimos la necesidad de volver a comenzar desde el centro, de dejar atrás los fardos del pasado y de empezar de nuevo desde lo que importa: “María es como Dios quiere que seamos nosotros, como quiere que sea su Iglesia: Madre tierna, humilde, pobre de cosas y rica de amor, libre del pecado, unida a Jesús, que custodia a Dios en su corazón y al prójimo en su vida”. En esta reafirmación vocacional de todos los bautizados el Papa exaltó el don de la Madre: “el don de toda madre y de toda mujer es muy valioso para la Iglesia, que es madre y mujer. Y mientras el hombre frecuentemente abstrae, afirma e impone ideas; la mujer, la madre, sabe custodiar, unir en el corazón, vivificar. Para que la fe no se reduzca sólo a ser idea o doctrina, todos necesitamos tener un corazón de madre, que sepa custodiar la ternura de Dios y escuchar los latidos del hombre”, puntualizó.


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